Como podrán ver he retomado la historia xD es que... ¿Qué creen? El otro día por la noche, yo y mi novio hicimos un Anime Music Video de Chrno Crusade... la canción fue Rip Out The Wings Of A Butterfly de HIM (Mi grupo favorito ) y pues... buscar los momentos cruciales para el solo de guitarra me lleno de ideas para la historia ) lento pero seguro... como dicen... ah... espero poder subir el AMV en algún lugar para que puedan descargarlo... bien... como estoy de emotiva quiero agradecerles a todas y cada una de las personas que me han dejado un review y han aceptado leer mis tonteras ) Aqui ta la lista

Shady Darklight, MaOkO, ale, Hitzuji, RenaissanceLady-K, Flonne, Lady Sakura Lee

Si no hubiera sido x todas ustedes simplemente hubiera abandonado el fic Muchas gracias por haberme estado apoyando... ojalá no haya olvidado a nadiep...

Las kiero mucho! De vdd les agradezko ) en fin... el quinto capítulo jeje por fin!

Y lo de siempre... los personajes aquí mostrados son propiedad de Daisuke Moriyama... uhmmm tienes razón Renaissance esto ya desepera estar poniéndolo a cada rato xD

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La Sombra Del Corazón

Capítulo V

Momentos de Verdad

Sentía el cuerpo pesado mientras inhalaba con fuerza tratando de que el aire penetrara en sus pulmones intentando recuperarse de la brutal patada recibida de Rizel. Permanecía tendida en el suelo tratando de incorporarse, pero el dolor de los brazos raspados y ensangrentados le dificultaba cualquier movimiento, estaba aterrada, empezaba a temblar y a suplicar inconscientemente a su Dios. Podía escuchar sonidos apagados retumbando en sus oídos, palabras incomprensibles pero que le aterraban… levantó la mirada azul cristalina sin poder distinguir nada, estaba muy mareada… había perdido sus armas… Apretó el reloj con fuerza, con la poca que tenía, sabía que si liberaba el sello esta vez estaría a escasos meses de la muerte, escuchó la voz de Chrno, era él… estaba herido…

- Chrno… - murmuró sentándose y viendo la imponente figura de Rizel frente a ella, preparada para darle el golpe final.

Fueron momentos rápidos, por un breve instante sintió la suave brisa de las praderas de Michigan y escuchó la risa de Joshua, su risa que siempre la hacía sonreír, sabía que de ella dependían Chrno y Magdalena, no podía detenerse a pensar en sí misma, no ahora… Sonrió débilmente y bajó la mirada dejando que un par de lágrimas se escurrieran por sus pálidas mejillas raspadas… Abrió el reloj liberando el sello, sintiendo un profundo dolor en el pecho, empezaba a vislumbrar a Aion en su estado de demonio, confió plenamente en que Chrno podría… ella estaba cada vez más débil… ahogó un grito y cayó en el frío césped humedecido por la suave llovizna. Mantuvo los ojos abiertos unos segundos, vio a Chrno como demonio correr hacia ella… le sonrío y cerró suavemente los ojos.

Un sacudón fuerte la hizo despertar, miró a su alrededor, contrariada se dio cuenta de que se encontraba en un tren viajando con personas desconocidas, miró a su lado y encontró la cinta roja de Chrno, al menos él estaba con ella… Frente a ella había una mujer cubierta con un manto blanco que le impedía verle la mitad del rostro, se sentía intimidada, esa desconocida la incomodaba… Trató de recordar como había llegado hasta ahí, pero lo último que estaba en su mente era Azmaria avisándoles de la aparición de Aion… miró por la ventana contemplando el agradable paisaje verdoso, sin embargo sentía la inquisidora mirada de la mujer frente a ella.

- Deja de mirarme – pensó molesta sin voltear.

- ¡Rosette! – escuchó la voz de Chrno llamándola a lo lejos y se giró tratando de buscar los ojos rojizos de su pequeño demonio.

- ¿Chrno? – murmuró levantándose y agradeciendo que por fin se alejaría de la "tipa extraña".

En su corta caminata por el vagón vio a varias personas llorando y a otras tan perdidas como ella, apresuró el paso, ese lugar era demasiado extraño, necesitaba encontrar a Chrno.

- Rosette – su voz la guiaba hasta el final del vagón, abrió la puerta notando que no había nadie… simplemente los rieles del tren pasando a toda velocidad a sus pies.

- ¿Chrno? – Preguntó acercándose un poco al borde - ¿Dónde estás? – al no obtener respuesta empezó a sentir una desesperación que le crecía en el pecho - ¡Chrno! – Gritó asustada estrujando la cinta roja - ¡Contesta¡Ah!

Gritó al sentir un fuerte empujón en la espalda, perdiendo por completo el equilibrio, precipitándose a las rieles del tren; con sus uñas se agarro de la mano que la empujaba y con miedo abrió los ojos topándose con Chrno en su forma demoníaca que la miraba con los ojos fríos e inexpresivos.

- ¿Por qué hiciste eso? – preguntó temblando mientras se aferraba más a su brazo.

Pero Chrno no le contestó y le arrebató el brazo nuevamente para tratar de tirarla una vez más. Gritaba asustada mientras buscaba las manos de Chrno para afianzarse, no entendía porque estaba haciendo eso…

- ¡Chrno¡¿Qué sucede¡Chrno¡CHRNO! – cerró con fuerza los ojos y al abrirlos nuevamente vio a Aion que se parecía terriblemente a Chrno, ya no tenía ese cabello largo ni la vestimenta de demonio, era mas bien como la de Chrno, con todo y el cabello corto - ¿Aion?

El demonio se reía estruendosamente mientras ella no lo soltaba, casi podía sentir las rieles rozándole el cabello.

- Si caes… no podrás ir al cielo… ¿Sabías?

- ¿Qué? – murmuró temblando.

- Estás muerta… Rizel te ha matado…

- ¡No! – negó con miedo a sus palabras… miedo a la realidad.

- Este tren guía a las personas al cielo… durante la travesía algunos, perseguidos por sus pecados caen de él… ellos van…

- Al infierno – completó derramando una lágrima.

- Bah… pues si eres inteligente… tú muerte modificará un poco mis planes, pero… tenerte de mi lado tampoco será tan malo…

- ¡No! – Gritó tratando de incorporarse, forcejeando ante la fuerza de Aion - ¿Qué le hiciste a Chrno!

- Aún nada… creo que está demasiado ocupado sufriendo tu muerte…

- ¡Maldito! – gritó furiosa.

Aion le dio un fuerte empujón, sabía que era su momento, cerró los ojos derrotada, sabiendo que era su final… pero unas manos suaves la retuvieron de las muñecas y la jalaron hacia el vagón. Se sentía en paz, a pesar de todo sentía una tranquilidad inexplicable, estaba en los brazos de un desconocido que le brindaba tranquilidad. Levantó la mirada encontrándose con la "tipa extraña" cubierta con un manto blanco.

- Gracias – agradeció nerviosa verificando que Aion había desaparecido.

La mujer le sonrío y se descubrió el rostro.

- Magdalena – dijo atónita Rosette – Pero tú… estás viva… ¿Qué haces aquí?

- Supongo que es uno de mis tantos misterios…

- Pero… pero… ¿Tú cuidas este lugar?

- Si… - sonrío – Estuvo cerca.

- Supongo… pero – bajó la mirada – Morí… Chrno no podrá luchar… ¡Mi vida lo alimenta!

- Eres una bella persona, Rosette Christopher… Chrno en estos momentos está sufriendo intensamente… si prestas atención lo puedes sentir…

- Chrno…

- Rosette… hay una manera de que vuelvas…

- ¡Dime cual es!

- Pero… estarías más cerca de cumplir los propósitos de Aion…

- ¿Sus propósitos?

- Si… tendrás que ser estigmatizada…

- ¿Te refieres a…?

Magdalena descubrió sus muñecas mostrándoles las pequeñas cortaduras en forma de cruz que cubría parte de estas.

- Aion te necesita estigmatizada… - continuó – A eso se refería con que modificaría sus planes…

- Pero… podría ayudar a Chrno nuevamente…

- ¿Te arriesgarás?

- Si – dijo decidida – No dejaré que suceda…

- Tu sangre será mortal para los demonios, posiblemente tu mejor defensa… - tomó las muñecas de Rosette – Aún no es tiempo de que estés aquí…

Cubrió las venas de Rosette con sus dedos pulgares, de repente sintió un pequeño ardor que la obligó a cerrar los ojos, las fuerzas la empezaron a abandonar y sintió como todo daba vueltas… A lo lejos escuchó un canto hermoso, pareciera ser entonado por los mismos serafines mientras alababan a Dios, ese cantó le volvía todo el recuerdo de la pelea… Parecía caer en un enorme pozo sin fin, mientras un agradable olor a flores la acompañaba en su travesía… sin embargo le era imposible abrir los ojos… pudo sentir unos suaves aleteos a su lado que desprendían plumas haciéndole cosquillas en el rostro, sonrío ante la sensación oyendo también risas a su alrededor… eran ángeles, estaba segura de que eran ángeles que la estaban acompañando. Fue una eternidad para ella, sin embargo podía sentir una paz interior que le fascinaba… poco a poco todo se fue apagando, el canto se oyó mas lejano, y esos seres se fueron elevando lejos de ella. Sintió como alguien tomaba su mano y la ayudaba en los últimos momentos de la travesía…

Abrió lentamente los ojos… su primera imagen fue el techo de un lugar conocido, miró a su alrededor comprobando que se encontraba en el pabellón de la enfermería del convento. Intentó mover sus manos pero un ardor la hizo mejor quedarse quieta, volteó y pudo ver al pequeño Chrno tomándole la mano… él había sido su ángel que la había guiado de regreso… aunque dormía placidamente… La luz que se colaba por las desgastadas cortinas le indicaba que era de mañana… Una humedad en sus manos la preocupó… se movió un poco y vio como de sus muñecas brotaba sangre…

"Tu sangre será mortal para los demonios, probablemente tu mejor defensa"

Su reacción fue muy tardada, la sangre había rozado a Chrno haciéndolo despertar de un brinco producto del dolor. Chrno vio su mano con una herida que se le hacia algo conocida.

- Rosette – la miró sentada cubriendo con la sábana sus manos, aunque la sangre ya había manchado estas - ¿Qué tienes…?

- Nada, Chrno… - deseaba tanto abrazarlo, pero temía herirlo…

- ¿Puedo ver tus manos?

- ¿Qué¿Para qué?

- Rosette – el demonio se acercó y tomó el rostro de la chica con ambas manos… - Estás bien…

- Chrno… - comenzó un llanto suave – Tuve tanto miedo…

Chrno la abrazó sabiendo bien lo que guardaba bajo las sábanas, y por lo mismo sentía esa necesidad de abrazarla y no soltarla nunca… Rosette lloraba en su pecho, oyendo la respiración agitada de su demonio… había temido perderlo.

La puerta se abrió y entró Magdalena agarrándose de la pared para poder caminar, Rosette se alejó nerviosa de Chrno, no quería que pensara otra cosa…

- ¡No debes de levantarte! – le sermoneo Chrno.

- No exageres… - sonrío Magdalena llegando junto a la cama de Rosette.

Y ahí estaban reunidos los tres, Rosette sintiéndose el mar tercio pero imposibilitada de irse de ahí.

- ¿Cómo estás? – Preguntó Rosette - ¿Te afectó el que yo…?

- ¿Murieras? – completó sentándose junto a ella - Si… pero Remington estaba conmigo en ese momento… me ayudó a poder irte a buscar.

Chrno hizo una especie de gruñido justo en el nombre de Remington… ¿celos?

- Pero dime… ¿Ya estás bien¿No tienes nada?

- No te preocupes por mi, Rosette… mejor déjame atenderte tus heridas…

Rosette miró a Chrno quien permanecía con la mirada clavada en el suelo.

- Ya lo sabe… - murmuró la santa tomando las manos de Rosette – Se ve muy mal… - opinó viendo las heridas.

- No es nada – dijo Rosette.

- Ahora entiendo como se sentían los demás cuando veían mis estigmas… - dijo mientras buscaba unas vendas en el cajón de la mesita de noche – Y sé lo que sientes…

- Magdalena… ¿Van a cicatrizar…? Es que… no quiero herir a Chrno…

- Si van a cicatrizar… tal vez cuando suceda algún milagro vuelva a abrirse y es cuando debes evitar acercarte a Chrno… - le respondió vendando su muñeca derecha – Sin embargo… este es el primer estigma… - terminó con la derecha y comenzó con la izquierda – Te faltan los pies… la frente… y la costilla…

- Pero esa…

- Nadie la ha sufrido… - completó Magdalena – Ni yo… fallecí antes…

Al terminar de vendarla la miró tratando de transmitirle tranquilidad.

- No te preocupes… ha habido casos en que jamás se presenta el último estigma…

- Al menos… ambos están bien – dijo mirando a la pareja, haciendo que Chrno la mirara fijamente.

- Creo que es mejor que vuelva a mi habitación… sino me ven ahí van a hacer un alboroto – río Magdalena suavemente haciendo sonreír a Rosette.

- Acompáñala Chrno – pidió Rosette.

Chrno no objetó y salió tras la santa. Rosette miró sus muñecas preguntándose que había pasado durante la pelea… ¿Habría asomado Joshua? Suspiró dándose cuenta que todos sus pensamientos terminaban en Joshua…

- Me faltan tres – murmuró – Si pasa el tercero Magdalena moriría conmigo…

Extrañamente no sintió esos celos que siempre la acompañaban al decir su nombre, sino que no quería que Chrno se quedara solo nuevamente…

- Si tan solo hubiera una forma de que ella viviera…

Había pasado exactamente una semana, Rosette volvía a sus habituales quehaceres… solo que podía sentir el "rechazo" de Chrno… desde ese día se mostraba cortante y sus pláticas no pasaban de triviales… Nuevamente se sentía sola y se preguntaba si estuvo bien que ella volviera… Era una hermosa tarde, con el sol ocultándose a lo lejos siendo un espectáculo que solo contemplaba ella recargada en su querido árbol… disfrutaba de la brisa revolviéndole los cabellos… siendo la caricia no hecha por Chrno pero que al menos le servía para pensar en él… Recordó sus ojos dorados al correr a su lado… sus cálidos brazos cuando la rodearon en la enfermería… ¿Por qué no simplemente se lo decía? Ah… empezaba a sospechar que ese árbol tenía algo que siempre la hacia reflexionar al respecto. Por más que intentaba ponerse en el lugar de Chrno, no podía… ¿Qué sentía por ella¿Y por Magdalena¿Hubiera sido mejor que ella muriera? Dejó caer la cabeza recargada en el tronco…

- Odio pensar… - se quejó.

Bajó la mirada enfocando toda su atención en un trozo de cristal roto… luego regañaría a las hermanas y los novicios por dejar restos de cristal en el convento, pero en ese momento le iba a servir para una de sus travesuras que hacía mucho que no hacía… la última ves que había escrito su nombre junto a otro, había sido en una libreta junto al de "Ewan Remington" y en esa ocasión a Chrno casi le da un colapso nervioso. Cogió el cristal y se puso frente al tronco del árbol.

- Me caes muy mal árbol… - dijo empezando a tallar su nombre en la corteza.

Rosette Christopher &

Se detuvo y giró para ver que nadie la veía, muy a lo lejos estaban las hermanas platicando animadamente, en realidad nunca se acercaban a ese árbol… Miró la ventana de la habitación de Magdalena donde pudo ver claramente a Ewan de espaldas a esta, sonrió pensando los celos que debía de estar pasando su pequeño amigo.

- Está demasiado alto… Chrno no lo podrá leer… - murmuró empezando a tallar su nombre.

Rosette Christopher & Chrno

Sonrió al ver finalizado su trabajo deseando que algún día, no muy lejano, se cumpliera. Deseaba vivir para estar junto a Chrno, aunque fuera como una amiga que tendría que soportar verlo junto a su primer y único amor, María Magdalena…

- Chrno… - murmuró para sí misma, al menos en sus pensamientos Chrno era solo de ella.

- Dime – la voz del chico la hizo brincar asustada y cubrir lo que había escrito con su cabeza.

- ¿Disfrutas espiándome! – gruñó histérica.

- ¡Claro que no te estaba espiando!

- ¡Siempre lo haces¡Ush!

- Te vi escribiendo algo en el árbol y quise ver que era…

- Demonio chismoso – dijo estirándole sus mejillas.

- AHHHAHHHHhhhh ¡Me lastimas!

- ¡Duhhhhh! – Le sacó la lengua y volvió a cubrir lo que había escrito – No es nada…

- No habrás vuelto a escribir "Rosette Christopher y Ewan Remington" ¿Oh si?

- ¿Recuerdas eso¡Ahhh¡Y no lo digas!

- ¿Es eso?

- ¡No! – exclamó, claro que no era eso…

- ¿Entonces¿Puedo ver?

- Nop – negó – No puedes…

- Ya sé… contando con que eres enamoradiza… hum… - hizo como que meditaba al respecto – "Rosette Christopher y Uriel"

- ¡AHHHHH! – gritó al recordar el beso que le había dado… ¿Por qué los demonios tendían a besarla menos Chrno? - ¡Él definitivamente jamás!

- Entonces debe ser él – dijo Chrno sonriente aunque se sentía extraño.

- ¡No¡Que no!

- ¡Es Uriel! – exclamó molestándola aunque cada ves que decía su nombre se molestaba mas él al grado de querer tener sus cuernos para desaparecer a Uriel de la faz de la Tierra.

- ¡No es él¡En serio! – dijo la chica nerviosa.

- Tiene suerte – murmuró – Eres una chica maravillosa…

Rosette se quedó quieta como si la estuvieran apuntando con una pistola, si era tan maravillosa ¿Por qué él no estaba con ella? Una furia recorrió su cuerpo haciéndola darle una bofetada a Chrno que lo dejó estupefacto.

- Eres un tonto, Chrno… - le dijo mientras se alejaba de él.

Chrno dejó escapar una lágrima, nada le dolía más que eso, la tomó de la muñeca haciendo que ella se detuviera y lo mirara con los ojos llenos de lágrimas y las mejillas mojadas.

- Rosette… yo…

- ¡Suéltame Chrno¡Soy tan maravillosa que me ahogo en mi soledad! – exclamó con un dolor en el pecho.

-…

La herida se abrió nuevamente provocando una nueva lastimada en la mano de Chrno, al menos así la soltó. Rosette lo miró, quería ver si estaba bien, abrazarlo, besarlo, decirle que en realidad era su nombre el que siempre estaría a lado del suyo, apretó los puños furiosa, a veces ella parecía mas un demonio que el propio Chrno… el dolor físico apaciguaba el espiritual. Miró sus estigmas…

Probablemente tu mejor defensa…

- Mi mejor defensa para mi soledad – murmuró dándose la media vuelta, alejándose de Chrno, tratando de superarlo y admitir que jamás sería de ella… a lo mejor después de esto así sería…

Chrno la miró marcharse, estaba llorando en silencio¿Por qué había actuado así¡Ella era maravillosa¡Era hermosa tanto físicamente como en su personalidad! Cerró los ojos tratando de encontrar una respuesta en su mente. Volvió junto al árbol, en realidad lo había escrito alto para que él no lo viera… dejó caer su frente en el tronco y golpeó con fuerza el árbol, estaba dolido, la quería… era solo que se sentía tan confundido teniendo a Magdalena tan cerca…

- Quien te viera así… - dijo una voz varonil a sus espaldas la cual reconoció Chrno.

- Uriel – dijo entre dientes mientras se volteaba lentamente enseñándole sus colmillos y el rojo inyectado de odio en sus ojos.

- ¿Qué… te pasa? – Tartamudeó Uriel temiendo un poco, bien sabía que Chrno era fuerte – No te hice nada…

- ¿Tienes algo con Rosette Christopher?

- No – respondió atónito - ¿Por qué preguntas eso¿No te basta con eso? – señaló el tronco en el pedazo que Rosette había tallado.

- No me lo recuerdes… Dime… ¿Qué paso el día que conociste a Rosette?

- ¿No te lo ha contado?

- No

- Pues yo no soy nadie para decirte…

- ¡Dímelo! – ordenó furioso.

- Ok… pero tranquilízate… y por si las dudas mejor aléjate un poco…

- Empieza…

- Ah… ya sabes que Halia y yo tenemos la habilidad de adoptar otros físicos… pues… tomé prestada tu forma como demonio – se detuvo mirando como Chrno se quedaba sorprendido.

- ¿Prestada¡¿En qué momento me la pediste! Pero bueno… eso ya lo sabía…

- Ah… ¿Me dejas continuar?

- Sigue…

- "Salve" a Rosette de Halia… la chica estaba maravillada con tenerte a su lado ¿Sabes? – Sonrío nervioso – Nos escondimos en el sótano y…

- ¿Y…?

- ¡Ahhh¡Perdóname por ser demonio y sucumbir tan rápido¡Pero se veía muy linda abrazándome!

- ¿Abrazándote! – gritó apunto de correr y eliminarlo.

- ¡Espera¡Sé que me pasé¡Lo siento¡La chica es hermosa¿Qué querías que hiciera?

- ¡No abrazarla!

- Bueno… sino te calmas no te voy a seguir contando…

- ¿Hay más?

- Tranquilízate… - dudó – La besé…

Fue suficiente, estaba a punto de volverse demonio… olvidándose de que el reloj en esos momentos debía de estar sacando pequeños rayitos azules, lo quería eliminar¿Cómo pudo atreverse a tocarla?

- ¡Deberías de alegrarte¡Ella lo hizo pensando que se trataba de ti!

Todo el coraje bajó de golpe al suelo y se quedó con cara de "What?" y completamente sonrojado.

- ¿Qué…?

- Si… tomé mi forma verdadera y se alejó de mí, sólo lo hizo porque eras tú…

Chrno se sentía como un tonto, estaba ahí de pie como estúpido frente a un antiguo enemigo que respiraba aliviado de aún estar vivo y poder contarlo.

- ¿Me besó? – murmuró sonrojado.

- Pareces un adolescente – dijo sonriente Uriel - ¿Y quién escribió lo de haya¿Tú o ella?

Chrno se giró y vio el tallado del árbol, aún no podía alcanzar a verlo.

- ¿Dice "Rosette Christopher & Chrno"? – preguntó tímidamente.

- Si… - respondió Uriel cargando a Chrno de la parte trasera del cuello de su chaqueta, lo levantó para que pudiera verlo por sí mismo - Ahí lo tienes.

- Tenía razón… soy un tonto…

Cuando lo bajó, el chico se sentó con las piernas cruzadas con un mar de sentimientos revueltos en su mente.

- Siempre tuviste muchos problemas con las mujeres… creo que han sido tu perdición…

- Tú que sabes…

- Que Aion está emocionado por los estigmas de la santa…

- Hablas de Rosette ¿Verdad?

- Si… ella es María Magdalena…

- Lo sé – murmuró – Desde que vi que sus muñecas empezaban a sangrar lo supe…

- Magdalena nos ve – dijo Uriel mirando a la chica en la ventana.

- Será mejor que te vayas, si descubren a otro demonio, además de mí, en el convento, mandarán a todos sus exorcistas…

- Lo sé… sólo quería que supieras que… cualquier cosa… cuentan conmigo y Halia…

Chrno levantó rápidamente la mirada, pero Uriel se había ido…

- Gracias, amigo… - agradeció en voz baja y miró a Magdalena.

La chica sonrío al verlo, señaló hacia la habitación de abajo como si supiera en realidad lo que pensaba Chrno… El demonio pudo ver la silueta de Rosette tras la cortina, le devolvió la sonrisa a Magdalena y se levantó dispuesto a hablar con ella.

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Ya saben... lo de siempre... sus reviews ) para saber si aun quieren seguir leyendo la historia o ia nop ToT... Feliz Halloween o Día de Muertos o como le llamen jeje.. que se la pasen muy bn... ah... x cierto... aprovecho para decirles que si pueden donar algo para los afectados por el Huracán Wilma en el estado de Quintana - Roo y parte Oriente de Yucatán estaría genial, de verdad están muy mal... yo soy de Yucatán y me siento medio extraña porque pudimos haber sido nosotros (...

REVIEWS! oo plz plz plz plz! ToT jejeje saludos a todos!

Helena Venus -