DISCLAIMER: Ninguno de estos personajes son mios. Todo pertenece a JK Rowling, Warner Bros, etc, etc... no gano dinero con esto...es solo una forma de pasar el tiempo hasta que llegue el verdadero libro 6!!

ADVERTENCIA: este fic contiene slash (relacion chico/chico), si no te gusta no lo leas. Estas advertido!!!!!

VERSIONES: En ff.net: el ff contiene relaciones heterosexuales y homosexuales.

En sf.net: el ff contiene slash solamente y mencion a las relaciones het.

GRACIAS A MI AMIGA DEL ALMA QUE ME DEJO TRANSFORMAR SU FF!!

RESPUESTA A REVIEWS:

Love55: Si lees el otro ff, te habrás dado cuenta que no somos la misma persona. Este ff es de Barby, yo sólo lo adapté a mis intereses (con su autorización y supervisación). De todos modos,en cuanto hable con barby le paso tu mensaje. Es buena escritora, viste?

Massssssss: No tengo idea cuando se van a enterar quienes son en realidad, porque yo no escribo el original, pero creo que no faltan muchos capitulos. Si no es en el capitulo 5 es en el 6.

Luz de luna: La idea del ff es de una amiga mia, yo sólo le agregué el slash! De todos modos, ¡muchas gracias! Y no te preocupes, que lo voy a seguir hasta el final, actualizando, si Merlín quiere, una vez por semana.

Agatha Hudson: Mmmmm, no se si van a llegar a experimentar algo con Harry en el cuerpo de Sophie, porque si tengo que seguir los patrones del pensamiento de un chico que se considera heterosexual (claro que no lo es, pero él no lo sabe), va a tardar en ceder ante el otro chico. Además...me parece que Barby no los va a dejar mucho tiempo en esos cuerpos. Y no te mueras de la angustia, que Barby ya me contó que estuviste internada en San Mungo. No queremos hacerte mal.

Herms malfoy: ¡Gracias! Actualizo una vez por semana. Entre miércoles y viernes, todo depende de cuando me entregue los nuevos capítulos Barby (la autora) y cuanto tarde yo en hacerle los arreglos.

En slashfiction.net:

Haciendo click en "Reviews", busquen el capitulo en el que dejaron el review y va a aparecer mi respuesta, en letra cursiva. Gracias a todos los que se toman ese preciado momento.

CAPITULO 4: El arrepentido.

Harry despertó esa mañana sintiendo que, por alguna extraña razón, su almohada se movía de arriba hacia abajo, lentamente. En un primer momento se asustó, pensando que la magia oscura tenía algo que ver, pero luego se dio cuenta de que no estaba solo en la cama. Cuando quiso moverse, un par de brazos lo mantuvieron en la misma posición. Su visión se estaba volviendo borrosa, por lo tanto la poción multijugos estaba dejando de hacer efecto. De alguna manera tenía que salirse del abrazo para alcanzar la mesa de luz.

Moviéndose con extrema precaución, para no despertar a su compañero, retiró uno de los brazos, por lo que pudo estirar el propio y alcanzar el dichoso cajón donde mantenía ocultos los frascos. Inmediatamente después de tomarla, su sentido de la vista se recobró. Ya no era una forma borrosa lo quelo mantenía abrazado, y no era la almohada lo que subía y bajaba, sino que era Keith. Harry estaba durmiendo con su cabeza apoyada en el torso de Keith, y él lo tenía abrazado. En qué momento el chico se había pasado a su cama?

Como un balde de agua fría, los recuerdos cayeron sobre él. La noche anterior había estado sufriendo otra de sus pesadillas. La mas usual de todas, la que aún lo atormentaba y no lo dejaba vivir en paz. Esa noche en que Sirius lo había dejado para siempre, esa noche en que se había vuelto a quedar sólo, esa noche en que deseó que su corazón dejara de latir. Y Keith lo había calmado, y seguramente se había quedado dormido antes de volver a su cama.

Tenía que aprender a manejar de otra manera esas situaciones. Harry Potter no podía darse el lujo de llorar. Primero tenía que vengarse. Vengarse de Bellatrix, vengarse de Voldemort y, por qué no....vengarse de Dumbledore. El muy desgraciado le había ocultado la verdad, por su culpa Sirius estaba...ni siquiera podía pensarlo sin que se le achicara el corazón. Dumbledore quería un arma para la guerra, esa arma era él. Bien. La iba a tener, pero no iba a contar con que esa arma se iba a encargar de destruirlo a él también.

El movimiento de una pierna entrelazándose entre las suyas lo sacó de sus pensamientos. Debía despertar a Keith, no era correcto que estén durmiendo en la misma cama siendo dos chicos (aunque eso no lo supiera el otro). Pero de alguna manera, se sentía cómodo, a salvo, como nunca se había sentido. Tal vez por el hecho de que nunca antes alguien lo había abrazado y consolado, o nunca antes alguien había dormido con él. Después de meditar por algunos minutos, recobró la razón y movió un poco el hombro izquierdo de Ketih, susurrándole que se levante.

El chico a su lado sonrió con los ojos cerrados, y se desperezó cual gato después de una larga siesta. Al abrir los ojos, se extrañó de encontrar una cabellera pelirroja, y la dueña de ésta mirándolo a través de sus ojos azules. Entonces entendió la situación, estaba durmiendo en la cama de Sophie, su nueva amiga. Deseando no ver en sus ojos reproche, se volvió hacia ella. Se sorprendió al ver que le sonreía, en muestra de su agradecimiento.

-Lo siento –musitó Keith –Creo que me quedé dormido aquí. -Está bien. –dijo Sophie, notando la incomodidad de su amigo –Yo...gracias por lo de anoche. -Pesadillas? -Si..me persiguen, desde que sucedió lo de mi papá. -Lo lamento. –respondió Keith, maldiciéndose mentalmente por no notar que a la chica no le iba a gustar hablar de eso. -No es tu culpa. Espero que no te hayas propasado conmigo mientras dormía –se burló la pelirroja sonriendo, para evitar que la charla se torne demasiado deprimente. -Claro que no! Soy todo un caballero! -Mejor así. Desayunamos? –ofreció Sophie. -Creo que sería mas correcto decir.."almorzamos"? Viste la hora? -Por Merlín! Es tardísimo!!! -Lo se. Vamos.

***

En ese momento, a kilómetros del Callejón Diagon tres amigos escoltados ingresaban a un imponente castillo, siendo recibidos por un sonriente Albus Dumbledore. A través de los anteojos de media luna, el conocido hechicero, estudió los rostros de sus alumnos. Tanto Hermione, como Ron y Ginny se mostraban alegres por volver a Hogwarts, pero la procupación por la desaparición de su mejor amigo era notoria. Parecían no haber dormido desde que se enteraron de la noticia, probablemente así era.

Tonks, Lupin y Moody eran la escolta de los tres alumnos. Al parecer, habían tenido algunos inconvenientes entre ellos, pues Remus y Tonks miraban a Ojoloco con el ceño fruncido. Dumbledore los miró divertido e interrogó a la mas joven de los escoltas.

-Tuvimos que viajar de pie. –explicó Tonks molesta–todo el camino, desde King´s Cross hasta aquí, de pie, mirando por las ventanas del Expresso.

-Hay que estar en...

-ALERTA PERMANENTE! –dijeron todos junto a Moody, que los miró con mala cara.

-No se preocupen, pueden descansar unos momentos. –Informó Dumbledore –Aún faltan dos horas para la próxima reunión de la Orden. Y...tengo que hablar con alguien antes de dar comienzo. Así que, si me disculpan, me retiro.

-Profesor! –lo llamó Hermione.

-Oh! Disculpe señorita Granger, pueden quedarse en la Torre de Gryffindor. Elijan alguna de las habitaciones vacías e instalen sus pertenencias.

-Gracias Dumbledore –interrumpió la señora Weasley, que venía del Gran Salón –pero me temo que los elfos ya se encargaron de esas tareas. Dejaron todas sus cosas en la habitación de mujeres de sexto año y....–agregó informando a sus hijos y Hermione.

-Pero mamá! –se quejó Ron –Los elfos no saben que yo no puedo entrar ahí?

-Señor Weasley –dijo Dumbledore riendo –Creo suponer que para saber que hay protección contra los jovencitos, es porque intentó adentrarse en los aposentos de las señoritas.

-Eh...yo.... –las orejas de Ron estaban tan escarlata como el uniforme de Quidditch de Gryffindor –el año pasado...pero sólo porque queríamos hablar con Hermione!!

-Está bien. –continuó el viejo mago –Como varios miembros de la Orden se suelen quedar a dormir en ocasiones, las escaleras fueron desencantadas momentáneamente. No creo que haya problemas. De todos modos, sólo serán un par de días, porque Neville Longbottom se quedará aquí también por el resto de las vacaciones, y Luna Lovegood llegará con él. Igualmente, le aconsejo avisar por la mañana antes de abrir los doseles de su cama, no queremos que asuste a las chicas, verdad?

-Si...señor –dijo Ron, que ahora todo su rostro estaba sonrojado.

-En fin –dijo Molly Weasley –tengo algunas cosas que hacer. Ya saben donde queda la Torre, y la contraseña es "Leones de la Orden".

-Ah! –dijo Tonks encantada –Siguieron mi consejo! Qué bueno! Siempre quise poder poner la contraseña de la entrada!

-Vamos chicos –los insitó Remus. –Creo que yo voy a ir con ustedes así descanso un poco.

***

El almuerzo esta vez había sido pagado a medias. Keith y Sophie ingirieron algo rápido en el Caldero Chorreante, antes de partir hacia el Callejón Diagon. Desde su anterior estadía en el Callejón, antes de comenzar su tercer año en Hogwarts, se podía decir que Harry era un experto conocedor de todos los rincones de aquel lugar. Sabía donde comprar los mejores helados, las mejores ropas, conocía todos los bares, confiterías y restaurantes, y no había nada que lo sorprendiera. Excepto, tal vez, por un cartel enorme que ahora observaba desde una esquina.

-"Sortilegios Weasley"? –se preguntó a sí mismo.

-Eso parece –respondió Keith.

-Vamos a ver? –propuso Sophie, después de todo, tebía bastante que ver con que Fred y George abrieran su propio negocio.

-Eh...no lo sé... –dudó Keith. No le gustaba la idea de entrar a territorio enemigo, aunque nadie iba darse suenta que era Draco Malfoy, y considerando la ilusión que aparentemente le hacía a su nueva amiga se decidió. –Sí. Vamos.

-Genial! –exclamó Sophie y llevó a Keith de la mano, corriendo hacia allí.

-Buenos días –les dio la bienvenida una cordial voz –yo soy Fred Weasley, en qué puedo ayudarlos?

-Podría mostrarme alguno de los mas recientes productos, por favor? –pidió Sophie.

-Claro! Será un placer! Siempre es un honor tener clientas tan hermosas! –dijo, provocándo que Sophie se sonrojara y que Keith gruñera disconforme.

-Te espero afuera –dijo Ketih, mostrándo que no le agradaba el pelirrojo.

-Creo que tu novio se enojó conmigo.

-No. Está bien. No es mi novio. –dijo Sophie con una sonrisa, negando con la cabeza.

***

Exactamente dos horas después de su llegada a Hogwarts, un elfo apareció en la Sala Común de Gryffindor, solicitando la presencia de Remus Lupin y Nymphadora Tonks en el Gran Salón, pues la reunión estaba por comenzar. Ambos adultos se despidieron de Ron, Hermione y Ginny y se dirigieron hacia allí apresuradamente.

Cuando llegaron, notaron algo fuera de lo normal. Además de la gran mesa circular en la que todos se reunían cada vez, había una pequeña tarima, en el lugar de la Mesa de Profesores durante el año escolar. Todos conocían el motivo por el cual la tarima estaba ubicada allí: un nuevo miembro de la Orden del Fénix iba a prestar juramento de fidelidad.

Poco tiempo después, y habiendo consultado con los presentes, todos llegaron a la conclusión de que nadie tenía idea quien era el o la nueva integrante. A nadie le gustaba la idea. Cuanta mas gente, mas desconocidos, cuantos mas desconocidos, mas posibilidades de traición.

Dumbledore hizo su aparición, ingresando por una puerta lateral. Detrás de él, un muchacho de unos 19 años, alto, flaco, de porte extremadamente formal y antinatural, ojos cafés y cabello pelirrojo. Percy Weasley solicitaba ser parte de La Orden del Fénix. Los murmullos aumentaron, pues todos conocían la historia de "Percy-lame botas del Ministro-Weasley". Molly Weasley comenzó a llorar, emocionada porque su hijo hubiese recobrado la sensatez, Arthur Weasley no podía mas que mirar al hijo que lo había ignorado durante todo un año y abrir y cerrar la boca de la impresión. Pero Bill y Charlie lo observaban con recelo, ellos no lo iban a perdonar tan fácil. Había hecho sufrir demasiado a sus padres.

-Señores, por favor, silencio –dijo Dumbledore levantando una mano –Otro integrante de la familia Weasley va a formar parte de La Orden a partir de este momento. Lo que tengan que decir al respecto, lo hablarán directamente con él. He escuchado sus razones para formar parte de la organización y, demás está decir, son muy convincentes. Señor Weasley, por favor.

-Yo, Percy Weasley –dijo Percy mirando al resto de los integrantes y levantando su mano derecha –prometo y juro aportar todo mi esfuerzo a la causa de La Orden del Fénix, acatar las órdenes del Profesor Albus Dumbledore y no revelar a nadie lo desarrollado en cada reunión. Como así también, trabajar firmemente en cada tarea que se me designe y proteger la vida de Harry Potter con la mía de ser necesario.

-Bien. En ese caso, puedes sentarte donde encuentres una silla vacía Percy –dijo un sonriente Albus Dumbledore.

Percy se sentó junto a su madre, quien le tomó la mano, aún con lágrimas en los ojos, y le dedicó su mas sincera sonrisa. Por su parte, él respondió con un beso en la mejilla. Dumbledore tomó asiento en su lugar de siempre y dio por comenzada la reunión.

-Novedades sobre Harry? –preguntó, notando como todos los presentes se removían en sus sillas. –Nadie sabe nada? No es posible que un chico de 16 años sobreviva solo, sin utilizar la varita, durmiendo en la calle, sin comer, sin comprar alimentos, sin utilizar un baño. Algo se nos está escapando.

-Está olvidando que Potter tiene una gran capacidad para romper las reglas y burlarse de la gente, Profesor –dijo ácidamente Snape.

-Cállate Snivellus! –Remus saltó de su asiento –Tu también tienes culpa de esto! Si no hubieras dejado de darle lecciones de Occulmency, no se habría producido el incidente del Ministerio!

-Potter sólo está llamando la atención, Lupin. Es que no lo conoces? Es igual a su padre.

-SEÑORES! –exclamó Dumbledore poniendo fin a la discusión –No quiero otro enfrentamiento como este. Guárdate tus comentarios Severus. Y tu Remus, tus reproches. A todos nos duele la muerte de Sirius, pero no puedes culpar a Severus.

-Lo siento –dijo Remus bajando la cabeza.

***

Sophie salió del negocio de los gemelos Weasley con varios paquetes media hora después de haber entrado. Keith la esperaba junto a la puerta, con los brazos cruzados y recargado y con una pierna en la pared. No sólo odiaba a los Weasley, y todo lo que tuviera que ver con ellos, sino que encima querían quitarle a su Sophie. No sabía desde cuando era "su Sophie", pero simplemente lo era.

-Tardaste bastante. Simpáticos los dueños del negocio, no? –preguntó irónicamente.

-Qué sucede? –preguntó Sophie confundida.

-No me gustó la manera en que te miró. Como si fueras un pedazo de carne, como si quisiera devorarte.

-Mmmm...estás celoso?

-No! Yo no soy celoso! Sólo estoy cuidándote! Pero si quieres puedo desaparecer de tu vida en este instante.

-Estás celoso –dijo Sophie acercándose mas a él –Lo veo en tus ojos.

-No es verdad.

-No tienes por qué preocuparte –agregó la chica tomándole la mano –No me gustan los pelirrojos. Bastante con mi cabello. –terminó con disgusto.

-No te gusta tu cabello?

-No.

-Es hermoso. –dijo Keith alargándo una mano y hundiéndola en él –es muy suave, sedoso, brillante y....se siente bien entre mis dedos.

A esta altura, Sophie y Keith se encontraban a centímetros el uno del otro. Podían respirar el mismo aire, y no dejaban de verse a los ojos. Como presos de un hechizo, sus rostros se acercaban, buscándo el contacto de sus labios, queriendo disfrutar de sus sabores.

Pero entonces, Harry y Draco hicieron sus apariciones. Ambos se separaron a la vez. Draco sin poder creer que estuvo a punto de besar a una pelirroja!!! Una pelirroja hermosa, sí, pero ella era su amiga, la había conocido el día anterior, y dormían en la misma habitación. No quería perder la confianza de la chica. Ahora ella iba a creer que él se quería aprovechar de ella y lo iba a correr de la habitación. Se iba a quedar en la calle!

Harry fue el que mas se sobresaltó. Estuvo a punto de besar a un hombre! El segundo beso de su vida! UN HOMBRE! Ahora sí que estaba todo fregado. En qué demonios estaba pensando cuando comenzó a provocarlo con lo de los celos? La poción multijugos no alteraba la sexualidad de las personas, no? No. Creía que no. Estaba casi seguro que no. Entonces....le gustaban los hombres? No! Eso no podía ser! A él le gustaban las mujeres! Le gustaba Cho! No le gustaban los hombres!

-Eh...yo... –empezó Harry.

-Vamos a tomar un helado? –lo cortó Draco, que no queía hablar de lo sucedido.

-Por mí está bien. –dijo Harry con una sonrisa.

***

La reunión culminó con nuevas tareas para algunos de los miembros de La Orden. Otros, seguían con la misión mas importante del momento: buscar y encontrar a Harry Potter. Los padres de Ron pidieron permiso para pasar por la Torre de Gryffindor, antes de retirarse hacia La Madriguera. Querían conversar con Percy y contarle la nueva noticia a Ron. El anciano aceptó encantado.

Después de pronunciar la contraseña, Bill y Charlie entraron a la Sala común de los Leones, saludando a sus dos hermanos y Hermione, que se encontraban en unos sillones, deliberando sobre posibles lugares donde encontrar a Harry. Los tres los miraron sonrientes, y también a los señores Weasley, que ingresaron tras ellos. Pero sus rostros se fruncieron cuando vieron al último.

-QUÉ HACE ÉSTE AQUÍ?!?!?!?! –gritó Ron –NO TIENE DERECHO A ESTAR AQUÍ!

-Cálmate Ron. –intervino el Señor Weasley –Percy forma parte de La Orden ahora.

-Y? –preguntó Ginny.

-Cómo "Y?"? –dijo Molly –Percy ha vuelto!

-BIENVENIDO! –le gritó Ron con asco y se encerró en la habitación que estaba ocupando.

-RONALD WEASLEY! VEN AQUÍ! –lo llamó a los gritos su madre.

-TIENE RAZÓN MAMÁ! –gritó Ginny desapareciendo tras la misma puerta que su hermano.

-Eh..yo...voy a.... –dijo Hermione señalando la habitación y dirigiéndose hacia allí.

-Tranquila mamá –dijo Bill, al ver que su madre estaba llorando por la reacción de sus hermanos –Es lógico que se pongan así.

-No! No lo es! –sollozó la mujer –Son sus hermanos! No sus enemigos!

-Pero hasta hace unos días, Percy renegaba de la familia –intervino Charlie fulminando con la mirada a su hermano, el arrepentido –Dijo cosas horribles de todos nosotros, de Dumbledore y de Harry. Es absolutamente normal la reacción que tuvieron.

-Yo creo....-comenzó solemnemente Percy.

-Nadie te pidió tu opinión Percy! –exclamó Bill –No tienes idea lo que sufrieron papá y mamá por tu maldita arrogancia, tu ceguera, tu ambición y tu actitud hacia nosotros! Si quieres saber lo que pienso, mejor será que te vayas preparando. No creo que vaya a ser fácil que dejen de verte como el "lame botas del Ministro"!

-Pero....

-No entiendes Percy? –fue el turno de Charlie –lo mejor será que no te acerques a ellos todavía! Están muy dolidos! Y ni se te ocurra intentar hablar con Harry cuando regrese! Porque te va a maldecir! Y yo no pienso impedirlo!

-Basta...por favor –pidió la señora Weasley.

-Está bien mamá. Vamos a hacer una cosa. –dijo Bill –Fleur y yo nos quedamos aquí esta noche, con los chicos. Ustedes vayan. Cuanta mas gente haya en La Madriguera para cuando los gemelos reciban a Percy, mejor. Porque imagino que van a intentar utilizar con él todos sus productos.

-Tienes razón Bill –dijo Charlie –Vamos mamá.

-Hasta mañana. –dijo el señor Weasley.

Y?? QUE LES PARECIO? HUBO UN PRIMER ACERCAMIENTO ENTRE HARRY Y DRACO!!

VOLVIO PERCY!!!! ME ENCANTÓ LA REACCION DE SUS HERMANOS, A USTEDES NO? YO HARIA LO MISMO!!!!

DEJENME SUS REVIEWS!!!! NO LES CUESTA NADA!!! SON SOLO UNOS SEGUNDITOS!!!!!

GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!

Gala.