Aunque no lo crean aún no he muerto, lo único que puedo hacer es pedirles enormes disculpas por este atraso tan garrafal (he acabado de notar que algunas de las preguntas son de hace más o menos un año) pero me han pasado mas o menos cincuenta mil cosas... Me disulpo si hay errores, lo subí apenas lo terminé así que no está muy revisado que digamos...

NOTA IMPORTANTE: Como han podido notar el horrible atraso de las emisiones creo que por el momento no recibiré más preguntas hasta que me ponga al día con las que hay, eso no quiere decir que no espero R/R ya que sus opiniones y críticas sobre el programa son muy valiosas para mí.

Esperando que sea la última parte de este programa para poder hacer uno nuevo...

HABLEMOS DE... TODAS AMAN A LUPIN Tercera parte

-La siguiente pregunta es para Fred y George Weasley – leyó el profesor Snape, feliz de no tener que calmar a McGonagall

-¡Por fin! – dijeron alegremente dos voces al unísono, al tiempo que dos cabelleras rojas entraban a toda velocidad al campo de visión de la "cámara"

-Finalmente han llamado a los que le ponen el toque interesante a la historia – dijo Fred Weasley con una sonrisa

-A los que le dan el sabor y el picante que necesita – agregó George

-A los únicos...

-a los inigualables...

-Fred – dijo George

-Y George – dijo Fred

-¡Weeeeaaaaaaasley! – gritaron los dos al unísono, arrancando algunos vivas de la gente fuera de "cámara"

-¿Ya podemos hacer la pregunta? – espetó la profesora en tono sarcástico mientras que los Weasleys seguían haciendo venias y recibían algunas flores lanzadas por el público

-Por supuesto profesora McGonagall – respondió Fred Weasley haciendo una especie de reverencia ante la mujer sin dejar de sonreír – su majestad La Princesa sabe que somos sus más humildes servidores

-¡Déjense de payasadas! – dijo la profesora McGonagall aparentando seriedad (aunque en realidad se había sonrojado un poco) – Severus lee la pregunta por favor

-Wlrine desea saber si alguna vez los ha castigado el Lican... digo Lupin o yo por alguna travesura que hayan hecho – leyó resignado el profesor Snape

-Mmmmmm déjame pensar – dijo Fred

-Me parece que... – George tenía una expresión de extrema concentración

-Creo que sí – respondió finalmente Fred

-El año que estuvo el profesor Lupin creo que llegamos a unos 15 castigos solo de su parte – agregó George

-En cuanto a Snape son aproximadamente 50 al año si no contamos las amenazas, las miradas intimidadoras patentadas o los golpes a la mesa cada vez que tenía clase con nosotros – finalizó Fred

-¿Puedes leer la siguiente pregunta, Severus? – preguntó algo nerviosa la profesora McGonagall al ver la expresión que estaba tomando el profesor de pociones

- Wlrine desea saber cuál ha sido la travesura más grande que le han hecho a Lupin o a mí – ahora el profesor Snape tenía un incontrolable tic en el ojo y miraba a los gemelos como si quisiera desollarlos vivos.

-Lupin era todo un reto – comentó Fred seriamente – parecía adivinar que le íbamos a hacer una broma y sabía en que consistían, no recuerdo bien una broma que nos haya salido bien con él...

-A Snape le hicimos cientos de bromas – continuó George con una sonrisa – las más clásicas eran las de agregar a los calderos de los de Slytherin ingredientes que hicieran estallar las pociones, una vez hicimos que un caldero se volteara sobre su cabeza y quedó como un moco gigante... (Severus estaba extremadamente rojo y miraba con intenso odio a los gemelos)

-... Sin contar con la poción que derritió completamente la parte trasera de su túnica – logró decir Fred entre carcajadas

-...Aún así creo que la mejor... – George se apretaba con fuerza el estómago intentando dejar de reír

-... La mejor... – Fred casi no podía respirar de la risa

-...es la del filtro amoroso... – logró decir George antes de ahogarse nuevamente con una carcajada

-...Estábamos... estábamos en sexto año... – Fred lloraba de la risa y eso le dificultaba hablar

-...Snape estaba explicando algo sobre pociones sanadoras... – George se secaba las lágrimas le que salían de los ojos y reía aún con más fuerza.

-...Llamó a... – Fred no podía hablas más

-... a Montague... - un nuevo ataque de risa evitó a los gemelos hablar un rato, mientras que el profesor Snape apretaba los puños furiosamente deseando tener el cuello de los Weasleys entre sus manos

-...iba... iba a darle una poción para el dolor de cabeza – logró decir Fred

-...pero... no... no se dio cuenta que... la poción... era... – George tuvo un nuevo ataque de risa

-era... era un filtro amoroso – las carcajadas no solo venían de Fred y George, ahora todo el set se reía fuertemente (incluso la profesora McGonagall tosía fuertemente intentando esconder su risa)

-Fred y yo lo habíamos cambiado cuando Snape fue llamado a la puerta – explicó George en medio de la carcajada general

-Fue... fue impresionante ver al ex capitán de Quidditch de Slytherin dar esos suspiros por Snape – ya ni siquiera McGonagall intentaba ocultar lo graciosa que le parecía la situación

-Lo... lo mejor de todo fue que... – una nueva carcajada le impidió a George terminar la frase

-El... el efecto del filtro – Fred era incapaz de controlarse y tuvo que sentarse en el suelo para intentar calmarse

-Duró... duró casi dos meses... – era imposible controlar la risa, McGonagall tuvo que sentarse en el sofá para calmarse un poco

-Y Snape... Snape tenía que correr como el diablo cada vez que veía a Montague – era la humillación máxima de Severus Snape, que solo consiguió salir velozmente del "set" antes de matar a los gemelos con sus propias manos.

Luego de cinco minutos de risa sin control todos los presentes lograron calmarse y la profesora recogió la carta que había tirado el profesor Snape al salir para seguir leyendo las preguntas a los gemelos.

-Wlrine también desea saber por qué no los han expulsado si incluso han usado a los de primero como conejillos de indias para sus experimentos – leyó la profesora McGonagall frunciendo el entrecejo y mirando fijamente a los gemelos que se sonrojaron un poco.

-Nosotros sabíamos hasta que punto llegar – dijo Fred con un tono de superioridad – el punto en el que debíamos detenernos

-En realidad lo de los conejillos de indias solo lo hicimos cuando Umbridge estaba aquí – agregó George haciendo cara de perrito regañado aunque que por un fugaz momento se vio a una muy enojada Hermione que levantaba y agitaba el puño violentamente pero que no podía decir nada debido a que Ginny Weasley le tapaba la boca con fuerza (en realidad casi la estaba ahogando).

-Esas son todas las preguntas que Wlrine tenía para ustedes – dijo la profesora McGonagall luego de revisar la carta dos veces

-Gracias a Wlrine y a la princesa McGonagall – dijo Fred con una sonrisa - ¡Y no olviden visitar Sortilegios Weasley en el callejón Diagon!

-¡Tenemos descuentos especiales para las primeras cincuenta personas que lleven nuestra entrevista grabada y para los que nos envíen preguntas! – agregó George con una sonrisa para luego salir rápidamente de "cámara" junto con su hermano al ver que la señora Weasley se acercaba para llevárselos.

-La siguiente pregunta es para Ronald Weasley – leyó la profesora McGonagall aprovechando que Severus aún no había regresado (en realidad se escuchaban fuertes ruidos a lo lejos, los cuales sonaban sospechosamente como tarros de cristal reventándose contra las paredes).

Unos segundos después entró Ronald Weasley vestido con su característica pañoleta y su delantal, así como con sus guantes (o sea aún tenía detención), el chico estaba algo pálido y se notaba en sus mejillas el surco que habían dejado sus lágrimas...

-Bien señor Weasley – dijo la profesora McGonagall – lo primero que Wlrine desea saber es por qué usted es tan cobarde y no se declara de una vez.

-Y...y...yo no sé sobre que habla Wlrine – Ron se había puesto muy rojo y le temblaba todo el cuerpo mientras tartamudeaba la respuesta - ¡Y yo no soy un cobarde! – agregó enojándose un poco – yo no tengo la culpa que Hermione...

-Parece que ya entiende de lo que habla Wlrine en su carta – dijo McGonagall con una mirada profunda

-¡No!... ¿dije Hermione, yo quise decir her... her... müchen...nee, es una palabra alemana – respondió Ron más rojo que su cabello (N/A: no le crean a él ni a mí, no sé ni jota de alemán)

-¿Y se puede saber que significa esa palabra? – preguntó McGonagall perspicaz

-Significa... significa que no soy un cobarde – dijo rápidamente el pelirrojo – y que no tengo ni idea de saber a quién me le debo declarar.

-Para ser tan pocas palabras expresan mucho – comentó McGonagall sin, aparentemente, notar un aumento en el temblor y sonrojo del Weasley – creo que lo mejor es continuar con las preguntas

-Yo también lo creo, profesora – dijo tímidamente el pelirrojo

-Wlrine también desea saber por qué es tan cobarde...

-¡YO YA DIJE QUE NO SOY UN COBARDE! – gritó el pelirrojo incapaz de controlarse

-Déjeme terminar la pregunta señor Weasley – dijo la profesora en tono enojado

-Lo siento profesora – dijo Weasley intentando (infructuosamente) hacer cara de perrito regañado

-Como iba diciendo antes de su interrupción, Weasley. Wlrine desea saber por qué usted es tan cobarde – nueva cara de disgusto del pelirrojo – y no se atreve a decirle a Harry que le molesta que se haga el héroe y el famoso.

-Yo... yo...

-¿EN SERIO PIENSAS ESO DE MÍ RON! – se escuchó un conocido alarido desde fuera de cámara

-No, yo... Harry... – el chico estaba cada vez mas nervioso

-¡YO PENSÉ QUE ERAS MI ADORADOR OFI… DIGO MI AMIGO! – gritó nuevamente Potter enojado - ¡YO NO TENGO LA CULPA DE SER UN TALENTO INCOMPRENDIDO, UN SALVADOR NATO DEL MUNDO QUE…!

-Harry… yo no… era Hermione la que…

-¿ME VAS A METER EN ESTO RONALD WEASLEY? – preguntó una muy enojada Hermione

-No…no Hermione pero eras tú…

-¡NO ERES CAPAZ DE RESOLVER TUS PROPIOS PROBLEMAS RONALD WEASLEY! – Gritó nuevamente Granger

-No Hermio…

-¡Ni se te ocurra decir una sola palabra más! – exclamó la chica bajando un poco la voz - ¡Bien se ve que te comportas como un bebé¡Primero le temes a tus hermanos y luego a Harry, no vuelvas a hablarme!

-Pero yo… - Ron estaba a punto de ponerse a llorar nuevamente pero la profesora McGonagall lo cortó rápidamente

-No hay tiempo para sus lloriqueos – dijo la mujer seriamente – tenemos que seguir con las preguntas de Wlrine

-Pero profesora…

-Ya le dije que nada de lloriqueos Weasley – respondió la profesora inflexible – Wlrine desea saber por qué es tan cobarde (una mirada intensa de la profesora Mcgonagall evitó que replicara algo nuevamente) y no se enfrenta a su madre para que le compre cosas nuevas

-Eh… yo, yo, yo, yo, yo – ahora sí que Ronald Weasley estaba asustado, no podía articular palabra y prácticamente perdió el color cuando vio a su madre acercarse con su característica actitud de tigre dientes de sable…

-¡Ronald Billius Weasley! – dijo la mujer muy enojada - ¡Cómo se te ocurre...¡¡¡Esto es el colmo!

-No..mmmma...mamá yo no – el pobre ahora sí que parecía una sábana – yo nunca quise...

-No lo puedo creer – ahora Molly Weasley había bajado el tono de voz que empezaba a sonar entrecortado – después de lo que hemos hecho por ti... – la mujer ahora se sonaba la nariz sonoramente – mira que guardar los mejores calzoncillos de Fred para que pudieras usarlos... y los boxers favoritos de George, si vieras el problema que era hacer que se los cambiara...

-Pero yo... – algunos comentarios provenientes de los de Slytherin se escuchaban fuera de "cámara"

-...Sin contar con el par de calcetines que pasó directamente de los pies de Percy a los tuyos – continuó la mujer sin, aparentemente. haber escuchado a su hijo – o las medias favoritas de Charlie que usó desde los 10 hasta los 20 años y pasaron directamente a ti, sin...

-En serio lo siento mamá – dijo el pelirrojo con rostro arrepentido y abrazando fuertemente a su madre para evitar que la mujer siguiera hablando – no era mi intención ser desagradecido

- Está bien Ronnie – dijo la mujer dejando de llorar de inmediato y causando una avalancha de burlas por parte de los Slytherin al ver como la mujer le limpiaba la cara con su dedo pulgar previamente ensalivado y le despeinaba el pelo tiernamente – nos vemos luego – agregó la mujer saliendo sonriente del lugar.

-Aún no puede irse señor Weasley – dijo la severa profesora McGonagall al ver que el pelirrojo hacía el amague de salir detrás de su madre – no ha terminado de responder todas las preguntas que Wrline tiene para usted – el pelirrojo se paró lentamente, aunque, pensándolo ya no podían preguntarle nada peor de lo que le habían preguntado.

-La última pregunta de Wlrine para usted – en ese momento Ron respiró un poco más calmado, solo faltaba una pregunta – es¿Por qué Molly Weasley no lo ha puesto a trabajar cosiendo balones a tres céntimos cada uno si son tan pobres?

-¿Qué es un céntimo profesora? – preguntó confundido el pelirrojo antes de responder la pregunta

-Es una denominación de moneda muggle – respondió la mujer como si fuera lo más obvio del mundo, pero al ver que el muchacho seguía con cara de puzzle explicó – asuma que son tres Knuts

-¡Ah, veo! – respondió el pelirrojo con entendimiento, y luego miró a la "cámara" – no creas que no lo hemos intentado Wlrine – luego suspiró – pero esto es el mundo mágico, así que cualquiera puede coser balones usando su varita, sin contar que nadie aprecia el trabajo manual de los magos y por si fuera poco quedan esos estúpidos elfos domésticos que no cobran ni un pobre Knut y...

-¡Ni se te ocurra decir esas cosas contra lo elfos domésticos Ronald Billius Weasley! – gritó una muy enojada Hermione - ¡Deberías sentir vergüenza por estos pobres seres oprimidos¡¡¡Es más¡¡¡Deberías invitar a todos los telelectoespectadores e unirse a la P. E. D. D. O., además deberíamos reconocer los excelentes trabajos de estos seres y pagarles no tres Knuts sino por lo menos un sickle! – los ojos de la chica comenzaron a brillar dementemente mientras Ron decía asombrado "¡Pero si un sickle son 29 Knuts!", al ver que Hermione cada vez hablaba más incoherencias como permitirles a los elfos hacer parte del Consejo internacional de Magos, la profesora McGonagall se vio obligada a lanzarle un petrificus totalus.

-Weasley, acompañe a la señorita Granger a la enfermería – dijo la profesora McGonagall, mirando a la desmechuzada (o amiga de la estática) estudiante tirada en el suelo mientras susurraba muy bajito – a Severus le hubiera gustado esto...

Ron salió levitando a Hermione mientras que el profesor de pociones regresaba al lugar como traído por un imán y se quedaba mirando interesado a los alumnos que sabían mientras que maldecía por lo bajo no haber estado para presenciar lo que le había pasado a Granger.

-¿Para quién es la siguiente pregunta Minerva? – preguntó el profesor como si nunca hubiera salido del "set"

-Es para la señorita Weasley – respondió tranquilamente la profesora McGonagall

-¿Es que acaso Wrline desea preguntarle a todos los Weasleys? – preguntó el profesor Snape con desagrado al tiempo que Ginny entraba al "set" – en ese caso nos llevaría por lo menos unos diez programas

-Esta es la última pregunta para un Weasley – respondió la profesora al seguir revisando la carta – además, Severus, te he dicho como unas cien mil veces que debes respetar a los telelectoespectadores.

-Pero Minerva...

-Pero nada Severus – lo cortó la profesora, y luego dirigiéndose a Ginny le dijo – la primera pregunta de Wrline es¿Por qué Ginny si Ginevra es muchísimo más bonito?

-Bueno... – Ginny se había sonrojado ante la pregunta – en realidad a mí también me gusta Ginevra, pero sucede que los tontos de Slytherin lo confunden con la bebida (Ginebra) así que es mejor usar Ginny, además mi familia me llama así para demorarse menos cuando me necesitan, es que tener que llamar a siete hijos... ya te imaginarás – agregó

-La siguiente pregunta es... – la profesora miró un poco nerviosa a Ginny pero aún así tomó valor y comenzó a leer la pregunta – Wrline desea saber si viste alguna vez alguna aparición de Tom Riddle cuando tuviste el diario

En ese momento Ginny palideció y comenzó a temblar intensamente, abrió la boca para responder pero se escuchó una furiosa voz que venía desde fuera de "cámara", y que se acercaba rápidamente para luego permitir ver a su dueño.

-¿Cuántas veces tendré que repetirlo¡¡¡Yo soy el único¡¡¡YO¡¡¡SOLAMENTE YO¡¡¡Solo yo puedo tratar temas relacionados con Lord Voldemort alias Señor Tenebroso o también conocido como Tom Marvolo Riddle en sus inicios! – gritaba (o aullaba) un pelinegro de ojos verdes fuera de sí - ¿Les dice algo la frase "el niño que vivió"¿No les suena conocido "El salvador del mundo mágico"? – agregó con sorna – ¡Eso me da la exclusividad y la franquicia para tratar los temas relacionados con Voldemort, o como le digo yo Voldy, por el lado de los defensores de la luz!

-Señor Potter ¡Cálmese! – decía una preocupada profesora McGonagall mientras que Ginny había aprovechado para escurrir el bulto y Snape lo miraba entre asombrado y divertido – Esa no es una actitud...

-¡Una actitud qué, profesora! – gritó más bien que preguntó el muchacho fuera de sus cabales - ¡Me explotan todo este tiempo exponiéndome como el salvador del mundo mágico y me hacen proteger sus traseros en varias oportunidades! – aquí la profesora lo miró realmente escandalizada - ¿Y ni siquiera me dan la exclusividad o regalías por hablar del tema¡Deberían pagarme cada vez que hablen de mí o toquen temas relacionados con la guerra!

-¡Silencio¡Impedimenta! – gritó de repente el profesor Snape apuntando con su varita al Gryffindor – me parece señor Potter que está exagerando un poco – le dijo el profesor ignorando la mirada de odio de su alumno – en realidad usted no tendría toda esta fama si no fuera por el Señor Tenebroso, así que si nos ponemos en el tema de las regalías creo que él debería recibir más crédito que usted – Harry lo miraba asombrado, mientras que desde fuera de "cámara" se veía a un pensativo Dumbledore... Dumby y a los Slytherin asintiendo frenéticamente – piénselo bien, si a él no le hubiera dado por todo este cuento Hitleriano de la purificación del mundo mágico y etc... usted no habría perdido a sus padres, ni tendría la cicatriz esa, ni la fama que lo hace tan insoportable ¿No le parece, creo que a los asesores del Señor tenebroso no les va a gustar mucho eso de la exclusividad que usted reclama y podrían meterlo en problemas legales, esto de los derechos de autor...

-Pero... esto... – Harry (que ya había salido de los dos hechizos miraba sombrado al profesor Snape) – No me parece que...

-Lo siento Harry, pero creo que el profesor Snape tiene razón – dijo el profesor Dumby mirando tristemente al chico dorado – solo espero que los representantes de Voldemort no se hayan enterado de esto, ven conmigo

-Si aún le interesan las regalías discútalo con ellos, Potter – dijo finalmente el profesor Snape a Harry entregándole la tarjeta de los representantes de Lord Voldemort mientras el chico dorado salía del "set" con aire triste.

-Creo que hemos perdido a la señorita Weasley – dijo la profesora McGonagall mirando para todos lados, al no ver a la pelirroja.

-De todas maneras no podemos responder estas preguntas hasta que no se arregle el tema de las regalías - dijo Snape con un suspiro – espero que lleguen a un acuerdo pronto... ¿Para quién es la siguiente pregunta, Minerva? – agregó el profesor de pociones animándose un poco.

-Es para Sirius Black – dijo la profesora McGonagall lanzándole una mirada de advertencia a Snape.

-¿Aún sigue convaleciente? – preguntó Severus como quien no quiere la cosa, haciendo que la profesora McGonagall se sonrojara un poco

-Bueno... la última información de Poppy es que ya recobró el sentido... – respondió una muy apenada profesora McGonagall mientras esperaban que Dobby (obviamente) trajera al animago. (N/A: como es muy posible que no se acuerden de lo que le pasó a Sirius, para más información los remito al capítulo anterior)

-¡Oh! Te ves muy saludable Black – dijo Severus con sorna, mientras veía a Dobby empujar la silla de ruedas en que iba Sirius, que también llevaba un collarín ortopédico, tenía un ojo morado, le faltaba pelo en varios lugares, tenía un brazo y una pierna enyesados además de una venda en parte de la cabeza.

-Muy gracioso Snivellus – respondió el animago con mal gesto, aunque con un hilo de voz, al parecer también se le dificultaba hablar

-Pero si te ves muy bien! – dijo Severus ensanchando su sonrisa cada vez más – Creo que deberías vestirte así más a menudo, si quieres te puedo ayudar con eso...

-Si estuviera bien te juro que no te atreverías a decirme eso – dijo Sirius con odio

-Sobre todo – respondió Severus con su voz de odio – mira como te dejó un pequeño grupo de mujeres

-¿Un pequeño grupo? – respondió Sirius – esto es lo que tengo que soportar por mis fans, si tu llegas a quedar como yo es por todas las mujeres que están intentando alejarte de ellas, no las que buscan quedarse contigo.

-¡Serás!...

-¡Calma los dos! – gritó la profesora McGonagall mirando furiosa a los dos hombres – Tú – agregó mirando a Sirius – preocúpate por responder estas preguntas

-Como quieras Minerva - respondió el hombre sonriendo seductoramente a la profesora haciendo que esta se sonrojara un poco y que Severus frunciera el entrecejo y la mirara de manera extraña (en realidad intentando contener una carcajada)

-Bien – dijo la profesora McGonagall reponiéndose – Wrline desea saber por qué eres tan creído – Sirius miró a la profesora un poco asombrado para luego responder

-¿Acaso no es obvio? – respondió mirando a la "cámara" con superioridad – No es que yo sea creído, lo que sucede es que con este porte, esta clase, sin contar esta cara y este cuerpo sería ridículo no notar que yo paso por algún lugar, en realidad tendrían que ser ciegas o tener un defecto muy grande...

-Como ser inteligentes, por ejemplo – dijo Severus intentando ayudar a Sirius

-Tú de eso no sabes nada snivelly – respondió serenamente el animago – cualquier mujer con un cuarto de cerebro sabría que tu solo sirves para hacer pociones o en su defecto como ingrediente.

-No digas nada, que con un movimiento de mi varita sería capaz de hacerte alimento para alguna de las bestias de Hagrid – dijo el profesor de pociones sacando su varita y apuntándole al animago

-Sería muy cobarde de tu parte, snivelly, atacar a un mago herido – respondió Sirius

-El hecho que se te haya partido una uña y se te haya corrido la pestañina (rimel) no indica que estés herido – respondió Severus con sorna

-La siguiente pregunta de Wrline – casi gritó la profesora McGonagall – es ¿por qué te metes tanto con Severus, es porque son más las que se fijan más en él que en ti?

-¡Ja! – exclamó Severus con un brillo de alegría en los ojos

-¿Acaso estás loca? – preguntó Sirius agitándose de tal forma que casi se cae de su silla de ruedas – Yo no tengo por qué estar celoso de un vampiro, la razón para molestar a Snivellus es simple: es un rarito y como rarito se merece que lo molesten, además si le cae mal a James también me cae mal a mí

-Que profundo eres Black – espetó Severus con sorna – eso demuestra tu profunda capacidad mental, ligada a la de otro idiota descerebrado.

-¡No se te ocurra llamar descerebrado a James! – el grito salió de tres gargantas al tiempo (aunque Harry en realidad dijo "mi padre"), mientras que tres varitas apuntaban amenazadoras al profesor de pociones.

-Ya basta todos – gritó la profesora de transformaciones, que había entrado a su fase de "La Princesa McGonagall" - ¡Severus! – el aludido se puso muy pálido y se encogió en su puesto lo que más pudo, mientras Sirius se burlaba pero quedó igual al profesor de pociones al ver la mirada enojada de la princesa - ¡Discúlpate por haber ofendido la memoria de James!

-Pero...

-¡Pero nada! – cortó la mujer con enojo - ¡Te disculpas ahora!

-Lo... lo siento Black – dijo entre dientes el profesor

-Así me gusta – dijo la profesora recuperando su aspecto habitual (que sinceramente no era mucho mejor...)

-¿Hay algo más en la carta? – se atrevió a preguntar Black

-Sí – respondió McGonagall antes de seguir leyendo – Wrline desea saber si molestas a Severus porque tiene mucho más morbo que tú de aquí a Pekín (Severus sacaba pecho y sonreía con orgullo mientras que Sirius aguantaba las ganas de vomitar) y que tu estás celoso de que tu cara bonita pero carente de nada más inspira menos pasión que un hombre culto, sexy, refinado y con un look cañero?

-¡QUÉ! – Sirius miraba estupefacto a la profesora McGonagall y a Severus que hacía poses aristocráticas frente a la cámara y se sentaba levantando una ceja – cómo te atreves a decir que yo, Sirius soy-el-hombre-más-sexy-de-la-tierra Black no soy más que una cara bonita? – Sirius comenzó a agitarse de tal forma que los vendajes que tenía comenzaron a caerse – por si no lo sabes – agregó mirando a la "cámara" – soy una de las personas más cultas y caballerosas que han pisado esta escuela, en mi casa recibí clases de glamour, etiqueta y normas adecuadas de comportamiento, sin contar con que también soy...

-¡Un gran cobarde! – gritó Severus cortando el discurso del animago – ya no tenías ninguna herida, Black – dijo el profesor de pociones al ver que Black en su impresión se había levantado de la silla y tenía el puño en alto mientras miraba con odio hacia la "cámara" – solamente te hiciste el convaleciente para no tener que enfrentarte conmigo porque temes que te de una gran paliza.

-¡Por supuesto que no! – gritó Sirius enojado, aunque un poco sonrojado al verse descubierto - ¡Un pobre vampiro desdentado como tú lo único que me causa es risa!

-¡Yo no soy desdentado! – respondió Severus cada vez más alterado – ni siquiera tuvieron que quitarme dientes cuando me hicieron el tratamiento de ortodoncia... Además¿a quién más podrías temerle aparte de mí? – preguntó con prepotencia

-No querrás saberlo snivellus – respondió el animago mirándolo con odio

-¿Por qué no¿Acaso le tienes miedo a alguna niñita¿O a tu noviecito el licántropo? – preguntó nuevamente Severus intentando provocar a Sirius

-Ya te dije Remus es solo mi amigo, además no lo llames licántropo – respondió Sirius mientras se acercaba lentamente al profesor de pociones

-Aún así no has respondido mi pregunta, pulgoso – apostilló Severus, mientras disimuladamente metía la mano al bolsillo de su túnica para sacar la varita en caso de ser necesario - ¿A qué le temes?

-No es tu problema, snivellus – respondió nuevamente Sirius

-El pulgoso tiene miedo nana, nana na... na – comenzó a cantar Severus mientras que Sirius se ponía cada vez más y más rojo y apretaba los puños con furia pero no se atrevía a atacar.

-Snivellus Snape...

-¿Qué quieres gallinita? – preguntó Severus con rostro angelical, y luego ensombreciendo la mirada – y-no-me-llames-snivellus

-Entonces Quejicus – apostilló el animago – y deja de burlarte de mí

-Yo no me burlo – respondió Severus – solo que digo lo que eres

-¡Yo no soy una gallina! – gritó Sirius que ya tenía los nudillos blancos de tanto apretar los puños

-Entonces ¿A qué le temes? – preguntó Severus sonriente

-Ya te dije que no era problema tuyo – Respondió el animago mirándolo con odio

-Lo que indica que eres un gallina – respondió Severus para luego ponerse a cacarear y a agitar sus brazos como si fueran alas mientras cantaba en un tono algo infantil – gallina, gallina, Black es una gallina, gallina, pon un huevo gallinita, gallina, gallina...

-¡ya basta! – gritó Sirius enojado aunque sin llegar a atacar a Severus - ¿Si te digo a que le temo me dejarás en paz?

-Veo que ya nos vamos entendiendo – dijo Severus calmándose al instante y haciendo aparecer su cara una sonrisa de negociante.

-Responde mi pregunta – dijo Sirius mirándolo con odio - ¿Si te digo a que le temo me dejarás en paz?

-Puede ser...

-Si o no, snivellus

-Está bien – respondió Severus intentando hacer cara de angelito

-Pues – Sirius lo miró algo nervioso – yo... yo...

-Estoy esperando Black – respondió Severus ensanchando más su sonrisa

-Yo le temo a bss, bbss, bsss,

-¿Qué? – Severus lo miró con cara de puzzle – No te entendí nada pulgoso – Sirius lo miró con odio pero aún así se acercó al oído de Severus para decirle

-Te dije que le temo a...

-¿Que le temes a la princesa McGonagall! – gritó con feroz alegría luego de escuchar lo que el animago le había dicho – pero si Minerva tiene como cien años más que nosotros ni siquiera creo que sea capaz de...

El profesor Snape quedó en silencio y prácticamente petrificado al ver los refulgentes ojos de la profesora McGonagall, que lo miraba peligrosamente y parecía estar a punto de pasar a ser la Princesa McGonagall para atacarlo

-Lo... lo que quiero decir es que sigas con las preguntas, Minerva – dijo el profesor Snape casi atragantándose.

-Wrline también desea saber si lo que sucede es que deseas a Snape – leyó McGonagall intentando ignorar a Snape, pero también comenzando a leer rápidamente debido a lo último que decía la carta – desea saber si es envidia o deseo, o que si lo que sucede es que amas a Lupin y el se fija en Snape...

-¡PERO ESTO ES EL COLMO! – gritó Sirius completamente fuera de sus cabales - ¡desear a Snape¡¡¡DESEAR A SNAPE¡Esto es lo último y lo peor que me podría pasar¡¡¡¿Es que acaso estas loca! – preguntó mirando con odio a la cámara - ¡Yo a snivellus lo odio¡¡¡LO ODIO¡Entiéndelo bien¡¡¡No le tengo envidia y MUCHO MENOS LO DESEO¡Esto es un ultraje¡¡¡UN ULTRAJE¡y Remsie tampoco lo ama¡Teniéndome a mí co..., digo¡¡El es totalmente hetero¡¡¡Nada que ver con ese grasiento vampiro!

- Ten cuidado pulgoso, la princesa viene por ti – dijo Severus con sorna

-¡Esto es todo tu culpa! – gritó mas fuerte Sirius mientras sacaba su varita y apuntaba con ella a Severus - ¡Apostaría mi fortuna que fuiste tú el que se hizo pasar por esa tal Wrline y mandaste esa carta!

-Pues ya puedes ir haciendo el traspaso de bienes pulguiento, yo no tuve nada que ver con Wrline – dijo Severus tranquilamente – ella es lo suficientemente brillante como para darse cuenta lo idiota que eres y lo espectacular que soy, solita. Más bien ten cuidado no sea que venga la princesa a comerte esta noche, ve a consentir a tu noviecita Lupin que está loca por mí – agregó con sorna

-¡No me importa¡¡¡Esta me la pagas Snivellus Snape! – gritó Sirius completamente furioso mientras de su varita salía un rayo rojo que Severus logró esquivar por poco.

-¡Siiiiiiiiiiiii, Señoraaaaaaaaaaaas y Señoreeeeeeeeeeeeeessssssssss! – gritó un alegre Fred Weasley desde fuera de cámara

-¡Regresamos con un nuevo round de esta emocionante batalla de dos titanes, el grim Black y el vampiro Snape! – agregó George

-Como recordarán, el round anterior fue interrumpido debido al ataque de una horda enardecida de fanáticas de Sirius Black – reportó Fred un poco más serio

-Eso nos hace suponer que el grim Black se limitará a usar su forma de animago, no creo que desee exponerse a otro ataque de locas, digo de fanáticas encabezado por la Princesa McGonagall – agregó George con una sonrisilla mientras que se veía a la Princesa intentando gritar argo pero estaba fuertemente atada además de tener una mordaza.

-Es hora de seguir con el combate – dijo Fred sonriente mientras se veía a los contrincantes en cada esquina del cuadrilátero – Somos sus comentaristas estrella George y Fred Weasley con los comentarios del experto Lee Jordan

-¡Esto es increíble! – gritó George - ¡El grim ha tomado de inmediato su forma de animago¿Cómo puede ser esto posible?

-Parece mi querido Weasley que esto ha sido obra de Potter – dijo Lee con voz de entendido

-¿De Potter, no entiendo Lee – preguntó Fred frunciendo el entrecejo

-Parece que Black ha podido recuperar sus pulgas gracias a que pasa gran parte de su tiempo con Potter, parece que el grim está dispuesto a liquidar la pelea de una vez – respondió Lee

-¡Ya lo creo! – gritó George – el grim ha lanzado tres ataque sucesivos de pulgas y mordidas contra el vampiro y lo tiene acorralado contra las cuerdas.

-Mientras tanto, la réferi sigue intentando soltarse las cuerdas y las mordazas, por lo que no puede declarar ilegal el golpe que el Vampiro Snape le ha dado en la cabeza al Grim Black con una silla que le ha pasado el director Dumby – dijo Fred

En esos momentos se veía al Vampiro Snape golpear al Grim Black fuerte y repetidamente en la cabeza con la silla (como un maniaco), mientras este estaba algo atontado (más o menos .) e intentaba alejarse.

-¡Parece que el grim ha desarrollado un nuevo ataque! – agregó George

-Así es George – dijo Fred – el vampiro se aleja tambaleándose e intentando taparse la nariz ¿En que consiste este ataque, experto Lee?

-Parece que el Grim ha hecho uso de su glándula de olor – respondió Lee, mientras se ponía una máscara antigases al igual que el resto del auditorio - para lograr un mejor efecto, este olor se ve reforzado con una patente falta de baño.

-El vampiro ha usado el hechizo casco burbuja, lo que le permite tener provisión de aire fresco, aunque evita que use sus colmillos – dijo George

-¡Y parece que quiere darle al grim una cucharada de su propia medicina! – gritó Fred emocionado – Ha sacado un Kit de pociones descompuestas, cuyo olor hemos de suponer es peor al de la glándula de Black ya que este por poco se desmaya a pesar de estar acostumbrado a andar entre la basura.

-Aún así el grim se recupera y lanza un nuevo ataque de pulgas al Vampiro, que tiene que hacer uso de sus miradas de advertencia patentadas además de mostrarles sus piernas tan flacas como dos estacas (N/A: hasta me sale en verso) para ahuyentarlas – agregó Fred

-¡Oh, Oh! – dijo George – el grim ha recuperado su forma humana para usar su varita por un momento y atacar al vampiro con el viejo hechizo del aceite que sale de la cabeza

-Aunque esta vez tiene una pequeña variante – dijo Fred – el aceite que sale del pelo del vampiro está inundando su casco-burbuja por lo que debe deshacerse de él inmediatamente para evitar ahogarse en su propia grasa ¡El grim ahora va con todo!

-Aún así el vampiro no se queda atrás – agregó George – luego de alejar un poco al grim con un ataque de miradas patentadas, ha comenzado un ataque de pociones explosivas contra el grim Black, que las esquiva con dificultad.

-El grim nuevamente lanza un ataque de mordidas debido a que intenta atrapar una de las piernas del Vampiro, ya que piensa que es un palo de juego – dijo Fred.

-Una de las pociones que ha lanzado el vampiro sobre el grim le ha caído en la cabeza y ahora el perro es una gran masa verde gelatinosa – gritó George

-En palabras más claras es un moco gigante – explico Lee Jordan

-Es cierto – agregó Fred – el Vampiro se prepara para terminar el combate lanzando al Grim-moco-gigante fuera de el cuadrilátero y...

-¡No puede ser! – gritó George estupefacto – ¡la princesa McGonagall ha logrado librarse de las cuerdas y las mordazas que la ataban y ha lanzado a los dos contrincantes fuera del cuadrilátero!

-¡Señoooooraaaaas y seeñooooooooores! La Princesa McGonagall ha ganado el combate – proclamaba Fred a toda voz – ha lanzado al grim Black y al vampiro Snape fuera del cuadrilátero.

-¡Eso no es justo! – gritaba muy enojado el profesor Dumby, mientras que agitaba furiosamente su banderita de fanáticos de los dulces de limón - ¡Habíamos quedado en que la princesa no participaba, ella no estaba inscrita!

-Lo sentimos barbudito – dijo George mirándolo con pena – pero estos dos no son capaces de derrotarse el uno al otro y un anónimo inscribió a la princesa en la pelea

-¡Exijo de vuelta mi dinero! –gritó profesor Dumby mientras intentaba destapar uno de sus dulces de limón para calmarse – de haberlo sabido hubiera apostado por ella ¡Es obvio que ninguno de estos dos mequetrefes es capaz de ganarle!

-Arreglaremos el asunto de las apuestas más adelante – acordó Fred – y ahora, en vista de que la réferi ha sido la ganadora¡¡¡¡¡el experto Lee Jordan hace la entrega del cinturón del campeón a la Princesa McGonagall!

En esos momentos se ve a un sonriente Lee Jordan entregar el cinturón del campeón a La Princesa McGonagall que lo levanta en el aire con las dos manos y lo muestra por todo el cuadrilátero mientras que se escuchan las hurras del público.

-Señoras y señores – dijo George sonriente – este ha sido el fin de la pelea del siglo, dando como ganadora a Minerva La Princesa McGonagall y como perdedores a Sirius El Grim Black y a Severus El Vampiro Snape.

-Los esperamos en una próxima emisión de batalla de las estrellas y vamos a un corte de comerciales antes de que sigan con el programa institucional Hablemos de... – dijo Fred

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---...---Necesito una ayudita: Verán, la moda casi siempre me golpea en la cabeza así que necesito la ayuda de ustedes para decidir telas, colores y ropas adecuadas para Sevie, McGonagall y todo aquel quien ustedes crean que se vería bien de otra forma. Porfa, no lo olviden . Y lean la nota importante del final, de verdad es importante.

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-Bienvenidos nuevamente a su programa Hablemos de – dijo una muy sonriente profesora McGonagall, que tenía en su cintura el cinturón del campeón, mientras que Severus la miraba desde una esquina con aire de niño regañado – Somos sus anfitriones Severus Snape y, quien les habla, Minerva McGonagall.

-¿Puedes leer la siguiente pregunta? – preguntó Severus en un tono que intentaba ser amable ante la mirada de McGonagall

-La siguiente pregunta de Wlrine es para Remus – dijo la profesora McGonagall con su enorme sonrisa

-Entonces que pase el amant…, digo el licántropo – dijo Severus luego de la mirada de advertencia que McGonagall le lanzó

-Bienvenido Remus – dijo amablemente la Profesora McGonagall

-Gracias profesora – respondió Lupin educadamente – una gran pelea – agregó con una sonrisa

-Gracias – respondió la mujer ruborizándose un poco – Wlrine tiene algunas preguntas para ti

-¿Qué desea saber? – preguntó el profesor educadamente de nuevo

-Bueno – respondió McGonagall manteniendo su sonrisa – Wlrine desea saber si estas enamorado de Black – en ese momento Lupin perdió el color y toda su compostura – Que si no es así por qué discuten como un viejo matrimonio y…

-¿ES QUE ACASO NO SE CANSAN DE ESTO! – preguntó un colérico Remus Lupin - ¡SIRIUS Y YO SOMOS AMIGOS¡¡¡A-M-I-G-O-S¡Y no parecemos un viejo matrimonio! – agregó con aire resentido - ¡Además a mí me gustan las mujeres¡¡¡LAS MUJERES¿Está claro?

-Lo que no quiere decir que ese sea el caso de Black ¿Cierto? – dijo Severus con un tono que intentaba ser inocente

-¿Estas insinuando algo snivellus? – preguntó una furiosa voz desde fuera de "cámara"

-¿Yo?... nada pulgoso – respondió el profesor de pociones con voz inocente – solamente me parece interesante en que tanto tu como el Lican… digo, Lupin se molesten en aclarar que él es heterosexual mientras que no te defiendes o te defienden

-¿Estas insinuando que yo soy gay? – preguntó el animago enojado

-Pero por supuesto que no – respondió Severus con voz sarcástica – yo solamente digo que no sabemos nada sobre tus inclinaciones

-¿Acaso te interesa? – preguntó Sirius con sorna – porque déjame decirte de una vez que no te hagas ilusiones Snape, si yo fuera gay, tú definitivamente no serías mi tipo.

-¡El que no debe hacerse ilusiones es tú! – gritó Snape enojado – No me fijaría en un pulguiento, canchoso como tú ni porque fueras el último hombre sobre la tierra.

-Lo que nos llevaría a pensar que tú si eres gay – atacó Sirius con sorna

-¡Por supuesto que no! – gritó Severus enojado - ¿Acaso quieres que te lo demuestre?

-¿Cómo se supone que vas a demostrarme que no eres gay? – preguntó Sirius con sorna - ¿Piensas dejar de acosarme?

-No seas estúpido Black, yo no te acoso – respondió Severus apretando la mandíbula – además te puedo demostrar que no soy gay simplemente si le preguntas a las mujeres con que he estado

-Me temo que Myrtle la Llorona, ni la Señora Norris cuentan snivellus – respondió Sirius – con un fantasma no se puede (te lo digo por experiencia propia) y con animales se llama zoofilia

-¿Y sí es entre dos animales? –preguntó Severus con falsa candidez

-¿Tú, murciélago y la señora Norris? – preguntó Sirius con una sonrisa contrahecha

-No, Tú perro pulguiento y el lobo ese – dijo Severus con tono despectivo

-¡SERAS!...

-¡ALTO LOS DOS! – gritó la princesa McGonagall poniéndose entre los dos hombres – Se calman y dejan seguir con el programa ¿O es que desean ser humillados nuevamente? – preguntó mirándolos maliciosamente haciendo que Severus guardara su varita y se sentara en el sillón cruzado de brazos como un niño regañado y Sirius dejara el "Set" refunfuñando.

-Siguiendo con las preguntas – siguió una tranquila McGonagall, mirando a Lupin que parecía un poco más calmado – Wlrine desea saber ¿Cómo haces para aguantar a Black?

-Pues Sirius es un gran amigo que me apoya y me permite estar a su lado todo el tiempo por lo que…

-¿Es que el chocolate no te lo comes sino te lo fumas? – preguntó la profesora McGonagall cortando la respuesta de Lupin.

-¿Qué? – el licántropo la miraba confundida - ¿Por qué me dice eso?

-Es parte de la pregunta anterior de Wlrine – respondió McGonagall encogiéndose de hombros – supongo que tiene que ver con el hecho de que soportes a Black – Lupin se sonrojó un poco y parecía escoger cuidadosamente las palabras para continuar.

-Bueno… pues… yo… - se retorcía nerviosamente las manos mientras que un exasperado Severus gritaba "¡Suéltalo de una buena vez!" – Hubo un tiempo en mi vida en que fumé chocolate – las luces del programa bajaron y solo una luz proveniente del techo alumbraba a Lupin mientras que comenzaba a sonar la música que siempre suena cuando habla Pedro sin fortuna o un perdedor que ha recuperado su vida o algo así – Sé que este no es un ejemplo para los niños pero les cuento esta historia para que no repitan mis errores – Lupin estaba cabizbajo y hablaba en voz queda – lo único que me permitía soportarlo todo era el chocolate, pronto se hizo insuficiente comerlo, así que pedía a los elfos chocolate rayado para inhalarlo, así soporte algún tiempo hasta que se hizo de nuevo insoportable y comencé a fumarlo, me alejaba de la realidad pero todo el tiempo estaba ansioso e irritable, me alejaba de todos e intentaba atacarlos a mordidas así no fuera luna llena… No… no llegué a inyectármelo primero por mi miedo irracional a las agujas y luego porque mis amigos descubrieron mi problema y me ayudaron a superarlo…

Lupin se había quedado como ensimismado en sus recuerdos, mientras que todos los que estaban en el "set" (incluidos Dumby, McGonagall y Snape) lo miraban con la boca abierta. De fondo se escuchaba a Draco preguntar "Pero¿No se derrite el chocolates si lo fumas?", mientras que Ginny preguntaba "¿En serio es posible inhalar chocolate rayado?"

-Eso explica muchas cosas – murmuró Severus anonadado luego de recuperar el habla

-¿Decías algo Severus? – preguntó Remus amablemente al profesor de pociones

-Nada, que sigas con tu historia Lican… digo Lupin – respondió rápidamente Severus

-Pues, solo les recomiendo que acepten su problema y busquen ayuda – dijo Remus algo más animado – sé que superar las adicciones es muy difícil y muchas veces no reconocemos que tenemos un problema – agregó mirando elocuentemente al profesor Dumby, que ya no le prestaba atención (o hacía que no le ponía cuidado) – también sé que inhalar y fumar estas cosas te atrofian el cerebro – dijo mirando seriamente a la "cámara" – lo digo por experiencia.

-Ya todos sabemos la causa de tu amistad con Black – dijo Severus ganándose una mirada de odio de Lupin – el que metía¿Gusanitos de goma¿Diablillos de pimienta¿Meigas Fritas?

-¡No es gracioso Severus! – gritó Lupin palideciendo fuertemente - ¿Por qué no dices que tu eras adicto a…?

-¡Basta! – gritó nuevamente McGonagall – Definitivamente los alumnos de primer año son más maduros y fáciles de manejar que ustedes – agregó la mujer enojada – ¡Lupin haga el favor de seguir contestando las preguntas!

-Por supuesto profesora – respondió el hombre en tono militar – pero sucede que no sé cual es la siguiente pregunta.

-¡Ah! – la profesora McGonagall se ruborizó un poco y siguió leyendo la carta de Wlrine – ¿Por qué no le plantaba la cara a los merodeadores cuando ellos hacían algo que no le gustaba?

-Bueno – Remus sonreía débilmente mirando a la "cámara" – en realidad ellos me dieron muchas cosas ("¡Sobre todo Black!" – gritó Severus , "Severus, te lo advierto" – dijo McGonagall enojada), y además me ayudaron a superar mi problema con el chocolate (Bueno… por lo menos ya no lo fumo ni lo inhalo) por lo que les dejaba tomas ciertas diversiones…

-La última pregunta de Wlrine para ti es… - McGonagall enrojeció violentamente, pero luego como si lo pensara mejor sonrió maliciosamente (N/A: en mi opinión era un sonrisa lujuriosa pero pues…) – ella desea saber si ¿es verdad que los Hombres Lobo son unos amantes muy apasionados cuando se acerca la luna llena? – Lupin se había sonrojado un poco y se preparaba para responder cuando se escuchó a Severus gritar

-¡El que debe responder a esa pregunta es Black!

-¡ESTA ES LA ÚLTIMA VEZ QUE TE LO ADVIERTO SEVERUS SNAPE! – gritó McGonagall totalmente fuera de sus casillas - ¡Otra opinión de esas y te saco de aquí!

-¡No puedes hacerlo! – gritó Severus enojado - ¡Yo soy el otro presentador!

-¡Pues no me importa! – gritó McGonagall - ¡Puedo llamar a Black o a Lupin como presentadores¡Hay muchos que pueden colaborar aquí!

-¡Pero Dumbledore (ejem, ejem…) Dumby no te dejaría hacerlo! – volvió a gritar el profesor

-¿Quieres apostar? – preguntó la mujer con una mirada retadora

-Haz lo que quieras – respondió el profesor luego de sacarle la lengua a la profesora y sentarse nuevamente cruzado de brazos en el sofá

-Ya que Severus ha decidido comportarse como un buen niño de seis años – dijo la profesora mientras que el aludido le lanzaba una mirada gélida desde el sillón – puedes responder la pregunta, Lupin

-Bueno… - las mejillas de Remus habían tomado un tono rosado y tenía una leve sonrisa – según… según lo que me han dicho (obviamente mis parejas, luego de una noche de sexo salvaje y desenfrenado) es cierto – respondió modestamente – si… si no me creen pueden comprobarlo – agregó mirando pícaramente a la "cámara", antes de salir rápidamente del lugar al notar la mirada lasciva de McGonagall que se pasaba la lengua por los labios con deleite.

-¿Para quién es la siguiente pregunta? – dijo Severus con el ceño fruncido (y el tono algo enojado) a la profesora McGonagall, que aún miraba el sitio por el que había salido Remus.

-Es… es para ti – dijo la mujer con tono de desagrado debido a que Severus la había sacado de sus ensoñaciones.

-¿Y que dice? – preguntó el profesor emocionado, sin importarle el tono de McGonagall

-Dice… - McGonagall miró enojada la carta y luego al profesor para luego seguir leyendo – dice que te ha dejado de último porque las mejores cosas vienen a lo último

-Eso es natural – respondió el hombre haciendo un ademán de prepotencia y una seña la profesora para que continuara con la lectura

-También dice que si recluta más gente para seguir a Vol… a Vol…, al Que No Debe Ser Nombrado serían muchas las que se unirían – lanzó una mirada de advertencia a Severus, que ahora parecía algo nervioso pero le hizo otra seña para que siguiera leyendo – Dice que no haga caso del asesor de imagen porque es perfecto, inteligente y sexy

-Sin olvidar que tengo un look cañero – dijo Severus sonriendo y haciendo poses a la cámara mientras McGonagall ponía los ojos en blanco – tu misma lo dijiste, mi querida Wlrine

-¿Querida Wlrine? – dijo McGonagall en un tono que claramente sonaba a celos

-Quiero decir… - Severus la miraba nervioso – sigue leyendo la carta, Minerva – la profesora lanzó otra mirada de advertencia a Severus antes de segur con la lectura

-Wlrine también dice que no hagas caso a Sirius que es un envidioso y pregunta que si no das clases particulares – la mujer miró fijamente a Severus como si tuviera intenciones de matarlo dependiendo de su respuesta.

-Lo… lo siento Wlrine – respondió Severus mirando con aprensión a la profesora Mcgonagall – mi contrato con Hogwarts exige una disponibilidad de tiempo del cisnito por ciento, aunque si quieres, en vacaciones…

-Severus… - la voz de la profesora sonaba como si estuviera a punto de convertirse en la Princesa McGonagall

-…en vacaciones tampoco puedo ayudarte debido a que tengo mi agenda llena y soy una persona muy ocupada – agregó rápidamente

-¡Y te burlabas de mi porque yo le tenía miedo a la princesa McGonagall! – le dijo una voz burlona fuera de "Cámara"

-¡Cállate Black! – respondió Severus con furia – Lo que sucede es que no soportas que Wlrine tenga tanta razón y estás celoso

-¡Celoso yo! – respondió Black con tono socarrón – ¿cómo crees que voy a estar celoso? Esa pobre niña debe estar peor que…

-Señor Black, le recuerdo el respeto que debe tener a los telelectoespectadores – dijo McGonagall con voz peligrosa – es cuanto a ti Severus, Wlrine dice que no temas por Black Lady (Severus se estremeció y palideció un poco), que tendrá que batallar con muchas para poder secuestrarte, pregunta que si has tenido muchas novias.

-Pues depende de lo que para ti sean muchas – respondió Severus con altivez – realmente me considero un hombre serio por lo que prefiero tener relaciones estables que duren cierto tiempo – agregó levantando una ceja y cruzando los brazos

-Lo que quiere decir que solo ha sido novio de Myrtle y eso porque la pobre tuvo que acceder para que dejara de acosarla – gritó Black desde fuera de la cámara.

-Se nota que estás envejeciendo Black – respondió Severus, que, aunque sonaba tranquilo, lo miraba con furia

-¿Por qué lo dices snivelly? – preguntó el animago en tono agrio

-Porque tus chistes cada vez están más malos – respondió Severus

-También dice… dice que si le gustaría tener una cita con ella – leyó la mujer rápidamente pero palideciendo y enfureciéndose cada vez más a medida que leía – nada que ver… con… ¿Con ese higo seco de McGonagall!... ¿Pero que se ha creído esta niñata¡¡Esto es el colmo del irrespeto¡Es inaudito, Inaceptable¡¡¡Ella es…!

-Eh… Minerva… recuerda el respeto que debemos a los telelectoeso – dijo Severus con aire que aparentaba ser calmado aunque se había atrincherado detrás del sofá

-¡TU NO ME DIRIJAS LA PALABRA SEVERUS SNAPE! – le gritó la mujer hecha una furia - ¡Todo esto es tu culpa!

-¿Mi culpa Minerva? – el hombre tenía un tono enojado aunque seguía atrincherado detrás del sofá - ¡Pero si yo no he hecho na…!

-¿Qué tú no has hecho nada! – la mujer se movía con tal furia de un lado para otro que le recordaba a la gallina en la que alguna vez se había convertido a causa de un hechizo suyo - ¿Te parece poco ponerte a coquetear con todas las telelectoespectadoras¡¡Ahora todas quieren pedirte una cita o quieren secuestrarte! – gritó la mujer cada vez más enojada.

-¡Pero esto no es mi culpa Minerva! – respondió el hombre retrocediendo algunos pasos, porque la mujer se acercaba rápidamente a él – Yo soy inocente de ser tan irresistible

-¿irresistible! – la mujer lanzó una risa de burla y luego con despecho agregó – Será risible, me parece el colmo que sigas en esa ridícula actitud que…

-¡Ya basta Minerva! – los ojos de Dumby desprendían chispas de furia – sus problemas de celos los pueden arreglar luego del programa, mientras tanto sigue leyendo las preguntas.

-Lo siento Albus, yo… -la profesora se había sonrojado al ver el numerito que estaba haciendo.

-Ya te dije que eso lo arreglamos después – Respondió el director con voz gélida – sigue con la carta de Wlrine

-Bu…bueno – la mujer desarrugó la carta con manos temblorosas y siguió leyendo – dice que pertenece a una antigua familia española de magos de sangre limpia por si tuvieras algún prejuicio con eso.

-Sigue leyendo Minerva – dijo Severus en tono neutro

-Dice que si le queda algo en el tintero mandará su lechuza – siguió leyendo McGonagall – y como posdata dice que si no hay una poción o algo para darle a ese odioso, neurótico de Potter.

- ¡YO NO SOY NEURÓJKFGHTYGCN! – Severus lanzó un hechizo de mordaza a Potter al mismo tiempo que miraba a la "cámara" con gesto cansado y decía – lo siento, pero hemos hecho todo lo que hemos podido, parece que lo que Potter tiene es puro y físico gadejo… Gracias por tu carta y sentimos la tardanza

-Gracias por tu carta Wlrine – dijo McGonagall con una sonrisa forzada mientras que tomaba otra de las cartas del montón.

-¿De quién es la siguiente carta? – preguntó el profesor Snape al ver el pequeño papelito que la profesora McGonagall sacaba del sobre.

-La siguiente carta es de a-grench – leyó la profesora McGonagall y al ver la cara que hacía el profesor de pociones agregó – espero que recuerdes el respeto a todos los telelectoespectadores.

-Yo no he dicho nada, Minerva – respondió el profesor mirándola levemente ofendido – sólo que me recordó algo sobre un cuento o pelucula que discutían dos sangre suc... hijos de muggles – corrigió rápidamente al ver la severa mirada que le lanzaba la profesora McGonagall

-No es pelucula, es película – corrigió desde fuera de "cámara" Hermione Granger con voz de suficiencia – y se llama "El grinch", no grench

-Veinte puntos menos para Gryffindor por corregir a sus profesores Granger – respondió con voz tranquila el profesor Snape.

-Nos agrada mucho que te guste el programa – dijo rápidamente la profesora McGonagall para evitar posibles problemas – esperamos que puedas seguir en sintonía con nosotros.

-¿Para quién es la pregunta? – agregó Severus mirando sonriente a la profesora McGonagall.

-Es para la señorita Weasley – respondió la profesora McGonagall mirando nuevamente el pergamino.

En ese momento se escuchan nuevamente los aplausos pregrabados y entra una sonrojada Ginny Weasley en "cámara" y se sienta en el sillón azul del estudio entre la profesora McGonagall y el profesor Snape.

-Señorita Weasley – siguió la profesora McGonagall, llamando la atención de Ginny – a-grench desea saber si usted tiene algo con el profesor Snape (el aludido palideció de manera alarmante ante la mirada acusadora de la profesora) o con Draco Malfoy.

-¡PUES ES OBVIO QUE NO TIENE NADA CON NINGUNO DE LOS DOS! – gritó una voz desde fuera de "cámara" - ¡MI HERMANA NO TENDRÍA NADA CON NUNGÚN SUCIO SLYTH...!

-¡RON! – gritó otra voz desde fuera de cámara - ¡Deja que Ginny responda¡La pregunta no es para ti, es para ella!

-Pero Hermi...

-Pero nada Ron, déjala responder – reprochó Hermione Granger

-Entonces, habla Ginny – contestó Ron de malos modos

-Gracias por dejarme hablar hermanito – respondió la chica en tono sarcástico antes de responder la pregunta – pues la verdad, hasta hace algún tiempo salí con Draco Malfoy...

-¿QUÉ! – se escuchó el grito de dos voces. Ron parecía querer estrangular al rubio que estaba un poco sonrojado y miraba a Pansy diciéndole "Es una sangre limpia ¿No?", pero era contenido por un hechizo que Hermione le había lanzado rápidamente. Mientras que Harry se había puesto violeta (al intentar se contenido por los fuertes brazos de Remus Lupin) mientras gritaba

-¡NO LO PUEDO CREER GINNY¡SE SUPONE QUE TU ERAS LA PRESIDENTA DE MI CLUB DE FANS!...

-Eso fue hasta cuarto año – respondió la pelirroja con fastidio

-¡Pero eso no quita...¡¡¡Eso no justifica que te hayas metido con Malfoy! – volvió a gritar Harry escupiendo las palabras - ¡Por lo menos deberías tener consideración a la adoración que me tenías¡¡¡Yo era tu dios¡¡¡Tu...!

-...pero terminamos de común acuerdo, nos gustan otras personas – agregó la pelirroja ignorando los gritos de Potter

-¡No creas que vas a tener alguna oportunidad conmigo! – gritó Harry cada vez más morado y más enfurecido - ¡Después de estar con ese... con ese...¡¡¡Debes saber que me gusta más Luna Lovegood que tú!

-No seas iluso Harry – respondió nuevamente Ginny con tono fastidiado – tu ya no me interesas, además, debes saber que Draco ahora sale con Luna. – agregó con unas sonrisita, mientras que Malfoy enrojecía más y Pansy Parkinson salía furiosa del lugar azotando la puerta.

-¡Pero esto es el colmo! – gritó nuevamente Harry - ¡Se supone que yo soy el salvador del mundo¡¡¡Es a mí a quien tienen que adorar y seguir¡¡A MÍ¡¡¡No a ese rubio idiota que dhfgrtygrhgfds! – ahora Lupin había logrado ahogar por completo a Harry mientras Sirius intentaba atarlo con fuertes correas a su antigua plataforma de Hannibal Lecter.

-¿Y se puede saber cual es la persona que te gusta ahora? – preguntó Ron, que seguía intentando deshacerse del hechizo de Hermione para lanzarse sobre Malfoy

-La verdad... – Ginny enrojeció un poco – no te voy a decir su nombre Ron, pero si te diré que está muy cerca de mi – agregó, mientras lanzaba una elocuente ( y seductora) mirada al profesor Snape, que la miró con terror.

-¿Qué, No te entiendo – dijo Ron, mientras que Hermione miraba a Ginny perpleja, y Harry estaba medio inconsciente.

-He hecho muchas cosas – siguió diciendo Ginny mientras se arrodillaba en el sofá y empezaba a gatear lenta y seductoramente hacia Severus Snape, que estaba petrificado – he arruinado pociones para conseguir castigos a propósito y así poder estar a solas con él, le he subido el ruedo a las faldas del uniforme y he aumentado el escote de mis camisas – la voz de Ginny se hacía más seductora y ronroneante mientras que se acercaba cada vez más a Severus – he intentado hacerme notar de muchas maneras (una de las manos de Ginny se posó sobre el muslo del profesor Snape que intentó correrse hacia atrás horrorizado pero no lo logró)

-Con...con...contrólese señorita Weasley – logró decir el profesor de pociones con voz no muy segura

-No puedo, me tienes loca – ronroneó Ginny con su voz mas sensual, mientras que con su mano libre (o sea la que no estaba en el muslo de Severus) acarició la cara del maestro mientras que se mordía los labios con lujuria y se acercaba lentamente a los de su profesor...

-¡ESTE ES UN PROGRAMA EN HORARIO FAMILIAR! – gritó la profesora McGonagall (que por fin había logrado reaccionar) separando bruscamente a Ginny Weasley de Severus Snape - ¡ESTE TIPO DE ESPECTÁCULOS NO ESTÁN PERMITIDOS!

-Podrías mandarlos al horario nocturno – sugirió el profesor Dumby, mientras se veía algo contrariado porque la profesora McGonagall había detenido la escena (el brillo de sus ojos había desaparecido y había dejado de agitar su banderita de fanático de los dulces de limón)

-¡Albus! – la mujer lo miró escandalizada mientras el hombre simplemente fruncía los hombros - ¡SEÑORITA WEASLEY! – ahora miraba a la pelirroja que estaba tirada contra la otra esquina del sofá y la miraba enfurruñada - ¡ESE NO ES COMPORTAMIENTO PARA UNA ALUMNA DE HOGWARTS¡¡¡MUCHO MENOS PARA UNA GRYFFINDOR¡¡¡CASTIGO POR UN MES! – luego usó su voz más peligrosa para agregar – En cuanto a ti, Severus...

-Yo no he hecho absolutamente nada Minerva – se apresuró a aclarar el hombre

-Por supuesto que no has hecho nada porque estabas muy ocupado observando las piernas y el escote de la señorita Weasley – le espetó la profesora con odio, haciendo que el profesor se ruborizara y que Ginny sonriera maliciosamente.

-Yo, no...

-Recuerda que puedo ir al ministerio y acusarte de abusador de menores – le dijo McGonagall con odio

-Por lo menos no podrás decir que soy gay – refunfuñó por lo bajo

-¿Dijiste algo, Severus? – preguntó rápidamente la mujer entrecerrando sus pequeños ojos

-Nada, Minerva – se apresuró a responder el profesor - ¿Para quién es la siguiente pregunta de a-grench? – agregó rápidamente

-a-grench no tiene más preguntas – le respondió la profesora McGonagall con frialdad, y luego mirando a la "cámara" agregó - gracias por tu carta, espero que tus dudas hayan sido aclaradas.

-La siguiente carta es de Blinkera-281 – leyó rápidamente el profesor Snape, que había tomado otra de las cartas del montón – dice que le encanta el programa y que espera que pueda seguir – luego siguió leyendo y frunció un poco el entrecejo - ¿Hastiado¿Qué quieres decir con eso de "hastiado profesor Snape"? acepto que Minerva es conservadora pero...

-¿Qué? – cortó la profesora Mirando fijamente a Severus - ¿Qué dijiste?

-Pues aquí Blinkera opina que eres conservadora – respondió Severus con cierto temor en su voz – y... pues, pues yo estoy de acuerdo

-¡Ah, veo – la profesora McGonagall relajó un poco la expresión – bueno... podría decirse que soy conservadora... aunque no del todo – añadió mirando a Severus pícaramente, este puso los ojos en blanco cuando la mujer no lo estaba mirando.

-El caso, es que ¿a qué te refieres cuando me dices hastiado¿Ah¿a qué te refieres? – siguió preguntando Severus mirando a la "cámara" con el entrecejo fruncido

-Deja ya de molestarte por eso y mejor lee la pregunta Severus – le dijo la profesora McGonagall en tono de cansancio - ¿Para quién es?

-La pregunta es para los gemelos Weasley, el pulgoso ese de Black y el lican... digo Lupin – respondió el profesor Snape que fruncía más el entrecejo cada vez que leía un nombre.

-Esto es fanstastibuloso – dijo George Weasley acercándose alegremente a la "cámara".

-Que felicidad tan azul – agregó Fred haciéndose al lado de su hermano

-Y tú que vas a decir Black¿Ratambombástico? – preguntó Severus con sorna al animago que llegaba junto con Lupin.

-No seas idiota, Severus – le espetó el hombre de mala gana

-Además esa no es una palabra de alegría – aclaró Fred

-Si, eso suena como a Santas calabazas asesinas, Batman – agregó George mirando mal a Snape

-¿Qué es eso de Batman? – preguntó Sirius ignorando las miradas de odio del profesor de pociones

-Cosas muggles – respondió escuetamente Lupin

-¿Van a estar ahí comadreando todo el día, o piensan responder la pregunta – dijo muy irritado Severus Snape

-Pues lee la pregunta de una vez, snivellus – respondió con odio Black, mientras que los gemelos miraban evaluadoramente a Snape como intentando buscar lo que Ginny había visto en él

-Pues Blinkera necesita ideas para una broma creativa – respondió Severus leyendo la carta.

-Vaya, vaya –respondió Fred mirando interesado a la "cámara"

-Así que una broma creativa – agregó George, que tenía un ademán de concentración y se paseaba de lado a lado en el set

-¿Ustedes siempre tienen que completar las frases del otro? – preguntó Sirius a los gemelos mirándolos asombrado, estos lo miraron de malas maneras pero no le respondieron

-Más bien ayúdanos a pensar en algo – le espetó Fred de malas maneras. George abrió la boca para agregar algo, pero pareció pensárselo mejor y se calló.

-No creo que sea lo más adecuado dar ideas… -comenzó a decir Remus pero Fred lo cortó diciendo

-Bueno, siempre tienes los surtidos saltaclases Weasley, podríamos hacerte un descuento especial, si unes algunos de ellos puedes descubrir cosas asombrosas – dijo con una sonrisa malvada

-En nuestro tiempo era muy popular el polvo de baile – agregó Sirius mientras miraba oblicuamente a Severus, que se había puesto pálido – lo ponías en una carta y lo mandabas a tu víctima, cuando esta abría la carta se ponía a bailar como loca… creo que Snivellus te podría contar los efectos

-¡Cállate Black, si no quieres tener un tentáculo de calamar adornando tu cabeza – le espetó Severus

-Eso quisiera verlo snivelly – respondió el animago con una sonrisa burlona – la verdad le hicimos un favor al mundo con los polvos de baile que te enviamos, todas las chicas del colegio se enteraron lo pésimo bailarín que eras y así estarían prevenidas en el remoto caso que decidieras salir de tu cueva e invitarlas a bailar

-¡Cálmate Severus! – dijo la profesora McGonagall apuntando con la varita al profesor de pociones, que se quedó quieto al instante – además no es cierto que seas mal bailarín – agregó la mujer lanzándole una mirada de odio a Sirius

-¿Pero cómo puede saber si…¡Oh! – comenzó a preguntar Sirius, pero luego pareció darse cuenta de lo que sucedía y agregó por lo bajo – Entonces no quiero saber como baila usted, profesora McGonagall

-¿Decías algo, Black? – preguntó la mujer echando chispas por los ojos

-No, yo no… - se atragantó Black diciendo rápidamente antes de que la mujer se lanzara a atacarlo

-Ya – dijo George en tono fastidiado – no deja de ser mala la idea pero está pasada de moda, ahora están de moda las cosas más extravagantes, diría yo… Mmmm… no sé, dependiendo de la persona (miró oblicuamente al profesor Snape) podrías hacerle vestir de rosa con una camisa de lentejuelas y una bufanda de plumas…

-O podrías unir los polvos de baile con un hechizo de canto – ayudó George – promoviendo un encantador concierto sobre alguna de las mesas del gran comedor.

-No está mal – dijo Lupin – pero también se podría utilizar un encantamiento de vergüenza permanente

-¿Vergüenza permanente? – preguntó Fred interesado

-Pues hace creer a la persona que siempre se encuentra en la situación que sería más embarazosa para ella – respondió Lupin como si estuviera dando una clase de DCAO – muchos se imaginan que están siempre desnudos o los miran fijamente, es divertido ver las actitudes mientras piensan que todos ven lo que ellos creen que les está pasando.

-También podrías usar el hechizo de exi… - comenzó a decir Sirius

-¡Ese no canuto! – le reprendió Lupin severamente

-Pero… - protestaron los gemelos Weasley al tiempo

-Pero nada - respondió Lupin serio – mejor sigan dando ideas

-Siempre puedes usar los siempre buenos polvos pica- pica – sugirió Fred

-O hacer alguna divertida poción de pelo de colores o piel brillante y meterla en alguna bebida o comida de tu víctima – agregó George – también puedes usar una poción de burbujas (salen pompas como de jabón cada vez que la persona va a hablar) o demostrar tus dotes de diseñador decorando las túnicas de tus compañeros.

-También sería adecuado un nuevo dulce que te ofrecemos en exclusiva – dijo Fred con entusiasmo – se llama sonidos de la selva. Le das uno a tu víctima y cada vez que ella va a hablar hace el sonido de algún animal de la jungla… podrían adivinar que animal se trata…

-Sin contar con las clásicas galletas canario – continuó Fred – aunque ahora tenemos varios animales para que puedas escoger

-En casos de odio extremo podrías usar una poción de la verdad y hacer a tu enemigo revelar sus peores secretos delante de todo el colegio – agregó Black, mirando maliciosamente a Severus, que tragó saliva – o una poción de dominación (parecido al imperios) y hacer que haga cosas realmente vergonzosas…

-Esa poción fue prohibida por el ministerio de magia Sirius – le espetó Lupin con una ademán severo

-Lástima – dijo Sirius con tristeza – me hubiera gustado usarla en unos cuantos…

-También puedes engañar a los elfos diciéndoles que tu enemigo es alguien malvado disfrazado y deben atacarlo de inmediato en cuanto lo vean – dijo George no muy convencido – algunos tienen formas divertidas de atacar a las personas

-Cuando no te quedan ideas siempre queda Peeves – agregó Fred – o alguno de nuestros excelentes sortilegios Weasley, podemos enviarte un catálogo vía correo lechuza para que lo detalles y nos indiques que deseas para hacer tu vida más amena

-Creo que ya le han dado suficientes ideas – dijo la profesora McGonagall en tono severo.

-¡Pero si aún no hemos hablado de las mejores! – protestó Sirius

-No importa – respondió la mujer en tono cortante – creo que con eso es suficiente, así que pueden salir de aquí, gracias por su tiempo

-No te preocupes Blinkera – dijo Fred rápidamente antes de salir del lugar – pensaremos en algo realmente bueno para que puedas usarlo… sabemos lo aburrida que puede llegar a ser la vida cuando solo te acuerdas del trabajo comunitario…

-¿Cómo saben que ella hablaba del trabajo comunitario? – preguntó la profesora McGonagall extrañada

-Ni idea – respondió el profesor Snape poniendo los ojos en blanco y luego agregó – Blinkera no tiene más preguntas aunque dice los adora – hizo un gesto de desagrado, mientras se escuchaban los agradecimientos fuera de "cámara" – sobre todo a Siri… a Black – ahora el gesto era de asco

- ¡Lo ves snivellus! – le gritó Sirius con sorna - ¡Me adora¡Ja!

-Por eso fue una de las que casi te mata cuando ocurrió la estampida – le respondió Severus con mal talante y recibió un gruñido como respuesta

-Sigue leyendo la carta Severus – le indicó McGonagall

-¡Ah¡Sí! – respondió Severus mirando nuevamente el pergamino – También te dice que te cuides pulgoso, que es muy escurridiza y furtiva – luego mirando a la "cámara" agregó – si te lo llevas en realidad nos harías un favor muy grande Blinkera

-¿Dice algo más la carta? – preguntó McGonagall intentando acallar los gritos de Black ("¡Claro un favor para ti porque mi imponente presencia te opaca del todo, y solo eres una desagradable mancha negra!")

-Sí, también escribe que te envía cariños (McGonagall agradeció con una sonrisa y un saludo) y… - Severus frunció profundamente el entrecejo - ¿Cuantas veces tengo que decirte que no soy un murciélago!... ¡y no lo acepto porque no lo soy!

-¡Sobre todo! – gritó Black desde fuera de cámara - ¡Acéptalo Severus, eres un murciélago grasoso y sin colmillos, Blinkera tiene razón en todo lo que dice

-¡Sólo por que es una de esas locas maniacas que está enamorada de ti no quiere decir que lo que dice sea cierto! – respondió Severus con odio - ¡Yo no soy un murciélago!

-¿El vampiro Snape te dice algo? – preguntó Black con sorna

-¡Es tan solo un nombre! – respondió Severus con desagrado - ¡No soy un vampiro!

-¡Ya verás que sí! – gritó nuevamente el animago , y un rayo morado golpeó el pecho del profesor de pociones, una gran nube de humo lo cubrió todo por unos segundos para luego verse, en el lugar que hacía unos segundos ocupaba el profesor Snape, un pequeño vampiro negro (que si lo veías de cerca tenía el pelo algo grasoso), con uno de sus colmillos algo partido

-¡Ves que si eras un murciélago! – gritó alegremente Black que en ese momento había entrado al campo de visión de la "cámara" - ¡Aunque en realidad pareces una polilla gigante!

El murciélago hizo un sonido extraño y salió volando detrás de Black, que al verlo comenzó a correr y luego de unos segundos se escuchaban unos desesperados gritos de "¿Quítenmelo, quítenmelo!".

La profesora suspiró y cogió la carta de Blinkera-281 (que había caído al piso luego que Severus terminara como murciélago) y la siguió leyendo

-Gracias por tu carta Blinkera – dijo McGonagall con una sonrisa - espero que pronto…

-Ejem, ejem…

-¿Desea algo profesor Dumble… Dumby? – preguntó la profesora McGonagall al director mientras pensaba en la horrible costumbre que el director había tomado de Umbridge

-Sí, Minerva – dijo amablemente el profesor, y luego mirando a la "cámara" agregó – Aunque no hayas dirigido ninguna pregunta a mí, no veo razón por la que debas privarte del enorme placer y privilegio que es hacer parte del club de fanáticos de los dulces de limón, por lo que vía correo lechuza recibirás un ejemplar de la última revista, donde he de decirte que he sido elegido la portada del mes – agregó con una sonrisa de suficiencia – allí podrás encontrar un cupón para suscribirte al club así como una muestra gratis de los dulces y mi libro de recetas originales, allí podrás encontrar más de mil recetas que usan como ingrediente principal esta exquisita golosina que…

-Gracias profesor Dumby – logró decir la profesora McGonagall al ver que los ojos del director se habían puesto brillantes y la mirada perdida por lo que lo único que pudo hacer fue enviarlo con Dobby a quien siguió dictando recetas – creo que es mejor seguir con el programa… - agregó mirando de soslayo al sitio donde se encontraba el director – la siguiente carta es de Kurai – agregó al leer el remitente – ¡Lupin ayúdeme con esta carta ya que Severus está ocupado! – gritó nuevamente la mujer antes de seguir leyendo

-Por supuesto Minerva – dijo el licántropo alegremente, estaba muy emocionado.

-Primero que todo Kurai dice que le gusta mucho el programa – dijo la mujer leyendo la carta – y que se ha reído mucho con él – agregó leyendo el entrecejo – bueno Kurai, este es un programa educativo así que lo de reírte…

-Realmente no te culpo - dijo Remus – no se puede negar que esto parece todo menos un programa educativo, comenzando por… - se calló rápidamente al ver la mirada asesina de la profesora McGonagall - ¿Qué mas dice la carta? – preguntó con voz amable

-Dice que en primer lugar Severus no debería preocuparse por el cambio de imagen, ya que a ella le gusta, le da una aire misterioso y el negro le sienta muy bien – leyó la profesora McGonagall como conteniendo enormemente las ganas de poner los ojos en blanco, y luego mirando a la "cámara" agregó con gesto aburrido – no dudes que le diremos a Severus tu comentario Kurai, cuando deje de jugar con Black y decida regresar a hacer su trabajo – luego miró nuevamente el papel para seguir leyendo – Kurai también dice que podría probar a ponerse un jean negro y una camiseta ajustados y negros – la profesora frunció un poco el entrecejo en la parte de ajustados.

-Sería muy divertido ver a Severus vestido de muggle – dijo Remus con una sonrisa – aunque creo que pondría el grito en el cielo tan solo de proponérselo

-Me lo imagino – respondió McGonagall con el mismo gesto de fastidio – La primera pregunta de Kurai es para Draco Malfoy – en ese momento un rubio platino entró al lugar en medio de aplausos y rechiflas de unos y otros mientras se oía a Pansy gritar "¡Ya era hora de que llamaran al protagonista de esta historia, Mi Draquito!"

-No me llames Draquito – le espetó de mala gana Malfoy a la chica y luego mirando a la profesora McGonagall agregó con su acostumbrada altanería - ¿Cuál es la pregunta, profesora?

-Kurai desea saber si no te aburres andando todo el día con cazurros – comenzó a leer la profesora McGonagall y al ver la cara de Malfoy explicó – o sea Crabbe y Goyle, dice que se supone que eres una persona lista, que por qué andas con ellos.

-¡Listo él! – gritó una voz irónica desde fuera de cámara - ¡Tiene más cerebro un gusarajo!

-¡Tu cállate cabeza rajada, que nadie te preguntó a ti! – le gritó Draco – Además, Kurai tiene razón – añadió con tono aristocrático – soy una persona muy lista, y pues, las personas con este porte, esta inteligencia, esta presencia…

-¡Parece que el querer parecerse a Lockhart es una epidemia! – exclamó McGonagall cortando al rubio y haciendo que este se sonrojara y tosiera un poco antes de continuar.

-En fin – agregó Draco arrastrando las palabras – lo que quiero decir, es que debido a mis cualidades soy propenso a sufrir ciertos accidentes, por lo que ciertos servi… digo, amigos – guardaespaldas son necesarios.

-¡Claro! – agregó otra voz desde fuera de "cámara" – para que te levanten del suelo cada vez que te enredas con el dobladillo de tu túnica o cada vez que Hermione te abofetea.

-¡No les pongas atención Draqui! – gritó Pansy - ¡Esa Hermione es una bruta, yo puedo curarte los morados que te deje a besitos!

-No-me-llames-Draqui, Pansy – escupió Draco entre dientes a la Slytherin en medio de las carcajadas y los gritos de "¡A besitos!" que daban varios alumnos especialmente de Gryffindor – además, Weasley a ti nadie te pidió tu opinión, más bien ponle cuidado a Granger no sea que tenga que hacerte otro hechizo para recomponerte la escoba, luego de que la partiste con tu cabezota

-¡Cállate Malfoy! – le espetó Ron con tono malhumorado

-Vete a barrer weasel – le respondió Draco y luego agregó – además, para tu información, también necesito guardaespaldas debido a que mi imponente presencia y mi enorme fortuna me hacen un blanco muy preciado para mis fans…

-¡Será tu impotente presencia! – gritó burlonamente una voz fuera de "cámara"

-¿Qué dices cara rajada? – preguntó Malfoy entrecerrando los ojos - ¿Acaso pasó de nuevo la hora de tu medicina?

-No Malfoy – respondió nuevamente Harry con voz burlona – Es que por todo Hogwarts corre el rumor, que no es que funciones muy bien… - se escucharon varios ¡Ahh! Y ¡Ohhh! Provenientes principalmente de las chicas

-¡Eso no es cierto! – gritó Pansy nuevamente - ¡Draquito funciona muy bien! – luego con voz nerviosa añadió - Lo que sucede es que hay que motivarlo un poco más que a otros, pero cuando….

-¡PANSY PARKINSON¡¡¡¿CUÁNTAS VECES HE DE DECIRTE QUE TENGAS ESA BOCOTA TUYA CERRADA! – gritó Draco más rojo que un tomate mientras que salía rápidamente del campo de visión de la "cámara" y se escuchaban los sollozos de Pansy diciendo "Pero si yo sólo quería ayudarte Draqui…"

-Gracias por responder a la pregunta Malfoy – dijo McGonagall en tono cansino, para luego agregar – la siguiente pregunta es para Nimphadora Tonks

Remus Lupin se puso algo nervioso ante la mención del nombre, mientras una mujer de cabello violeta con visos rosas y ojos azul profundo se acercaba rápidamente tumbando parte de la iluminación, haciendo saltar el micrófono por los aires (al intentar arreglar la iluminación) y finalizando con un fuerte estrellón a la "cámara", que le hizo dar una voltereta de 360 grados, permitiendo ver a Harry atado a su soporte (mientras hacía enormes esfuerzos por liberarse), a Pansy lloriqueando ("pero si iba a mostrarte mi disfraz de enfermera muggle") a los pies de Draco Malfoy que miraba hacia otro lado con los brazos cruzados y a Dobby sentado a los pies de Albus Dumby (que tenía su brillante y perdida mirada) con al parecer por lo menos 10 metros de pergamino con recetas usando dulces de limón.

-Perdón – dijo Tonks sonrojándose, luego de que la profesora McGonagall arregló todo con un movimiento de su varita - ¿Escuché que tienen una pregunta para mí?

-Así es – respondió nuevamente en su tono aburrido la profesora McGonagall – Kurai dice que su pregunta para ti es corta y directa ¿Te gusta Remus Lupin?

-Yo… - Tanto Tonks como Lupin habían enrojecido hasta la raíz del cabello y esta dio unos pasos hacia atrás golpeándose fuertemente con el sofá y prendiendo fuego sin querer a la túnica de Lupin.

-¡Pero responde mujer, que es una pregunta muy fácil! – dijo la profesora McGonagall luego de haber apagado el fuego de la túnica de Lupin con un chorro de agua salido de su varita (en realidad lo había empapado de pies a cabeza y este la miraba asombrado)

-Eh… si – respondió Tonks mirando atónita a la profesora McGonagall – Remus y yo hemos estado saliendo desde hace algún tiempo…

-¿Ves que no era difícil de responder? – preguntó la mujer con su tono de exasperación – ahora sal de aquí e intenta no romper el jarrón de porcelana china del pasi… (¡Crash!) llo – Minerva hizo un sonido de cansancio al escuchar el grito de "¡perdón!" de Tonks al igual que un fallido "¡Reparo!" – la siguiente pregunta es para Sirius Black – agregó con su tono cansino y reprimiendo un gran bostezo

Unos segundos después se escuchaban unos gritos que se acercaban, en ese momento entró al campo de visión de la "cámara", Sirius Black, el cual estaba muy despeinado y tenía algunos rasguños en su cara y manos, parecía dar manotazos por todo lado y agitaba sus brazos haciendo aspavientos.

-¿Te pasa algo Sirius? – preguntó Remus mirando a su amigo asombrado

-¡Quítenmelo, quítenmelo! – gritaba Sirius, que ahora intentaba mirarse y golpearse la espalda – se enredo en mi pelo, me va a dejar calvo ¡Ahhh!

La profesora McGonagall sacó nuevamente su varita (con un nuevo gesto de fastidio) y apuntó a un bulto que se veía en medio del oscuro cabello del animago. En ese momento reapareció nuevamente el profesor Severus Snape sobre la cabeza de Sirius Black, haciendo que este perdiera el equilibrio y cayera al suelo.

-¡Ahhh¡Quítate de encima grasoso! – comenzó a gritar Sirius Black, que ya se estaba poniendo morado por el peso que tenía sobre su cuello del otro hombre

-Culpa tuya, pulguiento – le espetó el profesor de pociones con voz fría intentando desenredar una de sus manos de la mata de pelo oscuro del animago – deberías cortarte esas greñas

El forcejeo duró por otro rato, hasta que la profesora McGonagall hizo nuevamente uso de su varita cortando un buen trozo de pelo del animago y liberando así a Severus que la miraba aterrado.

-Minerva...

-¡Mi cabello¡Mi hermoso y brillante cabello! – comenzó a lloriquear Sirius Black, mirando el trozo negro y brillante que Severus tenía en su mano y la forma en que McGonagall lo había trasquilado - Como pudiste – agrego mirando a la mujer – mi más preciada posesión y tú... y tú... – Black no pudo seguir hablando ya que se le hacía muy difícil intentar contener las lágrimas

-No seas nenita, Black – dijo Severus ganándose una mirada de odio del animago – el pelo vuelve a crecer, además, ya era hora de que te hicieras un corte...

-¡Cállate grasiento! – le espetó Sirius – fuera tu cortina grasienta da lo mismo, pero era mi hermoso y brillante cabello...

-¿Quieres que te corte lo que falta? – preguntó Snape con sorna sacando su varita

-Eso quisiera verlo – le dijo Sirius levantándose al punto y sacando la suya.

En ese momento los apagados ojos de McGonagall brillaron de alegría y una enorme sonrisa se posó en su rostro haciendo que Lupin volteara a mirarla pensativo.

-¿Te sucede algo, Minerva? – preguntó con amabilidad Lupin – Hace algunos minutos parecías desesperada y ahora estás feliz

-Es que me aburro, Lupin – respondió la mujer al ex – profesor – y pues... creo que una pequeña pelea no me viene mal en estos momentos – agregó mirando a Sirius y Severus, que al escuchar esto guardaron al punto sus varitas y se hicieron lo más alejados que pudieron de la profesora McGonagall (Severus se atrincheró nuevamente detrás del sofá). Mientras Lupin soltaba una pequeña risita

-¿De qué te ríes Licántropo? – preguntó el profesor de pociones

-De la valentía de ustedes dos – respondió tranquilamente Lupin. Severus había abierto la boca para responder pero loa profesora McGonagall lo cortó

-Vaya... – los ojos de la profesora se habían apagado de nuevo – Kurai dice que quiere conocer tu lado salvaje y sádico Black – agregó leyendo la carta – desea saber que le harías a Peter Pettegrew si en este momento lo tuvieras en tus manos.

-¿Que qué le haría! – los ojos de Sirius brillaban de una salvaje demencia – Sería capaz de sacarle los ojos con una cuchara y de desangrarlo con un cortaúñas – agregó mientras Severus hacía un gesto de asco – o podría atarlo y quitarle dedo por dedo y miembro por miembro de su cuerpo de rata mientras lo oigo chillar y suplicar, podría desgarrarlo con mis dientes lentamente...

-Ya puedes dejar tus sueños sádicos Black – le dijo el profesor Snape fríamente – regresa a la realidad.

-Déjame en paz snivellus – le dijo Sirius de malas pulgas, e intentando perderse de nuevo en sus recuerdos

-Creo que Severus tiene razón, Sirius – le dijo Lupin. Black le hizo una mueca de disgusto pero no agregó nada más.

-¿Qué otra pregunta hay? – preguntó Severus triunfante

-Dice que más que una pregunta es una petición – leyó McGonagall – ya que Black Lady se dispone a secuestrarte (la sonrisa de Severus desapareció y este dio unos pasos inseguros hacia atrás), Kurai pregunta si ella podría secuestrar al profesor Lupin...

-Sería un favor que nos haces Kurai – dijo Severus ignorando la mirada de odio de Lupin

-Kurai dice que te adora y que eres el hombre más maravilloso sobre la tierra – dijo McGonagall dirigiéndose a Lupin – que los que te ven mal por tu "problemilla mensual" son unos tarados

- ¡Oh¡Vaya, Muchas gracias Kurai, me siento muy halagado – dijo Lupin modestamente – en cuanto a lo del secuestro... creo que a Tonks no le gustaría mucho – agregó con unas sonrisa

-¿Le tienes miedo a Tonks? – preguntó Sirius en tono de burla

-Con esa puntería y lo desastrosa que es yo también le tendría miedo – agregó Severus con sorna

-Pues ustedes le tienen miedo a McGonagall – respondió Lupin con tono de burla

-¡Tu en vez de burlarte, por qué no peleas con McGonagall! – le espetó Sirius a Lupin haciendo que los ojos de la profesora brillaran de nuevo.

-No... no gracias – respondió Lupin que se había puesto muy pálido – soy más bien de carácter pacífico

-Cobarde – dijo Sirius sin pensarlo pero palideció casi de inmediato al darse cuenta del error que había cometido

-¿Qué dijiste, Sirius! – los ojos de Lupin refulgían de furia y salió corriendo detrás del animago que corría como alma que se la llevaba el diablo

-¿Qué mas dice la carta? – preguntó Severus sonriente al escuchar los gritos de "¡Pero si era una bromita, Moony!" que daba Sirius.

-Nos da su enhorabuena por el programa y dice que si Sirius no se quiere alejar de su amigo puede ir con ellos, que ya tiene tres perros – leyó McGonagall

-Con gusto se lo haremos saber – dijo Severus con una sonrisa - ¿Si, profesor? – agregó al ver que Dumbledore se acercaba sonriente.

-Solo era para recordarte Kurai, que a vuelta de correo recibirás el último número de la revista "fanáticos de los dulces de limón", demás de mi exclusivo libro de recetas autografiado – dijo Dumby con una sonrisa antes de desaparecer junto con Dobby, que estaba manchado de tinta por todos lados

-Gracias Kurai por tu carta – dijo la profesora McGonagall, que había puesto los ojos en blanco cuando Dumby había aparecido – la siguiente es de... – las manos de la profesora temblaron y frunció el entrecejo Ana María (Snape se sonrojó un poco)

-¿Qué... qué dice? – preguntó algo asustado el profesor

-Primero se disculpa por el retraso de su carta (N/A: ahora te toca es a ti disculparme u.u) – leyó McGonagall – dice que le intriga saber lo que tú querías con su carta – McGonagall bufó enfadada y Snape se encogió un poco - ¡Ja, lo que querías era una cita con ella, afortunadamente llegué a tiempo para detenerte... citas con las telelectoespectadoras ¡Ja!

-Creo que eso ella ya lo sabe Minerva – dijo el hombre en tono bajo – sigue leyendo... por favor

-Desea saber por qué el color negro – leyó la profesora McGonagall mirando a Snape – agrega que tiene que aceptar que te ves tremendamente atractivo con ese color, pero que está segura que de verde oscuro y azul noche se vería muy sexy – la profesora frunció el entrecejo y apretó fuertemente los labios pero no dijo nada

-¡Es para que no se vea gordo! – gritó una voz burlona desde fuera de cámara, haciendo que Severus perdiera la pose aristocrática que había hecho

-¡Nadie te preguntó a ti pulguiento! – respondió Severus con odio

-¡Pero si ese fue tu comentario gay de la semana! – respondió el animago con sorna - ¡hasta tus queridas serpientes están de acuerdo con eso!

-¡Cállate! – le espetó Severus y luego agregó - ¿Acaso no deberías estar huyendo del licántropo?

-Eso ya está en el pasado – respondió Sirius con voz burlona

-Responde la pregunta Severus – dijo McGonagall cortando la conversación de los dos hombres

-La respuesta ya la tienes Ana María – respondió Severus retomando su pose aristocrática – me veo tremendamente atractivo en negro, sin contar con que es un color misterioso, aristocrático y...

-¡Aburriiiiiiiiidoooooooo! – gritó Sirius abucheando al profesor

-¡Te dije que te callaras pulguiento! – le gritó Severus nuevamente

-La siguiente pregunta es para el profesor Dumble... Dumby – dijo McGonagall ignorando los gritos de Sirius y Severus

-Gracias Minerva – dijo el profesor con una sonrisa - ¿Otra gran fanática de los dulces de limón?

-Eh... no – respondió la profesora leyendo la carta, aun así Dumby no perdió la sonrisa – Ana María desea saber si es diabético. Le sorprende la gran cantidad de dulces que puede usar como contraseña de su despacho

-Pues verás mi querida Ana María – respondió el profesor Dumbledore con una sonrisa – no, no soy diabético, es más, gozo de muy buena salud – la profesora McGonagall ponía los ojos en blanco y decía con voz muy baja "No querrás verlo cuando se le sube el azúcar, créeme" – aunque debo reconocer que si me llevó a una pérdida algo temprana de mis dientes, (a los 20 años tuve mi primera caja de dientes, eran de madera) afortunadamente los magos han avanzado mucho estos últimos años y ahora tengo una bonita caja de dientes de titanio reforzado, dijo el profesor mostrando su brillante dentadura.

-¿Algo más profesor? – preguntó la profesora al ver que el director no se iba del lugar

-Claro, Minerva – dijo el hombre – Ana María te has hecho acreedora a una membresía del club de fanáticos de los dulces de limón. Además de mi libro de recetas autografiado, también te enviaré un enorme tarro de dulces de limón para que empieces a practicar las recetas y el atuendo oficial de los fanáticos: el sombrero (en forma de limón obviamente), la banderita, bufanda, medias y uniforme, además de una pegatina para tu auto – dijo el profesor sonriente, mientras que la profesora McGonagall le indicaba la salida

-Gracias por tu carta Ana María – dijo el profesor Snape (que no notaba el enorme grano morado palpitante que tenía en la frente) – esperamos que escribas pronto

-Si gracias Ana María – dijo la profesora y luego mirando a Severus dijo – creo que necesitas un espejo¡y deja de maldecirte con Sirius!

El profesor se sonrojó enormemente al ver su enorme grano en el espejo y se lo intentó quitar con un movimiento de su varita, pero eso solo logró hacer que se multiplicaran. Soltó una maldición mientras se escuchaba una risa burlona desde fuera de "cámara".

-Ya me las pagarás Black – escupió mientras intentaba salir del lugar

-A dónde crees que vas? – le preguntó con voz peligrosa la profesora McGonagall

-Pues a quitarme esto obviamente – dijo Severus mirando muy serio a la profesora

-AH ¡No! – le dijo la mujer con furia – Tú no te vas de aquí hasta que no termine el programa

-Pero Minerva...

-Nada, Severus – dijo la mujer inflexible – eso te pasa por portarte como un niño de tres años, así que te aguantas

-Como quieras – respondió Severus de mala gana, mientras sus pústulas brillaban más intensamente.

-Coge la siguiente carta – le ordenó McGonagall con un además imperioso - ¿De quién es?

-Es de... – Severus palideció intensamente y la carta tembló en sus manos amenazando con caerse – Black Lady – dijo en un susurro

-No seas llorica y léela – dijo McGonagall ganándose una mirada de odio por parte de Severus que procedió a abrir el sobre.

El profesor Snape comenzó a leer muy asombrado la carta y luego mirando con el ceño fruncido dijo

-¿Así que fuiste tú la que dejó mi leche tirada en la puerta¿Y además le pusiste somníferos? – el ceño se fruncía cada vez más – Eso es el colmo, menos mal Dumbledore se la tomó para seguir hablando...

-¿De que hablas? – preguntó McGonagall asombrada

-¿Recuerdas el secuestro de Dumbledore? – preguntó Severus en tono serio

-Ajá – la profesora McGonagall tenía una mirada sombría

-¿Recuerdas que pensamos que había sido obra del Señor Tenebroso? – preguntó nuevamente Severus en el mismo tono

-Ajá...

-Pues no fueron los mortífagos – respondió Severus con brusquedad

-¿No? – McGonagall miraba asombrada al profesor de pociones

-No – respondió Severus

-¿Entonces?

-Fue Black Lady – respondió nuevamente Severus, la profesora McGonagall lo miraba anonadada y había abierto la boca para hablar pero...

-¿En serio fue Black Lady? – preguntó Dumby con alegría

-Ella misma lo reconoce en su carta Señor – respondió Severus con toda la seriedad del caso

-¡Muy bonita tu casa Black Lady! – agregó mirando sonriente a la "cámara" – y tu sobrino muy simpático, algo peludito pero simpático...

-¿Peludito? – preguntó el profesor Snape anonadado

-Sí- respondió Dumbledore... Dumby mirándolo alegremente – era chiquito, café, peludito y se la pasaba en los árboles comiendo bellotas...

-¿No estará usted hablando de las ardillas? – preguntó Severus luego de echar un vistazo a la carta de Black Lady

-Em... puede ser – respondió Dumby – aunque me dijo que se llamaba Chip y que su hermano... o algo así se llamaba Dale –agregó el director

-Aquí Black Lady dice que su sobrino se llama Adriel – aclaró Severus.

-Entonces si era una ardilla – dijo tranquilamente Dumbledore – muy bonitas tus ardillas Black Lady

-Creo que es mejor comenzar con las preguntas – dijo la profesora McGonagall intentando echar a Dumby del lugar (obviamente sin éxito alguno)

-¿Black Lady desea saber si alguien le puede explicar por qué hay un anciano tirado en medio de la habitación de su tía? – leyó Severus, pero luego releyendo la carta dijo – perdón, el que desea saber eso es Adriel

-Supongo que es porque tu tía lo secuestró – respondió McGonagall – y..

-Te equivocas Minerva – dijo Severus – Black Lady intentó secuestrarme a mi pero no lo logró – su tono era triunfante – no soy tan fácil ¡jajajajaja!

-Mejor sigue con las preguntas Severus – le indicó McGonagall mientras que Dumby se comía uno de sus dulces de limón y agitaba su banderita alegremente

-La siguiente pregunta es para Granger - leyó Severus. Unos segundos después la castaña entró al lugar (más despeinada que de costumbre)

-¿Señor? – preguntó al ver a Snape que estaba absorto leyendo la carta.

-Ah, Granger – dijo mirando a la chica – 5 puntos menos por andar tan despeinada... ¿No ha probado usar Sedal Hidraloe o Pantene Rulos Hidratados?

-Severus limítate a leer la carta – dijo la profesora McGonagall con frialdad

-Pues esa es la pregunta - respondió el profesor en tono desagradable.

-Entonces responda Granger – dijo la profesora Mirando con odio a Snape

-Si lo he intentado, incluso el anti-sponge pero nada da resultado – respondió Hermione con voz frustrada – ya corro el riesgo de quedar calva de tantas cosas que me he echado en el pelo

-Pues verla calva sería una mejora – dijo el profesor Snape observando asombrado como la cabeza de alguien podría llegar a ser tan similar a un French Poddle

-Ya puede retirarse señorita Granger – dijo rápidamente la profesora McGonagall y mirando con odio a Severus agregó – lee la siguiente pregunta.

-¿Qué llevan todos debajo de las túnicas¿Calzones con flores? – preguntó Severus

-No, los míos son de lunitas y solecitos – dijo Dumby sonriente – los de Minerva son de cuadros escoceses y los de Severus negros, los de...

-Siguiente pregunta – dijo rápidamente la profesora McGonagall antes de que Dumby siguiera hablando de los calzones de todo Hogwarts

-¿Quién en su sano juicio le pone a su hijo Severus? – leyó el profesor frunciendo el entrecejo – eso... pues también me lo he preguntado – admitió

-¿Y tus padres? – preguntó la profesora McGonagall buscando alguien que pudiera responder

-Muertos – respondió escuetamente Severus

-Esa es fácil de responder – dijo Dumby con una sonrisa

-Yo creo que Severus al nacer en vez de llorar le lanzó una mirad de odio a su padre – dijo el director con una sonrisa – además eso de vivir siempre serio y enfurruñado... no creo que nada esté más acorde con su personalidad que ese nombre, o sea no podrían llamarlo Allegro o Felicitas o Levis Risus, es algo que no va para nada con el...

-Ya entendimos – dijo la profesora McGonagall – siguiente pregunta Severus

-¿Harry es hermano de Frodo (el del señor de los anillos) o tiene algún parentesco? – leyó Snape y agregó - ¿Qué es Frodo?

-Muy largo de explicar, Severus – respondió Dumbledore – y... yo diría que sí, son algo como primos segundos o terceros, no lo recuerdo bien, herencia común con Voldy

-Otra pregunta – dijo McGonagall con rapidez evitando que el director se explayara en su explicación

-Profesora ¿Cree en Dios? – leyó Severus

-¿Quién, yo? – preguntó McGonagall mirando a los lados

-Supongo – respondió Severus encogiéndose de hombros

-Em... sí – respondió McGonagall

-¿Por qué?

-Porque sí – respondió nuevamente la profesora

-¿Por qué?

-Porque sí y punto final – dijo la mujer con voz de enfado – otra pregunta

-¿Alguien sabe tocar la guitarra? – preguntó Severus

-¡Yooooooooooo¡¡¡Yo lo sé! – gritó una voz que hizo que Minerva y Severus se horrorizaran y que Dumby sonriera más pronunciadamente – Yo sé tocar cualquier instrumento musical, desde una flauta hasta un trombón pasando por todas las familias de instrumentos musicales que conozcas y que aún no se hayan inventado.

-¿Po... Podría tocar algo por favor? – preguntó nervioso el profesor Snape mirando al aparecido.

-Claro – la sonrisa brillante de Lockhart salió a relucir – pero... – miró a los lados – no traje mi guitarra, así que creo que la apareceré – sacó su varita para hacer magia, pero la profesora McGonagall se abalanzó sobre él para quitársela

-¿Por qué no? – siguió leyendo Severus

-Yo no dije que no – Lockhart había comenzado a enojarse – es que la profesora no hdsgfgbvcxbn

La profesora McGonagall lo había amarrado y amordazado y lo estaba levitando fuera del lugar

-Entendemos completamente que tenga compromisos más importantes en otras partes – dijo la mujer sonriente – no se preocupe Lockhart, no se preocupe – y rápidamente agregó – Otra pregunta Severus

-¿Por qué todos preguntan por qué? – preguntó Severus

-Porque por qué se usa para preguntar – respondió McGonagall

-¿Por qué? – preguntó nuevamente Severus con una sonrisa

-Porque así es la vida – respondió ella mirando al sonriente profesor - ¡Otra!

-¿Por qué Dumbledore está persiguiendo ardillas en mi patio? – preguntó Severus

-¿Ardillas¡Dónde! – Dumby parecía alarmado y comenzó a correr en círculos buscando las ardillas – Seguro a ellas si les gustarán los dulces de limón – mascullaba mientras corría

-¿Por qué algunos profesores (por no señalar a alguien de ojos, ropa y pelo negros) son tan injustos con sus alumnos? – Severus fruncía el entrecejo a medida que iba leyendo - ¿Nunca se les ocurrió hablar con el director cada vez que los desaprobaba injustamente o rompía sus trabajos? Podrían juntar evidencias o algo así...

-Esa es una buena pregunta – dijo McGonagall a un enfurruñado Snape – responde Severus.

-Yo no soy injusto – replicó el profesor – además todas esas pequeñas alimañas solo se merecen que yo los repruebe y nada más, y no es cierto que el director no los ayude, ese vejete siempre está a favor de ellos – Dumby seguía corriendo en círculos mientras gritaba "¡Chip, Dale¡Les traje dulces de limón!" – ¿Cómo crees que Potter logró pasar todos estos años siendo el fiasco que es?

-Lee la otra pregunta – dijo McGonagall con ademán cansino

-Dice Profesor Snape: Me han dicho por ahí que usted tiene algo con Sirius Black y que las peleas son solo porque está celoso de la proximidad de James y ahora usted lo deja de lado por un amor proyectado en uno de sus pupilos, que, dicho sea de paso, parece tener algo con cierta chica de pelos castaños y enrulados, que también es amiga de un pelirrojo cuya relación con cierto rubio.. (...) ... y que esa profesora engañaba al director con cierto licántropo... en fin ¿Es cierto? – Snape miraba la carta con los ojos como platos e intentó abrir la boca para responder pero prefirió seguir leyendo – Black Lady aclara a su sobrino que esto no es cierto puesto que yo NO SOY GAY – leyó Severus remarcando ciertas palabras – y además Sirius está con Remus.

-¡Nosotros no estamos juntos! – gritaron dos voces al unísono - ¡Yo estoy con Tonks! – agregó Lupin

-Aunque... profesora¿Tiene usted algo con el director? – leyó Severus mirando a McGonagall

-¿Quién, yo? – preguntó nuevamente McGonagall

-Si, tú – respondió Severus con una sonrisa

-Creí que eso ya había quedado claro – dijo la mujer

-Pues parece que no – le respondió Severus

- Pues Dumble... Dumby y yo tenemos una hermosa amistad – respondió la mujer cruzando los brazos

-Supongo... – dijo Severus no muy convencido – la mamá de Black Lady pregunta¿Dónde está la soga del tendal?

-¡Oh, Creo que yo te puedo ayudar con esa pregunta – dijo Dumbledore con una sonrisa (ya había dejado de intentar perseguir ardillas) – Verás, como no me la pediste luego de atarme las manos con ella, pues la guardé y he de decirte que es un cinturón muy bonito, combina con toda mi ropa – agregó mostrándole la soga amarrad en su cintura – pero si la necesitas te la puedo devolver, de paso voy a tu casa y visito a Chip y Dale, creo que les gustará llenar conmigo en nuevo álbum de figuritas de dulces de limón que salió, además, te puedo llevar personalmente tu membresía oficial así como mi libro de recetas autografiado y todo aquello que...

-Gracias por tu carta Black Lady – dijo Minerva con una sonrisa, mientras que Dobby se llevaba a Dumby – espero que vuelvas a escribirnos pronto.

-Aún queda una carta Minerva – dijo Severus luego de agradecer a Black Lady

-Nuestra última carta del día de hoy es de Anna – dijo la profesora McGonagall – gracias por tu carta y bienvenida al programa – agregó

-¿Qué dice la carta? – preguntó Severus

-Dice que le ha gustado mucho el programa sobre todo la parte de Dumbledore y las cabras – leyó Minerva – dice que le gustaría que te hicieran preguntas más comprometedoras pero que en este momento no se le ocurre ninguna, dice que le gusta ver como te sonrojas – agregó Minerva con una sonrisa

-¿Qué te gusta ver cómo me sonrojo! – dijo Severus enojado – eso no es divertido – agregó de mal humor – no es bueno hacer preguntas embarazosas a las personas

-Y no es bueno que tu te sonrojes tanto – le espetó McGonagall – tu ya estás grandecito para eso

- No me molestes Minerva – dijo Severus con odio – tu no eres quien para decirme...

-Gracias por tu carta Anna y sentimos mucho la demora de este programa – dijo la profesora ignorando la pataleta de Severus – y queridos telelectoespectadores esto ha sido todo por hoy y nos veremos en una próxima emisión de Hablemos de...

Sale la música de finalización del programa y se ve a Minerva convertirse en la Princesa McGonagall y comenzar a perseguir a Severus por todo el set, que en su huida se estrella con Sirius y Remus que están intentando cargar a Harry, que con el golpe queda libre y sale corriendo hacia los terrenos del colegio...

BONUS- BONUS- BONUS- BONUS – BONUS –

En un oscuro despacho se encontraba un hombre sentado en un antiguo escritorio de roble. El hombre escribía algo a la luz de una vela y parecía no escuchar los gruñidos, sacudidas y gritos ahogados que provenían de una enorme bolsa de tela (muy bien cerrada) que estaba a su lado.

El hombre dejó la pluma en el tintero dando por terminada su labor y levantó un poco el pergamino para leer lo que había escrito:

He cumplido con mi parte del acuerdo, espero que cumplas con la tuya

R. J. L.

A pesar de ser una carta corta, el hombre estaba satisfecho de ella por lo que sonrió y le aplicó un hechizo de secado rápido para luego sellarla y hacer otro hechizo para pegarla a la bolsa de tela, que seguía sacudiéndose violentamente.

Una vez hecho esto, el hombre miró su reloj (que no era normal sino que parecía un mapa del cielo), se acercó rápidamente a su mesa y tomó una llave vieja y oxidada que puso cuidadosamente sobre la bolsa, miró nuevamente su reloj y comenzó a hacer una cuenta regresiva en voz baja. Cuando el conteo hubo llegado a cero, la bolsa desapareció del lugar como si se moviera con una rapidez inusitada y el hombre sonrió mientras se sentaba nuevamente en su escritorio para disfrutar de una humeante copa de poción matalobos con delicioso sabor a chocolate.

FIN BONUS – FIN BONUS – FIN BONUS – FIN BONUS –

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NOTA IMPORTANTE: Como han podido notar el horrible atraso de las emisiones creo que por el momento no recibiré más preguntas hasta que me ponga al día con las que hay, eso no quiere decir que no espero RR ya que sus opiniones y críticas sobre el programa son muy valiosas para mí. Y quienes aún tienen preguntas sin responder, les pido paciencia y comprensión porfis u.u...

Ya sé que no ha estado tan gracioso como los otros pero hasta ahora lo estoy retomando…