Pues nada, empezaremos la nueva saga diciendo lo de siempre (ke no falte el disclaimer, jejejej) Supongo que ha estas alturas no haría falta que hiciera referencia a que los TMNT así como los personajes más conocidos no son míos, a diferencia de otros que ya irán asomando la cabeza que son pura invención propia.
También, sigo en mi idea de que la edad que les otorgo pasa por los 21 para Leonardo y bajando de uno en uno teniendo en cuenta el famoso (pero, tal vez, no verídico) orden generacional, o sea: Leo, Raph, Don y Mickie.
El prólogo era una espécie de avance en el tiempo mostrando lo que ocurrirá 6 meses después del inicio de la historia (aunque a lo largo de ésta iré avanzando en el tiempo, pero ya lo especificaré para que la cosa no se vuelva liosa).
ues nada, solo decir que espero que el nuevo fic sea del agrado de los lectores! Nos leemos más abajo!
YaS ;-P
#02# Esas profundas grietas…
"6 meses antes"
Saltó con maestría encima de los contenedores buscando un hueco en el que recuperar el aire tras pasarse largos minutos corriendo. Casi inconscientemente, balanceó su mirada a sus espaldas con preocupación.
Michelanggelo le seguía los pasos de cerca y, sin hacerse de rogar, apareció cruzando la esquina para colocarse en lo alto de la escalera de emergencia del callejón.
Jadeaba con contundencia.
Fue a decirle algo, pero Leonardo tan solo tubo el tiempo justo de abrir la boca y saltar esquivando de nuevo las balas que agujerearon el contenedor de metal con un estruendoso ruido metálico.
Siguió a su hermano menor por la escalera hasta alcanzar la azotea del edificio en la que se perdió entre las sombras.
Sus perseguidores no tardaron mucho en alcanzar la cima.
Armados hasta los dientes con pistolas automáticas y algún que otro elemento punzante, los jóvenes miembros de los Dragones Púrpuras anduvieron a paso precavido sabiendo del cierto que estaban siendo acechados aún y no lograr ver a su presa con toda claridad.
Avanzaron con cautela observando a milímetro la oscuridad nocturna que les rodeaba mientras mantenían el dedo rígido en el gatillo de las armas deseando que algo se moviese para lanzar un tiro a la desesperada.
Se encontraban nerviosos y el miedo podía olerse en el lugar.
Fue cuestión de tiempo que uno de ellos diera media vuelta volviendo de nuevo al callejón saltando con prisa sobre las escaleras metálicas:
.- ¡Eh¡ no huyas cobarde!
No hubo respuesta alguna por parte de su compañero que, tratando de salvar el pellejo, había optado por la retirada estratégica.
Michelanggelo, agazapado en lo alto de la torre de agua, crujió sus nudillos antes de aterrizar en el centro del circulo de atormentados Dragones que, tomados por sorpresa, se voltearon rápidamente disparando sin tan solo pensar.
Los primeros macarras cayeron víctimas de sus propias balas que surcaban el aire sin encontrar tortuga alguna a la que herir. Por disparar al centro del círculo, muchos de ellos cayeron aullantes al suelo habiendo perdido el control de algunas de sus extremidades al ser alcanzadas por las balas aliadas:
.- Han crecido en número – Michelanggelo se unió junto a Leonardo metido entre las sombras de la cornisa:
.- Y en estupidez…- de un veloz movimiento, la tortuga saltó a la luz desenvainando sus katanas en el aire.
Los filos lograron detener las primeras balas antes de ser directamente dirigidos hacia los cuerpos de sus portadores que, despavoridos, cerraron los ojos con fuerza esperando el corte.
Pero no llegó.
Con una débil carcajada, Leonardo pateó las armas al vacío del edificio aprovechando la confusión del momento antes de volver a trotar por las azoteas seguido de Michelanggelo.
.- ¿Qué coño estáis haciendo! – uno de los Dragones Púrpuras, al parecer el más inteligente, se dio por aludido y avisó con gritos a sus compañeros que seguían a ciegas y desarmados - ¡Id tras ellos! Hun no va a perdonarnos esta vez si volvemos a perderlos!
.- Siguen detrás nuestro – advirtió Michelanggelo deteniéndose momentáneamente antes de seguir los pasos a su hermano mayor – no fue buena idea separarse…
Leonardo se detuvo detrás de la caseta de entrada a la azotea y corrió a alcanzar su comunicador que justo empezaba a sonar con un continuo y molesto pitido. La cara de Donatello apareció en la pantalla:
.- ¡Por dios Donny! – Leonardo se llevó la palma de la mano a la frente en un golpe seco - ¡llevamos horas corriendo¿Dónde estás?
>La cosa se había puesto difícil, lo siento. Traje le camión hasta aquí con el control remoto.
.- ¿Raphael está contigo?
>Lo perdí. Eso de huir no se le da bien…
.- ¡Tsk! – Leonardo chasqueó los dientes con molestia en tan solo pensar que el muy imbécil de su hermano de seguro se había quedado pateando traseros en el lugar en vez de preocuparse por reunirse con ellos.
>Os espero con al camión junto a la iglesia del parque. No tardéis mucho o esto va a llenarse de Dragones en un abrir y cerrar de ojos. Los oí llamar por refuerzos en el pasado distrito…
Michelanggelo echó una ojeada al otro lado de la caseta descubriendo los primeros Dragones que asomaban por la borda aún y encontrarse completamente desarmados. Leonardo también se percató de ello:
.- Llama a Raph, Leo. Yo me ocupo de ellos
Sin esperar respuesta alguna, Michelanggelo se lanzó con fuerza y velocidad pateando al primero en el pecho para lanzarlo contra sus compañeros cayendo el grupo al suelo.
Los primeros en incorporarse parecieron vacilar unos instantes antes de atacar finalmente a la tortuga blandiendo algunos machetes, cuchillos y cadenas.
La tortuga retorció la muñeca de uno obligándolo a soltar su arma antes de lanzarlo a modo de honda contra sus compañeros que aún seguían en el suelo.
Michelanggelo arrugó la nariz mientras se acuclillaba a escasos centímetros del grupo tumbado en el suelo:
.- Que penosos…lleváis horas persiguiéndonos y apenas os he tumbado con un par de movimientos. Yo de vosotros me replanteaba vuestra reputación…no se, podéis volver a casa con mamá y empezar a estudiar de nuevo ¿nah? De seguro que os saldría mucho más a……
.- ¡Es que no me has oído pedazo de animal!
El irónico monólogo de Michelanggelo quedó suspendido en el aire siendo interrumpido por los gritos de Leonardo des de detrás de la caseta. Tanto Mickie como los atontados Dragones dieron un respingo al escuchar semejante rugido.
.- ¡No te lo estoy pidiendo, te lo estoy exigiendo!
>Bueh, olvídalo. No pienso echarme a correr ahora – Leonardo se apretó con fuerza la frente tratando de calmarse, pero transformó su rabia en amenaza en vez de conseguir hablar en tono tranquilo:
.- Mira Raphael, hablaré claro. Cómo no te vea de aquí cinco minutos en la iglesia seré yo el que vaya a patearte el trasero en persona – en la pantalla, la tortuga arqueó una ceja antes de lanzarle una maliciosa sonrisa:
>Pues entonces voy a estar esperándote, porque Raphael no huye de sus peleas.
.- ¡Maldito hijo de…!
.- ¡eh eh! Tranqui hermano – Michelanggelo se apresuró a tranquilizar a Leonardo antes de que le diera por cargar contra el comunicador.
>No tardaré más de 10 minutos, decidle a Don que espere – la comunicación se cortó.
.-
La tortuga suspiró con contundencia antes de guardar el comunicador en su cinturón y, casi al instante y con toda tranquilidad, desenfundar los sais encarándose a un grupo de Dragones que había permanecido expectante a la conversación por propia petición de la tortuga.
.- Bueno ¿qué? – Raphael hizo girar los sais en sus manos antes de sonreírles – ¿empezamos?
.-
El tic nervioso que había desarrollado en la pierna casi hacía temblar el camión acorazado y, por más que trataba de desviar su atención hacia otra cosa no podía evitar estar observando con insistencia por la ventana esperando alcanzar a ver a sus hermanos:
.- Mierda…..¿en qué momento pensó Leo que esto iba a salir bien? – se cruzó de brazos y se recostó en el asiento tratando de imitar con una vocecita desdeñosa a su hermano– " si nos colamos en el cuartel de los Dragones Púrpuras sabremos algo de Shreadder después de todo…" ¡Claro! Ahora tenemos a toda la tribu pisándonos el culo¿Cómo no se va a apuntar Oroku Saki a tal fiesta?
Donatello saltó literalmente del asiento cuándo algo cayó con contundencia encima del acorazado para luego, casi momentáneamente, rebotar y caer al suelo pasando por la ventanilla izquierda.
Casi al instante fue Michelanggelo el que se asomó por esa ventanilla frotándose con insistencia el hombro:
.- Buen aterrizaje atontado – se mofó Donatello tomando posición al volante.
.- Muy gracioso – Mickie abrió la puerta y se metió dentro – haber cuánto aguantas tu corriendo siendo perseguido de esa manera.
Leonardo no tardó en entrar por la ventanilla opuesta agarrándose al marco de esta para balancearse al entrar:
.- ¿Llegó Raphael?
.- ¿No lo has llamado? – por la expresión de Leonado, Donatello no quiso seguir preguntando y encontró obvio el hecho de que Raph hubiera desobedecido una vez más a las órdenes de su hermano mayor.
Michelanggelo se asomó por la ventana descubriendo a decenas de coches y furgonetas que cruzaban la esquina a toda velocidad siendo dirigiéndose hacia ellos. Cómo si se tratase de algún tipo de ataque sincronizado, las azoteas de alrededor se llenaron de Foot Ninja que no tardaron en caer pesadamente en la calle barriendo el paso al acorazado:
.-¡ Lo sabía! Shreadder no puede andar muy lejos…
.- ¡Estupendo! Espero que hayas quedado contento Leo, porque estamos completamente rodeados – Leonardo únicamente lanzó una mirada fusilante a Michelanggelo que no tardó en desviar la cara.
.- De todas formas…no podemos seguir esperando a Raph aquí – sin esperar ninguna orden, Donatello arrancó el motor y arremetió sin miedo a los Foot Ninja que les barraban el paso haciendo que éstos saltasen desesperados por esquivar al acorazado.
Algunos de ellos lograron colocarse en el techo del camión agarrándose con fuerza a los cantos de éste para no caer al empezar una desesperada huida por las calles de Nueva York siendo perseguidos por decenas de vehículos de los que, sus ocupantes, no vacilaron en seguir disparando por las ventanillas aún y encontrarse el techo del acorazado lleno de Foot.
.- ¡A la derecha Don! – la orden de Michelanggelo fue obedecida al instante únicamente para dar con una calle repleta de motos que también se unieron a la alocada carrera.
Leonardo se desplazó por la ventanilla al techo del camión para deshacerse de los inquilinos:
.- Michelanggelo toma el volante y llama a Raphael. Donny, tú conmigo.
Tras colocarse en el lugar del conductor, Mickie se mordió la lengua maldiciendo a su hermano por apartarlo de aquella manera de una pelea:
.- "Tú quédate en el camión sano y salvo Mickie, que los mayores nos ocupamos de todo" – con un brusco movimiento encendió la radio esperando encontrar la frecuencia de Raphael.
El comunicador fue cogido casi al instante:
.- ¡En que estás pensando imbécil?
>¡eh! Menos arrogancia Mickie – la voz de Raphael sonaba jadeante, de seguro estaría aún corriendo – estoy en camino.
.- Pues ya llegas tarde atontado. Por esperarte estamos metidos de mierda hasta el cuello.
>Qué bien. ¿Te importa pasar por la calle de la gasolinera? Os cojo al vuelo.
Sin contestar y no de muy buen humor, Michelanggelo apagó el comunicador y pegó un fuerte volantazo para cruzar la esquina adecuada dirigiéndose a la nombrada gasolinera esperando poder estar los cuatro juntos de una vez por todas:
.- ¡Ten cuidado Mickie! Aquí arriba hay gente – le gritó Donatello tratando de hacerse escuchar por encima del ruido del motor y deshaciéndose con cuidado de los pocos Foot que podían quedar – no creo que haya sido bueno idea dejar a Michelanggelo al volante.
Leonardo lo encaró con cierta rabia en el rostro pillando completamente desprevenido a Donatello que, en cierta manera, no podía llegar a imaginarse el porqué:
.- Hoy tengo la negra ¿verdad? Nada de lo que hago o pienso está bien para mis exigentes hermanos – Leonardo golpeó a un ninja lanzándolo fuera del camión haciendo que tanto las motos como los coches se apresurasen a esquivarlo para no atropellarlo – pues a la próxima os las apañáis solitos. Ya me gustaría ver cómo os lo montáis.
Donatello continuó peleando tratando de salvarse de los golpes que dos atacantes le lanzaban mientras luchaba por no resbalar del techo del camión:
.- No te pongas así, tienes que aceptar que ya des de un principio este plan olía a bronca.
.- De eso se trataba precisamente, llegar hasta Oroku Saki no es algo fácil ¿sabes?
.- ¿Porqué te empeñas en seguirle! – Donatello perdió la paciencia cuándo logró encontrarse a solas con Leonardo en lo alto del camión – ¿a caso nos preguntaste si realmente queríamos encontrarle? Las decisiones colectivas se toman teniendo siempre en cuenta las preferencias individuales ¿lo sabías?
.- Claaaro. Supongo que cualquiera de vosotros podría tomar esas decisiones mucho mejor de o que lo hago yo ¿verdad? – Donatello no se atrevió a contestar por miedo de llevar la discusión mucho más lejos de lo que en realidad se merecía – llevo años aguantando vuestras quejas y, aún y así, siempre que hay problemas parece que todos corréis a preguntarme. ¡Si no os gusta cómo hago mi papel no os quiero ver venir a mi en cuánto tengáis problemas!
Donatello lo continuó mirando sin decir ni una palabra, tratando de adivinar que es lo que estaba pasando por la cabeza de su hermano en esos momentos para empezar a recriminarles tantos trapos sucios:
.- Únicamente te dije que no me gusta que Michelanggelo conduzca el acorazado…pareces alterado…¿tan harto estás de nosotros que te pones de los nervios con tan solo un comentario?
Esta vez fue Leo el que no contestó y se dirigió a la parte trasera del techo de la van tratando de alejar a los motoristas que se proponían subirse a bordo cómo si se tratase de algún tipo de abordaje de piratas.
Por unos instantes quedaron completamente rodeados y decenas de inquilinos lograron colarse al acorazado.
Tanto Don como Leo hacían lo imposible por deshacerse de ellos y, a la vez, mantenerse en pie encima del camión.
.- Pues aquí estoy, más te vale aparecer hermano – Michelanggelo giró la última esquina llegando al lugar de encuentro con Raph.
La gasolinera pasó tan rápida que únicamente fue un borrón a un lado de la calle. Por unos instantes Mickie desesperó al no ver a Raphael por ningún lado, pero no pudo evitar una sonrisa maliciosa cuándo escuchó un fuerte golpe en el techo de la van diferenciándolo del resto de golpes que la pelea estaba causando.
.- Éramos pocos y parió la abuela – Donatello juntó su espalda con la de Raphael tras haber aterrizado éste con gran precisión en el lugar – ¿Dónde te habías metido?
.- Saldando mis cuentas – casi al instante, las tres tortugas lograron deshacerse en poco tiempo de todos los asaltantes y se apresuraron a agarrarse con fuerza a los bordes del camión tras comprobar que Mickie se disponía a girar de nuevo:
.- No nos los podremos sacar de encima si continuamos así…- susurró Leonardo más para sí mismo que para el resto.
Raphael se colgó del borde para mandar una patada a una de las motos más cercanas logrando que ésta cayese por el suelo deslizándose unos metros.
Uno de los coches atropelló a la motocicleta y una pequeña explosión iluminó la zona antes de ser seguida por una espesa cortina de humo.
Muchos más autos debieron colisionar también en el lugar porque las explosiones fueron varias y el humo se incrementó adquiriendo una tonalidad muy oscura.
Pero aún y así los perseguidores seguían siendo muy numerosos.
.- Si lográsemos llegar a un lugar mucho más amplio…la pelea sería más fácil…- Donatello fue a mirar inconscientemente a Leonardo pero, tras la discusión con este se negó a dejarle tomar más decisiones únicamente por orgullo.
Aún y así fue Leo el que contestó asomándose por la ventanilla para dirigirse a Michelanggelo:
.- Trata de llevarnos hacia el solar abandonado.
.- ¿Cómo demonios se llega ahí? – Raphael se apresuró a meterse dentro de la cabina del acorazado para apoyar a su hermano.
.- Gira inmediatamente a la izquierda Mickie, conozco un atajo – el hermano menor obedeció y repentinamente viró el volante provocando que el camión girase violentamente casi colisionando con la pared del edificio de enfrente por haber hecho la maniobra demasiado tarde.
Al instante y al conseguir visibilidad sobre el lugar, Michelanggelo dio un respingo y apretó con fuerza el pedal del freno.
Un enorme trailer de mercancías se encontraba cruzado en medio de la calle y, de su cabina, dos miembros de los Dragones Púrpuras se apresuraban a salir de lugar:
.- ¡Frena Mickie!- ni siquiera los gritos de sus hermanos lograron que el acorazado pudiera frenar con más rapidez. El vehículo derrapó colocándose en horizontal y, aún y así, seguía a gran velocidad contra el trailer.
No fue necesario el grito de Leonardo para que todos saltasen del camión cayendo por las calles aparatosamente.
A pesar del aturdimiento por el golpe contra el asfalto a esa velocidad, lograron reaccionar y llegar a cubrirse la cabeza cuando el acorazado chocó violentamente contra el trailer convirtiéndose en una bola de fuego que explotó por segunda vez con más intensidad que anteriormente llenando el lugar de ceniza ardiente que volaba por el aire y de un espeso humo negro.
Donatello, completamente aturdido y con los tímpanos gravemente maltratados a causa de la explosión, levantó la cabeza temeroso alcanzando a ver el montón de amasijos y fuego en que se había convertido su acorazado.
Por unos instantes permaneció maldiciéndolo todo y no se movió del lugar por miedo a caer víctima de una fuerte contusión, pero cuándo las sirenas de la policía, ambulancia y bomberos sonaron entre los edificios, se obligó a si mismo a moverse perdiéndose tambaleante entre las sombras de los callejones luchando por mantener la conciencia y recuperar cuánto antes su oído.
Encima de una de las azoteas más cercanas, Leonardo observaba el espectáculo que se había montado en tan solo unos segundos y paseaba la mirada arriba y abajo tratando de entrever a sus hermanos entre el humo y el bullicio de gente que había llegado al lugar.
Nada.
Le tranquilizaba el pensar que tal vez habían sido lo suficientemente inteligentes cómo para desaparecer del lugar y re-encontrarse en otro sitio más calmado….pero le preocupaba la idea de que se encontrasen heridos.
Casi inconscientemente se apretó con fuerza el hombro que, por una mala caída por el asfalto, permanecía superficialmente quemado y le escocía a horrores.
Trató de encontrar su comunicador, pero sin duda había caído durante el golpe y supuso que el resto tampoco lo tendría a mano, así que, a paso relativamente lento, se encaminó hacia la guarida pero paseándose por las azoteas por tratar de encontrar a sus hermanos.
.-
Pareció casi una inevitable coincidencia el hecho de que, inconscientemente, se dirigiera hacia el solar de arena sobre el cual descansaba el viejo almacén en el que Donatello solía guardar los vehículos.
Casi arrastrando sus pies por haber sido una noche demasiado ajetreada se acercó al lugar sin miedo de ser visto. Pues a esas altas horas ya no quedaba nadie en la calle y menos en un lugar cómo ese.
Junto a la entrada, sentado en unas viejas cajas de madera, Michelanggelo permanecía sentado agarrándose con fuerza el codo del brazo derecho.
Fue un silencio incómodo el que se esparció por el lugar cuándo Leonardo llegó:
.- Menos mal…empecé a creer que era el único medio consciente para llegar hasta aquí…- Leonardo paseó su mirada haciendo caso omiso del comentario de su hermano menor.
.- ¿estás bien? – Michelanggelo arrugó los hombros - ¿Donny y Raph?
Antes de que pudiera contestar, Donatello asomó por la puerta del almacén apoyándose en el marco con la cara magullada y cara de pocos amigos:
.- Vaya, el genio consiguió llegar con vida. Que bien – sacando a resaltar su ironía que, sin duda, tenía que ser herencia de Raphael, Donatello pasó por el lado de su hermano para observarle el hombro quemado:
.- Vamos, dilo. Lo estás deseando – Leonardo siguió metiendo el dedo en la llaga y se negó a que Don le mirase las heridas – menuda mierda de plan, menuda mierda de líder y menuda mierda de todo.
.- No empieces con esas¿a caso no te dije que Michelanggeloal volante me escamaba?
.- A mi no me metas Don, solo seguí con las órdenes de Raphael.
.- ¡Ja! Raphael, vaya uno también para dar órdenes. Casi igual de bueno que tú, Leo – con arrogancia, Leonardo echó a un lado a Donatello empujándolo por su pecho.
.- Ése si que se ha ganado que le parta la cara en cuánto aparezca – casi de improvisto, la silueta de Raphael apareció de entre la ténue oscuridad. Permanecía quieto con las manos en la cintura a varios metros de distancia:
.- ¿Decías algo Leo? – al verlo, fue casi al momento que Leonardo se olvidase de su dolor y se encaminase hacia él con los puños apretados dispuesto a golpearlo:
.- Lo que has oído pedazo de imbécil, si no hubiera sido por ti y por tu estúpido orgullo no habríamos acabado de esta forma ¿tanto te cuesta estar en un lugar cuándo te lo piden? – Raphael empujó violentamente a Leonardo cuando éste estuvo demasiado cerca.
.- ¿de quien fue la idea chico listo? Si quieres dar caza a Shreadder hazlo bien, no intentes llamar la atención para luego salir huyendo en cuánto te las ves algo negras.
Ninguno de los dos se percató de que Donatello había entrado en el ruedo:
.- Claro, los demás siempre hacemos las cosas mal, Raphael, tú eres el único que nunca tendrá que pedir perdón por nada ¿cierto? – Raph se giró violentamente contra su hermano apuntándolo con frialdad con el dedo índice. Fue Michelanggelo quién lo sujetó delicadamente tratando de alejarlo de Donatello – ¡no te cuesta nada decir que lo sientes! El acorazado seguiría en pie de no haber sido por tu testarudez y por la insistencia de Leo en meternos en el barullo.
.- ¡Nadie te obligó a obedecerme Don!
.- ¿a él no? Y sin embargo a mi me amenazas cuándo no te hago caso? – Raph volvió a encararse con su hermano mayor juntándose peligrosamente con él sin que Michelanggelo lograse hacer nada por mantenerlo a distancia.
.- Tu eres distinto, al menos cuándo ellos actúan lo hacen con cabeza.
.- Claro, Mickie también ¿verdad?
Por asombro de todos, fue Michelanggelo quién tumbó a Raphael al suelo de un puñetazo por aquel comentario. Todos se giraron a verlo algo confundidos y sorprendidos, incluso Raphael, que su más rápida acción hubiera sido devolverse, permaneció en el suelo con el labio levemente roto:
.- Vale, muy bien. ¡Estoy harto! Michelanggelo no sabe conducir, Michelanggelo no sabe pelear y ahora, Michelanggelo tampoco sabe pensar. ¿Queréis que os diga algo? Os odio. Os odio a muerte por tratarme únicamente como al hermano pequeño que nunca va a crecer y nunca va a ser mucho más que vosotros. Siempre podéis sentiros superiores y culparos entre vosotros porque Mickie se mantiene apartado y únicamente cumple órdenes ¿verdad? Pues me he cansado y no pienso comerme el marrón solo por haber echo caso a Raphel al girar la esquina.
.- ¿Que estás diciendo? – Raphael se incorporó de un salto – ¡yo no sabía que eso era una embosacada pedazo de inútil!
.- Tendrías que haber obedecido a Leonardo, Mickie, así a lo mejor habríamos acabado muertos y nos estaríamos evitando todo esto – Donatello lanzó una amenazante mirada a su hermano mayor que se la aguantó aún y no poder evitar que sus puños le temblasen con insistencia:
.- ¿Eso quieres verdad? Pues vale – Leonardo dio media vuelta y se encaminó hacia el interior del almacén – no quiero volver a saber nada más de vosotros y no me vengáis con exigencias después de esto.
.- ¡Eso! Libérate! – Raphael continuó gritándole consiguiendo que Leonardo se detuviera aún dándoles la espalda – lo llevas deseando des de hace años, hermano. Nos has odiado tanto durante tanto tiempo que ya no sabías ni como sacarnos de encima ¿verdad? Tratar con tres descerebrados que apenas sabían defenderse no tiene que haber sido muy agradable ¿cierto?
No fue Leonardo el que contestó, él simplemente siguió su camino perdiéndose dentro del almacén:
.- Genial¡esto es genial! Nos estas llamando descerebrados ¿a nosotros?
.- ¿qué¿Ahora te pones en mi contra cuándo Leo ya se ha ido?
.- No estoy a favor de nadie Raphael. Estoy harto de todos vosotros. Cada uno toma la justicia por su mano y aquí cada cual es más inútil que el anterior. Pierdo el cuello por daros comodidad y confort, por curar vuestras heridas y por tener los vehículos a punto en todo momento. Lo único que he estado recibiendo por vuestra parte no han sido nada más que exigencias y culpas cada vez que algo se estropeaba o funcionaba mal – Donatello también empezó a marcharse.
.- Claro, ahora puedes hacerte el dolido Don, después de tanto tiempo despreciándome de esa manera ahora te toca a ti tu momento de consuelo ¿nah?- Don miró de reojo a Michelanggelo por ese comentario antes de seguir andando:
.- En realidad, yo también estoy deseando perderos de vista a todos, creérme – Raphael explotó:
.- ¡Pues lárgate con el otro imbécil! Yo tampoco tengo por qué soportaros aún y cuándo llevo toda la vida diciendo lo que os detesto constantemente.
El silencio se esparció en el lugar cuándo Donatello también entró en el almacén dirección a la guarida. La seguridad, confianza y amistad se había resquebrajado por completo y, no solo estaban todos de acuerdo por una vez, si no que simplemente no querían volver a saber nada más sobre el resto.
Michelanggelo miró a Raphael con una mirada indescifrable.
.- Ni se te ocurra mirarme, enano- Michelanggelo suspiró.
.- Si no fuera por lo que soy, y por el mundo en el que vivimos…haría mucho tiempo que ya me habríais perdido de vista, Raphael.- Mickie también empezó a marchar – tengo tanto que reprocharos que no vale la pena decirlo todo, sólo con despedirme me basta.
.- Adiós muy buenas, pues.
Bueno, por extraño que parezca no he vuelto al ruedo con una historia sobre Raphael (¡noooo! esta vez no!...suena raro por mi parte ¿no, jejejeje) Básicamente es un fic general, por así decirlo.
Siempre he supuesto que estar viviendo toda tu vida con la misma gente y de la misma manera tiene que acabar cansando bastante...bueno, ya suelen decir que las aves acaban dejando el nido ¿no? Pues muchas veces he supuesto que ninguna de las tortugas lo ha hecho antes por su deber como ninja y por ser lo que son (o sea, tortugas). Si hubieran resultado ser humanos, de seguro que des de haría mucho tiempo cada uno se hubiera largado por su cuenta...
Bueno, pues he decidido plasmar esa sensación en un fic creyendo que las tortugas ya no son tan adolescentes como solían serlo y que acaban creciendo tarde o temprano. Aunque tendrán que ganarse mucho mejor la vida de lo que lo haría cualquier humano corriente...jusjusjus, espero que la hstoria pueda prometer tanto como promete en mi cabeza...no se no se...acabaré echando de menos la sangre y el sexo que suele caracterizar mis historias...pero bueh, puede ser bueno igual XD
pues nada, espero seguir tenendo el apoyo de los lectores para seguir adelante y espero vuestros comentarios, preguntas, indicaciones críticas y de más en ls reviews.
Nos estamos leyendo gentuza!
YaS ;-P
