Hola a Todos!

Bueno... no pasó tanto tiempo desde la última vez que subí, o sí?

En fin, agradezco todos los reviews infinitamente, sepan todos que llegar a cada uno de ustedes me hace muy felíz. No los contesto porque ninguno tiene ninguna duda en particular. Sin embargo lo que sí note es que se hacen embrollos con los nombres de las amigas de Lily.

Bueno... aca va una aclaración:

Helen Thomas, castaña, alta. Tiene una hermana: Megan.

Lucy Williams, Rubia de pelo rizado, ojos claros. Es sensible y medio timidona.

En fin... este capítulo tiene una alta dosis de Lily y James. Asique espero que les guste.

Desde ya, Muchisimas gracias por anticipado por leer esta fic que ya es parte de mi.

Gracias Kath.

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CAPÍTULO 3: TIEMPO DE CAMBIOS

-Lunático- decía James mientras se aseguraba que nadie estuviese escuchando- debemos encontrar la forma para que tus transformaciones sean menos violentas. ¡La última vez casi nos matas!- Remus bajó la cabeza con un gesto de vergüenza.

-Chicos, - dijo el licántropo preocupado y apenado a la vez- les agradezco todo lo que hicieron por mi en este tiempo... pero bueno... ya es hora de seguir solo mi camino... nunca me perdonaría si algo llegara a pasarles...

"¿Transformación?" se decía la pelirroja así misma que afinaba cada vez más los oídos.

-Remus, no nos va a pasar nada, James y yo somos huesos duros de roer¿verdad Cornamenta?- James asintió con la cabeza.- y Peter... bueno Peter... Peter está con nosotros- bromeó Sirius aunque Lupin no cambiaba su expresión de tristeza

- Vamos Remus... sólo tienes que intensificar las dosis de la poción que prepara Slughorn- intentó animar James.

"¿Poción¿Profesor Slughorn?" Lily no podía entender la conversación merodeadora, pero lo que sí había comprendido a la perfección es que Remus no tenía un nuevo conejo.

Remus no cambiaba la expresión de tristeza de su rostro.

- Eso Lunático, no estés triste, tú no tienes la culpa de ser un hombre- lobo.- dijo la voz de Peter que había estado escondido como una rata detrás del sofá.

Lily se quedó petrificada. "Tiene que se una broma Lilian, tranquila. Remus no puede ser un hombre- lobo" pero aunque intentaba negárselo, a Lily le cerraba todo: El aspecto enfermizo de Remus, sus ausencias cada mes, la desaparición de los chicos por las noches, Slughorn, poción y transformación.

Sirius iba a abalanzarse sobre Peter por haber dicho eso, pero un estruendo en la escalera lo interumpió. Lily se había desplomado sobre las escaleras y rodó tres escalones abajo. Rápidamente corrió hacia los dormitorios y cerró la puerta tras ella. Rogaba que ninguno de los chicos se hubiera dado cuenta.

Los merodeadores dieron vuelta sus cabezas y se miraron entre sí con temor. Ese sería el fin si alguien los hubiera escuchado. Pero cuando se asomaron por la escalera caracol no encontraron a nadie.

- Falsa alarma- dijo Sirius aliviado- Creo que es hora de dormir, mañana discutiremos el tema con más tranquilidad- Los merodeadores subieron excepto James, quien dijo que tenía que tomar sus libros. Cornamenta se quedó un instante parado en la escalera. Se agachó para tomar algo del piso, algo que se asemejaba a un arete color rosa pálido. Lo examinó por unos momentos y mumuró:

Con que tú, Evans...

La mañana estuvo bastante tranquila. Los chicos asistieron a todas sus clases y, para variar, obtuvieron una buena cantidad de deberes. Todo marchaba en un orden cerrado, lejano de ser el antiguo orden, en donde los merodeadores fastidiaban a las muchachas Gryffindor. Y eso se hizo sentir en las chicas.

- ¿Habrán madurado de golpe¿O se estarán psicoanalizando de incógnito?- preguntó Helen a una Lily ausente mientras caminaban por los pasillos de Hogwarts. Pero la pelirroja no respondió.

- ¡Hey Lily¿Te encuentras bien?- La castaña tomó a Lily por los hombros y la zamarreó.

- ¿Qué? Ah, sí, eso creo- dijo Lily sin interés

- Lilian Evans¿De qué hablábamos?- preguntó Helen enfadada

- eh... ah... ¿de los deberes para el fin de semana?- preguntó Lily que trataba de evadir las miradas asesinas de Helen.

- Lilian¿qué no me has contado?- interrogó Helen que ahora había puesto un gesto de preocupación.

- No te puedo decir mucho pero estoy atrás de algo muy importante, y si descubro de que se trata, te prometo que te lo voy a contar- dijo Lily

- Ok, Lily, respeto tu silencio, pero tarde o temprano vas a tener que contármelo, no puedes seguir así.

- Gracias amiga- dijo Lily al tiempo que las muchachas se daban un abrazo

- Espera Lily... te falta un arete- dijo Helen señalando la oreja de la pelirroja.

- Seguro que me lo deje olvidado en el baño- contestó Lily sin darle mayor relevancia al asunto

-Lily... yo me bañé hoy y no vi tu arete por ningún lado- insistió Helen preocupada

-Helen, es sólo un arete... no te preocupes, vamos.- dijo Lily quien no le dió importancia al tema

El día pasó muy rápido. Todos en el colegio se habían ido a dormir temprano, por que al parecer, los profesores se habían complotado para darles parvas de tarea. Todos menos Lily Evans que decidió irse a dormir más tarde para hacer una excursión a la biblioteca.

- Veamos... animagos- murmuraba al tiempo que pasaba su dedo por los lomos de los libros- ¡sí! Aquí está- susurró con una sonrisa de victoria- Creo que estuvo bien por hoy de biblioteca.- se dijo la pelirroja a sí misma.

Caminó cuidadosamente por los pasillos esperando que nadie la viera. Llegó especialmente aliviada al retrato de la dama Gorda. Entró y misteriosamente se encontró con que la Sala estaba completamente oscura. ¡Lumos! dijo la pelirroja.

- No va a hacer falta Evans- dijo una voz que resonó por la sala al tiempo que las luces se encendían.

- Potter... eres tú- dijo la pelirroja, quien añoraba los tiempos en los que el muchacho la peleaba. James estaba sentado en un sillón frente a la chimenea crepitante. Su expresión era tan fría que no se podía interpretar que se traía entre manos

- Siéntate Evans- señaló un sillón enfrente de él.

- ¿Y qué te hace pensar que yo quiero hablar contigo?- preguntó la pelirroja de mala gana

- Bueno... ¿Qué crees que piense Mcgonagall si le cuento que su Premio Anual estuvo deambulando a altas horas por los pasillos, entró sin permiso a la biblioteca y se robó un libro de ¿"Cómo convertirse en animago"?

- De acuerdo, ganaste Potter pero si es para una cita, mi respuesta es NO- bufó mientras se dejaba caer en el sillón

- La verdad es que no es de eso de lo que quiero hablar- dijo James sin darle interés al asunto lo que hizo que Lily se desplomara por dentro

-verás- continuó el moreno- encontré este arete ayer en las escaleras- le alcanzó el arete a la pelirroja para que lo examinara- y creo que es tuyo, porque tienes uno exactamente igual en tu otra oreja.- Lily terminó de desplomarse. Ahora estaba en serios problemas. ¿sospecharía James que ella sabía lo de Remus?

- Ah sí... estem... gracias Potter, se me debe haber caído hace unos días- dijo con una actuada sonrisa

- Bueno... yo creo que se te cayó ayer- dijo james tratando de sonar amenazante y de ocultar los deseos que sentía por estar junto a Lily

- Eh... no... hace días que lo vengo buscando- mintió Lily

- Ah... y ¿cómo van esos moretones Evans? Porque supongo que fue una caída fuerte- dijo James

- No sé de que estás hablando Potter- dijo Lily mientras se levantaba del sillón y se dirigía hacia las escaleras tratando de evadir la situación. Pero James se levantó tras ella y la tomó fuertemente por los brazos.

-¿Estás segura de que no lo sabes Evans?- dijo James que ahora sonaba verdaderamente intimidante.

-Dije que NO, Potter- gritó Evans intentando soltarse de los brazos de James pero no pudo por que éste la sujetaba verdaderamente fuerte.

- ¡Evans ya no me mientas más!- le gritó el morocho y la sujetó aún más fuerte- Sé que fuiste tú quien estaba escuchando la conversación. Pero te lo advierto Evans- dijo con más furia mientras la acorralaba contra la pared. Lily no conocía esa faceta de James y la estaba pasando muy mal- llegas a revelar algo sobre el secreto de Remus... y-

- De acuerdo- gritó la pelirroja- pero por favor... James me estás haciendo daño- rogó en un tono mas bajo mientras las lágrimas inundaron sus ojos.

James escuchó esas palabras que lo hicieron bajar a la Tierra, estaba siendo muy duro con Lily, y la estaba lastimando. Lastimando lo que él más quería.

-Lo siento- se disculpó y la soltó esperando a que ella se escapara de esa situación, pero para su sorpresa, ella se quedó mirándolo a los ojos, con sus pupilas esmeraldas mojadas bailoteando entre sus labios.

- James yo... yo no quise, bueno sí... Realmente me preocupa lo que ustedes hagan- dijo Lily manteniendo la vista fija en los ojos de James, a unos pocos centímetros de ella- y te prometo que no voy a decir nada de lo de Remus, él es mi amigo, y nunca haría nada para perjudicarlo, te lo juro- terminó con una notable marca de sinceridad en su voz.

- Te creo Evans... pero que se te vaya quitando la costumbre de escuchar detrás de las paredes- advirtió Cornamenta con indiferencia y comenzó a alejarse.

-Espera- dijo Lily y lo tomó por el brazo de modo que quedaron en la misma posición de antes. James se sorprendió, pero su sorpresa no fue menor que la de Lily, quien, por segunda vez, se estaba dejando llevar por sus impulsos.

-Potter eh... bueno yo quería preguntarte... si... podrías enseñarme Defensa... yo quiero ser auror y bueno... eh... no quería llegar en cero al curso y...

- Evans ¿estás insinuando que quieres que te enseñe DCAO a tí, al Premio Anual?- preguntó james tratando de mostrarse serio aunque aún no podía salirse de su asombro

- Si bueno... quiero tener más práctica... y...además tú eres el mejor del curso y...

- ¿Me vas a tratar como siempre en las lecciones?- interrumpió James. Esto no puso muy contenta a Lily que cada vez se sentía más cómoda tan cerca del muchacho de gafas. Ella se quedó sin respuesta. Por un momento quedaron mirándose fijamente uno al otro, y entonces James rompió el silencio.

- Supongo que no puedes con tu genio¿verdad Evans?- dijo un James que se mostraba maduro y más frío que nunca- De acuerdo, yo te voy a hacer llegar hora y día. Buenas Noches Evans.- se despidió el muchacho y subió por las escaleras hacia su habitación.

Lily esperaba un abrazo o un beso impulsivo, pero el muchacho la trató como si fuese una más y eso le dolió en el alma.

A la mañana temprano, Lily bajo primera a desayunar, quería preguntarle a James si le iba a contar a Remus, estaba tan preocupada por el comportamiento repentino del muchacho que olvido preguntarle. James tenía prácticas de quidditch y debía levantarse temprano así que Lily pensó que ésa sería la oportunidad perfecta.

Cuando bajo Cornamenta, Lily estaba sentada sola en un lado de la mesa. James se sentó junto a Frank Longbottom, con quien comenzó a hablar animadamente. Lily lo miraba de reojo y su mente se volvía a debatir en una terrible lucha. Sin darse cuenta. Comenzó a interesarse por James más de lo que ella hubiera deseado. No podía esperar para verlo, y cada vez que se encontraban frente a frente, sus manos se encontraban mojadas y tenía unas especiales cosquillas en el estómago.

Después de una hora, James se levantó de la mesa y se dirigió al campo de Qudditch, pero cierta interrupción retrasó la llegada.

- ¡Expelliarmus!- gritó un muchacho de cabellera platinada.

- ¿Pero qué estas haciendo Malfoy¿Quieres tener puntos menos?- reprendió Lily al tiempo que se iba a acercar a buscar su varita

- ¡Airea Corpus!- gritó Malfoy y la pelirroja salió despedida por el aire y golpeó fuertemente contra la pared. El muchacho delgado, de pelo platinadoy finas facciones se acercó hacia la muchacha

- Te confundiste Evans... ninguna sangre sucia le da órdenes a un Malfoy...- Lily le escupió la cara con las pocas fuerzas que le quedaban, lo que hizo que Malfoy se enfureciera aún más y la tomara por el cuello. Lily podía sentir las manos finas de Lucius en su delgado cuello haciendo tanta presión que el aire del entorno le entraba a cuenta gotas. Parecía como si la fuese a matar.- maldita sangre sucia...-

-¡Petrificus totalus!- exclamó una voz desde el final del corredor y Malfoy quedó congelado. Lily sintió un gran alivio, el aire volvía a fluir de entre sus poros y comprobó que no estaba muerta.

- Evans¿estás bien?- preguntó James con una aparente cara de preocupación, mientras empujaba de una patada a Malfoy de encima de Lily. La pelirroja podía sentir sus dedos acariciando el cuello marcado y una sensación de bienestar le recorrió todo el cuerpo. Pero sorpresivamente no podía hablar, sólo asentir con la cabeza. Un dolor punzante le corría por la columna y se regodeaba en cada vértebra. Había sido un golpe realmente fuerte. Con todo el dolor que tenía, intento pararse. Puso una mano sobre el hombre de James, quien la cogió por la cintura, y comenzaron a caminar por el pasillo.

- Vamos a la enfermería- dijo James sosteniéndola.

- NO, a la Sala Común, yo estoy bien- dijo Lily con el poco aire que le quedaba.

- No, nos vamos a la enfermería- la contradijo James bastante más preocupado que antes ya que podía presentir la debilidad de la que amaba

- Potter, por favor... a la sala...- rogó la pelirroja cada vez más débil. Pero James hizo caso omiso y después de unos momentos ya estaban en la enfermería.

Lucy y Remus estaban en la Sala Común estudiando para un examen de Pociones. La relación entre el licántropo y la rubia había mejorado mucho, sobre todo por el hecho de que pasaban más tiempo a solas por la ausencia de Lily.

- Dime Remus...- dijo Lucy pasando un dedo por el libro que tenía en su regazo- ¿cuáles son los componentes para la poción adrometius?

- Crines de unicornio, ambicus, sales de suecia, espiro y hierbas azuladas- cotestó el licántropo sin pausar y sin soplar- ah, y para contrarrestar los efectos secundarios, puedes añadir un pelo de veela- finalizó.

Lucy esbozó una sonrisa- Perfecto señor Lupin, 10 puntos para Gryffindor- dijo la rubia imitando a Horace Slughorn. Ambos rieron ante el comentario. Se la pasaban muy bien juntos. Era como si nada les importara, como si la realidad desapareciera al momento que sus mentes hacían contacto.

- Bueno ahora me toca a mí- dijo Remus tomando el libro de Pociones- veamos, veamos...- pero la conversación fue interrumpida cuando Helen entró por el retrato de la Dama Gorda.

- ¡Williams!- dijo la morocha dirigiéndose con paso firme hacia Lucy. Lupin y su acompañante levantaron la cabeza para ver a la muchacha que acababa de entrar. Helen Thomas tomó por el brazo a Lucy y se la llevó arrastrando por las escaleras murmurando algo inentendible como "esto se nos ha salido de control". Remus Lupin, quien no entendía nada, decidió ir en busca de sus amigos.

Sirius Black se encontraba en el campo de Quidditch, preocupado por la tardanza de James.

- Anda Black, ya llevamos 20 minutos de atraso...- dijo una muchacha morocha, Claudia Patil, una de las cazadoras del equipo.

- De acuerdo, dime qué ocurre- dijo Sirius con una mueca de disgusto en la cara. No le gustaba hacer las cosas sin James, y menos algo que tuviera que ver con el Quidditch.

- Bueno, es que me voy a cambiar de colegio, y bueno... no podré jugar más en el equipo- dijo Claudia, alta, delgada, de nariz aguileña y una llamativa piel morena. Black pasó de ponerse rojo, a pálido no sin antes haber hecho parada por toda la gama de colores.

- Supongo que no estarás hablando en serio ¿verdad?- dijo Sirius tratando de sonar amable y controlando su furia para no asesinar a Claudia.

- Bueno, la verdad es que sí.. mi madre se quiere ir de Inglaterra, es vidente y dice que algo muy malo está por pasar- dijo la muchacha con un deje de preocupación en su voz.

- ¡Grandioso!- exclamó Siruis bien enfadado comenzando a hacer una especie de dramatización por todo el campo- Nuestro equipo arruinado a la mitad del torneo por una vieja loca y su "ojo interno"- decía con furia.

- Te lo advierto Black, como vuelvas a llamar así a mi mamá...- dijo Claudia que cada vez se ponía más colorada mientras sacaba su varita. El aire estaba verdaderamente tenso. Parecía como si un duelo se fuera a desatar. Entonces Paul Finnigan, el Guardián del equipo, intervino.

- De acuerdo, de acuerdo, basta,ya estuvo bueno por hoy- dijo mientras se ponía en el medio de los otros dos.- Claudia, gracias por los servicios prestados al equipo, pero ahora te agradecería que te retiraras porque tengo que hablar con el resto del equipo- Claudia se retiró muy ofendida y murmurando por lo bajo.- En cuanto a tí Sirius... tengo la solución a tus problemas...- dijo el chico de 1.70, castaño oscuro, de ojos marrones, y una masa corporal considerable.- tengo una cazadora estrella, la vi el otro día volando con unas muchachas y es realmente buena- completó el muchacho con una sonrisa en la cara.

- ¿Por qué no se ha presentado antes a las pruebas?- preguntó Sirius incrédulo

- Valla Dios a saber- contestó Paul encogiéndose de hombros- Katherine Treborn, 5to año, es un verdadero talento.

- Interesante...- decía Sirius mientras se frotaba la barbilla.

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Un millón de gracias una vez más. Dejen sus Reviews asi me cuentan que les pareció, es muy importante para mí saber que piensan mis lectores.

Infinitos abrazos con Luz

BLu