#03# Os odio

No fue hasta mediodía del día siguiente que alguien se atrevió a desplazarse fuera de su habitación.

La tensión se olía en el entorno y únicamente por pronunciar algo fuera de lugar, hacer un mal gesto o lanzar una mala mirada, toda la tensión acumulada explotaba en forma de bomba de rabia de nuevo haciendo que, tanto los trapos sucios de la noche anterior cómo los de toda la vida, se gritasen a los cuatro vientos en el lugar.

De no haber sido por la presencia de Maestre Splinter en la guarida, de seguro que las cuatro tortugas habrían acabado envueltas en alguna pelea con contundentes consecuencias.

Leonardo pasó fugaz por la sala de monitores con la intención de pasar desapercibido para Michelanggelo que, siendo aquél su ámbito habitual, se había apoderado del lugar y protegía la zona cómo quien protege su propia vida.

Únicamente lo siguió levemente con la mirada para luego devolver su atención al bol de cereales y a los monitores.

Leonardo encontró su pequeño rato de intimidad en la sala de entrenamiento, dónde apenas el nervioso teclear de Donatello y el volumen del televisor de Michelanggelo era perceptible.

Trató de concentrarse por primera vez en muchas horas. Tratar de encontrarle algún tipo de explicación lógica a todo lo ocurrido….pero simplemente no la había.

El cubo que se había estado llenando durante toda la vida con las exigencias, blasfemias y reproches de sus hermanos había acabado por volcarse por completo.

Por supuesto de que se trataba de una estupidez sobre la que enfadarse, pero esa estupidez tenía un sobre fondo bastante lógico y duro de hundir: el agotamiento.

Tantos años habían acabado desquiciando a cualquiera de los hermanos y únicamente una pequeña mecha había hecho falta para que la tremenda bomba explotase.

Sumergido en sus cavilaciones y con la mirada perdida a un punto en concreto de la pared, Leonardo sostenía firme su katana por delante de si mientras ejercía movimientos utilizando un solo pie de apoyo.

No se percató de la presencia a sus espaldas:

.- Leonardo.

.- ¿huh? – Maestre Splinter se presentaba en la entrada con el bastón entre sus manos y una cierta mirada de compasión.

.- ¿qué ha ocurrido? – la tortuga se tomó unos segundos de silencio en los que tragó saliva.

Era de esperar.

A Maestre Splinter nunca se le escapa ni una, y haber visto el estado irritado en el que se encontraban todos había quedado alertado de que algo se caldeaba en el ambiente.

.- Que nos hemos hartado, eso a ocurrido…- Leonardo suspiró con contundencia antes de envainar de nuevo sus katanas - …estoy harto de ellos, sensei…

Splinter negó levemente con la cabeza:

.- No. No me cabe en la cabeza que hayas podido prescindir de tus hermanos de esta manera….

.- ¿Prescindir de ellos? Llevo toda la vida soportando su peso sobre mis hombros, maestro. ¿y que he recibido a cambio? Quejas, exigencias, burlas, discusiones y….lo mire por dónde lo mire ya no me siento capaz de dirigirles más….

.- No te sientes capaz o….¿no quieres? – Leonardo miró levemente a la vieja rata que parecía traspasarlo con la mirada haciéndolo sentir, en cierta medida, culpable.

Pero esa vez no. Esa vez no iba a arrastrarse de nuevo.

Se volteó dando la espalda a la anciana rata antes de encaminarse lentamente fuera de la sala:

.- Lo siento sensei, esto ya no va conmigo.

Algo pareció explotar levemente dentro del pecho de Splinter. Por primera vez en su vida observaba como Leonardo se retiraba de todas sus obligaciones , como lo dejaba todo atrás para únicamente dedicarse a sí mismo.

Y lo peor de todo es que ni tan solo la anciana rata se veía capacitada para hacerle cambiar de opinión. Nunca lo había logrado en nada no iba a conseguirlo ahora solo con palabras tranquilizantes…..había medidas más estrictas en las que el aprendiz debía saber salir solo de sus problemas y preocupaciones…..pero a Splinter no le pareció uno de esos ejercicios y, más bien, se sentía a punto de perderlo todo por completo….

Abrió la boca para decirle algo pero ya era demasiado tarde y la tortuga ya había tirado a un lado sus katanas para adentrarse de nuevo en la zona más abierta de la guarida sin que pudiera importarle el encontrarse con sus hermanos.

Casi inconscientemente se detuvo detrás del enorme sofá en el que Mickie se encontraba .

Por unos instantes permaneció allí, quieto, observándole el cogote a su hermano mientras éste, alertado de la presencia de Leonardo, se negaba a girarse y únicamente escrutaba su imagen en el reflejo de la pantalla esperando a que se fuera de sus espaldas.

Tras un leve suspiro, el hermano mayor continuó su camino bajo la atenta mirada de Splinter que observaba cómo, poco a poco, los pilares más importantes que había tardado años en construir se desmoronaban atrapando a sus hijos entre sus escombros.

.-

Mientras la discordia seguía sembrándose en el lugar, Raphael no había pasado en toda la noche por la guarida y se ocupó de que, cuándo apareciera, fuera en compañía y en son de guerra.

Abrió la puerta casi echándola abajo de una patada mientras Casey y April lo observaban algo cansado de su constante mal humor de la noche pasada. Sólo Michelanggelo y el Maestro giraron la cabeza para informarse de quién irrumpía de es manera en el lugar.

Mickie devolvió su atención al televisor de inmediato con la indiferencia pintada en el rostro.

.- Muy bien, aquí van a haber problemas – la tortuga se crujió los nudillos antes de cruzar la guarida a paso decidido por el puente central para llegar al estudio de Donatello.

Éste se encontraba sumergido en un montón de papeles y había quedado completamente indistinto a la irrupción de Raphael en el lugar.

Únicamente se vio alertado cuándo, su hermano, de un movimiento veloz, agarró el respaldo de la silla haciéndola girar sobre si misma para encararse a Don que lo observaba con cierta serenidad.

.- Estás buscando problemas Donatello, y como sigas por ese camino vas a encontrarlos demasiado rápido – Raphael meció el puño por delante de su cara, el cual fue apartado bruscamente por un manotazo de Don:

.- No se de qué me estás hablando, atontado – casi repentinamente devolvió su atención al montón de papeles dando la espalda a su hermano.

.- ¿A no? – de un manotazo Raph agarró el montón de hojas y las arrugó en una bola tratando de quedarse con la atención de su hermano de una vez por todas. Ese gesto disgustó enormemente a Donatello que se incorporó de la silla quedando de pie - ¿entonces debo suponer que mi moto se ha desguazado sola?

.- Necesitaba las piezas y creí que no te dignarías a usar algo que yo mismo había fabricado.

.- ¡genial! Esto es genial. ¿Acaso preguntaste?

.- ¿Acaso debería hacerlo? No recuerdo que fuera TU moto – Raphael se le enganchó rápido agarrándole de la cinta que cruzaba el pecho de Donatello pero, antes de que lograse tan solo soltar un insulto más, Casey los separó:

.- Está bien, Raph. Ya pasó

.- Tal vez denerían calmarse chicos, las cosas se hablan mejor…– ni si quiera April consiguió poner paz en el asunto. Las miradas de ambos hermanos permanecieron pegadas unos instantes, deseando saltarse al cuello si realmente pudieran. Pareció ser Raphael el primero en intentarlo:

.- ¿No te cansas de hacer siempre las cosas mal, Raphael?

.- ¿Yo? – Raph apretó los puños con fuerza perdiendo claramente la tranquilidad frente a la serenidad de su hermano que se le presentaba tan provocadora. Arqueó una ceja habiendo recuperado momentáneamente el control – claro, soy yo quién lo hace todo mal, porque esto – Raphael sacó el comunicador destrozado para tirarlo bruscamente encima del escritorio de su hermano – ¡no funciona! – la tortuga se tomó la libertad de pasearse por el estudio de Donatello agarrando todos aquellos trastos que habían permanecido en las estanterías sin usar – esto, no vale para nada. Esto de aquí, casi nos mata una vez. Y esta mierda fue una mala idea de Michelanggelo – todos los varios trastos caían sobre el escritorio de Don desbordándolo por momentos al igual que su paciencia.

Ver que su hermano reprochaba todos sus intentos por conseguir hacer "algo mejor" le ponía de los nervios y, no solo por dejarlo cómo un imbécil, si no porque Raphael estaba poniendo el estudio patas abajo:

.- ¡El aire acondicionado no funciona pese a que aseguras que ya lo has arreglado. El agua caliente sigue saliendo cuándo le da la gana y la aspiradora parece un camello de la mierda que llega a escupir!

Donatello acorraló los ojos de Raphael con los suyos. Trataba de mostrarle lo mucho que lo odiaba a través de la mirada pero no se vio capacitado para ello.

Tras unos segundos de silencio altamente inestable, la tortuga le dió la espalda y, agarrando su inseparable bolsa de mano, empezó a empaquetar:

.- Muy bien. Pues a partir de ahora arreglará los trastos tu padre, Raphael. Porque esta tortuga no va a estar aquí.

.- ¡Tranquilo cerebrito! No te molestes, seré yo el que salga de en medio – Casey observaba espantado como Donatello recogía sus cosas llevándose lo mínimo para marcharse, lanzaba miradas a Raphael pidiéndole que lo detuviera, pero éste se encontraba demasiado atareado recogiendo lo suyo para marcharse también – Casey.

El hombre dio un vote al verse sorprendido por la ceñuda voz de Raphael:

.- ¿huh?

.- ¿No querías un compañero de piso? Pues lo has encontrado – Casey suspiró profundamente entornando los ojos con preocupación. No iba a resultar nada sano vivir con Raphael.

Maestro Splinter no tardó en apresurarse a preocuparse por la situación y seguía a Donatello en su ajetreada carrera por recoger sus utensilios para salir de allí de inmediato:

.- Donatello hijo, piénsalo un poco. Me parece que todos os estáis apresurando demasiado y no os habéis parado a pensar que….- la tortuga le cortó:

.- Sensei. Gracias, pero yo aquí no me quedo.- dedicó una reverencia a su maestro antes de marcharse por la puerta únicamente dedicándole un saludo al humano –Vendré a por mis cosas mañana…si Casey me deja la furgoneta.

.- ….claro

.- Que se las apañe solo – gruñó Raphael haciéndose con su mochila - ¿vienes Case?

De nuevo y por segunda vez, Splinter observaba cómo sus hijos empezaban a abandonar la guarida uno a uno: Leonardo se había rendido a su deber y demostraba querer seguir adelante solo, Donatello se marchaba y Raphael se iba con Casey sin tan solo importarle en absoluto lo que él mismo pudiera pensar.

La anciana rata se desmoronó en una esquina con el rostro entre las manos. Fue April la que se sentó a su lado colocándole una mano por encima de los hombros por tratar de calmarlo:

.- No se preocupe maestro, seguro que solo son discusiones que en un par de días se arreglan. Ya lo verá…

.- Gracias por su consuelo señorita O'Neil…pero la cosa es mucho más grave de lo que en un primer plano se presenta…- April frunció el ceño confundida sin saber qué pensar - ..no se trata solo de pequeñas discusiones…si no muchas….La estabilidad familiar es algo tan débil cómo fuerte, tan solo se necesita golpear al lugar adecuado, un solo punto en concreto, para conseguir destrozarla por completo….no creí que ese punto fuera a aparecer tan pronto….

.- Bueno…ya se dice que los pájaros vuelan del nido ¿cierto?- la anciana rata negó lentamente con la cabeza:

.- Las aves demasiado jóvenes mueren contra el suelo cuándo intentan marchar de casa…..eso es porqué aún no saben volar…- April agachó la mirada dirigiéndola momentáneamente a Michelanggelo que parecía no verse afectado en absoluto por la partida de sus hermanos….por unos instantes trató de ver a ese Mickie que había conocido la primera vez que vio a las tortugas….

Ese Mickie ya no existía, y ahora sólo había un Michelanggelo:

.- Tal vez…ya no sean tan adolescentes cómo solían serlo…maestro…- April perdió la mirada en la pared sin esperar a ser contestada. Pasados unos segundos de silencio, se incorporó delante de Splinter con una sonrisa en el rostro – no me gustaría que usted y Michelanggelo se quedasen aquí solos…mejor vengan conmigo a casa…estarán más cómodos que en este lugar tan grande y frío, al menos hasta que todo esto pase – April le guiñó un ojo tratando de ofrecerle confianza al maestro – siendo cómo son los chicos, en un par de días esto estará arreglado.

.- Espero que no esté equivocada…señorita O'Neil…

La rata lanzó una compasiva mirada por todo el lugar….des de luego que permanecer allí no iba a hacer nada más que complicar las cosas…si April estaba en lo cierto y los chicos habían marchado por ley natural, Splinter no soportaría tener que verse rodeado de numeroso recuerdos cada vez que entrase en una de las estancias del lugar….

Reflexionó sobre la cuestión pensando en su bienestar y en el de Michelanggelo, puesto que era el único que quedaba a su lado y, tras incorporarse decididamente pero con cierta pena en el rostro, asintió a April para marcharse con ella.

.-

Fue tan solo una mirada que Michelanggelo le dedicó a Leonardo antes de partir de la guarida.

Ni siquiera palabras de despedida se cruzaron entre ellos pero Splinter mantenía la esperanza viva de qué sus discípulos le otorgarían alguna que otra visita mientras los problemas perdurasen….al menos así quería creerlo y era esa ciega fe en que todo se arreglaría lo que le hizo seguir adelante.

Prácticamente a oscuras, inmóvil y tratando de demostrar indiferencia, Leonardo observó como los últimos indicios de vida que quedaban en la guarida se marchaban, cómo Michelanggelo apenas le envió una fugaz mirada de despedida y cómo el maestro se desmoronaba anímicamente siendo apoyado por April…

Permaneció solo, agazapado entre las sombras cómo solía hacerlo y cuestionándose, no por primera vez en su vida, si todo aquello iba a acabar bien o suponía el inicio de una nueva vida en la que no tendría a sus hermanos a su lado para apoyarlo cuándo lo necesitase…

La soledad por la que siempre había soñado y anhelado le golpeó con fuerza cuándo la puerta de entrada se cerró dejando la guarida completamente en silencio. Su acción más inmediata a modo de no pensar en ello fue hacerse con sus katanas y dirigirse a la sala de entrenamiento dónde, por primera vez en mucho tiempo, no iba a haber nadie para impedirle de hacer sus ejercicios completos.

.-

Donatello entró en el lugar siendo sorprendido por una profunda oscuridad y un fuerte olor a cerrado y a mugre.

Completamente a tientas, lanzó su bolsa a un lado y palpó la pared en busca del conocido cuadro de luces que él mismo había instalado tiempo atrás en aquél almacén:

.- Espero que todo esto todavía continúe en pie…- cuándo apareció la luz con débiles fogonazos primero, para estabilizarse luego, Donatello pudo observar que todo se encontraba tal y como lo había dejado.

Un escritorio, algunas estanterías y alguna que otra maquinaria sin importancia adornaban el lugar dejando un gran espacio vacío. El almacén permanecía mohoso, lleno de polvo y con muy poca vida.

Don no pudo evitar arrugar la nariz al pensar que tardaría semanas en dejar el lugar medio habitable….se consoló pensando en que todo se vería distinto en cuánto recogiera el resto de sus cosas de la guarida.

Se permitió sentarse en una atrofiada butaca que permanecía extrañamente impecable aún encontrándose en un lugar cómo ese. Se recostó en ella, observando a su alrededor y recordando aquellos días de hace años en los que, por falta de un estudio en el que trabajar, Don se fugaba algunas horas diarias a ese antro para poder estar en paz y tranquilo fuera de los numerosos ruidos y gritos de sus hermanos cuándo aún eran casi unos críos.

Sonrió para si mismo al recordar aquellos momentos de tierna soledad en aquél lugar:

.- Bueno…no puede ser tan malo si estoy tan cómodo aquí…- se recostó aún más viendo los rayos del sol de la tarde que se colaban por los enormes ventanales del techo y, rodeado por un relativo silencio fuera de los sonidos del puerto, trató de dormirse para hacer que ese momento fuera lo más rápido posible.

Aún y así un escozor ciertamente amargo seguía encontrándose en su garganta cada vez que pensaba de nuevo en lo que había ocurrido y en dónde se encontraba…pero nunca había tenido tan pocas ganas de volver a casa.

.-

.- Te quedarás en el sofá mientras no haya otra cama – Casey se asomó también al balcón – paso de dormir todas las noches contigo, tío.

.- Conforme – Raphael escrutaba las calles de Nueva York sin miedo a poder ser visto por algún fisgón que también se asomase al balcón. Trataba de imaginar cómo sería todo viviendo en la superficie y sin tener a nadie que le dijera lo que debía de hacer y a qué hora debía de volver.

Casey lo estudió minuciosamente con la mirada apoyado en la barandilla a su lado:

.- ¿Estás bien? – preguntó ofreciéndole una lata de cerveza que Raphael no rechazó.

.- Nunca había estado mejor, créeme – la tortuga lanzó una mirada cómplice a Casey llena de picardía – esto promete colega, haber quién nos para los pies ahora.

.- ¡Si¡Tiembla Nueva York¡Los terrores de las calles ahora viven juntos! – Raph no pudo reprimir una carcajada agradecida al grito de Casey a través del balcón.

Algo rozó su pierna y dio un respingo:

.- ¿Qué mierda es esto? – asustado, la tortuga levantó la pierna encontrándose a un animal peludo que lo observaba con unos enormes ojos amarillos.

.- Cascabel. Es mi gatita, me la regaló April.

.- ¡A no¡Eso sí que no! – Raphael se acuclilló en frente del animal que lo observaba risueño y ronroneante para agarrarlo de un fugaz movimiento del pellejo – en esta casa yo soy el único animal ¿queda claro?

La gata únicamente le dedicó un leve aullido antes que Casey la arrebatase de las descuidadas garras de Raphael:

.- Ni hablar, es mi casa ¿no? Pues yo y Cascabel somos los dueños y tu eres el invitado, así que ya te estás acostumbrando a ella – Raph gruñó cuándo Case le tiró el animal peludo a los brazos.

.- Genial….odio los gatos…

Casey pareció tomar un posado algo más preocupado:

.- Oye…¿crees que esto va a durar por mucho tiempo?

.- el que haga falta, des de luego no me muero de ganas de que se arregle….si pierdo de vista a mis hermanos, mucho mejor…

.- Ya…claro. Pero, oye Raph, también son mis amigos y no me gustaría dejar de verlos.

.- ¿Quién te lo impide? Soy yo el que no quiere verlos a ellos – Raphael entró a la casa para golpearle al saco que Casey tenía mal colocado en uno de los rincones del comedor – haz lo que te de la gana, mientras no me los traigas a casa estará todo bien.

Case entornó los ojos con un suspiro:

.- me parece que todo esto ha llegado demasiado lejos

.- ha llegado dónde tenía que llegar….nada más – Raph golpeó con fuerza el saco recordando las discusiones con el resto – y cuánto más dure…mucho mejor.


Pues nada, esto ha sido el inicio de todo y a partir del próximo capítulo me permito saltos en el tiempo (así como las ranas, croack!...perdón, estoy bastante desqiciada con el mal tiempo y con los estudios...¿porque si no creéis que he tardado tan poco en actualizar¿Porque me siento aplicada? naaaaah! Porque estoy encerrada en casa por los tormentones que inundan esta zona...menuda mierda de verano...--)

Uoooh! me alegra tu apoyo incondicional Karliña! verte siempre en los reviews me supone una gran alegría, creéme, porque con lo muerta que está la sección últimamente tengo mis dudas de que los fics lleguen a leerse...jorl, una aquí partiéndose los dedos en el teclado y no hay ni na alma que se digne a actualizar...(¡Grrrr! Onde andarán Medeah y Sam! Tienen ahí sus historias que ya les sale el moho!) ...calma...calma...XD

Que fueeeerte chica! (así cómo la de "aquí hay tomate" ) jajajajaja. Pues si si, me alegra saber que la discusión se ve tan bestia como pretendía pintarla, ya que si hubiera sido una estupidez de pelea no creo que impulsase a los chicos a marcharse por separado...lo que la utilización de tacos se está volviendo algo frecuente en mis diálogos (sobretodo en los que aparece Raphael...) eso no puede ser, una aquí viene a culturizarse, pero es que cuando te metes en lo profundo del asunto intentas ser realista (y, al menos yo, cuando discuto no puedo hacerlo con buenas palabras, ahí es cuándo salen a florecer todas mis chapurrerías e insultos varios de calle, jejejej, que desquiciada...XD)

Bueno chente, nos vemos dentro de ná, porque al ritmo que voy termino la historia en menos de dos semanas...(¡haber si es verdad!...fe, haya fe...)

No se olviden de dejar reviews a todos aquellos lectores que se dignan a leerme! Merci! ;-P

Besos a tods (para qué tanto rollo a estas alturas? sé del cierto que la mayoría de lectores son hembras (ui, hembras, ya os trato de animales XD) y si hay algún "macho" (ya puestos ¿no?) que se deje entrever en la zona! que de seguro que es el único (jusjus, rodeado de mujeres ¿nah? jejejeje))

Nada nada, menos tonterías y al ajo! Nos vemos gentuza!

YaS;-P