CAPITULO 2: EXTRAÑOS EVENTOS
Hades estaba mirando tristemente una fotografía. Perséfone tomó asiento junto a él y la miró. La foto pertenecía a una hermosa chica de dieciséis años, de cabellos de color azul oscuro que llegaban hasta sus hombros blancos. Sus ojos eran de color azul celeste, y su piel era bastante blanca, excepto por sus mejillas sonrojadas. Perséfone sonrió.
-Ya, Hades, no te tortures más- dijo Perséfone- nuestra niña estará de vuelta aquí en menos de lo que te imaginas...-
-No es eso- dijo Hades en voz baja, sin dejar de mirar la fotografía- esa bruja... dijo algo Radamanthys y a los otros, algo sobre que no permitiría que Agata volviera con nosotros...-
-No te preocupes- dijo Perséfone- los jueces y los espectros la vigilan en todo momento, no permitirán que nadie le haga daño...-
-Eso espero- dijo Hades en voz baja, aun no muy confiado en lo que su esposa acababa de decirle.
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A la mañana siguiente, Shion aún no había pegado los ojos. Algo extraño estaba a punto de ocurrir, lo leía en el cielo, pero no podía descifrar, y solo se dio por vencido cuando ya rayaba el alba y no quedaba ninguna estrella en el cielo.
El Patriarca bajó de Star Hill cabizbajo, y volvió a su templo a descansar un poco. Dejó en la mesita de noche su libreta en la que había escrito todas sus notas, sus ornamentos y su anillo, avisó a Saori que dormiría un par de horas y cerró la puerta de su habitación. Ya iba a meterse a la cama cuando escuchó un sonido fuera de su cuarto, como delicados pasos.
Shion abrió la puerta y se asomó a ambos lados.
-¿Atena? ¿Es usted?- dijo el Patriarca. Nadie respondió. Shion se encogió de hombros y volvió a cerrar la puerta de su habitación. De verdad que sí estaba cansado.
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Afrodita salió temprano esa mañana. Le tocaba hacer la ronda de día por el Santuario, y quería terminar pronto para dedicarse a su jardín. La mañana estaba un tanto más fría que los días anteriores, pero bueno, la primavera estaba apenas luchando por desplazar al invierno.
El caballero de Piscis bajó a los terrenos del Santuario y vio con una enorme sonrisa a Máscara Mortal vigilando a Danny, quien montaba a Belleza Negra. La chica se había levantado temprano para hacer un poco de ejercicio en el caballo.
Afrodita se sorprendió al ver que Máscara Mortal palideció al verlo y se volvió, como si no lo hubiera visto. Afrodita frunció el entrecejo y fue directamente con Máscara Mortal.
-Bueno, Máscara, ya fue suficiente- dijo Afrodita- ¿qué rayos te traes tu?-
-Nada- dijo el caballero de Cáncer.
-A mi no me vengas con cuentos, Roberto, te conozco bien y algo te traes- dijo Afrodita- dime que rayos te sucede de una vez por todas...-
-¿Así que estamos jugando a los nombres verdaderos, Afrodita?- dijo Máscara Mortal a su vez- o tal vez debería decir...-
-Menciónalo y te noquearé un buen rato- dijo el caballero de Piscis, sacando una rosa roja y mostrándosela- dime porqué rayos te pusiste así ayer...-
-¿Ayer?- dijo Máscara Mortal.
-Sí, cuando mencioné lo del Fuoco dall'Etna, y de Sicilia- dijo Afrodita.
-No es nada- dijo Máscara Mortal- malos recuerdos...-
Afrodita no le creyó por completo, pero decidió no seguir insistiendo.
-Bueno, como quieras- dijo Afrodita- tarde o temprano me daré cuenta...-
-Lo que sea- dijo Máscara Mortal.
-Continuaré mi ronda- dijo Afrodita- hemos tenido mucho trabajo extra desde que Milo y Selene se fueron de Luna de Miel...-
El caballero de Cáncer solo se encogió de hombros, y Afrodita siguió con su ronda. El caballero de Piscis caminaba pensativo. No sabía exactamente que sucedía con su compañero, pero ya lo averiguaría.
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Lily se levantó esa mañana con una sensación muy extraña, como si no hubiera descansado lo suficiente. Miró el reloj. Era tardísimo. La chica se levantó precipitadamente, y su sorpresa fue mayor.
-¿Pero qué rayos...?- dijo al sentir algo en sus pies. Se había dormido con sus zapatos puestos. Sin preguntarse más, se dio una ducha y se vistió. Tras salir del baño, buscó a su gata negra, la cual estaba rasguñando frenéticamente la puerta de su habitación.
-¿Rory?- dijo Lily- ¿qué te sucede?-
Rory se erizó al ver a Lily y se escondió bajo la cama. La chica la miró, extrañada. ¿Por qué su mascota se portaba tan arisca con ella?
-Rory, ¿qué demonios te pasa?- dijo Lily, agachándose y asomándose bajo la cama- ven acá, gatita chiflada...-
Al parecer Rory se dio cuenta de su torpeza y se dirigió a los brazos de su dueña. Lily notó que tenía una pata lastimada.
-¿Qué te pasó, nena?- dijo Lily, acariciando el negro pelaje del animal- ¿quién te lastimó? Te he dicho que no juegues con Sahib, ya está demasiado grande a pesar de que es un cachorro...-
Rory se acurrucó en el regazo de Lily, mientras ella la acariciaba casi por inercia. La chica tenía una sensación muy extraña. Después de unos minutos, se aclaró la garganta y se levantó, dejando a Rory sobre su cama. Tenía muchas cosas que hacer y ya iba retrasada.
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Agata corrió al estacionamiento tan pronto como sonó la campana de la salida. Abrió el candado de la cadena de su motorino azul, sacó su casco y se lo puso. Una chica de cabellos castaños cortos y ojos verdes llegó hasta ella.
-Hola, Agata, ¿puedo ir contigo a la práctica?- preguntó la chica- mi papá está ocupado y no me puede llevar-
-Por supuesto, Lorena- dijo Agata, pasándole el casco de repuesto que llevaba en la caja de su motorino- vamos o llegaremos tarde...-
Agata arrancó el motor de su vehículo, Lorena saltó detrás de ella y ambas recorrieron las calles de Catania a toda velocidad.
-¡Agata, más despacio!- gritó Lorena- ¡nos vas a matar a ambas!-
-Ni hablar- dijo Agata a su vez- estamos muy lejos de Piazza Duomo-
-Y también del hospital de emergencias- agregó Lorena.
-No seas aguafiestas- dijo Agata, tomando la calle principal- ya estamos en via Etnea, ya casi llegamos...-
-Eso espero...- dijo Lorena, apretando los párpados.
Agata se estacionó justo en la entrada de un enorme edificio. Lorena alzó los ojos al cielo, agradeciendo el hecho de haber llegado con vida.
-Llegamos- dijo Agata con una enorme sonrisa, poniendo la cadena a su vehiculo- ¿ves? No pasa nada...-
-No pasa nada... no pasa nada...- repitió Lorena con sarcasmo- recuérdame jamás volver a subirme a tu motorino endemoniado-
-¿De que te quejas?- dijo Agata, terminando de encadenar su motorino- llegamos y no pasó nada, estamos vivas, enteritas y a tiempo... ahora vamos arriba, que tenemos que cambiarnos...-
Las dos chicas subieron a los vestidores y se cambiaron a pantalones cómodos y playeras de ejercicio y las zapatillas blancas. Cuando terminaron de cambiarse, el vestidor comenzó a llenarse de chicas.
-Agata, Lorena, que bien que llegan- dijo un hombre- ¿donde están las demás?-
-Aún cambiándose, Giovanni - dijo Lorena.
-Bien, espero que se den prisa, porque tengo algo importante que decirles- dijo el hombre- tomen sus puestos...-
Las dos chicas se acomodaron en el escenario, Lorena del lado derecho y Agata en el centro. Las demás comenzaron a acomodarse en sus puestos.
-Oye, Agata- dijo Lorena- ¿no notas a Giovanni algo extraño?-
Agata se volvió hacia el hombre, el cual parecía ansioso de decirles algo.
-¿Tendrá algo que decirnos sobre mañana?- dijo Lorena de nuevo.
-No comas ansias, Lorenita...- dijo de mala gana una chica a la izquierda de Agata- es sobre el viaje de mañana. Agata es la mejor del grupo, pero dudo que Giovanni permita que vaya una perdedora como tú...-
-¿Qué rayos te sucede, Dora?- dijo Agata de mal humor- Lorena lo hace bien, también es parte del grupo e irá, muy a pesar de lo que tú pienses de ella-
-Y ni que tu fueras tan buena, Dora- añadió una chica, rubia y de ojos verdes, acomodándose detrás de Agata.
-Nadie te habló a ti, Francesca- dijo Dora de mal humor.
-Pues cierra la boca de una vez- dijo Agata.
-Paperelle!- exclamó Giovanni, atrayendo la atención de las chicas- como saben, mañana iremos a Atenas, Grecia. En nueve días comienzan las presentaciones, así que espero que estén todas listas... Lorena, tienes que practicar más esos pasos para que te salgan bien- la aludida se sonrojó ante la risa de Dora- y Agata, practica más la última pirueta, y si te sale bien me avisas para agregarla a la coreografía...-
-De acuerdo- dijo Agata.
-Allora-dijo Giovanni- comencemos la práctica...-
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La tarde ya estaba cayendo, y Afrodita comenzaba a hartarse. Hacer rondas en el Santuario era infinitamente aburrido, lo único que lograba era exasperarse porque los guardias se la pasaban holgazaneando.
-¡Despierten de una vez!- gritó el caballero de Piscis, despertando de golpe a los guardias.
-¡Se...señor Afrodita!- dijo uno.
-Guárdate tu señor Afrodita- dijo el caballero, cruzando los brazos- quiero una explicación...-
-Señor...- dijo un guardia, nervioso- es que... no dormimos bien...-
-Pero es pleno día- dijo Afrodita.
-Pero es que... anoche, la señorita Lily vino y nos despertó...- dijo otro.
-¿Lily?- preguntó Afrodita- ¿y qué vino a hacer aquí?-
-No lo sabemos, señor- dijo el guardia- le preguntamos, y solo nos respondió que tenía algo que hacer...-se aclaró la garganta- salió del Santuario y volvió a entrar a los pocos minutos...-
Afrodita no podía creer lo que los guardias le decían. ¿Lily saliendo del Santuario en la noche? En fin, el caballero llegó a la conclusión de que o la habían alucinado o solo era un invento para zafarse de su castigo.
-Bueno, por esta vez se los paso- dijo Afrodita- mañana le toca la ronda a Aldebarán, y él no estará muy contento si los ve dormidos...-
Los guardias le agradecieron y el caballero de Piscis volvió a las Doce Casas. Todo aquello estaba resultando muy extraño.
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-Va bene, ragazze- dijo Giovanni, apagando la grabadora- es todo por hoy. Y ya es tardísimo... vayan a descansar para el viaje de mañana-
-Buona notte, Giovanni- dijeron las chicas a coro.
Las chicas se cambiaron y bajaron. Agata acompañó a Lorena y a Francesca a la entrada.
-Dora tiene razón, soy malísima- se lamentó Lorena con tristeza.
-No escuches a esa amargada- dijo Agata- en todo caso, soy yo peor...- hizo una mueca- esta tarde rompí el récord de caídas... esa pirueta no me quiere salir-
-Ya cállense las dos- dijo Francesca- verán que impresionaremos a todos los griegos esos, se quedarán con la boca bien abierta al ver Fuoco dall'Etna- terminó triunfal.
-Espero que te refieras a nosotras- dijo Agata, aguantándose la risa.
-Ya llegó mi papá- dijo Lorena, señalando un auto- vamonos, Francesca. Buenas noches, Agata...-
-Hasta mañana, chicas- dijo Agata- que descansen...-
Lorena y Francesca corrieron hacia el auto que las esperaba. Agata sonrió al ver a sus dos amigas partir. Alguien le dio un ligero empujón al salir del edificio. Era Dora.
-¿Lo viste? Te dije que tu amiga es una completa inútil- dijo Dora en tono despectivo- y si fuera tú, bajaría de peso para que me saliera esa tonta pirueta-
-¿Qué sabes tú?- dijo Agata, enrojeciendo de furia. Dora no le respondió y subió a un auto para irse también.
De mal humor, Agata comenzó a desencadenar su motorino, sin percatarse de que no estaba sola. Cuando se dio cuenta era ya demasiado tarde. Dos chicos mayores la rodearon. Agata ya los había visto: era el par de tarados de la escuela que se le quedaban viendo como si se tratara de un ser de una especie extraña.
-Buenas noches, preciosa- dijo uno- ¿qué haces tan solita de noche?-
-Nada que te interese, tarado- dijo Agata, recogiendo la cadena y guardándola.
-Uy, no muy amigable- dijo el otro- ¿qué te pasó, linda? ¿tuviste un mal día?-
-Ya déjenme- dijo ella. Los chicos la ignoraron. Uno la tomó de la muñeca. Ella trató de zafarse, pero él era mucho más fuerte que ella- suéltame-
-Estas muy flaquita, guapa- dijo el chico que la había tomado de la muñeca- ¿porqué no nos acompañas un rato?-
-Estás loco- dijo Agata- suéltame de una vez-
Los chicos solo se rieron, pero la risa no les duró mucho. Un tercer hombre apareció. De un golpe tiró al suelo al sujeto que aprisionaba la mano de Agata, y de un empujón tiró al otro. Agata lo miró, sorprendida. Parecía un chico de 22 años, de largos cabellos negros.
-Me pareció que la señorita les pidió que la dejaran en paz- dijo el recién llegado- a menos que quieran morir, les sugiero que se vayan-
Los dos sujetos no se dieron por vencidos, se levantaron y contraatacaron.
-Estos humanos, ¿quien los entiende?- dijo de nuevo el recién llegado. No necesitó mucho antes de que los dos sujetos comprendieran que no eran rivales para él y salieran huyendo. Una vez terminado su trabajo, el chico sacudió sus manos y se dispuso a retirarse.
-¡Espera!- le dijo Agata al verlo alejarse- ¿quién eres?-
-Mi nombre es Aikos de Garuda, pero dudo mucho que ese nombre le sea conocido- dijo el hombre sin volverse.
-¿Porqué me protegiste?- preguntó ella de nuevo.
-Mi amo me ha prohibido revelarlo...- dijo Aikos fríamente, sin volverse.
-Gracias- dijo Agata. Aikos se volvió, sorprendido. Jamás creería que la princesa del Inframundo, la hija de su señor Hades, le agradeciera de esa manera.
-No hay por qué agradecer, es mi deber- dijo Aikos, desapareciendo entre las sombras. Agata lo miró sorprendida. ¿Quién era ese ser?
-Aikos de Garuda...tal vez es un ángel de la guarda- dijo para sí misma, subiendo a su motorino y conduciendo a casa.
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Mu y Lily estaban sentados en las escaleras de la casa de Aries, como todas las noches. Mu notó que su chica se veía un poco ida.
-¿Te sientes mal?- le preguntó el caballero. Ella sacudió la cabeza-¿tienes algo?-
-No, nada- dijo Lily, apoyando su cabeza en el hombro de Mu- creo que anoche no dormí muy bien que digamos, y sigo un poco cansada...-
-En ese caso, será mejor que descanses- dijo el caballero de Aries- y mañana deja que Milekha y las otras ayuden... has estado trabajando mucho desde que Milo y Selene se fueron...-
-Quizá tengas razón- sonrió Lily- lo bueno es que pronto regresarán...-
-Eso espero- dijo Mu.
Minutos más tarde, el caballero acompañó a Lily al recinto de las amazonas. Ella no quiso preocupar a Mu, pero tenía una extraña sensación en todo su cuerpo. Algo no andaba bien. Una vez que llegó a su habitación, se cambió y se metió a la cama, la chica se durmió casi de inmediato, quedando en un sueño tan profundo que no era saludable ni natural.
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CONTINUARA...
¡Hola! Para los que me preguntaron: por supuesto que Dokho, Shion y Aldebarán obtendrán una chica, no pienso dejarlos solitos. Ahora algunas traducciones.
"Fuoco dall'Etna" Fuego del Etna
"Papperelle" Patitas
"Allora" Entonces
"Va bene" Está bien
"Ragazze" Muchachas
"Buona notte" Buenas noches
Espero que les esté gustando. Gracias por seguir leyendo, y por sus reviews.
Abby L. / Nona