Primero que todo les pido disculpas por el formato del capítulo anterior (ya lo arreglé), solo tengo permiso para usar el computador durante media hora y no pude arreglar mucho el formato porque se me había acabado el tiempo .

HABLEMOS DE... TODAS AMAN A LUPIN parte II

--- En el capítulo anterior ---

-Eris desea saber por… por qué Albus y yo negamos que tuvimos algo – leyó la profesora temblando y poniéndose muy roja, mientras que la sonrisa de Severus se ensanchaba – si es tan… obvio

-Yo no lo niego – dijo el profesor Dumbledore "ejem, ejem" perdón Dumby, haciendo que el sonrojo de McGonagall aumentara y la sonrisa de Severus se hiciera enorme.

-¿No lo niega? – preguntó Severus interesado.

-No lo niego – confirmó Dumby – es más no tuvimos… tenemos

-¡¡¡¿¿¿TIENEN???!!! – el profesor Snape lo miraba en un tremendo estupor

-Aja, ¿acaso Minerva no te habló de eso? – preguntó Dumby asombrado

-La verdad no señor Director – respondió Severus con sinceridad

-Pues verás….

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-Veras... Minerva y yo tenemos una relación muy antigua y fuerte – dijo el profesor Dumby con una sonrisa mientras que Severus abría enormemente sus ojos (y sus orejas para no perder detalle), sin tener en cuanta que la profesora McGonagall seguía tan roja como un tomate y balbucía algunas palabras sin sentido – ha sobrevivido a los buenos y los malos tiempos

-¿Tan fuerte es lo que hay entre ustedes? – preguntó Severus con voz entre el asombro y la envidia

-Me extraña que Minerva no te lo haya dicho – mencionó nuevamente el profesor Dumby con asombro – pero sí... lo que hay entre ella y yo es muy fuerte y data de hace muchos años.

-¿¿¿¿Qué es lo que hay entre ustedes???? – se escuchó preguntar a varias voces ansiosas desde dentro y fuera de "cámara"

-¿No lo han notado? – preguntó nuevamente Dumby con asombro – Pues entre Minerva y yo hay una fuerte y maravillosa amistad... comenzó desde que ella fue alumna mía y se la pasaba en mi oficina preguntándome sobre transformaciones... era la más avanzada desde primer año y... ¿Qué pasa..? – preguntó Dumbledore al ver la cara de decepción de todos...

-Nos imaginábamos algo más canden... digo diferente – respondió el profesor Snape.

-¿Acaso les parece que una amistad de taaaaantos años no es interesante? - Preguntó el director asombrado agitando su banderita de fanáticos de los dulces de limón.

-Pues no... pero al ver a la profesora McGonagall sonrojada y titubeando – respondió Severus nuevamente – pues... no sabíamos...

-Pues yo estaba sonrojada porque el director Dumbledore ("ejem, ejem"), lo siento Dumby dice que yo soy la mejor estudiante que ha tenido – dijo McGonagall mirando alrededor con orgullo.

-�. Bueno creo que podemos seguir con el programa – dijo Severus notoriamente desilusionado.

-¿Esa era la pregunta? – dijo Dumby con una sonrisa.

-Esa era profesor – respondió McGonagall – si lo desea ya puede retirarse.

-Listo... ¡Ah!... ¡Por cierto!... ¿No desean un dulce de limón? – preguntó Dumbledore al meter la mano a uno de los bolsillos de su túnica y sacar una manotada de dulces - ¿Les mencioné el delicioso helado que podemos hacer con dulces de limón?... Nunca había probado algo más delicioso...

Los ojos del director nuevamente estaban brillantes y el único que le prestaba atención era Dobby, que tomaba atenta nota de los ingredientes y pasos de la receta. Nuevamente McGonagall tuvo que tomarlo del brazo y sacarlo del lugar, allí Dobby acercó una silla para el director y se sentó a los pies de esta a escuchar la receta como si se tratara de un cuento.

-Mejor sigamos – dijo Severus al ver el estado del director - ¿Qué dice la carta?

-Por Dios – dijo McGonagall frunciendo el entrecejo mientras leía la carta – esto es...

-¿Pasa algo? – preguntó Severus sospechando otra pregunta comprometedora para McGonagall

-Es tan solo un comentario de Eris – respondió McGonagall aún con el entrecejo fruncido

-Pues léelo entonces – le espetó Severus

-Como quieras – dijo la mujer con un suspiro de hastío – Eris dice que eres un amor, que no le importa que te vistas de negro o que seas pálido (asumo que el blanquito se refiere a eso), que siempre vas a ser el mejor y...

-Eso es obvio – dijo Severus haciendo otra de sus poses a la cámara – es apenas natural que creas que yo soy el mejor, no hay discusión con respecto a eso, obviamente el negro es el mejor color de todos... ¿Habías dicho algo más Minerva? – preguntó Severus mirando a la profesora.

-Sí, Eris dice que después de ti sigue Ron que también es muy lindo y codiciado – siguió leyendo McGonagall

-Bueno... – Severus dejó un poco su pose prepotente al escuchar esto – creo que ahora estas mal Eris... (en el fondo se escuchaba un grito "¿lo ves?, ¡yo soy el mejor!")... en todo caso pasaré ese pequeño detalle por alto ya que por lo menos demuestras que tienes buen gusto en algunas cosas y...

-Ya, lo que quieras – dijo Minerva cortando al profesor Snape – Eris también dice que planea un secuestro así que cuídense... Y la última pregunta es para...

-¿Aún hay otra pregunta? – dijo Severus asombrado.

-Si lo digo es porque la hay ¿No? – respondió McGonagall muy malhumorada

-Yo solo preguntaba – dijo Severus mirándola con resentimiento – mejor termina de leer.

-La pregunta es para Remus Lupin – respondió McGonagall

-Qué lastima tener que molestarlo – dijo Severus aparentando pena.

-¿Por qué lo dices? – preguntó Minerva extrañada del con el comportamiento afable del profesor de pociones.

-Porque debería estarse divirtiendo con Black de una forma...

-¡Basta Severus! – la profesora McGonagall lo miraba enojada pero no agregó nada más al ver que Dobby se acercaba con el licántropo.

-¿Es verdad que me mandaron llamar? – preguntó Remus que aún tenía la cola de lobo, los bigotes de gato y las orejas de perro pero se veía feliz (sospechosamente una envoltura de chocolate sobresalía del bolsillo de su túnica y tenía manchas de chocolate en las mejillas).

-Eris desea saber si has tenido alguna relación con Sirius – preguntó Minerva, mientras que Severus soltaba otra de sus famosas carcajadas

-¿Otra vez con esa pregunta? – dijo Remus severamente aunque tomó un saludable tono rojo escarlata – aunque por lo menos hay que reconocer que esta vez tuvieron la delicadeza de preguntarme a mí y no a Sirius como siempre.

-Déjate de tus remilgos y responde la pregunta de una buena vez – dijo Severus desesperándose con la calma que aparentaba el licántropo.

-Lo que hay entre Sirius y yo no pasa de ser una amistad de muchos años – respondió Remus lanzando una mirada de advertencia a Severus.

-A otro perro con ese hueso – espetó Severus y luego se puso a reír como loco – Jajajaja, ¿Entendiste?... ¿Perro?.... jajajajaja ¿Hueso?..... no podría... jajajaja.... ser... jajaja... mejor.... jajajajaja.... como Sirius.... jajajajaja... o sea.... perro.... jajajajaja... y.... jajajaja .... hueso.... jajajajaja

-¡REACCIONA SEVERUS! – la profesora McGonagall comenzó a agitar desesperadamente al profesor de pociones para que dejara su estupidez y regresara a la realidad, este ya tenía una enorme baba que le escurría por la comisura de la boca y estaba como "ido" (signo infalible que indica "soy un idiota con problemas mentales"). Como último recurso, la profesora McGonagall dio una fuerte bofetada al profesor de pociones, la cual, aparte de mandarlo al otro extremo del "set", lo hizo reaccionar y retornar a su seriedad (que de paso hizo que su mejilla tomara un fuerte color rojo).

-Bueno... el... el caso es que nadie cree lo que acabas de decir, licántropo – dijo Severus rápidamente lanzándole a Lupin una mirada de profundo odio.

-Es mejor que lo creas – respondió Lupin con cara de pocos amigos – créeme, no querrás que haga contigo lo mismo que le hice a Sirius hace algunos minutos por molestarme.

-No, gracias – dijo Severus con una sonrisa irónica – yo no tengo ese tipo de inclinaciones.

-¡Te lo advertí! – rugió Lupin mientras que se lanzaba sobre el profesor de pociones como un lobo que no quiere dejar escapar una presa, mientras que este se ponía muy pálido pero sacaba su varita con un rápido movimiento y apuntaba a Lupin.

-¡ALTO LOS DOS! – gritó Minerva La princesa McGonagall antes de que alguno de los dos hombres tuviera oportunidad de atacar al otro - ¡Remus!, ya respondiste la pregunta así que sal de este lugar por favor, si quieres pelear o molestar a alguien bien puedes atacar al señor Black – agregó la mujer con voz iracunda y luego mirando al profesor de pociones continuó – y tú no te rías de a mucho Severus. Ya arreglarás tus problemas con Lupin cuando termine el programa.

-Yo no he hecho nada Minerva – respondió rápidamente el profesor de pociones, que había dejado de reírse en el acto (seguramente los colmillos de Lupin no eran cuestión de mucha gracia para él).

-Mejor continuamos con las preguntas – dijo la profesora McGonagall con voz algo cansada.

-¿Pasamos a otra carta? – preguntó tímidamente el profesor Snape – como dijiste que la anterior era la última pregunta

-Todavía no – respondió la profesora McGonagall mirando a Severus de manera sospechosa – aquí hay un último comentario de Eris.

-¿Qué dice? – preguntó nuevamente Snape, mirando con cautela a la profesora de transformación.

-Eris dice que cuando te ligan con otros hombres, eso hace que en comparación con tu "pareja" te veas mucho más lindo – leyó la profesora McGonagall mientras que Severus cambiaba de color violentamente.

-¡¡¡¡¿QUÉ?!!!! – es profesor de pociones se agitaba violentamente mientras que fura de "cámara" se escuchaban fuertes risas y gritos de "¡No se vería más lindo ni porque golpearan a sus parejas hasta hacerlas parecer cosas fungiformes!" - ¡ESTO ES EL COLMO!, ¡A MI NO ME INTERESA QUE ME VEA MÁS LINDO O NO!, ¡PARA ESO NO HAY NECESIDAD DE EMPAREJARME CON OTROS HOMBRES!, ¡YO NO SOY NINGÚN RARO COMO TODA ESA CANTIDAD DE DESVIADOS QUE HAY EN ESTOS LUGARES!...

-Es mejor que te calmes Severus – dijo la profesora McGonagall con voz tranquila – solo era un comentario de Eris, y además recuerda que las demás personas merecen respeto... El hecho de que sus gustos sean diferentes no te da derecho de llamarlos desviados ni nada por el estilo ¿Entendiste?

-Pero Minerva, no puedes negar que...

-¿E-n-t-e-n-d-i-s-t-e? – la profesora recalcó cada letra y tenía el exacto tono y mirada de una mamá regañona

-Si, Minerva – Severus se cruzó de brazos y bajó la mirada como un niño regañado.

-Ya que has recobrado la cordura vamos a seguir con las cartas – dijo la profesora McGonagall tomando otro de los sobres que había sobre la mesa. – Oh.... bueno....

-¿Qué pasa con esa carta? – preguntó Severus mirando extrañado a McGonagall

-Es otra carta de Eris – respondió la profesora McGonagall mirando extrañada el sobre

-¿Alguna otra opinión sobre los raritos? – dijo Severus de mala gana. La profesora McGonagall lo miró Severamente pero no le dijo nada y sacó el papel del sobre para leerlo.

-Eris dice que cree que tú te deberías transformar en una pantera negra – leyó McGonagall en la carta – tenías razón Severus, era una opinión de Eris sobre los raritos – agregó la mujer

-Ah!! – Severus se había puesto algo rojo debido a la carta de Eris y las palabras de McGonagall, aunque fingió no hacerle caso a la profesora – es obvio que yo debería se una pantera no un piojoso gato (McGonagall apretó fuertemente los labios), o un murciélago, solo una majestuosa pantera y...

-¡Ya deja de soñar murcielaguín! – gritó una voz desde fuera de "cámara" – cállate de una buena vez que hay que continuar con el programa

-Nadie pidió tu opinión Black – respondió el profesor Snape de mala manera – ¿no estabas... ocupado con tu licántropo? – preguntó en tono de burla

-Pero no es para que te pongas celoso Snivellus – respondió Black con tono irónico – yo no tengo la culpa que Remsie no quiera dirigirte la palabra

-¡No me llames Remsie!- se escuchó decir una voz enfadada fuera de "cámara" – mi nombre es Remus

-Parece que tu noviecita se ha alterado un poco – dijo Severus en tono de burla, y luego poniéndose serio – además yo-no-estoy-celoso y no-me-llames-snivellus.

-Mejor te callas si sabes lo que te conviene – dijeron al unísono dos voces desde fuera de "cámara"

-Pero que tierno – dijo Severus con su voz más empalagosa y desagradable - ¿Así de sincronizados son para todo?.

-¡Tú te lo buscaste! – gritaron los dos hombres al tiempo y lo que se vio un segundo después fue a Severus corriendo a toda velocidad, seguido muy de cerca por un enorme perro negro y un hombre con orejas de perro, bigotes de gato y cola de lobo.

-Comerciales – la profesora McGonagall puso los ojos en blanco y salió lentamente del campo de visión de la "cámara", mientras los otros corrían derrumbando todo lo que encontraban a su paso.

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-Bienvenidos nuevamente a su programa Hablemos de... – dijo la profesora McGonagall apenas regresaron de comerciales.

-La siguiente carta es de Meilin2 – dijo Severus con una voz que sonaba más como un quejido. Tenía muchos rasguños y moretones a pesar de que su túnica parecía en perfectas condiciones (al parecer había tenido que cambiar su vestimenta durante los comerciales) su brazo izquierdo estaba entablillado de manera rústica, además de llevar un collarín ortopédico.

-¿Qué dice la carta? – preguntó la profesora McGonagall sin importarle los enormes esfuerzos que hacía Severus para sacar el papel.

-Primero Meilin dice que le encanta el programa – leyó Severus y luego continuó haciendo una pose de superioridad – dice que soy un bombón y que soy el mejor, y que Black es un patético perdedor

La profesora McGonagall puso los ojos en blanco e hizo un gesto de impaciencia cuando Severus comenzó a hacer poses ante la "cámara"

-Mejor sigue leyendo la carta – dijo la profesora reprimiendo un nuevo gesto de impaciencia – antes de que decida mandarte a hacerle compañía a Lockhart

-También te manda saludos – leyó Severus rápidamente dejando de hacer poses antes de que la profesora decidiera cumplir su amenaza.

-Gracias – la profesora suavizó un poco la expresión – ¿Podrías leer la primera pregunta? - agregó

-La primera pregunta es para mí – respondió Severus – Meilin desea saber que demonios he hecho para estar tan bueno.

La profesora McGonagall puso sus ojos en blanco nuevamente y se acercó al profesor de pociones quitándole la carta de las manos.

-Déjate de ridiculeces Severus – dijo la mujer agitando la carta aunque sin leerla todavía – ¡Está bien que desees ser como Lockhart pero esto es el colmo!, debes leer las preguntas reales, no las que desearías que te hicieran.

El profesor miró con desagrado a la profesora McGonagall, pero no pareció enfurecerse a pesar de las burlas que se escuchaban desde fuera de cámara sobre todo una proveniente de una voz gruesa y burlona "Oh!! Snivellus cada vez caes más bajo, ¿en serio te gustaría que te preguntaran eso?. En realidad eso es una pregunta para alguien más como... yo, por ejemplo".

-Esa es la pregunta profesora – respondió fríamente Severus Snape, sin dar muestras de poner atención a las burlas de Sirius Black desde fuera de "cámara"

-Ya te dije que te dejaras de niñerías Severus – dijo la profesora enfadándose cada vez más – cómo crees que alguien... Oh!... es verdad – le profesora había empezado a leer la carta y ahora estaba roja de la vergüenza.

-Se lo dije – aunque el profesor seguía con su mirada gélida, interiormente disfrutaba el momento, la profesora no sabía como disculparse y Black estaba tan anonadado que no sabía que decir (o mejor dicho que insulto gritar).

-Lo... lo siento Severus – dijo una muy roja y tartamudeante Minerva McGonagall a un frío Snape - ¿Podrías responder la pregunta?

-Por supuesto – la actitud del profesor cambió de inmediato y se plantó ante la "cámara" con un ademán de seductora superioridad (que en realidad volvió la alegría al resentido Black, que ahora se carcajeaba de la actitud de Severus) – En cuanto a tu pregunta Meilin, pues para serte sincero, no lo sé. Supongo que es algo que viene en la naturaleza de algunas personas

-¡Claro que no lo sabes! – gritó Black desde fuera de "cámara" – Porque hasta a ti te asombra que alguien pueda creer que estas dizque "bueno" – el animago hizo un sonido de asco y luego comenzó a reírse – Creo que la pobre chica te ha confundido conmigo.

-No te preocupes Black perdono tu ignorancia – sorpresivamente Severus no estaba enojado sino que mostraba una enorme (y para quien lo desee encantadora) sonrisa mientras miraba hacia el lugar de donde provenía la voz de Black – seguiré el consejo de Meilin y no me enojaré contigo, además, no vales la pena.

Todo el set estaba estupefacto, todos miraban a Severus con los ojos como platos y en un segundo la cámara enfocó a Black, que también lo miraba asombrado, pero se estaba poniendo peligrosamente rojo y su expresión pasó de ser de un gran estupor a una enorme furia.

-¿QUÉ NO VALGO LA PENA?, ¿Snivellus Snape me está diciendo que no valgo la pena? – el animago estaba más furioso que nunca y agitaba con violencia su puño en el aire – A Sirius Black nadie... ¡Óyeme bien! ¡NADIE! ¡Le dice que no vale la pena y menos un pobre rarito familiar de vampiros! Y ...

-¡Cálmate Sirius! – era la voz de Remus Lupin que sujetaba con fuerza al animago para que no se acercara a Severus. El problema era que Black estaba medio ahogado debido a que Lupin (que ya había vuelto a la normalidad) le había pasado un brazo por el cuello para no dejarle avanzar y lo apretaba con demasiada fuerza.

-Hazle caso a tu noviecita Black – agregó Severus con una sonrisa aún más grande sin importarle la furiosa mirada de amenaza del licántropo – además por ahí dicen que "el que se enoja pierde".

El "set" estaba en completo silencio, nadie se atrevía a decir una palabra, solo se oían los gritos ahogados de Black (al parecer Lupin aún no se daba cuenta que estaba ahogando a su amigo) y el rasgar de la pluma de Dobby que ya llevaba más de seis metros de pergamino anotando las recetas que le daba Dumbledore.

-¿Tienes un pacto con el diablo? – la profesora McGonagall parecía haber salido de un trance y había hecho la pregunta.

-¿Perdón? – el profesor Snape la miraba confundido y parecía no comprenderla

-Es la siguiente pregunta de Meilin – explicó McGonagall – está relacionada con la pregunta anterior.

-Ah! – Severus sonrió nuevamente y regresó su mirada a la "cámara" – No, no tengo ningún pacto con el diablo (Voldy no cuenta porque no es el diablo e igual, no viene al caso). Mi atractivo es totalmente natural (aunque unas pociones nunca están de más) – agregó el profesor con superioridad.

-¿Qué te gusta tomar? – preguntó McGonagall. El profesor Snape la miró confundido unos segundos pero luego se dio cuenta que era otra de las preguntas de Meilin y se preparó para responder.

-Nunca está de más una buena copa de wisky de fuego o de algún buen vino (los muggles son los mejores) – respondió el profesor como un experto – la cerveza no me gusta mucho porque me infla (te aseguro que no querrás verme con barriga), aunque no hay nada mejor que una infusión aromática o un té todas las mañanas.

La profesora McGonagall lo miraba asombrada y parecía no perderse ninguna de sus palabras. Duró con la boca abierta unos segundos antes de recuperar la compostura y continuar con las preguntas.

-¿Por qué te gusta tanto el negro? – Severus frunció un poco el entrecejo mirando a McGonagall quien acababa de hacer la pregunta.

-Meilin dice que no es que tenga ningún problema con eso – se apresuró a agregar la profesora haciendo que Snape desarrugara el ceño y la sonrisa regresara a su rostro.

-Pues el negro es un color sobrio, misterioso y aristocrático – dijo Severus – es... simplemente como si me describiera a mí mismo.

Se escucharon varios bufidos desde fuera de "cámara" y un resoplido de la profesora McGonagall. Severus no les prestó atención e hizo ante la "cámara" su pose más aristocrática (que para ser sinceros habría hecho reventar de la risa a Lucius Malfoy)

-Además – agregó el profesor titubeando y sonrojándose un poco – no me veo gordo con ese color.

-¡Eso es lo mas gay que he escuchado en mi vida! – gritó Draco Malfoy desde fuera de "cámara", el silencio de la profesora McGonagall ante este comentario indicó que estaba totalmente de acuerdo.

-Cual es la siguiente pregunta – dijo rápidamente Severus Snape intentando apartar de la cabeza de todos su respuesta y el comentario del Slytherin "Me las va a pagar apenas se termine el programa".

-¿Saldrías con ella? – la profesora apretó fuertemente los labios ante la pregunta.

-Oh!... bueno... yo... – el profesor se había puesto muy rojo y miraba nerviosamente a la profesora McGonagall – si te contara...

-¿Dónde hace la fila de espera para salir contigo? – la profesora estaba más tensa y sus labios prácticamente desaparecían en una línea blanca de lo apretados que los tenía.

-Para serte sincero la fila está muy larga... – el profesor seguía mirando nerviosamente a McGonagall – he recibido montones de propuestas como la tuya... además como he dicho antes yo soy un hombre muy selectivo... y pues....

-Además que sabes que está prohibido que tengas citas con las telelectoespectadoras - agregó la profesora McGonagall con voz un poco como resentida.

-Bueno... también – el profesor miraba ahora más serio a la profesora – en realidad esa es una norma de la que me he enterado recientemente, no estaba en el contrato (en realidad sospecho que la profesora McGonagall tiene que ver en esta nueva "norma"), creo que hablaré con el profesor Dumbledore sobre eso...

-¡Ni se te ocurra! – la voz de la profesora McGonagall era terriblemente amenazante

-Pero Minerva...

-Ya dije que no – la profesora usaba un tono cortante – hay otra cosa que Meilin desea saber.

-Lee por favor Minerva – dijo Severus, no era momento para contradecirla

-Dice que hace un tiempo se encontraba paseando en Hogsmeade y pasó por una casita muy rara y te vio saliendo de ahí con una sonrisa de oreja a oreja, que iba a correr para alcanzarte y...saludarte...y desea saber ¿exactamente que hacías saliendo de ahí, despidiéndote de Tonks de BESITO? y TAN TEMPRANO? Según ella eran las 7:45 a.m. – leyó la profesora asombrándose cada vez más

-Esto... yo.... – Severus estaba intensamente rojo y lo único que podía hacer era tartamudear – sinceramente... no... pensé que nadie se enteraría... digo....

-¡¡¿¿¿QUÉ???!! – el grito provino instantáneamente de dos gargantas.

-¡Nadie que sea de mi familia puede tener relación con ningún Snape! ¡NADIE! – gritó Black, que en esos momentos era enfocado por la "cámara".

-Pues a decir verdad tu tátara, tátara, tátara tía se casó con mi tátara, tátara, tátara primo – dijo Severus con la mayor sangre fría – así que técnicamente...

-¡Cállate snivellus! – gritó Black - ¡No voy a permitirle a Tonks que hable contigo!, ¡Pase un Snape en la familia!, pero dos nunca ¡Menos Severus Snape!.

-¡Ya me va a oír Tonks! – dijo Remus Lupin con mirada furiosa - ¡Mira que dejarme y cambiarme...!

-¡¡¡¿¿¿QUÉ???!!! – ahora el grito provenía de Severus y Sirius.

-Bueno... pues Tonks y yo.... – Remus Lupin estaba muy rojo y se miraba las manos mientras que titubeaba palabras ininteligibles.

-Eso no es relevante en estos momentos – dijo McGonagall furiosa, haciendo que todos se quedaran callados, incluso que Lupin la mirara asombrado – La pregunta de Meilin se refiere a Tonks y Severus no Tonks y Lupin.

-Pero Minerva...

-Pero nada – respondió la mujer inflexible – responde la pregunta Severus.

-Lo que pasó fue que el día anterior estuve hasta muy tarde en Hogsmeade y se me pasó la hora de llegada – dijo Severus mirando Minerva – tu bien sabes que Dumbledore no nos deja entrar al castillo después de las once.

-Continúa Severus – la profesora McGonagall lo miraba severamente

-El caso es que no me di cuenta de la hora (las streapers...) – continuó Severus – así que cuando reaccioné, me di cuenta que tenía que buscar un hotel para pasar la noche, el problema era que ya no tenía nada de dinero por lo que me encontré en la plaza de Hogsmeade tratando de buscar una forma de solucionar mi problema.

-¿Y de casualidad Tonks cayó del cielo? – preguntó McGonagall con tono irónico

-Eh... más o menos – respondió Severus algo aturdido – en realidad si llegó Tonks, pero no cayó del cielo.

-¡Explícate! – gritaron al unísono Black y McGonagall

-Ya les dije antes yo estaba en la plaza – explicó Severus – Estaba a punto de pasar la noche en un banco de madera de la plaza cuando algo me golpeó fuertemente y me hizo caer al suelo, sin contar con que la cosa que me había golpeado me cayó encima.

-Y entonces... – Sirius parecía impaciente por hacer que Severus continuara su relato.

-La cosa que me había caído encima se retiró torpemente y comenzó a pedirme disculpas de manera muy efusiva – Severus reprimió una sonrisa al ver las caras de Minerva y Black – en ese momento me di cuenta que la "cosa" era Tonks y ella también me reconoció

-No le digas cosa – amenazó Lupin antes de que el profesor continuara.

-El caso es que estaba muy apenada y preguntó si podía hacer algo por mí, así que decidí aprovechar la oportunidad y le dije que necesitaba un lugar donde dormir y ella accedió a ayudarme – dijo Severus.

-¿Y así sin más te llevó a su casa? – la voz de Sirius sonaba amenazante – No te creo

-Poco me importa Black – respondió Severus fríamente – si no me crees le puedes preguntar, no es mi deporte favorito pasar la noche con alguien de tu familia.

Sirius Black saltó dispuesto a darle un puñetazo a Severus, pero fue detenido por los fuertes brazos de Lupin, mientras que la profesora McGonagall únicamente decía:

-Continúa Severus

-El caso es que Nymphadora Tonks me ofreció el sofá de la sala para pasar la noche – dijo Severus – lo acepté debido a que no tenía otra opción. Salí temprano porque tenía clases en Hogwarts y bien sabes que no me gusta faltar a clases (sobre todo si se trata de la clase de Potter)

-¿Por qué la sonrisa? – la voz de la profesora McGonagall sonaba fría

-Bueno... todo mundo sabe que la señorita Tonks es la torpeza en persona – dijo Severus – así que no es de extrañar que hiciera demostraciones de esta cualidad durante el tiempo que estuve en su casa. Una vez llegas a superar las ganas de estrangularla por su estupidez la situación llega a se hilarante

-Digamos que te creo – dijo McGonagall no muy convencida – pero.... ¿Y el beso?, ¿Esa es otra de las torpezas de Tonks?

-Aunque no lo creas así es – respondió Severus – cuando salía de la casa Tonks salió a la puerta pero se enredó con la alfombra así que no tuve más remedio que evitar que se cayera. Aunque en realidad... nunca nos besamos, simplemente quedamos algo cerca, es posible que Meilin nos viera desde un ángulo en el que parecía que nos besábamos.

-Es posible... – repitió McGonagall

-¿Satisfecha? – preguntó Severus ansioso

-No mucho – respondió la mujer – pero es hora de continuar con las preguntas.

Severus respiró a pesar de que Sirius y Remus aún lo miraban como si desearan matarlo (en realidad se apretaban los nudillos al mejor estilo Crabbe y Goyle), decidió que era mejor no prestarles atención por el momento.

-La siguiente pregunta es para Remus Lupin – leyó la profesora McGonagall.

Remus se acercó a la profesora de transformación con aire afable y le pidió cortésmente que leyera la pregunta de Meilin.

-Ella desea saber ¿Cómo es que viéndote tan indefenso a simple vista seas un experto en DCAO? - dijo la profesora.

-Eso es muy natural – respondió Lupin sonriendo con orgullo – lo que cuenta es lo que viene adentro, aunque no lo creas puedo llegar a ser una persona muy fuerte. Es... no sé como explicarlo... lo de adentro es lo que cuenta... como... ¡Como en los chocolates rellenos! – la cara de Remus se iluminó – El chocolate de por sí es delicioso pero cuando trae algún relleno es mejor, en una caja puedes ver todos los chocolates de la misma forma y tamaño pero son diferentes porque en su interior esconden su esencia, ese sabor que los hace especiales y diferentes, los que vienen rellenos de fruta, o tienen galleta, si contar los que traen otros tipos de chocolate como relleno....

-Creo que es mejor que alguien lo saque de aquí – dijo la profesora McGonagall mirando casi compasivamente al licántropo – al parecer el problema de Dumbledore ("ejem, ejem")... Dumby es prendedizo.

En ese momento entró Sirius y se llevó rápidamente a Remus del lugar al mostrarle una rana de chocolate.

-La siguiente pregunta es para Potter – dijo McGonagall con un suspiro

-¡Que alguien llame a Potty! – gritó Severus con una macabra sonrisa.

-¡NO ME LLAME ASÍ! – se escuchó gritar a una voz que se acercaba desde fuera de "cámara"

-No se altere Potty – dijo el profesor Snape con voz peligrosa – No querrá aumentar su enorme número de detenciones y hacerlo INAGOTABLE. Usted bien sabe que el castillo es lo suficientemente grande como para mantenerlos a usted y sus amiguitos ocupados hasta que terminen sus estudios universitarios.

-Mejor lea la pregunta – respondió el chico de malas pulgas.

-¿Cómo? – preguntó el profesor Snape haciendo una mueca que era el intento de una sonrisa.

-Que si podría leer la pregunta por favor – dijo Harry como forzando las palabras y al ver que Severus le seguía mirando agregó - ... Señor.

-Minerva, léele la pregunta el señor Potter – dijo Severus sonriendo a la profesora.

-Meilin dice que su abuelita tiene un remedio infalible para los nervios, pregunta que si deseas probarlo, que eso te ayudaría con tu esquizofrenia – leyó McGonagall un tanto nerviosa.

-¡Pues bien por su abuelita! – respondió Harry poniéndose rojo – ¡lo único que me faltaba era que comenzaran a mandarme remedios de todas partes del mundo! Y ¡NO SOY ESQUIZOFRENICO!, ¡ya tengo suficiente con todas las porquerías que me hacen tomar esos estúpidos medimagos y Snape para creer que me hacen falta más cosas!

-¡Señor Potter! – dijo alarmada la profesora McGonagall – esa no es forma de responder.

-¡No me importa! – gritó Potter que ahora estaba morado y su cabeza se hinchaba con su ira - ¡Su abuelita sabrá como controlar los nervios pero no me conoce!, ¡Yo soy único e irrepetible!.

La cabeza de Harry comenzó a tomar un tamaño que no era muy normal, además que sus ojos comenzaban a salirse de sus órbitas y las gafas habían salido a volar.

-En eso tiene razón – dijo Severus con voz divertida – es el único globo humano refunfuñón

-Muy gracioso – comentó Harry irónicamente mientras su cabeza se hinchaba cada vez más.

-Por cuestionar el sentido del humor de sus profesores son diez puntos menos – dijo Severus seriamente – además por irrespetar a los telelectocosas y a los medimagos así como al profesor de pociones son ochenta puntos menos y... una nueva detención.

-Bldhfdhgsl

-No lo entiendo señor Potter pero es mejor que salga o.... mejor... flote de aquí – exigió Severus

El muchacho necesitó la ayuda de su padrino y de Lupin para poder salir del lugar, mientras se escuchaban las burlas de Malfoy por todo el lugar "¿No se te sale el aire por la raja que tienes en la cabeza?... etc"

-¿Para quién es la siguiente pregunta? – dijo Severus luego de ver como salía el chico Potter del lugar.

-Dice que es para todos los Weasleys – respondió McGonagall algo asombrada.

Unos segundos después de que la profesora McGonagall dijo esto un montón de cabezas rojas llegaron al lugar estaban Ginny, Ron, Billy, Charlie, Percy (que era mirado con recelo por el resto), Fred, George, Molly y Arthur. Todos muy sonrientes y saludando animados a la "cámara".

-¿Es verdad que van a hacernos una pregunta? – preguntó el señor Weasley muy animado

-Si, es una pregunta de Meilin – respondió la profesora McGonagall con amabilidad

-¿Y es verdad que van a vernos los muggles? – el señor Weasley estaba cada vez más emocionado

-Algunos muggles siguen el programa – la profesora McGonagall procuraba seguir sonriendo

-¿Cómo pueden vernos ellos?, ¿Es algún aparato prodigioso?

-Cariño...

-No Molly, yo quiero saber – respondió el Señor Weasley como un niño pequeño

-Ellos nos "ven" a través de su PC – la paciencia de McGonagall estaba empezando a agotarse.

-¿Un PC?, ¿Qué es eso?, ¿Es muy grande?. ¿Tiene cables?, ¿Tiene enchufes?

-La verdad es un poco largo de explicar... – la sonrisa de la profesora McGonagall era muy forzada y parecía que le dolía mantener su cara en esa posición.

-Yo tengo tiempo...

-¡Arthur!

-¿Qué Molly querida? – preguntó el hombre mirando a su esposa que tenía cara de enfadada.

-La profesora McGonagall está ocupada con el programa y no tiene tiempo para explicar el funcionamiento de los CP

-PC – le corrigió tiernamente el señor Weasley

-Como sea – respondió la mujer un tanto exasperada – el caso es que la profesora McGonagall está ocupada ahora

-Entonces será en otra ocasión – dijo el señor Weasley con tristeza y luego como recordando - ¿Es verdad que nos hicieron una pregunta?

-Así es – McGonagall hacía un enorme esfuerzo para no saltar sobre el hombre y estrangularlo

-Deja que la profesora lea la pregunta querido – dijo rápidamente la señora Weasley impidiendo que su esposo siguiera hablando

McGonagall miró a la señora Weasley con agradecimiento y luego miró la carta para leer la pregunta.

-Meilin desea saber que número tinte es su color de cabello – dijo finalmente McGonagall mientras los Weasley la miraban asombrados

-Esto es rojo Weasley ciento por ciento natural – dijo la señora Weasley muy enfadada mientras que el resto de su familia asentía con determinación – sería una afrenta decir que un Weasley no es pelirrojo natural, me niego a decir que usemos tintura. – la mujer se cruzó de brazos

-Eh... bueno... – la profesora McGonagall estaba algo nerviosa – eso era todo

Los Weasleys comenzaron a salir lentamente del lugar haciendo caras de indignación mientras que la señora Weasley se acercó discretamente a la "cámara" y comenzó a hablar en tono confidencial.

-Aquí entre nos – dijo la señora Weasley pegada a la "cámara" y hablando en un susurro – el rojo cobrizo es un modelo perfecto de Weasley 100 natural – luego hizo un guiño a la "cámara" – apuesto a que no sabrías diferenciar cual de todos es el que lo lleva.

Una vez hecho esto la mujer siguió a su familia fuera de campo de visión de la "cámara", cuando se escucharon dos respiraciones jadeantes que regresaban al lugar, mientras empezaba a sonar la música de alguna de las versiones de Rocky

-¡Señoras y señores! – gritó Fred

-¡Damas y caballeros! – agregó George

-¡No crean que hemos olvidado nuestro compromiso con ustedes! – Fred parecía tener un enorme micrófono en sus manos.

-¡No pierdan la sintonía de este programa! – George se acercaba más a la cámara - ¡La pelea del siglo entre "el Grim Black" y "el Vampiro Snape" continuará en cualquier momento!

-¡Aún falta el round decisivo! – continuó Fred - ¡No querrán perderse este glorioso momento!

-¡Estén atentos, esto podría pasar en cualquier momento! – la sonrisa de George se hizo enorme

-¡Fred, George!, ¡Vienen ya conmigo! – la señora Weasley tenía cogido a cada gemelo de una oreja y los arrastraba furiosamente a la salida, la música había dejado de sonar en el momento en que se había escuchado el grito de Molly Weasley.

-¿Para quién es la siguiente pregunta? – dijo el profesor Snape una vez vio con satisfacción la marcha de los gemelos.

-Es... para mí – respondió la profesora McGonagall leyendo la carta.

-¿En serio? – ahora Severus miraba con vivo interés al papel y a la profesora McGonagall - ¿Qué dice?

-Mmmmm – la profesora McGonagall estaba más roja que un tomate – no... nada

-¿Estas segura Minerva? – preguntó Severus con una sonrisa mayor – recuerda que debes leer todas las preguntas.

-Pues... – la profesora McGonagall estaba muy roja y se podría decir que respiraba con cierta dificultad – esto...

-Mejor lee ya la pregunta – dijo Severus con una de sus famosas sonrisas macabras

-Ya que así lo pides – la profesora tomó aire profundamente y comenzó a leer – Meilin dice que podré ser muy buena maestra y tener muy buena reputación pero que no cree que solo dormí la noche de la borrachera.

-¿A, no? – Snape se veía un poco alarmado por el comentario pero intentó contenerse - ¿Entonces?

-Dice – McGonagall hizo un gesto de desagrado pero aún así siguió leyendo – dice que nadie puede resistirse a ti

-Bueno, eso es muy natural – dijo Severus sonriendo abiertamente y olvidando su gesto de alarma (también olvidando la expresión en el rostro de McGonagall) ante lo que antes decía la carta – en eso Meilin tiene toda la razón. ¿Qué más dice?

-Pues – en ese momento McGonagall miró fijamente a Severus haciendo que se pusiera un poco nervioso – Meilin dice que quiere saber que pasó en realidad.

-Lo...¿lo que pasó en realidad? – Severus estaba muy pálido y temblaba de pies a cabeza

-Así es

-Es...¿Es que acaso no creyeron lo de la borrachera? – Severus estaba atónito

-Parece que no – la profesora McGonagall lo miraba con aspecto sombrío.

-En... En todo caso la pregunta es para ti y no para mí, así que no es mi problema – Severus se cruzó de brazos y tomó su habitual actitud de frialdad, mientras ahora Minerva lo miraba asombrada

-¡Esto es el colmo Severus! – gritó la mujer - ¡Estamos juntos en esto!

-Lo siento Minerva pero la pregunta es para ti – respondió inflexible el profesor

-¡Pero fue por culpa de tu imprudencia que todo el mundo se enteró de que algo había pasado! - gritó nuevamente McGonagall

-¡¿Mi imprudencia?! – gritó ahora Severus que se había puesto muy pálido - ¡No es mi culpa que hubieras decidido emborracharme ese día!

-¡¿¿Emborracharte yo??! – la profesora echaba chispas por los ojos - ¿Quién me crees acaso?

-¡¡¡¿Entonces a que se debían tus tales retos?!!! – el profesor Snape gritaba cada vez más fuerte

-¿De qué demonios estás hablando? – la profesora McGonagall ahora miraba confundida a Severus Snape

-¡¿Acaso no recuerdas que me retabas a tomar varias copas de Wisky de fuego o sino me harías preguntas comprometedoras?! – Severus estaba más blanco que una sábana cuando gritó a la profesora.

-¡Quería ver que tan estúpido podrías llegar a ser! – gritó McGonagall mirándolo fieramente - ¡Es imposible creer que un adulto tenga miedo a un juego de niños!

-¡Esas son tus disculpas! – gritó Snape - ¡si Flitwick no hubiera llegado a tu casa quién sabe que más me habrías hecho!

-¡¿¿¿QUÉ ESTAS DICIENDO???! – la profesora McGonagall había perdido completamente la cordura, lo que acobardó al profesor Snape - ¡Fue gracias a Flitwick que pude quitarte de encima de mí! ¡Desagradecido!

-¡Sobre todo! – el profesor gritó nuevamente - ¡Tú lo que querías era...!

-¡SUFICIENTE! – la profesora McGonagall estaba lívida y miraba a Severus fieramente, necesitó contar mentalmente hasta 10.500 millones y devolverse para tranquilizarse y seguir leyendo la carta – la siguiente pregunta es para Dumbledore (¡Por favor Minerva!), lo siento Dumby

-Así esta mejor – dijo un sonriente profesor Dumby, que entraba nuevamente al campo de visión de la "cámara" con su gorro, banderita y demás artículos de "fanáticos de los dulces de limón", mientras Dobby le seguía repartiendo a todos los dulces de limón que llevaba en una canastilla. - ¿Cuál es la pregunta de Meilin?

-CABRAS – leyó la profesora McGonagall

-¿Cabras? – el profesor Dumbledore la miraba confundido

-Exacto, Cabras – respondió la profesora McGonagall

-Pero... pero si las cabras no comen dulces de limón – el director parecía seguir confundido aunque su rostro se iluminó un momento – a excepción de Gertrudis, claro está. Esa cabra podía comer más de 100 dulces de limón en 10 minutos, ella y yo hacíamos competencias para ver cual era el mayor fanático de los dulces de limón y se llevó el trofeo durante seis años consecutivos. Si vieras lo feliz que era cuando Aberforth le daba sus dulces, los tres nos divertíamos de lo lindo con los dulces de limón. Nunca logré hacer con otra cabra lo que logré con Gertrudis, en realidad no comprendo por qué Gertrudis era la única inteligente a la que le gustaban los dulces de limón, las otras simplemente nos miraban mal e intentaban topetearnos cuando les ofrecíamos un dulce de limón, una vez en la provincia de...

-La siguiente pregunta es para la señorita Granger – dijo la profesora McGonagall con voz cansada luego de ordenar a Dobby que sacara al profesor Dumbledore (el cual tenía los ojos brillantes pero la mirada perdida) del lugar.

Unos segundos después entró al campo de visión de la "cámara" una castaña de pelo tremendamente alborotado y enmarañado, su delantal, cara y resto de ropa estaban tremendamente sucios y la chica parecía muy cansada.

-¿Me ha mandado llamar, Profesora McGonagall? – preguntó Hermione Granger mientras intentaba limpiarse la cara con el brazo

-Así es señorita Granger – respondió la profesora McGonagall – Meilin tiene una pregunta para usted

-¿Cuál es la pregunta de Meilin? – Hermione miraba la carta que sostenía la profesora McGonagall con interés

-Pues... Meilin dice: No me caes – leyó la profesora algo confundida, mientras que el profesor Snape miraba la escena con satisfacción y Hermione torcía el gesto y tomaba una actitud fría y dura.

-No me interesa – respondió la Gryffindor haciendo un gesto desagradable a la "cámara" – no eres la primera persona que me lo dice, tampoco le agrado a Rita Skeeter y la verdad no me siento mal por eso. Simplemente te digo una cosa, ya has podido ver que tengo mucho poder en este lugar (si no me crees puedes preguntarle a Rita) así que con ese poder y con mis influencias puedo hacerte desaparecer si así lo deseo... – Hermione hizo un gesto malvado y sonrió con aire de superioridad ante la "cámara" – así que te sugiero que te cuides, el pus de bubotubérculo no es mi única arma...

-Me temo señorita Granger que debo descontar 200 puntos de su casa y aumentar su detención en dos meses – dijo el profesor Snape con macabra satisfacción – usted ha infringido las normas principales de este programa: primero ha irrespetado a los telelectoespectadores y segundo ha amenazado a uno de ellos así que...

-No me importa – respondió Hermione en tono desafiante – así tenga que estar en detención el tiempo que me queda en Hogwarts les voy a demostrar quién es la que manda aquí.

-La última pregunta de Meilin es para Draco Malfoy – dijo rápidamente la profesora McGonagall luego de hacer un hechizo para que Hermione dejara de hablar y enviarla de vuelta a su detención.

En ese momento se escucharon algunos vivas y abucheos provenientes desde fuera de "cámara", mientras se observaba entrar en el lugar a un rubio platina, el cual llevaba a cada lado un "gorila" que miraba hacia los lados con actitud desafiante y alejaba a las personas (sobre todo mujeres histéricas) que intentaban acercarse al rubio.

-¿Cuál es la pregunta de Meilin, profesora McGonagall? – dijo el rubio arrastrando las palabras, luego de hacer aun ademán a sus dos gorilas para que se alejaran y lo dejaran solo con los presentadores.

-Primero que todo Meilin dice que es casi tan simpático y guapo como Snape – leyó la profesora McGonagall.

-¿Casi tan simpático? – Malfoy miró asombrado al profesor de pociones que sonreía abiertamente ante la comparación, e hizo un pequeño gesto de desagrado como si no estuviera de acuerdo con el orden que Meilin daba a sus preferencias, mientras que se oían gritos de colegialas histéricas (entiéndase Pansy Parkinson y sus amigas) que decían "¡Draquito para mí tu eres el número uno!", lo que provocaba intensos ataques de risa del lado de los Gryffindors. - ¿Qué más dice?

-Meilin pregunta que si no le gustaría visitarla algún día – leyó McGonagall frunciendo el entrecejo – dice algo sobre tiro al blanco con la cara de alguien.

-Verás Meilin – dijo Draco haciendo un ademán completamente aristócrata (que dejaría a su padre orgulloso) y arrastrando las palabras – mi agenda está muy ocupada, no eres la única que desea estar conmigo así que tendrás que anotarte en la lista de espera... Además – el rubio hizo un ademán de superioridad – tengo que investigar a profundidad tus antecedentes, debes saber que solo salgo con brujas, que deben ser sangre limpia completamente y tener fortunas que sean iguales o mayores a por lo menos la mitad de la fortuna que poseemos los Malfoy. En cuanto a lo del tiro al blanco, eso podría subir tu puntaje y en vez de darte una cita para dentro de dos años podría dártela para el final del otro año, es todo lo que puedo hacer por ti

-¿Algo más? – preguntó la profesora McGonagall al Slytherin

-Sí – respondió el Malfoy mirando fijamente a la "cámara" – si acepto visitarte es solamente para dejarte en claro que soy el MAS guapo y MAS simpático de todos, para un Malfoy no hay segundos lugares.

Draco salió del lugar mientras que Severus fruncía el entrecejo ante el desafío de su alumno, la profesora McGonagall parecía aliviada de no tener al Slytherin y a sus gorilas cerca.

-¿Ya terminamos con la carta de Meilin? – preguntó Severus a la profesora McGonagall

-Ya no hay más preguntas pero Meilin escribió algo más – respondió la profesora

-¿Qué dice? – preguntó nuevamente el profesor Snape

-Es una advertencia para Sirius Black – respondió la profesora McGonagall

-¿Alguien ha solicitado mi valiosa presencia? – preguntó el animago Black haciendo su entrada triunfal al lugar.

-Meilin tiene una advertencia para ti – respondió la profesora McGonagall, mientras que Severus sonreía ampliamente ante la cara que acababa de hacer Sirius.

-Dice que a la primera burla o comentario sobre Snape te enviará un velo negro cortesía de Bella... algo, además de un Shampoo anti-pulgas – leyó la profesora McGonagall haciendo que Sirius se sonrojara visiblemente y Severus soltara una carcajada.

-Parece que ahora necesitas que las pobres que están mal de la cabeza (porque hay que estar muy mal de la cabeza para ser admiradora tuya) te protejan porque no puedes tu solito ¿No snivellus? – dijo Black lanzando una mirada desafiante al animago.

-No caeré en tu trampa Black – respondió Severus aparentando tranquilidad – lo que sucede es que estás celoso porque tus dizque "fanáticas" no dan un centavo por ti.

-No te creas snivellus – respondió el animago – lo que sucede es que ellas te ven tan guiñapo y desaliñado que no es que te amen sino que creen que necesitas un cambio radical, además de ser un pobre incomprendido y rechazado que no sabe defenderse.

-¡Eso no es cierto! – respondió Severus casi perdiendo la paciencia - ¡Mis fanáticas creen que yo soy un Sex Symbol!

-¡Claro!, ¡El sex symbol de los vampiros flacuchos y desnutridos!, ¡Eres tan sexy como una lombriz de tierra! – dijo Black soltando una carcajada.

-¡TU TE LO BUSCASTE! – gritó Severus perdiendo la calma por completo y abalanzándose sobre Black sin que la profesora McGonagall pudiera hacer nada para impedirlo.

-¡Como lo habíamos mencionado anteriormente lo prometido es deuda! – gritó George Weasley con alegría sosteniendo su enorme micrófono, mientras nuevamente el lugar se convertía en un cuadrilátero, sonaba nuevamente la música de Rocky y los dos luchadores aparecían con sus llamativas mallas (negra la de Severus y azul eléctrico la de Sirius)

-¡Les traemos en vivo y en directo un nuevo round de la pelea del siglo! – gritó Fred al lado de su hermano.

-¿Será este el asalto final? – preguntó George haciendo voz de misterio.

-Eso solo podremos saberlo en unos minutos – completó Fred.

-Somos sus presentadores favoritos Fred y George Weasley con los comentarios del experto Lee Jordan – dijo George

-¡Y comienza de nuevo la pelea! – gritó Fred, luego que sonó la campana

-Parece que el vampiro Snape se ha ido con todo – dijo George emocionado – ha usado un ataque sucesivo de miradas de odio patentadas seguidas de gestos de odio y desagrado que han hecho retroceder al Grim hasta las cuerdas

-Si señores, el Grim se encuentra acorralado – agregó Fred – ha usado uno de sus ataques merodeadores y se ha escabullido del vampiro dejándolo confundido y a la merced del peligro. Escuchemos al experto Jordan sobre este ataque.

-El ataque merodeador es uno de los clásicos de Black y le permite escapar de los problemas cuando están en su punto más álgido – dijo Lee con tono de entendido – en ocasiones también le permite inculpar a otros con su cara de perro regañado.

-Pero el vampiro se ha repuesto del ataque y logra evitar por poco a Black quien ha intentado transformarlo nuevamente en su versión Severina – gritó George.

-Este ataque fallido ha enfadado más al vampiro que ha lanzado su caldero de pociones directamente a la cabeza del grim – dijo Fred.

-El ataque ha sido exitoso pero el grim no ha hecho más que tambalearse – agregó George – al parecer este luchador tiene la cabeza muy dura.

-Ahora el vampiro intenta un ataque de frascos de cucarachas y colas de tritones el cual es esquivado por el grim debido a su conocimiento del uso de estos ingredientes en pociones – dijo Fred

-Los ataques de pociones del vampiro no han surtido un efecto completamente satisfactorio debido a que el grim conoce el uso de los ingredientes de pociones así como la preparación de estas, lo que lo hace un adversario difícil en este campo – agregó Lee – los intentos fallidos del vampiro han permitido al grim recuperar fuerzas y este se encuentra dispuesto a contraatacar.

-El grim Black no puede adoptar en estos momentos su forma de animago pero aún así lanza un furioso ataque de mordidas al Vampiro Snape, el cual ha tenido que correr para salvar su trasero – dijo George

-Así es – agrego Fred – aún en su forma humana las mordidas del grim pueden llegar a ser peligrosas ¿No es así Lee?

-Eso es cierto Fred – respondió Lee – pero aún así el grim debe usar este ataque con cuidado debido a que la cabeza grasienta del vampiro lo protege, además su sangre vampírica puede llegar a ser peligrosa para el grim si la mordida es muy profunda.

-¡Ya déjate de juegos Vampiro! – gritó desde fuera de cámara el director Albus Dumbledore ("¡Por favor!")… perdón Albus Dumby – termina de una buena vez con el grim, ¡usa una de tus armas secretas!

-¡Parece que el público se está impacientando! – gritó George – ¡piden sangre y más acción!

-¡Con un ataque sorpresa el grim Black ha convertido al Vampiro Snape nuevamente en Severina Snape! – gritó Fred emocionado

-Me extraña que Black use nuevamente esa táctica luego de que le hubiera salido tan mal antes – dilo Lee pensativo – pero no podemos hacer más que conjeturas sobre lo que desea hacer Black con la mujer más horrorosa de toda Inglaterra y Escocia.

-Tal parece que Severina ha intentado nuevamente su ataque de taconazos y carterazos – dijo George – pero al parecer el grim ya lo esperaba y ha logrado prevenir el ataque.

-Parece que el grim Black ha decidido contraatacar – continuó Fred – y ¡Oh! ¡Señoras y Señores!, el grim Black ha cambiado su atuendo por el de el encantador, egocéntrico y aristócrata ¡Sirius Black!, reconocido como el hombre más seductor de Hogwarts y sus alrededores de los últimos cuarenta años ("¡¡¡¡Eso no es cierto!!!, ¡¡¡Yo soy mucho más seductor y aristócrata que ese pulgoso!!!!" gritó desde fuera de "cámara" una voz que arrastraba las palabras, mientras que se oía una voz similar decir "Cálmate, padre")

-Así es – dijo George – Black ha iniciado su ataque contra Severina con una de sus infalibles tácticas de seducción ("Hola nena, ¿cómo me veo?"… infalible �), pero parece que ella no es una chica fácil y el ataque parece no haber dado ningún resultado.

En esos momentos Black iba a atacar nuevamente a Severina haciendo una de sus sonrisas seductoras cuando se escuchó un fuerte estruendo y parecía que había un temblor, seguido por gritos histéricos muy agudos (que indicaba que provenían de mujeres).

Luego se vio una enorme estampida de mujeres, encabezada por Minerva McGonagall y Molly Weasley, que se subían al cuadrilátero y se abalanzaban sobre Sirius Black ahogándolo entre besos y abrazos y jurándole amor eterno. La mayoría de mujeres tenían entre 35 y 47 años aunque se podían observar algunas mucho mayores (¡¡¡Había una anciana de 80!!! O.O) y otras mucho menores (entre ellas Herms Malfoy, Blinkera-281y Serena Minamino).

-¡Señoras y señores! Esto se ha salido de control – gritó con voz ahogada Fred Weasley – al parecer el ataque de seducción de Black que no ha hecho efecto en Severina, si lo ha hecho en todas estas distinguidas mujeres

La "cámara" mostraba que cada vez llegaban más y más mujeres que chillaban histéricas, otras lloraban desconsoladamente y hasta algunas de ellas se desmayaban, en realidad no se veía a Sirius Black ni a Severina Snape por ningún lado y cada tanto se veían mujeres que gritaban de satisfacción mientras mostraban como un trofeo pedazos de tela que al parecer había sido hasta hacía algunos segundos parte del traje de Black. También se podían ver mujeres que daban puños, mordidas y golpazos a las otras (mientras fuera de cámara se oían varios gritos masculinos de "¡lucha en el lodo!, ¡Lucha en el lodo!"), hasta la princesa McGonagall la tenía difícil con tantas contrincantes.

-Al parecer la pelea tendrá que ser suspendida nuevamente por problemas que están fuera de nuestro alcance – dijo George algo decepcionado – ¡pero no desesperen! – agregó animándose un poco – ¡la pelea del siglo regresará en cualquier momento!

-De momento vamos a un corte de comerciales – dijo Fred, mientras esquivaba un tacón rosa de 12 centímetros que era sospechosamente similar a los que usaba Severina

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N/A: Fanáticas de Sirius Black, era todo lo que podía hacer por ustedes. Ni crean que volverán a ver algo así de nuevo.

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-Bienvenidos de regreso a su programa Hablemos de… - dijo el profesor Snape mientras miraba sonriente a una muy sonrojada y apenada Minerva McGonagall (aunque por un bolsillo de su vestido sobresalía un trocito de tela algo rasgada y arrugada)

-Sigamos con las cartas – fue lo único que se atrevió a decir McGonagall

-Bien, la siguiente carta es de Wlrine – leyó Severus sin disminuir su sonrisa – dice que le encanta el programa y nos envía saludos a todos.

-Gracias Wlrine, en nombre de todo el equipo – respondió la profesora McGonagall intentando ignorar las risitas y cuchicheos de dentro y fuera de cámara - ¿para quién es la primera pregunta?

-Para el director – respondió Severus intentando ahogar su risa y optando por no llamar "Dumby" a Dumby

-¿Otra persona conciente que desea unirse al club de los fanáticos de los dulces de limón? – preguntó el director emocionado agitando su banderita y haciendo brillar sus escarapelas.

-Pues… aquí no Wlrine no menciona nada sobre los dulces de limón – respondió Severus leyendo la carta.

-Está bien… - la sonrisa de Dumbledore desapareció un poco pero luego dijo – De todas maneras por haberme preguntado te mandaré un tarro de dulces de limón con tu lechuza además de un suplemento de la revista mensual "Fanáticos de los dulces de limón", allí encontrarás un cupón para afiliarte al club – Dumby sonrió ampliamente y guiñó un ojo a la "cámara"

-Eh… ¿Ya puedo leer la pregunta, profesor? – dijo Severus con voz algo baja

-Ah… claro, claro Severus – respondió el director mientras que destapaba (NUEVAMENTE) uno de sus dulces de limón

-Wlrine desea saber de donde viene esa pasión desaforada por las cabras de usted y su hermano – leyó Severus – dice que le da mucho de que pensar (malamente) de sus "amores" con las cabras.

-Lo de la pasión desaforada es algo de familia – respondió Dumbledore con orgullo – mi padre nos enseñó a mi hermano y a mí el amor por estos animales, aunque la verdad creo que mi hermano siguió más los consejos de mi padre – agregó con cierta tristeza – ya ves lo que tiene con Gertrudis… ¿Puedo hablar de Gertrudis? – preguntó mirando a los presentadores.

-Creo que no profesor – respondió la profesora McGonagall antes de que Severus pudiera hacerlo – no está en las preguntas de Wlrine

-Bueno – el director se mostró algo decepcionado pero aún así continuó hablando – en cuanto a lo segundo no hay nada más puro que el amor por una cabra, así que no hay que pensar malamente sobre esto, si entendieras lo que es ver esa hermosa piel blanca, el melodioso sonido de sus voces, el olor es un poco particular pero te olvidas de él unos segundos después de estarla observándola extasiado, ellas son tan…

-Ejem… profesor Wlrine tiene más preguntas para usted – lo cortó el profesor Snape

-¿Sí?... Bueno, lee la otra pregunta Severus – respondió Dumby con una sonrisa bondadosa, acomodándose su bufanda verde limón

-Desea saber donde consiguió a Fawkes y pregunta por qué no aparece en el programa – leyó Severus – también desea saber por qué su mascota es un fénix y si hay Fénix oscuros. Dice que Fawkes le encanta y es precioso, y que podría usar su canto para serenar al set cuando está… cuando las cosas se salen de control

-Esa es una muy buena pregunta wlrine – dijo emocionado Dumby – la verdad no te puedo revelar exactamente como conseguí a Fawkes, pero fue gracias a un muy buen amigo mío, es mi mascota porque quería un animal diferente (me gustan los gatos pero soy alérgico a ello), además que Fawkes es muy útil para muchas cosas (¡me trae dulces de limón más rápido que cualquier lechuza!, sin contar que puede cargar grande cantidades mientras que las lechuzas solo cargan paquetitos)… En cuanto a los fénix oscuros, pues no hay, verás Wlrine – Dumby miró fijamente a la cámara – el fénix representa a la luz (incluso los egipcios lo asociaban con el sol que nace de día y muere de noche) por lo que su color debe ser dorado, de esta manera también representa la bondad por lo que no puedes asociarlo con el color negro o propósitos diabólicos. En cuanto a usar su canto… creo que es una buena idea, supongo que así hubiéramos podido evitar que el pobre Sirius terminara inconciente en la enfermería – Dumby hacía cara de tristeza, mientras que McGonagall se ponía roja nuevamente y tartamudeaba algunas incoherencias y Severus hacía enormes esfuerzos por no soltar carcajadas.

-¿Algo más profesor? – preguntó Snape sacando al director de si ensimismamiento

-Sí – respondió Dumby – le diré a Fawkes que te parece precioso (ya verás como se va a poner de orgulloso) y le preguntaré si desea venir ¿Te parece?

-Gracias profesor Dumble… (mirada enojada del director) Dumby – dijo Severus – la siguiente pregunta es para la profesora Mcgonagall – agregó leyendo la carta.

-¿De qué se trata? – preguntó la profesora algo nerviosa

-Primero Wlrine dice que su estilo como presentadora es muy profesional – leyó Severus, haciendo que la profesora hiciera una sonrisa de satisfacción –pero – en eso la sonrisa de la profesora desapareció – dice que le falta darle diversión al asunto, que está muy acartonada como presentadora y como persona… que es hora de que se suelte su horrible moño – la profesora estaba roja de la ira – pero sin colarse conmigo – Severus enrojeció pero siguió leyendo a pesar de la mirada de Mcgonagall – dice que se aprovecha que mis fans no están cerca

-¡¡¡¿¿¿QUÉ???!!! – la profesora estaba tan alterada que luego de su grito se escuchó un cacareo y algunas plumas blancas de plumas azules cayeron al suelo (espero que se acuerden aún de los efectos secundarios del hechizo de Severus) - ¡¡¡¿¿¿Crees que soy acartonada???!!!, ¿¿¿Qué mi moño es horrible????, ¡¡¡como se nota que no tienes que lidiar con estos monstruos todos los días!!!, yo soy una persona seria Y-NO-TENGO-NADA-CON-SEVERUS-SNAPE, ¡Además yo soy una bruja totalmente calificada y sus fanáticas (por muchas que sean) no podrán hacer nada contra mí, ¡Además yo puedo llegar a ser muy divertida! – dijo con voz herida la profesora - ¡Una vez acepté bailar con Dumbledore!

-Tranquilízate Minerva – dijo el profesor Snape acercándose un poco a la mujer y consolándola – tú eres divertida

-Cierto… ¿Cierto que mis cubre teteras escoceses son divertidos? – preguntó la mujer entre sollozos

-Claro… claro que sí – respondió el profesor dándole algunas palmaditas en la espalda - no hay nada más divertido que los cuadros escoceses.

La profesora sonrió agradecida al profesor de pociones y se secó las lágrimas con la manga de su túnica.

-Ya podemos continuar con el programa – dijo la mujer

-La siguiente pregunta es para Fred y George Weasley – leyó el profesor Snape, feliz de no tener que calmar a McGonagall

-¡Por fin! – dijeron alegremente dos voces al unísono, al tiempo que dos cabelleras rojas entraban a toda velocidad al campo de visión de la "cámara"

-Finalmente han llamado a los que le ponen el toque interesante a la historia – dijo Fred Weasley con una sonrisa

-A los que le dan el sabor y el picante que necesita – agregó George

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Ya sé que está extremadamente corto pero considérenlo como un avance… espero subir en unos días el capítulo completo… (mientras estoy de vacaciones… lo intentaré)