Dragon Ball: Sangre nueva

Capítulo 2: La pequeña princesita

Ya había pasado 1 año desde aquel accidente, la pequeña Rhiad ya no solo daba débiles pasitos de vez en cuando sino que ahora corría por la casa sin importarle lo que le pusieran en medio, por lo cual todos los de la casa habían aprendido a no dejar puertas cerradas, a dejar las sillas bien metidas debajo de la mesa... Aun con todos los cuidados que ponían en no dejar nada de por medio se oía de vez en cuando un PUN (la pared), un PLAS CRHAS (una estantería y ha tirado algo), un CATAPLAS (No se sabe, seguro que se ha hecho daño) y todo tipo de onomatopeyas más.

Rhiad también había aprendido algo mas que correr para sorpresa de todos. Vegeta solía llevarse a la niña con él a la cámara de gravedad cuando no había nadie mas en la casa; claro que ponía gravedad normal, no se vallan a pensar. Después de quitarle el ridículo lacito rosa que su abuela no se aburría de ponerle, la dejaba en área acondicionada especialmente para ella, esto era un cuadrado hecho con pesas y mancuernas junto a la pared. Mientras Vegeta hacia sus ejercicios (en ese momento eran flexiones), la pequeña jugaba con un de esas típicas pelotas multicolores para bebes, aparte de algún otro tipo de juguetes mas que tenia en su pequeño cerco.

- ... mil quinientos uno, mil quinientos dos, mil quinientos tres, mil quinientos cuatro, mil...-contaba Vegeta hasta que -PLOF- algo le golpeó la cabeza.

Vegeta miro de reojo el objeto que rodaba al lado suyo, se trataba de la pelotita multicolor. Giró la cabeza y miro hacia el área del bebe. ¡Estaba vacía! Se incorporo de un salto y corrió hacia el área, efectivamente no había nadie en el interior. Vegeta empezó a buscar como un loco por todas partes, no estaba por ninguna parte, la puerta estaba cerrada, no podría haber salido aun así no estaba ahí dentro. Cuando estaba apunto de salir:

-.¡JEH!

-.¿Jeh- el saiyan se detuvo y miro hacia el interior de la cámara.

-.¡JEH; JEH!

Vegeta no se lo podía creer esa risa venia... ¿de arriba?. Miro hacia lo alto, para sorpresa suya la niña se encontraba sentada tranquilamente sobre la barra que iba de lado a lado de la cámara y que él utilizaba para entrenar. Vegeta se empezó a elevar lentamente hasta situarse donde ella estaba, la niña lo miraba sorprendida.

-.¿Cómo se supone que has llegado aquí? – pregunto en un tono muy serio.

La niña lo miró con curiosidad.

- ... ¡JEH! – dijo finalmente con una enorme sonrisa y extendiendo los brazos hacia su abuelo para que la cogiera, cabe esperar que a Vegeta le apareció una enorme gota en la cabeza (¿de verdad esperaba que le contestase?)

Al haber soltado las manos de la barra, Rhiad quedó en desequilibrio y calló hacia delante en poco tiempo, Vegeta la cogió en el aire antes de que se precipitara al vació; la niña no paraba de reírse. Vegeta la miro.

- Que feliz eres?

-.¡JEH-

-OTRO DIA, LA MISMA HISTORIA/

Bulma se dirigió a la habitación de la pequeña, nunca cerraban la puerta por si acaso a media noche la niña empezaba a llorar y así oírla, levanto la persiana y se dirigió hacia la cuna.

-.¿Dónde está Rhiad! (vale, era de suponer que pasaría eso)

Busco por todas partes de la habitación, ni rastro. Salió al pasillo dando voces, en un momento los tres estaban rebuscando por toda la casa a la niña (y mira que al año los niños ya tienen tamaño). Entonces Vegeta recordó algo.

- Bra, elévate y ayúdame a buscar en todas las zonas altas.

-.¿Qué¿En las zonas altas¿Para que?

- Seguramente esté por ahí.

- Vegeta, es un bebe¿cómo pretendes que se suba a un armario? ¯-Apuntó Bulma. Efectivamente Vegeta estaba mirando en lo alto de un armario, ante una hija y una Bulma que le miraban como si estuviera loco (pobre desequilibrado ‚).

- Hacedme caso y mirad.

Bra y su padre revoloteaban por toda la casa mirando en todos los sitios altos, hasta que la muchacha dio con lo que buscaban.

-.¡Aquí está

La "inocente" niñita se encontraba dormida y ajena a todo en lo alto de un estante. (Que tía)

Después de aprender a evitar que se subiría a sitios que se supone no podría subir y a cerrar la puerta y poner un walky tolky, la bebita aprendió una cosa más, lo divertido que era ver a los adultos esquivar cosas lanzadas con una fuerza sobrenatural en un bebe. (Esta cría es un bicho). Para la suerte de todo él mundo a la edad de 5 años se empezó a calmar. O no.


- Mira, ya estas -. Dijo Bulma poniendo un espejo frente a su nieta, le había hecho una coleta alta sujetada con un tremendo lazo rosa. (Un peinado parecido al que Bra llevaba de niña) ¡Ala! Vete a enseñarle a Bra lo guapa que estas -

La niña se bajó de la silla con un tremendo suspiro¿por que tenían que peinarla todos los días? Se preguntaba. Corrió hacia la cocina donde se encontraba Bra pintándose las uñas.

-.¡Mira Tita! (lo de Tita viene de tiíta).

- Valla, valla¿quién es esa princesita tan mona-

-.¿Ya me has visto- preguntó inocentemente la niña.

- Si, estas muy guapa ... ¿Qué haces? O.o

Rhiad se acababa de quitar el lazo rosa y se alborotaba el pelo con las manos.

- La abuelita me ha dicho que te lo enseñara. Ya lo he hecho -

- Desde luego tienes un don para buscarle el doble sentido a las frases. ®ƒ?

-.¿Qué haces Tita? La abuelita te reñirá si te ve pintándote las manos "A mi me riñe".

- No me pinto las manos, Rhiad- tan solo las uñas ¿Lo ves? – mostrándole la mano entusiasmada– y no me reñirá ella también lo hace.

-.¿A si?

- Si, todas las chicas mayores lo hacen. Cuando tú seas mas mayor te enseñare. ¿De acuerdo?

- No.- Respondió tajante Rhiad.

-.¿No¿por qué no?

- Por que eso es una tontería- alegó con un tono y porte de superioridad e ironía claramente heredado de sus abuelos- solo lo hacéis para que los chicos se fijen en vosotras.

-.ù.ú¿Disculpa- mirándola con severidad.

- Además con esos escotes que llevas no se como pretendes que se fijen en otra cosa, al menos eso dice el abuelo... – cambiando su expresión a una de total inocencia. -

El ki de Bra empezó aumentar considerablemente, eso era precisamente lo que Rhiad buscaba; así que pensó en rematar la faena.

- (poniendo cara de más inocente todavía) Supongo que eso lo haces para que no se fijen en lo repeinada que vas todos los días

-.ùoú ¡LARGATE DE AQUÍ, MOCOSA! – grito tirándole lo primero que tenia a mano que era el pinta uñas (por no pegarla, seguro).

Rhiad salió corriendo de la cocina para evitar que algún objeto contundente le acertara, eso sí, riéndose a pleno pulmón, le encantaba hacer enfadar a su tía. Mientras corría se chocó con algo que la frenó en seco y la tiro.

-.¡Augh!

-.¿Qué haces corriendo como una loca¿y que son esos gritos- preguntó Vegeta que acababa de llegar de su entrenamiento diario sin camiseta y con una toalla sobre los hombros.

- Nada, la Tita que no sabe aguantar una bromita – poniendo la misma media sonrisa de su abuelo. (¿A quien habrá salido?)

- Mmm... ‚ ¿no te estaba peinando la abuela para ir a dar una vuelta con Chichi y su nieto?

- Si, ya lo ha hecho.

- Pues estas despeinada.

- No me gusta llevar lacitos -

Vegeta le froto la cabeza despeinándola más y siguió su camino, no podía regañarla por eso, él mismo había sido quien le quitaba el dichoso lacito cuando era mas pequeña... realmente él le había enseñado que eso era una cursilada.

Finalmente Bulma había conseguido volverle a ponerle el lacito y después se dirigieron con el aero-coche hacia un parque infantil en el centro de la ciudad ahí les esperaba Chichi con su nieto Kakarotto (Júnior para la mayoría de los mortales, tan solo su padre, Vegeta y Rhiad, que se lo había oído a su abuelo, le llamaban así).

- Buenos días, abuelita Chichi - (que confianzas)

- Hola pequeña. Buenos días Bulma, me alegra ver que al final habéis podido venir.

- Yo también me alegro, hace tiempo que no nos veíamos. – Dijo sentándose en el banco junto a su amiga – He estado muy ocupada con la Corporación, últimamente las empresas que comercian con cápsulas Joy Poy están en auge.

-.¿Dónde esta Kakarotto? – Las mujeres parecieron ignorarla.

- Creí que la corporación cápsula tenía el monopolio.- continuó Chichi tranquilamente.

- Hacedme caso - se quejo la pequña.

- Y la tenía pero ahora... ¡Rhiad, vale ya- grito a su nieta que estaba dando saltitos y gritando para que la escucharan – ¿Cuántas veces te he dicho que cuando los mayores hablan los niños se callan? (esa canción me suena y mucho)

Rhiad bajo la cabeza y guardó silencio.

- Así me gusta, buena chica. Bueno como te iba diciendo...

Cuando su abuela se dio la vuelta para continuar su conversación Rhiad le enseño la lengua disimuladamente¿qué culpa tenia ella si no le hacían caso? Se dio media vuelta y se fue hacia los columpios, total su abuela y su amiga estaban demasiado enfrascadas en una conversación que ella no entendía, así que no la echarían de menos.

El pequeño Kakarotto (6 años) estaba columpiándose con una velocidad increíble, prácticamente dando la vuelta al columpio por encima de la barra. Al reconocer a su amigo corrió hacia allí.

-.¡Kakarotto¡Júnior!

-.¡Rhiad!

Acto seguido saltó del columpio, con una pirueta muy bien hecha en el aire y cayendo en el suelo de pie, habría sido un salto perfecto de no ser porque justo después de tocar suelo cayo de culo.

- Je je, esta vez te ha salido mejor.- dijo Rhiad llegando hasta él.

-.¡Augh! Si al menos esta vez he caído al principio de pie. (creo que no hace falta decir que todos los niños y padres de alrededor estaban con la boca abierta)

Rhiad se acercó a el muchacho que todavía estaba sentado en el suelo frotándose la zona dolorida, se acuclillo junto a él y le miro de forma perversa (cabe constatar que ponía la misma expresión de su abuelo cuando planea algo).

-.¿Qué pasa- dijo el niño con voz temblorosa.

- Tú la llevas - Le dio un golpecito en el hombro y hecho a correr.

- EH, ESO NO ES JUSTO – dijo Júnior mientras se levantaba y la perseguía.

Los niños corrían a gran velocidad por todo el parque sin importarles las miradas de asombro de la gente (que querían ¿qué irían lento? Por favor, que son los descendientes de los mejores guerreros del universo). De repente Rhiad frenó en seco y el pobre Júnior que ya iba muy cerca de ella la atropello.

PLAS(- Sonido de los dos al chocar.

-.¿Por qué has frenado- preguntó Kakarotto enojado.

-.¡Mira allí! – Rhiad señaló a unos hombres que descargaban unas cajas en un garaje al otro lado de la calle.

-.¿qué pasa- dijo el niño con mirada de "no le veo nada extraño"

-.¿no te das cuenta? Están descargando cajas.- agregó ella.

-.¿Y que? – preguntó con el mismo claro tono de "importancia 0" de antes.

- Que las guardan en un garaje. – continuó molesta por la ignorancia de su compañero.

- No las van a dejar en la calle.

-.¿No les ves algo raro- le preguntó señalando a los trabajadores.

- Pues no, lo veo de lo mas normal. Están trabajando.

- Ay, mi pequeño Júnior¿no te das cuenta que lo que hay en esas cajas son objetos robados- explicó Rhiad pacientemente, como si hablara para un bebe.

- Soy mayor que tú ‚ además ¿como lo sabes si no se ve lo de dentro?

- Debemos ir a investigar, es nuestro deber como hijos de los salvadores de la tierra (no le ha escuchado) – y se encaminó con paso decidido hacia el borde de la acera.¿Vamos¿a que esperas Kakarotto?

- Es que... –mirando al suelo, con las manos agarradas a la espalda y meneando un pie en círculos- Mi abuelita no me deja cruzar la carretera solo.

- Pero no estas solo, estas conmigo (de verdad esta niña tiene un don), la abuelita Chichi no te puede decir nada.

-.¿Seguro?

- Si - (yo diría que no) confía en mi (yo no lo haría)- al ver no muy convencido a su amigo- Además, puede que tan solo estén descargando pasteles.

-.¡PASTELES! (este niño se parece a Kerberos) VALE, VAMOS –gritó eufórico. Entonces bajo su tono a un tono normal y dijo sin venir al caso- A por cierto, tú la llevas.

La parejita espero a que no pasara coche alguno y después cruzaron la calle a una velocidad de vértigo. Se acercaron al camión por detrás, cuando no hubo moros en la costa y por debajo del camión se dirigieron a la entrada del garaje. Esperaron escondidos detrás de una gran caja que había nada mas entrar.

- Aquí no parece haber pasteles.- dijo mirando de manera incriminante a su compañera.

- Yo no dije que hubiera pasteles.

- Claro que lo dijiste. Dijiste que estarían descargando pasteles- dijo el muchacho enfurruñado.

- No, no lo dije. Dije que podrían estar descargando pasteles, no que lo harían seguro.- alegó con tono de superioridad.

- Eso es trampa. ù.ú

- No, yo no he dicho una mentira, no lo sabia. - agregó inocentemente-

Los dos pequeños se adentraron un poco mas y observaron a los trabajadores que colocaban las cajas apiladas.

- Oye Rhiad... ¿has pensado que pasará si nos pillan?

- No nos van a pillar.

Kakarotto¿Pero y si lo hacen? No parecen estar de buen humor...

- Pues... tendremos que luchar. Pero no nos van a pillar.

- ... Oye Rhiad...

-.¿Y ahora que pasa Kakarotto?

-.¿Tú sabes luchar? Por que yo no, mi padre dice que todavía soy pequeño.

- Pues... Claro que se – dijo ofendida.

-.¿Seguro...- no estaba muy seguro de las facultades de su amiga.

- He visto muchas veces entrenar a mi abuelo. Mira ya se han ido.- y salió a toda velocidad del escondite.

-.¿QUÉ? O.o ESO SIGINIFICA QUE NO.

- (junto a una caja todavía sin apilar) Shhh, no grites. Venga ayúdame abrir esto.

Júnior y Rhiad empezaron a forcejear para quitar la tapa de la caja, lógicamente esta estaba clavada (eran cajas grandes y de madera, por si no lo he dicho). Los dos pequeños saiyans tardaron un poco pero al final los clavos cedieron y la caja se abrió. Los dos niños jadeantes por el esfuerzo retiraron la tapa con delicadeza, es decir la tiraron al suelo con gran estruendo. Se asomaron al interior, en ella había gran cantidad de estas bolitas blancas que sirven para proteger cosas delicadas. Los niños escarbaron en el mar de bolitas blancas.

- Mira, aquí hay algo – dijo Júnior mientras algo largo y de color carne aparecía ¡AAAHH ES UN BRAZO¡UN MUERTO!

- No digas tonterías ®ƒ? tan solo es un maniquí... ‚?QUE UN MANIQUÍ¡NO PUDE SER, TIENE QUE HABER ALGO MAS!

Se puso a rebuscar en la caja tirando las bolitas fuera e intentando llegar hasta el fondo.

-.¡No pueden ser tan solo maniquís¡tiene que haber algo mas¡una súper arma que destruirá el planeta o algo así! (se cree Bush - busca, busca quizás encuentres a Bin Laden) ‚?AAAYY! – se acababa de caer dentro de la caja.

-.¡Hey! Vosotros ¿qué hacéis ahí- gritó una voz desde la puerta que daba a la calle.

Rhiad sacó la cabeza de la caja y miró a Júnior.

- Lo ves, tus gritos han alertado a los guardias. ¯¦lt;/p>

-.¿Qué? Pero si tú has gritado mas òó

- Eso no es verdad.

- Ah ¿no? ‚

- No, yo soy una señorita y las señoritas no gritan tan solo levantan la voz. - (eso se lo había oído a su abuela)

Kakarotto y los trabajadores: ooÛ

- Venga niños largo de aquí que no tenéis nada que hacer "La verdad es que no hemos oído nada, volvíamos del almuerzo"- dijo uno de los obreros. Era un hombre fornido y totalmente calvo.

-.¡Como que no- Rhiad salió de la caja de un salto, tenia el pelo lleno de bolitas- Se lo que estáis haciendo, en esas cajas tenéis escondidas armas (le ha dado con las armas)

-.¿Pero que dice esta niña? O.o –dijo perplejo el primer trabajador.

- Que maja, con ese lacito me recuerda a mi sobrina - agregó el segundo. Un hombre mas alto que él primero, pero tan delgado que parecí desproporcionado.

Rhiad miro hacia arriba como intentando ver a que se refería, de repente se acordó¡EL LACITO!. Rhiad se lo quito de un tirón y lo arrojó a un lado como si tendría algo contagioso.

- Grrr... No os hagáis los tontos¡os hemos descubierto- grito mas enfadada que antes y totalmente roja de la vergüenza.

-.¡Deja de decir tonterías, mocosa¿Cómo vamos a...- El primer obrero fue interrumpido por el segundo que le dijo algo al oido.

- (susurrando) Espera, vamos a seguirles el juego. Esto puede ser divertido. – A Rhiad- Muy bien, pequeña, nos has descubierto. ¿Y ahora que vas a hacer?

- "Anda, es verdad" Pues... pues... mi amigo y yo os detendremos.- poniéndose en postura de combate.

-.¡Que¿y a mi por que me metes- Dijo el aludido en un susurro que tan solo lo oyó Rhiad.

- (también en susurro) Porque estas conmigo en esto, sino haberte quedado en el parque.

- (en susurro) Yo solo quería pasteles T-T

El hijo de Goten se puso al lado de Rhiad y le imitó la postura de batalla, que esta a su vez se la imitaba a su abuelo (la había visto en los entrenamientos de éste). Los trabajadores los miraban la mar de divertidos.

- Venga niños, dejar de hacer el tonto y marcharos de aquí sino queréis que se lo digamos a vuestras madres.- Apunto el primero que a diferencia de su compañero no veía nada de divertido al asunto.

Rhiad y Kakarotto se miraron con curiosidad y se sonrieron.

- No nos marcharemos- sentenció Júnior (esto empezaba a divertirle)- nos da igual que aviséis a nuestras mamas.

- Si, os va a ser un poco difícil.- agregó su compañera.

Los obreros tenían una gran interrogación en la cabeza.

- Venga, venga niños marcharos de aquí. Tan solo os estábamos tomando el pelo; que armas va a haber aquí. Ya me gustaría a mi tener un trabajo tan emocionante.- confesó el segundo trabajador, parecía que los niños se lo empezaban a tomar muy en serio.

- Ya, seguro. ¡Ah¡ Ya lo entiendo, os habéis dado cuenta de lo poderosos que somos y ahora nos queréis engañar para que no os hagamos daño. ¿No es así, fideo? – dijo con su tan claro tono de superioridad.

-.¿Fideo¿cómo que fideo- él hombre frunció el ceño, habían tocado su fibra sensible.

- Menuda cría mas insolente, tus padres deberían lavarte la boca con jabón, mocosa.- defendió el otro a su compañero.

- JA, JA. Y tú deberías adelgazar, bola de sebo (¿creyeron que era el bueno?)- Apuntó claramente Júnior, la verdad es que por alguna razón se lo estaba pasando divinamente.

-.¡MALDITO MOCOSO¿CÓMO TE ATREVES? GRRR... TE VOY A DAR UNOS AZOTES QUE...

El obrero se abalanzó hacia el niño, antes de conseguir amarrarlo el niño había desaparecido y reapareció unos metros mas allá. El hombre no pudo frenar a tiempo y se golpeó contra la caja que antes habían abierto los niños.

PLUM(- Ruido del primer trabajador al chocar.

- AY. Mi nariz.- dijo intentando detener la sangre con la mano.

- Esto ya no tiene gracia (¿de verdad? ‚) ¡Ahora veréis niñatos!

El segundo guardia se dirigió a toda velocidad hacia donde estaba Rhiad. La niña saltó por encima del hombre y lo empujo hacia donde estaba su compañero.

-.¡Cuidado! – Gritó el que aun estaba en el suelo, demasiado tarde, su compañero había caído encima de él golpeándose los dos de nuevo contra la caja.

CATAPLOM(- Sonido de... bueno ya se lo imaginan.

De repente se abrió un puerta y salió un hombre vestido de oficina, era el jefe de los otros dos. Y miro a los dos hombres que estaban tumbados en medio de un montón de cajas.

-.¿PERO SE PUEDE SABER QUE ESTAN HACIENDO!

Los hombres miraron hacia los lados y descubrieron el desastre.

- NO LES HE CONTRATADO PARA QUE SE COMPORTEN COMO BESTIAS.

- Se lo podemos explicar, señor. Ha sido culpa de esos... ¿dónde están los niños?

Efectivamente Kakarotto y Rhiad habían desaparecido de escena.

-.¿Qué niños?

- Se lo juramos, señor, aquí había dos niños que...- intento explicar uno de ellos a la desesperada.

- No me venga con cuentos. Recojan esto y sigan descargando todo, lo quiero para antes del mediodía.

No muy lejos de ahí, en el parque de enfrente, los niños desaparecidos se apoyaban en un árbol mientras descansaban.

- Menudo susto. No sabía que había alguien en esa habitación.- dijo Kakarotto apoyado en el arbol.

- Si, debimos haberlo comprobado antes. –dijo ella mientras se dejaba caer al suelo de culo.

- Oye¿de verdad crees que en esas cajas hay armas- esa pregunta era algo que Júnior había querido preguntarle desde el principio.

- No. – contestó tranquilamente.

-.¿NO? O.O

- No. Para mi que tan solo había maniquís.

-.¿QUÉ? Y entonces¿para que tanta cosa? òó

- Ha sido divertido ¿no- dijo tranquilamente.

- Mmm... en eso tienes razon...

De repente alguien apareció a su espalda.

-.¡CON QUE ESTAIS AQUÍ!

Rhiad y Kakarotto¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH!

-.¿Por qué gritáis así¿no habréis hecho nada malo, verdad?

- No nada, abuelita, hemos estado aquí todo el rato -Ûû

- Mmm... eso espero. Venga, vamos, que os estado buscando toda la mañana.

-.¿Nos vamos ya abuelita Chichi?

- Si, venga, que tu abuela esta preocupada por ti.


COMENTARIOS DE AUTORA:

BUENAS¿qué tal¿os ha gustado? Eso espero. Aprovecharé este espacio para haceros un par de aclaraciones. La primera: cuando en una conversación aparece algo entre comillas es un pensamiento del hablante. La segunda: lo que está entre paréntesis son comentarios míos. Y la tercera es con respecto a este capitulo: El juego de "Tú la llevas" es el mismo juego que el de pillar o el de cazador y presa, vamos que uno corre y el otro le atrapa. Ah, y siento que los niños hablen de forma tan madura pero como no tengo hermanos pequeños no se como hablan -. Se me olvidaba haré una breve descripción de los personajes nuevos. Vamos a ver... Rhiad es...

-No espera, espera!

Runliney¿qué hacéis aquí vosotros dos?

Kakarotto: Queremos describirnos nosotros mismos -

Runliney: Vale, de acuerdo. ¿Quien empieza?

Rhiad y Kakarotto: YO, YO, YO...

Rhiad: Tú no Kakarotto, las damas primero.

Kakarotto: Pero tú no eres una dama, además yo soy mayor que tú.

Rhiad: ‚ Mmm... Esta bien empieza tú, será lo mejor ¶¦lt;/p>

Kakarotto¿qué pasa¿por qué lo dices así?

Rhiad: Por nada -

Kakarotto: No, de verdad ¿qué pasa?®¦lt;/p>

Rhiad: Nada, nada, venga empieza -

Kakarotto: No, empieza tú "no me fió"

Rhiad: no, no. Tú eres el mayor.

Kakarotto: Las damas primero.

Rhiad: Bueeeeeeno, si insistes. Ejem, ejem. Hola, me llamo Rhiad Brief, soy hija de Trunks y Ahila Brief. Tengo el pelo tan negro como mi abuelo Vegeta, pero con alguna que otra mecha mas clara de color morado. Cuando lo llevo suelto siempre estoy despeinada a lo loco, o eso parece, porque es imposible de alisar. Aun que normalmente lo llevo atado con un horrible lazo rosa que me pone mi abuela Bulma. Y... y... ah, si, mis ojos también son negros como los de mi abuelito. Y... y... creo que ya esta. ¡Ala! Te toca.

Kakarotto: No ha pasado nada ‚

Rhiad: Ya te lo dije. -

Kakarotto: Bueno... pues... Me llamo Son Kakarotto, pero casi todos me llaman Júnior. Haber... haber... Tengo el pelo negro como todos los Son... largo hasta casi la cintura... (casi como Raditz) NO ME INTERRUMPAS (uy, lo siento -)... Tengo... tengo... tengo los ojos verdes como mi mama, o eso dice mi papá. Ah, si, casi se me olvida. Mi papa es Son Goten y mi mama... se que se llamaba Kayla, pero nunca la he visto. Haber que mas... pues no se me ocurre nada mas... pues ya esta -.

Runliney¿Ya habéis acabado?

Rhiad y Kakarotto: SIIIIIIIIII

Runliney: No hagáis eso, parecéis clónicos. ‚

Kakarotto y Rhiad: Lo sentimos.

Runliney: ‚Û

Bueno este capitulo acaba aquí. Siento si se ha alargado un poco. Bueno, ya sabéis. Quejas, mensajes bomba, alabanzas o simplemente algo, dejar un Review (lo he escrito bien -). Bueno hasta el próximo capitulo.

Runliney