CAPITULO 7: LAS ZAPATILLAS
Lily había desaparecido. ¿Cómo era posible que las hechiceras entraran al Santuario así tan de pronto, sin que los caballeros las detectaran hasta que fue demasiado tarde?
El Patriarca volvió de Star Hill a la casa de Aries hasta muy pasada la media noche.
-Aún no sé donde está- dijo Shion en voz baja- pero su cosmo está curado... al menos estoy seguro de que está cerca del diamante...-
-Menos mal- dijo Mu, mirando a través de la ventana- al menos sé que está bien...-
-Eso espero- dijo Shion- y espero que siga así... no sé que intenciones tenga esa malvada...-
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Esa noche, Agata no podía dormir. No podía dejar de pensar en el paseo que se había dado, la plática en el restaurante. La chica sacudió la cabeza. No quería ni acordarse. Era la primera vez que había hecho algo así.
x-x-x FLASHBACK x-x-x
Después de comer, Agata se había disculpado de la mesa pidiendo a Afrodita que la esperara un momento. Había entrado al baño de mujeres y fingido que se arreglaba el cabello mientras la única mujer dentro se lavaba las manos y salía. Una vez sola, Agata había corrido el cerrojo de la puerta y había entrado a uno de los sanitarios. Cerró los ojos mientras introducía su dedo medio a la boca hasta tocar la úvula. Vomitó. Lo vomitó todo.
Una vez que terminó, se enjuagó la boca varias veces y le limpió con papel. Se miró en el espejo. La blanca piel de sus mejillas estaba teñida de un ligero tono carmín, y tenía los ojos ligeramente llorosos. Esperó unos segundos a que su respiración se tranquilizara de nuevo, antes de abrir el cerrojo y volver a la mesa donde Afrodita la esperaba.
x-x-x FIN DEL FLASHBACK x-x-x
-Ya qué...- murmuró para sí misma- no lo volveré a hacer...espero-
La chica se volvió hacia el otro lado, hacia la ventana, y cerró los ojos con fuerza, queriendo de una vez quedarse dormida.
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El domingo acabó rápidamente para dar paso al lunes. En el Santuario las cosas estaban relativamente tranquilas, muy a pesar de lo que había ocurrido hacía dos noches. Todos los santos estaban dedicados a buscar indicios sobre el nuevo escondite de Deyana.
-Es imposible- murmuró Aioria, dándose por vencido y dejándose caer sobre una silla- es inútil, la maldita bruja bloqueó su cosmo por completo...-
-No podemos rendirnos aún, Aioria- dijo Marín- tenemos que encontrar a Lily, si es que aún está con vida...- se aclaró la garganta- espero que cuando la encontremos no sea muy tarde-
-El maestro Shion dice que aún está con vida, y que está relativamente a salvo- dijo Touma.
-Significa que no podemos rendirnos- dijo Melody- aún hay oportunidad de salvarla y, de paso, darle su merecido a esa maldita bruja...-
-¿Qué podemos hacer?- dijo Aioria- puede estar en cualquier lado del mundo-
-No tal- dijo una voz desde la entrada del templo de Leo. Máscara Mortal había subido.
-¿Qué es lo que quieres decir?- preguntó Aioria.
-Deyana y el resto de las brujas están en Italia, aunque ya no en su castillo original- dijo Máscara Mortal.
-¿Cómo lo sabes?- quiso saber Aioria.
-Porque lo sé- gruñó el caballero de Cáncer- a diferencia de ustedes, ayer tuve mucho trabajo que hacer para tratar de encontrarlas- puso los ojos en blanco- voy con el Patriarca, hasta luego...-
Y Máscara Mortal se pasó de largo, cruzando el templo de Leo.
-Ese Máscara- murmuró Marín riendo por lo bajo- lo que hace solo porque Danny se lo pidió...-
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Agata y sus dos amigas fueron a la práctica normal en el teatro. El día anterior, Francesca no le había dirigido la palabra, tan molesta que estaba con ella. Pero después se calmó.
-Bien, bien, paperelle, vamos a comenzar- dijo Giovanni en voz alta.
-Sí, sí- decía Francesca, mientras trataba de meter sus zapatillas en los pies-ya vamos...-
-Espero que todas las horas extra de práctica nos hayan servido de algo- dijo Lorena, un tanto nerviosa.
-¿Horas extra?- se burló Dora al escuchar el comentario de Lorena- ¿en serio practicaron horas extra? Querida compañera, tú necesitarás toda una vida para seguirnos el paso...-
-¿Y tú muy buena?- dijo Francesca- ¿sabías que solo estás en este grupo porque Emmanuelle es tu novio?-
Dora le lanzó una mirada de odio, la cual las chicas ignoraron, y luego se retiró.
-Amargada- comentó Francesca.
-No le hagas caso, no vale la pena- dijo Lorena, atando los largos listones de sus zapatillas de color azul. Se volvió hacia su compañera- Agata, ¿porqué estás tan callada?-
-No es nada- dijo Agata. Introdujo la llave a su casillero y lo abrió: fue entonces cuando vio una caja de cartón que no había puesto ahí- ¿qué rayos...?-
-¿Qué pasa?- preguntó Lorena.
Agata no respondió. Se sentó sobre la banca y abrió la caja. Un murmullo de asombro escapó de sus labios al ver el contenido de la caja. Era un par de zapatillas de color negro, las más finas y bellas que había visto en su vida.
-¿Qué es eso?- dijo Lorena, inclinándose a admirar también las zapatillas- son bellísimas...-
-Increíble- dijo Francesca- ¿cómo las conseguiste?-
-No lo sé- dijo Agata- estaban aquí dentro, en mi casillero...-
-¿Y qué esperas?- dijo Francesca- ¿porqué no te lo pruebas?-
Agata sonrió y sacó las zapatillas de la caja.
-Agata, no creo que sea prudente- dijo Lorena de pronto.
-¿Estás loca, Lorena?- dijo Francesca- esas zapatillas están preciosas... ¿y dices que no es prudente ponérselas?-
-No sé- dijo Lorena, mirando las zapatillas con desconfianza- algo me dice que no es buena idea...-
-¿Porqué no?- quiso saber Agata.
-¿Quién te dejaría un regalo así en tu casillero?- dijo Lorena- sin notas, sin nada...-
-No seas exagerada, Lorena, tal vez es un admirador que quería permanecer anónimo- dijo Francesca- vamos, Agata, quiero verte con ellas-
La aludida asintió y se puso las zapatillas. Le quedaban a la perfección. Agata se puso de pie. En ese momento, tuvo una sensación muy extraña, como un hormigueo que recorrió todo su cuerpo en un par de segundos para desaparecer tan repentinamente como había aparecido.
-¿Y bien?- dijo Francesca, quien no se había percatado de ello- ¿cómo las sientes?-
Agata miró las zapatillas y dio un par de pasos con ellas. Tenía la sensación de estar caminando entre las nubes.
-¡Excelentes!- dijo Agata- me muero por probarlos...-
-¡Así se habla!- exclamó Francesca, caminando junto a Agata hacia el escenario, desde donde Giovanni las llamaba a gritos. Lorena las siguió, mirando a Agata un tanto sospechosamente.
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Shion y Mu estaban sorprendidos por las noticias que les llevaba Máscara Mortal. Esta vez se había lucido. Haciendo su orgullo a un lado, había llamado a sus familiares en Sicilia para que contactaran al maestro del templo de Agrigento, donde él había entrenado, para que buscaran el cosmo de las hechiceras. Y lo habían encontrado a las afueras de Siracusa, una ciudad al sur de la isla siciliana.
-No puedo creerlo- dijo Shion.
-Muchas gracias, Máscara- dijo Mu.
-No es nada- dijo Máscara Mortal entre dientes- con tal de que a todos se les baje lo amargado...- y se fue. Mu sonrió levemente.
-¿Qué haremos ahora, maestro?- preguntó el caballero de Aries.
-Prepararnos para combatir a Deyana- dijo Shion.
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Lily despertó con todo el cuerpo adolorido. ¡Que horrible pesadilla acababa de tener! Alguien había robado el diamante del templo del Patriarca, llevándola casi al borde de la muerte. Parpadeó un par de veces, sintiendo aún en sus párpados la escarcha dorada que antes había sido su sangre. ¡No había sido un sueño! Sintió algo duro en su espalda, y se dio cuenta de que estaba acostada en el suelo.
Lily trató de levantarse. Abrió los ojos lo más que pudo, y se encontró con una desagradable sorpresa. Dos mujeres, muy conocidas de ella, estaban de pie a los lados de ella. Se levantó lo más rápido que pudo, con toda la intención de correr hacia la puerta, pero ahí había otras cuatro mujeres más.
-Buenas tardes, Lilia, has dormido mucho...- dijo una mujer de pie junto a ella.
-Exactamente dos días- dijo otra mujer, quien estaba de pie del lado opuesto- sé que la ausencia del diamante te hace daño, pero jamás creí que durmieras tanto...-
-Ustedes...- murmuró Lily al verlas, buscando con su mano su vara en el interior de su bolsillo. No estaba.
-Esa no es manera de saludar a tu prima y a tu abuela, después de tanto tiempo- dijo una, la más joven, mostrándole su vara dorada y luego apuntándole con ella- ¿buscas esto?-
-Vaya, que gusto me da verlas...- dijo Lily entre dientes- ¿y a qué se debe tan cálida acogida?-
-El sarcasmo es algo común entre nosotras- dijo Vivien- supongo que debes imaginártelo...-
-No imagino que plan tengas ahora, abuela- dijo Lily, volviéndose hacia la otra mujer- aunque supongo que por igual quieras destruir a Mu y al maestro Shion, pero no lo lograrás...-
-Yo no estaría tan segura de ello, pequeña- dijo la reina con una sonrisa malvada, rodeándola mientras no dejaba de apuntarla con su larga vara- esta vez no se trata solo de tu querido Mu y su sucia especie... aunque por esta vez, necesitaremos tu ayuda...-
-No me hagan reír- dijo Lily- ¿qué es lo que quieren?-
-Como sabes, el diamante de Giogia está ligado a ti como tú a él- explicó la reina- aunque Vivian es la nueva heredera, no la obedecerá a ella sino a ti, a menos de que tú se lo entregues voluntariamente-
-No creo que seas tan ingenua, querida abuela, como para creer que lo voy a ceder así como así para que obtengas su poder-dijo Lily sonriendo levemente- sé que estoy tan ligada con el diamante, que no puedes destruirme sin destruir su poder también... ¿verdad?- acentuó su sonrisa- esa es la razón por la que no me han destruido aún...-
-Vaya, veo que no eres tan tonta como pensaba- dijo Vivien.
-Pero no tan lista- añadió la reina- ¿sabes que hay una manera de romper ese vínculo?-
Lily no respondió. Si era cierto lo que su abuela decía, no solo ella sino todos en el Santuario estaban en grave peligro.
-¿Dónde está el diamante, de todos modos?- dijo Lily- confieso que me han asombrado... ¿cómo pudieron sacarlo del Santuario?-
-Eso fue demasiado fácil, querida Lilia- dijo Vivien- tú misma subiste al cuarto del Patriarca y sacaste ese diamante, para luego salir del Santuario y ponerlo en mis propias manos...claro que no sabías lo que hacías...-
Lily frunció el entrecejo.
-Siempre has sido muy débil, Lilia-dijo la reina- sí, lo sé... así que haré un trato contigo. Si pasas tu control del diamante a Vivien por las buenas, te perdonaré la vida y te dejaré ir, si quieres a advertir a tu querido Mu y a los demás santos, aunque no creo que les sirva de mucho...-
-¿Y si me niego?- dijo Lily en tono desafiante.
-Conseguiré el diamante de todas maneras, aunque tomará más tiempo- dijo Vivien.
-Tenemos que prepararte para ser destruía- dijo la reina- ¿recuerdas el rito de separación, el que incluye un sapo?-
Lily abrió los ojos desmesuradamente. Trató de disimular su miedo, pero el hecho es que su sangre había abandonado su piel, haciéndola palidecer.
-Sí, veo que lo recuerdas...- dijo la reina. Se volvió a dos de las hechiceras cerca de la puerta- ya saben que hacer...-
Las hechiceras sujetaron a Lily. Ella no podía zafarse, aún estaba débil por su anterior estado.
-¿Qué vas a hacer?- dijo Lily- ¿quieres matarme?-
-No, hija mía, aún no- dijo la reina- no soy tan compasiva...-
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Afrodita había ido a ver la práctica de baile de Agata. Igual que Giovanni y el resto de las bailarinas, el caballero se sorprendió enormemente de la nueva habilidad de la chica. ¿Era eso natural?
Afrodita sintió otro cosmo. ¿Era acaso el de Aiakos? No, era el de otro espectro, tal vez Minos. El caballero no prestó atención a ello y siguió mirando el extraño baile de Agata. La verdad su habilidad se había incrementado enormemente, pero había algo que no se veía bien.
La práctica terminó, y las bailarinas volvieron a sus vestidores.
-Vaya, estuvo excelente esta práctica- dijo Francesca- ¿viste la cara de Dora? No se lo puede creer...-
-Sí, la vi- dijo Agata con una amplia sonrisa. Se sentó y miró sus zapatillas- ¿que clase de zapatillas son estas?-
-No lo sé- dijo Lorena- pero sigo pensando que esas zapatillas tienen algo...-
-No seas paranoica, Lorena- dijo Francesca- ¿decir que las zapatillas tienen algo?-
-Sí, exacto- dijo Agata antes de que Lorena pudiera responder- ¿por qué me molestas con eso? Lo que pasa es que me tienes envidia, ¿verdad? ¿Solo porque bailas patético y no nos puedes seguir el paso?-
-Agata, ¿qué te pasa?- dijo Lorena- no eres tú misma...-
-Por supuesto que soy yo, ¿quién más podría ser?- dijo Agata en el mismo tono- ya no me molestes, que no tengo tiempo para ustedes...-
-¿Te estás escuchando?- dijo Lorena, con sus sentimientos heridos por su amiga. Francesca también miró a Agata sorprendida, como si estuviera viendo a otra persona.
-Ya, déjenme en paz las dos- dijo Agata- me voy a quedar a practicar un poco más... no hace falta que me esperen-
Tanto Lorena como Francesca salieron tristemente del teatro, dejando sola a Agata. Esta volvió al escenario con los brazos cruzados.
Después de unos segundos se dio cuenta de lo que acababa de ocurrir. ¿Por qué se había portado así con ellas, con sus amigas? Lorena la había provocado, ¿no? Eso era, ella se lo había buscado.
Se había dejado caer sobre uno de los bancos, fastidiada, cuando se dio cuenta de la presencia del caballero.
-Hola- dijo ella.
-Hola- dijo Afrodita- ¿porqué te quedaste?-
-Porque quería practicar un poco más- dijo Agata sin muchas ganas.
-Ya veo- dijo Afrodita- ¿ya comiste?-
-No- respondió ella- y no tengo hambre-
-¿En serio?- dijo el caballero, mirando su reloj. Ya era bastante pasada la tarde- ¿desayunaste bien?-
-No- dijo ella de nuevo. Afrodita la miró de manera sospechosa- ¿qué?-
-Te ves diferente hoy- dijo el caballero, mirándola.
-Ah, eso- sonrió Agata- es que hoy tengo zapatillas nuevas- y le mostró las zapatillas negras que acababa de conseguir.
-Vaya, son... negras- dijo Afrodita, pues no sabía que decir.
-¿Acaso tú también quieres criticarme?- dijo Agata, frunciendo el entrecejo.
-Para nada- dijo Afrodita- muy tu gusto, igual que como hago con tu hermano, yo solo observo. Solo déjame verte ensayar...-
-De acuerdo- dijo Agata, y siguió bailando.
La mente de Afrodita era una maraña de pensamientos. De nuevo, comenzó a recordar a su prima Jessy. No sabía porqué la vinculaba tanto con Agata. Tal vez hallaría la razón pronto.
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CONTINUARÁ...
Emm... bueno, espero que les esté gustando. La cosa ya se está poniendo muy enredada, y lo que sigue aún más. Muchas gracias por seguir leyendo y por sus reviews. Espero saber de ustedes pronto.
Abby L. / Nona
