Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de TSR o/y R.A Salvatore

No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.

AVISO: Este fanfic es YAOI (y slash), si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas, comprendo perfectamente esa postura.

Las parejas de este fanfic van a ser Artemis Entreri y otros drows, y Jarlaxle, por supuesto.

Capítulo 3. La Fiesta, primera parte.

- Y aquí este sillón, y poned la alfombra roja alla, y sobre ella la mesa de te...

Jarlaxle estaba encantado remodelando la cofradia Basadoni. Paseaba rodeado en todo momento por un grupo de drows de vestimenta tan hortera como la suya que tomaba nota de todo lo que decía y hacía sugerencias enseñándole muestras de tejidos para cortinas, estampados para el papel de pared y cosas por el estilo.

Repantingado en un sillón, Entreri se limitaba a asentir a todas las preguntar que Jarlaxle le hacía respecto a las telas o sugerencias de nueva estructuración. No le importaba lo mas mínimo lo que hicieran con la cofradia Basadoni.

- Y pondremos luces de baja intensidad aquí, y aquí y aquí...

Aburrido. Entreri se limitó a asentir y seguir jugueteando con su daga enjoyada, dando vueltas al peligroso filo entre los dedos.

- Aquí irán las guirnaldas de flores¿qué colores te parecen los mas adecuados?

- Me da igual.- Gruñó Entreri, hastiado de las absurdas preguntas.

- Violetas y rosas entonces, en esa gama, y tambien blancas. ¡Va a ser una fiesta maravillosa!

Ante aquello Entreri se cortó con su propia daga y tuvo suerte de recuperar el control antes de cortarse la muñeca. Miró a Jarlaxle con una mezcla de sorpresa e indignación.

- ¿Fiesta¿De que fiesta estas hablando¡Jarlaxle, tu banda y tu estais aquí de incognito¡No puedes dar una fiesta!

Jarlaxle suspiró sonoramente y le miró con paternalismo.

- Por supuesto que estamos de incognito, será una fiesta solo para Bregan Da'erthe, para que inauguremos adecuadamente esta sucursal.

Menos mal. Entreri chasqueó la lengua y volvió a hacer bailar su daga entre los dedos, mientras los drows convertían la cofradia en una bacanal se marcharía a la Ficha de Cobre, Dwahvel sería mejor compañía que aquellos elfos oscuros... por no hablar de Sharlotta, aquella mujer era una avispa de aguijón venenoso, le revolvía el estómago que le tratara de bajá. En venganza la había mandado a los niveles inferiores a tratar con los miembros supervivientes de la cofradia y acabar con los rumores sobre la presencia de drows. Que lidiara ella con las desaveniencias internas, él no estaba de humor para ser diplomático.

- Traeremos músicos y aprovecharemos para hacer una cata de productos típicos¿qué me recomiendas?

- Que se ocupe Sharlotta.- Respondió Entreri ignorando el vaiven de Jarlaxle frente a su asiento y el irritante sonido de la corte del mercenario tomando notas.

- Bueno, ya me informaré de ellos, que se ocupe del catering, oh, y hay que traer mas mesas y sillas, y adecentar el salón, no reparemos en gastos.

No quería ni imaginar en que iba a convertir Jarlaxle la antigua sala para grandes reuniones de Basadoni, era una suerte que el anciano hubiese muerto con una cierta dignidad.

Entreri se levantó, cogió su capa y se encaminó hacia la salida cuando fue interceptado por Jarlaxle, que le plantó delante de la cara dos botellas diferentes.

- ¡Me han conseguido champagne! No conozco las marcas¿cuál deberíamos poner?

Entreri señaló una completamente al azar e hizo a Jarlaxle a un lado, continuando su camino, tendría que buscar otro lugar donde pasar la noche y dudaba que la cofradia volviese a ser la misma si Jarlaxle hacía una fiesta al estilo drow.


Jarlaxle observó el resultado de su equipo de ocio con satisfacción. Les felicitó con entusiasmo al observar la magnifica sala de fiestas que había quedado tras un par de días de trabajo a tiempo completo. La banda mercenaria Bregan Da'erthe inauguraba sede en la superficie.

Ahora solo tenía que descubrir como convencer a Entreri de que participase en la fiesta.

Quizá necesitara un poco de ayuda.

A paso ligero se dirigió a la habitación designada a Kimmuriel, pese a la poderosa voluntad de Entreri era posible que un poco de ayuda del psionicista lograra aunque solo fuera inducir al humano a ser mas receptivo a la fiesta.

Abrió la puerta con decisión.

- Oye, Kimmuriel...

- ¿Aja?

Jarlaxle se atragantó con lo que iba a decir y se quedó mirando anodadado y con un notable acaloramiento.

- ¿Querías algo?.- Preguntó Kimmuriel.

Rai'gy, por su parte, debajo de Kimmuriel, apenas si se limitó a gemir algo y arquear la espalda cuando su amante se movió sobre él.

- Eh... ¿no deberías cerrar la puerta cuando estais... eh... eso?

El psionicista sonrió maliciosamente y separó aun mas las largas piernas de Rai'gy, para acomodarse mejor, lo que arrancó un largo y sensual gimoteo del clérigo. Jarlaxle se holgó los pantalones con los ojos como platos.

- Oh, debería, pero a Rai'gy le excita poderosamenteel riesgo de ser descubiertos, cuando has abierto la puerta se ha puesto como loco.

Con un pensamiento de Kimmuriel la puerta se cerró a espaldas de Jarlaxle y el lider mercenario se dio viento con el enorme sombrero.

- No quiero interrumpiros estooo... cuando termines ven a verme en la sala de fiestas.

- Puedo ir ahora.- Replicó Kimmuriel.

- Kimmyyyy...- Gimió lastimosamente Rai'gy, Jarlaxle se cubrió la mitad de la cara con el sombrero mirando la lasciva imagen del atractivo Rai'gy totalmente expuesto debajo de Kimmuriel.

- ¡No, no,no!... termina, termina, ya nos veremos despues.

Salió de la habitación con un profundo acaloramiento¡sus lugartenientes eran una bomba de calor! Cuando les había presentado por primera vez había parecido odio a primera vista, el psionicista y el mago habían parecido a punto de sacarse los ojos.

¡Y en apenas un mes eran la pareja mas fogosa de toda la infraoscuridad!

Sigh... como les envidiaba.


Una hora despues Kimmuriel se presentaba en la sala de fiestas perfectamente adecentado, como era habitual en el psionicista.

- A tu servicio, Jarlaxle¿ocurre algo?

- Esta noche es la fiesta de inaugiración.

Kimmuriel asintió con una amplia sonrisa, ya había elegido un traje para Rai'gy que le sentaba de maravilla, mmmh, envuelto para regalo.

- Y sospecho que Entreri no quiere asistir.- Terminó Jarlaxle.

De eso no había sospechas, Entreri era mas arisco que una matrona menopausica.

- Necesito que me ayudes a convencerle.

Kimmuriel frunció el ceño, le dolía admitirlo pero las defensas mentales de Artemis eran fuertes y le resultaría dificil por no decir imposible, convencerle de ir a la fiesta. Cuando al atacar la cofradia Jarlaxle había planteado a Entreri la posibilidad de darle una barrera cinética Kimmuriel se había relamido. Era una habilidad que había desarrollado psionicamente y daba un sinfín de posibilidades.

Había intentado tirarle los tejos al ponerle la barrera pero Entreri había actuado como si no le entendiera... el muy terco... con la barrera cinética puesta Kimmuriel había intentado influir en la mente de Artemis y "colocar" algun que otro comando del tipo, "ven hoy a dormir a mi cama", "derritete de pasión por mi", "montatelo conmigo en un trio"... solo para encontrarse con la defensa mental de Entreri manteniéndole a raya ferozmente.

- Resultará dificil hacerle acudir a la fiesta...

Jarlaxle le miraba expectante, esperando ansioso alguna idea.

- Supongo que podría encontrar una solución, si...- Comenzó Kimmuriel con una idea maligna, tipicamente drow, formándose en su cabeza.

- ¿Si?

- Podría sacar tiempo para este tema...

- ¿Aja?.- Jarlaxle se acomodó, preveía un intento de pedir aumento de sueldo.

- Pues verás, Rai'gy y yo necesitamos una cama mas grande...

- Puede arreglarse.- Concedió Jarlaxle.

- Y un poquito mas de tiempo libre...

Puede arreglarse.

- Y acceso a ese libro de conjuros que te vendió Gromph...

- Puede arreglarse.

- Y...

- Y como sigas pidiendo alguien va a volver de una patada en el culo al agujero en el que se hundió la casa Oblodra...

Kimmuriel sonrió forzadamente, sabía cuando había que dejar de jugar con el buen carácter de Jarlaxle, no era prudente olvidar que era el lider de Bregan Da'erthe por algo.

- Mil gracias, capitán, dispondré enseguida que Artemis Entreri esté presente sin falta en la fiesta.

Jarlaxle asintió, nuevamente sonriente frente a la ferocidad esgrimida instantes antes. Ahora tenía que ir a arreglarse, tenía que estar guapo para la fiesta. ¿Dónde tenía los calzoncillos de encaje para ocasiones especiales?


Entreri se dirigía a la Ficha de Cobre, la fiesta en la cofradia Basadoni debía haber empezado y no quería saber nada de lo que iban a hacer los drows. Jugaría alguna partida de cartas en la cofradia de medianos y pasaría la noche unas calles mas abajo, en una posada en la que había reservado con otro nombre y otro aspecto gracias a su habilidad para el disfraz.

Sintió un cosquilleo en la nuca... Kimmuriel le estaba siguiendo con sus poderes psionicos, no podía estar seguro de ello, pero a veces era capaz de pericibir los escudriñamientos si estos eran muy intensos.

El porque no lo sabía, pero no le gustaba, que el psionicista se dedicase a la fiesta y le dejase en paz. En cuanto llegase a la Ficha de Cobre procuraría olvidarse de aquellos malditos elfos oscuros.

Iba a entrar en la taberna cuando de pronto el suelo desapareció bajo sus pies.

Nota de la autora: Rápida actualización, a veces escribo muchísimo de golpe aprovechando los ramalazos de inspiración y de paso me aseguro de que vuestros maravillosos reviews no se vean decepcionados.