DISCLAIMER: Shaman King y todos sus personajes correspondientes son propiedad de Hiroyuki Takei y de sus respectivos socios comerciales. Esta obra sólo es la realización de una fan de su trabajo sin el ánimo ni fin de lucrar con ella; así también se aclara que la autora del siguiente escrito no percibe ninguna ganancia de cualquier tipo por el mismo.

IDEA ORIGINAL DE LA SIGUIENTE TRAMA: Sehren Kou

ADVERTENCIA: Este fanfiction es de contenido shonen ai; así que si hay homofóbicos, personas con ideas afines a éstos, o alguien de edad no apta a punto de leer la siguiente historia quedan advertidos de ello y con la sugerencia de no leerla para evitar sentirse agredidos en su persona...

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Letra en bastardilla: Parte de un texto o pensamientos de un personaje

&&& Comienzo de descripciones de la situación por la autora

( X ) Especificaciones

NDS: Comentarios, a veces sin sentido, de la autora

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CAP IV --- EL SIGNIFICADO DE UN BESO

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Martes 16 de agosto

Querido Diario:

Siento no haber podido escribirte ayer pero Hao pasó todo el día conmigo (cosa que me extrañó de sobremanera) aunque de nuevo (como es su costumbre) se fue de mi cama en la madrugada mientras yo dormía... En dos semanas comienzan las clases en la universidad y aún no estoy muy seguro de que pasará...

Pero cambiando de plática y retomando el punto en el que me quedé anteayer...

Pasaron los dos días siguientes con profundo regocijo para mí pues no perdía oportunidad para hacer rabiar a Hao, éste trataba de controlarse y tan sólo me decía que ya se desquitaría en la cama... Empaqué muchas de mis cosas, y otras las dejé encargadas con uno de los empleados del que Hao llama "mi benefactor"; aún me suena chistoso como suena eso pues no le queda a este sujeto nada de nada el direte de Hao. Como sea, tuve que cancelar muchos de mis compromisos ya programados, reprogramar otros y atender los más urgentes; Hao no perdía detalle de las continuas llamadas a mi celular, hubo un momento que llegué a pensar que se sentía celoso pero después me di cuenta que sólo es su sentido de propiedad que lo hace no compartir lo que le pertenece.

El jueves comencé a sentir pánico, por fin reaccionaba a lo que estaba a punto de ocurrir y el miedo comenzó a dominarme, a la hora del almuerzo tomé de improviso de la mano a Horo-Horo y comencé a arrastrarlo por todo el colegio en busca de un lugar tranquilo en el cual poder charlar; su rostro mostraba estupefacción y una media sonrisa asomó mis labios; al principio Len y Hao comenzaron a seguirnos pero logramos despistarlos para mi regocijo. Cuando llegamos a un salón vacío, entramos y cerré la puerta; Horo me miraba confundido y respiré profundamente para tomar valor y comencé a hablar en busca de respuestas.

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&&& Horo no sabía que pensar de la actitud de su amigo peliverde, pero por lo que le había contado Hao sobre el acuerdo al que llegaron, sospechaba la razón de ese extraño comportamiento que mostraba Liserg, así que se limitó a sentarse lo más cómodamente posible en la silla que correspondía a los profesores, se cruzó de brazos mientras veía tomar valor a Liserg pero no podía evitar mirarlo con cierta confusión pues si después de todo había aceptado las condiciones de Hao ¿Qué hacían ahí para discutir sobre ello, claro si es que no se equivocaba en sus conclusiones.

Liserg: Siendo tú el gran amigo y confidente de Hao he de suponer que sabes que me propuso ser su amante a cambio de una generosa recompensa; – casi escupiendo las palabras, de lo cual se dio cuenta Horo y frunció el ceño por ello – pero he reconsiderado las opciones y no me creo capaz de seguir adelante con esto, pero no sé como decirle a Hao mi decisión

Horo: ¿Y quieres que yo hablé por ti?

Liserg: Mhnnn... Ésa podría ser una opción pero también podrías ayudarme a hacerlo desistir o que sé yo... sólo te estoy pidiendo ayuda, sea cual sea

Liserg se dejó caer derrotado en una silla y se llevó las manos a la cabeza que tenía con el rostro hacia el piso, Horo lo miró por unos segundos con algo de pena y se acercó a él, para luego sentarse a su lado.

Horo: No hay fuerza humana que haga a Hao cambiar de parecer con respecto a una decisión que ya ha tomado y sin querer prácticamente lo has embrujado, lo que empeora las cosas... Lo único que puedes hacer es tratar de huir de él e intentar desaparecer tu rastro para que no te encuentre.

Liserg: Pero yo no quiero irme...

Horo: Entonces tendrás que seguir adelante con lo que ya habías pactado con él

Liserg: ¿Y qué piensas de mí ahora? – sin levantar su rostro

Horo: ¿Pues qué quieres que piense? – se recuesta en el respaldo de la silla y se lleva las manos cruzadas a la nuca – Sólo sé que desde el primer momento en que te vi, me agradaste mucho y ya te considero como uno de mis mejores amigos. Con respecto a lo que descubrió Hao de tu pasado, eso no tiene importancia para mí, pues siento que tienes una explicación lógica para ello y cuando creas que sea el momento adecuado me la dirás...

Liserg: Horo... – tono triste

Horo: Pero creo que aún no te has dado cuenta de por que en realidad aceptaste la proposición de Hao

Liserg: ¿Y tú sí?

Horo: Te gusta mi amigo y por lo que veo te gusta mucho; sólo que al parecer no aceptas eso y no te lo reprocho pues sólo a un loco le gustaría ese megalómano engreído – tono burlón

Liserg: ¿Qué me gusta Hao? Bahhh... Creo que ahora si te equivocaste de lleno Horo-Horo, ese estúpido de tu amigo me parece de lo más insoportable, – levantando por sin su cara para sonreírle divertido a Horo – tendré malos ratos pero no malos gustos – saca su lengua

Horo: Jajajajajaja... ya decía que Hao tenía mucha suerte – mira la cara de Liserg

Ambos se quedaron mirando fijamente y de pronto estallaron en risas, el miedo que había sentido Liserg desapareció poco a poco y tras calmarse, Liserg retomó la palabra.

Liserg: Gracias por tener fe en mí Horo-Horo, ahora sólo me queda esperar a que suceda lo inevitable

Liserg se levantó, abrió la puerta del salón para que se fueran, pero al ver que Horo no lo seguía volteó para darse cuenta de que el peliazul se encontraba simplemente parado y mirándolo fijamente de manera seria.

Liserg: ¿Qué sucede?

Horo: Sólo quería decirte que si llegado el momento sientes que simplemente no puedes estar con Hao, díselo, pues él no es capaz de forzarte a nada... si necesitas que las cosas vayan con calma, acláraselo desde el principio para evitar pasar un mal rato ambos, tienes que estar por completo dispuesto a tener relaciones sexuales con él por que lo quieres así y no por que debas hacerlo, por que si eso pasa te sentirás muy mal luego y Hao... mejor ni te digo lo que sentiría Hao... – sonrisa sardónica – así que piénsalo bien y habla con él al rato

Liserg: Horo-Horo...

Horo: Ahora vayamos a comer por que si no me estómago protestará todo el día – comenzando a caminar

Liserg: Gracias Horo-Horo

Horo: No es nada, vamos que se hace tarde

Liserg: Sí

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Después de aclarar lo que pensaba Horo-Horo de mí tras enterarse de parte de mi pasado, darme ánimos y algunos consejos para afrontar mi relación con Hao, caminamos con rumbo a la cafetería. Cuando llegamos ahí, Hao y Len nos esperaban con cierto enojo en sus caras; yo los ignoré y fui a comprar una ensalada de fruta, mientras que Horo-Horo se compró un montón de cosas, ese chico come por tres personas pero al parecer como su metabolismo es rápido y el hacer el ejercicio que hace, no engorda nada. Después nos sentamos con el resto del grupo, pues en lo que comprábamos nuestros almuerzos, Yoh llegó con los demás de la pandilla de amigos que forman; fue un rato muy divertido para mí al ver como se llevaban de pesados entre ellos; de repente sentí una mano en mi pierna y no hice nada al respecto puesto que era Hao, me miró de manera extraña y yo preferí mover mi faz para rehuir cualquier contacto visual con él, aunque no pude evitar sonrojarme levemente.

Sonaron las campanas, nos despedimos por ese momento y cada quien se encaminó a su respectivo salón. El resto del día transcurrió tranquilamente y antes de irme al terminar las clases, me despedí de Marco, él me sonrió y salí del aula; pero enseguida alguien me tomó del brazo, era Hao quien al parecer se mostraba algo desesperado por irse, caminamos rápidamente hacia el ascensor, no expresamos palabra alguna y al llegar luego a la salida del colegio, había dos coches elegantes con el escudo de la familia Asakura en sus puertas, (bueno en ese momento no sabía que ese era su escudo familiar, pero luego él me lo explicó) Hao me hizo subir en uno y antes de subir él, alcancé a escuchar que le decía al otro chofer que esperará a su hermano, luego de esto Hao se subió y se recostó en el cálido asiento de piel del auto; yo me pegué a la ventanilla y me limité a observar las calles y personas; no era necesario que le dijera a Hao donde me hospedaba pues él lo sabía muy bien.

Llegamos a mi hotel, tome la tarjeta electrónica en recepción y subimos por mis cosas, cuando entramos a la lujosa suite Hao miró todo con cierta repulsión por lo que pude notar, me encogí de hombros y me metí en mi habitación para sacar mis maletas a la entrada. Hao me ayudó con el resto de mi equipaje mientras yo marcaba a recepción para que me mandaran un botones, tras colgar miré todo con cierta melancolía y Hao me miró muy molesto, me dijo que en su mansión tendría las mismas comodidades y que no extrañaría la suite, moví la cabeza negativamente y él se acercó a mí, me tomó del mentón para levantar mi rostro y me miró a los ojos, poco a poco comenzó acercar sus labios a los míos pero giré mi cara y evité el beso, provocando así un nuevo enojo en él.

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&&& Hao no podía esperar por probar el néctar de los labios de Liserg cuando éste de pronto volteó su faz para evitar el contacto de sus labios.

Liserg: Besos no...

Hao: ¿Por qué?

Liserg: Por que no

Hao: ¿Es por ese mito de que los sexo-servidores no besan a sus clientes para no enamorarse de ellos? – tono mordaz

Liserg: No es de tu incumbencia – más pálido que un muerto, para luego ponerse completamente rojo

Hao: ¡Maldita sea! ¡Detesto que compliques todo! – golpeando con su puño una mesa

Liserg: Ya llegó el botones – tras escuchar que llamaban a la puerta

Hao: Ni creas que esto se quedará así

Liserg: Sí, sí... ya me las veré en la cama ¿no? – tono sarcástico

Hao lo miró molesto y no dio respuesta alguna, aunque una leve sonrisa malévola se asomó en sus labios. Liserg abrió la puerta y le indicó el equipaje al botones, éste comenzó acomodar todo en un carrito y ambos chicos salieron de la habitación para bajar al vestíbulo en el ascensor. Al llegar a recepción, Liserg se acercó sólo a la recepcionista mientras Hao lo observaba a cierta distancia. Le entregaron a Liserg en ese momento un sobre con un mensaje que le habían dejado cuando acaba de subir a la suite; Liserg abrió el sobre y tras leer lo que tenía escrito, escribió unas cuantas cosas en el reverso de la tarjeta que había y la volvió a meter dentro del sobre con ciertas indicaciones a la recepcionista.

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Tras discutir brevemente con Hao por mi rechazo a ser besado, salimos de la suite mientras un botones se encargaba de mi equipaje; al llegar al vestíbulo la recepcionista me dio un sobre que acababan de entregar para mí, era un mensaje de Morphine, una mujer muy especial en mi vida... Tras leerlo, escribí una breve respuesta al reverso de la tarjeta que había dentro del sobre y le indiqué a la recepcionista que consiguiera un mensajero para entregar el sobre a una dirección que le indiqué; al ver acercarse al botones con mis maletas, me despedí de la agradable encargada y caminé hacia Hao, éste asintió y le ordenó al botones que subiera el equipaje en el maletero de su auto; cuando todo quedó arreglado, el coche arrancó y nos encaminamos hacia la que sería mi nueva residencia temporal

Pero recordé de pronto algo importante y miré a Hao para aclarar mi gran duda; le pregunté por la reacción de Yoh y él me miró divertido, me dijo que tendría mi propia habitación cerca de la suya y que la versión oficial en su familia era que me había invitado a pasar un tiempo con ellos en vista de que aún no encontraba un buen lugar donde vivir, aunque confiaba en que Yoh se daría cuenta pues no era tan tonto o despistado como muchos creían pero que él no diría nada pues después de todo no era asunto suyo. Asentí afirmativamente y regresé mi vista al pesado tráfico del centro de Tokyo.

Cuando llegamos a la enorme mansión de la familia Asakura, simplemente me digne en bajar del auto y esperar al momento de entrar, no me dieron muchas ganas de contemplar la construcción del lugar pues después de todo, no era la primera mansión a la que entraba ni sería la última.

Yoh salió disparado y se lanzó a abrazarme, me dio una cálida bienvenida y le sonreí agradecido, luego salió Anna y me observó fríamente, siempre me he sentido muy nervioso ante su presencia y en ese momento preferí refugiarme tras la autoritaria figura de Hao, éste miró sarcásticamente a su cuñada y ambos mantuvieron un duelo de miradas muy fuerte hasta que Yoh lo interrumpió a tomar de la cintura a Anna, quien por cierto se puso muy roja, mientras le decía que al menos la mansión ya no estaría tan vacía, ella lo miró reprobadoramente pero acabo rindiéndose al encantó de Yoh y ordenó a los empleados que metieran todo mi equipaje a la habitación que ya había dispuesto Hao, éste sonrío complacido y sin esperar a su hermano y cuñada, me hizo entrar a la mansión. Me llevó a mi nueva habitación y me gustó la decoración por completo; después me instó a recorrer el resto de la propiedad para que me fuera familiarizando, Anna e Yoh nos acompañaron todo el tiempo.

Mientras paseábamos por los jardines, me platicaron que sólo los criados, Yoh y Hao vivían ahí, puesto que sus abuelos residían en la que era su casa de campo en Izumo y su padre siempre andaba viajando de un continente al otro por negocios, así que era muy extraño que se apareciera por ahí, les pregunté por su madre y fue Anna la que me respondió ante el triste silencio en que quedaron ambos gemelos, la madre de ellos había muerto días después de nacer ellos, al parecer había sido una mujer de una salud muy delicada y el esfuerzo había sido demasiado para ella; asentí ausente y en vez de dar las clásicas disculpas y pésames, les comenté que los comprendía a la perfección pues perdí a mis padres en un desastroso incendio cuando yo era muy pequeño, Yoh y Anna se mostraron algo sorprendidos pues sólo Hao sabía de eso, o eso supuse por la investigación a la que me sometió.

Así pasaron las horas siguientes charlando; al llegar la hora de la cena, Hao me condujo junto a su hermano y Anna al comedor, Hao se sentó a la cabecera, Yoh a su derecha y a la derecha de éste, Anna, mientras yo tomé lugar a la izquierda del mayor de los gemelos Asakura. Luego entró la chica pelirrosa que se llama Tamao, vestida con un uniforme negro para servir la cena; lo que me llamó la atención fue que al momento de servirle los platillos a Yoh, se puso muy roja y nerviosa, Anna la miró molesta, mientras que Hao sonreía divertido; Yoh por supuesto no mostró seña alguna de haberse dado cuenta del enamoramiento de la chica por él, luego Tamao siguió sirviendo la comida al resto de nosotros. Al terminar de cenar, Anna le ordenó a la chica que le prepara su habitación de siempre pues se quedaría a pasar la noche; volteé discretamente a ver a Hao y le formulé mi duda con los ojos sin decir palabra alguna: "¿Anna dormía con Yoh?", Hao movió negativamente la cabeza y así respondió mi pregunta.

Después fuimos a tomar una copa en el estudio de Hao, yo me rehusé pero ellos tres si tomaron algo de vino. Cuando el reloj marcó las 11 de la noche, Yoh y Anna se despidieron para retirarse a sus respectivas habitaciones, dejándonos así solos a Hao y a mí, me mostré algo nervioso y Hao se dio cuenta de ello, pero sólo dejó su copa sobre el escritorio y me tomó de la mano para llevarme a mi recámara, entramos y él tomó una llave para asegurar la puerta.

Me acerqué al gran ventanal que había a un lado de mi cama y que tenía vistas a los jardines; Hao encendió la chimenea pues después de todo, estábamos en enero y habías días y noches en las que el frío dominaba, y esa era una noche de esas; traté de ignorar lo que hacía Hao y abrí los ventanales, salí a la terraza y me apoyé en el barandal que tenía, me concentré en mirar una fuente en forma de ninfa con su cántaro y la bella iluminación que tenía, de algún modo me tranquilizaba ver el agua. Hao se acercó y me abrazó por la espalda, me dijo que detestaba el frío y que mejor entráramos pues la chimenea estaba brindando un rico calor, asentí ausente y entré nuevamente a la recámara mientras Hao cerraba las puertas de cristal que hacían de ventanales.

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&&& Hao siempre había odiado el frío, pero trató de soportar un poco a éste cuando vio a Liserg salir a la galería, lo siguió y se quedó parado un momento mientras observaba como el peliverde estaba sumido en sus pensamientos al mirar los jardines; pero al ya no poder soportar las bajas temperaturas se le acercó por la espalda para abrazarlo y pedirle que entraran.

Hao: Mejor entremos Liserg, odio el frío y aquí afuera es insoportable; ya encendí la chimenea y el cuarto tiene un calor muy agradable

Liserg: Aja

Liserg se dio la vuelta y se zafó del abrazo de Hao, éste lo miró sin entender su actitud y tras entrar a la habitación lo primero que hizo fue cerrar las puertas de cristal y correr las gruesas cortinas. La habitación permaneció en oscuras, tan sólo iluminada traviesamente por las llamas del fuego de la chimenea. Liserg se sentó frente a la chimenea y sobre un pequeño tapete, Hao se le acercó y se arrodilló tras la espalda del inglés, levantó un poco el cabello de Liserg para besar su nuca, al hacerlo Liserg cerró los ojos.

El chico castaño extendió sus brazos hacia delante y lentamente comenzó a desabrochar la camisa blanca del otro, al terminar de hacerlo descubrió un hombro de Liserg y comenzó a mordisquearle un poco de su piel mientras las yemas de sus dedos comenzaban a recorrer su pecho; de pronto Liserg se apartó de él y se apoyó a un lado de la chimenea, impidiendo que Hao pudiera verlo a la cara. Hao se mostró molesto, se levantó y empujó las cosas que había sobre el borde de la chimenea, Liserg cerró los ojos y esperó un arranque de cólera de Hao, pero éste respiraba profundamente para tranquilizarse y se quedó parado en medio del cuarto.

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Después de entrar me senté frente a la chimenea a ver danzar las llamas de fuego, Hao se acercó a mis espaldas y comenzó acariciarme, cerré los ojos para tranquilizarme pero algo dentro de mí comenzó a removerse y al sentir sus manos en mi tórax reaccioné en forma negativa y me aparté bruscamente de él, busqué refugio a un costado de la chimenea y cerré los ojos; al escuchar que Hao tiraba un montón de cosas esperé que de un momento a otro se acercara a mí y me maltratara pero al notar que esto no sucedía abrí mis ojos y vi a Hao meditabundo en medio de la habitación, la luz del fuego le daba un aspecto muy exótico a su piel morena y a sus demás rasgos; me sonrojé al darme cuenta de mis pensamientos y me quedé observándolo durante un buen rato en espera de alguna reacción suya. Hao volteó hacia donde estaba y me miró sin expresión alguna en su rostro para acercárseme luego y comenzar a hablar.

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&&& Hao trataba de comprender la reacción del chico que lo acompañaba, no entendía aún muchas cosas de él y llegó a la conclusión después de un buen rato que Liserg se mostraba nervioso de hacer el amor con él pues por lo que sentía, el inglés también lo deseaba mucho, además de que sería su primer amante joven tras mantener relaciones con personas maduras; sonrió satisfecho ante sus conclusiones y volteó hacia donde estaba Liserg mirándolo.

Hao: Puedo sentir perfectamente cuando me miras, deja de preocuparte por lo que pasará y sólo déjate llevar... ¿Sabes? Me encanta ver esos ojos esmeraldas observarme fijamente sin prestar atención al resto de las cosas

Hao camina hacia Liserg y se acerca a él lentamente, para luego ponerse en cuclillas y acercar su rostro al de él, dejando sólo unos centímetros de separación.

Hao: Pienso que necesitas acostumbrarte nuevamente a sentir un cuerpo joven a tu lado – ojos entrecerrados en Liserg – pero sucede que te deseo tanto que no quiero seguir esperando por sentir tu piel desnuda contra la mía; así que cierra los ojos y déjate llevar por lo que sientas; te aseguro que no te haré daño alguno mi querido Liserg.

Liserg se quedó sin habla ante lo último dicho por Hao y en cambio estaba hipnotizado por la mirada seductora de Hao y su reconfortante tono de voz. Hao vio el embelesamiento de Liserg hacia él y comenzó a eliminar lentamente la diminuta distancia que le impedía saborear los labios del atractivo peliverde; no dejó de murmurar palabras dulces mientras continuaba mirando esos ojos esmeraldas.

En un momento dado, Liserg cerró sus ojos para satisfacción de Hao y esperó con ansias el ser besado por el hechicero chico castaño; Hao posó sus labios sobre los de Liserg y comenzó un beso tan delicado como el aleteo de una mariposa, en un momento dado mordisqueó el labio inferior de Liserg y al entreabrir éste su boca, Hao aprovechó el momento e introdujo su lengua para comenzar un beso más sensual, Liserg gimió en forma de queja pero enseguida se vio envuelto por la pasión que comenzaba a desbordar Hao. El castaño bajó sus manos al pecho de Liserg y comenzó a acariciarlo ansiosamente, al sentir la respuesta ávida de éste, le quitó la camisa por completo y dejó los labios del ojiverde para comenzar a recorrerle con su boca el cuello; Liserg levantó su rostro para facilitarle la tarea y gimió en muestra de placer.

Sin que Liserg se diera cuenta por limitarse a sentir placer, Hao lo llevó frente a la chimenea y lo recostó para poder disfrutar más del momento. Liserg entreabrió sus ojos y por sentir sus manos arder de deseos de tocar a Hao, comenzó a desabrochar frenéticamente los botones de la camisa negra de éste, al terminar esta tarea le quitó impetuosamente la prenda y sus manos comenzaron a recorrer cada centímetro de piel del tórax del castaño, luego pasó sus uñas por la espalda de Hao y comenzó a rasguñarlo. Hao se sentía aún más excitado al experimentar las caricias de Liserg; se apoyó como pudo y sus manos de manera experta bajaron a la cintura de Liserg para quitarle el cinturón y desabrocharle el pantalón.

Así comenzaron a quitarse mutuamente las prendas de ropa y al quedar ambos desnudos, sus caras arreboladas se acercaron para un nuevo beso lleno de pasión absoluta. Hao se apartó enseguida para comenzar a bajar sus labios por la piel de Liserg y llegar hasta su sexo; Liserg ya no tenía control de lo que sentía y había olvidado por completo las razones que lo habían llevado a esa situación; Hao comenzó a besarlo de una manera tan íntima que Liserg proclamó un grito de placer y sorpresa, que provocó en Hao una gran sonrisa. El castaño aumentó el ritmo de su boca en el sexo del inglés, Liserg sintió que estaba a punto de tocar el cielo con las manos, estiró una mano hacia abajo y acarició la cabeza de Hao...

Liserg: Hao, ya... ya casi... – gime de placer

Hao ignoró la advertencia del peliverde, sonrió y aumentó aún más el ritmo de su boca, tratando de lograr un pronto orgasmo en su ojiverde; Liserg sujetó con más fuerza el cabello de su pareja y de pronto se sintió estallar en miles de pedazos mientras que el castaño dio un último sorbido con su boca para entonces comenzar a digerir cada gota de semen que salía del falo de Liserg; mientras que éste seguía con sus espasmos de placer, por lo que arqueó su espalda para luego dejarse caer en el piso mientras respiraba agitado y con los ojos cerrados. Hao lamía con obvia lujuria el pene de Liserg limpiándolo de todo rastro de líquido seminal.

Luego de esto, decidió buscar su propio placer e hizo a Liserg voltearse y ponerse de rodillas, se lamió rápidamente sus dedos, bajó la mano y comenzó a meter un dedo en el estrecho esfínter de su pareja para comenzar a dilatar la entrada, movió suavemente la entrada y salida de su dedo mientras Liserg no paraba de suspirar de placer. Cuando Hao sintió que podía, introdujo otro dedo y siguió el mismo proceso de dilatación; al considerar que podía introducir su miembro, sujetó con ambas manos las caderas de Liserg y con una lentitud intencional comenzó a introducir su miembro en el cuerpo de su más reciente amante.

A Liserg ya no le importaba su nombre, las circunstancias por las que estaba ahí, el lugar donde se encontraba, el frío o el calor... para él sólo tenía importancia el gran placer que le hacía sentir Hao; comenzó a jadear y Hao sonreía más que complacido por ello, pero también él olvidó todo a excepción de lo que su cuerpo estaba disfrutando.

Poco a poco el castaño comenzó a aumentar la velocidad de sus embestidas y de un momento a otro se llegó a escuchar gritos de placer de ambos chicos; Hao en una última y fuerte embestida se dejó ir dentro de Liserg, mientras éste en ese mismo momento experimentaba su orgasmo. Así llegaron ambos a uno de esos escasos orgasmos simultáneos en una pareja; al terminar sus espasmos se dejaron caer y Hao salió de Liserg, quedaron ambos de costado y el castaño hizo que el otro se volteara para quedar cara a cara.

Hao acercó sus labios y besó ardientemente a Liserg, éste le devolvió de manera voraz el beso; al separarse, Liserg abrazó fuertemente a Hao y escondió su cara en el hueco del cuello del castaño, éste comenzó acariciar delicadamente la espalda de Liserg y empezó hablar en voz baja.

Hao: Al principio sentí que besabas como un inexperto pero luego pude comprobar la gran capacidad que tienes de dar y recibir placer; supongo que ese es un truco para hacer más interesante el momento... No sabes lo complacido que estoy por haber llegado a este acuerdo contigo... Tus labios saben a Ambrosía y lo demás... ¿pues qué quieres que te diga de lo demás? Sólo que eres perfecto para mí y he comprobado lo experto que eres en el arte de amar... Los días siguientes serán fabulosos para ambos, ya lo verás... Sólo quiero que recuerdes que eres mío, sólo mío... Me perteneces por completo desde hoy...

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Aún con mi tremendo nerviosismo Hao de alguna manera logró embrujarme y desvanecer cualquier duda que rondaba en mi mente. Le entregué voluntariamente mis labios y así di mi primer beso... Comenzamos poco a poco a desvestirnos y al final hicimos el amor como nunca imaginé que podría llegar a ser de fantástico mantener relaciones sexuales; terminamos agotados y lo abracé en un arrebato loco de mi parte...

Pero después él comenzó hablar y destrozó todas mis ilusiones; tomó mi inexperiencia en besar como una artimaña y no se dio cuenta que él había sido la primera persona que yo besaba en mi vida... Porqué el que yo haya tenido relaciones sexuales (por cierto, nada gratificantes) no significaba que ya hubiera entregado mis labios en un gesto tan amoroso e intimo...

Como según iba hablando, sus palabras me iban hiriendo sin que él se diera cuenta y hasta ese momento comprendí que de alguna manera me había enamorado de Hao... Que tonto había sido por enamorarme de ese déspota megalómano, ahí descubrí que mi verdadero nerviosismo era debido a que me entregaría en cuerpo y alma al ser que amaba...

Hao no paraba de hablar y cada palabra suya era una daga más clavada en mi corazón, cerré fuertemente los ojos y una lágrima solitaria escapó para recorrer mis mejillas frías por el dolor. Cuando dijo que yo le pertenecía pensé que él no tenía ni idea de que tan cierto era lo que decía.

Traté de ignorar todo para no sufrir más en ese momento y poco a poco Morfeo me fue tomando entre sus brazos; caí en un sueño profundo y sólo hasta la mañana siguiente desperté. Pero estaba arropado en la cama y la chimenea estaba por completo apagada; me senté de inmediato y me fijé a mis lados, no había rastro de Hao... Al parecer tan sólo se limitó a meterme a la cama para irse después a su cuarto, en ese momento al fin comprendí lo de tener mi propia habitación: Hao no me quería como su pareja en realidad sino como su juguete sexual personal.

Golpeé con mis puños el colchón y en ese instante ya no sólo amaba a Hao sino también lo empecé a odiar intensamente por hacerme sentir lo que sentía, cuando él sólo quería mi cuerpo. Comencé a reír desquiciadamente y fue cuando decidí que si él pensaba en usarme, bien podría yo usarlo a él y ser yo quien en realidad llevara las riendas de la relación, buscar la manera de herirlo tanto como él me lastimaba y finalmente ser yo quien lo abandonara... Me levanté de la cama y entré al baño para tomar una ducha caliente, después tomé del armario un pantalón verde oscuro, camisa blanca y zapatos verdes aún más oscuros, dejé los dos primeros botones desabrochados de la camisa, me peiné y ocupé mi celular para arreglar otros asuntos importantes que aún no había finiquitado del todo.

Salí de mi recámara con nuevos aires y un nuevo propósito a realizar... Y desde ese día mi vida se ha vuelto un infierno en el paraíso, paraíso por seguir disfrutando de mi amor por Hao y los placeres que él me proporciona e infierno por seguir en las mismas circunstancias de amor/odio en las que vivo y su prepotencia de siempre.

Ese mismo día en el almuerzo, Hao me entregó una tarjeta de crédito y un talón de cheques; me dijo que depositaría mensualmente mi pago en esa cuenta y que no me preocupara por las comodidades pues seguía en pie su promesa de proporcionarme los lujos a los que ya estaba acostumbrado. Le sonreí ausentemente, las tomé y al llegar a la mansión por la tarde, las guarde ambas cosas al fondo de un cajón de la cómoda que está al lado de mi cama... Nunca las he utilizado ni utilizaré... Mi dignidad me lo impide, además que así cuando lo deje, no tendrá nada de que pavonearse con respecto a mí...

Bueno, he escrito mucho está noche (más de lo acostumbrado), mañana no podré contarte nada puesto que saldremos de campamento como parte de una serie de actividades organizadas por el colegio a manera de despedida y no quiero que te descubran... vaya cosa, hablar de "tú" con un montón de hojas de papel... Como sea, nos veremos a mi regreso.

LD

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(Iniciado: 16 de agosto de 2004 — Finalizado: 18 de agosto de 2004)

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COMENTARIOS: Pues seguimos con las fechas del diario y aquí tienen el último cap de reciente, no final de esta historia. No tengo ni la más mínima idea de que tal me salió el lemon, pues se me hizo más fácil escribir detalles de este tipo en otro fic que en este; así que si me salió algo mal, discúlpenme por favor... creo que esta vez no tengo mucho que decir, así que sólo espero contar con ustedes en el siguiente capítulo...

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Próximo apartado: CAP V --- "LA VERDAD DE UN PASADO OSCURO"

Recuerdos de un chico, el ultimátum de una rubia, una lágrima en una hoja...

¬ Espero con ansias sus dudas, comentarios, sugerencias, regaños o lo que se les ocurra de esta historia, pues los reviews son el motor que me animan a seguir escribiendo; así que les ruego me dejen alguno con respecto de lo que vayan pensado de esta historia. ¬

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Sin más me despido por ahorita y ya nos estaremos leyendo luego...

Arrivederci Ragazze...