Gracias por todos los RR (nunca había recibido tantos!!!)

Disclaimer: Ya deben saber, todo esto es de JKR yo solo me divierto con sus personajes por un ratito…

Agradecimientos: este programa ha sido posible gracias a: SalvaPotter (perdón por la demora pero tu RR llegó diez minutos después de publicar el capítulo anterior), Marth MT (ya tienes el altar por soportar mis retrasos y sí, por aquí ya te temen XD), Herms Malfoy (gracias por tu comentario), edysev (¿de lo mejor que has leído?... me sonrojo), Eris Membrana ahora Eris Eru (en los comentarios después del programa anterior está la explicación sobre lo de Sirius…), Meilin2 (Estoy de acuerdo contigo sobre Snape, por cierto ¿te gusta Sakura card captor?), Wlrine (gracias por el comentario, y tranqui que haré que te respondan tus preguntas), a-grench (gracias por tus preguntas y tu comentario), Blinkera-281(¿me matarías si te dijera que ya había leído tu fic, pero como cosa rara no había dejado RR?), Kurai() (gracias por tu comentario y ya veremos que dice Lupin sobre el secuestro… por mi no hay problema XD) y amsp14 (aquí verás por fin el misterio de tu carta y no hay problema con que no hayas podido escribir antes… te entiendo), a ucch (gracias por lo de divertido y concuerdo con lo del caos XD), también a Black Lady (parece que no eres la única que quiere secuestrar a Sevie), Anna (A mí también me parece ver divertido ver como Severus se sonroja XD), Polillofóbica (¡¡¡gracias!!!, me sonrojé con tu comentario XD), Fent (Cuídate de Kurai que quiere secuestrar a Lupin XD), Jessy y Abby (ya veremos lo que esos dos dicen de la cita), Cherry-sere (gracias por tus preguntas), Serena Minamino (Va a tocar hacer un especial de Lupin con la cantidad de fans que tiene XD, que cantidad de dudas O.O), Kat (Bienvenida fan de Remus!!), y nuevamente a Amsp14, edysev y Meilin2 que para este programa van con RR doble. A todos ustedes muchas gracias por sus preguntas y de nuevo perdón por la demora.

También quiero agradecer a todas aquellas personas que hayan leído el fic y que por alguna u otra razón no hayan dejado un review. De todas maneras recuerden que si no tienen preguntas maneras pueden dejar su opinión o sugerencias para el programa.

Ahora sí… sin más los dejo con el programa…

HABLEMOS DE… TODAS AMAN A REMUS

Suena la música de inicio del programa, aparecen mágicamente las letras que dicen HABLEMOS DE.... y nuevamente la "cámara" se acerca rápidamente al "set"

Se ve un escenario sobrio de fondo azul cielo con un enorme sofá azul – morado y al frente hay una mesita de centro de madera sobre la cual hay dos vasos de agua…

-¿Pero qué esta sucediendo aquí? – pregunta un voz algo "anciana"

-¿Por qué lo pregunta señor Director? – dice otra voz que también viene desde algún lugar desde fuera de la "cámara"

-¿No has notado que falta algo en el set? – preguntó nuevamente el director del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería

-¿Algo? – preguntó nuevamente la otra voz, mientras que la cámara se limitaba a hacer un barrido por el "set".

-Vamos Remus – dijo la voz del director como impacientándose un poco - ¿Acaso no te parece extraño?, ¿No ves que falta algo?

-La verdad no…

-¿No te parece que hace falta algo importante?

-¿Importante?

-….¿Los presentadores podría ser? – preguntó nuevamente el anciano director mientras se escuchaba el sonido de desenvolver algo que sonaba sospechosamente a "dulce de limón"

-Pues… ahora que lo menciona… creo que tiene razón… el set se ve algo solo – respondió el Licántropo haciendo que el director (y el público) dudaran de su reconocida inteligencia.

-¿De casualidad no te has visto hoy con Minerva o con Severus? – preguntó nuevamente el director mientras que la cámara hacía su milésimo recorrido por el vacío set.

-Pues la verdad no pero escuché que Severus estaría corrigiendo los trabajos de los de tercer año y Minerva estaría al el bioterio(1) dando de comer a los conejillos de indias.

-¿Estas completamente seguro? – preguntó el director

-Si señor

-Bueno… en ese caso… ¡DOBBY!, ¡TTWIPSY!, ¡MYMPSY!, ¡BLINKY! – gritó el Director a todo pulmón, haciendo que todo el colegio pensara que se le había prendido la locura de Potter.

En ese momento aparecieron de la nada cuatro cositas verdes que miraban muy emocionadas al director del colegio.

-¡¿El director nos ha mandado llamar?! – preguntó muy emocionado un elfo que le llegaba al director hasta la quijada debido a la gran cantidad de sombreros que llevaba sobre su cabeza

-Escuchamos el llamado del director y acudimos de inmediato – dijo otro elfo, de nariz puntuda y un poco más regordete que el anterior.

-El director sabe que somos muy puntuales – agregó una elfina que llevaba un delantal de encajes rosados.

-Tan pronto escuchamos su llamado asistimos – continuó la otra elfina que llevaba un sombrerito que hacía juego con su delantal y sus zapatos.

-El director sabe….

-¡YA CALLENSE! – gritó un hombre con voz como un ladrido desde fuera de la "cámara" - ¡ME TIENEN HARTO!

-Sirius por favor…

-¡Por favor nada Moony! – gritó el animago Black - ¡Esos lamezuelas ya me tienen casado!

-¡Sirius! – le reprendió nuevamente el licántropo

-¡Ya basta! – dijo el director evitando una pelea entre los dos merodeadores. Luego miró a los elfos, mientras las luces del lugar bajaban un poco y se comenzaba a escuchar el tema de misión imposible – Su misión, si deciden aceptarla, es encontrar a Severus Snape y Minerva McGonagall – en ese momento apareció una especie de holograma en medio del set, en el cual se observaban como dos réplicas en miniatura de los profesores y a los lados aparecían todos sus datos personales – nuestros informantes nos han indicado que Severus puede estar en su oficina y la profesora en el bioterio – continuó el director mirando a los elfos, que ahora llevaban puestas unas modernas gafas oscuras – deben recordar que si son descubiertos negaremos cualquier tipo de nexo con ustedes y serán abandonados a su suerte.

-¿Cuánto tiempo tenemos? – preguntó seriamente Twipsy (el elfo de nariz puntuda y regordete), mientras se ajustaba un poco las gafas.

-Lo ideal sería menos de un minuto, en todo caso lo más pronto posible – respondió el profesor Dumbledore con seriedad (él también vestía unas modernas gafas oscuras) – ¿alguna otra duda?

-Ninguna, señor – respondió seriamente Blinky (la elfina de delantal de encajes rosados)

-En ese caso este mensaje se autodestruirá en cinco segundos – agregó Dumbledore mientras que los elfos desparecían con un sonoro ¡POP! y en la música que estaba sonando se escuchaba el conteo regresivo de los cinco segundos.

-¡Eso es!, ¡Vayan mis fieles vasallos! – gritó de repente el director con ojos desorbitados - ¡No dejen piedra sobre piedra!, ¡Nadie puede escapar de mi enorme poder!, ¡Muajajajajaja!

-� Parece que se le subió el azúcar – dijo Filch, al mismo tiempo que el conteo llegaba a cero y una enorme explosión sacudía el Set y hacía que la "cámara" dejara de funcionar momentáneamente.

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-Esto es el colmo – la pantalla seguía en negro pero aún así se podían escuchar las voces de los que se encontraban en el lugar. – No puedo creer que sea capaz de llegar a tanto.

-Vamos, no seas tan duro con él – dijo otra voz mientras se escuchaban una especie de golpecitos suaves sobre la cámara – la edad es la que lo tiene así.

-Yo no lo creo – dijo el primero que había hablado – él siempre ha sido así, ¿No lo recuerdas cuando estábamos en el colegio?

-Pues… debo reconocer que es un personaje algo particular, pero insisto en que es algo de la edad. – respondió el segundo hombre

-¡Vaya Moony! – agregó de nuevo el primer hombre con voz agria – tú eres muy condescendiente con Dumbledore, en realidad eres muy condescendiente con todos, menos conmigo…

-No vamos a empezar de nuevo Padfoot – dijo el otro hombre en tono cansado – siempre me estas reclamando por bobadas y…

-¡¿Te parecen bobadas?! – gritó el primer hombre - ¡Pues yo, Sirius Black no considero que sea ninguna bobada…!

-Severus tiene razón al decir que parecen un viejo matrimonio – dijo otra voz con un dejo de alegría, mientras que se escuchaba un suave golpecito sobre la "cámara" y desaparecía el color negro dejando ver nuevamente el set.

Parecía que el lugar no había sufrido ningún daño por la explosión, delante de la "cámara" se veía al profesor Dumbledore con una enorme sonrisa en su cara, mientras que Sirius Black y Remus Lupin le lanzaban miradas de profundo odio.

Antes de que pudieran agregar algo más, se escucharon al unísono cuatro sonidos como de latigazos y en ese instante aparecieron cuatro cositas verdes que vestían unas modernas gafas oscuras.

-¡Le hemos fallado señor! – gritó desconsoladamente Dobby (como habrán podido adivinar era el elfo que le llegaba hasta la barbilla al director debido a la gran cantidad de sombreros).

-Twipsy ha buscado al Señor Profesor Severus Snape en su oficina y las mazmorras y no lo encontró – dijo Twipsy

-Blinky ha buscado a la Señora Profesora Minerva McGonagall en el bioterio y todo el piso de transformaciones y no la encontró – dijo Blinky

-Mympsy ha buscado al Señor Profesor Severus Snape y la Señora Profesora Minerva McGonagall en las torres y no los encontró – dijo Mympsy acomodándose su sombrerito.

-Dobby ha buscado al Señor Profesor Severus Snape y a la Señora Profesora McGonagall en los terrenos y preguntó al Señor Guardián de las llaves y los terrenos de Hogwarts el Señor Profesor de Cuidado de las Criaturas Mágicas Rubeus Hagrid y no los encontró – dijo Dobby con tristeza.

-Twipsy bajó a las cocinas y dijo a los otros elfos que…

-¡YA BASTA! – gritaron al unísono Remus Lupin y Sirius Black - ¡Vayan al grano! – gritó este último.

-Vamos, cálmense un poco – dijo el profesor Dumbledore mientras intentaba despegarse a Dobby de la túnica (se había agarrado muy fuerte al borde de esta y no la soltaba) – así que la conclusión del asunto es…

-¡Que no los encontramos! – dijeron al unísono los cuatro elfos mientras buscaban con que castigarse (Dobby miraba sospechosamente las rodillas de Dumbledore)

-¡Está bien! – dijo Dumbledore rápidamente evitando que Dobby se estrellara contra sus rodillas – creo… creo que tendremos que buscar otra salida – agregó mirando a Remus y a Sirius

-Tiene razón – dijo el Licántropo frunciendo el entrecejo – es necesario que el programa salga al aire.

-Por esa razón ustedes dos serán los presentadores – dijo el profesor Dumbledore mientras que Remus lo miraba atónito y Sirius esbozaba una sonrisa de superioridad.

-¿En serio? – preguntó Remus soñadoramente, mientras caminaba como si estuviera entre nubes – ¡siempre quise ser presentador de un programa!

-Vamos Moony, baja ya de la nube – dijo Black con una sonrisa, y luego dirigiéndose a Dumbledore agregó – este es un cambio que los telelectoespectadores apreciarán – sonrió seductoramente a la "cámara" y continuó diciendo – sobre todo las telelectoespectadoras sabrán lo que es un presentador de verdad y quedarán encantadas con mi presencia.

-Bueno – dijo Dumbledore – ya que están de acuerdo con ser los presentadores de este programa, creo que lo mejor es comenzar.

Unos segundos después todo estaba dispuesto y sonó nuevamente la música de inicio del programa, mientras que la cámara enfocaba a un emocionado Remus y a un sonriente Sirius Black.

-Bienvenidos a una nueva emisión de Hablemos de… - dijo Remus Lupin leyendo disimuladamente un libreto – el programa institucional del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería

-Como habrán podido notar, el día de hoy hay un cambio espectacular – dijo Sirius Black mientras hacía un gesto teatral y miraba a la cámara con una sonrisa "matadora" – al fin nos hemos librado de snivellus y…

En ese momento se escuchó un fuerte golpe y un ruido de pasos que se acercaba rápidamente, la puerta se abrió ruidosamente y se pudo observar la llegada de dos personajes que al parecer estaban muy afanados.

-¡Los encontramos!, ¡Los encontramos! – gritaron al unísono muy emocionados Dobby, Twipsy, Blinky y Mympsy al ver entrar a los dos personajes.

Como habrán podido adivinar queridos telelectoespectadores, los recién llegados eran nadie más y nadie menos que el profesor Severus Snape y la profesora Minerva McGonagall, todos los presentes en el set los miraban asombrados, incluso Sirius Black no era capaz de pronunciar palabra y los miraba estupefacto.

La razón de tal estado de shock de los presentes era la siguiente: el siempre serio y oscuro profesor Snape tenía su pelo todo revuelto, llevaba la capa muy torcida y se podían ver los tres primeros botones de su túnica desabrochados (por Dios ¡¡¡¡que conmoción!!!! XD), además que estaba muy rojo (debido a lo que tuvo que correr obviamente) y sus labios siempre pálidos tenían una extraña sombra rojo brillante. En cuanto a la profesora McGonagall, esta no llevaba sombrero (la mujer no se lo quitaba ni para dormir), su moño estaba prácticamente desecho y su cabello era víctima de la estática, llevaba la capa en la mano y su vestido se veía algo torcido y ¡Oh sorpresa! Le faltaban dos botones y estaba un poco rasgado en la parte de apuntar los botones. Por supuesto también estaba muy roja y su labial se veía un poco corrido…

-Hemos… hemos llegado a presentar el programa – dijo la profesora McGonagall con voz ahogada.

-¡NO!, ¡Nosotros somos los presentadores el día de hoy! – gritó Remus Lupin, Sirius aún no se recuperaba del espectáculo (tan delicado XD) - ¡Quién los manda llegar tarde!

-¡Ustedes solo son unos agregados! – gritó Severus Snape - ¡Nosotros somos los presentadores oficiales!

-¡Pero son unos incumplidos! – respondió Remus - ¡Quién sabe donde se habrían metido y no responden por el programa!

-¡Señor Lupin no se meta donde no lo han llamado! – gritó la profesora McGonagall aunque había enrojecido visiblemente - ¡Haga el favor de salir de aquí!

-¡No! – gritó nuevamente Lupin agarrándose con fuerza del sofá - ¡No van a sacarme de aquí!, ¡Yo soy el presentador de hoy!

En ese momento Severus perdió la paciencia y agarró con fuerza a Lupin para intentar zafarlo del sofá, haciendo que por un momento solo se escucharan los pujidos del profesor de pociones (intentando soltar a Remus de su sofá) y los gritos del Licántropo.

-Es suficiente – dijo el profesor Dumbledore, que al parecer terminaba una interesante conversación con Dobby – Remus, sal de allí, Minerva y Severus son los presentadores.

-¡No es justo! – gritó nuevamente el licántropo – yo llegué primero.

-Vamos Remus – continuó el Director – tú siempre has sido una persona muy centrada, deja la pataleta.

-Pues no quiero – dijo Remus haciendo un puchero y agarrándose con más fuerza del sofá, no me voy, no me voy y no me voy.

-Creo que lo mejor es ir a un corte de comerciales – dijo Dumbledore con voz cansada mientras que se acercaba al set para intentar soltar a Remus.

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-Bienvenidos de nuevo a Hablemos de... – dijo Minerva McGonagall mirando a la "cámara"

-Sin más preámbulos empezaremos con las preguntas – dijo Severus Snape. Ahora él y la profesora McGonagall habían regresado a la normalidad (es decir estaban tan tiesos y abotonados como siempre) y hablaban en un tono de voz un poco más alto del normal debido a que intentaban ignorar una especie de gritos ahogados que se parecían sospechosamente a los gritos de Remus Lupin.

-¿De quién es la primera carta? – preguntó la profesora McGonagall mientras miraba que Severus tomaba una carta de un montoncito de cartas que aún estaba sobre la mesita de centro pero que era más (MUCHO MÁS) grande que los anteriores.

-Parece que esos ineptos de producción por fin están haciendo las cosas bien – dijo Severus sin responder la pregunta de McGonagall y mirando el montoncito de cartas.

-¿Por qué lo dices? – preguntó la profesora extrañada por la respuesta del maestro de pociones

-Porque parece que aprendieron a poner la dirección a donde deben ir dirigidas las cartas - respondió Severus, mientras se escuchaban ciertos murmullos malhumorados provenientes desde fuera de la cámara

-Creo que lo mejor es que dejes de buscar peleas con los de producción – dijo McGonagall mirando nerviosa a un lugar fuera de la "cámara" – más bien lee la primera carta.

-Esta bien – respondió Severus de mala gana mientras que abría el sobre de la primera carta – la primera carta es de Salvador... ¡¿POTTER?! – Severus miró a la "cámara" con desagrado – ya es bastante con un Potter para que tener que venir a aguantarnos otro con ínfulas de estrella.

-¡Severus! ¡No seas grosero con los telelectoespectadores! – dijo la profesora McGonagall mirándolo con enfado - ¡Haz el favor de leer las preguntas de una buena vez!

-La primera pregunta es para Granger y RONALD Weasley – dijo Severus como escupiendo las palabras – tenía que ser un Potter para querer meterse con ese tipo de gente

-¡Severus Snape! – gritó la profesora McGonagall - ¡Cuantas veces tengo que recordarte que respetes a los telelectoespectadores!

-Yo puedo tratar a quien quiera como se me dé la gana – dijo Severus amargamente – bien sabes que ese trío de idi... buscapleitos no es de mi agrado.

-Pero eso no indica que tengas que atacar a los telelectoespectadores – respondió McGonagall y al ver que Severus se disponía a responderle agregó con rapidez – lo mejor es llamar al señor Weasley y a la señorita Granger para no perder tiempo.

-Yo puedo ayudarles con eso – dijo Dumbledore alegremente tomando gran cantidad de aire en sus pulmones - ¡DOBBmfrgydgewy...!

-Creo que es más conveniente que use su varita, señor director – dijo Remus Lupin, el cual al parecer estaba más calmado (sospechosamente se observaban como restos de chocolate alrededor de su boca), evitando que al colegio quedara sordo de nuevo a causa de los gritos del director.

-¡Oh!, es cierto – dijo el director sonrojándose mientras hacía un movimiento con su varita – gracias Remus.

Al terminar el movimiento de la varita de Dumbledore apareció en el set una cosita verde que lo miraba muy emocionado.

-¿El Señor Director del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, Miembro del Wizengamot, descubridor de los doce usos de la sangre de dragón, orden de Merlín primera clase, profesor Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore mandó llamar a Dobby? – preguntó el elfo sonriente

-Así es – dijo el director, mientras se enorgullecía escuchando los títulos que le daba Dobby

-¿Y en que puede serle útil Dobby?, A Dobby le gusta ayudar en lo que pueda – continuó el elfo mientras saltaba de arriba abajo

-Eso ya lo sé, Dobby – dijo el director amablemente

-En Hogwarts saben que pueden contar con Dobby – continuó el elfo – el señor director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, miembro del Wizengamot, descubridor de los do...

-¡YA CALLATE! – gritaron al tiempo Severus Snape y Sirius Black, al primero se le había brotado la vena de la sien y miraba con intenso odio al elfo, el cual nuevamente se había escondido bajo la túnica del director.

Tardaron algunos minutos antes de que pudieran calmar al elfo y Dumbledore lograra enviarlo a buscar a Hermione y Ron.

Pasaron unos minutos cuando se escucharon ruidos de pasos y el sonido de una puerta al abrirse, tanto la profesora McGonagall como el profesor Snape dirigieron sus miradas al sitio de donde provenía el ruido y esperaron pacientemente.

-¡Dobby los ha traído señor! – gritó el elfo emocionado - ¡Dobby le dijo al Señor Director del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, Miembro del Wizengamot, descubridor de los doce usos de la sangre de dragón, orden de Merlín primera clase, profesor Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore que los encontraría!

-Bien Dobby – dijo el director rápidamente al ver las miradas de odio de Severus y a Sirius apretándose los nudillos mientras se acercaba lentamente al elfo – ya puedes retirarte.

El elfo despareció con un chasquido mientras que Ron y Hermione entraban al set y se acercaban a la profesora McGonagall.

Hermione vestía un delantal azul con muchos encajes, llevaba unos enormes guantes amarillos y su cabello estaba recogido por una moña (aunque aún así se veía mas desordenado que nunca), además tenía algunas manchas de mugre en sus mejillas. Por su parte, Ron llevaba un delantal blanco (aunque ya parecía gris) que comenzaba desde la cintura, llevaba un trapo muy sucio atado al delantal, al igual que Hermione llevaba unos enormes guantes amarillos y llevaba una pañoleta roja de grandes pepas blancas atada a la cabeza, también tenía algunas manchas de suciedad en la cara y la camiseta.

-Vaya, vaya, vaya – dijo Severus mientras que los miraba con malicia – parece que por fin están en las condiciones que merecen…

-¡Vamos Severus! – le reprochó McGonagall antes de que Ron tuviera tiempo de responder (la verdad es que Hermione le tapó la boca) – Mejor lee la pregunta.

El profesor murmuró algo ininteligible pero aún así hizo caso a la profesora McGonagall, a medida que avanzaba la lectura su rostro se iluminaba hasta que una mueca (que ustedes queridos telelectoespectadores podrán interpretar como una gran sonrisa) cubrió su rostro.

-Pero que… interesante – dijo el profesor releyendo el papel, mientras que Minerva lo miraba con sospecha y Ron y Hermione con aprehensión – parece que estos dos leoncitos no son tan tiernos y dóciles como parecen – agregó con ironía.

-¿Qué… qué dice la carta Severus? – dijo la profesora como si en realidad no quisiera saber lo que decía el papel.

-Pues Salvador Potter tiene una pregunta muy interesante a mi parecer – dijo el profesor con una voz empalagosa – dice así: ¿Qué estaban haciendo en la zona de escobas en la madriguera?, sonaban unos pujidos de intenso... placer

En ese momento Ron y Hermione se pusieron muuuuuuy rojos mientras que la profesora McGonagall perdía el color y Severus miraba la escena con maldad.

-¡Te dije que no hicieras tanto ruido! – gritó Ron a Hermione de repente

-¡¿Yo?! – gritó esta estupefacta - ¡Hasta donde yo sé (y pude notar) no es que hubieras sido muy discreto!

-¡Pero tú eras muy escandalosa! – gritó Ron nuevamente.

-¡Bien sabías que era la primera vez que lo hacía! – le gritó Hermione cada vez más roja.

-¡Pero eso no indica que debías haber hecho tanto escándalo! – respondió el pelirrojo

-¡No era la primera vez que lo hacías e hiciste casi tanto ruido como yo!

-¡Es tu culpa que nos hayan descubierto! – gritó Ron - ¡Nadie tenía por que enterarse de esto!, ¡Era algo entre nosotros!

-No te comprendo Ron Weasley – dijo Hermione casi con tristeza – me dijiste que nada te haría más feliz, bien sabías que yo no quería, me rogaste y me suplicaste hasta que accedí y ahora me sales con esto… Ni sueñes que habrá otra vez…

-¡Pues no te necesito! – gritó Ron - ¡No eres la única!, ¡Habrá alguien más que quiera y no sea tan escandalosa!, y además ¡Puedo darme ese placer yo solito!

-¡Pues lo hubieras dicho antes! – gritó Hermione - ¡Si no me necesitabas para robar el baúl de tus hermanos y enviarlo vía lechuza a Holanda debiste habérmelo dicho antes!, ¡Me hubieras ahorrado un dolor de espalda!

-¡¿Robaron nuestro baúl?! – gritaron los hermanos Weasley con voz de enfado.

-¡Que bien Hermione!, ¡Ahora todo el mundo lo sabe!, ¡¡ERES UNA BOCONA!!

-¡¿QUÉ ME DIJISTE?! – gritó la chica mientras se movía como un león (por su melena) a punto de atacar.

En ese momento aparecieron dos hombres en el set, los cuales se interpusieron entre ellos. Cada uno de estos hombres llevaba una chaqueta de frac rojo brillante, un corbatín rojo, sombrero de copa y pantalones blancos de poliéster. Llevaban un látigo en una mano y una pequeña silla en la otra.

Se pusieron espalda con espalda (para que así uno quedara mirando de frente a Ron y el otro a Hermione) y levantaron las sillas para mantenerlos apartados.

-¡Eres un cobarde Ronald Weasley! – gritó Hermione intentando apartar al "domador de leones" que tenía al frente - ¡Tienes que esconderte detrás de ellos!, ¡No eres capaz de enfrentarme!

-¡Yo no soy un cobarde! – gritó Ron aunque tenía el cuidado de estar siempre detrás de Remus Lupin (el primer "domador de leones")

-¡Ya verás! – gritó Hermione intentando acercarse nuevamente a Ron aunque era retenida nuevamente por Sirius Black (si!!!!! El segundo "domador de leones") el cual había levantado más su silla (para mantener a Hermione más alejada) y blandía su látigo amenazadoramente.

La gritería siguió por unos segundos a pesar de los intentos de la profesora McGonagall de sacarlos de allí. Hasta que el profesor Snape perdió la paciencia (que a decir verdad le duró mucho) y gritó:

-¡Saquen este circo que aquí!

-¿A quien llamas circo snivellus? – preguntó Sirius Black mirándolo amenazadoramente y dejando de contener a Hermione por lo que esta aprovechó y saltó sobre Remus noqueándolo para luego salir corriendo detrás de Ron.

-A ti y tu amiguito – dijo Severus mirando al noqueado Remus – apenas llegan a ser payasos de poca monta.

-¡¿Payasos?! – gritó Sirius furioso – ¡ya verás lo que este payaso va a hacer con esta silla y este látigo! – agregó acercándose cada vez más al profesor de pociones.

-¡Por favor Señores! – gritó la profesora McGonagall acercándose rápidamente para interponerse entre ellos – Ustedes ya con adultos y me parece al colmo que…

En ese momento un rayo proveniente de fuera de la "cámara" había dado en la espalda a la profesora y esta había caído inconsciente en medio del set. Luego el mimo set comenzó a cambiar: las luces bajaron un poco mientras que desaparecían la mesita de centro y el sofá y en su lugar apareció un enorme cuadrilátero en el cual había dos hombres.

-Bienvenidos una vez más a la lucha de las estrellas – dijo Fred Weasley con voz de presentador desde fuera de "cámara"

-El espectáculo de lucha libre más reconocido y exclusivo – agregó George Weasley también desde fuera de cámara.

E-l día de hoy podremos disfrutar la lucha entre dos Titanes – continuó Fred mientras que la "cámara" se acercaba al set y mostraba a los dos luchadores. – dos hombres que el día de hoy nos darán una presentación espectacular.

-Así es Fred – agregó George – el día de hoy se enfrentarán Sirius Black más conocido como "El Grim" con un record de 26 victorias y cero derrotas contra Severus Snape más conocido como "Snivellus"… o "El vampiro" – dijo rápidamente al notar la mirada de odio que le había lanzado Snape - ganador por diez años consecutivos del título al profesor más desagradable de Gran Bretaña.

-Como habrán notado respetable público es la lucha entre dos titanes – dijo Fred – así que hagan ahora sus apuestas, la taquilla se cerrará en cinco minutos.

-¡Diez Galeones por el vampiro! – se escuchó gritar al profesor Dumbledore mientras hacía sonar un bolsito de dinero - ¡Su arma secreta es la mejor!

-Muy bien – dijo George mientras Fred recogía el dinero y anotaba en un pizarrón mágico – sigan con las apuestas, esta es la pelea más esperada del año, les aseguramos que no se arrepentirán.

En esos momentos se escuchó un gran alboroto y una enorme fila de apostadores entre las que se encontraban Harry Potter, Draco Malfoy, Ginny Weasley y todo el resto de Gryffindors y Slytherins, además de Ludo Bagman (cuya apuesta no fue aceptada debido a que aún debía a los gemelos el dinero de los mundiales) se agolpó alrededor de Fred y George Weasley.

-Se han cerrado las apuestas señoras y señores – dijo Fred luego de unos cinco minutos – es hora del espectáculo.

-A su derecha pueden encontrar al "Grim" Black – dijo George mientras la cámara enfocaba a un hombre que vestía mallas brillantes azul eléctrico y llevaba una máscara azul y rojo de la cual colgaban unas enormes orejas de perro y parecía que tuviera unos enormes y afilados dientes – y a su izquierda encontrarán al "vampiro" Snape – ahora la cámara enfocaba a otro hombre que vestía una malla completamente negra, con una pequeña capa en la espalda. La máscara era también negra y daba la impresión de que el profesor tuviera colmillos.

-¡Y ha comenzado el combate! – gritó Fred Weasley emocionado – el grim Black ha atacado al vampiro Snape con un fuerte latigazo pero este se ha defendido muy bien convirtiendo su varita en otro látigo y enlazándolo con el otro.

-¡Que pelea señoras y señores! – dijo George – ahora el Vampiro Snape ha respondido y le ha lanzado al grim Black una de sus miradas de odio patentadas, eso ha hecho retroceder al grim.

-Pero eso no es todo – agregó Fred – el grim se ha recuperado rápidamente y ha lanzado al vampiro uno de sus famosos ladridos de advertencia para luego lanzarle su silla de domador de leones por la cabeza.

-¡Eso es ilegal! – gritó George – el grim no tiene permitido lanzar armas que van con otro atuendo pero no se puede hacer nada hasta que la réferi despierte – en ese momento la cámara enfocó a la profesora McGonagall que seguía tirada en una de las esquinas del cuadrilátero

-¡Vamos vampiro levántate! – gritó el profesor Dumbledore desde fuera de "cámara" – ¡esos son los diez galeones del sueldo de Dobby!, ¡Si los pierdo tú le pagas al elfo!

-¡Y el Vampiro Snape se ha recuperado! – gritó Fred – ¡Ahora ha lanzado una de sus sonrisas contrahechas y envenenadas al Grim y este no ha podido hacer nada para evitarlo! No por nada está en la pelea del título internacional de profesores odiados y desagradables.

-¡Oh, oh! – dijo George – parece que el ataque del Vampiro ha hecho enfadar al Grim porque ahora está utilizando su arma secreta…

-Así es George – agregó Fred – el Grim Black se ha convertido en un enorme perro pulgoso, pero dejemos que el especialista Lee Jordan nos explique en que consiste esta táctica.

-Pues bien Fred y George – dijo Lee que en ese momento se había sentado entre los gemelos – el arma secreta de Black es muy peligrosa porque el Vampiro Snape tendrá que preocuparse de tres cosas: 1. los augurios de muerte, si el Vampiro es supersticioso está perdido.

-He oído que solo cree en lo que ve – dijo George

-Eso es bueno – agregó Lee – porque entonces solo tendrá que preocuparse de dos cosas: de las pulgas y de la posibilidad de ser mordido por el Grim.

-¿Las pulgas? – preguntó Fred confundido.

-Así es mi querido Weasley – continuó diciendo Lee mientras la cámara mostraba que el Vampiro Snape se mantenía alejado del Grim Black el cual le ladraba y babeaba abundantemente. – Las pulgas son considerado lo más peligroso de esta arma secreta del Grim, son tantas que si el Vampiro se acerca hasta un metro del Grim tardará menos de tres segundos en llenarse de ronchas y ser derrotado por la comezón.

-¿Las babas no son peligrosas? – preguntó George mientras miraba el pozo que dejaba el Grim.

-Para otros contrincantes sí – dijo Lee con voz de entendido – pero El Vampiro Snape está protegido por la grasa de su cabello, en mi opinión profesional creo que le haría un favor si lo babea.

-¡El Vampiro Snape ha escapado por poco! – gritó Fred prestando atención nuevamente a la pelea - ¡Ha tenido que atacar a las pulgas que han alcanzado a saltar del cuerpo del Grim!

-¡Pero miren! – gritó Lee emocionado perdiendo su seriedad - ¡El Vampiro Snape ha sacado su famosa poción matapulgas y la ha rociado sobre el cuerpo del Grim Black!

-¡Este es el fin del arma secreta del Grim Black!, Todos saben que no puede estar en su estado de animago sin sus pulgas – dijo George mientras miraban como el Grim Black regresaba nuevamente a su forma humana.

-¡Eso es Vampiro! – gritó Dumbledore desde fuera de la "cámara" - ¡Dale a ese Grim!, ¡Muéstrale por que te odian en Hogwarts!

-¡Pero el Grim Black no se rinde! – agregó Fred – ha atacado el Vampiro Snape y ahora este se resbala en el cuadrilátero debido al aceite que sale de su mismo cabello – la "cámara" mostraba al Vampiro Snape chorreando aceite por todos lados y resbalando debido a las cantidad de aceite que estaba mojando el suelo

-El Vampiro Snape ha logrado detener el derrame de aceite de su cabeza por lo que el Grim Black se ha alejado al otro extremo del cuadrilátero – dijo George - ¿Quién lanzará el próximo ataque?

-¡¿QUÉ DEMONIOS ESTÁ SUCECIENDO AQUÍ?!, ¡SEVRUS!, ¡SIRIUS! ¿¡QUÉ ESTÁN HACIENDO!?

Ante tal grito proferido por la profesora McGonagall El Vampiro Snape y El Grim Black quedaron petrificados en su sitio.

-¡Y ha despertado la réferi Señoras y Señores! – exclamó Lee - ¡La muy famosa Profesora Minerva McGonagall!

-¡¿Réferi?! – la profesora parecía al borde de un ataque de nervios - ¡Esto es un programa educativo no un cuadrilátero de lucha!

-Pero profesora… verá… las apuestas… y la pelea…

-¡Que apuestas ni que nada! – dijo la profesora cortando a Fred – ¡esto se acaba ya!

Aunque la profesora estaba concentrada en los luchadores saltó de repente al tiempo que profería un grito como "Xena la princesa guerrera" quedando sobre uno de los postes que sostenían las cuerdas del cuadrilátero y mirando con furia al sitio de donde provino el rayo rojo que había esquivado.

-Debería darle vergüenza profesor Dumbledore – dijo la profesora desde su poste mientras el director intentaba esconder su varita – usted debería ser un ejemplo para los alumnos y no promover este tipo de cosas.

-Lo siento Minerva pero aposté diez galeones al Vampiro Snape y no puedo perder mi dinero – dijo el profesor mientras destapaba otro de sus dulces de limón

-No estará hablando en serio – dijo la profesora estupefacta.

-Muy en serio Minerva – dijo el profesor mirándola fijamente – y a no ser que desees pagar el sueldo de Dobby haz el favor de dejar terminar la pelea.

-¡NO! – gritó la profesora McGonagall - ¡ESTO SE ACABÓ!, ¡VAMOS A CONTINUAR CON EL PROGRAMA!

-Pero…

-¡Pero nada! – gritó de nuevo la profesora - ¡Vamos!, ¡Quiten todo esto!

-No desfallezcan damas y caballeros – dijo Fred Weasley rápidamente – sigan atentos a nuestro programa, la pelea del siglo regresará en cualquier momento.

-¿Quién ganará?, ¿Será el Vampiro Snape o tal vez el Grim Black? – dijo George

-Quédense en sintonía – dijo Lee Jordan – les aseguramos que…

-¡¿NO ESCUCHARON QUE NO HABRÁ MAS LUCHA AQUÍ?! – gritó la profesora McGonagall a los muchachos que salieron corriendo en ese momento - ¡Y USTEDES DOS! – agregó mirando a Severus y a Sirius - ¿NO LES DA VERGÜENZA PARECER DOS LUCHADORES DE MEDIO PELO?

-Eh…. Yo soy muy reconocido en el círculo de luchadores profesiona…

-¡SIRIUS! – gritó la profesora McGonagall - ¡LARGO DE AQUÍ! ¡VAMOS A UN CORTE DE COMERCIALES!

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-Bienvenidos nuevamente a Hablemos de… - dijo la profesora McGonagall con los dientes muy apretados mirando muy seria a un enfadado Severus Snape. – Pedimos disculpas por el "espectáculo" de hace cinco minutos – agregó la profesora – Ha comenzado la temporada de lucha y nuestros queridos profesores no se querían quedar atrás.

-Black no es profesor – respondió Severus de manera agria – es un simple agregado, ni siquiera tiene por que estar vivo,

-¡¡¡¡¿¿¿Qué quieres decir con eso snivellus te dolió la golpiza que te estaba dando???!!!! – preguntó Sirius Black muy furioso mientras aparecía en "cámara"

-Para tu información yo iba ganando el combate, pulgoso – dijo el profesor Snape dedicándole una de sus "miradas de odio patentadas"

-¡¡¡Eso quisieras!!! – dijo Black soltando una carcajada – si apenas puedes moverte después de la golpiza que te di

-Brincos dieras, Black – dijo Severus calmadamente - si quieres te demuestro lo adolorido que estoy – agregó sacando su varita rápidamente.

En ese momento las luces comenzaron a bajar nuevamente y comenzó a sonar la música de alguna de las 50.500 versiones de Rocky, mientras que un discreto rayo salía fuera de "cámara" intentando atacar nuevamente a la profesora McGonagall.

-Ni lo pienses – dijo la profesora dando nuevamente el grito de "Xena la princesa guerrera" (N/A: espero que sepan a lo que me refiero, o en su defecto se hayan visto el capítulo de Los Simpson donde aparece: por cierto es muy bueno XDD) y esquivando ágilmente los ataques.

-¡Ya les dije que no lo voy a permitir! – gritó la profesora haciendo que la música de Rocky cesara y el cuadrilátero (que había aparecido en medio de una enorme nube de humo) desapareciera nuevamente. – es mejor que continuemos con las preguntas – agregó un poco más calmada mientras que Severus la miraba enfurruñado.

-Salvador tiene otra pregunta – dijo Severus de mala manera alisando el papel de la carta.

-¿Para quién es? – preguntó la profesora McGonagall

-Para Harry yo-soy-el-chico-de-oro-e-incomprendido Potter – dijo Severus escupiendo las palabras.

-¿Ya regresó de San Mungo? – preguntó la profesora McGonagall con cara de preocupada ignorando el mal humor de Severus.

-No sé ni me importa – dijo Severus

-¡Claro que sí, he visto que no le quitas el ojo de encima! – gritó el profesor Dumbledore con voz extraña (tal vez porque se estaba ahogando con uno de los dulces de limón)

-¡Eso no es verdad! – gritó Severus aumentando su cosmoenergía (ups… ignoren eso, me cambié de canal XD) - ¡No me interesa nada que tenga que ver con ese mocoso mimado o sus amiguitos!

-Cálmate Severus – dijo la profesora McGonagall al ver que el profesor de pociones estaba a punto de convertirse en un supersayayín (N/A: no sabía bien como explicar el estado de Severus espero que hayan entendido) – ya sabemos que no te interesa Harry, solo quiero saber si ya salió de San Mungo.

-Ya salió – dijo Remus Lupin apareciendo tímidamente ante la cámara, mientras tenía una gruesa cadena en su mano – ayer lo dieron de alta pero el medimago dijo que lo más conveniente era dejarlo con el bozal y la cadena para evitar que se escape, o que muerda a alguien accidentalmente – agregó mientras tiraba de la cadena y se veía aparecer a Harry Potter con un bozal fuertemente apretado y la cadena unida a un collar negro con púas que llevaba en el cuello

-Igualito a su padrino – dijo Severus con una sonrisa (que aunque no lo crean pretendía ser tierna), haciendo que Harry le ladrara furiosamente y que Remus tuviera que agarrar la cadena con todas sus fuerzas.

-Y no se imaginan lo difícil que es intentar quitarle las pulgas cuando se junta con Sirius – dijo Remus en tono confidencial a la profesora McGonagall.

-Me lo imagino – dijo esta mientras acariciaba suavemente la cabeza de Harry intentando hacerlo calmar - ¿Severus quieres leer la pregunta? – agregó al ver que Harry se había calmado completamente

-Salvador quiere saber quien le gusta más señor Potter – dijo el profesor Snape lentamente haciendo que el chico reaccionara y se pusiera extremadamente rojo – si Ginevra Weasley o Luna Lovegood

-Eh… yo… - Harry miraba al suelo fijamente como si hubiera encontrado el piso muy interesante

-No tenemos todo el día señor Potter – dijo Severus desfrutando el momento

-Pues… verá….

-¿Se le han comido la lengua los ratones, Potter? – preguntó el profesor en un tono mordaz

-¡Ginny! – gritó Harry de repente pero luego pensando - ¡Luna!... no… Ginny… Luna… Ginny… Luna… Gin… Lun…

La situación se estaba haciendo insoportable, Harry no era capaz de decidirse y Severus estaba desesperado (Minerva McGonagall lo contenía para que no le lanzara un hechizo al chico), incluso Remus estaba empezando a tirar de la cadena de Harry para sacarlo del lugar.

-Veo Señor Potter que es muy difícil para El niño de oro salvador del mundo mágico decidirse así que le ruego que… ¡¡¡DESAPAREZCA!!! – gritó el profesor Snape llegando al colmo de su paciencia. En ese momento Harry lo miró con un intenso odio y comenzó a ladrarle fuertemente e intentar lanzársele por lo que Remus Lupin lo tuvo que agarrar más fuertemente y sacarlo prácticamente arrastrando del lugar.

-Debido a la dificultad del señor soy-el-chico-de-oro-nadie-me-entiende-todos-me-odian-quiero-comesr-gusanos Potter para decidirse – dijo el profesor Snape ignorando la mirada de advertencia que le lanzaba la profesora McGonagall – creo que esa pregunta será respondida algún momento más adelante en el programa.

-¿Ya terminaste con la carta de Salvador? – preguntó la profesora McGonagall intentando ignorar los ladridos de Harry desde fuera de "cámara"

-Aún quedan más preguntas – dijo Severus secamente siguiendo con la lectura de la carta – pero… esto es inaudito…- dijo Severus bufando al continuar con la lectura de la carta.

-¿Para quién es la pregunta? – dijo la profesora McGonagall un poco preocupada al ver la cara del profesor de pociones.

-Es para el idiota de Black – dijo Severus con mal gesto, pero luego como si lo meditara mejor esbozó una sonrisa macabra que hizo que la profesora ahora lo mirara con recelo.

-Ni creas que los voy a dejar seguir con su estúpida pelea – dijo la profesora mirando seriamente al profesor, que regresó a su cara de asco – más bien llamen al señor Black para que responda rápidamente la pregunta.

-¿Alguien ha solicitado mi importante y valiosa presencia en este lugar? – dijo Sirius Black apareciendo en "cámara" y dándose ínfulas por el "set".

-Tenía que ser un Potter para hacer amistad con un pulgoso presumido – dijo Severus mordazmente mientras que Sirius se sonrojaba pero aún así lo miraba de manera amenazadora.

-Ya basta los dos – dijo la profesora McGonagall que se había parado en medio de los dos hombres con el propósito de evitar una pelea – Severus haz el favor de leer ya la pregunta para que el señor Black salga rápido de aquí – en ese momento Sirius miró a la profesora con reproche, mientras que Severus sonreía disfrutando el momento.

-Esto... – Severus bufó nuevamente disgustado mientras leía mentalmente la pregunta y luego miró a la "cámara" para continuar diciendo – la verdad me parece que su sola presencia es la peor broma que me ha podido hacer, pero ya que el "querido" director me obliga a hacer todas estas ridículas preguntas...

-¡SEVERUS!, ¡CUANTAS VECES TENGO QUE DECIRTE QUE SEAS RESPETUOSO CON LOS TELELECTOESPECTADORES! – gritó la profesora McGonagall al profesor de pociones para que dejara de hacer comentarios

-Lo siento Potter – dijo el profesor de mala gana – sus preguntas son muy brillantes – en ese momento apretó fuertemente los dientes, se sentía como si hubiera dado tres puntos a Gryffindor – lo que Salvador quiere saber es cual sería la peor tortura que ese idiota me podría dar – terminó haciendo un gesto de máximo desagrado

-Oh!.. eso es algo... un poco... difícil – dijo Sirius luego de pensar la pregunta durante por lo menos tres minutos – me refiero... a que hay muchas cosas que se me ocurren pero la verdad nada parece ser suficiente – agregó el animago con aire soñador – veamos... hacer un nido de gusarajos en su cabeza... no los pobres se ahogaron con la grasa... levantarle la túnica delante de todo el colegio... no eso fue en quinto... hacerle creer a Bulstrode que snivellus estaba enamorado de él (N/A: leyeron bien es él)... la verdad no creí que sniv. fuera a pasar tres semanas en la enfermería luego de negarse a una cita... convertir su disfraz de vampiro en el de la rana rené en el baile de Halloween de séptimo año... creo que solo esa vez he logrado escuchar risas por más de diez minutos... no se... aún hay tanto material....

-Vamos Sirius debes apresurarte – dijo la profesora McGonagall aunque un poco preocupada al ver el color que estaba tomando el rostro de Severus.

-No lo sé, tal vez hacer que le de un masaje a Filch en los pies luego de lavárselos... no, muy suave... ¿ser el esclavo de Harry durante un mes?... tal vez mi ahijado me buscaría para matarme... ¿un beso francés con la gata de Filch?... pobre señora Norris ¿cómo haría para quitarse luego el aliento a basurero? – en ese momento la vena de la sien de Severus ya palpitaba furiosamente además de tener un violento tic en el ojo.

-Por lo visto Black es igualito que Potter – dijo Severus con la mayor calma de la que era capaz (la verdad era un milagro que no hubiera lanzado ya unas mil maldiciones contra el animago).

-En eso tienes razón Snivelly – dijo Sirius con orgullo, pero luego pensándolo mejor... - ¿Por qué lo dices? – agregó mirando al profesor.

-Porque además de las pulgas, comparten su enorme capacidad de indecisión – dijo el profesor haciendo que Sirius se sonrojara nuevamente.

-Yo no tengo la culpa que las pulgas no puedan vivir sin mí – dijo Sirius de manera arrogante

-El problema es que tú tampoco puedes vivir sin las pulgas – agregó Severus. Extrañamente ninguno de los dos hombres atacaba al otro con maleficios pero las miradas que se lanzaban indicaban que estaban a punto de llegar a ello.

-Sal de aquí Sirius – dijo la profesora McGonagall rápidamente – cuando hayas pensado bien la pregunta volverás a responderla – en esos momentos Severus lanzó una mirada de triunfo y el animago salió haciendo mal gesto

-Ya me puedes quitar el hechizo Minerva – dijo el profesor de pociones mirando a la bruja – desde aquí no puedo atacar al idiota de Black.

-Lo siento Severus pero tenía que evitar otra pelea – dijo la profesora mientras apuntaba al profesor y recitaba algunas palabras – mejor sigamos con las preguntas a ver si podemos responder alguna.

-La siguiente pregunta es para el profesor Dumbledore – dijo Severus haciendo cara de felicidad (en realidad de macabra felicidad)

-¿Para mí? – dijo sorprendido el director mientras que entraba en el campo de visión de la "cámara"

-Aquí lo dice señor director – dijo Severus amablemente

-Bueno – dijo Dumbledore mirando amablemente la "cámara" – ¿qué querrá saber nuestro amigo Salvador?

-Pues Salvador desea saber cuál ha sido el amor de su vida – dijo Severus con voz peligrosamente suave

-¿El... el amor de mi vida? – dijo Dumbledore poniéndose rojo para disfrute de Severus

-Sí, eso dice profesor Dumbledore – dijo Severus con una macabra sonrisa, mientras que la profesora McGonagall se ponía muy roja

-Bueno... verás Salvador – comenzó a decir el profesor Dumbledore – era blanca... tan blanca como la nieve... un poco peculiar pero hermosa... rodeada de sus amigas, tan blancas como ella... con esa piel tan lanuda y esponjosa... esos hermosos rizos tan blancos, lanudos y esponjosos... la sensación al tocar los sacos que me hacía con ellos...

-¡¿QUÉ?! – se escucharon aproximadamente diez gritos provenientes desde todos los lugares del "set" (incluyendo los presentadores)

-¿Qué sucede? – preguntó Dumbledore mirando confundido alrededor - ¿Acaso no tenía que hablar sobre el amor de mi vida?

-Claro que sí señor director – dijo la profesora McGonagall que lo miraba un poco escandalizada

-Entonces... ¿Cuál es el problema? – preguntó nuevamente el director mirando a los presentadores.

-Es que... verá... sonará un poco extraño pero... ¿El amor de su vida es una cabra? – preguntó Severus confundido aunque muy rojo.

-¿Una cabra? – ahora Dumbledore era el que los miraba algo escandalizado – ustedes están locos, con la lana de las cabras no se hacen sacos... además Gertrudis es muy feliz con Abeforth, por favor no deseo tener problemas con él – agregó el director muy serio.

-¿Gertrudis? – preguntó Remus Lupin algo extrañado, mientras que Minerva McGonagall negaba frenéticamente con la cabeza.

-Verás mi querido Remus, Gertrudis es la...

-Creo que ese no es el tema de la pregunta de Salvador – dijo la profesora McGonagall cortando las explicaciones del director – por favor señor responda la pregunta del telelectoespectador.

-¿En que íbamos? – preguntó Dumbledore mientras desenvolvía uno de los famosos dulces de limón (ya se había cansado de ofrecer sus dulces a todos y que nadie los aceptara por lo que decidió comérselos solo)

-En que el amor de su vida era una oveja – dijo Severus que aún seguía algo confundido.

-¡Ah!... Cierto – dijo Dumbledore esbozando una sonrisa como de niño perdido en sus recuerdos – pero te equivocaste por un pelo Severus

-¿No es una oveja? – dijo Severus sorprendido – no se me ocurre nada más que de lana

-El amor de mi vida no da lana – dijo el director frunciendo el entrecejo – pero si está muy relacionada con las ovejas, era una pastora.

-¿Una pastora? - preguntó Remus Lupin abriendo mucho los ojos – pero ¿por qué lo de blanca como la nieve? y ¿lo de los rizos blancos y esponjosos?, ¿además de lo de los sacos que le hacía con ellos?

-Calma, pequeño saltamontes – dijo el profesor Dumbledore destapando su segundo dulce de limón – verás, como dije ella era algo peculiar, le gustaba vestirse y actuar como oveja, decía que eso le permitía entender la mente de sus amigas y así cuidarlas mejor...

-Sigo sin comprender – dijo Severus mirando confundido al director

-Ella vestía únicamente con pieles de oveja, lo hacía todo el tiempo así que llegué a acostumbrarme a ver ese vestido como su verdadera piel – dijo el profesor con calma – algunas veces ella tomaba lana de su vestido y del de sus amigas (que si eran 100 ovejas) y con eso me hacía sacos y jesreys muy calientitos para el invierno, además como al tocarla...

-Creo que Severus ya entendió el mensaje señor Director – dijo la profesora McGonagall evitando que el profesor Dumbledore continuara con su relato el invitándolo a salir del campo de visión de la "cámara" - ¿Hay más preguntas de Salvador? – preguntó a Severus que en ese momento miraba asombrado al Director que salía del lugar

-No, esa era la última pregunta – dijo Severus luego de sacudir la cabeza y posar nuevamente sus ojos en la carta.

-En ese caso, gracias Salvador por las preguntas y espero que tus dudas hayan sido aclaradas – dijo la profesora McGonagall mirando a la "cámara" – ah!... Por cierto perdón una vez más por la demora pero fue algo difícil hacer que el profesor Dumbledore reaccionara adecuadamente después de su secuestro.

-Creo que lo mejor es seguir con las preguntas – dijo Severus tomando la siguiente carta del montón – esta carta es de... oh, oh

-¿Pasa algo Severus? – preguntó la profesora McGonagall al ver la cara que había puesto el profesor de pociones.

-No nada... – dijo el profesor intentando esconder la carta para coger otra de las que estaban en el montón

-¿Entonces por qué no lees la carta?, ¿De quién es? – preguntó la profesora intentando mirar el sobre que Severus intentaba esconder infructuosamente.

-Es de Marth MT – dijo Severus mirando con recelo el sobre.

-¿Y qué?, ¿Pasa algo con ella? – preguntó la profesora McGonagall mirando confundida al profesor, pero luego como si hubiera descubierto algo hizo cara de enfado y continuó como si regañara a Severus - ¡No te habrás atrevido a...!

-¡No!, ¡Como se te ocurre! – dijo el profesor para evitar que el enfrentamiento pasara a mayores - ¿Acaso no te das cuenta que ella fue la causante de que Lockhart apareciera en el programa?, ¿Qué Dumbledore sufriera el ataque de recuerdos sobre las cabras?, ¿Qué Potter sufriera uno de sus famosos ataques?, que... – en ese momento Severus se calmó y esbozó una sonrisa

-¿Pasa algo Severus? – preguntó la profesora un poco alarmada - ¿Por qué te calmaste tan de repente?

-Ahora que lo recuerdo... ella también ha sido la causante de tener a tus leoncitos en detención – dijo con una enorme sonrisa el profesor de pociones. – Creo que mejor sí leemos esta carta.

En ese momento Severus dejó sobre el montón la otra carta que había cogido y procedió a abrir la carta de Marth. Tenía una sonrisa como de niño que recibe una golosina, pero de pronto esta se transformó en una cara de asco y comenzó a mirarse las manos.

-Puaj... esto es asqueroso – dijo el profesor de pociones mirando la sustancia blanca que ahora tenía en sus dedos.

-¿Pasa algo Severus? – preguntó la profesora McGonagall algo preocupada al ver la cara del profesor de pociones.

-Parece... parece – el profesor Snape acercó un poco la cara a la sustancia que tenía pegada en los dedos para ver de que se trataba – definitivamente lo es.

-¿Qué?, ¿Qué es esa sustancia Severus? – preguntó la profesora McGonagall preocupada y mirando con recelo al profesor como si de un momento a otro se le fueran a caer los dedos.

-Pudín de vainilla – dijo el profesor muy serio, mientras que la profesora parecía dar un traspié y se le ladeaban un poco las gafas (más o menos un �') – al parecer Marth estaba comiendo pudín de vainilla mientras escribía la carta.

-Eso se arregla fácilmente – dijo la profesora McGonagall una vez hubo salido del shock, y luego realizó un movimiento de varita algo complicado que limpió el pergamino y las manos de Severus.

-Gracias Minerva – dijo el profesor y comenzó a leer el pergamino de inmediato – lo primero que dice es que le gusta mucho el programa y que espera que continúe – leyó el profesor Snape y luego mirando a la "cámara" agregó – eso es bueno, aunque la parte de reírse... – el profesor hizo un gesto extraño – se supone que este es un programa educativo... y los programas educativos son serios.

-Pero a la vez pueden ser divertidos – dijo la profesora McGonagall como reprimiendo al profesor – mejor sigue con la lectura Severus.

-Mmmm... esto es bueno – dijo el profesor con una enorme sonrisa luego de seguir la orden de la profesora McGonagall – ¡Treinta puntos menos para Gryffindor y un mes más de detención para Granger!

-¡¿QUÉ?!, ¡¿TE HAS VUELTO LOCO; SEVERUS?! – gritó McGonagall escandalizada - ¿Qué ha hecho Granger esta vez?

-Parece que le ha enviado un vociferador a Marth – dijo Severus mostrándole la carta a McGonagall, quien prácticamente se la rapó de las manos

-Pero aquí ella dice que no está segura que haya sido la señorita Granger o lo que decía el vociferador – dijo la profesora McGonagall intentando proteger a su alumna.

-De todas maneras Granger es la principal sospechosa – dijo Severus seriamente – tenemos pruebas de que había amenazado a Marth en ocasiones anteriores y eso es irrespeto a los telelectoespectadores – dijo con suficiencia.

-Pero Severus...

-Lo siento Minerva – dijo el profesor de manera inflexible – tú misma has dicho que los telelectoespectadores son lo más importante en este programa y lo que ha hecho Granger es una clara violación de este principio.

-Pues tienes razón pero...

-Ya lo has dicho Minerva – dijo Severus alegremente – ahora lo mejor es seguir leyendo la carta de Marth. Dice que la primera pregunta es para... mí – es ese momento Severus se estremeció y se puso muy rojo al seguir leyendo.

-¿Pasa algo Severus? – le preguntó la profesora con voz divertida

-N...no ¿Por qué lo preguntas? – dijo el profesor intentando evitar que la profesora viera la carta.

-Porque te veo algo... nervioso – dijo la profesora sonriendo - ¿acaso Marth te dice algo malo?

-La verdad no – dijo el profesor intentando recuperar su sangre fría de manera infructuosa.

-Entonces lee por favor la carta de Marth – dijo la profesora

-Pues... como primera medida me dice palabras muy halagadoras – dijo el profesor algo nervioso

-¿Halagadoras? – dijo la profesora McGonagall haciendo cara pícara

-Sí, halagadoras – dijo el profesor mirándola muy seriamente.

-Halagadoras cómo – dijo la profesora agrandando la sonrisa cada vez más.

-Pues verás Minerva – dijo el profesor con determinación – como entre ellas no está la pregunta, pues no tengo necesidad de leerlas pero con mucho gusto te leo la pregunta – dijo haciendo cara de triunfo al ver el desencanto de la profesora

-Lee las preguntas entonces – dijo la profesora McGonagall un poco rudamente.

-Pues ella desea saber cómo me lo tomé cuando Albus me pidió que preparara el Wolfsbane para Lupin cuando este entró como profesor a Hogwarts... que cómo me puse cuando él fue puesto como profesor de Hogwarts en mi cargo favorito, ¿No intenté envenenarlo?, ¿o me vengué en... bueno, en la misma poción que sabe... un poco desagradable? – dijo Severus entrecerrando un poco los ojos a medida que seguía con la lectura.

-Esto va a gustarme – dijo la profesora McGonagall esperando la respuesta de Severus.

-Pues verás yo soy una persona muy profesional por lo que pude aceptar las razones que me dio el profesor Dumbledore para poner al lican... perdón Lupin en el cargo – dijo el profesor mirando muy seriamente a la "cámara"

-Ohhhhhhh!!!!!! Claro – dijo una voz burlona – la semana que duró haciendo berrinches y pataletas por todo el castillo, además de llenar de ratoneras los cajones y bombas fétidas los aposentos del profesor de DCAO demuestran el gran profesionalismo de este... sujeto.

-Mejor te callas Black que nadie te llamó – dijo el profesor de pociones mirando con odio al lugar de donde provenía la voz pero se notaba que su rostro había adquirido un cierto tono... rosa.

-¡Ah!, se me olvidaba que hiciste una huelga de hambre durante tres días por el nombramiento de Remus pero la verdad era que ibas en la noche a las cocinas a pedir comida a los elfos – continuó Black con sorna – sin contar con el estiércol de knarl que dejaste en el salón de DCAO

-¡Te advertí que te callaras! – gritó Severus sacando su varita y apuntando al sitio donde se encontraba Sirius Black.

-¡Sí señoras y señores! – gritó la voz de George Weasley amplificada mágicamente – la tan esperada continuación de la pelea del siglo entre el "vampiro" Snape y el "grim" Black.

-Les recordamos que en el round anterior el "vampiro" Snape destruyó el arma secreta del "grim" Black al hacer uso de su más potente poción matapulgas – gritó a Fred Weasley mientras que la profesora McGonagall intentaba, de manera infructuosa, separar al vampiro y al grim, los cuales vestían nuevamente sus llamativas mallas de combate.

-Y va a empezar el segundo asalto – dijo Fred emocionado – el vampiro y el grim dirigen sus varitas uno al otro, las han levantado para lanzar sus respectivos maleficios y... ¡Si señores eso ha sido genial! – gritó nuevamente el Weasley

-Xeena la princesa McGonagall ha dejado k.o a los dos contrincantes con uno de sus famosos ataques de cabezazo – dijo George emocionado – La princesa McGonagall es también conocida como la réferi de este encuentro y ostenta el título de profesora más severa y con mayor cantidad de artículos con cuadros escoceses en la Gran Bretaña.

-¡La princesa no puede participar! – gritó el profesor Dumbledore enfadado – ¡ella no estaba inscrita!, ¡No puedo perder mis diez galeones!

-El barbudito tiene razón – dijo Fred – pero debido a que los dos luchadores están fuera de combate la pelea continuará en otro momento.

-¡No se pierdan esta gran pelea! – gritó George - ¡Continuará en cualquier momento!

-Somos sus anfitriones George y Fred Weasley, con los comentarios del experto Lee Jordan – dijo Fred a la audiencia – estén atentos a la transmisión, de momento vamos a un corte de comerciales.

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Se escucha nuevamente la música de Hablemos de... y como siempre se ven dos personas sentadas en el sofá del "set", el cual había regresado a la normalidad (como habrán podido suponer se había convertido nuevamente en un cuadrilátero al inicio de la pelea).

-Creo que es mejor seguir con la pregunta que había hecho Marth – dijo la profesora McGonagall con voz enfadada mirando a Severus.

-¿Pregunta?... ¿Cuál pregunta? – Severus miraba confundido a la profesora, llevaba su siempre negra túnica en vez de las mallas de hace un segundo y en su frente se veía un enorme chichón (que la verdad parecía un cuerno) el cual llevaba en la punta una curita.

-La pregunta sobre la poción wolfsbane – dijo la profesora de mala gana.

-¡Ah!, esa pregunta – dijo Severus y luego esbozó una sonrisa aunque la verdad parecía dolerle – Sinceramente es una lástima que esa poción no admita azúcar – dijo como si de verdad lo disfrutara.

-¿No admite azúcar? – dijo Dumbledore asombrado – pero si el que me la dio dijo que el la preparaba con un delicioso sabor a fresa.

-¡¿QUÉ?! – se escuchó desde fuera de cámara un rugido más bien parecido al aullido de un lobo furioso - ¡Severus Snivellus Snape, esta me la vas a pagar!

-Ups... creo que se me olvidó ese pequeño detalle – dijo Severus con sorna sin importarle que Remus Lupin se acercara a él dando grandes zancadas.

-¡Por qué hiciste eso! – le gritó Remus Lupin al profesor de pociones, agarrándolo del cuello de la túnica y levantándolo unos centímetros del suelo.

-La verdad yo no tengo la culpa que seas peor que Longbottom en pociones – dijo Severus que la verdad estaba un poco intranquilo debido a la demostración de fuerza que le daba Lupin

-¡Pero eso no te da derecho a hacerme tomar esa porquería! – gritó Remus apretando un poco mas el agarre y ahogando un poco al profesor de pociones - ¡Ya verás cuando termine contigo!

-Creo... creo que si me matas no tendrás luego quien te prepare la poción – dijo el profesor Snape entre resoplidos.

-En eso tienes razón – dijo Lupin soltando un poco al profesor y permitiéndole terminar - ¡Pero no te pases de listo! – dijo agarrándolo de repente con fuerza renovada - ¡Si sigues así te muerdo y seremos dos hombres lobos en Hogwarts!

-¿Qué... qué quieres que haga Lupin? – preguntó Severus horrorizado ante la perspectiva de convertirse en un hombre lobo

-Quiero que la poción sepa a chocolate – dijo el hombre lobo mirando amenazadoramente al profesor.

-Como quieras – dijo este respirando aliviado al ver que Lupin lo soltaba completamente

-Genial, gracias Severus – todo rastro de ira desapareció del rostro de Remus y se marchó alegremente del campo de visión de la "cámara".

-Parece que Marth te tiene otra pregunta – dijo la profesora McGonagall recogiendo la carta que Severus había tirado al suelo cuando era estrangulado por Lupin.

-¿Sí?, ¿Qué dice? – dijo Severus mirando con aprensión el pergamino que sostenía la profesora.

-Ella desea saber cómo te sentiste cuando supo todo el colegio que Neville, con su Boggart, te imaginó con la ropa de su abuela – leyó la profesora para luego mirarlo a los ojos con una chispa de diversión

-Esto yo… - Severus hizo una cara de odio intenso (en realidad parecía un maniaco asesino) pero aún así no sabía que responder por lo que una voz "amiga" llegó en su ayuda.

-Eso es muy fácil de responder, Snivelly se sintió muy feliz de no tener que guardar más el secreto – dijo cierta vocecilla desde fuera de "cámara"

-¿A que te refieres Black? – preguntó Severus con voz extremadamente peligrosa

-¿A qué crees Severina? – dijo el animago con voz cada vez más burlona.

-¡Ya verás maldito pulgoso! – gritó Severus quien sacó su varita y lanzó un hechizo a Black

-Ja, ja, ja, que mala puntería tienes Severina – gritó Sirius desde fuera de cámara.

-¡Ven aquí y pelea como hombre maldito cobarde! – gritó Severus exasperado, mientras que la profesora McGonagall se limitaba a negar con la cabeza.

-¡Pues eso haré! – gritó el hombre mientras que aparecía en una de las esquinas del campo de visión de la cámara.

-¡Lo prometido es deuda señoras y señores! – dijo Fred Weasley con potente voz

-¡La esperada continuación de la pelea del siglo! – gritó George mientras aparecía nuevamente el cuadrilátero en lugar del tan conocido set.

-¡Lo mejor de todo es que parece que Xeena "la princesa" McGonagall ha decidido permanecer neutral y hacer las veces de réferi en esta ocasión! – informó nuevamente Fred

-Los luchadores han tomado sus lugares y va a comenzar el segundo round – dijo George emocionado

-Si señores y es Black quien comienza el ataque – dijo Fred - ¡Esto es sorprendente!, ¡Ha recuperado su arma secreta y se ha convertido inmediatamente en un perro negro! ¿Habrá encontrado la forma de transformarse sin sus pulgas?

-No lo creo mi querido Weasley – dijo Lee Jordan a quien la "cámara" enfocaba en ese momento – Observen como el vampiro Snape se mantiene a una distancia prudencial del Grim, eso me indica que ha regresado con pulgas y todo.

-¿Entonces que puede ser? – preguntó George – Porque la poción del vampiro eliminó todas las pulgas en la ocasión anterior.

-Eso es cierto – respondió Lee – pero durante el receso El grim tuvo la oportunidad de juntarse con Fang, el perro del "Guardabosques sanguinario" Hagrid o con "el-chico-de-oro-incomprendido-nadie-me-quiere-todos-me-odian-quiero-comer-gusanos" Potter, los cuales son una potente fuente de pulgas.

-Ya veo – dijo Fred - ¿Entonces hay alguna opción para el vampiro?

-Por supuesto que la hay – dijo Lee – y es la que está a punto de utilizar

-¡El grim ha vuelto a caer! – gritó George emocionado – ¡El vampiro Snape ha hecho uso nuevamente de su poción!

-Pero no es la misma poción que utilizó la vez pasada – dijo Lee con voz de entendido

-¿No es la misma? – preguntó Fred confundido - ¿Cómo es eso?

-Esta es una poción diferente – respondió Lee – evita una nueva infestación de pulgas por lo que aunque Black se junte nuevamente con Fang o con Potter no se le prenderán las pulgas de esto, a no ser que pueda fabricar la poción llamapulgas, lo cual le es imposible en este momento.

-¿O sea que ha ganado el vampiro? – preguntó George algo decepcionado, mientras que a lo lejos se escuchaba gritar al director "¡Ese es mi vampirito, no por nada es el más odiado!"

-Aún no puede cantar victoria – dijo Lee prudentemente – falta ver el siguiente ataque de Black.

-¡Oh señoras y señores, el experto Lee tenía razón! – gritó Fred de repente – El grim Black ha engañado al vampiro y le ha lanzado un hechizo, ahora solo nos falta ver cual ha sido el efecto de este.

-La luz es muy brillante y no nos deja ver – dijo George – ¡pero ya se despeja y es…!

-¡El grim Black ha convertido al vampiro Snape en Severina Snape, la mujer más horrorosa de toda Inglaterra y Escocia! – gritó Fred estupefacto.

En efecto, el lugar que había sido ocupado segundos antes por el vampiro Snape, estaba ahora ocupado por una mujer de piernas extremadamente peludas que vestía una falda (cinturón grueso) de color rosa chillón, llevaba un pequeñísimo top de lentejuelas que permitía ver su peludo ombligo, además de una pequeña chaqueta blanca y roja que parecía hecha con plumas, además de unos enormes aros en las orejas y maquillaje extravagante, sin contar con los tacones puntilla de doce centímetros.

-¡¿PERO QUE ES ESTO!? – gritó McGonagall escandalizada al ver a aquella mujer - ¡Esto es un ultraje!

Seguido a su grito la mujer agitó la varita y lanzó un hechizo a Severina, que nuevamente la (¿o lo?) envolvió en una luz brillante que cegó a todos por unos segundos.

-Así está mejor – dijo McGonagall pareciendo satisfecha y se alejó a un lado del escenario

En el lugar en el cual había estado antes Severina, … seguía estando Severina pero ahora sus piernas no eran peludas en lo absoluto, se veían sin ningún vello y parecían ser suaves, la falda, el top y la chaqueta seguían igual pero el ombligo ya no era peludo y se podía observar un piercing en él. Los zapatos eran los mismos que llevaba antes, en el pelo de Severina se podía observar un enorme lazo rosa y en sus brazos una cartera que parecía del mismo material de la chaqueta (era del mismo color).

-¡Pero que sexy te ves Severina! – le gritó Black con sorna.

-¡Oh, Oh! El grim Black no ha debido provocar así a Severina – dijo Fred con voz adolorida

-Así es mi querido Weasley – dijo George – El grim está recibiendo el terrible ataque de carterazos de Severina, el pobre no puede detenerla. – en el fondo se escuchaban los nuevos gritos del director "¡Vamos Severina!, ¡muéstrale de que estás hecha!"

-¡Ahora Black ha intentado algo estúpido! – dijo Lee Jordan decepcionado – le ha agarrado el trasero a Severina supongo yo para asustarla pero ahora recibe una furiosa lluvia de taconazos, sin contar con los carterazos y que "La princesa McGonagall" se ha unido a la causa de su compañera.

-¡Para que aprendas a respetar a las mujeres! – gritaba Xeena la Princesa McGonagall mientras atacaba rudamente (más rudamente que Severina para ser sinceros) al grim Black.

-¡Esto se ha salido de control Señoras y Señores! – gritó George Weasley – ¡ha sido necesario llamar a los Trolls de seguridad para detener a la princesa!

Se veía dos cosas grandes y asquerosas agarrar a la princesa fuertemente por los brazos mientras en el piso del cuadrilátero se veía a un Black inconsciente y a tres trolls tirados que le hacían compañía, mientras que Severina estaba en una esquina arreglándose el maquillaje.

-Parece que nuevamente se hace necesario posponer la pelea hasta que el grim recupere la conciencia – dijo Fred un poco preocupado – por el momento sigan con el programa institucional del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería: Hablemos de…

-La siguiente pregunta de Marth es para Neville Longbottom – dijo la profesora Mcgonagall que había tomado la carta que había tomado al piso debido a que Severus mostraba cierta reticencia a acercarse a ella. (N/A: como habrán podido imaginar todo regresó a la normalidad por arte de magia)

-Longbottom está en detención – dijo Severus en voz baja

-¿En detención?, ¿Por qué? – preguntó la profesora McGonagall extrañada

-Por la poción que hizo estallar la vez pasada – dijo el profesor

-¿En la emisión especial? – preguntó la profesora intentando acercarse un poco al profesor el cual retrocedió atemorizado

-E… esa misma – dijo Severus tropezando con el sofá al intentar alejarse de la profesora – pero si quieres llamarlo eso es cosa tuya

-Dobby, traiga al señor Longbottom por favor – dijo la profesora McGonagall mirando divertida al profesor de pociones y el nuevo temor que le profesaba.

-¿Te pasa algo Severus? – preguntó la mujer mientras esperaban el regreso del elfo.

-¿A… a mí? – preguntó Severus intentando parecer indiferente – N..nada ¿Por qué lo dices?

-Como veo que parecieras huirme - dijo la mujer divertida mientras intentaba acercarse al profesor de pociones el cual retrocedía nuevamente como por instinto.

-N… no es cierto- dijo Severus poniéndose un poco pálido al notar que no podía moverse más debido al sofá

-No te preocupes Severus – dijo la profesora McGonagall mirando divertida al profesor – no voy a atacarte

-Es que… cunado atacaste a Black – Severus se agarraba fuertemente las manos – bueno… fue escalofriante

-¡Bah! – dijo Minerva sonrojándose por el cumplido – no te preocupes soy una persona muy profesional, no voy a atacarte mientras estemos presentando el programa

-¿Cómo así? – preguntó Severus horrorizado - ¿Qué quieres decir con mientras…?

-¡Ah! Señor Longbottom siga por favor – dijo la profesora McGonagall ignorando los lloriqueos del profesor de porciones.

Neville Longbottom ingresó al "set" un poco atemorizado por la presencia del profesor de pociones ( y la terrible mirada que este le lanzaba) pero la mirada de apoyo que le daba la profesora McGonagall le dio confianza y él se acercó a ella.

Severus abrió la boca seguramente para decirle algo desagradable a Longbottom pero la mirada de advertencia que le lanzó la profesora McGonagall le hizo temer por su vida y prefirió quedarse callado.

-Bueno Neville – dijo la profesora McGonagall en tono maternal – la señorita Marth desea hacerle una pregunta que espero que usted responda lo mejor posible.

-Sí profesora – respondió el alumno mientras la miraba con alguna inquietud.

-Primero que todo Marth quiere decirle que es fanática suya – dijo la profesora sonriendo y haciendo que Neville se sonrojara – ahora ella desea saber si ¿sabía que en la profecía que dio Sybill era el otro, aparte de Harry, en ser el tal vez posible el enemigo de Vo.. vo… el-que-no-debe-ser-nombrado, pues con eso amenazaba su poder? Y… cómo... cómo se sientes de que estén... estén así sus padres, actualmente en... San Mungo? – la profesora se había puesto muy pálida y miraba a Neville con ojos tristes mientras que el niño parecía haberse quedado de piedra

-¿Neville?... ¿Neville estas bien? – preguntó la profesora agachándose un poco para mirarlo directamente a la cara.

-¿Había… había una profecía sobre mí y el… el-que-no-debe-ser-nombrado? – preguntó el chico blanco como un papel

-Bueno… es… es la profecía que fueron a rescatar con Harry en el departamento de misterios – dijo la profesora McGonagall con voz ahogada.

-Pero… pero esa profecía era sobre Harry y el… el-que-no-debe-ser-nombrado – dijo Neville retrocediendo unos pasos – yo no tengo nada que ver ahí.

-Creo Neville – dijo el director Albus Dumbledore apareciendo en "cámara" y haciéndole dar un respingo al chico – que tienes y no tienes razón.

-No… no comprendo – dijo Neville mirando al director con cara completamente confundida.

-Verás – comenzó el director luego de aparecer una cómoda silla y sentarse el ella e invitar a Neville a sentarse en el sofá – ahora sabemos que la profecía se refería a Harry, pero antes la profecía te incluía a ti también.

-¿Me… me incluía a mí? – preguntó Neville algo confuso y un poco tímido debido a que no estaba acostumbrado a tratar con el director.

-La profecía hablaba de un niño que había nacido al final del séptimo mes y cuyos padres se habían enfrentado a Voldemort (toda la concurrencia ahogó un grito mientras que Dumbledore seguía como si nada) tres veces – dijo Dumbledore muy despacio y tristemente – eso te incluía a ti y a Harry, pero la segunda parte de la profecía hace que Harry sea el elegido – agregó el director.

-¿La segunda parte de la profecía? – se atrevió a preguntar Neville

-La segunda parte de la profecía habla de una marca sobre el elegido – respondió Dumbledore mirando fijamente al muchacho – es la cicatriz que tiene Harry. Tú no tienes cicatriz así que no eres el elegido.

-Ya veo – dijo Neville pensativo intentando digerir toda la información – Bueno… pues… la verdad no sé que pensar, todo es tan… tan extraño.

-No te preocupes – dijo Dumbledore amablemente mientras se levantaba de su cómoda silla y ponía un dulce de limón en la mano del muchacho – con el tiempo lo comprenderás.

-En cuanto a la segunda pregunta… dijo la profesora McGonagall un poco insegura.

-Y…yo ¡Yo estoy muy orgulloso de mis padres! – gritó Neville mirando fijamente a la cámara - ¡y al que se atreva a burlarse de ellos se las va a ver conmigo!

-Ya está bien Longbottom – dijo el profesor Snape que hasta el momento había parecido ajeno a la conversación – es hora de que continúe con su castigo.

En ese momento Neville se puso muy pálido pero aún así obedeció al profesor de pociones y salió del lugar.

-Marth pregunta si la historia se desarrolla en verano – dijo la profesora McGonagall leyendo la carta.

-¿Y eso quién lo va a responder? – preguntó Severus un tanto confundido.

-Mmmm no lo sé, supongo que cualquiera ¿no? – respondió la profesora.

-En ese caso, verás Marth, el programa…

-Creo Severus, que yo soy el más adecuado para responder esa pregunta – dijo el profesor Dumbledore regresando nuevamente al campo de visión de la "cámara" y cortando las palabras del profesor de pociones.

-¿Y eso por qué? – preguntó el profesor de pociones enojado

-Eso es obvio, yo soy el director de este colegio y la máxima autoridad aquí así que…

-Pues la verdad no me parece – dijo Severus cortando a su vez al director – usted nos hace responder las preguntas horribles pero el resto si las responde usted y…

-Mira Severus – dijo el director como perdiendo la paciencia – yo respondo esta pregunta porque quiero y ya, así que mejor te callas si no quieres que le pida el favor a Xeena la princesa McGonagall que te calle – En ese momento Severus se puso muy pálido y dio algunos pasos hacia atrás como demostrando que no se entrometería.

-Muy bien – continuó el director complacido por la actitud de Severus – el programa se desarrolla durante el año de Hogwarts, por esa razón podemos contar con tanta gente y así los alumnos pueden responder las preguntas que se les formulan al igual que los profesores.

-Este no es un programa educativo barato Señorita – dijo Minerva McGonagall severamente al seguir leyendo la carta de Marth

-Eso es cierto – un suspiro escapó del pecho del director de Hogwarts – al saber que la audiencia del programa ha aumentado Minerva y Severus han pedido que se les aumente el sueldo, ahora cobran más que los actores de Friends

-¿Qué es Friends? – preguntó Severus confundido

-Olvídalo Severus – dijo la profesora McGonagall poniendo los ojos en blanco – es uno de los delirios del director. Marth también desea saber por qué dejó el castillo tan vulnerable. – leyó la profesora.

-El castillo no está vulnerable Marth – respondió el profesor Dumbledore – este programa lo hacemos en Hogwarts en una sala especial y debido a mi enorme y poderosa magia pude distribuirse a todos los medios tanto mágicos como muggles. ¿Algo más?

-No, Marth no quiere saber más sobre ese tema – dijo la profesora McGonagall mientras repasaba lo que faltaba de la carta.

-En ese caso mejor me retiro – dijo el profesor Dumbledore saliendo nuevamente del campo de visión de la "cámara"

-La siguiente pregunta de Marth – continuó la profesora McGonagall luego que el director salió del lugar – es para Vol… vo… El-que-no-debe-ser-nombrado

-Pero el no puede venir – dijo Severus algo asustado – el programa pasado le llamamos y dijo que enviaría un representante

-Es cierto – la profesora McGonagall se quedó pensativa durante un rato - ¿No ha venido nadie?

-Nop – respondió el profesor de pociones – Creo que mejor nos saltamos esa pregunta.

-El problema es que hay que leer todas las preguntas – McGonagall se veía algo preocupada – mejor leo la pregunta, de pronto aparece alguien que pueda responderla. Marth desea saber que hace Vol… vo… el-que-no-debe-ser-nombrado, ¿vacaciones, en una isla paradisíaca, con su bonito sombrero café?

En ese momento se escuchó un fuerte ruido y una neblina roja y espesa inundó el "set", luego de unos segundos se escuchó una voz de mujer algo chillona y que parecía como cantar la terminación de las palabras, "Sentimos informar que el Señor Tenebroso no puede responder en estos momentos a su requerimiento, los asesores de imagen no le permiten dar entrevistas a programas no autorizados. Un representante se comunicará con ustedes para evaluar las preguntas, si el representante no se ha comunicado con usted le pedimos disculpas, hay un represamiento de visitas debido a la huelga general de mortífagos, por favor sea paciente así como lo son los miles que están antes de usted. Gracias"

La neblina desapareció y la voz de la mujer dejó de escucharse mientras que fuera de cámara una voz decía como imitándolo "Muy ocupado, sobretodo ese alcornoque va a estar ocupado, lo que pasa es que me tiene miedo y no quiere enfrentarme", "Como si su agenda estuviera más llena que la mía, yo soy mucho más popular"

-Creo que es mejor que se calme señor director – dijo el profesor de pociones mientras le hacía una seña a la profesora McGonagall para que continuara con las preguntas.

-La siguiente pregunta de Marth es para Sirius Black – dijo la profesora McGonagall frunciendo un poco el entrecejo, y luego al ver correr a Lee Jordan y los gemelos Weasley agregó – ni se les ocurra que los voy a dejar seguir con esa pelea.

-Nosotros no hemos dicho absolutamente nada prince… eh… profesora – dijeron los tres al unísono haciendo cara de angelitos

-Eso espero – murmuró la mujer mirándolos con desconfianza, mientras Black entraba al escenario y hacía una de sus poses seductoras.

-¿Alguien llamó al valiente e intrépido Sirius Black? – preguntó el animago mirando con burla a Severus

-Creo que fue al estúpido y mequetrefe Sirius Black – corrigió Severus haciendo que Sirius le lanzara una mirada de odio y pareciera dispuesto a atacarlo.

-¡Basta los dos! – les advirtió McGonagall con voz peligrosa - ¡Black!, Marth desea saber si tiene algo con Remus Lupin

-¿¡QUE!? – el doble grito provenía del animago y de fuera de cámara mientras que el profesor Severus Snape soltaba una indecente carcajada

-Severus contrólate – le advirtió nuevamente la profesora McGonagall al profesor que ahora rodaba por el suelo.

-Es obvio – respondió Sirius Black que se había puesto completamente rojo pero había reunido un poco de lo que le quedaba de dignidad para responder – que entre Remus y yo hay una profunda amistad.

-Demasiado profunda diría yo – dijo el profesor Snape (que gracias a un golpazo de la princesa McGonagall había recobrado la seriedad)

-¿A qué te refieres con eso? – preguntó desafiante el animago Black

-A que eran demasiado cercanos uno al otro – dijo Severus con ironía – y al parecer no les molestaba demasiado… profundizar

-Ya – dijo Sirius conteniendo su ira y luego haciendo una sonrisa malvada – No sabía que fueras celoso Snivelly… de todas maneras creo que te he dicho varias veces que no eres mi tipo…

-¿Acaso me estas diciendo que soy…? – Severus no pudo terminar la frase debido a la ira pero aún así se abalanzó sobre el animago.

En ese momento saltó entre ellos una mujer con una especie de armadura protectora en el pecho y una corta falda de cuero cortada como en tiras, la mujer dio un tremendo grito y de un puño y un cabezazo dejó a los dos hombres fuera de combate.

-Eso señoras y señores ha sido otra de las espectaculares demostraciones de Xeena la princesa McGonagall – dijo Fred Weasley que estaba en una esquinita junto con su hermano y Lee.

-La siguiente pregunta de Marth es para los Dursley – leyó McGonagall sin importante los dos hombres que estaban tirados e inconscientes a sus pies. – lo siento Marth pero los muggles no pueden venir a Hogwarts y no tenemos tiempo para una comunicación vía satélite así que tu pregunta será respondida por el señor Harry Potter que es el más cercano a ellos.

-Creo que ya está calmado – dijo Remus Lupin que en ese momento entraba en "cámara" tirando la cadena de Harry aunque en esos momentos la precaución era superflua ya que parecía una persona completamente normal.

-Muy bien Harry – dijo la profesora con precaución – Marth desea saber si los Dursleys no vieron por casualidad uno de los programas y qué piensan de ti.

-La verdad no creo ni siquiera que ellos sepan que este programa existe – dijo Harry mirando tristemente a la "cámara" – a ellos les importa un pepino lo que me pueda pasar o dejar de pasarme… si muero creo que harían fiesta… ellos… ellos no me quieren… solo me odian… como todos… estoy solo en el mundo… sin amigos… buaaaaa – en ese momento Harry comenzó a llorar desconsoladamente y enormes lágrimas brotaban de su rostro – yo…

McGonagall y Remus se veían muy tristes y apenados por el muchacho por lo que decidieron consolarlo. Luego de un momento y al ver el estado de Harry, la profesora McGonagall decidió leer lo que quedaba de la carta.

-Marth también dice que deberías pedirle al profesor Snape que te de calmantes o deberías internarte en San Mungo – leyó la profesora en voz baja.

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡QUE!!!!!!!!! – el grito sonó como un rugido y las lágrimas de Harry cesaron de repente para dar paso a una tremenda ira - ¡PRIMERO ME HACES LLORAR Y LUEGO ESTO!,YO NO TENGO LA CULPA DE SER UN HEROE INCOMPRENDIDO, NO CREAS QUE ME ENCANTA TENER QUE GRITARLE A TODOS POR SU INCOMPETENCIA, ESTO ES EL COLMO Y….

Lupin tuvo que hacer el uso de todas las fuerzas que le daban el hecho de ser un hombre lobo para lograr sacar a Harry del lugar tirando de la cadena que este tenía amarrada en el cuello, aún después de algunos minutos se escuchaban los tremendos gritos del chico de oro a pesar de que todos hacían tremendos esfuerzos por callarlo.

-No te preocupes – dijo la profesora McGonagall con una sonrisa – el profesor Snape se encuentra indispuesto en este momento (la cámara enfocó un hombre tirado en el suelo con un enorme chichón en la frente), pero yo me encargo de hacerle llegar tus saludos. Gracias por tu carta Marth. Vamos a un corte de comerciales.

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Suena nuevamente la música de Hablemos de… y al parecer el profesor Snape ha recobrado la conciencia debido a que se encuentra de pie… aunque a decir verdad muy malhumorado.

-Bienvenidos nuevamente a Hablemos de… el programa institucional del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería – dijo la profesora McGonagall sonriendo a la cámara. – Severus ¿podrías leer la siguiente carta por favor?

El profesor tomó la carta sin hacer ningún comentario pero con cara de disgusto.

-La siguiente carta es de Herms Malfoy – leyó el profesor antes de abrir el sobre.

-¿Malfoy? – preguntó la profesora McGonagall extrañada

-Así lo dice – respondió Severus fastidiado.

-¿Será otra prima? – preguntó nuevamente la profesora.

-Pues aquí dice que es la hermana mayor de Draco pero Lucius la abandonó por no ser rubia – leyó el profesor Snape

-No sé por qué no me extraña – dijo la profesora McGonagall con cara entre pena e ira.

-Primero que todo Herms dice que le encanta el programa – leyó Severus y luego mirando a la cámara con una sonrisa de suficiencia agregó – Eso es obvio debido a que yo soy el presentador y todo lo que yo hago es espectacular

-¿No habíamos quedado en que dejarías de imitar a Lockhart? – dijo McGonagall poniendo los ojos en blanco y haciendo que Severus se pusiera muy rojo y balbuciera algunas palabras ininteligibles – mejor sigue leyendo la carta de la señorita Malfoy antes de que hagas más el ridículo.

-Está bien – dijo Severus arrugando un poco el entrecejo y mirando de manera desagradable a la profesora McGonagall antes de seguir leyendo – la primera pregunta de la señorita Malfoy va para... Oh!... jajajajajajajaja...

-¿Qué pasa Severus? – preguntó la profesora preocupada al ver al profesor que estaba prácticamente ahogado de la risa - ¿para quién es la pregunta?

-Para... para – el profesor no podía contener la risa y cada vez que intentaba decir una esta era cortada por una enorme carcajada – para Siri–boy... jaja... que nombre tan ridículo... Siri-boy...

-¡Más respeto Severus! – gritó la profesora McGonagall - ¡bien sabes que debes respetar a los telelectoespectadores!

-Pero yo no me estoy burlando de Herms Malfoy – respondió el profesor intentando contener las carcajadas – me burlo de Siri-boy... jajaja... Siri-boy, muy bueno.

-Ya Severus, déjate de ridiculeces y más bien compórtate – y luego mirando hacia un lado de la "cámara", la profesora McGonagall agregó – Siga por favor señor Black.

-Sí... Siri-boy... adelante – dijo Severus que ya no soltaba carcajadas de manera indecente pero aún así tenía una enorme sonrisa burlona en su rostro. Sirius Black hizo un gesto de fastidio y de odio ante el profesor de pociones pero aún así decidió ignorarlo.

-¡Oh!, vamos Siri-boy, no hagas esas caras – dijo Severus burlonamente intentando provocar el animago - ¿No te gusta tu nuevo nombre?

-La verdad eso no me preocupa snivelly – dijo Sirius mirando irónicamente al profesor de pociones – Siri-boy me parece un nombre agradable o por lo menos tierno, imagino que lo máximo que te pueden decir a ti es vampirín o snivellus.

-¡Mejor lee la pregunta! – gritó la profesora McGonagall interponiéndose entre los dos hombres evitando una nueva pelea.

-Muy bien Siri-boy – dijo Severus acentuando el nombre – Herms Malfoy desea saber cómo es que aceptaron que la rata de Pettigrew se uniera al grupo de los merodeadores.

-Verás Herms – comenzó a responder Sirius haciendo una de sus poses seductoras a la "cámara" – Pettigrew siempre estaba solo y sin amigos, nadie se juntaba con él y todos salían corriendo apenas lo veían, más o menos como el caso de snivellus – Severus hizo una tremenda cara de odio y estuvo a punto de abalanzarse sobre el animago aunque fue detenido por la princesa McGonagall – El caso es que nosotros éramos tan buenos y teníamos propósitos tan altruistas que aceptamos que Pettigrew fuera nuestro lacayo, además es obvio una persona de mi clase social no puede andar por la vida así sin sirvientes ni nada, el problema fue cuando la rata esa resultó ser una traidora – continuó Sirius haciendo un gesto de intenso odio y rabia – después de que le dimos una posición, lo alimentamos y le permitimos besar nuestros pasos el idiota nos traicionó...

-Creo que ya está bien señor Black – dijo la profesora McGonagall cortando las palabras de Sirius, el cual parecía perdido en sus recuerdos de odio a Pettigrew- es mejor que sigas con las preguntas Severus.

-La siguiente pregunta es para el Sombrero Seleccionador – leyó Severus

-Dobby por favor vaya a la oficina del director y traiga el Sombrero Seleccionador – dijo la profesora McGonagall al elfo.

-Por supuesto señora directora adjunta jefa de la casa Gryffindor profesora de transfiguración señora profesora Minerv....

-¡¡¡¡¡¡¡¡YA!!!!!! – gritó Severus espantando al elfo y rompiendo algunos cristales del lugar con su alarido.

-Vamos Severus tienes que ser más condescendiente con Dobby, él es un poco hablador pero le gusta ayudar – dijo Dumbledore con voz tranquilizadora

-Lo que pasa es que snivelly está de mal humor porque no pudo ser nuestro lacayo en el colegio – dijo Black que al parecer ya se había recuperado de sus malos recuerdos.

-Cállate Siri-boy – le dijo el profesor de mal humor

-No te sientas mal vampirín – dijo Sirius imitando la voz de un niño pequeño – ahora los alumnos que aceptan... oh.. lo siento tienen que soportarte... no es que te aprecien.

-¡Ya te dije que ye callaras! – gritó Severus – y-no-me-llames-vampirín

-Como quieras Snivellus–snivelly – dijo Sirius con una sonrisa

-¡No me llames así! – gritó nuevamente Severus sacando su varita y apuntándola al pecho del animago.

-Entonces cómo, ¿Severina? - dijo Black con una sonrisa mucho más grande que la anterior.

-¡Tú te lo buscaste, Siri-boy! – un rayo azul salió de la varita de Severus y se dirigía directamente al pecho del animago, pero este lo esquivó en el último segundo haciendo que el rayo diera de lleno en la profesora McGonagall.

En el lugar en el que antes se encontraba la profesora McGonagall había una enorme cosa con cuerpo y plumas de gallina pero con cabeza humana de color azul y unas enormes pústulas rojas que chorreaban una sustancia verde y viscosa, además de tener pico de gallina.

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡SEVERUS SNAPE!!!!!!!!!!!!!!!! – gritó la profesora McGonagall agitando furiosamente las alas, haciendo que su cara pasara del azul al violeta y que sus pústulas chorrearan una cantidad mucho mayor de sustancia verde y viscosa.

El profesor de pociones estaba tremendamente pálido y temblaba de pies a cabeza, por alguna extraña razón parecía saber que era lo que sentía Neville Longbottom cuando se enfrentaba a él. Lo único que consiguió fue salir corriendo como alma que lleva el diablo cuando la profesora se lanzó directamente hacia él (luego de restregar sus patas de gallina en el suelo tal como lo haría un toro furioso) con toda la intención de agarrarlo a picotazos.

-Es una lástima que tenga que perderme este espectáculo – dijo Sirius con voz nostálgica y mirando hacia el lugar por donde habían desaparecido los presentadores – pero el deber me llama y es necesario cumplir con mi misión. – Luego dirigió su vista hacia otro lado y gritó - ¡Ven Moony, tenemos que seguir con la presentación del programa!

En ese momento entró un hombre de cabellos casi rubios con algunas canas y ojos dorados. El hombre tenía una expresión de tremenda felicidad en la cara, como si le hubieran dado un camión lleno de chocolates.

-¿Lo dices en serio? – preguntó Remus y al ver asentir a Sirius tomó la carta que Severus había dejado tirada en el suelo al intentar escapar de McGonagall.

-Deja el sombrero sobre esa butaca – dijo Sirius rápidamente evitando que Dobby hablara

-Oh, podrás pensar que no soy bonito,/ pero no juzgues por lo que ves./ Me comeré a mí mismo si puedes encontrar/ un sombrero más inteligente que yo./Pued...

-Ejem... Ejem...

-¿Pasa algo? – preguntó el sombrero mirando (o como si mirara) a Sirius que fue quien lo cortó en su canción. – Si es porque la canción es repetida, lo siento pero como no he tenido el tiempo para preparar una nueva me ha tocado improvisar y...

-No es por eso – respondió Sirius rápidamente – lo que sucede es que estamos aquí para hacerle una pregunta y no para una selección.

-Ya veo... – dijo el sombrero pensativo – está bien, qué quieren saber.

-Moony, lee la pregunta – dijo Sirius con una sonrisa al licántropo

-Señor sombrero, primero que todo la pregunta es de Herms Malfoy y ella desea saber por qué puso a Pettigrew en Gryffindor si es todo un cobarde. – dijo Lupin de la manera más educada posible.

-Gracias Herms por tenerme en cuenta – dijo el sombrero con voz agradecida – en cuanto a lo de Pettigrew, pues no soy infalible y uno que otro se me escapa, además no falta la oveja negra en cada familia y pues... el era la oveja negra de los Gryffindor, la verdad no es algo que pase muy a menudo, yo diría que una vez cada mil años y pues... esa vez pasó. Otra cosa, a mí me parece que tuvo que ser muy valiente para traicionar así a sus amigos, ¿Te imaginas lo que le hubiera pasado si lo hubiera atrapado un hombre lobo o un perro furioso?, digo yo no es poca cosa eso de exponerse todos los días a colmillos de más de tres centímetros...

-Muy bien, Gracias señor sombrero – dijo Lupin evitando que siguiera hablando – ya te lo puedes llevar Dobby.

-¡Sin decir una sola palabra! – gritó Sirius Black impidiendo al elfo abrir la boca – ¿Para quién es la siguiente pregunta? – agregó mirando a Remus.

-Dice que es para Sniv... Severus Snape – respondió Remus leyendo la carta.

-¿Vampirín?, es una lástima que no pueda estar aquí – dijo Sirius con fingida voz de tristeza – en estos momentos debe estar huyendo de "la gallina" McGonagall.

Una vez Sirius terminó de decir esas palabras se escuchó un fuerte cacareo y varios golpes (como algo que se cae mientras alguien huye) además de una gran cantidad de plumas blancas con la punta azul (algunas untadas de una sustancia verde viscosa) inundó el "set". De repente por el lado de Lupin pasó rápido como una sombra un hombre de ropas y cabellos negros, que se atrincheró detrás del sofá.

La profesora McGonagall cacareó de contenta al saber que ya tenía su presa acorralada, Sirius miraba con emoción el momento, Lupin frunció un poco el entrecejo pero no dijo nada. La profesora se disponía a atacar con fuerza al profesor de pociones cuando se escuchó una potente voz que los dejó a todos clavados en su sitio.

-¡¡¡¡ALTO!!!

-Qu...Qu...¿Qué pasa Albus? – logró preguntar la profesora McGonagall entre cacareos

-No puedes atacarlo Minerva – dijo el director con voz serena – es preciso que responda la pregunta de Herms Malfoy.

-Y...y...¿y después? – logró preguntar la profesora conteniendo sus cacareos

-Después puedes hacer lo que quieras – respondió el director con una sonrisa – mientras tanto.... Señor Lupin ¿podría hacer la pregunta por favor?

-Por supuesto profesor – dijo el hombre lobo bajando los ojos y comenzando a leer la pregunta – la señorita Malfoy desea saber si te has lavado alguna vez el pelo, también dice que no es por ofender pero lo tienes algo grasiento y no le eches la culpa al humo de las pociones.

-Estoy completamente de acuerdo con esa pregunta – dijo Sirius sonriendo a la cámara.

-¡Cállate Siri-boy! – espetó Severus de mal humor, en realidad estaba muy pálido y se alejaba disimiladamente de McGonagall – y para tu información Herms – continuó mirando a la cámara – yo me lavo el pelo seguido....

-O sea cada tres años – explicó Black.

-Lo que sucede es que por herencia es de carácter graso – continuó Severus que parecía no haber oído a Black – y ¡¡¡EL HUMO DE LAS POCIONES SÍ LO HACE VER MÁS GRASOSO!!!

-Parece que perdí mi dinero regalándote el libro "1232 excusas para no lavarse el pelo" – dijo Sirius aparentando resignación – siempre usas la misma, por lo menos deberías ser más original

-No me provoques Black – le advirtió Severus.

-En vez de amenazarme deberías empezar a correr – le respondió Sirius con voz burlona – ya has respondido la pregunta y McGonagall tiene más ganas de atacarte que nunca.

En ese momento Severus pasó de sonrojado (debido a la pregunta) a extremadamente pálido y salió corriendo unos segundos antes de que McGonagall saltara sobre el sofá en el que el profesor de pociones se había atrincherado y lo volcara.

-Es hermoso ver lo bien que se llevan – dijo el profesor Albus Dumbledore con una nota de nostalgia en la voz mientras destapaba uno de sus dulces de limón.

-¿Hay alguna otra pregunta, Moony? – dijo Sirius Black luego de mirar el lugar por donde había salido Severus con una sonrisa burlona

-No hay más preguntas – respondió Lupin que seguía leyendo el pergamino – No sabía que existían estas órdenes – agregó pensativo.

-¿Dijiste algo? – preguntó Sirius

-No... nada – dijo Remus dejando la carta con las otras que habían sido abiertas. – Gracias por tu carta Herms y... ¿Qué es legión de las lupinas?... me gusta mucho ese nombre.

-¿Seguimos con las cartas? – preguntó Sirius un poco confundido

-Creo que es lo mejor, Severus y Minerva aún pueden tardarse un poco – dijo Remus tomando otra de las cartas del montón (que la verdad no parecía avanzar mucho) – esta carta es de edysev.

-¿Edysev?

-Eso dice, padfoot – respondió Remus - ¿por qué lo dices?

-No... solo me parece un nombre un poco extraño nada más – respondió el animago

-Ya pareces Severus, burlándote de los telelectoespectadores – dijo Remus como en broma

-Y tu pareces McGonagall con tu seriedad y esas palabras tan ridículas – le respondió el animago de mala gana. Remus le hizo un gesto pero no le respondió y siguió leyendo la carta.

-Primero que todo edysev nos felicita por el programa – dijo Remus leyendo la carta – también nos cuenta que su lechuza se llama Pye, y su primera pregunta es para Ronald Weasley. – En ese momento salió Dobby a buscar a Ron

-Moony...

-...

-Moony

-...

-Moony...

-¿Qué quieres?

-Moony...

-Ya te pregunte si querías algo Sirius – dijo el licántropo exasperándose

-¿Estas enojado? – preguntó Sirius haciendo cara de perrito regañado

-¿Tú que crees? – respondió el hombre lobo con frialdad

-Pues... que sí – respondió el animago – lo siento... no era mi intención hacerte enojar.

-Como a mí me encanta que me digas McGonagall – dijo Remus en tono irónico.

-Tú me llamaste snivellus – casi gritó Sirius

-Porque te estabas comportando como él – le espetó Remus

-Y tú te estabas comportando como McGonagall – dijo Sirius furioso

-¿Eso crees?

-Sí

-Bien

-¡Bien! – Sirius se cruzó de brazos y le dio la espalda a Remus Lupin.

-Eh... ¿dice Dobby que me mandaron llamar? – preguntó Ron acercándose cautelosamente debido a que al parecer los ánimos estaban algo... alterados

-Ah... sí... Sigue Ron – dijo Remus amablemente e ignorando a Sirius que le seguía dando la espalda.

-¿Es para otra pregunta? – dijo el pelirrojo mirando con cautela la carta que Remus tenía en las manos.

-Sí – respondió Remus haciendo una sonrisa tranquilizadora – esta pregunta es de edysev y ella desea saber porque no dejas de ser tan tonto y le dices algo a Hermione, o aceptas públicamente que te gusta (si no ¿por que te pones celoso cuando mencionan a Krum?) o ya de plano aceptas que todas estamos locas e inventamos el romance que no existe. - a medida que Remus leía la pregunta, Ron se ponía más rojo que un tomate y apretaba fuertemente los puños.

-Pues por lo menos ya aceptan que están locas y crean castillos en aire – respondió Ron más rojo que su cabello - ¡¡¡¡Y YO-NO-ESTOY-CELOSO-DE-KRUM!!!! ¡No es mi culpa que sea un estúpido engreído que se crea lo mejor porque sabe jugar bien al Quidditch y Hermione se la pase hablando de él a todo momento como si su Vicky fuera la único que existe en este mundo y no tuviera otras personas con las que...!

-Cálmate Ron – le dijo el profesor Lupin, al pelirrojo que hablaba con voz entrecortada y luchaba por no dejar salir las lágrimas – todo está bien, Hermione te quiere...

-¡No! Ella solo... solo quiere a su Vicky... y me ignora... y yo... yo... buaaaaaahhh – ahora sí Ron estaba hecho un completo mar de lágrimas y tuvo que venir Hermione para llevárselo y seguir con el castigo.

-Que triste... – dijo Remus mirando hacia el lugar por el cual Hermione se había llevado a Ron y luego haciendo un gesto de disgusto intentó secar su túnica que estaba completamente empapada debido a las lágrimas de Ron.

-Yo te ayudo – dijo Sirius Black humildemente.

-¿Tú? – preguntó Remus asombrado - ¿No estabas enojado conmigo?

-Ya no – respondió Sirius con una sonrisa enorme mientras le apuntaba con la varita.

-�... Definitivamente no puedes soportar estar cinco minutos sin figurar ¿No? – preguntó Remus negando con la cabeza.

Como única respuesta Sirius esbozó una sonrisa más grande y con un movimiento de varita dejó seca la túnica de Remus, aunque también le hizo crecer una enorme cola gris de lobo, en la cara le salieron bigotes de gato y unas enormes orejas de perro.

-¡¡¡¡¡¡SIRIUUUUUUUUUUUS!!!!! – aulló Remus Lupin al notar lo que el animago había hecho - ¡¡¡Ya decía yo....!!!

La sonrisa de Sirius se convirtió en una carcajada y salió corriendo mientras era perseguido por Remus Lupin.

-Ya no nos quedan reemplazos – dijo Albus Dumbledore con un suspiro apareciendo en "cámara" – vamos a un corte de comerciales antes de que terminemos en un zoológico.

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Como por milésima vez en esta emisión suena la música de Hablemos de... y se observa el "set". El cual por cierto había regresado a la normalidad, el sofá ya no estaba tumbado y las plumas blancas que tapizaban el suelo habían desaparecido. Se veían dos personas sentadas en el sofá; una de ellas era la profesora McGonagall que había regresado a la normalidad y la otra el profesor Severus Snape, el cual estaba lleno de grandes puntos rojos, que eran sospechosamente similares a picotazos.

-Bienvenidos nuevamente a su programa de Hablemos de... – la frase de la profesora terminó en un fuerte cacareo (al parecer eran efectos secundarios del hechizo, Dumbledore le había advertido de eso)

-La siguiente pregunta de edysev es para la profesora McGonagall – dijo Severus intentando no reírse ante los cacareos de la profesora (que cuando la hacían agitarse mucho dejaba caer unas pocas plumas blancas)

-¿Puedes leer la pregunta Severus? – pregunto la profesora McGonagall reprimiendo un cacareo.

-Pues edysev dice que debes tener a alguien por ahí, que una mujer de tu edad debe ser casada y con hijos, o estaría amargada, y como no es tu caso, ella supone que tienes un romancillo por ahí ¿o no? – leyó Severus rápidamente y alejándose una prudente distancia de la profesora McGonagall

-¡¡¡¿QUÉ?!!! – la profesora no pudo reprimir un cacareo y un pequeño montoncito de plumas blancas cayó esparciéndose por el "set" – ¿Cómo es eso que una mujer de mi edad?, ¿Acaso insinúas que estoy vieja?... pues déjame decirte que soy muy orgullosa de mi edad... aunque... aunque no te la diga, te puedo asegurar que todos dicen que aparento diez años menos... – ese momento la profesora tensó sus labios y tomó el aspecto severo de siempre – Por supuesto que no soy una amargada, yo sé muy bien como vivir la vida... y creo haber dicho que mi única compañía en estos momentos es mi pez dorado Floppy.

-La siguiente pregunta es para... – en esos momentos el profesor Snape, que había respirado con alivio al ver que la reacción de McGonagall no había sido tan horrible como él esperaba, estalló en otra de sus indecentes carcajadas y no pudo reprimirla a pesar de las miradas de advertencia de McGonagall – para... para...

-¿De casualidad es otra pregunta para el señor Black? – dijo McGonagall haciendo mal gesto ante el comportamiento tan infantil del profesor de pociones.

-No... jajajajaja... la pregunta es... para.... jajajaja.... para... para Potty... – logró decir Severus en medio de una enorme carcajada – y yo dizque burlándome de Siri-boy.... este está cien veces mejor.... Potty... jajajajaja.

-Vamos Severus – dijo Minerva con una voz muy seria – cálmate, no querrás que le dé otro ataque a Potter, ya es suficiente con tener que soportarlo en ese estado.

-Por mí que lo internen en San Mungo - respondió Severus, pero al ver que Minerva estaba a punto de pasar a su estado de "Xeena la princesa McGonagall" decidió ceder un poco – está bien, como quieras... pero insisto en que San Mungo es una buena opción.

-Que alguien traiga a Potter – dijo la profesora McGonagall mirando alrededor suyo – creo que el señor Lupin lo dejó amarrado en el arbolito de la entrada.

-Yo... yo voy... yo traeré al Señor Salvador del mundo mágico, hijo de Lily y James Potter, estudiante de .....

-¡¡¡¡¡TRAELO YA!!!! – gritó Severus, haciendo que el elfo desapareciera inmediatamente del lugar.

-Deberías ser un poco menos violento con Dobby – le dijo la profesora McGonagall a Severus.

-Pues él debería dejar de hablar tanto – respondió Severus de mal humor – es insoportable.

-Sólo déjalo en paz – dijo la profesora McGonagall cortando la conversación al ver que ya se acercaba Dobby tirando con todas sus fuerzas de la cadena de Harry.

-Siga Potty – dijo Severus con una enorme sonrisa irónica sin importarle las advertencias que antes le había hecho McGonagall.

-¡¡¡¿CÓMO FUE QUE ME LLAMÓ?!!! – preguntó Potter poniéndose extremadamente rojo.

-Cuide ese tono si no quiere reducir más los puntos de su casa – dijo el profesor Snape con voz peligrosa – y lo llamé Potty ¿Tiene algún problema con eso?

-Por... ¿por qué me llamó así?... ¿Señor? – preguntó Potter haciendo su mayor esfuerzo por controlarse.

-Simple Potty – al oír nuevamente ese nombre Harry tembló de ira pero no dijo nada – ese es el nombre que le da edysev para hacerle la pregunta.

-¡¡¡¿¿¿QUIÉN TE DA EL DERECHO DE LLAMARME ASI???!!! – preguntó Harry con furia mirando a la "cámara" - ¡PARA TU INFORMACIÓN YO SOY UN HÉROE; SOY CASI UN DIOS Y NADIE TE DA DERECHO DE LLAMARME ASÍ PEDAZO DE...!

-¡Potty! – lo cortó Severus – 50 puntos menos para Gryffindor por irrespetar a los telelectocosasesas.

-Ni siquiera sabe cual es el nombre – dijo Harry con mal humor – es telelectoes...

-No le pregunté cual era el nombre – dijo Severus de mal humor – así que Potty otros 50 puntos menos por corregir a sus profesores y creerse un sabelotodo.

-Pero yo...

-Cállese Potty si no quiere perder más puntos – le dijo el profesor con una sonrisa macabra. - ¿Entendió?

-Sí... señor – respondió el chico de oro de mala gana.

-Mejor lee la pregunta Severus – intervino la profesora McGonagall al ver el mal aspecto que tomaba esa conversación.

-Está bien Minerva – dijo Severus con el tono de un niño al que han castigado – edysev dice en su carta: ¿Por qué demonios eres tan valiente? ¿Acaso quieres ser como tu padre y tu padrino de egocéntrico? ¡¡Me enfermas!!

-¡¡¡¿¿¿¿QUÉ????!!!. ¡ASÍ QUE AHORA SOY LO PEOR! ¿NO?, ¡ESTO ES EL COLMO! – gritó Harry completamente fuera de sí, mientras tiraba tan fuerte que arrastró a Dobby unos metros a pesar que este intentaba detenerlo con todas sus fuerzas - ¡MI PADRE Y MI PADRINO NO ERAN EGOCÉNTRICOS!, ¡Y YO TAMPOCO!, YO NO TENGO LA CULPA DE QUE SNIVELLUS EXISTA NI QUE PETTIGRW SOLO SIRVIERA DE LACAYO, ES CULPA DE ELLOS POR SER UNOS PERDEDORES Y NO TAN IMPACATANTES Y FAMOSOS COMO LO ÉRAN MI PADRE Y MI PADRINO Y COMO LO SOY YO... ¡TÚ ERES LA QUE ME ENFERMA!, ¡AQUÍ TODOS CREEN QUE TIENEN DERECHO A JUZAGARME! PERO YO SOY MAS PODESOROSO QUE TODOS USTEDES POBRES PERDEDORES, NECESITAN DE MÍ PARA QUE LOS SALVE YO SOY EL MÁS MMNmsjdgsgf...

-Ya le dije que se calmara Potty – el profesor Snape le había puesto mágicamente una mordaza al muchacho – creo que lo mejor para usted es una detención además de 100 puntos menos para Gryffindor, eso le permitirá recapacitar sobre su egocentrismo incontrolado.

-Mmmdfdhjgkdfgk....

-¿Qué?, ¿Qué le parece que 100 puntos son muy poco? – dijo Severus con voz burlona – lo siento Potty pero a Gryffindor no le quedan más puntos así que no le pude quitar más – y luego mirando a Dobby agregó – llévelo a las mazmorras... ¡Sin decir una palabra! – dijo rápidamente al ver que el elfo abría la boca para hablar.

-¿Para quién es la siguiente pregunta? – dijo la profesora McGonagall con cautela.

-Es para... para... – ahora Severus se había puesto muy rojo y parecía mirar con aprensión el papel – para...

-¿Para ti? – preguntó la profesora frunciendo el entrecejo al ver la reacción del profesor.

-No

-¿Entonces para quién? – preguntó McGonagall impaciente.

-Para... el... para el profesor Dumby – respondió Severus rápidamente, ahora no era el único que estaba rojo, McGonagall también se había puesto de este color y de la impresión había soltado un cacareo y otras tantas plumas.

-Gracias....gracias... – el profesor Dumbledore ingresó al campo de visión de la "cámara" en medio de fuertes aplausos y ovaciones – yo también te quiero... gracias...

-Eh... profesor....

-¿Pasa algo Severus? – preguntó el Director abriendo sus ojos con asombro ante el profesor de pociones.

-Bueno... pues... el nombre que le ha dado edysev – Severus estaba algo nervioso – usted nos mandó a leer textualmente las cartas y ella...

-¿Qué hay de malo con ese nombre? – el profesor estaba cada vez más asombrado

-Pues es que Dumby... es un diminutivo y pues...

-Yo no le veo nada de malo Severus – dijo Dumbledore con una sonrisa – la verdad me gustó mucho, creo queme cambiaré el nombre por Dumby, en verdad me gusta.

-Lo mejor es que leas la pregunta – dijo la profesora McGonagall haciendo un ademán de impaciencia.

-Bien, edysev pregunta si siempre tiene dulces de limón, que dónde los compra si son muggles y si le convida uno o dos para el camino. Que si es así se los envía con su súper lechuza negra llamada Pye. – leyó Severus

-¡Por fin alguien se interesa en el delicado arte de los dulces de limón! – dijo Dumbledore emocionado – Con respecto a tu primera pregunta sí, siempre tengo dulces de limón, es regla elemental que un mago siempre tiene que estar preparado, si salgo sin mis dulces de limón es como si saliera desnudo o sin mi varita. Los compro en el Londres muggle, en una tienda de dulces cercana al callejón Diagon. Cuando no los puedo comprar yo, entonces envió una carta urgente a Tom, el tabernero del Caldero Chorreante y él los compra por mí y me los envía vía lechuza... ¡Oh... son tan importantes y tan poco apreciados los dulces de limón! – el profesor sacaba nuevamente uno de sus dulces de limón y lo comía antes de responder la última pregunta - ¡Por supuesto que te convido dulces de limón!, ¡Mandaré a Dobby a la lechucería por Pye y te enviaré un tarro completo de dulces de limón!, ¡Como regalo te enviaré la revista de fanáticos de los dulces de limón y una carta de recomendación para que te acepten en el club!, ¡Toda la cantidad de cosas que podemos hacer con los dulces de limón!, ¡Hay unas recetas exquisitas que te puedo enviar si tu quieres...!

Los ojos de Dumbledore estaban extremadamente brillantes y hablaba de las deliciosas tortas y postres que podía hacer utilizando dulces de limón, la profesora McGonagall tuvo que tomarlo de la mano para sacarlo del "Set", mientras que Dobby prestaba mucha atención al profesor y tomaba nota de las recetas que este estaba explicando.

-Parece que le ha dado otro se sus ataques – dijo Severus mirándolo con cautela – solo espero que se le pase rápido.

-Yo solo espero que no nos inscriba a todos en el club de fanáticos de los dulces de limón – dijo la profesora McGonagall tensando los labios - ¿Hay alguna otra pregunta en esa carta Severus?

-Aún queda una pregunta – respondió Severus posando sus ojos en el pergamino, mientras leía su pálida piel pasó de un pálido a un saludable rosado y de allí a un alarmante rojo brillante – oh... bueno... eso... vaya....

-¿Algún otro nombre extraño? – preguntó la profesora McGonagall con cautela.

-No, está de lo más normal de este mundo – respondió Severus aún sonrojado pero con cara de orgullo

-Entonces... ¿es para ti la pregunta? – dijo la profesora McGonagall suspicaz

-Así es – respondió Severus que ahora hacía poses seductoras a la cámara.

-¿Se puede saber que dice? – preguntó la profesora McGonagall poniendo los ojos en blanco ante las poses de Severus

-Bueno ella comienza diciendo: Querido, amado, precioso, hermoso, bonito Severus Snape – leyó Severus con orgullo, mientras que la profesora McGonagall apretaba fuertemente sus labios para no dejar escapar una carcajada.

-¿Es que acaso la pobre está ciega? – preguntó una voz asqueada desde fuera de "cámara" - ¿O acaso necesita una poción y no sabe como hacerla?

-Cállate Black, lo que pasa es que estás celoso – respondió Severus con voz agria – te recomiendo que corras porque Lupin ya te alcanzó.

En ese momento se escuchó un fuerte estruendo y el aullido de Remus Lupin, mientras que se escuchaba un "¡rayos!" proveniente del animago.

-Sigue con la carta Severus – dijo la profesora McGonagall al ver al profesor de pociones dejar de poner cuidado a la carta por un momento y comenzar a burlarse del animago.

-¡Ah! Sí – dijo el profesor regresando a la realidad – lo siento Minerva, edysev desea saber por qué soy tan irresistible, dice que le encanto – en ese momento se hincho de orgullo – y que no le importa que yo sea pálido porque eso me da un toque de misterio que derrite.

-Si como no…

-¿Dijiste algo Minerva? – preguntó Severus mirando a la profesora con el entrecejo fruncido.

-No… que sigas con la carta – dijo la profesora luego de su milésimo gesto de impaciencia.

-Mira edysev – comenzó a decir Severus haciendo un ademán imponente a la cámara – eso… eso es algo que no puede ser explicado… es simplemente mi naturaleza… es como si le preguntaras a las flores por qué huelen así, o al sol por que brilla de esa manera…

-¡Nunca había escuchado nada más ridículo en toda mi vida! – el grito provenía desde fuera de cámara.

-¿Sabías Black que tu querido Lupin está a dos centímetros de destrozarte el trasero? - preguntó Severus mirando hacía fuera de "cámara"

-¡¡¿QUÉ?!!, ¡NO MOONY POR FAVOR ERA SOLO UNA BROMA!, ¡NO TE PONGAS ASÍ! – un nuevo grito desde fuera de "cámara" y un gruñido furioso acompañados de nuevos sonidos de golpes.

-Se lo merecía por entrometido – murmuró Severus - ¿En qué estábamos?... ¡Ah! Sí, como te iba diciendo edysev, esto es parte de mi misteriosa y exquisita naturaleza y aunque quisiera explicártelo no podría…

-Mejor sigue leyendo la carta - repitió nuevamente McGonagall debido a que ella estaba completamente de acuerdo con el comentario de Black.

-Edysev también desea saber si le concedería una noche – leyó Severus enrojeciendo nuevamente, mientras que McGonagall hacía un gesto escandalizada – dice que quiere enseñarme su libro: "Una y mil detenciones y castigos para alumnos insolentes" para que lo utilice contra Potty y el pelirrojo. Y ya de paso... puede… puede enseñarme otras cosas.

-Oh!! Por Dios – la profesora McGonagall estaba algo escandalizada con la pregunta de edysev.

-Verás edysev – dijo Severus haciendo una de sus miradas feroces a la "cámara" – la oferta es muy tentadora, pero mi agenda está muy llena, tengo que ser sincera contigo y he de decirte que no eres la única que me ha pedido una cita, así que tengo una enorme fila esperándome…. Aunque podrías enviarme el libro vía lechuza y… respecto a lo otro… veremos…

-Como si yo te lo fuera a permitir – dijo McGonagall de mal humor.

-Se me olvidaba que tú eres la culpable de perder una de mis citas – dijo el profesor de pociones mirando a la profesora McGonagall con resentimiento.

------------------- Flash Back --------------------

El profesor Severus Snape se encontraba haciendo su habitual ronda matutina por el castillo, estaba de muy buen humor debido a que ya había dado seis detenciones y cinco de ellas eran para alumnos de Gryffindor. Estaba pasando por uno de los pasillos del segundo piso, cuando metió las manos en los bolsillos de su túnica y en uno de ellos encontró un papelito que le recordó que tenía que ir a la lechucería.

Camino a la lechucería el profesor dio otras dos detenciones, que a pesar de ser para Hufflepuff, demostraban que el día era de lo mejor. Una vez en la lechucería se dedicó a buscar una lechuza que le pareciera la más confiable de todas, era cierto que hubiera podido usar su propia lechuza pero en realidad no quería levantar sospechas.

Una vez encontró la lechuza adecuada la llamó y esta se acercó y extendió obedientemente su pata para que Severus amarrara la carta.

-Buenos días Severus – dijo una voz que sorprendió al profesor de pociones - ¿Qué haces tan temprano en la lechucería?

-Buenos días Minerva – saludó el profesor volteándose lentamente hacia la profesora pero intentando que ella no viera a quién se dirigía la carta - ¿Haces la ronda?

-Eh… sí – la profesora estaba un poco nerviosa al responder la pregunta – pero no has respondido mi pregunta.

-Estoy pidiendo suplementos de pociones – respondió el profesor Snape rápidamente – se me acabaron las garras de dragón y las púas de erizo.

-Pero si tú siempre vas personalmente por el material – dijo la profesora McGonagall mirándolo con grandes ojos – te gusta escogerlo cuidadosamente, además ¿Por qué no usas tu lechuza?

-Pues… verás… Galatea está algo cansada y yo… - desafortunadamente en ese momento entró una corriente de viento en la lechucería que hizo que la carta que Severus tenía en la mano (y que aún no había atado en la pata de la lechuza) saliera volando y cayera a unos pasos de McGonagall que la recogió rápidamente.

-¿¿¿ANA MARÍA??? – preguntó (o casi gritó) McGonagall muy enojada al leer a quién iba dirigida la carta - ¿Se puede saber quien es esa tal Ana María?

-Pues ella… - Severus se había puesto muy rojo y se veía muy embarazado para responder – ella… ella..

-Estoy esperando – dijo McGonagall con su voz más peligrosa

-Ella es una de las telelectoeso… y… pues ella quería una cita conmigo – dijo el profesor cada vez más nervioso y acercándose cautelosamente a la puerta.

-Y tú tan bueno que eres le ibas a dar la cita ¿No? – preguntó McGonagall agitando la carta furiosamente.

-Bueno pues… yo…

-¡SEVERUS SNAPE! ¡Se supone que eres un profesor y no puedes andar dando ni buscando citas con los telelectoespectadores! – gritó McGonagall en el colmo de su furia - ¡Sal de aquí en este momento o iré a comentarle esto al profesor!

El profesor Snape no se hizo repetir la orden dos veces y salió rápidamente de la lechucería mientras que McGonagall lo miraba con furia y arrugaba la carta que tenía en la mano, pero luego de unos segundos sacó cautelosamente un papelito del bolsillo, lo amarró rápidamente a la lechuza que había escogido Severus y la mandó a cumplir su misión.

------------------- End Flash Back --------------------

-Eso ya no importa – dijo McGonagall restándole importancia al suceso – mejor termina de leer la carta.

-Ya terminé – dijo Severus mirando molesto a McGonagall – dice que no tiene más preguntas. Gracias edysev por tu carta… y… ¿Qué es la orden Severusiana? – preguntó mirando nuevamente la carta.

-¿La qué? – preguntó también McGonagall mirando extrañada al profesor

-La orden Severusiana – respondió este y mostrándole la carta a McGonagall le dijo – mira.

-Es cierto – dijo esta leyendo lo que él le mostraba – tal vez nos aclare ese misterio más adelante.

-Es posible.

-Sigue con la otra carta – dijo McGonagall señalando el montón que aún había sobre la mesa.

-La siguiente carta es de Eris eru – dijo Severus leyendo el sobre – dice que le ha gustado mucho el programa. Y la primera pregunta es para Black – agregó haciendo cara de disgusto.

-Creo que iba camino al bosque prohibido la última vez que estaba huyendo de Lupin – dijo McGonagall

-Pues que alguien vaya y busque al inepto ese – dijo Severus con voz autoritaria que hizo que McGonagall lo mirara como si creyera que se había vuelto loco – eh… sugiero… ¿No? – agregó Severus al ver la mirada de McGonagall.

Unos minutos después llegó Dobby seguido de Sirius Black, pero un Sirius Black que llevaba su túnica hecha pedazos, uno de sus brazos sangraba y tenía grandes rasguños en su cara aparte de un ojo morado y el pelo todo revuelto y lleno de hojitas y ramitas, eso sin contar que estaba completamente lleno de barro y tierra.

-Parece que Lupin logró alcanzarte – dijo Severus con voz burlona.

-Cállate Snivellus – respondió Sirius de malas pulgas y haciendo gestos de dolor debido a que tenía el labio terriblemente hinchado.

-¿Acaso quieres otra paliza?... ¿Siri – boy? – preguntó Severus con sorna.

-Lee la maldita pregunta de una buena vez – dijo Sirius de malas pulgas, le dolía demasiado el cuerpo para enfrentarse dignamente a Severus.

-Pobre Siri-boy – dijo Severus con voz de falsa pena y luego leyendo la carta agregó – pues Eris eru desea saber por qué sigues vivo en el programa si se supone que moriste… no podría estar más de acuerdo con ella

-Pues verás Eris – dijo Sirius reprimiendo un gesto de dolor – sucede al caer detrás del velo, vagué durante algún tiempo por varias dimensiones para luego aparecer en algún lugar del desierto del Sahara, donde fui rescatado por Dumbledore que me llevó a Hogwarts para protegerme del ministro de magia, quien aún me cree culpable (aunque no sabe que estoy vivo).

-Dumbledore no debió haberte rescatado – dijo Severus luego de escuchar la explicación – y… a propósito – agregó con una sonrisa – mejor sales a correr de nuevo porque parece te tu lobito ya te olfateó de nuevo…

Sirius no dejó que Severus terminara la frase y salió rápidamente del lugar antes de que un hombre con cola de lobo, bigotes de gato y orejas de perro lo atrapara para terminar de destrozarlo.

-Vamos con la siguiente pregunta – dijo Severus con una enorme sonrisa al ver que Lupin atrapaba de nuevo a Sirius y lo hacía gritar.

-Severus…

-Qué quieres Minerva…

-Es… pues…

-Dime que pasa…

-Es que tu has tenido mucho protagonismo en este capítulo y… pues…

-¿Qué con eso? – le preguntó Severus mirándola asombrado - ¿Qué quieres?

-Pues… me preguntaba si podía leer yo las preguntas de esa carta… ¿si? – Minerva lo miraba muy roja apretándose las manos nerviosamente.

-Claro – Severus le pasó muy sorprendido la carta a la profesora McGonagall, y luego con una enorme sonrisa le preguntó - ¿Para quién es la siguiente pregunta?

-Es para Ronald Weasley – dijo la profesora McGonagall leyendo el papel.

-Draco haz el favor de ir por el señor Weasley – dijo el profesor de pociones mirando hacia la izquierda de la "cámara" – debe estar en las cocinas con la señorita Granger – agregó con una sonrisa

-Por supuesto profesor – dijo Malfoy arrastrando alegremente las palabras – voy a poder burlarme de la comadreja en su agujero con la sangre sucia muajajajaja

-Deberías quitarle puntos por irrespetar a los compañeros – le espetó la profesora McGonagall al profesor de pociones con cara muy seria.

-Lo siento Minerva – respondió Severus con una sonrisa – no escuché lo que decía Draco sobre Weasley, estaba muy ocupado mirando como Lupin destrozaba a Black

-¿Si no lo escuchaste por qué sabes que hablaba de Weasley? – preguntó McGonagall mirándolo fijamente.

-Esto…. Yo… ehhhh…

-¡Profesor!, ¡Profesor!, ¿Aquí le traigo a Weasel! – gritó una voz algo sofocada

-¡Ahora no me podrás decir que no lo escuchaste! – gritó McGonagall enojada

-Por supuesto que lo escuché Minerva – respondió Severus con una sonrisa – cinco puntos para Slytherin señor Malfoy

-¡¡¿¿¿Cinco puntos???!! – preguntó McGonagall escandalizada - ¿¿Acaso te volviste loco??, ¿¿Por qué le das puntos por ofender a los compañeros??

-Yo no le doy cinco puntos por ofender a los compañeros – dijo Severus con voz tranquila – se los doy por saber inglés, ¿sabes que eso sube el nivel de esta escuela?

-¡Eres incorregible! – logró articular la furiosa profesora McGonagall antes de leer la pregunta – Señor Weasley – agregó con voz enojada – la señorita Eris eru desea saber si usted desearía tener algo con Luna.

-¡¡¿¿QUÉ??!! – Ron estaba nuevamente más rojo que su cabello - ¡¡¡¿¿¿PRIMERO ME JUNTAN CON HERMIONE Y AHORA CON LUNÁTICA LOVEGOOD???!!!, ¡MAÑANA CON QUIÉN! ¿¿¿CON MYRTLE LA LLORONA??? – el chico se calmó un poco para luego agregar – mi corazón pertenece a una sola persona… pero ella… ella… solo habla de él… y yo… buaaaahhhhh

La profesora McGonagall se retiró prudentemente antes de que Ron empapara su túnica y el profesor Snape muy amablemente lo envió de regreso a las cocinas en compañía de Draco. "No puedo creer que llores así por una sangre sucia" le decía el rubio platino, mientras el pelirrojo lloraba inconsolable.

-Sigamos con las preguntas – dijo el profesor Snape con una sonrisa "encantadora"

-La siguiente pregunta es para mí – leyó la profesora McGonagall – para… el profesor Dumbledore.

-Dumby, por favor – dijo el director ingresando al "set" en medio de los aplausos - ¿Quieren unirse al club de fanáticos de los dulces de limón?

El profesor había cambiado su gorro de mago por uno con forma de limón, además llevaba una bufanda verde limón, varias escarapelas y una banderita que decía "Soy fanático de los dulces de limón"

-¿Puedes leer la pregunta Minerva? – dijo el profesor Snape luego de recuperarse del shock de ver así al director

-Eris desea saber por… por qué Albus y yo negamos que tuvimos algo – leyó la profesora temblando y poniéndose muy roja, mientras que la sonrisa de Severus se ensanchaba – si es tan… obvio

-Yo no lo niego – dijo el profesor Dumbledore "ejem, ejem" perdón Dumby, haciendo que el sonrojo de McGonagall aumentara y la sonrisa de Severus se hiciera enorme.

-¿No lo niega? – preguntó Severus interesado.

-No lo niego – confirmó Dumby – es más no tuvimos… tenemos

-¡¡¡¿¿¿TIENEN???!!! – el profesor Snape lo miraba en un tremendo estupor

-Aja, ¿acaso Minerva no te habló de eso? – preguntó Dumby asombrado

-La verdad no señor Director – respondió Severus con sinceridad

-Pues verás….

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Vale mátenme pero si no lo dejaba así no actualizaba nunca…

¿Una cosa quién quieren que gane en la lucha libre?... espero votos y apuestas….

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Un bioterio es un lugar especial donde viven los animales de laboratorio, este lugar tiene condiciones controladas de humedad, temperatura, iluminación y alimentación de los animales.

No se preocupen ya estoy escribiendo la segunda parte de este capítulo espero no tardar en actualizar y… han leído 57 hojas de Word (si acaso tenían curiosidad de la longitud de este programa)