La Guerra de los Mundos

Chrno Crusade es propiedad de Daisuke Moriyama.

Este fic es una adaptación Libre de la novela War of The Worlds de H. G. Wells.

Capitulo 4:Exodo.

La luz del sol entraba por una ventanilla, Chrno se acerco a la puerta mientras que Satella, Rosette y Steiner dormían, al salir, Chrno noto que el sótano estaba ennegrecido por el fuego ya extinto.

Al salir del sótano, Chrno se sorprendió al ver que su casa había desaparecido, una enorme hélice se encontraba en lo que fuese su sala, Chrno camino mas y vio los restos del enorme avión militar, por las marcas, parecía haber sido derribado por un rayo, al avanzar mas, vio a un par de hombres que sacaban cosas del avión, Chrno los reconoció, ya antes había hablado con ellos, eran reporteros. Chrno fue a donde ellos.

¿Hey que ha pasado?- dijo Chrno con calma, uno de los reporteros le miro.

Bueno, como vez, la fuerza aérea no sirvió de nada, por lo que supe, ayer en la noche llegaron mas escuadrones del ejercito y junto con la fuerza aérea se enfrentaron a esas cosas, pero nada, todo lo que les disparaban se estrellaba contra una especie de escudo protector, luego, barrieron con las tropas- dijo el reportero mientras que el otro reportero subía a un camión.

¿Ustedes de donde vienen?- dijo Chrno.

Estabamos con la guardia nacional, parece que atacaron por todos los flancos, lo último que supimos antes de irnos es que pasaron cosas similares en Europa y Asia- dijo el reportero.

¿Y como eran esas maquinas?- dijo Chrno.

Eran una especie de Trípoide enorme, con una especie de caldera en la parte alta, sus rayos parecen provenir de unos brazos extraños que tienen a los costados, y por lo que vi, no solo queman, también desintegran lo que tocan, pero... - dijo el reportero cuando se escucho el sonido como de una maquina de vapor, los reporteros se estremecieron.

¿Qué rayos fue eso?- dijo Chrno sorprendido.

Son ellos, vienen para acá, y si es usted listo, sé ira cuanto antes- dijo el reportero corriendo al camión mientras que el otro arrancaba dejando a Chrno sorprendido, Chrno se percato de que el auto de Satella se encontraba intacto de milagro y decidió que debían de irse evitando pasar por la ciudad.

Chrno corrió y despertó a las chicas y al viejo Steiner.

Hay que largarnos de aquí, no hay mucho tiempo- dijo Chrno con presura.

Bien, estamos listas- dijo Rosette mientras que Satella asentía.

Los 4 llegaron al auto y rápidamente salieron del lugar.

Unas horas después.

¿Por qué no vamos por los caminos principales?- pregunto Satella extrañada.

No quisiera que nos quedáramos atrapados entre los que huyen- dijo Chrno (ahora conducía él).

Hey Chrno, eh... si no es molestia, ¿Podemos detenernos un momento?- dijo Rosette algo sonrojada.

¿Qué pasa?- dijo Chrno extrañado.

Un asunto de la naturaleza- dijo Rosette con pena.

Hay Rosette, siempre con tus cosas- dijo Satella avergonzada.

Bien, no creo que haya riesgo si nos detenemos por un momento- dijo Chrno estacionando el auto, Rosette salió a unos matorrales mientras que los demás le esperaban, un río pasaba cerca de la zona.

Es un hermoso paisaje- dijo Chrno.

Si, sabes, no me había fijado que había zonas tan bellas cerca de casa- dijo Satella sonriendo.

¡Chrno ven pronto!- dijo la voz de Rosette, Chrno corrió ya que se percato de que su voz sonaba aterrada.

¡Rosette que pasa!- dijo Chrno, pero Rosette solo señalo el río.

Satella y Chrno se paralizaron de horror al ver como una gran cantidad de cuerpos se hallaban flotando en las aguas.

Dios- dijo Steiner al ver la escena

Mejor nos largamos de aquí, este lugar me aterra- dijo Rosette mientras que jalaba a Chrno y a Satella.

Las horas pasaban, durante el trayecto Chrno vio varias caravanas militares dirigiéndose a Los Angeles, por lo poco que sabia, la ciudad estaba bajo ataque y miles de personas salían en dirección a México, aun así, los militares les enfrentaban tratando de dar tiempo a los refugiados para salir y ponerse a salvo a costa de sus vidas.

Rosette pudo ver en el camino a gente caminando con sus pertenencias, hombres mujeres y niños, una enorme masa de gente que recorría los caminos, vehículos de toda clase se hallaban cargados hasta el tope de personas, caballos flacos eran usados para jalar destartaladas carretas, pese a los esfuerzos de Chrno por evitar las rutas congestionadas, habían quedado atrapados entre la masa de personas.

Los pocos aviones, la mayoría militares, que surcaban el cielo, podían observar la enorme masa recorrer a paso lento el lugar, era una procesión enorme.

El paso a la frontera estaba a reventar, Chrno decidió hacer un rodeo y se dirijo a una pequeña villa fronteriza, se imagino que no podrían pasar sino hasta bien entrada la tarde.

Por lo que veo, aquí aun no ha pasado nada- dijo Rosette con calma.

Si, pero no sé cuanto tardaran en llegar esas cosas- dijo Chrno con calma.

Bueno, no hay que empezar a preocuparnos por eso, por ahora debemos ver que hacer- dijo Satella mientras que miraba al cielo.

Esos arboles, se ven extraños- dijo Steiner de pronto, Satella y Chrno miraron, la noche se cernía en el horizonte, de pronto el sonido de una maquina les llamo la atención.

Oh mierda- dijo Chrno mientras que jalaba a Rosette y a los demás y subían al carro.

Tres de los enormes tripoides se encontraban en el lugar, la gente al verlos empezó a huir enloquecida, Chrno de pronto se vio atrapado en medio de un enorme mar de gente y trato de maniobrar el auto para evitar arrollar a alguien, de pronto vio a una cuarta maquina aparecer en el camino de los que huían.

Chrno sudo frío, la cuarta maquina empezó a disparar de una especie de tenazas a sus costados un rayo multicolor, el cual empezó a desintegrar a los que tocaba, el pánico se generalizo, los vehículos se volcaban, la gente corría de un lado a otro, Chrno viro el auto y vio con horror como las otras maquinas capturaban a los que huían con una especie de tentáculos y los metían a unas jaulas que colgaban de ellas.

El auto empezó a pasar entre la pequeña villa cuando un rayo proveniente de la cuarta maquina le impacto, el auto voló por los aires y cayo de lado, Chrno, bastante adolorido, saco a las chicas y a Steiner, los cuatro habían sobrevivido de milagro, pero al tratar de huir quedaron apresados entre la gente que huía, Chrno sujeto a Rosette de una mano y la acerco a él, Satella y Steiner se vieron jalados por la multitud, Chrno se percato de que las maquinas se acercaban.

La gente que huía se encontraba cercada, aun así, algunos empezaron a pasar por algunos de los caminos y escapar de puro milagro, las maquinas seguían atrapando a la gente o desintegrándola según el caso.

Chrno se acerco a una casa de pronto vio a un hombre haciéndoles señales, Chrno llevo a Rosette y junto con el hombre entraron a un sótano, el ruido de las personas se escuchaba aun mientras que los tres permanecían en el húmedo sótano, algunas horas mas tarde... se dejaron de escuchar ruidos.

Parece que ya paso todo- dijo el hombre mientras que sostenía una escopeta, Chrno le miro, le pareció conocido, mas al ver que era moreno, pero con el cabello blanquecino.

Satella... espero que halla logrado escapar- dijo Rosette con tristeza.

No temas, sé que ella estará bien- dijo Chrno mientras que le ponía una mano en el hombro.

Bueno, al menos veo que están bien, hey Chrno, no te preocupes, aquí hay bastante alimentos y agua para varios días- dijo el hombre, Chrno le miro extrañado.

¿Cómo conoces mi nombre?- dijo Chrno de pronto.

Veo que no me reconoces, soy yo Aion- dijo Aion con calma.

¡Aion!- dijo Chrno con sorpresa- No me imagine que estuvieras por aquí.

Bueno, me dirigía a los Angeles para hablar con el director del centro astrológico cuando me vi atrapado entre la gente que huía de Arizona, he viajado durante horas y al fin encontré esta casa, por lo que veo sus inquilinos la abandonaron antes de que la gente se empezara a juntar aquí- dijo Aion, Chrno asintió mientras que Rosette les miraba.

Bueno, ¿Alguna idea de que hacer?- dijo Rosette con calma.

Esperar, por lo que veo se van a quedar mucho tiempo por aquí- dijo Aion mirando por una de las ventanas del sótano.

No sé por que, pero algo me da mala espina- dijo Rosette con algo de temor.

Continuara...

Este capitulo ya esta, en el siguiente se verán mas cosas de las que pasan en otros lugares.

Ale e Hitzuji gracias por sus reviews. Hasta luego.