Los personajes de Shaman King no me pertenecen, solo este fic y su trama, me reservo los derechos de autor.
Amor eterno
Por rocio-asakura
Capitulo final: "Un sueño. El eterno reencuentro"
-Anna! –fue lo primero que salió de sus labios, cuando por fin pudo recobrar el conocimiento.
Con la respiración agitada, y su cuerpo ligeramente cubierto de sudor, el joven se llevo las manos hacía su frente, intentando de esta manera tranquilizarse y poder recordar que era lo que había sucedido.
Cuando la imagen de Anna Kyôyama vino a su mente, con las mejillas humedecías por lo que parecía ser lagrimas, llamándolo incansablemente por su nombre al momento en que sujetaba su mano con todas sus fuerzas para que el portal no lograse succionarlo por completo.
-Anna...Anna! –Yoh se incorporo con dificultad, totalmente decidido a buscar a la joven princesa, cuando sus piernas le fallaron e incontrolablemente callo sobre el futón en el que había permanecido recostado hasta solo segundos atrás.
-recién logras recobrar el conocimiento, y lo primero que haces es un terrible escándalo –regaño con voz ronca una mujer, ingresando al cuarto con el ceño fruncido y vestida con un sencillo kimono.
-tu...eres... O.O –tartamudeo incrédulo, reconociendo de inmediato a la mujer con el rostro cubierto por las arrugas que delataban su edad.
-qué te sucede? pasas un par de horas en el sótano y ya no reconoces a tu abuela? –reprendió Kino Asakura, cruzándose de brazos molesta.
El castaño parpadeo un par de veces incrédulo, mientras que con la mirada inspeccionaba cuidadosamente la habitación en la que se encontraba. Esa era la habitación de huéspedes que poseía la mansión de los Asakura. Eso quería decir que había regresado a su época...pero... un momento!
-qué?...Qué paso con Anna! Donde esta ella! –interrogo Yoh con desesperación, volteando a ver suplicante a Kino.
-de que hablas?
-de la princesa del reino Zeilum! Anna Kyôyama!...En el sótano...En el sótano se abrió un portal! –el joven hablaba atropelladamente, y movía sus manos de un lado a otro con histeria.
-un portal? o.ô
-si! Un portal! el me succiono y me llevo al pasado! Me convertí en el guardaespaldas de Annita por que...
-tienes una gran imaginación Yoh, me gustaría que la utilizaras para cosas útiles ¬.¬
-pero es verdad!
-lo único que es verdad, es que al estar buscando lo que tu madre te encargo una caja te cayo encima, por lo que te quedaste inconsciente delirando estupideces ù.u –regaño la anciana- si fuese verdad lo que dices, tendrían que haber pasado semanas o meses incluso, no es así?
-eh! O.O... pues...si –susurro con tristeza.
-en cambio, desde que te encontré desmayado solo han pasado horas. Solo fue un sueño que tuviste mientras estabas inconsciente, solo eso –la anciana se dispuso a retirarse, pero antes de hacerlo volteo a ver a su nieto- no vuelvas a preocuparme de esa manera. Me asustaste mucho cuando te encontré desmayado en el sótano.
-lo siento abuela.
-uufff... esta bien, solo debes aprender a hacer mas cuidadoso.
-si
Al ver a su abuela desaparecer tras el tatami, con lentitud volvió a recostarse sobre el futon, entrecerrando los ojos y fijando la mirada en ningún punto en especial.
Todo lo que había vivido en el trascurso de ese mes, acaso... había sido un sueño? Aquellos recuerdos y experiencias, aquellos sentimientos y emociones, habían sido solo...un sueño? Cómo eso era posible?...cómo?
-un...sueño –susurro antes de cerrar por completo los ojos y dejarse vencer por el sueño.
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Camino apresuradamente por los pasillos del castillo, sin importarle el hecho de que la mayoría de los sirvientes, al verla, se corrían a un lado por temor a ser atropellados por su majestad.
Su larga cabellera se mecía al ritmo de sus pasos, con gran elegancia de un lado a otro, y sus ojos se mantenían fijos al frente, mientras que ella repasaba mentalmente lo que había ocurrido recientemente.
Yoh Asakura, su guardaespaldas, de quien ella se había enamorado, había, literalmente, desaparecido cuando sus labios por fin se habían unido en su primer beso. "Me ama", recordó dichosa, sonrojándose levemente. No se lo había dicho con palabras, pero se lo había demostrado, y ella lo había terminado de comprender al verlo fijamente.
Cuando llegó a Zailum, aún asombrada por lo que había ocurrido, su primer impulso fue el averiguar que era lo que había sucedido con Yoh. Por lo que tomo varios libros de la biblioteca, todos gruesos y pesados referidos a la hechicería y los hallazgos hechos por los hechiceros, y luego de una noche en vela había descubierto que su amado provenía del futuro, y que había sido succionado en su época por un portal conocido por el nombre de "Sinceo", más no había mayor información al respecto.
Así que Yoh era del futuro, así todo cobraba sentido. Era por eso que no conocía las formalidades de esos tiempos, ni aquellos fastidiosos protocolos que existían para diferenciar a los reyes de sus súbditos. Eso también explicaba las extravagantes ropas que utilizaban cuando lo hallaron en medio del bosque y su informal modo de hablar. Él...era de otro mundo.
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El rechinido que produjeron las puertas al abrirse de repente, hicieron que Fausto desviase la mirada del libro que posaba sobre sus manos y la dirigiese a la entrada de la biblioteca, donde contemplo a Anna Kyôyama con la respiración acelerada, parada con postura firme y con un grueso libro bajo el brazo.
Fausto simplemente sonrió.
-buenos días Lady Anna n.n
-Lord Fausto –la joven se acerco al hechicero con pasos atropellados- yo...
-¿sabía que en Egipto se llamaba a las bibliotecas "el tesoro de los remedios del alma"? –comento el hombre de cabellera rubia, comenzando a recorrer los inmensos libreros del lugar, y leyendo desinteresadamente los títulos escritos en sus lomos- pero lo que usted busca, su majestad... –Fausto se detuvo para voltear a verla- lo que usted busca no se encuentra en ninguno de estos libros.
-cómo...cómo sabe lo que...? –Anna lo observo de manera interrogante.
-eso es lo de menos ahora –Fausto volteo nuevamente, para guardar en el librero a su derecha el libro que cargaba en sus manos- qué es lo que desea que haga por usted, su majestad?
-Lord Fausto, usted... usted puede enviarme junto a Yoh? –la voz de la princesa tembló ligeramente, mientras su cuerpo, aunque no lo pareciera, temblaba levemente, temeroso de la respuesta que aquel hechicero pudiese darle.
Fausto cerro los ojos y borro su sonrisa, lo que hizo que el estomago de Anna diera un vuelco.
-no puedo, lo siento. Al parecer se produjo una distorsión de tiempo en la época del joven Asakura, que le permitió a él venir al presente –concluyo el hechicero con el semblante serio.
-eso quiere decir... que no lo volveré a ver? -susurro la rubia, mientras que en sus ojos Fausto pudo distinguir una profunda tristeza.
El único...el único ser que había tocado su corazón, el único ser que había logrado desenmascararla sin que ella se lo impidiera, el único ser que la comprendía...ya no...estaría con ella?
Fausto VIII sonrió nuevamente al adivinar sus pensamientos.
-todo es posible lady Anna, todo. Debe tener fe y creer en el joven Asakura. Solo el tiempo podrá responder a su pregunta.
La joven lo contemplo atónita por unos segundos, procesando lentamente sus palabras. Estaba en lo cierto, debía tener fe, debía creer ciegamente en que él regresaría... junto a ella.
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Sintió el sonido seco que produjo la tiza al chocar contra la pizarra junto a la vos de su profesora como un eco apagado y distante. Bostezo por décimo cuarta vez en el día, y aburrido ladeo la cabeza hacía la ventana junto a él, observando el jardín de la secundaria en un intento de no quedar irremediablemente dormido en medio de su clase de física, aunque idea le parecía tentadora.
Contemplo a algunos alumnos caminar por los senderos del lugar, hablando animadamente entre ellos, mientras cargaban unas cajas que en sus manos. Sin darle mayor importancia, fijo su atención en el milenario árbol que crecía en el centro del jardín, formando una amplía sombra a su alrededor. Parecía un lugar agradable para dormir una siesta.
–"sería agradable estar allí en este momento" –pensó somnoliento, imaginándose recostado sobre la mullida hierba, con la cálida brisa característica de principio de primavera meciendo su cabellera castaña, siendo acompañado por la joven que se encontraba ahora allí, observándolo con ternura.
-"una joven!" –pensó mientras el sueño misteriosamente desaparecía.
Al observar atentamente a la mujer que se encontraba allí, se le hizo extrañamente familiar. Su largo cabello rubio, su vestimenta elegante y delicada, como el de una princesa, y sus profundos ojos fijos en los de él haciéndole sentir como si algo volara en el interior de su estomago, todo en ella le recordaba a alguien... pero... a quien?
-Yoh –escucho claramente que la joven susurraba.
-no puede ser... –exclamo, incorporándose con brusquedad- Anna! –grito sonriente abalanzándose hacía la salida del lugar, sin importarle en lo mas mínimo los gritos de su profesora y Manta, llamándolo.
-Anna! –grito su nombre al llegar al inmenso árbol.
Con la mirada busco desesperado a la princesa, mas no la encontró por ninguna parte, ella se había marchado.
-no fue...no fue un sueño –susurro agitado, apoyándose en aquel árbol.
Todo lo que había vivido junto a ella, todo lo que había y aún sentía por ella no había sido un sueño. Todo! Absolutamente todo era real! Zeilum, Valgarius, Anna...Todo era real! Y él lo sabía! Estaba completamente seguro de ello!
Yoh frunció el ceño, decidido, y corriendo a todo lo que sus piernas resistieran salió de la institución, continuando su carrera por las interminables calles de Fumbari.
-"no fue...un sueño"
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-Yoh! Niño escandaloso, que haces aquí? No deberías estar en la escuela? –exclamo Kino, contemplando del otro lado del nublar de la entrada a su nieto con el pecho bajando y subiendo sin secar, mientras que las piernas le temblaban ante el cansancio que sentía.
Aún exhausto por el recorrido que había realizado se adentro decidido a la mansión Asakura, encaminándose con sonoros pasos hacía el sótano del lugar, al cual ingreso y sin siquiera titubear comenzó a descender las escaleras, siendo seguido por su abuela, quien cuestionaba sus acciones e exigía una clara respuesta al respecto.
-no fue un sueño –susurro simplemente Yoh, corriendo algunas cajas que se apilaban allí.
-aún piensas en eso?. Claro que fue un sueño.
-no, estoy seguro de que no! –grito el joven deteniéndose por unos segundos, mientras Kino levantaba una ceja expectante- Anna... todos son reales, yo lo sé.
Kino Asakura sonrió levemente, contemplando orgullosa la decisión con que su nieto movía todos los objetos cubiertos de polvo, en busca del portal. Lo que él sentía por aquella joven, a quien llamaba Anna, era verdadero.
-el portal... –exclamo la anciana, llamando la atención de Yoh, quien la observo confundido- esta detrás de ese mueble –concluyo señalando con su bastón un armario añejo, ubicado a la izquierda de su nieto.
Yoh sonrío ampliamente, haciendo una inclinación de cabeza a su abuela como agradecimiento. Lentamente, y con el corazón palpitando muy cerca de su boca, el joven movió el armario, revelando una la luz de color violeta colándose por los ladrillos del muro. La sonrisa que adornaba sus labios se extendió aún mas, mientras que sus ojos brillaban irremediablemente de emoción.
Melancólico Yoh volteo para despedirse de su abuela, pero ella negó lentamente con la cabeza, dejando a sus anteojos ocultar su mirar, para que el castaño no pudiese ver una traviesa lagrima que deseaba escapar de su sitio.
-vete ya! –grito con falso enfado la mujer, sonriendo levemente. Yoh comprendió, por lo que se detuvo.
-si! Adiós abuelita! –se despidió simplemente, haciendo una ligera seña de mano antes de introducirse ansioso al portal.
-adiós...niño escandaloso –respondió Kino suavemente, secando rápidamente la única lagrima que había derramado- cuídate mucho...
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-... y también asistirán los ministros de Camelot, algunos miembros de su mesa redonda. Los reyes de Valgarius, por supuesto, y...-hablaba imparablemente Tamao, siguiendo muy de cerca a su señora por los senderos del jardín, mientras revidaba unos pergaminos que cargaba entre sus manos.
Anna simplemente caminaba, prestándole mayor atención al canto que ejecutaban las aves al pasar que a su dama de compañía, que simplemente le hablaba sobre el banquete que se realizaría dentro de poco en el castillo perteneciente a la dinastía Kyôyama.
-...sus vestimentas estarán listas esta misma tarde, su majestad. Y también... –era increíble como luego de unos meses, Tamao no hubiese cambiado en absolutamente nada, ni aún después de su boda con Horo-Horo.
-"Incluso parece más hiperactiva que antes" –pensó la princesa, cortando con cuidado, una rosa del rosal.
-...no hay que olvidarse de supervisar el banquete, su majestad Anna, por que... su majestad? –Tamao la observo confundida, extrañada de que la rubia se hubiese detenido tan de repente.
-"qué es...esta sensación?" –se pregunto la joven princesa, llevando una mano hacía su pecho. De repente, una acogedora calidez se había apoderado de su corazón- puede ser que... –susurro aún atónita. De inmediato tomo entre sus manos su largo vestido, dirigiéndose tan rápido como podía hacía donde sus instintos le indicaban que fuera.
-lady Anna! Espere! –la llamó Tamao, decidida a seguirla, cuando sintió que una voz la llamaba a sus espaldas, por lo que volteo- lord Fausto? o.o
-deje que vaya miladi, si usted la siguiese estaría interrumpiendo n.n –hablo calmadamente Fausto, quien pasaba por allí tomado del brazo por su esposa Elisa.
-interrumpiendo? o.o, qué? –interrogo la joven, aún sin comprender. Mas el hechicero simplemente se limito a reír.
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Anna se detuvo abruptamente al llegar a una colina, algo alejada del castillo, donde incrédula observo como una luz de peculiar color se arremolinada frente a ella, formando luego de unos segundos un portal, de cual, muy lentamente, la figura de un joven con cabellera castaña emergió.
Sin siquiera dudarlo, la rubia se acerco rápidamente para recibir al castaño entre sus brazos. Por el peso de este, callo lentamente sobre el césped, observando gustosa al joven en sus brazos.
Él había regresado! Había regresado para estar a su lado!
-estoy...de vuelta... Annita –susurro Yoh semiinconsciente, sintiendo como Anna lo aferraba contra su pecho, mientras que una lagrima de ella caía sobre su mejilla. Si bien no se había levantado a observarla fijamente, puesto a que el peso que sentía su cuerpo era incontenible, sabía que era ella, su aroma se lo decía, como también supo que ella estaba llorando de emoción, puesto que también pudo escuchar claramente el latir acelerado de su corazón.
Se sentía tranquilo, se sentía en paz... por fin estaba junto a ella, por fin estaba a su lado. Ese era el lugar al que pertenecía, sin importar las diferencia de tiempos, él debía estar allí, para vivir junto a su Annita...por la eternidad.
-bienvenido...Yoh
Fin...
Continua en Epilogo...
-T.T
Ren: u.u
-TT
Ren: o.o
-ToT
Ren: o.ô porqué lloras?
-se acabo? ToT
Ren: si, se acabo u.u
-porqué se acabo? ToT
Ren: no lo sé, es tu fic ¬.¬
-ohe? o.o, es verdad, es mi fic n.nU. Así que... yo puedo hacer que siga! o
Ren: eh? o.ô, pero no ves que dice "Fin"? -.-
-sip, pero existe lo que se llama EPILOGO! nOn. Los que estén a favor digan "YO"!
Todos los lectores: YYOOO! 0
-ves, no es mala idea n.n
Ren: ustedes, de donde salieron! ò.ó
-no seas descortés Ren-kun n.n. Quiero agradecer a:
Nadeshiko Malfoy(-hola Vero! n.n
Ren: hola u.ú
Lenny: jajajaja! –rió divertido en brazos de la autora.
-Ya ves, no los separe n.n, no soy tan mala ¬.¬
Ren: no fue necesario que la convenciera u.u
-yo le doy a Lenny un besote de tu parte n.n –la joven besa al pequeño quien ríe divertido.
Ren: yo también quiero ¬/¬
-no seas celoso n.n. No fue nada agradecerte a vos primero Vero n.n, y como ves en este capi paso lo mismo xD. Ja ne!)
Paulina (hola! En verdad te gusto mi fic? o.o, que bien! o me alegro mucho n.n. En verdad te emocionaste? T.T, aunque no lo creas, yo también al escribirlo xD. Como ves, ya esta el final n.n, espero que tu confianza este bien depositada y que este capi haya sido de tu agrado -. Nos veremos! Y vota por el epilogo! o)
Pilika de Tao Asakura (Hola! Como has estado? n.n. Si, concuerdo con vos, el capitulo anterior y este, el final, son los mas interesantes, puesto a que se revelan algunas cosas enigmáticas. Y si, lamentablemente, como vos dices algún día tenía que terminar T.T. He pensado hacer un epilogo n.n, tu que dices?. Fue un placer responder a tus dudas! Nos veremos! Cuídate tu también! o)
StArFiRe-YuMi(En verdad te gusto? o.o no sabes lo feliz que me pone eso n.n. Muchos opinaron como vos u.u, justo cuando podían estar juntos, aparecía el maldito portal . . Pero ya ves, al final se reunieron n.n. En verdad crees que me merezco un premio? O/O, te lo agradezco en verdad n/n, tus comentarios ya me hicieron sonrojar xD. Yo también espero leernos pronto n.n, te deseo mucha suerte! Cuídate onegai! o. Bye!)
-bueno, eso es todo n.n
Ren: nos veremos en el Epilogo.
-cuídense mucho todos! o
Lenny: aos! n.n
Sayounara. Mata-ne
"la doncella del YohxAnna"
rocio-asakura
