Disclaimer: no soy Rowling asike lo que vean conocido, no es mio,

0o0000o0o00o0o0o0o00o0o0o0000

Capítulo 4: Acercamientos

La puerta de la habitación de las muchachas Gryffindor se abrió. Por ella entraron dos chicas, una rubia, y la otra castaña. La primera tenía una cara de no entender qué era lo que pasaba, mientras que la segunda no podía ocultar su preocupación.

Se sentaron en una cama y comenzaron a hablar.

- ¿Qué ocurre Helen?- preguntó Lucy qué ahora también se encontraba preocupada.

- Lucy, esto se nos ha salido de control. Estoy muy preocupada por Lily- dijo Helen quien se había parado y caminaba en círculos por la habitación.

- Si bueno, yo también la note muy ausente- dijo Lucy mirando hacia abajo.

- Si claro, pero estabas muy cómoda con Lupin a solas para preguntarte qué rayos le ocurría a Lily¿verdad?- Helen calló por un momento hasta que pudo asimilar lo que había dicho. Lucy, por su parte, se sentía muy avergonzada, porque en el fondo, sabía que era cierto. Entonces sus ojos comenzaron a brillar con el reflejo de la luz y un par de lágrimas giraban en sus pómulos.- Lucy, lo sien...

- Esta bien Helen- dijo la rubia- tienes razón. Me parece que le debo una gran disculpa- completó Lucy.

- De acuerdo, pero aún hay más. Lily se ha estado durmiendo tarde, no asistió a algunas clases y... mira- señaló mientras tomaba un libro de debajo de la cama de Lily y lo ponía en los brazos de Lucy

- ¿" Como convertirse en animago"?- preguntó Lucy.

- Así es, y mira además- dijo la castaña señalando un papel que estaba marcando una de las páginas. El papel decía: "Pedir Prof. Slughorn los ingredientes".- ¿Qué me dices?

- Que tenemos una charla pendiente con Lily- respondió Lucy muy preocupada por su amiga.

- Lunático¿tú conoces a Katherine Treborn de 5to?- preguntaba Sirius mientras él y Remus iban caminando por los pasillos de Hogwarts. Sirius le había contado a Lupin todo lo que había ocurrido en el entrenamiento y el licántropo no podía evitar sonreír cada vez que se imaginaba la cara que pondría James cuando se enterara.

- Ajá- dijo Lupin mientras asentía en forma de saludo hacía un grupo de muchachas que lo saludaban.- es la directora de la revista del colegio, es muy inteligente. Leí varios de sus artículos y la verdad es que me quedé impresionado

- Entonces ¿Qué hace una cerebrito con talento para el quidditch?- preguntó Sirius mientras se dibujaba una sonrisa seductora en sus labios, la cual le dirigió a un grupo de muchachas que le pasaron por al lado.

- Sirius, ya te dije qué porque a ti no te guste leer no significa que los demás seamos cerebritos- regañó Remus.

- De acuerdo, de acuerdo, igualmente sólo me voy a limitar a hablar de quidditch- dijo el moreno deteniéndose ante el retrato de la Dama Gorda.- Argentum- gritó el muchacho y el retrato se abrió. La sala estaba bastante tranquila. No había nadie salvo por una muchacha sentada frente a la chimenea con un libro en su regazo.

- Hoy es tu día de suerte Canuto, ahí está la joven que buscabas- susurró Remus

- De acuerdo, pero comienza tú la conversación, creo que entre cerebritos se van a entender bien. Remus miró a Sirius con un gesto de desaprobación pero después asintió y se dirigió hacia la muchacha.

-Disculpa- dijo Remus y la muchacha levantó la cabezo y miró al licántropo- ¿Katherine verdad?- La muchacha asintió

- Remus Lupin, Sirius Black ¿todo bien?- pregunto Katherine con una inmensa sonrisa. La muchacha era de estatura normal, con un hermoso pelo color castaño y ojos color avellana. Era morena y su cara irradiaba un destello especial que rara vez se veía en otras personas

-Sí, Gracias- respondió el licántropo- Bueno mi amigo Sirius y yo queríamos hablar contigo sobre el equipo...

- Si, ya lo sé, Paul vino a hablarme – interrumpió- Y bueno, la verdad es que nunca me había lo planteado, porque lo mío es escribir, pero bueno, si no hay otro remedio...

- Más vale que por el bien de los nervios de James aceptes- saltó Sirius que se había mantenido callado. Remus lo miró como diciendo "así no se trata a las muchachas Sirius" pero el animago hizo caso omiso. Katherine sonrió aún más. Su rostro transmitía paz y tranquilidad.

- Veo que están un tanto desesperados. Está bien, acepto

James estaba parado en la puerta de la enfermería. Su cabeza era un verdadero "mare magnum". Su cabeza no paraba de funcionar. Las ideas se desbordaban, el muchacho necesitaba desahogarse urgente. No comprendía como las cosas habían cambiado tan rápido. Lily, Sirius, sus bromas, Quejicus, habían pasado a un segundo plano en su vida. Lo único en que podía pensar era en las palabras de su padre: "James, tú no vas a ser ningún auror, porque para eso se necesita, tener un grado de madurez que tú no tienes. Creo que te hemos educado tan mal que aún sigues siendo un niño. No es tu vocación. Además debes leer y ser muy habilidoso, cosa que tú no eres. Supongo que tú único futuro es tener una tienda de chascos con Sirius". Esas palabras que le habían quitado el sueño y el apetito, porque muy en el fondo, pensaba que su padre estaba en lo correcto. Entonces se prometió a si mismo, que se iba a convertir en el mejor auror que la historia halla visto nunca, y que iba a dejar su alma para lograrlo.

Entonces, los cambios llegaron rápido. Comenzó a subir sus calificaciones y pasaba mucho tiempo en la biblioteca estudiando cualquier tipo de conjuros. James estaba demostrando que él lograría sus objetivos. Pero eso lo alejo del quidditch, de sus amigos y del amor de su vida.

- James Potter- dijo una voz desde el interior de la enfermería- Evans ya está bien¿quiere pasar a verla?- James asintió con la cabeza e ingreso.

En una cama un tanto lejana de la puerta, se encontraba Lily, tan bella y brillante como siempre. Su semblante era pacífico y al ver a James expuso una débil pero dulce sonrisa. El muchacho de gafas, se acercó a la cama y se sentó en una banqueta.

- ¿Y cómo va eso Evans?- dijo James con una sonrisa que hizo sentir mucho mejor a Lily. Sin embargo, no eran esas sonrisas como las que él siempre le dirigía. No, ésta era diferente, era distante.

- Sí, muchas gracias Potter, pero no debiste traerme- dijo una débil Lilian. James pensó que Lily nunca iba a dejar de ser igual de testaruda y menos dejar que los demás la ayuden o la protejan. Entonces, en un impulso, la pelirroja le tomó la mano, y una corriente eléctrica corrió por el cuerpo de ambos. Se sintieron tan especiales, tan conectados. James soltó la mano de la muchacha a duras penas y le dijo:

- ¿Cuándo sales de la enfermería?- preguntó james intentando ocultar las ganas que tenía de lanzarse hacia la pelirroja y abrazarla. Lily volvió a romperse por dentro como hace semanas que lo hacía. Se sentía una tonta por no poder controlarse.

- Ahora, ya puedo salir, pero esperaré a que llamen a alguna de las chicas para que me acompañe a la Sala Común- respondió Lilian

- Está bien, yo te acompaño, te espero afuera- dijo james con decisión y se fue por donde había entrado.

Lily se cambió y se dirigió hacia la puerta. "Lilian sólo estás confundida, tranquila" se decía a sí misma tratando de excusarse con su mente del amor que en realidad sentía por el buscador que la estaba esperando. Sin embargo, no dejaba de preguntarse que ocurría en la cabeza del moreno para estar tan distante de ella. Porque antes, aunque de los pelos, ellos siempre habían estado unidos, preocupándose uno por el otro. Lily abrió la puerta de la enfermería y vio que James la esperaba apoyado en la pared. Se acercó hacia ella y le tendió su brazo, para que ella entrelazara el suyo. Comenzaron a caminar por los pasillos, con los brazos entrelazados. Era de noche ya, así que los corredores se encontraban vacíos. Caminaban despacio y en silencio. Ni James ni Lily comprendían como el muchacho no había salido con ninguna de sus bromas o algún chiste que incomodara a la pelirroja. Sólo se limitaba a sostenerla fuertemente y caminar.

- Potter...- Lily rompió el silencio. James se giró para mirarla- ¿cuándo podemos comenzar las clases...¿Recuerdas de lo que habíamos hablado...?

- Sí, recuerdo- dijo James- Veamos... el Viernes por la noche¿qué te parece?- preguntó el muchacho pensativo.

Supongo que está bien- dijo Lily y siguieron caminando.

En la Sala Común, Sirius y Remus estaban esperando a James, a quien no veían desde la mañana.

- De veras Lunático, te digo que es muchacha está muy linda- decía Sirius mientras movía una pieza de su ajedrez mágico. Remus sonrió

- Sí, lo sé, muy bonita- movió una pieza- tu turno- le dijo a Sirius

- Lástima que se una cerebrito- Remus miró en desaprobación a Sirius- Fue un chiste Lunático- respondió el aludido riendo ante esa mirada asesina.

De pronto, una muchacha rubia bajó las escaleras con lágrimas en sus ojos y se dirigía hacia la puerta cuando Sirius la interrumpió.

-¿Qué ocurre Williams?

- nada, es sólo que... no, e- encontramos a Lily, por ninguna parte- respondió la muchacha entre sollozos. Remus se paró y la hizo sentarse en el sillón que el antes ocupaba.

- Tranquila Lucy, Lily no puede estar muy lejos- dijo Remus con una enorme sonrisa de chocolate dibujada en sus labios.- seguro algún profesor le mando un trabajo o algo así y debe estar en la biblioteca

- Helen buscó en la biblioteca y no la encontró. Además cuando preguntamos a un grupo de Slytherins por ella, comenzaron a reír- La muchacha agudizó su llanto, por lo que Remus la abrazó, per cuando lo miró a Sirius, esté tenía una gran sonrisa maliciosa dibujada en su rostro.

- Tranquilo Lunático, seguro Evans debe estar en buena compañía

El retrato se abrió y por él entraron Lily y James tomados del brazo. Lupin y Lucy miraron interrogantes mientras que Sirius comenzó a reir por lo bajo.

- Te lo dije- se bufó Sirius. James lo miró enojado, entonces Sirius se calló.

- Williams, ven a ayudarla y llévala a la habitación- dijo James. Lucy se deshizo de los brazos de Remus y fue corriendo a abrazar a su amiga.

- Lily... no sabes como nos preocupaste

- Malfoy me atacó en uno de los pasillos, y estuve todo el día en la enfermería- dijo Lily que ya no estaba tan débil como antes

- Oh, Lily... entiendo, ven vamos, Helen está arriba- Lucy tomó a Lily por la cintura y comenzaron a subir las escaleras.

Sirius se acercó a James y le dio unas palmada en la espalda.

- Bien casanova... a nosotros no nos mientes- el buscador ni se inmutó

- James, debemos hablar- dijo Remus preocupado

"Debemos hablar Lily" susurró Lucy mientras subían las escaleras

La verdad es que ninguno de los dos dio ningún tipo de explicación, y se fueron a dormir directamente.

Por la mañana, en el Gran Salón, no pudieron escapar a los constantes interrogatorios de sus amigos, entonces, les explicaron la situación.

- Y así fue como Potter se ofreció a llevarme nuevamente a la Sala común- decía la pelirroja mientras untaba mermelada en su pan.

- Lilian¿te das cuenta cómo nos tenías preocupadas?- preguntó Helen desorbitaba.

- Helen, más fuerte que en China no te oyeron bien- bromeó Lucy. Helen frunció el entrecejo.

- Bueno, pero cuenta Lily¿pasó algo con Potter en el camino?

- ¡Les digo que nada!- decía James exasperado en la otra punta de la mesa Gryffindor- además, ya saben que lo único que está en mi cabeza ahora es mi promesa.

- James tienes que poder vivir... – dijo un Remus preocupado- Estas tan preocupado por como vivirás que olvidas el presente, olvidas como divertirte, olvidas tu esencia, James...

- No lo sé Lunático...

- Vamos James, sabes que te apoyo en esto, pero te estas pasando de rosca amigo- añadió Sirius- ¡Tuviste una oportunidad para estar con Evans y la desperdiciaste! Te desconozco...- bromeó el moreno, lo que provocó una amarga risa por parte de James.

- James, si tu destino es ser auror, vas a serlo, te lo aseguro- dijo Lupin en un intento de calmarlo.

- Tienes razón...- respondió James pensativo y se paró de la mesa y se dirigió al lugar en donde estaba Lily. Los merodeadores lo miraron sorprendido.

Las chicas hablaban animadamente cuando vieron a James acercarse.

- Evans, debemos hablar- dijo Cornamenta decidido. Aunque comúnmente Lily diría "piérdete" o "¿ahora?", esta vez asintió con la cabeza y le hizo un gesto a sus amigas. Salieron del comedor, caminaron hasta un pasillo alejado y comenzaron a hablar.

- Dirás Potter...- comenzó Lily.

- Verás Evans, hoy es el día de nuestras clases¿recuerdas?- Lily asintió- Bueno nos vemos hoy a las once en punto en la mazmorra de Slughorn.- James ya no era tan frío como antes, sino que tomó un aspecto más normal.

- De acuerdo- dijo la pelirroja un poco más animada de que las cosas se fueran acomodando nuevamente. Se disponía a irse cuando un extraño impulso le recorrió todo el cuerpo.

- Espera James... – James se dio vuelta bruscamente al sentir que Lily lo había llamado por su nombre- yo... yo...yo te quería agradecer por haberme acompañado ayer.- El buscador esbozó una sonrisa al tiempo que Lily se acercaba para darle un abrazo.

- No hay de que, Evans...

El día se les pasó rápidamente. Tanto Lily como James esperaban ansiosamente las clases particulares. Sin embargo, Lily tenía un asunto pendiente con sus amigas.

- Lily, haber si entiendo la situación...-decía una Helen exasperada- Vas a convertirte en animaga ilegal con 17 y nos pides que te acompañemos, por una causa que no nos puedes contar ahora¿verdad?

- Yo creo que fue bastante clara- dijo Lucy con una sonrisa cómplice a Lily. Helen lanzó una de sus miradas asesinas a Lucy y añadió:

- Estás totalmente loca, Evans

- Helen lo voy a hacer con su ayuda o no, así que sino quieres, lo entenderé.

- Estoy contigo- afirmó Lucy sentándose en la cama de Lily. Ambas miraron interrogante a Helen que, después de unos momentos se rindió.

- De acuerdo, ustedes ganan

- Ok, ahora- comenzó a decir Lily mientras se levantaba hacia su baúl, después de un arduo labor, logré ablandar a Slughorn y conseguí los ingredientes- las muchachas sonrieron. Sabían que Lily se arriesgaría por cualquier cosa que considerara justo- Y además¡hice la poción!- dijo mientras sacaba una botella de su baúl con un líquido plateado en su interior.

- No esperaba menos de ti, Lilian- dijo Lucy con una enorme sonrisa en su rostro.

Todas se sentaron en círculo en medio de la habitación y pusieron la botella en el medio.

- Ahora recuerden- dijo Lily cortando el ambiente tenso que rodeaba la habitación- se convertirán en el animal que llevan dentro, y pase lo que pase, sepan que las amo y que siempre vamos a estar juntas.- Todas se miraron y sonrieron una vez más.- ¿Quién será la primera?- preguntó Lily

-Yo- dijo Helen decidida. Tomó la botella, bebió un sorbo y miró a sus amigas.- Listo, yo no me siento nada diferente Li...- pero de pronto las luces comenzaron a titilar y Helen comenzó su transformación Lucy rompió el círculo que antes formaban y se abrazó una aterrorizada Lily. Al cabo de unos minutos, Helen estaba convertida en una hermosa pantera negra. Se volvió hacia las aterradas muchachas y después de unos segundos, volvió a su estado natural.

- Wow, eso estuvo espectacular- exclamó la nueva animaga exaltada. Su adrenalina no entraba en ella misma.- Lily y Lucy la miraron exaltada y la segunda fue la primera en hablar:

- ¿Cómo fue?

- ¡Es sensacional! Soy una pantera.

- De acuerdo, ahora me toca a mi- dijo Lucy tomando la botella. La miró unos momentos, y después de dudar un rato, bebió la pócima. Las luces comenzaron a titilar una vez más, pero ésta vez, los muebles se movieron en conjunto. Después de unos instantes, Lucy estaba convertida en una loba. "Esto es sorprendente" se pensó Lily para si misma, ya que a Remus y a su enamorada eran el mismo animal, sólo que con... bueno algunas diferencias básicas. Unos momentos más tarde, Lucy había vuelto a su estado original

- Lily, debes probarlo, es emocionante- dijo la loba emocionada.

- Ok.- Lily tomó la botella y bebió un sorbo. Ésta vez no fue como las demás. Las luces y los muebles palpitaron violentamente. Parecía como si el entorno se estuviera transformando con ella. Y después de unos momentos Lily se había convertido en un hermoso fénix de ojos verde esmeralda. Tenía un plumaje blanco, con un leve baño plateado como la luna y unas delicadas pintas rojizas en los extremos. Sus amigas la miraban admiradas de tanta belleza. Unos segundos después, Lily volvió a su estado original.

- Bien Evans- dijo Helen que aún no salía de su asombro- te saliste con la tuya.

La sala Común de Gryffindor se encontraba completamente vacía, excepto por una muchacha de quinto que leía interesada frente a la chimenea. El retrato de la dama gorda se abrió y Sirius Black entró con un par de cervezas de manteca en las manos. Iba hacia arriba cuando dirigió una mirada hacia la muchacha.

- ¿Todo bien cazadora?- dijo Sirius mientras se dirigía hacia las escaleras caracol. Katherine levantó pacífica la mirada de su lectura y dijo:

- Aún no soy tu cazadora Black-. Sirius se paró en seco y se dirigió hacia ella

- Es verdad, aún faltan las pruebas- contestó con una sonrisa seductora. Ella asintió y se concentró nuevamente en su lectura, pero no podía negar que esa sonrisa le había movida el piso.

- ¿Qué lees?- interrogó Sirius al ver que la muchacha tenía en su regazo un extraño libro rosa con plumas que salían del lomo.

- Es una tormenta de ideas.- Sirius la miró interrogante- Verás, todo lo que observo en el mundo, lo escribo en este libro. Y así, una vez que tengo demasiadas descripciones de personas, lugares e historias, los leo una y otra vez para escribir.- Siriuis hechó una ojeada al libro por sobre el hombro de Kath. La muchacha podía sentir el dulce perfume del chico.

- Me gusta esto..."bruja pelirroja", "ciervo" y..."amor"- Ambos rieron- esto es divertido¿puedo?- preguntó el moreno quien se sentó en el piso frente a ella. Kath asintió y le pasó el libro.

En las mazmorras, una pelirroja no paraba de mirar su reloj. A pesar de que recién eran las doce, no podía esperar para ver a James. Las mazmorras estaban muy frías, Lily comenzaba a incomodarse de estar sola ahí con una luz tenue y a esas horas de la noche. De repente, se escuchó un leve sonido, el aire se corto y...

- ¡Expelliarmus!- La varita de Lily voló por los aires. La pelirroja se dio cuenta aterrorizada, pero volvió en si cuando vio a James sonriendo en la puerta.

-¡Potter! Casi me matas de un susto- dijo Lily un tanto enojada.

- Regla número 1 Evans, siempre hay que estar preparado- lily retiró su enojo por un momento al darse de cuenta de toda la razón que tenía James.- ¡Lumos!- susurró Potter- este lugar estaba muy oscuro... ¿no habrás estado aprovechando la situación, Evans?- Lily rió y se llenó de felicidad, el James bromista, (sin arrogancia) había vuelto.

- ¿Comenzamos?

La batalla comenzó un tanto tranquila pero se fue tornando cada vez más intensa, Lily pudo percibir que James tenía un talento nato en el tema, sin embargo, ella le hacía frente bastante bien. Y así después de unos cuantos hechizos aturdidores y contrahechizos, Lily rodó por el piso y quedó contra la pared, james se acercó hacia ella y puso su varita en el frágil cuello de la pelirroja. Ambos estaban gimiendo y transpirando. Las batalla los había cansado. Pero ahora estaban muy cerca. Lily podía sentir a james sobre ella y sus rostros estaban a unos pocos milímetros, con la varita de James de por medio. Éste sonrió y dijo:

- Te gané Evans- y se acercó más a ella. Estaban más que cercanos y Lily sentía que ésta vez no iba a poner resistencia, al contrario, estaba deseosa de que ocurriera. Pero después de que sus olores se mezclaran, James le dio un beso en la mejilla que la hizo vibrar de pies a cabeza.

- Terminó la clase.- El chico se separó de ella dejándola un tanto exaltada. Sin embargo, él también estaba igual, pero se había propuesto enamorar a Lily, y eso incluía no acelerar todo para no arruinar las cosas. James tomó su mochila y su capa y se paró en la puerta.- ¿no vas a venir?- Lily asintió confundida y mareada. Tomó sus cosas y ambos se escondieron debajo de la capa invisible.

0o0o000o0o0o00o0o00o0o0o0o0o00o0oo0o0o0o0

Bueno, Creo que así esta bien.

Espero que les haya gustado, tanto como yo disfrute de hacerlo. En cuanto a los reviews, como son pocos, los contesto vía e-mail, por mi cuenta personal, así que creo que con las dudas no hay problema.

Gracias a todos por tomarse un tiempito para leerlo. Infinitas gracias todavía por tomarse la molestia de dejarme sus reviews. Y si lo leen y no lo dejan, me contento con el simple hecho de q un poco de mi haya llegado a ustedes.

Besaso

Blu.