Capítulo VIII
No quiero que te pase nada.
-Potter… el comienzo de la guerra está por empezar… prepárate… porque te queda muy poco tiempo de vida-se escuchó la voz de Lord Voldemort en todo el castillo.
Segundos después, los gritos desesperados no se tardaron en escuchar.
La gente no estaba preparada para eso.
Los alumnos corrieron al vestíbulo… pero ese fue el peor error que podían haber cometido.
Ginny logró divisar a Harry al frente de toda la masa de estudiantes.
-Potter, Potter…. ¿Todavía te encuentras triste por la muerte de Dumbledore?-dijo el que-no-debe-ser-nombrado con voz falsamente dulce.
Pero no pudo escuchar lo que el niño-que-vivió le decía porque fue jalada fuertemente por Draco.
-¿A dónde vamos?
-A tu sala común-respondió él.
Corrieron hasta ella.
Por suerte la Dama Gorda todavía estaba.
Ginny dijo la contraseña y entraron.
-Quiero que te quedes. Yo me voy a enfrentar a mi padre.
-¿Qué¡Tú te quedas conmigo¡No quiero que te pase nada malo!
-No me va a pasar nada… no te preocupes.
-Si que me preocupe… mira si te pasa algo… ¿Qué va a ser de mi, Draco¡Yo te amo¡No te quiero perder! Si tú vas, pues yo también.
-Ginny… es mi deber…. ¿sabes hace cuanto que estoy esperando esta oportunidad¿Sabes hace cuanto que estoy esperando poder vengarme de mi padre por todo?
-Si… pero por favor… hazlo por mí… no me dejes-decía de modo suplicante. Sabía que Malfoy padre era más poderoso y que no tenía ningún inconveniente en matar a su hijo.
Él se quedó pensando.
-Bueno… me quedo…-el la abrazó.
Ella notaba el corazón de Draco latiendo a mil por hora.
"¿Por qué nadie habrá venido todavía? Seguro que ya notaron nuestra ausencia… pero es raro… Me pregunto si los de la Orden ya llegaron… ojalá que si, para poder matar a todos estos miserables… ¿Harry estará peleando con Voldemort?"
Poco a poco, sumida en sus pensamientos, se fue adormeciendo.
Cuando Draco se dio cuenta que estaba durmiendo, la acomodó suavemente en el sillón en el que estaban antes sentados, le dio un beso en los labios, el cual capaz era el último, y se fue de la Sala Común de Gryffindor.
Ginny sintió unos labios sobre los suyos.
Despertó lentamente y se dio cuenta que su chico de ojos grises no estaba.
Después de reprocharse mil veces el quedarse dormida sin pensar que el se iba a ir, salió de la Sala Común como rato antes había hecho su amado.
-¡Draco¡Draco!-gritaba por los pasillos, pero nadie le contestaba.
Volviendo minutos atrás, cuando Draco salió de la sala, fue directamente al vestíbulo.
Llegó y vio a todos los alumnos retenidos por los mortífagos.
Grupitos de primero que los protegía alguien de quinto.
Los de la Orden del Fénix iban llegando y mortífagos iban cayendo.
Vio que, lamentablemente, su padre seguía en pie.
Metros más allá, Ronald Weasley se encontraba protegiendo a Hermione de Nott padre.
Se acordó de Ginny y sintió una tristeza enorme… la dejaba sola.
Seguro que cuando ella despierte y no lo encuentre, salía a buscarlo.
Esperaba que para que pase eso, todavía falte.
Bajó las escaleras y fue hasta su padre que estaba luchando con Neville Longbottom.
-Miren a quién tenemos aquí… al traidor de mi hijo… Draco, yo te enseñé a diferenciar entre nuestro el lado y el contrario… ¿Y qué haces tú? Vas y te juntas con la Weasley… pero todavía tienes oportunidad… todavía puedes salvarte… únete al señor oscuro, hijo y vencerás… olvídate de esa pobretona, no vale nada.
El joven lo miró con una furia imposible de controlar.
-¿Te resistes, he? Pues bien… tú decides… ¡CRUCCIO!
Un dolor parecido al que había sentido Ginny dos meses atrás lo sintió él.
A decir verdad, estaba más acostumbrado.
Desde pequeño había tenido que soportar ello.
Sus castigos se basaban en eso.
Maldiciones.
Si todavía recordaba su primera… cuando se había hecho amigo de una muggle.
Tenía solo cinco años.
A penas llegó a casa, su padre lo castigó de esa forma.
"iNadie merece tu amistad más que los sangres puras/i.
Él todavía no entendía porqué.
Años después si.
Cuando su padre terminó de mandarle el hechizo, Draco cayó al suelo.
-¿Qué dices ahora?
-Que no, padre y que no me importa si me matas.
-¿Pero si te importe que le pase a Ginevra, no? Pues mira… la tengo ahí…-señaló arriba de las escaleras.
Ahí estaba ella.
Con cara de dormida.
Con todo un horrible espectáculo frente a sus ojos.
Pelea y muerte se sentía en el ambiente.
Sus ojos se cruzaron.
En los de los dos había miedo.
¿Qué iba a pasar?
Nadie lo sabía.
Él corrió hasta ella.
La agarró de los hombros y le gritó con fuerza.
-¿Qué haces aquí¡Deberías estar donde te dejé!
-Draco, mi amor-por primera vez decía eso… decía imi amor/i-no te voy a dejar solo jamás.
-Yo tampoco… pero Ginny… no quiero que te pase nada.
-Y yo tampoco a ti.
Se dieron un apasionado beso que fue interrumpido.
-Otra de sus escenitas románticas… Weasley… este es tu fin¡CRUCCIO!-volvió a repetir.
Todo pasó en cámara lenta.
Veían como el rayo se dirigía a ella.
Pero Draco se interpuso, llegándole a él el crucicatus. Gimió nuevamente de dolor.
Antes de que siga, su padre mismo lo paró.
Esta vez, Malfoy hijo se quedó parado.
No había sido tan fuerte, sin embargo, le había dolido.
-¡GINNY!-gritó una voz. Ella giró la cabeza y se encontró con su hermano a su lado, el cual había pasado por sobre la muchedumbre-Malfoy… si tratas de hacerle algo a mi hermana, vas a tener que pasar sobre mi cadáver-le dijo a Lucius.
-¡Otro pobretón¿También estás de novio con este, hijo?-Ron se sorprendió… ¿de novios¿Qué quería decir?-¿Cómo, no lo sabías Weasley? Tu hermanita y mi hijo son noviecitos-Ginny sintió la sangre helarse y esquivó la mirada llena de decepción de su hermano. Él sabía que se habían besado una vez… solo iuna/i… y menos pensaba que eran novios.
Draco, mientras oía la conversación entre su padre y los Weasley, vio a una chica que se le hacía familiar.
Y abrió desmesuradamente los ojos cuando la reconoció.
Su padre notó esto –si, hijo, Pansy Parkinson.
-¿Qué hace ella aquí?
-Ella no salió de las filas de nuestro señor… así que, como buena mortífaga, vino hoy, para acabar con Potter y todos los sangres sucias, como Granger.
-¡Nada le va a pasar a Hermione!-gritó Ron.
Malfoy rió.
-Yo no estaría tan seguro, Ronald, mírala ahora mismo, tan indefensa…-los cuatro giraron la cabeza encontrándose con una Hermione sangrante en el medio te todo el salón alborotado de gente.
Algunos alumnos ya habían desaparecido, obra, por supuesto, de los profesores y de la Orden del Fénix.
-Potter… esta es tu muerte… ¡Avada kedavra!-gritó Voldemort, ignorando que Harry la había lanzado antes, pensando que no podía ser tan potente como para acabar con él.
No lo puedo creer!
el capitulo que tengo hecho hace taanto por fin aparecee!
Y les quiero decir que despues de este, solo faltan tres caps!
quieroo muuuuchooss revieewwss!
Hasta los 25 (en total.. yo no soy como otrosque piden 30 reviews en un capitulo) no actualizoo:):)
Un besooo y ojala que les haya gustado el capitulo!
Adiosss
