#01# Prólogo

El asfalto chirrió bajo las ruedas de la vieja van que avanzaba por las calles a toda velocidad apoderándose por completo de todo el ancho de la carretera. Giró estridentemente con maestría a la derecha alcanzando a subirse a la cera obligando a un peatón a lanzarse violentamente a un lado.

Apenas fueron escuchados sus insultos bajo el ruido del apurado motor:

.- ¡pero qué estás haciendo loco¡Vas a matar a alguien!

.- ¡Intenta conducir tú en estos momentos imbécil!

.- ¡Raph, cuidado!- el grito desesperado de Michelanggelo alertó a Raphael sobre el camión detenido en la carretera.

Víctima de un fuerte respingo, Raphael alcanzó a pisar el freno antes de girar estrechamente a un lado para pasar por encima de la cera con la van:

.- ¡Diablos! Vas a matarnos! – Donatello sujetó la casi inconsciente cabeza de Splinter que luchaba por mantenerse aún allí mientras se mecía víctima de los volantazos de la furgoneta:

.- En teoría hay que llegar con vida Raphael.

.- ¡Maldito seas Leo deja de quejarte de una vez!

Michelanggelo observó una vez más a su maestro en agonía mientras luchaba por apaciguar el pitido de sus oídos tras escuchar a sus hermanos gritarse constantemente.

La histeria se había desenvuelto en la pequeña van y a todos se les soltaba la lengua por el miedo y los nervios. Ni si quiera Casey y April situados a lo más atrás conseguían estarse callados un minuto:

.- ¡Pisa a fondo que lo perdemos!- Donatello permanecía con la palma apretada en el pecho de su maestro controlando sentir constantemente su corazón:

.- ¡Este maldito trasto no tira más¡Menuda mierda de van Casey!

.- ¡A la próxima te vas corriendo, listo!

.- ¡Ya vale! Splinter tiene que estar pasándolo mal y vosotros gritando- April era la única que parecía tratar de poner paz.

.- Ja. ¿Qué esperabas de alguien como ellos? – Leonardo arqueó una ceja amenazadoramente mientras su ironía resaltaba en el lugar.

Fue casi al instante que Raphael se giró histérico con el puño en alto hacia su hermano descuidando por completo el volante y la carretera.

Michelanggelo, a su lado, soltó un estridente chillido antes de sujetar con espanto el volante por delante de Raph:

.- ¡Raphael por tu padre, pégalo luego!

Fue casi al unísono que las tres tortugas le gritasen a su hermano con furia:

.- ¡No toques el volante!

.- ¡Me importa poco lo que digáis pero maestre Splinter no va a matarse antes de tiempo!

.- ¡Quita! – Raphael lo echó de conductor a tiempo para alcanzar a girar por la nueva calle esquivando a toda velocidad a los autos detenidos en los semáforos.

.- Escuchad, esto no puede seguir así. O estamos todos a una o Splinter no va a contarlo – April trataba de calmar el ambiente pasando completamente desapercibida por las cuatro tortugas que, sin dejar de gritarse ni un solo minuto, ponían la situación cada vez más de los nervios teniendo en cuenta que viajaban a toda velocidad por en medio de la ciudad y en pleno día.

.- ¡El pulso está débil! – Donatello seguía sin sacarle el ojo de encima a su maestro.

.- ¡Corre Raph corre!

.- De esta no salimos, de esta no salimos….¡cuidado! – de nuevo, la van llevó a cabo una forzada maniobra al esquivar un paso de peatones subiéndose de nuevo encima de la cera y bajándose al asfalto justo a tiempo para no estrellarse contra un quiosco – vamos a matarnos…vamos a matarnos.

.- ¡Cállate Mickie¡me pones de los nervios!

.- ¿Porqué no le dejas el volante a él como hizo Leo?- Donatello rodeó a su hermano con una acusadora mirada tratando de escarbar aún más en la situación esperando que hubiera captado bien la indirecta.

.- No empieces con esa mierda de nuevo ¿vale?

.- ¡No fue culpa mía!- Michelanggelo se giró ofendido dando explicaciones de nuevo – tal vez si Raphael no me hubiera indicado de esa manera…!

.- ¡Tal vez si tu supieras conducir mejor! – Donatello desvió su atención momentáneamente tras ser entretenido por un constante claxon:

.- Oye¿esa no es…? – Leonardo siguió su mirada a través de la ventanilla de su lado.

.- ¡Diablos¡Que hace….?- sin atenderse a preguntas bajó el cristal con prisa asomándose con cierta precaución por la ventana - ¡Lizz¡Lárgate de aquí, ahora no!

La chica, conduciendo su auto a par con la van, lo observaba con la mirada ceñuda y amenazante sin tener cara de obedecer. Conducía a toda velocidad y ni siquiera cuando Leonardo le indicó que se alejase, la chica se dio por vencida y se colocó detrás de la van siguiendo el camino que el mismo Raphael abría.

.- ¿Porqué está aquí esta tía?- Casey la observó a través del cristal antes de mirar a Leonardo que la observaba confundido. Raphael entró en el ruedo con su malicia y picardía:

.- Has hecho amigas ¿eh?

No contestó. Únicamente se apretó las sienes con fuerza tratando de calmarse y de no escuchar más a sus hermanos que seguían berreándose blasfemias de fondo.

Splinter frunció el ceño con fuerza respirando aún con dificultad y agarrándose con fuerza el pecho de su kimono, cómo si tratase de que su corazón permaneciera en su lugar por un tiempo más.

Donatello y Leonardo, situados uno a cada lado sosteniendo su cuerpo firme para que no se moviera demasiado con el trote de la van, se lanzaron miradas cómplices llenas de preocupación más que de rencor.


¿Quien ha vuelto a casa?

XD Pues nada, ya decía yo que sin droga artística en las venas no aguanto mucho tiempo.

Vaya, aquí os dejo con esto. Sé que la cosa queda algo confusa así de sopetón, pero tranquilidad, que no tardará en explicarse.

Pues nada, de momento hay poco que comentar, espero tener el primer capítulo listo para dentro de poco, haber que tal. Espero que os guste la cosa, ya comentaréis.

Nos estamos leyendo! besos!

YaS ;-P