Pido mil perdones por la tardanza. Sobre todo teniendo en cuenta lo corto que es el capítulo, pero estoy saturada con los estudios. Afortunadamente, dentro de poco llegará la navidad y podré actualiza añadiendo un par de capítulos mas. Espero que eso lo compense :p Que disfruten el capítulo ;)

Capítulo 8: Cerillas verdes

Severus Snape se encontraba sentado en su sillón favorito en la sala común de Slytherin. Tenía entre sus manos un enorme libro sobre difíciles encantamientos defensivos de nivel muy avanzado. Era martes por la tarde, lo cual significaba que hoy tendría su primera clase de transformaciones con la pelirroja de Gryffindor.

Esto, por supuesto, era alto secreto. No tenía la más mínima intención de que alguien se enterara de ese encuentro. Habría sido su condena social.

Bueno, no creo tuviese demasiados efectos negativos. Después de todo ya soy el raro del colegio…

Severus se dio la razón mentalmente. Su estatus social no podía caer más. Después de todo, no se puede caer cuando ya estas por los suelos ¿no?

Estos pensamientos fueron interrumpidos por la llegada de Evan Rosier, que miraba por encima del respaldo del sillón el libro que Severus sostenía en sus manos.

-¿Qué lees Snape?

Evan Rosier era un chico alto y fornido, de su mismo curso. Tenía el pelo liso, de color castaño caoba, peinado hacia un lado y siempre llevaba las ropas del colegio mal puestas. Le hacía parecer un rebelde. Era uno de los musculitos de Lucius allá donde los necesitaba, aunque se podía decir que no se le daban mal los encantamientos y defensa contra las artes oscuras.

Al parecer, Lucius y él habían discutido por algo el lunes. Severus sospechaba que tendría algo que ver con chicas, pues después de la agitada pelea verbal, Lucius se fue del dormitorio habiéndose echado litros de colonia y salio de allí con una expresión en su cara que Severus conocía bien. Iba de caza.

Severus se volvió a mirar a Rosier. Le había estado siguiendo a todas partes desde la discusión con Lucius. Él no se quejó por esto. Era como tener un guardaespaldas a tu lado. Sin embargo Rosier llegaba a ser demasiado pesado para él a veces. No es que fuese culpa suya. Se podía decir que Severus no estaba acostumbrado a la compañía.

-Encantamientos defensivos.- Respondió el moreno con simpleza, cerrando el libro y mirando su reloj.

Se acercaba la hora de encontrase con la Gryffindor, así que se levantó de su sillón para subir a coger su libro de transformaciones. Evan iba todavía detrás de él.

- Me encantaría saber de donde sacas esos libros, Snape. De seguro que no son fáciles de encontrar.

Severus se sonrió a si mismo. La sección prohibida de la biblioteca no suponía demasiados problemas para él. O al menos no los había supuesto en su primer año ni el año pasado, cuando el profesor Slughorn le firmó alegremente autorizaciones para tomar prestados libros de aquella parte.

Parecía contento de que un alumno se interesase tanto en pociones avanzadas. Incluso aunque estuviesen relacionadas con las artes oscuras. Slughorn debía pensar que Severus realmente podría convertirse en un mago importante si continuaba así. Y eso era lo que le gustaba a él. Conocer a cada mago importante. Estar bien relacionado.

Hoy por ti, mañana por mí, pensó Severus. Probablemente más adelante tendría que devolverle el favor a su profesor, pero mientras tanto… ¿Qué importaba?

Severus apartó estos pensamientos. Este año Slughorn no estaba. Había pedido un año entero para poder ir por todos los países escandinavos para conocer nuevas formulas de pociones. O al menos esa era la excusa oficial.

Se ha tomado unas vacaciones.

Lo cual no era nada bueno. El profesor Williams no era ni la mitad de simpático con él, y esto significaba que se había quedado sin permisos para la sección prohibida. Estaba deseando que Slughorn volviera cuanto antes.

-Por cierto.-Continuó hablando Evans.- ¿Has visto a Lucius por aquí?- Le preguntó mientras le acompañaba bajando por las escaleras, mas profundo a las mazmorras, camino de las habitaciones.

-No lo veo desde el final de las clases, Evan.- Le respondió el moreno saliendo de nuevo de sus pensamientos.- ¿Por qué discutisteis?- A Severus le picaba la curiosidad.

Evan resopló, como molesto de recordar las causas de la pelea. Entraron en el dormitorio de tercer año.

-Ya sabes como es Lucius.- Dijo Rosier sentándose en la cama de Severus mientras este rebuscaba en su baúl.- Le encanta adueñarse de cosas ajenas…

-Lo se.- No había mas que recordar que se había adueñado de la tarea de pociones de Severus durante todas las tardes hasta hace mas bien poco.- ¿Y que ha sido esta vez?- Dijo Snape distraídamente. Había encontrado su libro de transformaciones y estaba cerrando su baúl.

Evan parecía estar a punto de responder pero afuera del dormitorio se oyeron voces y risas.

Al momento siguiente Evan estaba empujando a Snape para que ambos se metieran debajo de una cama

¿Qué demonios esta haciendo?

Evan le empujó con fuerza para que le siguiera. A Severus no le dio tiempo a oponer resistencia.

El mismo Lucius entró en la habitación mientras se besuqueaba con una chica a la que solo alcanzaron a ver de espaldas desde donde estaban. Lucius y ella reían entre besos.

Snape echó una mirada a Rosier. Él parecía haber reconocido a aquella muchacha, y su cara estaba crispada por el odio. ¿Qué era lo que estaba ocurriendo?

Se apartaron el uno del otro momentáneamente. La muchacha dio un gritito excitado cuando Lucius la tomó en brazos. Parecía estar divirtiéndose. El chico rubio la dejó sobre su cama y luego se echó a su lado, volviendo a fundirse ambos en un beso…y lo que no era un beso también. Para horror de Severus empezaron a meterse mano mutuamente.

Que asco. Severus arrugó el gesto. Era un espectáculo repugnante. Detestaba presenciar ese tipo de escenas. Pensaba que era ridículo el modo en que la gente perdía la cabeza por aquello del sexo. ¿Qué tenía de maravilloso? Solo era una manera de intercambiar saliva, lo cual era realmente asqueroso.

Volvió a echar una mirada a Rosier. Parecía tan furioso que podría haber saltado encima de Lucius y haberle arrancado la cabeza allí mismo. Severus, oliéndose los problemas tomó precauciones.

-Muffliato…- Dijo haciendo un movimiento de varita. Aquel hechizo llenaría los oídos de Malfoy y de la chica con un zumbido. De este modo podría intercambiar unas palabras con Rosier.

-Será hijo de…- el chico de pelo castaño estaba maldiciendo a Lucius mientras le miraba.

-Evan, vámonos o se van a dar cuenta.

Rosier solo dio como respuesta un gruñido. Pero ambos salieron cuidadosamente de debajo de la cama y luego fueron a gatas por la habitación, hasta la puerta. No les costó mucho pasar desapercibidos, ya que los dos tórtolos se encontraban realmente ocupados.

Una vez fuera de los dormitorios Severus guardó su libro de transformaciones en su bandolera y frunció el ceño mientras miraba a Rosier.

-¿Me puedes explicar que ha sido eso?

El otro chico dio un gruñido y luego miró para otro lado.

-No le quise prestar mi escoba nueva y se está vengando de mi. Él sabía de sobra que me gusta Bella.- Dijo entre dientes, mientras aparecía un leve rubor en sus mejillas.

Ahhh… Bellatrix Black, la femme fatale de Slytherin. Podría tener a cualquier chico que quisiera bajo sus faldas en menos de un día. De hecho, esto fue comprobado en una apuesta entre chicas por lo que Severus tenía entendido.

Snape simplemente siguió observando a Evan. Él sabía que Lucius podía llegar a tener muy mala leche si se lo proponía. Eso lo sabía. Pero había sido muy estúpido por parte de Evan confiarle a Malfoy aquel secreto.

Severus pensó sin embargo que aquello no le podría haber ocurrido a él. Se sentía orgulloso de no haberse enamorado nunca. Estaba claro que ese tipo de cosas solo servían para ser utilizadas en contra de uno mismo. Lo hacían a uno débil.

Evan dejó de mirar al vacío y cogió su mochila.

-Me voy a la biblioteca.- Dijo en un susurro furioso. Luego, salió de la sala común.

Severus fue reflexionando mientras iba a la clase en la que tendrían lugar sus lecciones particulares de transformación con Evans. Él, conocía ese tipo de reacciones. Era uno de sus propios mecanismos de defensa. Evasión de la realidad. Si no puedes quitarte algo de la cabeza intenta estudiar. Como si nada hubiera pasado.

Lo malo es que a veces funcionaba y a veces no.


Lily estaba apoyada contra la pared, frente a un aula vacía en el tercer piso. Como habían acordado. Eran las 7 en punto. Como también habían acordado. Pero Severus Snape NO podía llegar a la cita puntual.

Lily se encontraba de bastante mal humor. No había comenzado nada bien la semana en las clases. En pociones había hecho saltar por los aires su caldero y en defensa contra las artes oscuras le habían entregado una redacción suspensa.

Por otro lado estaba el hecho de que Remus seguía sin hablarle y también que su amiga Sarah estaba increíblemente deprimida porque seguía pensando que James era gay.

Definitivamente, había tenido comienzos de semana mejores, y tener clases particulares con Snape no entraba dentro de esa calificación.

¿Pero como se suponía que iba a enseñarle transformaciones? Ella no tenía ni idea de dar clases. El simple hecho de estar con él en la misma habitación y a solas ya era desagradable. El ambiente se volvería tenso, y él aprovecharía la más mínima oportunidad para ser grosero.

Lily estaba segura de que así sería la tarde.

Eso si le da la gana de aparecer, claro.

Pensó Lily, volviéndose a mirar su reloj. No le gustaba esperar, y pensó que sería mejor que Snape tuviera una muy buena razón para llegar tarde. Llevaba ya diez minutos allí de pie.

¿Y si no va a venir?

¿Estaría Severus Snape retando al director y a la profesora de transformaciones¿Era capaz de desobedecerles? Lily miró la hora otra vez.

Esta claro que no va a venir. Yo me voy, y si McGonagall pregunta es culpa de Snape.

La pelirroja se puso en marcha y comenzó a andar por el pasillo pero al doblar la esquina fue a tropezarse con el susodicho, cayendo al suelo de culo.

-¡Ouch!

-Evans, a ver si miras por donde andas.- Dijo el chico de melena morena y grasienta mientras la miraba con fastidio.

Ahí estaba. Severus Snape en toda su esencia. Lily no se encontraba de humor para tolerarlo.

-Snape, llegas 15 minutos tarde.- Dijo la Gryffindor mientras se levantaba por si misma del suelo.- Espero que tengas alguna explicación.

-¿Acaso importa?- le respondió el chico, encaminándose hacia el aula vacía.- Dudo que McGonagall o el director vengan a vigilar si damos las clases o no.

Lily lo siguió hasta la puerta.

-Dudo que se den cuenta siquiera de que no venimos.- Dijo Snape mientras abría la puerta.

Para sorpresa de ambos nada mas entraron el la clase se encontraron con un pájaro de plumaje rojizo y espléndida belleza. El fénix de Albus Dumbledore estaba apoyado en el alfeizar de una de las ventanas, observándoles.

Severus se quedó allí paralizado, mirando al pájaro. Éste canturreó alegremente.

-¡Pkyuu!

-Parece que si que han encontrado a alguien que nos vigile después de todo.- Se rió Lily mientras andaba hacia un pupitre y dejaba sus libros allí.

Severus miró de nuevo al pájaro.

-¿Pkyuu?- canturreo el hermoso fénix, girando la cabecita y devolviéndole la mirada.

El moreno puso los ojos en blanco y cerró la puerta. Solo a Albus Dumbledore se le ocurriría mandar a un pájaro para asegurarse de que unos alumnos cumplían un castigo. Aquel viejo estaba completamente loco.

El chico se acercó hasta la mesa que la pelirroja había escogido y cogiendo una silla se sentó frente a ella.

-Bueno Snape¿cuál es tu problema exactamente?- Inquirió la chica mientras sacaba su libro de transformaciones.

Después de soltar un bufido el joven Slytherin respondió.

-Evans, dudo que puedas solucionar mis problemas con transformaciones. Llevo suspendiendo las prácticas desde primer año.

Lily lo miró extrañada. Le habían dicho que Snape era un incompetente en transformaciones pero no saber hacer cosas de primer curso…¿Cómo demonios había pasado de curso entonces?

-Pero algo sabrás ¿no? Convertir agujas en cerillas, erizos en ceniceros o vasos de agua en animales por lo menos.

El morenos simplemente se cruzó de brazos, mirándola con las cejas alzadas.

-No me lo puedo creer.- Dijo la pelirroja en tono de verdadero desconcierto. Severus se limitó a responderle con un suspiro.-Está bien. Saca tu varita. Empezaremos desde el principio.

El chico obedeció de mala gana y sacó su varita. La Gryffindor cogió de su mochila un trozo de pergamino y lo transformó en una cajita. Era una caja de cerillas. La chica escogió una y la dejó encima del pupitre.

-Bueno, empezaremos con lo básico. Intenta transformar esa cerilla en una aguja.- Dijo ella en tono neutral

Severus se le quedó mirando. Recordaba a la perfección que había ocurrido la primera vez que intentó hacer aquella transformación, y no dudaba que los efectos serían los mismos que los de aquel día.

-Evans, no va a salir, te lo aseguro.

-Snape si no pruebas no puedo saber en que fallas. ¿Porque no intentas concentrarte y pensar en la transformación?- Trató de sugerirle amablemente.

-¡Porque es absurdo¿Por qué iba a querer transformar una cerilla en un alfiler?

-¡Aguja!- Exclamó Lily en tono indignado.

-Lo que sea.- Le respondió el chico en una mueca.

-¡Por el amor de Dios Snape! Solo inténtalo ¿vale?- Le espetó la chica. No llevaban ni cinco minutos y ella ya se estaba poniendo de los nervios ¿Cómo lo consigue?

Severus con un gruñido le hizo caso y realizó el hechizo pertinente para transformar la cerilla, pero solo consiguió que se volviera de color verde.

La pelirroja se quedó mirando la cerilla que había encima del pupitre.

¿Pero que…?

-¿Contenta?-Le dijo el chico en tono grosero.

Lily cogió la cerilla y se la acercó para verla bien. ¿Se había vuelto verde? Desde luego aquello no podía ser porque Snape fuese incapaz de transformar algo. De hecho cambiar por completo el color de algo era considerado mas complicado. Lily tenía entendido que solo en sexto curso se enseña a los estudiantes a cambiarse de color el pelo y ese tipo de cosas.

¿En que fallaba entonces? El hechizo había sido pronunciado correctamente y tampoco el movimiento de varita había sido erróneo.

Entonces debe de ser un problema de concentración.

-¿Podrías…err… intentarlo de nuevo?- Le pidió ella sacando otra cerilla de la caja.

-Esto es estúpido.- Dijo él con fastidio.

Y después de un suspiro Severus volvió a realizar el hechizo, obteniendo el mismo resultado. Una cerilla verde. La pelirroja se quedó en silencio. Nunca había visto algo asi.

Severus al vele la cara de total desconcierto miró hacia otro lado. Ya le causaba suficiente vergüenza intentar transformar tan inútilmente las cosas delante de sus compañeros de Slytherin como para encima tener que hacerlo delante de una Gryffindor. Era como admitir una derrota. Y a Severus Snape no le gustaba perder.

-Mira Evans. ¿Por qué no utilizamos este tiempo para hacer cada uno deberes de otras materias? La verdad, dudo que seas capaz de enseñarme nada y no creo que el pajarraco ese sepa distinguir si estamos estudiando transformaciones u otra cosa.- Le sugirió él moreno en tono conciliador. No quería perder el tiempo todos los martes intentando algo que sabía que no iba a salir.

-No.- Le respondió ella levantando la vista de las cerillas verdes y mirándole directamente a los ojos

-¿Por qué?- Le inquirió el enfadado.

-Creo que se cual es tu problema.

-¿Si¿Cuál?- preguntó con voz escéptica.

-No ves útil la transformación. Crees que nunca necesitarías transformar una cerilla en aguja. Lo ves estúpido.- Le respondió la pelirroja con simpleza y sin dejar de mirarlo.

-Sinceramente¿en que clase de situación iba a necesitar convertir una cerilla en una aguja?- Le dijo él como si lo que la chica había dicho fuese lo mas obvio del mundo.

-Vamos a probar algo. Cierra los ojos.

-¿Para qué?

- Hazlo.

Ambos mantuvieron la mirada durante varios segundos, en silencio.Finalmente el chico cedió. Total, no va a conseguir nada.

Severus cerró los ojos y se cruzó de brazos. La chica se levantó de su asiento y empezó a caminar alrededor del chico y la mesa mientras le decía:

-Imagina que eres un importante funcionario del ministerio. Tienes una adorable esposa y vivís en una bonita mansión.

Severus abrió de inmediato los ojos. ¿Que se suponía que estaba haciendo?

-¿Evans que demonios quieres…?- Intentó preguntarle a la Gryffindor pero esta le cortó enseguida. Lily no iba a soportar un interrogatorio

-¡Snape por favor¡Escúchame e intenta imaginártelo!

El Slytherin gruño y cerró los ojos de nuevo.

-Como iba diciendo… estas en tu casa con tu adorable esposa. Vais a cenar con el ministro de magia. Es una cena muy importante para ti porque puede que te asciendan..-La chica hizo una pausa y luego continuó narrando.-Estás encendiendo las velas que adornarán la velada y te das cuenta de que… ¡se le ha caído un botón a tu túnica nueva! Le preguntas a tu esposa si tiene una aguja para coserlo y ella te dice que no. El ministro aparecerá en pocos instantes por la chimenea y a ti te falta un botón en la túnica. Quieres que todo salga perfecto y entonces decides que si no hay una aguja tendrás que conseguirla. No abras los ojos.- Dijo la Chica poniéndose detrás de Snape y tomando su brazo derecho con la varita y levantándolo para que el chico pudiera usar el hechizo sobre la cerilla.

Lily se acercó para susurrarle al oído:

-Ahora haz el hechizo.

Al chico le recorrió un escalofrío al sentir la respiración de la pelirroja en su oreja pero aun así formuló el encantamiento. Ella ahogó un grito.

Severus abrió de inmediato los ojos y miró el pupitre. Lo que vio le dejo boquiabierto. Donde antes había una cerilla ahora había una aguja verde.

Se quedó allí paralizado. La Gryffindor había conseguido lo que la profesora de transformaciones no había logrado en tres años. No es posible. Pensó cogiendo la aguja para observarla.

-No puedo creerlo.-Dijo el chico con la boca todavía abierta de la impresión.

-Bueno, es de color verde metálico, pero es una aguja al fin y al cabo.- Dijo ella desde detrás. Sonriendo. Creo que a McGonagall le valdrá eso ¿no crees?

Se escuchó de fondo el canturreo del fénix.

-¡Pkyuu!

-El fénix del profesor Dumbledore opina lo mismo- dijo ella en tono burlón, caminando hasta el pájaro y acariciando su plumaje.

El Slytherin se había quedado sin palabras y se quedó mirando a la chica y al ave de plumas rojas.

Desde aquella misma tarde Severus comenzó a admirar a la pelirroja de Gryffindor en secreto, sin saber que aquél sentimiento de admiración podría convertirse más tarde en algo más…


¡Contestación a los Reviews!

D.N.Angel girl Espero que este capítulo te guste también, aunque mejor que no te acostumbres a unas actualizaciones rápidas u (de hecho esta no lo ha sido) Por desgracia yo empecé el instituto como tu y me encuentro saturada. Como bien dices me leí el sexto libro. Me gustó en ciertas cosas pero no en otras… (Creo que sabes a que me refiero xD) A partir de aquí probablemente empiece el romance.

mariag Malfoy: jejeje pues aquí tienes otra actualización. Un poco tardía pero bueno. Me alivia que te gustase la escena del slash. La verdad es que me preocupaba mucho que la gente dejase de leer el fic por culpa de eso. Volveré a sacar a los merodeadores en breve para que les veáis en acción Además me estoy proponiendo hacer un fanfic de Remus y Sirius… ¿Qué opináis?

Hermilidi ¡Gracias por este nuevo review! Me anima muchísimo recibirlos de verdad. A ver si es verdad que llego hasta la parte en la que Snape decide seguir el mal camino xD. Y espero que eso sea antes de que salga el 7º libro. :P De momento los demás Slytherins no saben nada de estas clases pero todo se andará tranquila. En cuanto a porque se ponen de color verde las cosas cuando Severus intenta transformarlas…. ¡Tendrás que esperar! Lo siento.

Rikuayaceres ¡Bienvenida! Me alegra que te esté gustando la historia aunque no seas fan de la pareja. Notarás que tardo un poco en actualizar los capítulos (¡Lo siento mucho!) pero espero que eso no haga que dejes de leer. Sobre lo de Snape y Lily pegándose de tortas… jejeje en este capítulo no, pero todo se andará ;) ¡Muchas gracias por dejar review!

Lanier ¡Pienso exactamente lo mismo que tu! espero que me perdones por demorarme tanto en subir un nuevo capitulo y que este también sea de tu agrado. No sabéis lo que me encanta leer vuestros reviews, aunque sean cortitos. Da satisfacción saber que alguien lee esto.

Morella: ¡Aquí va el siguiente capi! Me gusta saber que hay por ahí fans de la pareja y que no soy la única loca que cree en esta teoría xD. Gracias por el review y ojalá que hayas disfrutado también este.

En el siguiente capítulo: Severus practica lo que Lily le ha enseñado y le muestra los resultados a McGonagall. Tambien se lleva a cabo la clase de defensa ccontra las artes oscuras…¿Acabará esta clase a tortas? xD