Te ves…bien. Tu piensas mientras te ves en el espejo. Vestías un vestido negro que se alzaba perfectamente a tu figura. El color negro te hacía acordar a las túnicas que solías usar en Hogwarts y pensar en eso te hacía acordar en tus amigos allí y a la vez te hacía acordar a el.
Uno de tus mejores amigos que había dado su vida por ti, por ti y tu otro amigo. Lagrimas trataban de salir de tus ojos pero tu no querías te acababas de maquillar y se arruinaría, sabías que a el no le gustaría, siempre quiso que fueras feliz. No lo lograste y empezaron a caer libremente por tus mejillas. Como ibas a hacer para olvidarte de el? Sus risas, siempre las ibas a recordar, todo…sus lagrimas, sus enojos, esas peleas estúpidas que a veces tenían.
Seguías frente al espejo mientras te peinabas tu cabello. No habías querido llorar pero no lo pudiste evitar, su recuerdo era demasiado fuerte. Tratas de lucir bien, como se no hubiese pasado nada y pasas tus dedos por debajo de tus ojos para limpiar las lágrimas que habías derramado. Y una voz te llama desde la puerta de tu habitación, tu lo ves desde el espejo. Allí estaba el, tu otro mejor amigo el que amabas con todo tu ser. Estaba apoyado en los bordes de la puerta y se veía más lindo y elegante que nunca.
-Estas lista, Hermione?-
Tú te diste la vuelta para poder mirarlo mejor. Su pelo negro azabache estaba revuelto y sus anteojos redondos sobre su nariz no habían cambiado, sus ojos estaban más verdes y brillantes que nunca.
-Ya casi- respondes y te vuelves al espejo.
Eran épocas navideñas, había pasado ya casi un año desde la muerte de Ron Weasley. Voldemort había sido derrotado el mismo día que tu amigo había fallecido. Se dirigían a la Madriguera a pasar la Navidad, nadie estaba igual, siempre fueron una familia feliz pero sin el no era lo mismo.
-Estabas llorando- dijo Harry caminando hacia ella y parándose justo detrás. No era una pregunta.
Tu miras a su reflejo en el espejo y asientes.
-Pensabas en el, verdad?-murmuró Harry.- Sabes que el siempre quiso que fueras feliz...Que piensas que diría si te viera así? Justo en navidad.
Tú le tratas de dar una sonrisa, pero te sale llorosa. No puedes evitarlo.
El te da media vuelta y te mira a los ojos, una mirada penetrante. Tú piensas que te podías derretir en ese momento y sientes como tus rodillas se ponen débiles.
-No llores, Hermione-
Pasas tus manos alrededor de su cuello y acercas su cara con la tuya. Le das el beso mas apasionado. Mientras el posa sus manos en tu cintura, sientes como su lengua pide entrada en tu boca. Y tú lo dejas. Te aferras a el como temiendo que desapareciera, como lo hizo Ron, y te dejara sola en el mundo.
-Te amo Hermione- dice Harry mientras te besa el cuello.
-Yo también te amo, Harry- tu dices. Y lloras. Pero no de tristeza, no es por Ron este momento, por que eso ibas a tratar de pasarlo, ibas a estar feliz por Harry. Por que lo amabas demasiado, el era lo mas importante en tu vida. Y un cosquilleo recorre tu cuerpo al pensar que pronto Harry y tú…serían tres.
