Hola! Una aventura de fic. Lo que creo será uno de los más largos que he de escribir. Ok, como que tengo ganas de hacer una gran mezcla de personajes. Los que muchas veces olvidamos que son importantes. Como Jin y esos. Itsuki y yomi. Talvez no tenga mucho tinte yaoi, pero juro que al final lo será! Solo sepan que es una búsqueda desesperada por Hiei de encontrar a kurama.
Espero reviews! Me animarán a seguir con esto.
Y bueno…. Creo que es todo. Por ahora… -
Él lo sabía. Tendría que emprender nueva misión. Pelear de nueva cuanta en pro del ningenkai y para mantener el control aparente que Yusuke había logrado durante el torneo de unificación del Makai.
Kurama se tumbó en su cama, descansando un poco antes de partir al sitio. Su traje de batalla blanco haciendo magnífico contraste con las sabanas rojas de la cama. Pasó una mano por su cabello, llevándolo para atrás.
Le enfurecía el hecho de combatir otra vez con ese grupo de youkai en especial.
Tenían historia. Un grupo de rebeldes que habían intentado varias veces asentar un nuevo régimen en el makai. Persuadiendo a otros mas a abandonar sus deberes, y unirse a ellos para ser los dueños de youkais más débiles.
Inútiles intentos por asesinar a los antiguos reyes del makai. Y al nuevo regente único escogido por medio del torneo. Por corto tiempo claro… Pero los rebeldes no esperarían hasta el siguiente torneo. El tiempo apremiaba y mientras el Reiki se mantuviera a cierta distancia no había tiempo por derrochar.
Yomi y Mukuro habían sido los primeros en resentir esa ambición. Una carta había sido hallada en el castillo de Gandara amenazando la seguridad de yomi y Shura. La siguiente noche habían sido visitados por un nutrido grupo de youkai entre clase Ay B. Fácil de controlas para todos los ahí presentes y nada de preocuparse.
Pero había algo extraño…. ¿Enviar un grupo de youkai de clase A y B para matar a Yomi? Deberían de saber que hacía falta más que eso para hacerlo… Pero Kurama haciendo uso de toda su maldita astucia de youko había anticipado los movimientos del grupo rebelde. Solicitó la ayuda de lis ahí presentes. En insistió en dirigirse al castillo de Mukuro… le siguieron Yusuke, Jin ,Hiei, Touya y otros mas.
No se resistieron y al llegar a la nave de Mukuro, la rodearon. Encontraron cuatro youkai de clase S en el sitio dispuestos a darle muerte a Mukuro , y al verse rodeados y sus planes arruinados emprendieron retirada. Lanzando amenazas al aire.
"Van a arrepentirse!"
"¡Sabrán de mí, malditos!"
"Youko. Es la última que te aguanto!"
"¡No serían nada sin ese maldito youko traidor!"
La situación no pasó a mayores. Y por algún tiempo se hablaba de una supuesta pelea entre ellos que había desembocado el la separación del grupo.
Hasta el día de ayer. En que a las puertas del reiki llegó una anormal nota. Amenazando la calma del ningenkai. Exigiendo la presencia del tantei completo, de lo contrario arremeterían en contra de los humanos y en especial los mas cercanos a ellos." ¿Suponen que atacaremos sin garantías? Sabemos de sus puntos débiles .La patética novia del hijo de Raizen, la koorime y la madre del youko. Aún sabiendo que mas que nada hemos retado su orgullo y por eso no faltarán, no podemos hacernos de una garantía. Asistan y nada les pasará … falten, y aténganse a las consecuencias."
El hecho que dudaran de su integridad era aún mas molesto. Una táctica sicológica. Eran astutos. No eran enemigos comunes, y lo peor era la poca información que tenían sobre ellos, sus habilidades y poderes.
Escuchó un golpecito en la ventana que interrumpió su concentración. Giró sonriendo, sabía que era Hiei.
Se había hecho costumbre, Hiei le iba a ver antes de las misiones. Algunas veces para relajarse antes de pelear, y otras mas para analizar y hablar de batallas.
Hiei entró de golpe. Frunció el ceño ante Kurama que lo recibía con una sonrisa.
Hola, Hiei¿listo para irnos?
Hn, Siempre lo estoy. Pero…- señaló extrañado y torciendo una ligera sonrisa , la fina línea de la boca de kurama dejando ver su felicidad con una sonrisa - …Parece que tu no estas en condiciones de pelear. Kurama, reírse como idiota en el campo de batalla nunca es bueno.
Pero no estoy en el campo de batalla. Estoy en mi casa con tigo.
¿Te crees muy listo?
… ¿Tu que crees¿Qué soy listo?
Creo que eres un zorro estúpido.
Que más da.
Kurama caminó a su escritorio acomodando algunos instrumentos ningen. Ojeando una libreta y marcando rápidamente algunas páginas.
¿Qué haces? – preguntó Hiei exasperado – No es hora de hacer tareas ningen.
Hizo a un lado a Kurama y tomó el libro que ojeaba tan feliz mente. En el venían garabateadas unas recetas. Con sus respectivas ilustraciones. Confuso cerró el libro y leyó la portada " Comida Francesa"
¿Qué es esto, zorro?
Dame eso –El youko le arrebató el libro a Hiei, sacudiéndolo un poco – Era una sorpresa.
Una sorpresa? Cada día te entiendo menos, kurama.
Ahh si? Pues era una sorpresa para ti.
¿Para él? Kurama había actuado así últimamente. Demasiado amable y eso. Pero no terminaba de aclararse como o porque no acababa de molestarle…A él nunca le gustó que lo trataran así. Nunca lo habían tratado así… pero kurama…
Quería prepararte un poco de comida extranjera, Hiei. Lo único que has probado han sido platillos japoneses. Creí que sería un buen cambio.
No necesito de nada- Dijo esforzando una mirada furiosa. Pero era imposible enojarse con el youko.
Entonces kurama arrojó el libro a la cama. Puso ambas manos en los hombros de Hiei, para mirarlo fijamente a los ojos.
Hiei se sintió algo extraño, pero decidió ignorarlo y enfocar su atención en eso que kurama iba a decirle.
Se que no necesitas de esto, Hiei, pero si no lo hago¿Cómo se supone que voy a matar tiempo? Sabes, me gusta hacer estas cosas por ti... –sonrió encantadoramente antes de terminar de hablar para Hiei - ...amigo.
Se mantuvieron en silencio un momento. Hiei analizando lo dicho por kurama y el zorro esperando una reacción del Youkai.
Vamos a irnos ya? No quiero que piensen que soy un cobarde. – gruñó Hiei.
El youko suspiró resignado, no importaba lo que hiciere, Hiei era un insensible.
Si, claro... andando entonces.
OX OX OX OX OX OX OX OX
Eran alrededor de las cinco pm en el reloj de Yusuke. En el makai, la antigua hora a la que Raizen solía hacer temblar el sitio con sus estruendos. El tempo exacto que habían acordado el duelo.
Ya estaban algunos presentes. Yusuke y Kuwabara tuvieron que abandonar a Yukina y Keiko en el templo de Genkai, jurando que no irían a otro lugar que no fuese la tienda y que regresarían en unos segundos.
Koenma había escapado del grupo de La Fuerza de Defensa del Mundo Espiritual que se encargaba de vigilarlo.
Van a matarnos, Urameshi – Dijo kuwabara, su voz extrañamente temerosa.
¿ Acaso tienes miedo kuwabara?
¡No hablaba de ellos! Me refiero a Yukina y a Keiko. Cuando sepan que vinimos a pelear y que las engañamos, van a enfadarse.
Eso es lo de menos – Alegó Koenma, husmeando en la lejanía- No te matarán, si mueres aquí primero.
De que hablas, idiota¡Kazuma Kuwabara, el hombre no morirá nunca. Pelearé hasta acabar con todas esas sabandijas.
A los sujetos como tu no se les puede llamar hombres – Burló el jaganashi, que venía llegando con kurama – Mas bien eres un simio, así que cuídate la espalda.
El sigilo y la calma con la que venían... no habían notado su presencia.
¿Qué dijiste, enano?
Lo que me viene en gana.
Cállense ahora mismo o los arrojaré por ese acantilado – Amenazó yusuke, señalando el profundo abismo a sus espaldas.
Grande, se le veía venir desde kilómetros de distancia solo para perderse en el horizonte. Oscuro como boca de lobo. Esa clase de relieves eran comunes en el Makai.
Kurama miró a su alrededor. No bahía señales de ellos.
Has tenido señales de Akhenaton y su banda- Tendía a analizar las situaciones, instinto de youko y nada más.
Para nada, Kurama. Tengo mas de seis horas aquí esperando y han pasado siquiera.
¿Cuánto tiempo? – La voz de yusuke era casi como un taladro en medio de aquel silencio – Oye, sabía que tenías algún tiempo antes que nosotros, pero eso es ridículo.
¿ Y que esperabas! No soy tan descuidado como tu... además... – koenma bajó la mirada avergonzado y balbuceando -... Tenía que escapar de papá y tomé la primera oportunidad.
Hijo de papi. – Masculló yusuke, fue perfectamente escudado por kuwabara y ambos estallaron en risas.
Pero estas no duraron demasiado.
Detectaron la presencia de seis individuos. Entre ellos el ki de Akhenaton. Acompañado por otros sujetos a los cuales ya habían identificado como Takai y Sukotsu, conocidos por su crueldad y fuerza.
Están aquí...
En un abrir y cerrar de ojos, todos se encontraron cara a cara.
El mas alto, Takai, de cabellera larga y azul hasta los hombros, llamó a yusuke con un dedo .El mazoku salió del grupo , clavándole la mirada.
¿Qué quieren¿Y porque nos han citado?
Tranquilo, Urameshi. Además es una pregunta estúpida es que hacen – Respondió Takai, observando sus uñas altaneramente- ¿No es obvio? Trata de adivinar, detective.
Hn, quieren matarnos. ¿Acaso no lo vez? –Habló Hiei.
Takai calló, guardando algo para sí. Su mirada se encontró con la de Akhenaton, una confirmación silenciosa.
Pues bien, no son cobardes. No hay razón para hacer esto mas largo. Los vamos a matar...
¡Eso lo dudo!
Yusuke se abalanzó sobre Takai. Se aseguraría de hacerlo callar para siempre. Un simple movimiento que desató toda una cadena de ataques. El tantei como los rebeldes chocaron entre sí.
Hiei desenvainó su katana. El pálido acero chocando precariamente contra este otro que luchaba con un chacram
¿Te han dicho que eres el peor espadachín del mundo?.
Eso escuché una vez, solo por que me decidí a escuchar lo que mi adversario tenía por decirme antes de darle una muerte rápida.
Pronto Yusuke y Takai se alejaron dando golpes. El tantei golpeó fuertemente al youkai, haciéndolo chocar contra una montaña a unos metros de él. Una columna de humo apareció, uniendo el cielo con la tierra de una aterradora forma. Los golpes y sus ondas expansivas viajaron por toda la zona de batalla.
Koenma y Kuwabara acorralado por dos de ellos. Viéndose obligados a pelear espalda con espalda. Apenas pudiendo evitar los golpes que les atestaban combinados. Demasiado para ellos, tenían que hacer ago o acabarían muertos.
Algo de lo que no proporcionarían a esos demonios sería la dicha de verlos muertos.
El mero pensamiento le animaba, y alimentaba sus movimientos. Adecuándose al ritmo, una vez descubierto, resultaba fácil acoplarse y anticiparlo.
La batalla se desarrollaba satisfactoriamente, favor del Reikai Tantei. Análisis rápido por parte de kurama antes de centrar su atención en el youkai que tenía al frente. No había apartado ni un segundo la vista del youko, sabiendo que a la mas mínima oportunidad podría atacarlo.
No podía fallar... no cuando hay un plan por perpetuar.
No fallaré... de lo contrario, tu castigo terminarían dándomelo a mi.
¿Qué?
Sukotsu se movió rápido, haciendo zigzag al acercarse a Kurama. Estúpida idea. Mas que confundirlo le proporcionada una clara idea de donde se encontraba.
Kurama llamó su arma, sujetando el mortal látigo por cada extremo.
Sus movimientos eran demasiado mecánicos. Aún si Sukotsu no supiese lo que hacía su forma de pelear era demasiado obvia. Y predecible. " Estoy siendo paranoico" Pensó en una centésima de segundo, decidiendo a dar el golpe de una vez a su adversario.
Pero..."¿...Donde está Akhenaton?..." No estaba por ningún lado...¡No estaba! Y sabía perfectamente que él no era de esos youkai que huían de una batalla.
"¡Una trampa"
De nada ya le servía. En el preciso momento en que dio el golpe a Sukotsu , este corrió en su búsqueda, tomándolo entre las manos. Impidiéndole a Kurama hacer movimiento alguno.
Te tengo...- Susurró una profunda vos a sus espaldas.
Lo siguiente que pudo sentir fue a Akhenaton tomarlo por la espalda. Un brazo en su cuello impidiéndole tanto como respirar o moverse, llevándolo de un salto al acantilado a sus espaldas.
¡Kurama!
Hiei había visto todo aquello. Y tampoco pudo anticipar sus movimientos. Demasiado elaborados.
Quería moverse. Llegar hasta ahí. Desahogar todo el rencor y furia que e repente le tomaron. Pero fue acorralado por su atacante, limitándole solo a verles caer. Kurama y Akhenaton al vacío...
Le perdió de vista. En cámara lenta. Cada forcejeo del zorro resultaba terriblemente doloroso... molesto.
El ki de kurama...- Murmuró desconcertado.
Desapareció de repente.
Retírense¡Ha quedado hecho!- Gritó Sukotsu, desasiéndose del látigo que le había lastimado.
Pero que demo... no pensaran escapar...
Hiei intentó acabar con su lucha, pero su adversario de rió de él... de su debilidad.
Con un solo golpe, ya sin reprimir su poder golpeó a Hiei. Haciéndolo chocar y empotrarse en el suelo.
Vamonos.
¡Cobardes¡¿a dónde van! REGRESEN!
Déjalos ir Kuwabara, no es el momento – Yusuke regresó alarmado- ¿Dónde está Kurama?
Yusuke, también lo sentiste...?-Balbuceó koenma. Tratando de mantener el aliento.
...No pudo esfumarse...¡Es ilógico!
Hiei logró salir de bajo de las rocas. El golpe lo había dejado mareado, todo le daba vueltas terriblemente...Pero tenía algo en la cabeza. Kurama...
No sentía su youki por ningún lado.
Tambaleándose consiguió llegar al acantilado.
Maldita sea, no había nada...
Kurama...¡Kurama, respóndeme, idiota! –Hiei gritaba a la oscuridad, a la nada. Mareado, cayó de rodillas.
No lo sentiste, Hiei – le preguntó yusuke - ¿O debería decir...¿No te das cuenta de su ausencia?
El ki de kurama no esta¡Mierda, kurama está...!
Ni siquiera lo pienses, grandísimo idiota...Kurama no moriría tan fácilmente... no. –Repetía Hiei – No así...
P-pero... ¡no hay otra explicación! –recalcó kuwabara- ¡Kurama esta...!
¡Cállate! Escúchame bien Kurama no esta muerto...No.
Hiei ya no sabía para quien estaban dirigidas esas palabras, si para el resto de esos idiotas, o para sí mismo. ¿Estaría engañando a su mente? De vivir en la mentira. Sin la presencia de kurama no quedaban muchas explicaciones, y no podía ser otra que la muerte...
Pero había algo, un sentimiento al que los humanos llamaban esperanza... o talvez su instinto indicándole que...
Kurama está vivo.. Lo sé.
¡Y ahora que le voy a decir a su madre¡¿Que su hijo murió en batalla¡Dios, Koenma dime algo!
No hay problema con eso, por que kurama está vivo – escrutó Hiei. Su voz terriblemente convencida de ello que sostenía tan firmemente.
Que tontería. Hiei había sido afectado por ello, pensó Yusuke, aunque también, el algún lugar de su subconsciente también así lo deseaba,... que kurama estuviese con vida. Aunque no fuese mas que un patético intento por ahogar su dolor.
Y voy a encontrarlo...-Repetía Hiei casi en trance mientras se incorporaba lentamente- Lo llevaré arrastrando a su patética casa ningen antes que su madre, Shiori de cuenta de su ausencia.
La seguridad con la que hablaba dejó callados a Yusuke y Kuwabara. Una parte de ellos también lo deseaba, pero la otra... era realista. Kurama estaba muerto y no había nada que pudiesen hacer al respecto, pero les resultaba decírselo a Hiei. No sería fácil aceptar su muerte..y menos para él. Que llevaban mas tiempo de conocerse, por que eran tan similares y contrarios a la vez, porque no sabían como o porque eran tan unidos el uno con el otro.
El Jaganashi tomó la katana que se hallaba tirada en el suelo, guardándola prontamente en su funda. No perdería mas tiempo con esos ningen. Tenía que encontrar a ese zorro estúpido. Tal vez podría librarse de ese molesto sentimiento que le tomo con su ausencia ... la incertidumbre.
A donde vas Hiei? –Cuestionó Yusuke. Al ver a Hiei dirigirse al filo del acantilado.
Eso no te incumbe.
¡Hiei, no lo vez! 1Es inútil¡El ya no está con vida¡Kurama está...!
Cierra la boca, Kuwabara. – Le interrumpió koenma, colocando su mano derecha adelante de kuwabara.
Lo último que necesitaban en ese momento era una riña. Y por la expresión en el rostro de Hiei, eso podría darse e cualquier momento.
No era un buen momento para nadie.
Voy a iniciar un búsqueda. Encontraremos a kurama. No pudo ir demasiado lejos. Y si su youki es bajo, será mas difícil encontrarlo.
¿Qué insinúas, koenma?
Buscaremos a kurama. Y fin de la discusión.
Kuwabara iba a protestar, pero Yusuke negó con la cabeza. No había razón para pelear.
Iré por ayuda...- Ideó yusuke. De cierto modo albergando algo de esperanza para sí – Llamaré a algunos amigos...
Voy con tigo, Urameshi.
...Hiei, tu vas a ...-No pudo terminar, pues Hiei saltó al acantilado.
Obviamente el primer sitio al que iría a buscar sería ahí. Una señal de que Hiei ya había iniciado su búsqueda, sin perder tiempo alguno.
Lo único que deseaban era encontrarlo con bien. Herido o como fuese...Aceleraron el paso, pues koenma los había dejado atrás.
Koenma, dime...¿Estas seguro de que encontraremos a kurama?- Una pregunta que Yusuke no pudo contener confinada en su garganta. – Te conozco... y se lo que piensas.
L-lo sabes?
Si
La verdad no lo sá. De cualquier forma... no sería una búsqueda inútil...
Insinúas que de menos debemos hallar su cuerpo ¿No?
Exacto... lo merece.
Estoy arto de todo esto¿No tiene final esta pelea por el poder? Y ahora mis amigos se ven envueltos en ella...
Es el camino que elegimos – Kuwabara trató de consolar a yusuke- Y así va a ser hasta el final...
Por que era su deber. Lo que habían aceptado desde un principio. La muerte si venía,.
¿Dónde pedirás ayuda? –Preguntó Kuwabara.
Era obvio que el Reiki no intervendría en esto. De esperarse por la desobediencia de Koenma al seguir en contacto intimo con aquellos a los que llamaban 'de alto riesgo'.
Iré a Gandara. Yomi ayudará.
Será lo mejor...-Cabeceó kuwabara – Que nadie mas se entere. Podría ser una buena oportunidad para otros grupos para atacar.
Koenma se detuvo en seco, y se giró para ver a Yusuke y Kuwabara, Ahora había inseguridad en él.
Y recuerden, sea cual sea el resultado, no cuestionen los motivos de la búsqueda. Y mucho menos frente a Hiei...¿De acuerdo?
La respuesta fue afirmativa. Asintiendo con la cabeza.
Se aferraron a esa idea. Fuese cual fuese el resultado, no titubearían. Y no descansarían hasta encontrarlo... por que le hallarían, se repetían a sí mismos.
OX OX OX OX OX OX OX OX OX OX OX
Hiei iba bajando rápido. De salto en salto, de roca en roca hasta el fondo. Sin rastros de kurama.
Simplemente no podía ser. Era como su simplemente se hubiese esfumado o la tierra lo hubiese tragado.
Percibió el olor a agua, y el timpante sonido de esta. En el fondo había un poderoso río correr de norte a sur. Si kurama hubiese caído en este, pudo haber sido arrastrado por la corriente.
Un poco d esperanza. Lejanas y vagas posibilidades. Y su kurama estaba herido, había que encontrarlo lo mas rápido posible.
Algo a la orilla del río atrajo su atención.
Una mancha... no, un objeto color rojizo. Cauto se acercó hasta ahí, sintiendo latir dolorosamente su corazón en el pecho a medida que se aproximaba y denotaba que era aquello.
La rosa de kurama...
Estaba ahí, tirada a mitad de la nada. Esa que había utilizado como arma, ahora no siendo mas que una ordinaria rosa roja. Del mismo color de cabello de kurama. Y es peculiar combinación de colores... idéntica a los verdes ojos y cabello rojo del zorro...Abrumadora la semejanza. Y resultaba algo escalofriante y reconfortante a la vez el mero pensamiento.
Pero no, no era el momento para detenerse en pequeñeces como esas.
Tenía que buscarlo. Tal vez devolverle esa patética rosa suya, y reír con él. Burlarse de ello. Deseando que en un futuro no muy lejano pudiese echárselo en cara y bromear a su costa... cambiando los papeles,
Lo encontraría, se repetía a sí mismo. Le devolvería esa patética roja suya. Y habría de recuperar eso que el zorro le arrebató con su ausencia. ... La calma.
Cauto, guardó la rosa en su tónica, cuidando no marchitarla. La devolvería en excelentes condiciones.
El cause del río era largo... sería mejor darse prisa.
O x O x O x O x O x O x O
Ahhh! Kurama donde esta! Bueno, eso solo lo sé yo... y cierto youkai.
Aquí el primer capitulo de my fic!
Que lo disfruten. Y... si pueden dejen apoyo. Me gusta
Sayonara. (Dark Side Storis)
