Capítulo 4. El hechizo del Cuadrado de las Bahamas.
Ahora sí, el mundo se ha vuelto loco.- murmuró Matsuyama, cuando vio a Marie Schneider muy feliz con Hiroshi Jitto.
Alisse trataba de aguantar la risa, la cual estaba muy cerca de convertirse en hilaridad.
Cálmate, Alisse.- pidió Paola, enojada (aunque no por ella, sino por Schneider y Hana).- No seas tan burlona.
¿A ti no te da risa?.- Alisse no pudo más y rió a carcajadas.- ¡Solo velos, por Dios!
¿Alguien sabe qué es lo que está pasando aquí?.- preguntó Schneider, quien evidentemente aun no estaba conforme con la reciente relación de su hermana.
Es lo que todos quisiéramos saber.- murmuró Genzo.- Están pasando cosas de lo más extrañas...
Y eso era más que evidente, empezando porque el barco no podía moverse de en donde estaba varado.
El capitán de nuestro barco comentó que nunca había visto ese tipo de niebla.- comentó Schneider, llamando la atención de todos los presentes.- Era algo extraño.
¿A qué te refieres?.- quiso saber Ian.
A que la neblina no llegó poco a poco y después se fue, sino que más bien se vio como cuando alguien baja el telón y lo levanta. Como si fuera una neblina muy pesada... .- contestó Hana.- Es difícil de explicar.
¿Ustedes la vieron?.-preguntó Genzo.
Sí. La vimos en el barco y también en el bote que envió nuestro barco como respuesta a la llamada de auxilio que mandaron ustedes.- respondió Karl.
¿Y se puede saber por qué rayos vinieron ustedes en el bote?.- preguntó Paola.- ¿Qué no se supone que estaban en Suiza?
Cambio de planes.- sonrió Schneider, mirando a Hana.- Tuvimos ciertos problemas en Suiza y decidimos mejor cambiar de clima. Marie nos invitó a un crucero y nosotros aceptamos.
¿Y qué problemas tuvieron en Suiza.- preguntó Genzo.
No nos acostumbramos al clima.- rió Hana.- Preferimos el calor tropical...
Paola estaba que se la cargaba el payaso. Tenía muchas ganas de colgar a Schneider del puente de mando y de arrojar a Hana al mar. ¿Qué rayos tenían que andar haciendo esos dos ahí?
Pero eso no explica el por qué llegaron con el bote salvavidas.- insistió Genzo.
Bueno, es que nos enteramos de que éste era el barco en donde ustedes viajaban y decidimos venir.- explicó Hana.- No me costó mucho trabajo el convencer al capitán del barco que nos dejaran venir.
Y a mí no me quedó más remedio que aceptarlos, ya que después se hizo imposible que el bote regresara.- murmuró el capitán Ozhora, algo enojado.
Matsuyama estaba algo pensativo. Parecía que no había escuchado la conversación, pero en realidad había tomado nota de ciertos detalles.
Estás muy pensativo.- comentó Genzo.
¿No te has puesto a pensar que quizás algo o alguien está embrujando este barco?.- respondió Hikaru.
¡Ja! No me digas que crees en fantasmas.- se burló Genzo.
No es eso, pero es evidente que algo raro pasa aquí. Y todo fue después de que el barco se detuvo debido a la neblina.- replicó Hikaru.
Eso es cierto.- comentó Ian.- Ahora recuerdo que Lara me comentó que saldría a ver la neblina. Cuando ella regresó, me dijo que en cubierta se había encontrado a Lily, Misaki y otros tantos que ahora se comportan de manera extraña.
¿Están diciendo que la neblina hechizó a nuestros amigos?.- intervino Alisse.- ¡Por favor, no sean ridículos!
Suena ridículo, es cierto.- dijo Paola.- Pero quizás ya no suene tan loco...
¡Paola!.- exclamó Alisse, incrédula.
¿Qué? Acabo de ver a Hiroshi Jitto abrazando a Marie Schneider y a Kira Kozo besándose con Kaori Matsumoto. Después de ver esto, ya me trago cualquier explicación posible.- respondió Paola, encogiéndose de hombros.
Hay una leyenda que se cuenta mucho por estos rumbos.- intervino en ese momento una joven japonesa de cabello negro y ojos del mismo color.- La Leyenda del Hechizo del Cuadrado de las Bahamas.
Todos los presentes, con excepción del capitán Ozhora que regresó al puesto de mando, voltearon a ver a la joven. Ésta sonrió muy coquetamente a Genzo pero él solo la miró con cierta sorpresa.
¿Cuál leyenda? ¿Y quién es usted?.- preguntó Matsuyama, mirando a la chica.
¿Qué no es una de las edecanes?.- preguntó Urabe, mirándola embobado.
Así es. Me llamo Sakura.- sonrió la chica.- Trabajo en este barco y conozco todas estas islas tan bien como la palma de mi mano. Y por ellas se corre una leyenda...
¿Nos la vas a contar o vas a seguir creándote drama?.- preguntó Alisse.
Se dice que en el Cuadrado de las Bahamas hay un grupo de espíritus de amor que suelen ser muy traviesos.- Sakura miró a Alisse con poco agrado.- Dicen que les gusta embrujar a los barcos que tienen la mala fortuna de pasar por aquí justo a la media noche. Dicen que esos espíritus mandan una neblina que hace que cualquiera que la respire se enamore locamente de aquella persona a la cual detesta, haciendo también que esa persona se olvide de la pareja que haya tenido antes de respirar la niebla.
¿Es broma, no?.- Ian estaba escéptico.
Es solo una leyenda.- Sakura se encogió de hombros.- Pero ayer, justo cuando el crucero entró al Cuadrado a la media noche, la neblina lo cubrió todo y ahora medio mundo se está comportando de una manera extraña.
Es una locura.- aceptó Tsubasa.- Pero eso explicaría muchas cosas...
Él aun tenía en su mano el anillo de compromiso que Sanae le había regresado unas horas antes...
¿Pero qué no más bien, cuando los barcos entran al Cuadrado de las Bahamas, desaparecen?.- inquirió Ishizaki.
Eso es en el Triángulo de las Bermudas.- replicó Alisse, mirando con cara de "hello con tu hello" a su amigo.
Es una idiotez.- dijo Genzo, enojado.- Yo no lo acepto.
Sin embargo, en ese momento llegaron Lily, Ken y Kojiro a callarle la boca a Genzo. Parecía que Ken y Kojiro discutían por algo y Lily solo trataba de detenerlos, aunque era evidente que no le estaba poniendo mucho empeño.
¡Ya te lo dije, ella me ama!.- gritó Ken.
¡Estás loco! ¡Date cuenta de una buena vez que yo soy el hombre de su vida!.- gritó Kojiro.
Más de uno se fue de espaldas al ver esta escena, ya que nunca, jamás, se imaginaron el ver a Kojiro Hyuga y a Ken Wakashimazu peleándose por una mujer. ¡Y menos por Lily!
¿Qué rayos está pasando aquí?.- gimió Hana, sorprendida.
¿Hana?.- al ver a su ex, Ken se detuvo abruptamente. Y por un momento pareció que volvía a ser el mismo.- ¿Qué haces aquí?
Ya ves.- Hana se encogió de hombros.- Cosas de la vida.
Parecía que Ken mantenía una batalla consigo mismo en su interior. Paola se dio cuenta de ello.
Es tu ex.- dijo Paola.- ¿Lo recuerdas?
Claro que lo recuerdo.- murmuró Ken.- Pero ya no me importa. Ahora amo a Lily y ella es mi vida.
Ken.- murmuró Lily, con ojitos de borrego a medio morir.
Por favor.- gruñó Genzo, enojado.
Lily no es tu amor.- replicó Hyuga, molesto también.- Entiende que no hay mejor pareja para ella que yo.
Ken y Kojiro volvieron a discutir. Lily nuevamente intentó detenerlos. Sakura aprovechó y se acercó a Genzo.
Hola.- dijo.- ¿Eres Genzo Wakabayashi, verdad? Solo quería decirte que soy una gran fan tuya.
Gracias.- masculló Genzo, acostumbrado a este tipo de comentarios.
Lamento mucho lo de tu novia.- Sakura esbozó una sonrisita de complicidad.- Pero creo que ella no te merece. Mírala nada más, provocando a dos compañeros tuyos de la Selección. ¡Y en tu cara! De verdad, yo creo que hay chicas que no te tratarían así... Te tratarían como el rey que eres.
No sé qué esté pasando, pero si de verdad estamos bajo la influencia de algún hechizo, encontraré la manera de romperlo.- replicó Genzo.- Voy a recuperar a Lily a como de lugar.
Y sin decir nada más, Genzo se marchó. Sakura sonrió con maldad. Ella sabía cómo se podía romper el hechizo, de acuerdo a la leyenda, pero prefirió guardarse esa información. A ella le convenía que Genzo estuviera separado de su novia.
Vaya que te tocó la peor parte, compañero.- le comentó Karl a Genzo.- No sabía que tu novia también había resultado afectada por la niebla.
Ésas son idioteces.- replicó Genzo.- No creo que la causante de todo haya sido esa estúpida niebla. Porque en todo caso ustedes también la vieron y no salieron afectados.
No, pero nosotros no la vimos directamente.- reconoció Schneider.- De hecho, ahora que lo recuerdo, la única que "respiró" la niebla fue Marie. Los demás decidimos mantenernos ocultos debido al frío que hacía...
Aun así Genzo se negaba a aceptar la verdad. Algo le había pasado a Lily que había hecho que ella "se enamorara" de Ken. A Genzo no le importaba la razón, lo único que le preocupaba era cómo recuperar a la mujer a la que amaba.
No puedo creerlo.- murmuró Alisse.- ¿Entonces una estúpida neblina hizo que Tarito se enamorara de Maki?
¿Recuerdas que ayer Lily nos dijo que nos levantáramos a verla?.- inquirió Paola, pensativa.- Quizás a nosotras también nos hubiese afectado...
¿Y de quién nos hubiésemos enamorado nosotras?
No sé... Quizás tú te hubieses podido enamorar de Ishizaki... .- murmuró Paola.
¡Oye! En ese caso, tú te hubieses enamorado de Tsubasa.- replicó Alisse.
¡Por Dios, no?.- exclamó Paola.- ¡Primero perro!
Alisse soltó la carcajada. Ella sabía perfectamente bien que Paola detestaba a Tsubasa Ozhora. Como el sol ya estaba en todo lo alto, muchos pasajeros decidieron aprovecharlo mientras el barco volvía a andar. Taro apareció muy agarradito de la mano de Maki, quien lo miraba con embeleso.
¿Quieres tomar el sol, Maki-chan?.- preguntó Taro, suavemente.- ¿O prefieres nada un rato?
Lo que tú quieras, Tarito.- contestó Maki, sonriente.- Lo que sea, con tal de estar a tu lado.
Lo que sea, con tal de estar a tu lado.- arremedó Alisse, enojada.- Ese par de... Maldito Taro.
¿Y él qué culpa tiene?.- replicó Paola.- Si está embrujado.
Claro. Solo con un embrujo él se hubiese fijado en ella...
No es para tanto...
Lily y Ken reaparecieron también, esta vez sin Hyuga persiguiéndolos. Ella llevaba puesto un bikini azul con blanco y un lindo pareo floreado y transparente.
Vamos a nadar.- sugirió Lily.- Tengo muchas ganas de darme un buen chapuzón.
Como quieras, preciosa.- aceptó Ken.
Como quieras, preciosa.- arremedó Paola.- Idiota.
¿Celosa?.- Alisse miró a Paola con burla.
Cállate, Farfán.- gruñó Paola.
Genzo y Paola le aventaban a Lily y a Ken ojos de pistola. Ishizaki miró a uno y luego a otro y no puedo evitar hacer el comentario.
La verdad, creo que Lily y Ken hacen buena pareja.- comentó Ryo, divertido.- Ambos son parecidos. Ken es caballeroso, buena onda, gentil, generalmente tranquilo... Y Lily es toda una dama, también muy agradable y de buen carácter.
Cállate, Ishizaki.- gritaron Paola y Genzo al unísono.- Nadie te preguntó.
Con quien definitivamente no hace pareja es con Hyuga.- comentó Matsuyama.- Lily y él son demasiado contrarios.
Ya dejen de decir idioteces.- los cortó Genzo.- Lily es solo mía. Ella nació para amarme a mí y nada más.
Uhh, qué presumido.- exclamó Alisse, divertida.
"No me importa lo que me cueste", pensó Genzo. "Lily, tú volverás a ser mía".
Tsubasa miró con tristeza cómo Sanae se paseaba por la cubierta del brazo de Santana. Éste se veía de lo más feliz, parecía incluso un dulce cachorrito, contraste evidente con el chico frío e indiferente que había sido hasta entonces.
Te amo, Carlos.- murmuró Sanae, mirando a Santana a los ojos.
Y yo a ti, mi querida japonesita.- respondió Santana, besando dulcemente a Sanae.
Si me faltaba algo para convencerme de que estamos bajo un embrujo, ya con esto no me queda duda.- comentó Genzo, viendo a la pareja.- Tenemos que hacer algo.
Todos los que lo escucharon estuvieron de acuerdo.
Notas:
Bueno, pues espero que este fic sea más cortito. A lo mucho quince capítulos, quizás lo tenga listo en diez.
La pareja de Kaori Matsumoto y Kira Kozo se me había ocurrido hace mucho tiempo en Cancún. Incluso la usé en un fic comunitario que inició Yun en el foro de CT (y que por cierto, ese fic está abandonado).
