Hello My Darlings! juju u.u creo que tardé un poquitín en actualizar... ToT... pero mas vale tarde que nunca! es que he estado muy ocupada con un AMV... concursaremos en la convención de Anime de Diciembre y me había estado absorbiendo tiempo completo... días enteros:) pero ahora que está terminado me he sentado a escribir nuevamente! Apenas concursemos lo subiré a una página para que lo puedan descargar :)

Bien... les agradezco de todo corazón a: ale, Inusuki, mario-asakura y Renaissance Lady-K

Muchas gracias, sus reviews me animan a seguir :) nunca dejaré de agradecerles. Siempre diré que son las mejores!

Me despido y les invito cordialmente a que disfruten del sig. cap...

Ah... ia saben... Chrno Crusade le pertenece a Daisuke Moriyama... ¬¬... y bla bla bla... -.-

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La Sombra Del Corazón

Capítulo VII

Sufrir En Silencio

Mecía sus pies sobre el césped, pues la banca era un poco alta para él, mientras recordaba lo sucedido… rápidamente cubrió el rubor su rostro hasta las orejas puntiagudas que sobresalían entre su cabello ¿Cómo se había atrevido a hacer eso? Miró la ventana de la habitación de Rosette… completamente en penumbras… aunque algo le decía que ella igual permanecía despierta. Suspiró con fuerza moviendo levemente los cabellos púrpuras de su flequillo, siendo un demonio… era demasiado débil cuando se trataba de su contratista.

Como todas las mañana desayunaban en la mesa del fondo del comedor, aunque extrañamente permanecía en silencio… ¿Qué se iban a decir? Rosette lo miró fugazmente… sin poder evitar sonrojarse, debían de hablar de lo sucedido… era necesario.

- ¿Estas enojada? – preguntó Chrno cabizbajo.

- No… no estoy enojada – le respondió sorprendida - ¿Por qué?

- Porque no hablas…

- Ehhh bueno… - dudó – No se que decir…

- Yo tampoco

Hubo un minuto de silencio en el que siguieron desayunando… aunque Rosette miraba la comida del día anterior que le habían dado a su compañero.

- Chrno…

- ¿Si?

- No tienes porque comer eso – le dijo molesta jalando el plato hasta el borde de la mesa.

- Sino como eso no comeré nada.

- Comerás conmigo, toma – le acercó su plato de huevos revueltos – Ya no tengo mucha hambre…

- Gra-gracias Rosette…

- No hay de que…

Lo observó, se veía tan tierno… le acomodó un poco sus acostumbrados mechones revueltos que se escapaban de la trenza, odiaba que todo tuviera que ser tan difícil…

- ¿Te arrepientes? – le preguntó Chrno sin mirarla.

- No… - murmuró tomando la mano del demonio bajo la mesa.

Chrno se sobresaltó y la miró con las mejillas completamente ruborizadas, pero le tomó de igual manera la mano… ¿Todo esto estaba bien?

- ¿Tu te arrepientes? – Rosette temía la respuesta…

Pero en realidad no hubo respuesta, él permaneció en silencio sin poder mirarla a los ojos… Rosette casi pudo sentir una daga helada en el corazón que la obligo a soltar a Chrno y cruzar sus brazos sobre la mesa ignorándolo por completo. Nada estaba bien… tal vez él en realidad a la que amaba era a Magdalena…

- Magdalena – pensó arrugando el entrecejo.

Se levantó y salió de los comedores sin decir nada, estaba dolida, claro que lo estaba… y no le dolía admitir que también sentía celos.

- ¿Entonces fue una mentira? – Murmuró aguantando una lágrima que amenazaba con salir – Tonta de mí… debí de imaginármelo…

Apresuró el paso ensombreciendo su rostro, lo último que quería era que la vieran llorando, casi corría… últimamente lo único que sabía hacer era huir…

- ¡Ahhh! – gritó al chocar contra alguien - ¡Perdón!

Rosette yacía en el suelo frente a un chico de cabello rubio cenizo con ojos verdes, quien sonreía divertido por la cara de la hermana Kate.

- ¡Rosette Christopher¡Sabes que está prohibido correr en los pasillos¡Díos Mío¿Está bien, señor Scarletti?

El chico se levantó y le extendió la mano a Rosette para que se levantara.

- No se preocupe, hermana Kate – contestó sin dejar de sonreír.

- ¡Tendrás tu castigo, Rosette! – le señaló furiosa.

- Lo siento – dijo la rubia haciendo una gran reverencia.

- Mejor deje que ella me enseñe el convento – sugirió el chico – Usted está muy ocupada…

Rosette abrió los ojos con sorpresa, era un chico muy encantador… y en cierta manera le recordaba a su hermano… sólo que lucía mayorcito, como de unos 20 años…

La hermana Kate acomodó sus lentes y miró con los ojos entrecerrados a Rosette.

- Está bien… - dijo – Tengo que hablar al vaticano… pero a la primera tontería que cometa esta jovencita no dude en informármelo…

- ¡Todo estará bien, hermana Kate¡Vamos! – Rosette jaló del brazo al chico y se alejaron lo más rápido posible, al menos así estaría distraída.

- ¿Tú eres Rosette Christopher… la del contrato con un demonio?

Rosette se detuvo en seco y lo miró.

- ¿Cómo lo sabes?

- El vaticano me ha enviado a conocerles… - respondió.

- ¿Tú eres el exorcista! – exclamó asustada tomando el reloj con fuerza.

- Si… ¿Por qué la cara?

- Jajajajajaja nada más…- dijo – No tiene nada de aterrador – pensó confundida.

- Mi nombre es Kaiser Scarlatti…

- Rosette Christopher… pero ya lo sabías jeje

Siguieron caminando, por ratos le explicaba un poco de cómo funcionaban las cosas en el convento… pues se sentía intimidada por las miradas de sus amigas… la mayoría murmuraba cosas que la incluían a ella, a Kaiser y obviamente a Chrno… Llegaron a los comedores, donde por suerte el demonio ya no estaba, y continuaron la pequeña travesía por los pasillos cercanos…

- ¿Y cómo se llama? – preguntó de repente el chico a mitad de la explicación sobre la lavandería del convento.

- ¿La lavandería? – preguntó contrariada.

- No… - sonrío – El demonio del que eres contratista…

- Ah… Es Chrno – murmuró con desinterés – Como te decía, cada determinado tiempo se nombra a un grupo de hermanas que se encargaran del lavado y…

- ¿Puedo conocerlo?

- ¿Ah? No creo que sea buena idea… siento que un exorcista del vaticano y un demonio como él no se llevarán bien…

- Pero él es bueno ¿No? Eso me contó Magdalena…

- Esa mujer – masculló entre dientes – Claro que es bueno… sino no estaría en el convento.

- He escuchado cosas increíbles de él… - dijo recargándose en la pared.

- ¿Cómo qué? – preguntó con curiosidad.

- Que expresa sentimientos de amor hacia ti y cosas así…

- ¿Quién te ha dicho semejante cosa! – preguntó colorada de pies a cabeza. O.O

- Unas chicas… creo que una se llama Claire…

- ¡Me las pagará! ¬¬ – gritó apretando su puño marcando su venita.

- ¿No es verdad?

- Ehhh bueno… ellas siempre lo mal interpretan… - murmuró tratando de sonreír – Su verdadero amor es Magdalena… todos lo sabemos y yo lo apoyo… lo aprecio muchísimo, como nadie se puede imaginar…

- ¿Lo amas?

Rosette bajó la mirada, no quería responder a eso… se sentía el mar tercio… la inoportuna… la que estorbaba.

- Perdón – se disculpó Kaiser tomándola de los hombros – No fue mi intención… a veces soy demasiado chismoso…

- Está bien… creo que a todos les da un poco de curiosidad la relación de un contratista y el demonio…

- Es el segundo caso que veo…

- ¿Segundo? – repitió atónita - ¿Hay alguien más!

- Si… una niña… - respondió recordando – Creo que es de Florida… tiene 15 años.

- ¿En serio¡Es muy pequeña!

- Es un año menor que tú, Rosette Christopher…

La rubia bajó la mirada.

- Pero ella tiene una relación estrecha con el demonio… creo que… son "algo".

- Que tonto – murmuró concentrando su mirada en los pies de Kaiser.

- Por lo que dices supongo que en realidad no tienes nada con Chrno.

- Absolutamente nada – dijo levantando la mirada con una sonrisa triste.

- Eso será un alivio para el vaticano…

- ¿Por qué?

- Pues… eres una mujer estigmatizada… alguien importante en la religión y la Iglesia, temían que estuvieras relacionada con el demonio…

- Que absurdo… - dijo – Vamos al jardín… es muy bonito a esta hora del día…

Caminaron en silencio, pasaba del medio día y el sol provocaba la sombra de los árboles reflejada en el césped que resplandecía con la luz del día. Avanzaron por un pequeño camino… el que dirigía al árbol que ella misma había marcado con el nombre de ella y Chrno, por lo que distrajo desviando el camino.

- Por ahí hay muchos insectos… mejor por aquí – le dijo sonriendo.

Kaiser la siguió, la chica era encantadora, tal y como la niña que había conocido en Florida, ambas ensombrecidas por la vida de un demonio… por eso los odiaba.

- ¿Nunca has pensando romper el contrato? – preguntó lo suficientemente lejos de los demás, cerca de la fuente central.

- No, jamás – respondió – Nunca haría algo por el estilo, su vida depende de la mía… ¡Podría morir!

- ¿Y tú¿Nunca piensas en ti? Se trata de tu vida… de la que también depende Magdalena…

- Pero no puedo hacer eso…

- Eres muy joven, tienes mucho que vivir…

- Que no valdría la pena sin Chrno – dijo embargada de emociones – Simplemente no… me conformo con vivir lo suficiente para ver nuevamente a mi hermano.

Permanecieron en silencio mirando como el agua caía por la estatua de la fuente, produciendo un sonido tranquilizador.

Azmaria bajaba con una gran torre de libros que la rebasaban, apenas si podía ver el camino… pasó junto a la habitación de Magdalena, de donde salió disparado Chrno al verla tan recargada de cosas.

- Deja te ayudo – le dijo quitando la mitad de libros de las manitas de la apóstol.

- Uh… gracias Chrno – dijo aliviada – Pensé que moriría en las escaleras…

- Jaja ¿A dónde los llevas?

- Con el anciano Hamilton… es para investigar no se que de Física…

- Ese viejo y sus investigaciones… me hubiera pedido ayuda a mí.

- Lo iba a hacer – recordó sonriendo – Pero te vimos desayunando con Rosette y mejor no interrumpimos…

Chrno no dijo nada, sabía que la había lastimado… y dudaba que nuevamente lo perdonara, pero no estaba seguro de arrepentirse o no… pues cada ves que veía a Magdalena algo en su interior florecía… Bajaron al jardín con mucho cuidado y se abrieron paso entre la congregación de chicas que estaban en la salida del convento.

- ¿Qué pasa? – preguntó Az contrariada.

- ¡Es Kaiser, el exorcista del vaticano! – exclamó Claire – Es hermoso…

- ¡Siiii¡Vino a ver a Magdalena y a dar veracidad a los estigmas de Rosette!

- ¿Rosette? – preguntó Chrno – Por cierto… ¿Dónde está ella?

- Ahí – le dijo Claire señalando la fuente – Le está mostrando el convento a Kaiser…

Chrno se asomó sintiendo como una oleada de furia invadía su pequeño cuerpo, sus ojos se entrecerraron y apretó con fuerza los libros, ella estaba sentada en la orilla de la fuente mientras hablaba con Kaiser de pie frente a ella… ¿Qué se creía para acercársele así a su contratista? Caminó impulsado por sus sentimientos directo a la fuente sin soltar los libros.

- ¡Chrno¡Espérame! – la niña salió tras él… notando que no se estaba dirigiendo hacia el taller sino hacia Rosette y el invitado.

Pero Rosette no lo había visto, estaba absorta escuchando de la relación de la otra chica con el demonio…

- ¿Cuánto tiempo llevan así?

- Desde que ella tiene 9 años – le respondió tirando una piedrita a la fuente – Al parecer había mas de uno de esos relojes…

- 9 años… era muy chica cuando tomó esa decisión…

- Si… lo mismo pensé… pero ella es feliz junto a ese demonio… - sonrío de manera burlesca – No entiendo como pueden ser felices dándole vida a un ser como esos…

- No todos son malos… - justificó cabizbaja.

- Rosette…

- Mande…

Kaiser pudo sentir a un demonio cerca, era una de sus cualidad… el sentirlos… debía de tratarse del tal Chrno.

- Deberías de pensar un poco en ti… en especial sino eres correspondida.

Rosette se sobresaltó al escuchar sus palabras, provocándola levantar la mirada, topándose con los ojos rojizos del demonio que estaba a un costado de Kaiser.

- Chrno… - dijo asombrada.

Al parecer las cosas se complicaban día con día…

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¿Qué les pareció¡REVIEWS! plz ToT... ando desanimada con esta historia... snif... ojala me dejen aunque sea uno chiquito :((((

Hasta la próxima y gracias por leer!