DISCLAIMER: Ninguno de estos personajes son mios. Todo pertenece a JK Rowling, Warner Bros, etc, etc... no gano dinero con esto... ¡¡es solo una forma de pasar el tiempo hasta que llegue el verdadero libro 6!!
ADVERTENCIA: este fic contiene slash (relacion chico/chico), si no te gusta no lo leas. ¡¡¡¡¡ESTÁS ADVERTIDO!!!!!
¡AHORA SI, A LEER!
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CAPITULO 16: QUIDDITCH.
Después de lo que pareció una eternidad, el equipo de Quidditch de Gryffindor tocó el suelo, dando por terminado el último entrenamiento previo al partido mas importante del año. La rivalidad entre Gryffindor y Slytherin había aumentado con la nueva actitud de Harry Potter.
Harry estaba a punto de dar una charla sobre posibles jugadas a realizar el sabado siguiente, cuando notó que todo el equipo lo observaba con una extraña mirada y parecían susurrar sobre algo entre ellos.
-¿Quién va a decirme que les sucede? -preguntó Harry autoritariamente.
-Emm... bueno... nosotros....
-Elocuencia Ginevra -pidió Harry.
-Mira imbécil -Ron se interpuso entre su hermana y su capitán -lo que queremos saber es para que Casa vas a jugar el sabado.
-Creo que, siendo el Capitán de Gryffindor, eso está mas que claro. Si eso era todo...
-No. -continuó Ron -No está claro y eso es evidente. Pasas todos tus días con Malfoy y estoy seguro de que duermes en Slytherin cuando no regresas. ¿Qué vas a hacer, Potter? ¿Vas a dejarlo ganar? ¿Vas a intercambiar la victoria por favores sexuales?
-Weasley -dijo Harry con frialdad -Mi vida sexual no te incumbe. Debes recordar también que el Capitán de Gryffindor soy YO y debes respetarme. No voy a dejar ganar a Draco. Y, por favor... reaccionen, es SOLO un puto partido de Quidditch. Hay cosas mas importantes por las que preocuparse. ¿No creen?
-Mira Harry -dijo Ginny hablando nuevamente -No estamos diciendo que el partido del sabado sea lo mas importante del mundo, pero... esto es Hogwarts y aquí SÍ es importante el Quidditch.
-Entonces me dan pena -Harry se desordenó el cabello mientras miraba divertido la confusión en los rostros de sus compañeros -Esto es muy sencillo. Si hacen lo mismo que hoy en el entrenamiento, vamos a ganar el partido. Y les aseguro que voy a atrapar la Snitch antes que Draco. ¿Satisfechos?
Un coro de "si" fue todo lo que necesitó Harry para dar por finalizada la conversación. Ahora solo deseaba darse una ducha, para ir luego al encuentro de Miss Caroline y Remus Lupin, para su lección semanal de Occlumencia.
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Severus había estado toda la semana evitando encontrarse a Caroline. Las comidas en las que ella asistía al Gran Salón, él las consumía en sus aposentos particulares. No podía siquiera pensar en verla a los ojos sin correr el riesgo de tomarla en sus brazos y besarla con furia por haberse comprometido con alguien mas.
Siempre supo que algo así iba a suceder. De hecho, le sorprendía de sobre manera que no hubiera contraído matrimonio aún y no tuviera una docena de niños corriendo tras ella, riendo y llamándole "mamá".
El problema es que las pocas ilusiones que había dejado crecer se habían desplomado ante las palabras del licántropo. Y, por mas vueltas que le diera al asunto, no comprendía los motivos de Lupin para pedirle que sea sincero con Cary y que evite su matrimonio con ese hombre. A Lupin nunca le había gustado que estuviera cerca de ella.
Sin dejar de lado su copa de Whisky de Fuego, abrió el album fotográfico con el que se torturaba desde que ella había regresado a Hogwarts. El mismo que habían comprado juntos durante una de sus tardes en Hogsmeade, para "inmortalizar sus momentos felices", como ella misma había dicho.
Había tan pocas imágenes en él.... sólo seis. Seis fotografías que podían decir mas de su vida que cualquier otra cosa, incluso que cualquier persona. Porque Cary había sido y siempre sería la mujer de su vida.
Los únicos momentos en los que se había permitido soñar con una vida agradable y una familia diferente a la que le había tocado de pequeño, se habían esfumado esa noche, en la que ella se había sincerado con él.
Cary había sido la única persona a la cual le había relatado su triste, solitaria e inexistente infancia. Le había contado sobre los golpes de su padre, el sufrimiento de su madre y las bromas crueles a las que lo sometían los Merodeadores desde su primer año en Hogwarts. Y ella lo había escuchado todo, paciente y comprensivamente.
Él, en cambio, cuando ella le contó sobre su familia, sobre sus padres, la insultó, le gritó y estuvo a punto de golpearla, sino fuera porque Dumbledore había aparecido en el momento oportuno y se la había llevado con él. Después de esa noche, nunca volvió a verla.
La había buscado por todo Gran Bretaña al terminar sus estudios en Hogwarts. Necesitaba encontrarla y decirle que no la odiaba, que su reacción había sido pura y exclusivamente por miedo. Pero, por mas esfuerzos que hizo, nunca dio con ella.
Y así fue que terminó rodeado de oscuridad y maldad, al servicio del mago mas tenebroso de todos los tiempos.
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Harry estaba a punto de llamar a la puerta del despacho de Miss Caroline, cuando escuchó dos conocidas voces discutiendo. Y se hubiera ido a su dormitorio, o tal vez a la Sala Común de Slytherin, sino fuera porque escuchó su nombre.
-Albus, por favor, tienes que hacerlo. Debes decirle.
-Ya hemos hablado esto Cary. No voy a hacerlo.
-Al menos déjame a mi. -pidió Caroline -Déjame hablar con Harry. Si tan solo pudiera decirle la verdad...
-Es peligroso Cary.
-¡Oh por todos los cielos! ¡Todo en la vida de Harry es peligroso! Pero si no le decimos la verdad nos va a odiar. Albus, tienes que comprender que....
-No. -respondió Dumbledore comenzando a cansarse con la situación. Él entendía los motivos de Caroline, pero también sabía que si Harry se enteraba...
-No puedes ocultarle todo esto. No puedes seguir manteniéndolo a la sombra. No lo estás protegiendo. No confía en nadie Albus, sabes que eso no es bueno.
-Caroline, siéntate y escucha. No podemos decirle esto por el momento. No sabemos como reaccionaría. No es algo que estoy dispuesto a arriesgar.
-¡Albus Dumbledore! ¡Harry es una persona, no un "algo"! ¡No es un maldito peón de ajedrez y tampoco un miembro de tu orden para que hagas lo que quieras con él! ¿No te das cuenta que cada secreto tuyo lo aleja mas de todos nosotros?
-Caroline, comprendo que lo aprecies. Y créeme que yo también lo hago. Pero esto que me pides es, sencillamente, imposible de hacer.
-Perfecto -siseó Caroline entre cerrando los ojos -Yo voy a decírselo de todos modos. Con o sin tu apoyo voy a hablar con Harry.
Si lo haces, me veré obligado a quitarte el puesto de Profesora de Defensa contra las Artes Oscuras y deberás regresar a tu casa. -dijo Dumbledore tranquilamente.
-No te atreverías.
-Sabes que lo haría, aunque no lo desee.
-Eres un maldito viejo manipulador. -la furia de Caroline brillaba en sus ojos de manera inconfundible.
-Cary...
-¡NO! ¡Se lo diré y me lo llevaré conmigo si me echas de aquí! ¡Harry no puede seguir ignorando su herencia!
-No puedes llevartelo. A la muerte de su tía, Vernon Dursley me otorgó su costodia.
-¡ES MI AHIJADO! ¡Es el hijo de mis mejores amigos! Claro que puedo llevármelo.
-El Ministerio de la Magia no va a darte su tenencia.
-Como si alguna vez me hubiera importado lo que esos inútiles piensan. -Caroline se acercó peligrosamente a Dumbledore, dejando sus rostros a centímetros de distancia y le habló mirándolo directamente a los ojos. -Voy a decirle a Harry que es el Heredero de Merlín y nos vamos a ir al Paraíso. Esto ha llegado demasiado lejos.
Harry sintió un enorme peso en su estómago y, aunque intentó seguir escuchndo, las voces parecían alejarse. Él era el Heredero de Merlín, uno de los mas grandes magos de la historia.
Pronto, se encontró corriendo, sin fijarse en su trayectoria o a quien golpeaba en su travesía. Nada le importaba. Albus Dumbledore era un mentiroso. Aún le ocultaba inbformación importante. Pero esta vez, Harry estaba furioso, porque no era sobre la Orden o Voldemort, esta vez era sobre sí mismo.
La otra información importante era que Miss Caroline era su madrina y que, por algún motivo que él le atribuía a Dumbledore, ella nunca lo había visitado en la casa de sus tíos. De pronto, a Harry se le vino una idea a su mente.... ¿Miss Caroline dijo que se lo llevaría al "Paraíso"?
Tan rápido había corrido que ni cuenta se dio cuando llegó a la Sala Común de Slytherin. Recobrando la comportura, irguió la cabeza e ingresó, como si nunca hubiera escuchado a Dumbledore y a Miss Caroline hablando de él.
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Hermione y Ron se abrieron paso entre algunos alumnos a la salida del Gran Salón. Esa noche, apenas habían comido. Tenían un objetivo claro y nadie iba a detenerlos. Tenían que hablar con el profesor Lupin.
Siguiendo las instrucciones que Miss Caroline les había facilitado, dieron con un retrato enorme al final de un pasillo casi deshabitado. Ambos se quedaron embelezados con las figuras moviéndose dentro de él.
De pronto, los dos lobos detuvieron todo movimiento y los miraron directamente a los ojos, como estudiándolos y decidiendo si dejarlos pasar o no.
-Realeza. -dijo Hermione.
El retrato se abrió, mientras los lobos reanudaban sus juegos. Ron y Hermione entraron con cautela a una agradable sala de estar, donde podían verse confortables sillones que parecían invitarlos a sentarse.
De una de las puertas, salió un adolescente de unos quince años, vestido con una elegante y fina túnica verde, seguido por Luna Lovegood. Durante unos segundos, la sorpresa fue expresada en silencio, hasta que Martin habló.
-¿Quiénes son ustedes y qué hacen aquí?
-Está bien. -susurró Luna. -Son los amigos de Harry, te he hablado de ellos. ¿Vienen a ver a Caroline o al profesor Lupin?
-Al profesor Lupin. -respondió Hermione.
-Bueno, esperen aquí. -Martin dio media vuelta y se metió en otra de las puertas de la Sala, mientras Luna los miraba con curiosidad.
-Ron, Hermione... -dijo Lupin con amabilidad al verlos. -Que bueno que hayan venido. ¿Gustan una taza de te?
-Claro. -dijo Ron, sentándose frente a la chimenea, mientras Hermione hacía lo mismo a su lado.
-¿Martin? -dijo Remus de pronto.
-Oh... lo siento. Los dejo. Tengo que vigilar a Samantha y Amy de todos modos. -luego se volteó a Luna -¿Vendrás mañana?
-Seguro. -dijo la rubia y salió después de darle un beso en la mejilla, lo que provocó una mirada divertida de Remus.
-No quiero escucharte. -dijo Martin, medio sonriendo, medio enojado.
-Yo no he dicho nada. -se defendió el licántropo riendo.
Cuando Martin abandonó la habitación, perdiéndose tras la misma puerta por la que había aparecido por primera vez, Remus volvió su atención a los dos Gryffindors.
-¿Y bien? ¿Qué los trae por aquí?
-Harry. -dijo Hermione, al ver que Ron no podía o no quería hablar. -¿Qué sucede con Harry? Desde que se fue a "ese" lugar, está actuando de modo muy extraño.
-No Hermione. -dijo Remus sonriendo tristemente -El Paraíso nada tiene que ver con la actitud de Harry. Hasta me atrevería a decir que sería peor si no hubiera ido allí.
-¿Pero entonces por qué actúa como si nadie mas que Malfoy le importara? -preguntó Ron exhasperado.
-Chicos... la vida de Harry no fue nunca fácil. Y creemos que, en realidad, demasiado tiempo soportó todo el peso en sus espaldas. Los Dursley, ser huérfano, Voldemort persiguiéndolo año tras año desde que llegó a Hogwarts, la exposición de la prensa... Son demasiadas cosas para un niño.
-Lo que usted quiere decir es que la muerte de Sirius fue "la gota que colmó el vaso"? -preguntó Hermione ganándose una mirada confundida de Ron por el dicho muggle y arrepintiéndose al instante al ver el dolor en el rostro del profesor.
-Exactamente eso quiero decir. -dijo Lupin intentando ocultar su tristza -Sirius era... era un padre para Harry y perderlo fue.... fue mas de lo que pudo soportar. Simplemente no puede, ni sabe como manejarlo.
-¿Y lo maneja metiéndose con un Slytherin? ¿Actuando como ellos? -preguntó Ron, ajeno al dolor de Lupin, o a la confusión de Hermione -¡Es la estupidez mas grande que escuché en mi vida! ¿Por qué va a relacionarse con los culpables de la muerte de Sirius?
-Eso -dijo Lupin -es justamente lo que él piensa.
-Harry culpa a Dumbledore. -susurró Hermione.
-¿Qué? ¡Eso es ridículo, Hermione! ¿Verdad, profesor?
-No, Ron. Harry está convencido de que Sirius murió por culpa de Dumbledore.
-Pero... no es así... -dijo el pelirrojo cayendo en la desesperación. -Harry tiene que saber que fue culpa de Quien No Debe Ser Nombrado. Él es el culpable de todo, no Dumbledore.
-¿Qué pasó en el despacho del Director en junio? -preguntó Hermione presionando un poco mas.
-Sólo digamos que el profesor Dumbledore le dijo a Harry algunas cosas que le había ocultado y.... No puedo decirles mas que eso, lo siento.
-La Profesía. -dijo Hermione nuevamente -Dumbledore le ocultó a Harry que Voldemort iba a intentar usarlo para obtener la Profesía y por eso...
-Algo así -concedió Lupin, sin dejar de maravillarse por la inteligencia de su ex alumna. Pero ya no pudo decir nada mas, porque el retrato se abrió, dando paso a una furiosa Caroline.
-Voy a matarlo. Voy a tomarlo del cuello y se lo voy a retorcer hasta que no pase nada de aire. Y después... después voy a colgarlo de la Torre de Astronomía, para que todos lo vean.
-¿Cary? -preguntó Remus preocupado.
-¡No tienes una idea lo que el viejo.....! -Caroline se detuvo de pronto. -Lo siento Ron, Hermione, no sabía que estaban aquí.
-¿Estás bien? ¿Hablaste con Severus?
-¿Severus? -preguntó Caroline confundida -No. Hablé con Albus. Juro que pocas veces he tenido tantas ganas de matar a alguien.
-¿No le hiciste nada, verdad? -preguntó Remus, sin prestar atención a los Gryffindors, que los miraban asombrados y sin comprender.
-Claro que no. No es que me faltaran ganas pero.... -Caroline suspitó audiblemente. -En fin, voy a darme una ducha y después cenamos, ¿te parece?
-Perfecto. -dijo Remus sonriendo mientras le acariciaba la mejilla.
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Esa mañana era el tan esperado partido de Quidditch. Gryffindor contra Slytherin. El primer y mas emocionante partido de la temporada. Pero había alguien que no tenía su mente en el campo, sino en el cuadro frente a él.
-¿Severus? -la voz sorprendida de Lupin resonó en el pasillo vacío. -¿Buscas a Cary?
-Lupin. -respondió Snape -¿Puedo pasar o vas a negármelo como la última vez que vine?
-Pasa. -dijo Remus haciéndose a un lado -De todos modos yo me estaba yendo a hablar con Dumbledore. Oh... y... los niños están fuera con Thomas, tan vez puedas hablar con ella sin interrupciones.
-Lupin. -siseó Snape a modo de advertencia.
En cuanto el licántropo salió, el cuadro se cerró tras él y Severus notó que no tenía idea de como hablar con Caroline. Demasiadas cosas debía relatarle y no tenía el tiempo suficiente.
-¿Moony? ¿Con quién hablas? -preguntó Caroline entrando a la sala, vistiendo sólo una ligera túnica gris perla.
-Buenos días Caroline. Espero que no te moleste, el... Lupin dijo que no estabas muy ocupada y yo...
-Claro Sev. -le sonrió Caroline -Siéntate. ¿Quieres te?
-No, gracias. Yo...
-¿Todo esto es por Harry? ¿Has tenido algún problema con él?
-No. Bueno, sí. Pero no estoy aquí por Potter.
-¿Oh? -Caroline lo miró intensamente a los ojos, intentando descifrar que era aquello que tanto le costaba decir.
-Cuando te fuiste... esa noche... -Caroline estuvo a punto de interrumpirlo, pero la mirada suplicante de los negros ojos la obligaron a callarse -Yo creí que moría. La única persona que alguna vez se había preocupado por mi me había abandonado y... y era mi culpa.
-Sev.... Yo no te abandoné.
-Lo se. -Severus se puso de pie y se dirigió a una de las amplias ventanas que enfocaban a los primeros alumnos dirigirse al campo de Quidditch -Yo... la mañana siguiente, cuando Lily me abofeteó supe lo que había hecho. Ella nunca había agredido a nadie y, curiosamente, yo fui el primero. Parece que siempre saco a relucir lo peor de todos los que me rodeaban.
-Se....
-Déjame terminar. Sabes que no me es fácil hablar así. -Severus sabía que ahora iba a humillarse y que luego debía contarle el final de todo y la oscuridad de su vida, pero no tenía otra opción si no deseaba que se entere por otro. -Yo te busqué. Desde que terminé Hogwarts no hice otra cosa. Recorrí toda Gran Bretaña y no pude encontrarte. Incluso fui un tiempo al continente. Francia, Italia, Suiza... todos aquellos lugares de los que siempre me habías hablado y...
-¿Por qué no preguntaste?
-¿A quién? -Severus enfocó su vista en Caroline, que tenía un brillo de tristeza en sus ojos -¿Tal vez a Black o a Potter? ¿O Lupin iba a decirme donde te encontrabas?
-Puede que no, tienes razón. -dijo Caroline acercándose a él -Pero Lily sí te lo hubiera dicho. O, por lo menos, me habría informado que me buscabas. Y albus también sabía donde encontrarme. ¿Nunca se te ocurrió preguntarle a Albus?
-No sentía un gran a precio por Albus en ese momento de mi vida. -Severus acarició suavemente el cabello de Caroline, peinando algunos mechones. -¿Dónde estabas?
-En mi casa, con mi familia. -Respondió Caroline perdiéndose en las orbes negras y sin saber como reaccionar a las acciones de Severus.
-Nunca me dijiste donde estaba tu casa.
-Nunca me dejaste terminar de hablar.
La respuesta de Caroline fue lo que trajo a Severus de regreso al mundo real. Había sido bello acariciar su cabello, pero debía guardar las distancias. No sólo porque Caroline estaba comprometida, sino porque cuando ella se enterase de la marca en su brazo...
-¿Sev? -preguntó Caroline confundida cuando Severus se alejó y se volvió hacia la ventana. -¿Sev qué sucede?
-Siento no haberte dejado terminar tu historia esa noche, Cary. Estaba aterrado. -Severus tomó aire y se negó a girar hacia ella -Si.. si algún día deseas hacerlo, me gustaría saber que mas tenías para decirme.
-No hubo un día o una noche en que no me arrepintiera de habertelo dicho en el orden equivocado. -dijo Caroline dolida -Tal vez debí haber empezado por lo que no pude ecirte, por la otra parte de mi familia. Pero no ibas a comprender si lo hacía. Y, como había estado bien con Lily y Remus, yo pensé que...
-¿Y Potter y Black? -preguntó Severus viéndola nuevamente.
-Ellos... no sabían todo de mi. No lo supieron hasta mucho después, cuando Lily me pidió ser la madrina de Harry. Yo los adoraba, cierto, pero no confiaba en ellos tanto como en Lily, en Remus o en ti.
-Oh...
-No sabía que me habías buscado. -dijo ella sonriendo tristemente -¿Qué me hubieras dicho si me encontrabas?
-Te hubiera pedido perdón, te hubiera dicho que no creía en todo lo que te dije esa noche y te hubiera rogado que me dieras otra oportunidad.
Caroline observó la resignación en los ojos de Severus. Era asombroso como podía ocultarle sus sentimientos a todos menos a ella. Su máscara de frialdad desaparecía cuando ella lo miraba. Sin darse cuenta de lo que hacía se fue acercando lentamente hasta quedar a centímetros uno del otro.
-¿Puedo pedirte algo? -preguntó Caroline y Severus solo asintió, incapaz de hablar -Bésame.
En un principio pensó que había escuchado mal, que no había comprendido lo que le había pedido. Y sólo se quedó mirándola, esperando que repita lo que había dicho. Pero cuando ella bajó el rostro avergonzada, supo que había escuchado bien.
Caroline estaba a punto de alejarse de él. Sentía su corazón a punto de partirse nuevamente, al ser rechazada por el mismo hombre por segunda vez en su vida. Pero entonces Severus la tomó de un brazo, la giró hacia él y la miró intensamente a los ojos, como deseando ver a través de ella.
Y al fin sucedió, sus labios se unieron y todos los sentimientos enterrados en lo profundo de sus almas salieron a la luz. Todo aquello que creían haber olvidado regresó con mas fuerza que nunca y lo único que pudieron hacer fue entregarse a la evidencia de que su amor seguía presente.
El beso fue completamente diferente a todos los que compartieron alguna vez. Fue cálido y lleno de sentimientos, sí. Pero también fue una explosión de necesidad y pasión.
Antes que cualquiera de ellos pudiera darse cuenta, estaban caminando a tientas hacia el sillón, con las túnicas a medio abrir, mientras sus manos acariciaban cada rincón de sus cuerpos, tan deseosos de mas, como siempre había sido.
Sólo cuando Caroline comenzó a retirar la túnica negra por los hombros de Severus, éste reparó en que no había logrado decirle nada de lo que necesitaba. O, al menos, no la parte en que se había unido al Señor Tenebroso y que no podía dejar que ella viera la marca en su brazo.
Haciendo uso de todo su auto-control, Severus se separó del cálido cuerpo de Caroline y de sus deliciosos besos, para encontrarse con que sus ojos grises lo miraban con temor y confusión. Se arregló la túnica sin mirarla ni hablar y cuando ella se acercó nuevamente, él se dirigió al cuadro de entrada.
-Lo siento, Cary. No puedo hacerlo.
Caroline lo vio partir y todos esos sentimientos que habían florecido en ella se transformaron en la mas profunda pena y el mas infinito dolor. todo lo que comprendía era que Severus aún la odiaba y que aún le temía. Y eso era lo que mas la afectaba. No que él no la amara, no que no la deseara, sino que le temía, tal como había sucedido diecinueve años atrás.
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El campo de Quidditch estaba repleto. Todos los alumnos y profesores estaban presentes, deseosos de ver el comienzo de la temporada y de disfrutar un buen espectáculo deportivo.
-¡BIENVENIDOS AL PRIMER PARTIDO DE QUIDDITCH DE LA TEMPORADA! -la voz de Collin Creevey resonó en el estadio y als plateas de alumnos rugieron -¡GRYFFINDOR Y SLYTHERIN SE ENFRENTAN EN LO QUE PROMETE SER UN GRAN ESPECTÁCULO! ¡Y AQUÍ VIENEN LOS EQUIPOS! ¡GRYFFINDOR ES EL PRIMERO EN SALIR AL CAMPO! ¡LIDERADOS POR SU INVENCIBLE BUSCADOR Y CAPITÁN..... HARRY POTTER!
Parecía que el único que no había perdido su fascinación por el Niño que vivió era él, pues en todos los otrossectores del estadio, los alumnos se mantuvieron silenciosos y solo algunos aplaudieron con cortesía.
Debajo, en el campo, los equipos se alinearon para dar comienzo al juego. Con los Capitanes enfrentados, y Madamme Hootch exigiéndoles un juego limpio.
-Aún no entiendo por que se presentan -dijo Harry sonriendo amistosamente mientras tomaba la mano de Draco en el característico apretón de Capitanes -Siempre ganamos.
-Oh... pero hay que darles un juego para recordar... ¿no crees, Harry? -respondió Draco guiñándole un ojo y subiendo a su escoba.
Pronto, los catorce jugadores estaban en el aire y el juego había comenzado. Harry miraba desde arriba como sus cazadores hacían las maniobras planeadas y todo salía tal como lo había esperado.
-¡10 puntos para Gryffindor! ¡Esa anotación de la preciosa Ginny Weasley fue increíble! ¿Ustedes vieron como se le agita el cabello cuando vuela? Una visión adorable si me lo permiten....
-¡Señor Creevey! -exclamó McGonagall, pensando en por que habían elegido a ese niño para relatar los parytidos, cuando era obvio que iba a ser peor que Lee Jordan.
Harry estudiaba el cielo sin perder de vista a sus compañeros de equipo. Habían planeado el juego perfecto. Gryffindor iba a obtener la victoria, y él su libertad. Sólo esperaba que su plan funcionase.
Iban ganando por sesenta puntos cuando Ron evitó una anotación de Slytherin, y él visualizó la Snitch. Estaba cerca del suelo, junto a las gradas de Ravenclaw, y tras ella fue Harry.
Sólo le tomó dos segundos a Draco darse cuenta de lo que sucedía y se lanzó en su persecución, sabiendo que tenía muy pocas posibilidades de lograrlo, pero intentando hacer un buen papel. Podía imaginar el orgullo de su padre si le ganaba a Harry....
Harry, con Draco en sus talones, veía la snitch cada vez mas cerca, y la adrenalina lo abrumaba. Todo se decidiría en cuestión de segundos y, aunque le hubiera gustado hacer algo diferente, ya no había tiempo para volverse atrás.
Estiró el brazo casi dolorosamente y sintió a la Snitch escaparse entre sus dedos. Inclinó el cuerpo hacia adelante, quedando horizontal a la escoba, para obtener mayor velocidad y lo logró. Las alas doradas le hacían cosquillas entre sus dedos.
Harry levantó la mano, en el momento en que Madamme Hootch lanzaba un silbido, dando por terminado el partido y Colllin informaba a los espectadores de la victoria de Gryffindor.
Todo el equipo se acercaba volando hacia él, pero Harry no les prestó atención. Miró a Draco y sonrió conforme al ver el asentimiento que recibía de respuesta. Luego fijó su vista en Dumbledore, que lo miró satisfecho, luego confundido y, por último, como si lo hubiera visto en sus ojos, se puso de pie, negándop con la cabeza, en forma bastante patética según su opinión.
Draco estuvo junto a él en menos de lo que podía imaginar y, en lugar de dirigirse a tierra firme como todos los demás, ambos salieron volando a toda velocidad hacia el Bosque Prohibido, sin siquiera voltear una vez.
Cuando sus miradas se encontraron, Harry supo que hacía lo correcto al escapar de Dumbledore. Los ojos grises de Draco mostraban calidez y aceptación, aunque había una pizca de miedo e incertidumbre, pero eso era lo que mas lo convencía de que todo estaría bien.
Lo último que escucharon antes de cruzar las barreras de Hogwarts, fue la voz de Miss Caroline, que parecía amplificada mágicamente.
-¡¡¡ALBUS DUMBLEDORE!!!
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Respuestas a los reviews:
Aryblack: Sos mala con el pobre Snape.... vos querés que sufra. ¿No te da un poquito de pena, por lo menos? A mi me enternece.. jajajaja. No puedo evitarlo, estoy "enamorada" de él... así como lo estaba de Sirius. sólo espero que no muera también... No podría soportarlo. En fin, te mando un beso y gracias por tu review...
Ophelia Dakker: Este capitulo tardó mas, porque viste que Barby se mudó de lugar y ahora publica acá (al fin me hizo caso) y está estudiando muchísimo y bueno, se complicaba para reunirnos a escribir. Pero ya lo hemos logrado, como ves. En fin, me alegra que te haya gustado el anterior. La verdad es que los lemons se me complican a veces y me molesta que no pueda ponerlos acá y mucha gente no los lee al final. como vez, en ese no pasó nada, mas que un par de fogosos besos de Severus y Caroline... ya vendrán algunos mas.
¡Un beso y muchas gracias por leer!
Déjenme su review, no les cuesta nada y me hace muy feliz ver que alguien lee mi ff... por favor... se los ruego.. jejejeje (patético).
¡Hasta la próxima entrega!
GALA SNAPE
