Ranma-chica estaba de pie en el techo de la casa Tendo. Era ya noche y solo estaba ahí contemplando una luna inusualmente grande. En sus manos sostenía una caja pequeña y adornada. Suspiro resignada y de un ágil salto se descolgó en una ventana.
-Cerrada –Dijo en voz baja al notar un impedimento al abrir. Estuvo a punto de darse por vencida pero tras un pequeño esfuerzo esta se abrió del todo. Se quedo congelada, había hecho mucho ruido y temió despertar a la ocupante de la habitación pero no paso nada a si que se introdujo con mucha discreción.
Dejo la cajita en el escritorio que daba a la ventana y después con cierto temor dirigió su vista a la cama y la vio a ella... Akane dormía hecha un ovillo. Ranma se le acerco y se puso de rodillas para verla mejor. Se veía tan en paz, tan tranquila. En un gesto inconsciente le acaricio la mejilla y se estremeció al sentir la suavidad y tibieza de su piel. Ella suspiro y entre sueños sonrió
-Ranma –Suspiro entre sueños.
Akane sintió un aroma familiar cerca de ella y después una delicada caricia en su mejilla. Era un sueño agradable ¿un sueño? La caricia era demasiado real. Ella abrió los ojos de golpe y se incorporó, miro a su alrededor y todo parecía normal, a excepción de que la ventana estaba abierta... Y había algo en su escritorio. Salió de su cama y tomo la pequeña cajita, la abrió quitando el papel de regalo con cuidado y descubrió una taza de porcelana para te. Estaba personalizada, su nombre grabado en caracteres rojos y dentro de ella una curiosa nota escrita a la carrera:
"Ya se soy un baka. Lamento de verdad haber roto tu taza favorita de verdad lo siento.
Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón.
Atte:
¿Para que pongo eso si ya sabes quien fue?"
Ella tomo la taza y la apretó contra su pecho pensando en como aquella tarde el entro cargando las bolsas del mandado y accidentalmente golpeo la mesa de la cocina derribando la taza que estaba ya de por si en el borde de esta. Le había gritado y después se fue muy enfadada. Pero el no había retrucado como siempre si no que permaneció ahí viendo la taza rota y parecía avergonzado. Miro la ventana abierta y sin pensarlo salió a través de ella.
Ranma-chica estaba ahora acostada en el borde del techo con los pies colgando, miraba el cielo sin pensar en nada así que no sintió la presencia de la otra persona hasta que esta le vació un chorro de agua no muy caliente en la cabeza.
-¡Hey pero que demonios! –Ranma se sentó de rodillas cerca del borde y vio con sorpresa a Akane sosteniendo en una mano un vaso de plástico y en otra la taza nueva. Ella también se sentó a su lado muy seria-Aka... Akane... ¿qué pasa?
Ella no respondió, se le acerco mas sin apartarle la vista ni un instante. El se sonrojó mucho al sentir que ella se acercaba mas y mas. Finalmente y sin dejar de mirarlo Akane le plantó un beso suave en los labios. Se separo solo lo suficiente para tomar aire y cerrando los ojos le dio uno mas. Ambos lanzaron un pequeño gemido. Ella se separo de el y después se levantó sacudiéndose el polvo de su pijama. Ranma estaba en shock en la misma posición que al principio.
-Gracias Ranma –Dijo ella mientras se alejaba de ahí.
El chico solo se fue de lado y...
¡SPLASH!
Ranma-Chica flotaba en el estanque de la casa con los brazos y las piernas extendidos mirando el cielo con los ojos muy abiertos. Después y lentamente una sonrisa se fue pintando en su rostro hasta que se hizo tan grande como la luna en el cielo.
-Sugoi –Murmuro ella
Y esa sonrisa permaneció ahí toda la noche.
FIN(sugoi: Algo así como ¡Woow!)
