Holas! tantos años, bueno por fin es hora de dedicarles estechapter que tenia acorralado, muchos hechos me impidieron regresar hasta ahora... gracias a todos los que todabia esten ahi. Como es de suponerse lospjs de harry potter son jk rowling y los shaman spirits son mios aqui les dejo otro chap de lo que puede catalogarse un regreso...
Que lo disfruten y... A FLOTAR!
CAP 8: CROSSROADS, Tu Historia y la Mía, Remus y Malta tras un rastro fantasmal encuentran...
En las inmediaciones del Bosque prohibido, tres sombras se reunieron junto a una fogata salida de la varita de Sirius. Como nadie decía palabra él decidió romper el hielo.
- Bien, Mateo, de qué querías que habláramos?- inquirió acomodándose la túnica para poder sentarse mejor en el pasto.
- Bueno, no sé cómo explicarte... me gusta alguien...- Sirius y Simba asienten.-... y es un chico...- asienten.- y esa persona es muy especial, es un cambiaformas...- asienten de nuevo.- Pero no es como los otros... y no sé cómo decirle que me gusta mucho y creo que me estoy enamorando... y dado que vos conocés más del Amor que yo, Sirius, te suplico que me des una mano con esto.- Sirius medita un momento.
- Declárate.- reveló por fin.
- Eh?- tanto Mateo como Simba no lo podían creer.
- Ya me oíste, declárate. No quieres que alguien más se quede con la persona que estás empezando a Amar sin saber por lo menos que hiciste el intento verdad?- inquirió observando cada uno de sus gestos y los de otra personita.
- No puedo.- el rostro de Mateo se ensombreció.- no quiero, tengo miedo de que me rechace. Además, como podés darte cuenta, los argentinos no somos bien vistos en los países desarrollados. Saben qué? nos ven como los agrandados, los creídos aún si estamos muy por debajo de ellos, pero nosotros mantenemos nuestro orgullo porque es lo único que nos mantiene en pie. Si no fuéramos como somos el mundo no nos tendría en cuenta, bah, no sabrían quienes somos. Es nuestra forma de ser aunque no sea la mejor de todas.- en tan emotivo momento Mateo comienza a llorar de amargura.- Creen que todos los delitos que se cometen ahí son por que somos todos corruptos, nos meten a todos en la misma bolsa. Es que no se dan cuenta que los únicos que consiguen tener educación en nuestro país y llegan alto no hacen nada más que admirar el dinero que pueden robarle al pueblo? Acaso no ven la desesperación de la gente al saber que sus hijos son analfabetos y que no tienen nada para comer? Yo mismo robé comida pocos meses antes de que me eligieran como alumno de intercambio, qué clase de persona pensaría que soy el chico que quiero si se entera de mi procedencia? no me avergüenzo de mi país, es más lo nombro con orgullo y mucho Amor, pero me da miedo su reacción cuando le cuente todo esto y lo confronte con mis sentimientos. No se imaginan siquiera lo que es levantarse cada mañana y escuchar en las noticias como va muriendo la gente poco a poco por no tener casa, trabajo y tener que alimentarse de basura. Mi... mi familia pasó por eso. Mi hermana se intoxicó por ingerir desperdicios, estaba muy grave y el médico no quería atenderla porque vivíamos en la provincia y ese era un hospital de la capital; murió en mis brazos. Murió mientras esperábamos en la puerta del hospital. Desde entonces hice salir a mi familia como pude, robé, traicioné, golpeé y fuí golpeado hasta casi la muerte por policías cuando asalté la comisaría con una banda. Me... me... me prostituí por dos años para mantener a mi familia, fui violado por los delincuentes que la policía deja libres bajo fianzas cuantiosas y sobornos millonarios. Aunque parezca mentira fui bastante solicitado, sé que en mi país se buscan más a las jóvenes de 18 años que se conocen como "ligeras" o "fáciles" pero a falta de ellas, los jóvenes son cada vez más solicitados. Es triste que mis "compañeros" usaran bragas y faldas para llamar la atención. Yo sólo tenía que esperar a que alguien dijera mi nombre para saber que me buscaban. Decían que como era el más joven sería el más tierno y no podría dañarlos en ninguna forma... se equibocaron y eso me costó una golpiza que me dejó en coma por un mes. Después, fui a parar a un hogar sustituto donde pude conseguir, a través de trabajo duro, el sustento para mi familia. Mi familia ahora sin mi hermana, era mi madre. No sé porqué siempre tienen que tener prejuicios. No quiero que el chico que Amo tenga una mala impresión de mí, una idea errónea de quien soy, una idea básica y terrible, por eso trato de conseguir consejo. Espero que vos, Sirius, puedas ayudarme. Sólo quiero que me aconsejes qué hacer ahora que estoy tan perdido, y confundido.- Mateo baja su mirada, Simba había hecho lo mismo; Sirius, impactado a sobremanera por la historia del joven argentino, meditaba una buena solución a como era a su estilo, rápida, imprevisible, directa e infalible.
- Yooo... he pasado por el rechazo. No te preocupes, no te rechazará por esas niñerías.- quien hablaba no era otro que Simba. Había tomado la palabra antes de que Sirius lo hiciera.
- Qué querés decir?- inquirió Mateo, intrigado por el repentino comentario del joven africano.
- Y-yo no nací como un ser humano común. Mis rasgos eran los de un cachorro de león. Tenía vello por todas partes y una cola, también colmillos muy notables y un rostro felino aunque humano a la vez, tenía garras y bigotes de gato, y mis ojos... eran los de un felino; mis orejas eran las de un pequeño león y mi nariz siempre estaba mojada...- su rostro se tornaba cada vez más triste a la vez que seguía su relato.- Crecí y ya tenía rasgos más humanos... aún así todos me rechazaban... era una aberración. Estaba solo; mi madre murió a pocas horas de haberme dado a luz y mi padre... Cuando cumplí los nueve años ya tenía una melena en crecimiento, rasgo de que estaba madurando rápidamente físicamente, pero mi mente seguía siendo la de un niño de nueve años. Pero cumplí los diez...
- Y qué sucedió?- preguntó Sirius, al ver el rostro desanimado de Simba y pensó que desahogarlo sería lo mejor para el joven.
- Según la tradición debía dar prueba de mi hombría al ir solo de caza a matar un león, y traer su piel y carne como tributo y prueba de su muerte. Lo que ellos sabían por lo que el Shaman de la aldea decía y sabía de los leones, yo ya había alcanzado mi madurez a los dos años, pero mi mente era la de un niño cualquiera. Los 30 días antes de la cacería fueron fatales: Unk Nimuak, uno de los guerreros más poderosos de nuestra aldea, quien más leones había cazado a lo largo de su vida y quien ayudó a desplazar a otras tribus para proporcionar un territorio estable para nuestras familias, me inspiraba un miedo atroz.- se detubo repentinamente.
- Por qué?- quizo saber Mateo que a esta altura estaba preocupado.
- Él era uno de los primeros junto con mi padre y los miembros más poderosos de la tribu, que yo tenía una fuerte amistad con los dos únicos seres que no me temían ni me rechazaban, o por lo menos no todo el tiempo, sólo cuando me ponía pesado...- una muy ligera media sonrisa cruza sus labios.-... como sea, Unk Nimuak también sabía que yo ya había alcanzado hacía tiempo mi madurez sexual, y temía por su hija, Antera. Ella y su hermano gemelo Antos, eran los únicos que se atrevían a mirarme a los ojos sin miedo o rencor. Les gustaba cómo era y nos conocíamos de pequeños. Nos alejaron un tiempo cuando, a los seis años, sufrí mi primera transformación a un joven león, pero cuando estuvieron seguros de que no causaría daño al tener la mente de un pequeño me dejaron estar con ellos. Confiando en mi temprana mentalidad, Unk Nimuak dejó que Antera se me acercara de nuevo- a Antos lo dejaba conmigo porque era un niño- y así retomamos la amistad. Hasta que empezó a demostrarme gran ferocidad si me acercaba a ella en esos días antes de mi prueba, llegó a golpearme con un... machete? así le llaman ustedes?- los jóvenes asintieron- sí, bien... me hirió en una pata, brazo, lo que sea; eso me pondría en desventaja contra los otros jóvenes cazadores. Corrí hacia el escondite que compartía con Antera y Antos. Me escondí allí por dos días, no había comido nada. Esa noche Antos me encontró a los quince días de la competición, yo estaba famélico y con la pata o lo que sea herida y que comenzaba a pudrirse; él habló con él Shaman quien colaboró con él para hacerme un ungüento y sanar mi herida antes de la prueba. También me traía presas frescas que él mismo había cazado para mí. Él cuidó de mí hasta que sané y estube listo justo para la Gran Cacería.- volvió a detenerse súbitamente y unas lágrimas corrieron por su rostro.
- Qué sucedió con él?- preguntó Sirius igual de preocupado que Mateo, aunque lo pareciera más Mateo.
- Al cuidarme a mí él mismo se descuidó, no había comido no bebía mucho y enfermó al poco tiempo de comenzar la prueba. Agonizaba y no sobreviviría, ambos lo sabíamos; así que... esa noche le hice el Amor como ambos deseábamos desde que éramos sólo unos niños. Tenía anemia. Esa madrugada, murió dormido en mis brazos. Sólo en ese momento me hice presente a la vista de Unk Nimuak y el resto de la tribu, entre ellos mi padre quien no parecía complacido de verme con vida y más fuerte que antes. Fue extraño que en esos quince días había perdido casi todo el vello de mi cuerpo y mi melena ya era la de un león adulto, mis músculos aún sin hacer ejercicio de caza hubieran crecido y mis rasgos faciales fueran casi completamente humanos, a escepción de los colmillos y mis ojos felinos, ah y mi nariz, un poquito, porque seguía estando mojada y era rosada. La línea alrededor de mis ojos me hacía más feroz, pero no lo supe hasta que vi los rostros de todos en la tribu. La Gran Cacería dió comienzo y mi corazón se encogió. Sentía que esos jóvenes guerreros hacían algo indebido y cuando los ví abalanzarse a la carga contra un manada de leones, obviamente la mayoría hembras con sus cachorros, no pude evitar gritar "BASTAA!"; pero de mí no salieron palabras, sólo un rugido atronador que invadió la colina y se perdió entre el horizonte y el cielo de la sabana, en ese instante creí que me moría; comencé a cambiar pero fue mucho más doloroso y terrible, caí de rodillas en el pasto y la hierba crecida. Terminé transformado en un león enorme y de un salto llegué a donde estaban los guerreros y me interpuse entre ellos y mi, en ese momento mi parecer, familia; para mi sorpresa, ellos trataron de atacarme y de un zarpazo mandé a cinco muy lejos, hasta donde estaban observando los demás. De pronto escuché el grito de caza de los guerreros antiguos y vi a mi padre liderando un gran grupo que se disponía a cazarme y darme muerte. Mi mundo se desvaneció, sólo quería que la madre tierra me matara antes que ellos o que me tragara en vida, aunque allí no hubiera arena movediza. De pronto me vi arrodillado en la tierra llorando y nombrando a mi padre y preguntándome por qué, luego me vi rodeado de las leonas y del único macho de la manada. Querían defenderme, y convatieron contra mi padre y los guerreros, antiguos y los más jóvenes, fue una matanza horrible. Los cadáveres de los cachorros cubrían el suelo manchado con la sangre de sus madres, el macho fue acorralado y ensartado con veinte lanzas sosteniendo su torso elevado y el resto de su cuerpo en el suelo. Antes de que muriera me acerqué llorando a él y me vió a los ojos... nunca voy a olvidarlo, la expresión de su rostro, parecía satisfecho de que me hubieran dejado ileso; pero mi padre apareció tratando de ahorcarme por la espalda, Unk Nimuak estaba también allí y aunque por su expresión no sabía de eso, no hizo nada por ayudarme, no dijo nada. El león pareció volver a la vida porque rugió tratando de liberarse de las lanzas armando gran alboroto, en un dos por tres toda la aldea estaba despierta y reunida junto al Gran fuego, viendo aterrorizada al león que había cobrado vida y se había quitado las lanzas con las zarpas y los dientes. Atacó a mi padre apenas lo separó de mí. Yo estaba en el suelo, y no podía creerlo. Mi padre frenaba sus garras con una lanza mientras el león rugía de furia. Con una zarpa rasguñó la cara de mi padre haciendo que perdiera un ojo, la sangre caía. Finalmente, Sukkentek, el hijo mayor de Unk Nimuak y uno de los guerreros antiguos o más experimentados, hizo acto de presencia ensartando una lanza en el lomo del león lo que me hizo hervir de ira... - se le tensaron los músculos de recordar.- me transformé en una criatura muy cercana a un león sin llegar a serlo y me abalancé contra Sukkentek. Luego mi padre que creyó muerto al león iba a clavar la lanza en mi espalda cuando oí un nuevo rugido. Una vez más oí al león rugir en pos de mi defensa, y atacó siendo ensartado en el corazón por la lanza de mi padre. Ésa vez no volvería a levantarse. Cuando lo ensartó para el espanto de todos, me incluyo, se transformó en una persona, alguien de otra tribu al parecer y creí que tenía que ver conmigo.- hizo una breve pausa.- Pero no fue hasta que me encontré, volviendo a la Gran Cacería que se celebraba de nuevo, con una manada nada común de leones. Los guerreros que me siguieron cuando yo los observaba llamaron al resto y quisieron cazarlos y juré que no pasaría de nuevo. Me transformé dolorosamente otra vez y me enfrenté a ellos y esta vez no repararon en las flechas que me lanzaban. Sólo dos me hirieron en la pata derecha y el lado derecho del pecho. De pronto hizo su aparición el macho dominante de la manada, un enorme león como mi transformación y les hizo frente después de quitarme las lanzas. Fue una lucha feroz. Unk Nimuak y Sukkentek estaban muy heridos con los otros guerreros que si bien también resultaron heridos ninguno terminó muerto; mi padre luchaba con el león hasta que el león estubo sobre él detenido solamente por la lanza de mi padre mientras trataba de ascentarle un zarpazo. Luego escuché gritar a mi padre: "Simba! qué haces ahí! ven a ayudarme! ven ayudar a tu padre!" y casi me muero del susto con la impresión cuando el león habló rugiendo: "Él no es tu padre, Simba! Él quizo matar a tu madre!", "Mentira!" respondí rugiendo asombrado por lo que dije, "No te has preguntado por qué eres diferente a los demás! Yo... YO SOY TU PADRE!" y no sé por qué le creí y me abalancé sobre mi... no, sobre ese hombre que se hizo pasar por mi padre y liberando a mi verdadero padre corté la garganta del impostor de lado a lado, dando fin a toda esa guerra.- allí detubo su relato.
- Y qué sucedió después?- inquirió Sirius que estaba tan emocionado con el relato y con que ya había escuchado tanto lo menos que podía hacer era saber el final.
- Bueno, resultó que ese león era mi padre y era llamado Lyodonte, pero su verdadero nombre era Simba y descubrí gracias a él que el león que asesinó el impostor era mi tío y que mi madre no había muerto en el parto sino que era la gran dama que dominaba la manada junto a él, en nuestra forma leonina nos reencontramos y en nuestra forma humana nos abrazamos como la familia que eramos. Ahora están en Hogsmeade, en una casa que papá compró. Sí, Sirius puedes venir cuando quieras a visitarnos y si vienes con Remus será mucho mejor.- respondió la silenciosa pregunta de los ojos iluminados de Sirius.
- Ah, gracias!- Sirius en una escena muy de telenovela con un pañuelo y vestido como mucama.
- Jajaja! qué gracioso wajajaja!- reía Simba, aunque luego notó que Mateo no dejaba de mirarlo.- sucede algo?
- Sí...-se aproxima al joven.- ... esto.- Mateo lo besa tiernamente. Sirius, ya vestido con pijama, queda shokeado mirando la escena porque no se lo esperaba. Pero se quedó viendo el resto del beso con ensoñación. Simba se sorprendió respondiendo al beso con muchas ancias. Cuando Simba y Mateo se recostaron en el pasto luchando por quién iba arriba enredados en un apasionado beso mezclando sus cabellos, Sirius sintió que estaba muy desubicado y...
- EJEM! Aún estoy aquí.- los jovenes se separaron muy sonrojados y despeinados aunque Simba lo tomó con soltura, Mateo con lo tímido que es miraba hacia el cielo mucho más colorado. Ambos respiraban agitados.
- Luego continuaremos con eso...- dijo Simba entre jadeos tratando de conseguir aire.
- En tu cama?- inquirió rápidamente.
- ¬¬
- La tuya.
- ¬¬
- hah, hah.- negó.- la tuya.
- ¬¬
- No, la tuya.
- No, en tu cam-
- XDDBASTA!- gritó Sirius ya perdiendo la poca pasciencia que tenía.- quién irá abajo!
- Él.- dijeron a la vez señalando al otro.
- ¬¬Grrrr... Miren, no importa la posición de cada uno, y tampoco el lugar, para no pelear vayan a la torre de astronomía y allí decídanlo o túrnense que primero uno esté abajo y otro arriba y viceversa, pero paren de discutir esas cosas frente a mí cuando no está Moony cerca, OK?
- De acuerdo.
- Ta' bien.- dijo Mateo, tímido.
- Bueno, vamos a dormir.- ante esas miradas.- Bueno, YO me voy a dormir ustedes a la torre de astronomía aquí hay un mapita primitivo pero efectivo. Vamos, moviéndose, hop, hop.
Los jóvenes siguieron el consejo de Sirius y también los de escapatoria en caso que Filch andubiera por ahí.
Y así llegó la mañana despertando a un joven de cabellos rubios platinados. Se desperezó y se encontró en su cama adoselada con los colores de Slytherin, y recordó lo que había rondado su mente toda esa noche y en sus sueños.
- Zeus...- Lucius iba a levantarse cuando notó que el brazo de alguien se lo impedía.- Zeus!- jadeó al notar quien era ese joven.- dios, cómo llegamos aquí...?- se preguntaba mientras observaba a Zeus apaciblemente dormido a su lado con un brazo en su cintura. Trató de incorporarse sin despertarlo, aunque parecía estar inconciente.
En eso ve el rastro de sangre seca a medio limpiar a los pies de su cama y la puerta. Zeus había gastado todas sus energías llevándolo allí para que no lo castigaran y puso así en peligro su vida. Lo recostó bien en su cama y se apresuró a usar un hechizo limpiador y tubo que llegar a las afueras del castillo. Cuando terminó era hora de levantarse así que se apresuró con unos detalles que les salvarían el pellejo a Zeus y a él. Anna fue la primera en levantarse, no supo donde estaba Zeus y supuso que se levantó primero o que en su defecto no había podido dormir. Lucius había cerrado los doseles de su cama con un hechizo para que pensaran que él todabía dormía y no quería ser molestado. No fue extraño que Anna no olfateara el aroma de Zeus, y es que Lucius había utilizado su colonia especial "Encanto de Serpiente" para taparlo. Cuando escuchó la puerta cerrarse, espió a través de los doseles para descubrir que todos se habían ido. No notó que Zeus había despertado.
- Gracias.- fueron las suaves palabras que salieron de los labios del Shaman Spirit. Lucius dió un respingo.
- No fue nada. Si te sientes mejor, podremos prepararnos para ir a clases.- dijo apartando muy sensualmente unos mechones de su rostro distraídamente.
- Sí, ya estoy bien. Acércate.- mientras trataba de incorporarse.
- Nadie le da órdenes a un Malfoy.- respondió en un actoreflejo.
- Cállate y acércate. No lo repetiré.- Malfoy obedeció sumiso ante Zeus y éste le plantó un beso en los labios. Lucius se sorprendió ante este acto de Zeus pero le respondió acomodándose bajo él. Pero Zeus cortó el beso.- Vamos, hay que bañarnos.- Lucius se disgustó.
- Podríamos quedarnos aquí hoy, y pasarlo bien.- ronroneó acomodándose en el colchón.
- O podríamos hacer el Amor desenfrenadamente en el baño mientras nos duchamos y nos preparamos para no perder un día de clase.- Malfoy quedó frío.- No? tú te lo pierdes.- Zeus se dirigía al baño con sus cosas, cuando Lucius se despabiló.
- Oye, espérame!- exclamó tomando sus cosas y siguiéndolo.
- Oh, ahora sí quieres.- le dirigió una mirada pícara en tono burlón, al abrir la puerta del baño.
- Claro, no puedo esperar para que me des la espalda.- se adelantó ante un confundido Zeus quien al captar respondió.
- Querrás decir para abrir las piernas ante mí.- cortó Zeus. Malfoy quedó de una pieza. Y Zeus comenzó a desvestirse, observando a Lucius muy disimuladamente. Luego de salir de su estado Hannyaan, Malfoy también se desnudó.- Vaya piernas tan sensuales.- susurró Zeus abriendo el grifo del agua caliente.
- Eso no es nada, pero...- dirige una no-sutil mirada a la entrepierna de Zeus- tu no te quedas nada atrás...- ronroneó acercándose elegantemente al joven para besarlo. Zeus lo tomó por la cintura y clavó su mirada en los ojos grises de Lucius antes de acceder a su acto. Luego lo tomó por las nalgas y lo levantó haciendo que Lucius rodeara su cintura con las piernas mientras se enfrentaban en un apasionado beso. En la ducha, Zeus pegó su cuerpo al del otro slytherin y tras preparación previa, lo penetró suavemente; ambos gozaron de palabras ininteligibles que se mezclaban con las gotas de agua que los acarariciaban y de los murmullos y promesas vanas que decían al oído. En un instante de placer ambos se vinieron con gritos gemelos. Se enjabonaron el uno al otro y luego de limpiarse se dirigieron hacia el aula de clase. Antes de llegar convinieron en que Zeus entraría después para que nadie sobrentendiera nada ni lance comentarios o rumores; se despidieron con un beso y Lucius entró al aula.
Mientras tanto en la torre de los gryffindor, Remus acompañaba a Malta tras objeciones de Sirius y de miradas inquisitivas de Kamus, al aula de clase. Todo ese día, se sentaron juntos sin dar lugar a los celosos de acompañarlos. El día comenzó por la clase de Transformaciones.
- Crees que funcionará?- inquirió el pequeño tratando de Kamus no lea sus labios.
- Sí, por estas instancias es lo único que tenemos. Es posible que sea la respuesta que necesitamos.- respondió arreglándoselas para que no lo escuchara la profesora ni tampoco leyeran sus labios.
- Espero, que esté. Y que pasará si no está o no quiere ayudarnos?
- Tranquilo, Malta, no hay que ser pesimistas ahora que se nos ha presentado una oportunidad. Ya has mandado las cartas?
- Sí, a todas las direcciones. Pero qué tendrá que ver el hecho que esté de vacaciones con mandar cartas a todas sus direcciones estables, creo que no las recibirá...
- Malta...- lo mira severamente.- qué te dije sobre ser pesimistas.
- Lo intentaré, pero no te prometo nada. Es un asunto muy grave y no espero un buen resultado.
- Pues haces muy mal. Deberías tener más fe en esto y todas las posibilidades; o acaso quieres que algo grave le pase a Kamus?
- Claro que no!- negó con fuerza el pequeño.- moriría antes de querer que algo malo le pasara a Kamus.
- Entonces has el favor de tener más fe, si?- respondió Remus comprensivo.
- Sí, está bien.- asintió sonriente. Ambos rieron y la profesora les llamó la atención por conversar cuando explicaba cómo transformar un jarrón en un pavo real. Luego de la clase de transformaciones siguió pociones donde si bien Remus y Malta se la pasaron haciendo la pocion murmurando y escribiendo algo en un pergamino, no quitaron puntos a Gryffindor por eso sino porque Peter puso demasiados escarabajos azules en la posión y terminó con una peluca inglesa del siglo XVII con muchos piojos, que costó 15 puntos por el mal gusto del peinado. Luego en Herbología, Malta trataba de escribir en el pergamino mientras Remus espantaba sin mucho éxito a una planta carnívora, allí obtubo la ayuda de Sirius y ambos la redujeron rápidamente. Después en las clases de Cuidado de Criaturas Mágicas por la tarde, Remus, Malta y el unicornio que les tocó cuidar estaban mirando el pergamino mientras Remus escribía. Y Luego, en la clase de Historia de la Magia, aparentaron muy bien que escribían lo que Binns decía, ya que ambos no dejaban de escribir y de murmurar y de volver a escribir. En la merienda tampoco estuvieron muy comunicativos con sus "olvidados" amantes que los veían desde lejos confundidos y tristes. Por la tarde noche, se dedicaron al pergamino en la biblioteca, de la cual no se fueron hasta que llegó la hora de cerrar para ir a cenar. En la cena siguieron distanciados y eso fue lo que colmó la paciencia de Sirius.
- Oye, Moony, por qué me estás dejando de lado?- inquirió acercándose al joven que estaba murmurando y escribiendo junto con Malta. Remus dió un respingo.
- Eh? ah, Padfoot. Lo siento, de verdad, pero tengo que hacer esto ahora. Por favor no te angusties.- lo tranquilizó. La mirada de Sirius se oscureció.
- Pero qué es eso tan importante para tí que ni Kamus ni yo podemos ayudarlos? Por qué no dejas que te ayude? Crees que no puedo ayudarte?- parecía que Sirius se ponía paranoico.
- No es eso, Sirius.- Moony se levanta y lo abraza.- es que siempre me ayudas mucho y quiero hacer esto por mi cuenta, no siempre Malta y yo podremos depender de ustedes. Debemos aprender a hacer algunas cosas solos, si?
- Ay, Remus. No sé qué tendrá que ver eso con el hecho de que nos están dejando de lado. Te extraño Moony, hoy casi no estubimos juntos, si no fuera por esa planta carnívora...- Sirius se calla al ver la cara de Remus ante su tono de voz, de reclamo y algo de enfado. Remus se sentía culpable en parte y asustado por otra, porque temía que Sirius se hubiera hartado de él en tan solo un día de estar separados. Sirius temía haber herido los sentimientos de su amado, y solo por una estupidez, debería haber sido más comprensivo dada la condición social de Moony ya que no era de juntarse con jóvenes que no sean los Merodeadores, tal vez tenía uno que otro amigo perdido por ahí entre las casas pero sólo cuando se trataba de estudiar o por alguna reunión de equipo con los de Gryffindor.- Moony, ven conmigo.- llevó a Remus a uno de los patios interiores.
- Sirius, yo... lo siento mucho, no quería que pensaras que te descuidaba, solo...
- Shh...- le dijo poniendo un dedo en sus labios.- Es mi culpa por ser tan celoso, no quiero que te contengas de estar con tus amistades por mi culpa...
- Oh, Sirius...- Moony lo miraba con esmero y con Amor.
- Aunque si pudieras dejarme estar contigo cuando te reunes con tus amistades me sentiría mucho mejor - abrazó a Moony y lo besó con suavidad pero sin contenerse para nada, como siempre(¬¬'). Remus respondía amorosamente y luego al separarse fue él quien besó a Padfoot aunque fuera un beso más breve.
- Gracias, Padfoot. Cuando tengamos alguna idea de que este plan está funcionando quiero que estés conmigo, por favor sé paciente hasta que tengamos algún indicio.- pidió abrazando a Sirius y hundiéndose en su pecho al terminar.
- Claro que sí, Moony. Pero solo no me dejes tan alejado de tí. No quiero pensar que quieres apartarte de mí.
- Nunca, jamás quiero separarme de tí.- negó con fuerza, Padfoot lo besa otra vez.
- Bueno, estoy más tranquilo. Pero aún así deberás dormir en mi cama conmigo y pasar todo el día de mañana conmigo.
- Pero hoy es Luna llena, Padfoot. Pero prometo que será así cuando salga de la enfermería.- musitó bajando un poco la mirada. Sirius lo tomó del mentón e hizo que lo viera a los ojos.
- Aún así hoy estaremos juntos , no quiero estar separado de tí hoy.
- Ay, padfoot.- suspiró mirándolo apoyado en el pecho de su amado.
- Qué querías? me siento ignorado ¬¬ - dijo haciéndose el ofendido. Remus le muerde el cuello como regaño.- Mmmm... creo que esa opinión puede cambiar.
- Lo mismo digo.- respondió Remus ruborizado al sentir que Sirius ponía una mano en su trasero mientras con la otra lo abrazaba.- mejor nos contenemos, hoy necesitaremos de toda nuestra energía.
- ;;Awww... Bueno, de todas maneras mañana será mi desquite.- Moony al oírlo se sonroja.
- Padfoot, mañana estaré en la enfermería.- musitó algo desanimado.
- Mañana por la noche, entonces. . O pasado mañana, pero aún así estaré contigo en la enfermería con la capa invisible de James - aclaró Padfoot ante la evidente contra de Moony que no llegó a salir de sus labios.
- Está bien. Te daré el gusto.- le dijo Remus besándolo. Sirius estaba contra una columna y ambos se abrazaban. Remus estaba sobre su pecho, con los ojos cerrados al igual que Sirius, los dos relajados por la respiración del otro, estubieron un tiempo en silencio, abrazados.
- Remus, te Amo tanto... - susurraba Sirius con los ojos aún cerrados y abrazando más fuerte a Moony.
- Oh, Sirius, yo también te Amo. Te Amo con todo mi corazón.- musitó en el pecho de Sirius y también abrazándolo fuertemente.- Yo... nunca podría dejar de Amarte, seré tuyo para toda la vida.
- Remus, yo también soy tuyo, sólo tuyo.- se besaron tiernamente y sonó desde lejos la risa de Peebes que gritaba desde una de las aulas.- Voy a matar a ese maldito poltergeist ¬¬
- ' Jeje... Mejor vayamos a la sala común o nos castigarán de nuevo, y eso que no hemos hecho nada esta vez. Ni una broma, o jugarreta... a por cierto James y tú llevan bastante tiempo sin molestar a Malfoy o a Snape.
- Moony, me sorprendes. Pensé que eras tú el que siempre decía que deberíamos calmarnos y no exagerar con las bromas.- lo mira acusadoramente.
- Ah, si? Pues yo nunca dije eso. De hecho, siempre les digo que no se metan en problemas porque podrían expulsarnos a todos.- le devuelve la mirada y luego suaviza su gesto con una mirada perdidamente enamorada que hace que Sirius se sonroje suavemente al notarlo.
- Remus, si sigues provocándome con tus miradas no habrá Luna Llena que te valga.- susurró besándolo en la mejilla y bajando por su cuello. Remus ahogaba gemidos y apretaba la túnica de Sirius bajo sus dedos. No pudo evitar acariciar el pecho de Padfoot quien reaccionó inmediatamente llevando sus manos donde la espalda de Moony perdía el nombre.
- Ah... Sirius, debemos contenernos.- musitó al escuchar un click que venía de la hebilla de su cinturón.- Ahh... - gimió al sentir una mano aventurándose por debajo de su camisa y otra a punto de aventurarse dentro de su pantalón, pero una voz las detuvo.
- Ejem, ejem... Lupin, creo que ya es hora de que me acompañes...- quien hablaba no era otro que Dumbledore.
- O/O!
- O/O! P-pr-pro-prof... Profesor!- tartamudeaba Remus mientras Sirius se apresuraba a ayudarlo a arreglarse la ropa. Dumbledore reía para sus adentros.
- Jem... Bien, es hora, Remus. Despídete de Sirius.- ofreció Dumbledore, comprensivo. Remus y Sirius se vieron a los ojos y fue como si se hablaran con la mirada.
- Nos veremos luego, Padfoot.- dijo Remus sonriendo, Sirius devolvió el gesto.
- Nos veremos luego, Moony.- lo besó rápidamente y lo dejó marchar junto a Dumbledore. Claro que luego fue en busca de James y de Peter, Los Merodeadores saldrían esa noche...
Malta, mientras tanto, hablaba con Kamus en la sala comun de Gryffindor. Estubieron largo tiempo en silencio, hasta que Malta rompió el silencio.
- Kamus... estás enfadado conmigo?- inquirió quedamente el pequeño, tratando de estarse calmado.
- No.- fue la respuesta cortante que recibió, Malta se sentía cada vez más dolido pero no lo demostraba. No necesitaba hacerlo, Kamus lo sabía, estaba seguro.
- ... Lo... lo lamento... - dijo con la voz entrecortada antes de caer de rodillas con lágrimas en los ojos, pero Kamus lo detubo antes de que llegara al suelo.
- Malta... perdóname, la culpa es mía; debí enterderte.- lo abrazó con dulzura y lo miró a los ojos.- lo siento de verdad, por favor perdóname, Malta... Te Amo...
- También Te Amo, K'.- ambos se besan reconciliándose con mucho Amor.(si es que se habían peleado ¬¬').
- Malta...- Kamus olfatea sensual y delicadamente a Malta lo que hace sonrojar notablemente al pequeño.- ... estás entrando en celo.- Malta asiente tímidamente.
- ...Sí, esta noche.- hace una pausa.- ... Kamus...
- Estoy ardiendo.- lo interrumpe suavemente susurrándole al oído. Malta gime sonoramente al oírlo.
El ruido del retrato moviéndose les impidió seguir adelante, era Sirius que hecho un tornado, entró atropellando cuanto mueble había en su camino.
- Debo buscar... Merodeadores... auch!- musitaba mientras se arrastraba para llegar a las escaleras al tropezarse con uno de los sillones.
- Merodeadores! Sirius los busca!- exclamó Kamus y James, Lily y Peter bajaron de inmediato.
- Sirius qué pasó? Voldemort viene?- bromeó James.
- Ja Ja, que chistoso estás hoy... ahora, debemos ir con Remus Dumbledore ya se lo llevó a Madam Pomfrey ahora deben estar entrando al pasadizo.- explicó ya repuesto y listo para la acción.(ESA todavía no, wait un poco :P).
- Bien, iré por la capa.- dijo James subiendo a buscarla.
- Ustedes vendrán?- inquirió Sirius a Kamus y Malta.
- Sí.- respondió Kamus cortante.
- Y los demás?
- Pronto estarán aquí.- por alguna razón Kamus se transformó en Lupus y se posicionó como aullando sin sonido.
- Qué está haciendo?- preguntó Peter.
- Llamando a los demás.- respondió Malta mirando a su líder y Amor con ensoñación.
- Por qué no emite sonido?- preguntó Sirius curioso.
- Sí lo hace, pero para ustedes es imposible en ese estado, si se transformaran oirían su llamado.- Malta parecía imaginar todo con respecto a Kamus porque no dejaba de verlo mientras explicaba. Primero Sirius y luego Peter se transformaron en el perro negro y la rata respectivamente y pudieron apreciar la belleza de su canto, y por alguna razón Sirius podía entender lo que decía.
- Vengan a mí, vengadores de Gaia. Acérquense y tomen su destino en sus manos. Protejan a la Madre, Helios guiará sus pasos en sus días y Selene en sus noches. Los invoco como Alpha y exijo su presencia. VENGAN SHAMAN SPIRITS!
Terminado el canto, suave y melódico, Sirius y Peter quedaron embelesados con él. Volvieron a su forma humana.
- Eso... fue increíble.- musitó Sirius a la par que Kamus volvía a su forma Homínido.
- Verdad que sí ?- respondió Malta distraídamente. James ya estaba allí y también se había transformado en el ciervo y había escuchado parte del mensaje.
- Fue estupendo.- declaró.
- James! ya era hora! muévanse vámonos! Ouch! Lily por qué me pegas?
- No presiones a Jamesie. ¬¬
- OK. OK, vámonos, no quiero dejar mucho tiempo solo a Remus.- y así salieron por el retrato donde fuera encontraron al resto de los Shaman Spirits... excepto Kenshin...
- Dónde está Kenshin!- Kamus parecía molesto y un viento helado parecía rodearlo, todos podían percibirlo.
- No lo hemos visto.- respondió Amidamaru.
- Búsquenlo, Amidamaru, Zeus. Nosotros iremos adelante. Alcáncennos luego. Será castigado.
- Mmm... me pregunto qué le habrá ocurrido.- musitó Sirius preocupado.
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hola de nuevo, WOW que pasara? chan. bueno, despues de mucho tiempo espero que este chap que estaba en el congelador se sirva calentito... nya nya. bien espero que me hayan tenido fe y aqui esta el fruto de la espera. Un besote para los que siguen ahi.
