Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de TSR o/y R.A Salvatore
No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.
AVISO: Este fanfic es YAOI (y slash), si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas, comprendo perfectamente esa postura. Las parejas de este fanfic van a ser Artemis Entreri y otros drows, y Jarlaxle, por supuesto.
Nota: Esta es la segunda parte de mi fanficQué pasa con Entreri, recomiendo leerlo ,aunque no sea imprescindible, porque hago referencias a este y tendrá mas gracia.
Capítulo 1. El enemigo en casaEl Estigma de Errtu...
Entreri se encontraba en un callejón, no muy lejos de donde casi había perecido a manos de Merle Pariso, contemplando el almacén incendiado, cuyas llamas se alzaban por encima de los tejados de los edificios mas cercanos. Otros tres lo acompañaban. Eran de una altura aproximada a la del asesino, algo mas delgados, quizá, pero con la musculatura bien preparada para el combate.
Lo que mas los distinguía era su piel color de ébano. Uno lucía un enorme sombrero morado, decorado con una pluma gigantesca.
- Ya te he sacado dos veces de una muerte segura.
Y ahora mi propia versión hibrida de la reunión...
Era una mala época, desde luego. Desde que había regresado a Calimport todo iba de mal en peor. Artemis Entreri no era un hombre satisfecho estos días.
Primero las cofradias le aislaban por completo, aterrorizados por su regreso, despues la cofradia Basadoni le reclutaba a la fuerza solo para que el necio de Kadran Gordeón, un lugarteniente, tratase de rebajarle y eliminarle, tras fracasar había enviado tras él a Merle Pariso, un mago de batalla, para realizar el trabajo.
Y casi lo había conseguido, tenía la incómoda impresión de que su capa aun humeaba por el incendio en el almacén.
Y el broche final de todo aquello, por supuesto, se había salvado de la emboscada de Merle. El problema era que su salvación no le hacía saltar de alegría.
Drows, elfos oscuros otra vez, salvándole la vida solo para complicarsela, estaba seguro de ello.
- ¡Artemis¡Que alegría verte despues de tanto tiempo!
El drow, vestido en una orgía de colorido y ostentando su horrible sombrero, se lanzó sobre él de un salto con los brazos abiertos y una sonrisa que ocupaba toda la cara.
Ante el inminente abrazo de oso, Entreri puso los brazos por delante para detenerle, pero este drow no era el lider de Bregan D'aerthe por nada, realizó un rápido giro y logró abrazarle por la cintura y pegarse a su costado apoyando su rapada cabeza en su hombro, frotándose cariñosamente.
- ¿Te encuentras del todo bien?
No estaba bien, tenía al elfo oscuro mas insufrible del mundo invadiendo su espacio personal de forma muy incómoda y con ese enorme sombrero le iba a sacar un ojo. No le agradaba tampoco ver que se había traido a Kimmuriel, el drow psionicista, que le estaba recorriendo con la mirada.
- Estoy bien.- Mintió con enorme esfuerzo.- Estoy perfectamente, aparta.
Pero claro, no se apartaba, de modo que Entreri empezó a clavarle el codo con disimulo al principio y forcejeando al final, hasta que que tuvo incluso que darle un pisotón para obligarle a poner algo de espacio entre ellos.
- No sabes cuanto me tranquiliza verte sano y salvo.
Sano y salvo... ¿entre drows? Entreri tuvo un imperceptible espasmo en el párpado.
- Ya, claro¿qué haceis aquí tu y tu banda?
Jarlaxle se cambió de ojo su parche mágico y le puso cara de corderito.
- ¿Es que no te alegras de que haya venido a visitarte? Cuando te fuiste de Menzoberranzan dejaste un gran vacio¡todo el mundo te echa de menos!
A Kimmuriel se le escapó una risilla y Entreri se puso rojo, si de vergüenza o de ira, no estaba del todo seguro. ¿Alegrarse de verle¡Había salido de Menzoberranzan a la carrera¡Huyendo de aquella ciudad en compañía de su peor enemigo!
Recordar todo aquello le revolvió el estómago y casi sintió mareos ante la oleada de flashbacks, los soldados de Bregan D'aerthe, los lios de Rai'gy y Kimmuriel, Dantrag Baenre, el licor drow, los conjuros de Gromph y... agh... el "ataque" de Drizzt.
Sintió ganas de gritar a pleno pulmón y sobre todo de matar a Jarlaxle, pero era mejor idea marcharse cuanto antes.
Jarlaxle debió de percibir su idea porque le agarró por el brazo impidiendo cualquier intento de huida.
- Tenemos muco que discutir.- Dijo el elfo oscuro, haciendo una seña a Kimmuriel.
Con un pensamiento del psionicista se abrió una puerta dimensional que les llevaba, tan claro como una puerta real, a una habitación con otros elfos oscuros.
Aquel truco era nuevo, o por lo menos Entreri no lo conocía, no quería ni pensar en lo que podría hacer Kimmuriel con ese nuevo poder... se le erizaba el pelo solo de imaginar lo mucho que podía complicarle la vida.
"Ya te enseñaré mas trucos nuevos." Oyó en su cabeza con claridad.
Como odiaba a los telépatas, y como odiaba a Kimmuriel en particular.
Jarlaxle y él tomaron asiento en la habitación y los demas drows salieron. A Entreri no le tranquilizó en absoluto que le dejaran solo con Jarlaxle, sobre todo cuando tenía esa sonrisa de oreja a oreja en la cara y acariciaba de ese modo el brazo de su butaca.
- Estamos totalmente a salvo.- Aseguró Jarlaxle a Entreri.
¿A salvo? Estoy en una habitación a solas con un drow que para meterme en su cama me ha acosado, emborrachado y finalmente "estimulado" con ayudas mágicas¡no, no estoy a salvo muchas gracias por nada!
- Me observaban mediante la magia.- Replicó el asesino, tratando de llevar la conversación a terreno seguro.- Así es como Merle Pariso preparó su emboscada.
- Nosotros te hemos estado observando mágicamente durante muchas semanas.- Dijo Jarlaxle con una mueca.- Ellos ya no te vigilan, te lo aseguro.
Entreri ya no pudo disimular su horror, los espasmos de su párpado eran notables y estaba a punto de arrancar los brazos de su sillón por la presión que ejercía sobre ellos.
¡Observándole¡Jarlaxle y esa manada de machos en celo acosadores le había estado observando¡Mirándole sin su consentimiento! Entreri empezaba a tener verdaderos problemas para mantenerse tranquilo.
- ¿Y bien¿Qué quieres de mi?
- ¿Es que no puedo venir a visitarte?
Entreri se limitó a fruncir el ceño, si, quizá Jarlaxle podía decidir visitarle, pero también era un oportunista nato y en general un hombre inteligente y astuto.
- Esta bien, está bien.- Bufó Jarlaxle.- Lo cierto es que tambien tengo en mente un importante negocio.
Gracias al cielo. Terreno seguro.
- Un negocio de expansión.
Eso ya no le gustaba tanto.
- ¡Una linea de comercio nueva y exótica!.
Proclamó Jarlaxle visiblemente emocionado a medida que Entreri veía por donde iban los tiros y su ánimo iba empequeñeciéndose.
- Un nexo de unión entre la infraoscuridad y la superficie, Bregan D'aerthe se dispone a abrir una sucursal aqui mismo, en Calimport.- Continuó.
¡Drows en su propia casa! Entreri estaba completamente horrorizado, y mucho mas al percatarse de que obviamente Jarlaxle necesitaría de humanos que fuesen su tapadera y contacto en Calimport. Y no le estaba contanto aquella operación secreta por casualidad.
- Y cuando cree este plan, pensé¡Artemis Entreri es la persona ideal para esto¿Qué te parece¿Socios de nuevo¡Artemis y Jarlaxle juntos de nuevo mano a mano!
Entreri meditó la opción de comerse su propia lengua.
Problemas personales aparte lo cierto era que tenía pocas posibilidades de negarse, por mucho que Jarlaxle estuviese loco por sus huesos eso no le impediría tomar medidas drásticas para asegurarse de que su plan secreto seguía siendo secreto. No, Entreri no sería eximido de ser eliminado su ponía en peligro la operación de incógnito de su banda.
- De acuerdo, pero...
- ¿De veras¡Que alegría!.- Exclamó Jarlaxle.
- ¡He dicho PERO!.- Se apresuró a aclarar Entreri al preveer otro abrazo del drow, que parecía a punto de saltar de su sillón y caer sobre él.
¿Pero?.- Preguntó el drow haciendo pucheros.
- Pero solo son negocios¿de acuerdo? Ne-go-cios, nada mas, una asociación puramente profesional, yo dirigiré las operaciones en la superficie¿entendido?
Jarlaxle dudó pero finalmente consintió con cierta mala gana y Entreri se sintió un poco mas tranquilo... solo un poco mas.
- Trato hecho.- Jarlaxle chasqueó los dedos y otro elfo oscuro penetró en la estancia para ir a colocarse junto a Entreri; este era sin lugar a dudas la escolta del asesino.
- Duerme bien.- Indicó Jarlaxle al humano.- Porque mañana se iniciará tu ascensión.
Entreri abandonó la habitación sin molestarse en contestar, total, le preocupaba muchisimo mas la excesiva proximidad de su escolta que todo eso de convertirse en el nuevo bajá de la casa Basadoni.
Cuando hubo salido, otro drow más salió de detrás de una cortina. Rai'gy se alisó las ropas para disimular su calentura, Kimmuriel había vuelto a... "distraerle" con sus poderes mentales y tentarle con la cercana presencia del indudablemente atractivo Artemis, bueno, era un despreciable humano pero eso no le impedía ser un sex-symbol para todos los drows desde su estancia en Menzoberranzan.
Y que atractivo se le veía con ese aspecto viril levemente desaliñado... no le extrañaba nada la expresión estúpida que tenía en ese momento Jarlaxle despues de ver salir por la puerta aquel perfecto trasero.
- No mentía.- Confirmó.- Será nuestro socio.
- Silencio. Jarlaxle seguía en su maravilloso mundo de fantasias perversas.
Rai'gy carrasperó y finalmente dio una colleja a su jefe para obtener su atención.
- ¡Que no mentía¡Que será nuestro socio!.
Jarlaxle se frotó la nuca, dolido, vale, quizá se había quedado ensoñado, pero ese no era motivo para pegar al jefe de Bregan D'aerthe. Tenía que bajar los humos a sus lugartenientes un día de estos.
- Pero no parecía muy entusiasmado.- Comentó Rai'gy.´
Jarlaxle asintió, eso se temía. Despues de tanto tiempo... Jarlaxle suspiró sonoramente. No había tenido mas remedio que permitir la marcha de Artemis para que todo encajara con sus planes como lider de Bregan D'aerthe pero desde que había perdido de vista a Artemis no había pasado un día que no lamentase no tener por el cuartel a su humano.
Bueno, se había consolado bastante bien, había tenido algun... bueno, muchos entretenimientos, pero eso no quería decir que de vez en cuando no pensase en Artemis.
Cuando había estado planeando una posible incursión económica a gran escala en la superficie había recordado lo que Artemis le había contado de Calimport y había pensado¡es el mejor lugar! Presencia de la ley casi inexistente, sistema de cofradias similares a Bregan D'aerte, y por supuesto un punto de conexión perfecto, el mismísimo Entreri.
Pero su maravilloso plan tenía un pequeño problema. Artemis estaba de un humor... poco receptivo. De esa manera iba a ser dificil retomar su relación a un nivel mas profundo.
Ya lo solucionaré.- Aseguró a Rai'gy.
Despues de todo él era Jarlaxle, era el rey de la información, el jefe de Bregan D'aerthe, no había hecho un viaje hasta Calimport para nada, lo que Jarlaxle quería, Jarlaxle lo conseguía.
Entreri dejó su daga al alcance de la mano y meditó sobre la reunión, Bregan D'aerthe en Calimport... aquello sería algo demoledor para las cofradias de ladrones de la ciudad. No sabía que iba a hacer con todo aquello, y lo cierto era que cuanto mas lo pensaba menos le importaba. Detestaba la presencia drow allí, pero era lo que había y no tenía remedio.
Mientras dejaba la capa en una silla recordó la presencia de su escolta y le dirigió una mirada fulminante. Estaba en su habitación, que se largara de una vez y le dejase solo.
El drow se limitó a sonreirle amablemente, pero sus ojos tenían un brillo de malicia que desmentía su juvenil expresión, malditos drows.
- No necesito escolta, pero si quieres montar guardia hazlo fuera.
Su escolta le sonrió con cierto escepticismo, le miró de arriba abajo, se acercó con gesto zalamero y...
- Ka usstan inbau dos maglust, usstan tlun aluin ulu put dos pholor quen da'uren lu' jorosin whol mzild.
Entreri se quedó completamente impasible, petreo como una estatua y a continuación...
Ernest, guardia de la primera muralla de Calimport, oteaba el horizonte, dejando vagar la mirada por el cielo, visiblemente aburrido, cuando vió lo que parecía... un momento... ¿un elfo oscuro volando por el cielo manoteando y gritando? La extraña visión atravesó la ciudad y se estrelló en algún punto de los barrios perifericos.
Ernest tió su bota de vino, no pensaba volver a beber.
Ka usstan inbau dos maglust, usstan tlun aluin ulu put dos pholor quen da'uren lu' jorosin whol mzild: Como te pille a solas te voy a poner a cuatro patas y pidiendo mas.
Nota de la autora: ¡De nuevo a la carga con el genero de humor! Despues de comprobar que ese había sido uno de los fanfics que había recibido mas aclamaciones por parte vuestra no podía hacer oidos sordos. Gracias por los nuevos reviews, agradezco a los lectores de toda la vida, desde el primer fanfic, y me alegro mucho de ver caras nuevas, gracias a todos. Espero seguir cosechando risotadas con este fanfic.
