Capítulo 7. Mi (¿nefasto?) primer día.
El bueno de Hagrid me deja delante del retrato de la Dama gorda, no sin antes decirme que me mandará una lechuza con el remedio que, según él, es el mejor para curar chichones. ¿Qué será?
Consigo entrar antes de que la señora del cuadro monte un escándalo por mi chichón, para encontrarme la sala común desafortunadamente llena. La atravieso como una tromba, intentando que la gente no vea el chichón. Los chicos me llaman desde uno de los sofás junto al fuego, pero no les hago caso y subo las escaleras corriendo hasta encerrarme en la habitación. Oigo pisadas en las escaleras y que alguien llama a la puerta. Voy directamente al baño y me miro en el espejo...
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!
Tengo un chichón que me cubre toda la frente y, justo en medio, donde más se ve, es donde peor está. No puede ser, no puedo tener tan mala suerte...
De pronto, la cerradura de la puerta de la habitación salta hecha pedazos y la puerta se abre, para dejar paso a un asustado Harry.
-¿Estás bien?- pregunta.- Te oí gritar y... ¿Qué diablos te ha pasado?- Ummm, creo que ya ha visto mi chichón.
-Nada.
-¿Cómo que nada? ¿Y ese huevo que tienes en la cabeza? ¿Cómo te lo has...Snape.-Afirma rotundo, con cara asesina y, evidentemente, sacando conclusiones precipitadas y totalmente equivocadas. Hace ademán de salir de la habitación, pero rápidamente le sujeto por el brazo.
-No ha sido él, se me cayó uno de los ingredientes y al ir a cogerlo me di con el borde de la mesa. Es que soy muy torpe.- No me lo puedo creer, estoy mintiendo (no del todo, pero eso él no lo sabe), y es que la expresión que ha puesto cuando ha creído que Severus...
Empiezo a verlo todo borroso, tengo la impresión de que me estoy mareando. Harry se acerca y me lleva hasta la cama, donde me obliga a tumbarme.
-Shhhh, tranquila, no pasa nada...-¿Os acordáis de lo que os dije sobre las manos de Severus? Pues las de Harry no le van a la zaga...
¡Deja de soñar, niña! Miro hacia la puerta y no puedo evitar comentar.
-Te has cargado la puerta.
El chico pone una sonrisa de circunstancias. Mueve levemente su varita y la cerradura se recompone.
-Deberías ir a ver a Madame Pomfrey.
-¿Quién es?
-La enfermera del colegio, seguro que tiene algún remedio para ese chichón- dice mientras lo toca suavemente.
-El profesor de Pociones ya me ha dado una poción, - digo incorporándome un poco y sacando el botecito que me ha dado Severus. Harry no parece muy seguro.- Me ha dicho que mañana el chichón habría desaparecido.
-Si él lo dice... Oye, ¿vas a quedarte aquí toda la tarde?
-Sí, no creo que baje a cenar con esto.- Asevero señalándome la frente.
-¿Te importa que avise a estos?- Y sin esperar respuesta, sale de la habitación cerrando la puerta.
Me vuelvo a tumbar en la cama. Espero que todo vaya bien a partir de ahora, porque... ¡menudo primer día!
HPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPH
Harry y Ron vuelven de las cocinas, donde han ido a por algo de comida para los cinco (ellos dos, Hermione, Ginny y yo). Por lo visto conocen a un ¡elfo doméstico, que estará encantado de prepararles una opípara cena para llevar. Yo no sabía que los elfos existieran, siempre pensé que eran una de las historias inventadas por Tolkien, pero por lo visto son reales, y, además, son como una especie de sirvientes de los magos, y tampoco son tan altos y hermosos como creíamos.
Hermione me cuenta no se qué de una PEDDO, una plataforma de liberación de los elfos oprimidos o algo por el estilo, aunque con el dolor de cabeza que tengo, no me entero de nada. Mientras, Ron hace extraños gestos a su espalda, señalándome que la pobre chica está como una cabra.
Me vuelvo hacia los otros dos. Ginny se ha quedado dormida sobre mi cama, y Harry aparta la vista sonrojado cuando le pillo mirándome fijamente. Seguro que se estaba fijando en mi pedazo de chichón, si es que tengo una mala suerte...
Un ruido en el cristal de una de las ventanas nos sobresalta. Dos lechuzas están paradas en el alféizar de la ventana y nos miran a través del cristal. Ron se levanta y abre la ventana, dejándolas pasar. Una de ellas se posa en la mesa, deja un enorme paquete envuelto en papel de embalar y sale otra vez. La otra lechuza se posa en mi regazo y suelta el sobre que ha estado sosteniendo con su pico. Lo cojo, está a mi nombre y lleva el escudo de Hogwarts.
-¿Qué es?- pregunta Ron cotilla mientras Harry le tiende un trozo de pan a la lechuza que lo coge agradecida y sale volando por la ventana.
-Creo que son... los resultados de mis exámenes.- digo nerviosa.
-¡Abrelos!- me pide Hermione.
Lo hago y noto como mis manos tiemblan al sacar la hoja de pergamino. Leo:
Resultados del Nivel de Magia Ordinaria
Notas de Aprobado
Excepcional (O)
Excede
Expectativas (E)
Aceptable (A)
Notas de Suspenso
Pobre (P)
Terrible (D)
Troll
(T)
Susana Martínez ha alcanzado:
Astronomía O
Cuidado de Criaturas Mágica
A
EncantamientosO
Defensa Contra las Artes Oscura
O
AdivinaciónA
Herbología E
Historia de la
Magia A
Pociones O
Transformaciones O
Me he quedado sin palabras.
-Bueno, ¿qué tal te ha ido?- incordia Ron.
Sólo puedo levantar la cabeza, mirarles uno por uno, abrir la boca y volverla a cerrar.
-No te puede haber ido tan mal- Afirma Hermione. Le tiendo las notas y me tapo la cara con las manos. No me lo puedo creer, nunca he tenido unas notas así. El grito de Hermione lo confirma.
-¡Pero si están genial!
-Nooo, creo que tenemos una Hermione 2 en ciernes...- Se lamenta Ron irónico, recibiendo un cojinazo de la chica.
-¿Tú estás segura de que no sabías nada de magia?- inquiere Harry.
Asiento con la cabeza y cojo mis notas.
-Astronomía se me da bien porque hice la rama de Física teórica en la carrera, y tuve que aprenderme parte del mapa del cielo, así que sólo tuve que repasar conceptos y aprender las relaciones con la magia, y el resto... pura chiripa.
-Nadie saca unas notas así de pura chiripa.- comenta Hermione. – Cuatro excepcionales en Pociones, Encantamientos, Transformaciones y Defensa contra las Artes Oscuras revelan un gran potencial mágico. Diría que estás al mismo nivel que Harry- Sentencia.
-No creo que lo mío sea para tanto.- apostilla el chico.
-¿Cómo que no?
No sé cómo será Harry, pero ya os digo que lo mío sí que no es para tanto. Las clases que me dio Trelawney me han servido bien, la verdad es que me resultaron muy fáciles, sólo tenía que leer cómo se hacía un hechizo para que saliera a la primera.
-¿Y esto? – Pregunta el cotilla de Ron desenvolviendo el paquete que ha traído la otra lechuza.
Es un filete de ternera 00.
- ¿Y eso?- pregunta Hermione asombrada.
Me encojo de hombros y les miro anonadada. Harry mira el filete con una sospechosa expresión, luego me mira a mí, vuelve a mirar el filete y después, haciendo ímprobos esfuerzos para no reírse a carcajadas, pregunta:
- Oye... por casualidad no te habrás encontrado con Hagrid, ¿verdad?
Mi cara debe ser todo un poema, porque los tres me miran y de repente estallan en carcajadas. Así que éste es el "famoso" remedio de Hagrid para los chichones.
Fantástico.
HPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPH
A la mañana siguiente, el chichón ha desaparecido, tal y como Severus dijo que sucedería. Los chicos me han contado muchas cosas del colegio y de los profesores, así que me siento preparada para encarar el primer día de clase. En mi horario las clases han aparecido por arte de magia (nunca mejor dicho ), y... ¿a que no adivináis cuál es la primera clase de mis nuevos estudios? Sí, ¡Pociones! Creo que esto ha sido a mala leche, de verdad. ¿Y si me quedo en la cama? No creo que nadie note mi ausencia, ni siquiera Severus.
Sin embargo, la casualidad llega en forma del director del colegio, quien se me acerca después del desayuno para preguntarme por las notas. Es muy amable de su parte, sobre todo teniendo en cuenta que ha tenido que verlas el día de antes para dar el visto bueno a mi horario ( y que según los chicos, sabe todo lo que ocurre en el colegio). Después me pide que cuando acaben las clases, me pase por su despacho para recoger una cosa que tiene para mí.
HPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPH
¿Por qué? ¿Por qué es así? ¿Por qué es tan grosero, maleducado, desgradable, cabrito...? Os preguntaréis a qué viene todo esto. Bien, sólo os diré un nombre: Severus.
Hemos llegado a clase esta mañana y ha empezado a quitar puntos a diestro y siniestro (dentro de la zona de los Gryffindors). Es decir, Gryffindor: –350 puntos, Slytherin: 240. ¿Os lo podéis creer? Yo no si no lo hubiera visto. Y eso no es lo peor, no señor, lo peor es que cuando ha terminado la clase me he acercado a agradecerle la poción del chichón y, ¿sabéis lo que me ha dicho? ¡Me ha quitado puntos por, según él, hacerle la pelota a un profesor! ¡Será...!
Menos mal que Hermione estaba allí en ese momento, que si no...
Ahora ya han terminado las clases, que no tienen nada que ver con la que da Severus, son mucho mejores, y voy de camino a la oficina del director, a ver que es lo que tiene que darme. Llego ante la estatua de una gárgola, que según me dijo, es la entrada a su despacho. Digo en voz alta la contraseña, Tocino de cielo, y la gárgola gira sobre sí misma y asciende, mostrando una escalera.
Subo hasta toparme con otra puerta, a la que llamo. La puerta es abierta desde dentro por... Severus. No me lo puedo creer. Me franquea el paso a una especie de salita de espera mientras me pregunta amablemente qué es lo que hago allí.
Me muerdo la lengua antes de soltarle en plan borde una barbaridad del estilo "y a ti que te importa" o "vete a ser amable con tu madre" y respondo que me ha llamado el director.
-¿Y qué querrá?
Me encojo de hombros, pero aunque lo supiera no se lo diría al joío borde este.
-¿Qué tal el primer día de clase?- inquiere tratando de entablar una conversación.
Lo juro, no he podido contenerme, es que me lo ha puesto en bandeja:
-Pues no muy bien, fíjate, tengo un profesor que parece que disfruta viéndonos sufrir.- Comento como quien no quiere la cosa, poniendo carita angelical, que es la que mejor me sale delante del espejo.
Se ha puesto totalmente serio. Felicidades, Sus, has vuelto a meter la pata hasta el fondo.
-No es que me guste veros sufrir...
Le miro enarcando las cejas. Me parece que ahora se va a disculpar...
-...es que me ENCANTA.- Termina con una enorme sonrisa.
¿Me creeríais si os dijera que me he quedado igual que si me hubiera pasado una apisonadora por encima? Al ver mi cara, el hombre estalla en carcajadas.
Pues yo no le veo la gracia.
Al ver que mi expresión no varía, se serena un poco y se levanta, pidiéndome que haga lo mismo, y llevándome hasta una de las ventanas, donde se me acerca y me observa la frente, pasando un dedo por donde había estado el chichón.
-Parece que la poción surtió efecto.
Asiento alelada. Lo bueno de tenerle tan cerca es que puedo oler su aroma, agradable y muy masculino. Diosssss, creo que me he puesto colorada como un tomate.
- Dumbledore me contó por qué estás aquí. También me comentó que tienes la carrera de Física, lo cual es impresionante- Ahora estoy coloradísima y tengo unos sudores...-Tengo que reconocer que a pesar de ello, me resulta muy difícil creer que no sabías nada de magia.
-¿Por qué?
-Tus pociones, parece mentira que haya sido Trelawney quien te ha enseñado, son de las mejores que he visto en mucho tiempo. Son tan buenas como las de Granger.
No puedo evitarlo, me separo y le miro directamente a los ojos.
- El estudiar Química hace milagros, aunque yo sí que no puedo creer que estés diciendo eso.
-¿Por qué?
-Tú ODIAS a Hermione, y a todo lo que tenga que ver con los Gryffindors. Te portas fatal con ellos y esta mañana nos has quitado un montón de puntos injustamente. Y acabas de halagarla.- Me arrepiento de lo que he dicho justo en el momento en el que termino de decirlo.
Se ha puesto mortalmente serio y enarca una ceja, mirándome escrutadoramente. De pronto, se acerca a mí, haciéndome retroceder hasta que me acorrala contra la pared. Creo que acaba de notar que mis colores han aumentado aún más si es posible, porque sonríe imperceptiblemente y susurra:
-¿Crees que te odio?
Mis neuronas (sí, aún me quedaba alguna sana, o eso creía, pero ya no... ) se están derritiendo ante su voz... Sin embargo, no sé de dónde he sacado las fuerzas para responder:
-Odias a los Gryffindors. Y yo soy una de ellos.
Me mira con expresión dolida y sentencia:
-No me juzgues tan a la ligera.
-Intento no hacerlo.- Respondo tratando de parecer serena, aunque si os digo la verdad, estoy temblando como un flan al tenerle tan cerca.
Que esto no acabe, que esto no acabe nunca...
El hombre abre la boca y parece que va a responder, pero en ese momento se abre la puerta del despacho de Dumbledore y el director aparece sonriente. ¡Maldito sean Dumbledore y la maga que lo trajo al mundo de la magia! Nos acaba de cortar todo el rollo, porque la verdad es que me ha dado la impresión de que Severus iba a...
¡No, cacho de pervertida, para ya, no pienses esas cosas! ¿Os había dicho que debido a todos los golpes que me he dado, creo que el cerebro ya no me rige? Porque esto... mira que pensar que mi pedazo de súper sexy profe de Pociones iba a... Pero si no le conozco de nada, además, que me saca un montón de años, y creo que estoy igual de mal con respecto a Harry, si es que ya no tengo arreglo...
El director nos mira sonriente y Severus se aparta de mí. Me mira con ese brillo en los ojos que tenía esta mañana cuando se ha puesto a quitar puntos a Gryffindor y me suelta:
-Eso es una soberana tontería, no sé cómo he de decir las cosas, quiero ese trabajo mañana por la mañana encima de mi mesa y no toleraré ningún retraso. Cinco puntos menos a Griffyndor por tratar de sobornar a un profesor.- Y sin más, con un airado movimiento, se da la vuelta y, con un frufrú de su capa, sale de la estancia.
Dumbledore se dirige hacia mí y me pasa la mano por delante de la cara, puesto que me he quedado mirando a la puerta con expresión idiota. Y es que no puedo creerme lo que acaba de pasar. ¿Es que este hombre está esquizofrénico perdido o es que tiene un claro caso de doble personalidad? ¿Tiene algún gemelo "maligno"?
Miro al director y sólo consigo balbucir:
-Pero...-Parezco idiota.
-No te preocupes, el profesor de Pociones es así.- Me sonríe Dumbledore conspiradoramente y con un extraño brillo en los ojos, como si supiera que...
Sacudo la cabeza, creo que tengo alucinaciones, y entro al despacho del director a un gesto de éste, que entra tras de mí, cierra la puerta y se acerca a una mesa junto al fuego.
Miro a mi alrededor. Nos encontramos en una sala circular, grande y hermosa, muy luminosa gracias a unos amplios ventanales, en la que se oyen multitud de leves y curiosos sonidos. Sobre unas mesas de patas largas y finísimas hay chismes muy extraños que hacen ruiditos y echan pequeñas bocanadas de humo. Las paredes aparecen cubiertas de retratos de antiguos directores, hombres y mujeres, que dormitan encerrados en los marcos. Hay también un gran escritorio con pies en forma de zarpas y detrás de él, en un estante, un sombrero de mago ajado y roto: el Sombrero Seleccionador. La percha vacía de un pájaro aparece junto a la encendida chimenea. Me quedo mirando el escritorio.
-Yo también fui un Gryffindor.- Admite el director.
Le miro sonriente y él se vuelve con algo entre las manos
-Verás, si te he pedido que vinieras es porque quería darte algo que perteneció a tu abuelo.
Separa una de las manos y puedo ver que de la otra sobresale la cabeza de un pollito diminuto y arrugado, completamente desplumado.
-¿Qué... qué le ha pasado?- Pregunto asustada.
-Verás, este es Fawkes.- Comenta el hombre acariciando la cabecita del pollito, haciendo que este cerrara los ojos y gorjeara de contento.- Es un fénix.
-¿Un... fénix?
-Supongo que habrás oído hablar de ellos.
Asiento con la cabeza. Veamos... un fénix es un animal mitológico, lo cual quiere decir QUE NO EXISTE, que cuando se hace viejo se consume en fuego para renacer de sus cenizas y volver a vivir una nueva vida.
- Ummm, bastante bien, excepto por el hecho de que sí existen.
Aver... yo no he hablado en voz alta, así que... ¡no me vuelvas a leer la mente!
Dumbledore se pone colorado y aparta la mirada.
-Fawkes era el fénix de tu bisabuelo. Es una pena que lo hayas tenido que ver el día en que ha ardido. La mayor parte del tiempo es realmente precioso, con sus plumas rojas y doradas. Son unas criaturas fascinantes, pueden transportar cargas muy pesadas, sus lágrimas tienen poderes curativos y son mascotas muy fieles.- Me cuenta el hombre mientras deja al pollito en mis manos.- Ahora te toca a ti cuidarlo. ¿Estás de acuerdo?
Miro al pajarito, que se recuesta en mis manos cálidamente y no puedo evitar sentir una gran ternura. Asiento.
-Bien, pues sólo quería eso.- Sonríe Dumbledore al verme con el pajarillo en las manos y suavemente me conduce hasta las escaleras.- Ahh, y diez puntos para Gryffindor por tener una mascota.-Se lo agradezco con una sonrisa y me despido. Cierra la puerta y comienzo a bajar hasta que...
¡Ostras! ¡¿Y cómo diablos se cuida un fénix!
HPHPHPHPHHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPPHPHPHPHPHP
Hola a todas! Como veis, he vuelto, y creo que yo también voy mejorando mi puntualidad, porque esta vez sólo he tardado semana y media en subir un nuevo capítulo!
Contadme lo que os ha parecido, si creéis que va bien por ese camino, si hay algo que no os gusta, si tenéis alguna idea de cómo seguir... pero por favor, ¡dejadme un review!
Y hablando de ellos, ¡vamos a contestarlos:
SnapeWhite: Hola wapa! Nooooooooooooooo, no es Dolores Umbridge! (Aunque podría, pero no). Tampoco es bisnieta de Aberforth, aunque, ¿ves? Ya me has dado una idea, así que tus deseos son órdenes para mí. ¿Qué quieres que salga? Pues no te preocupes, que saldrá en el fic. Con respecto a lo de con quién tuvo hijos Dumbledore, pues... ¿con una mujer? Jijijijiji, siento ser tan mala, pero aún no es el momento de contarlo...ya lo leerás, ya...
Por cierto, a partir de ahora intentaré que Sev salga un poquito más, porque hasta ahora parece que se ha declarado en huelga y casi no sale. Espera un momento...
(Bea se levanta del ordenador y se acerca a una de las cortinas de su habitación, de la que sobresalen dos zapatos negros.
- Severus, sal, que sé que estás ahí.
Silencio.
-Severus, me voy a enfadar.
Más silencio
-¡Severus!
Se oye un resoplido mientras ella aparta la cortina enfadada.
-¿Se puede saber qué hacías ahí escondido?
-Es que Susana es una gafe, y me da miedo.
La joven no puede evitar reirse a carcajadas.
-Venga ya, ¿cómo un exmortífago como tú puede tenerle miedo a una pobre joven?
El hombre mueve los pies mientras se sonroja mirando al suelo.
-¿No será algo más?- le pregunta la autora con picardía intentando pincharle.
Severus se sobresalta y la mira enojado.
-No hay nada más.
-Sí, ya, por eso estás tan colorado.
El hombre la mira hecho una furia y se sienta en la cama.
-Venga, Sev, no te enojes, que le he prometido a SnapeWhite que saldrías más en el próximo capítulo.
El hombre mira a la chica un momento y luego se acerca al ordenador.
-Bueno, pero sólo porque me lo pedís tu y ella.
Bea vuelve a sentarse delante del ordenador)
Asuntillo arreglado, Sev saldrá más en el próximo capítulo, te lo aseguro. Y si no, ya me encargaré yo de que lo haga.
(El hombre mira a la escritora con una irónica sonrisa.
-¿Y cómo piensas obligarme?
-Sev, wapo, ¿quieres que le cuente a Sus que te...?
Severus tapa la boca de la joven con la mano.
-Está bien, me has convencido. Pero no lo digas en voz alta, que eso aún no lo has escrito.)
Bexitos, wapa!
Watty: Hola! Me alegro de que te guste tanto y, por favor, conténte, que no quiero que mis lectoras se ahoguen por mi culpa, que tenéis que seguir leyendo las neuras que se me ocurren! Nos vemos en el próximo capítulo.
Nagini: Hola wapetona! Como verás en este capítulo también ha salido Sev, así que cuidadito con las babas, que inundas todo y a ver si te me vas a ahogar como Watty! Creo que ya se lo que regalarte por Navidad, ¡otro cubo! Y ya van dos... ¿Tú crees que me harán descuento en la tienda? Por cierto, ya vi que me agregaste al messenger, espero que nos encontremos pronto para hablar. ¡¡Cuidate, chiqui!
Galilea: ¡¡Hola! Me alegro mucho de que te guste tanto el fic, wapa. Si he de ser sincera, el cambio de Snape (eso de que sea un hombre normal) se debe a que estaba un poquito harta de que mi (nuestro ) pobre Sev fuera siempre el malo de la película (historia en este caso). Espero que sigas leyendo el fic. Bexitos.
