Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de TSR o/y R.A Salvatore

No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.

AVISO: Este fanfic es YAOI (y slash), si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas, comprendo perfectamente esa postura.

Las parejas de este fanfic van a ser Artemis Entreri y otros drows, y Jarlaxle, por supuesto.

Capítulo 4. La Fiesta, segunda parte.

¿Pero qué demonios pasaba!

Al sentir la fuerte desorientación supo porque el psionicista le había espiado¡le había tendido una trampa con un agujero dimensional bajo sus propios pies!

Artemis cayó en el vacio incapaz de recuperar el equilibrio a casa de la distorsión y cayó a plomó... en los brazos de un drow.

- Pero si es el humano, que bien que te dejes caer por aquí.- Sonrió el afortunado soldado, que no parecía tener intención alguna de dejarle en el suelo.

Entreri miró a su alrededor, los drows se habían puesto sus mejores galas para la fiesta e iban de un lado a otro con copas de vino en abundancia o tomando algunos tenenpies exóticos, las mesas estaban llenas de timbas de ... ¿strip-poker, concursos de aguante bebiendo y similares actividades poco saludables. Al otro lado de las mesas sonaba una musica rítmica atronadora que los bailarines seguían con movimientos poco menos que obscenos.

- Dejame en el suelo.- Exigió Entreri mirando al drow con cara de pocos amigos.

- Solo si vienes a nuestra timba, veamos cuantas cartas tengo que jugar para quitarte un poco de ropa.- Contestó el drow con picardía.

Entreri le puso una daga en la garganta y al soldado se le quitaron las ganas de bromear.

- ¿Dónde está Kimmuriel?.- Preguntó una vez tuvo los pies en el suelo.

- Ni idea, se fue hace unos minutos despues de decirnos que te recogieramos cuando "cayeras" por aquí.

Gusano manipulador. No podían dejarle en paz una sola noche.

Pues no pensaba participar en aquello, Entreri buscó un asiento apartado, cogió una copa de vino y se acomodó con gesto hosco, en cuando Kimmuriel asomase por allí iba a ahogarle en el bol del ponche.

Alzó la vista de su copa y miró de nuevo a su alrededor, los drows le miraban de reojo, sonreían... y algunos iban en su dirección con sonrisas prepotentes...

Artemis tomó un trago y se preparó para lo que fuera.

- Hola, ssin, ven conmigo a la pista de baile, nos divertiremos.

- No, gracias.- Respondió secamente.

- No seas así, eso es que nunca has bailado este ritmo.

- Ni me interesa, largo.

- Pero...

- No. Largate.

El drow se largó mascullando, pero el descanso duró poco, enseguida apareció un segundo drow a ocupar el ligar del primero, este traía dos copas de vino.

- ¿Una copa?

- Tengo una.- Cortó en seco Entreri.

Y así durante casi dos horas, drows yendo y viniendo con todo tipo de ofertas y tecnicas de cortejo, desde el tipo duro, pasando por el hombre de mundo al romántico... Entreri había acabado una botella de vino y no quería beber mas porque sabía lo que le pasaba si perdía la cuenta de copas.

Borracho en una fiesta que rayaba la orgía, no gracias.

- Vel'bol natha ssuorr khel.

Perfecto, ahora ya ni se molestaban en piropearle en su idioma, Entreri aplastó con la botella la mano del insolente drow que se había apoyado en su mesa y le hizo largarse con la mano bajo el brazo y mascullando improperios.

¿Es que no iban a cansarse nunca?


Kimmuriel observó todo por su espejo de escudriñamiento, la fase uno estaba completada, pero no iba a conformarse con que Entreri se limitase a estar en la fiesta en modo erizado, tenía que hacer que se mezclase con la fiesta.

Todo un enjambre de miembros de Bregan Da'erthe rondaba al humano pero lo unico que estaban consiguiendo eran respuestas cortantes e incluso algunas magulladuras.

- Kimmyyyy...

Sigh, Rai'gy no tenía ninguna paciencia. El psionicista sonrió al desesperado clérigo, que trataba en vano de cubrir sus partes nobles del ataque telekinético.

- Kimmy, tenemos que... que ir la fiesta... dejalo ya.

- Nts, solo quería ponerte guapo, te ves mucho mejor así de ruborizado.

Rai'gy intentó dirigirle una mirada enfurecida pero solo acertó a esbozarla dado el estado acalorado en que se encontraba.

- Ademas aun tengo algo que solucionar.

- ¡Maldita sea¡Es por ese Artemis¿verdad!.- Exclamó Rai'gy con evidentes celos.

- Vamos, vamos, ya sabes que tu eres mi favorito.

El clerigo-mago no estaba en absoluto convencido y se cruzó de brazos ofendido.

- Ya, claro.- Replicó enfurruñado.

- Pues ayudame, venga¿qué podemos hacer para que se anime a participar en la fiesta?

Rai'gy refunfuñó un rato mas antes de empezar a sonreirse, se acomodó en el regazo de su amante y empezó a susurrarle al oido.

- ¿Vel'bol sha'nalten rivvil, xun dos naut saph l' jivvin?

Reconoció la voz y eso le evitó el responder de malos modos a Rai'gy, no se había cruzado ultimamente con el clérigo-mago y lo había agradecido. El amante de Kimmuriel no era una persona agradable en ningún sentido, no ocultaba su desprecio por los humanos y Artemis no estaba excento de la norma, y el asesino sospechaba que Rai'gy no le perdonaba el interes que despertaba en Kimmuriel¡ni que fuese culpa suya!

- No me gustan las fiestas en general, Rai'gy.- Respondió en común. Detestaba que el drow se empeñase en hablar en drow solo para fastidiarle.

- A mi me molestan los humanos que no agradecen el honor de estar invitados a una fiesta drow.

Prepotente, irritante y peligroso, Artemis detestaba a ambos lugartenientes, pero lo que mas le molestaba de Rai'gy era que encima tenía el descaro de estar a malas con él despues del favor que le había hecho cuando había rechazado las atenciones de Kimmuriel y había lanzado al psionicista sobre Rai'gy, literalmente.

- ¿Y que? No quiero estar aquí y me largaría con gusto¿por qué no le dices a tu Kimmy que me devuelva a las calles de Calimport?

La mención del diminutivo cariñoso hizo enrojecer a Rai'gy, que empezó a apretar la mandíbula de modo poco favorecedor. Entreri se mordió la lengua, había ciertos drows a los que no podía tratar como a los demás, vease Rai'gy, Kimmuriel, Gromph y similares.

Detestaba a los magos y los psionicos, realmente los detestaba.

- Si vuelves a acercarte a Kimmuriel te enviaré una audiencia especial con las doncellas de Lloth.

Entreri permaneció prudentemente callado sin apartar los ojos de la mirada asesina de Rai'gy, pero no se dejó amedrentar ni por un segundo, podría hacerle callar pero de ningún modo iba a dejar que Rai'gy pensara que le daba miedo.

Kimmuriel sonrió y se frotó las manos mirando el pozo escrutador, era perfecto, Rai'gy había captado la atención de Entreri. El psionicista se concentró.

Finalmente Rai'gy se largó con un teatral revuelo de su capa mezclandose entre el gentío y Entreri le dirigió una mirada de asco a sus espaldas, mucha altivez y mucho desprecio pero perdía la cabeza por su Kimmy.

Le había dejado mal sabor de boca, tomó otro sorbo de su copa.


Una hora despues Entreri miraba confuso su copa. No lo entendía, se sentía... borracho, pero estaba seguro de que llevaba una hora tomando sorbos de la misma copa de modo que era imposible que se hubiera emborrachado, no siquiera la había terminado, y tampoco podía estar adulterada, era un asesino, sabía de venenos y drogas.

Algo fallaba... no había bebido tanto, se había controlado teniendo siempre la misma copa sin pedir ni una mas ni aceptar las multiples ofertas de bebidas que traían sus pretendientes.

Si Entreri hubiese estado mas sobrio hubiese deducido que el encuentro con Rai'gy había tenido algo que ver, y probablemente hubiese unido eso con el hecho de que por mucho que bebía su copa no se vaciaba, dandole la falsa impresión de que no estaba sobrepasandose con la bebida.

Pero no estaba sobrio, de modo que apartó los pensamientos complicados de su mente y tomó otro sorbo despreocupadamente.

- ¿Que pasa, humano? Tanto beber sin divertirte¿tiene miedo de lo que un hombre de verdad puede hacerte sentir?

Hace unos instantes el atrevido drow se hubiese llevado un puñetazo que lo hubiese mandado al otro lado de la sala de fiestas. Entreri se incorporó, se encaró con el drow con expresión asesina y miró a todos los drows presentes.

- Una mesa redonda, traedme una botella de whisqui y veamos quien es mas hombre.


Jarlaxle se ajustó el sombrero camaleonico y entró en la sala de fiesta perfectamente engalanado para la ocasión. Kimmuriel ya le había informado de la presencia de Entreri en la sala de fiestas. Era el momento, sacaría al humano a la pista de baile y le seduciría con su perfeccionada tecnica.

Sería perfecto, andaría hasta Artemis, que estaría como siempre apartado en un lado y pondría en marcha toda su pulimentada técnica, no podría resistirse una vez le tuviese bailando a su son.

Abrió las puertas de par en par y... se le cayó la barbilla hasta el suelo.

Artemis Entreri estaba en la pista de baile, se había quitado la camisa y tenía un drow delante y un drow detrás, en el mismo estado de semidesnudez que él. La fiesta ya se había desmadrado por completo, lo que era habitual en una fiesta drow¡pero no había esperado que el centro de la fiesta fuera el humano!

Y allí estaba, en el centro de la pista de baile, los drows se pegaban por estar a su alrededor y Entreri¡Entreri les pasaba los brazos por el cuello y se colgaba de cualquiera que consiguiese ponerse delante¡Y otros aprovechaban para pegarse a su espalda, y Entreri no solo lo toleraba sino que se recostaba en ellos!

¡Y se reía! Jarlaxle agarró por banda a uno de los drows por el brazo y le zarandeó.

- ¿Se puede saber que le habeis hecho para ponerle así!

Asustado y mareado por el zarandeo, el soldado se limitó a señalar una mesa llena de botellas de whisqui vacías y tres drows inconscientes y notablemente intoxicados sobre ella.

- ¿Un concurso de beber¿Y Artemis participó en él?

Puesto que Jarlaxle seguía zarandeándole para acentuar la pregunta el pobre interrogado apenas era capaz de contestar.

- No... no se... señor... de... repente... se animó...

Jarlaxle dejó caer al soldado cuando de pronto se percató de que el desmadre había llegado al punto en el que los drows empezaban a manosear seriamente a Artemis, que encima parecía encantado por la subida de tono.

Kimmuriel... ¡aquello tenía que ser cosa de Kimmuriel! De algún modo había conseguido que Entreri pillara una cogorza de las buenas.

En otras circunstancias a Jarlaxle le hubiese encantado la idea... ¡pero quería a Artemis para él, no para que se lo beneficiase todo Bregan Da'erthe! Empezó a moverse por toda la sala hasta que encontró a sus lugartenientes, que como siempre, estaban bailando muy, muy agarraditos.

- ¡Kimmuriel!

- ¿Mmmh? Ah, hola Jarlaxle, como puedes ves he conseguido que Artemis se una a la fiesta.

Jarlaxle no parecía contento, Kimmuriel dejó de bailar y Rai'gy hizo pucheros hasta que se percató de la presencia de su jefe y recuperó rapidamente la compostura.

- ¿Ocurre algo?

- Kimmuriel, cuando te pedí que consiguieras que Entreri se uniera a la fiesta no me refería a que...

Sus palabras fueron acalladas por un inmenso y generalizado OOOOOOOOOH, vitoreando algo. Aterrado, Jarlaxle miró a sus espaldas.

- ¡Estaban morreando a Artemis¡Se lo estaban pasando como una botella de vino!

Suficiente, esgrimió una mirada asesina y se apresuró a ir al rescate de su amante, si señor, suyo, unico y exclusivo. Iba a tener que ponerle tarjeta o algo así.

- ¡Se acabó lo que se daba!.- Exclamó.- ¡Dejadle en paz, se viene conmigo!

Los soldados se hicieron los remolones hasta que Jarlaxle empezó a irradiar una luz roja intermitente por la enorme pluma de su sombrero y todos captaron de inmediato la seriedad de su exigencia.

Artemis se quedó de pie con cierta dificultad, de hecho se balanceaba sobre sus propios pies y miraba a Jarlaxle con un extraño aire de confusión y diversión.

- ¿Jarlaxle? Ese sombrero es nuevo.

Interesante comentario. Jarlaxle suspiró, agarró a Artemis del brazo y le sacó de la sala a rastras hasta llevarle a su dormitorio.

Si bueno, había dicho que iba a rescatarle, pero le rescataba para su beneficio obviamente.

Artemis se sentó inmediatamente sobre la cama y empezó a reirse con la clasica risilla de borracho que no sabe porque se rie ni le importa.

Borracho, medio desnudo, con el cuerpo cubierto de sudor, brillando a la suave luz de las velas, mirandole con los ojos casi negros y la lengua asomando entre los carnosos labios, el cabello negro alborotado... Jarlaxle decidió inmediatamente perdonar el exceso de "animación" que había provocado Kimmuriel, que demonios, le subiría el sueldo.

- Artemis... estas delicioso...

El aludido ladeó la cabeza y se tendió sobre la cama con una amplia sonrisa invitadora.

¡Yujuuu! Tres días en la superficie y ya podía celebrarlo como era debido.

Jarlaxle se desvistió a toda prisa y avanzó sobre Artemis con actitud depredadora hasta inclinarse sobre su rostro y descender hasta los jugosos labios, Artemis cerró los ojos con un suspiro y Jarlaxle le besó profundamente, abandonó sus labios y empezó a descender por el cuello...

Ronquido.

Jarlaxle se incorporó sobre Artemis y le miró alarmado.

Ronquido.

¡SE HABÍA DORMIDO!

Jarlaxle se incorporó, se vistió y se sentó en una esquina de la cama.

Cuando terminase la fiesta Kimmuriel iba a tener problemas, se aseguraría de ello.

Ronquido.

Tendría que buscarse otra habitación porque los ronquidos de un Artemis Entreri borracho podían despertar a los muertos. Sigh, había sido demasiado bonito para ser cierto.

Nota de la autora: La segunda parte, en realidada la escribí toda seguida pero la separé en dos porque no me gustan esos capítulos inmeeeeensos, cuando los veo me dan pereza, prefiero cortarlos y facilitar la lectura.