Todos los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi
"Unidos por una venganza"
Capitulo I "Pieza Clave"
1.00am en la casa de campo de la familia Higurashi. La casa estaba casi vacía ya que el Sr. Higurashi estaba en una elegante fiesta de una familia amiga en compañía de su mujer y su hijo Sota de 17 años, además sus cuatro hijos más pequeños se habían quedado en su casa en la ciudad en compañía de la nana Kaede y el abuelo. Pero la casa estaba casi vacía porque en una gran y elegante, pero no menos juvenil, pieza se encontraba una joven de 20 años sobre su cama viendo un hermoso vestido finamente bordado. Ese vestido estaba destinado para que lo ocupara en la fiesta a la que había sido invitada pero ella decidió que esa noche no iba a salir, se quedaría en su casa en compañía del silencio... tal ves eso era lo que necesitaba porque a pesar de todo sentía un vació, uno no muy grande pero vació al fin y al cabo, sentía que a pesar de todo lo que tenia nada era verdaderamente suyo, nada de lo que había en esa pieza se lo había ganado con esfuerzo. Por primera vez en su vida quería estar sola, quería hacer algo en su vida, algo que tal vez le diera algo de trascendencia a su vida.
Decidió pararse de su cama y observar las paredes de su habitación. Estaban llenas de cuadros que combinaban en forma perfecta con las telas de su cama, cortinas y sillón. Siguió caminando y se topo con sus fotos, las de sus amigas todas sonriendo y con caras chistosas, en diferentes poses y en diferentes partes del mundo como Europa y el Caribe. En la fiesta de graduación con su novio de toda la vida Hoyo y con una linda sonrisa en su rostro demostrando lo feliz que estaba de terminar esa etapa de su vida, también había otra en donde salía con sus amigas en esa misma fiesta todas con hermosos y elegantes vestidos, todos por supuesto de famosos diseñadores ya que entre todas sus fotografías se podia notar que esa joven había crecido en un ambiente privilegiado, todas sus amigas y amigos eran hijos de exitosos empresarios, políticos y altos ejecutivos de las más importantes empresas de Japón. Todas ellas habían llevado una vida similar sin mayores preocupaciones aparte de las fiestas, viajes, arte, fiestas de gala a la cual asistían con sus padres para presentarse como la próxima generación que guiaría al país en algunos años mas, y actividades benéficas que realizaban en el Country Club para ayudar a los mas necesitados.
Siguio recorriendo su habitación hasta que llego a su gran ventana, se sento para poder ver las estrellar y ver si su mente podía despejarse un poco. Pensó en todo, su papa, su mama, sus hermanos, sus amigos, su nana Kaede, su abuelito, que iba a hacer ahora en su vida, en los viajes que tenia planeado hacer, quería ir a Londres pero no quería ir sola, queria ir con el hombre de su vida, un hombre que solo pensara en ella, pero talvez para eso faltaba mucho.
De repente todos su pensamientos fueron interrumpidos por unas sombras que se escondian entre los arbustos y grandes árboles que habían en el gran jardín de la casa. Pero no se asusto seguramente eran los hijos de los campesinos que vivian en el campo de su familia. Pero eso le dio una idea... se le ocurrió salir a pasear por el campo, estaba segura que no le iba a pasar nada porque todos aya la conocían desde que nacio, así que no iba a haber ningún problema si salía a dar un pequeño paseo.
Salió de su casa y siguió uno de los tantos caminos hasta que llego a un lugar en donde habían algunos autos de los que usaban para las cosas del campo y donde había una bodega. Se quedo ahí dando vueltas recordando su infancia cuado salia a jugar con sus primos a la escondida y ella se iba a esa bodega para que nadie la encontrara ya que era casi imposible abrir el gran portón pues tenia su truquito y aparte de los trabajadores del campo ella era la única que podía abrirla.
Pero un gran estruendo como de tablas cayéndose la sacaron de su trance. Lo único que se le ocurrió hacer fue esconderse detrás se unos arbustos.
De repente saliron tres hombres, uno de ellos era sostenido con sus brazos atrás por otro hombre mientras el otro estaba enfrente de ellos en una actitud amenazadora.
-Maldito! Me vas a pagar todo lo que le has hecho a mi familia! Te lo juro- decia el que era sujeto por un hombre no muy alto pero si robusto.
-No me hagas reír Inuyasha... tu no puedes hacer nada, estas solo y sin ni un peso, bueno como siempre a sido porque eres un muerto de hambre- Decía el hombre mas alto mientras le pegaba patadas al que había nombrado como Inuyasha.
-Te juro que me voy a vengar, por todo lo que me has hecho- Dijo Inuyasha.
-Señor, porque no lo matamos ahora mismo- Dijo el hombre robusto.
-No, no, hay que dejarlo sufrir-
La joven no podia creer lo que estaba escuchando, iban a matar a ese hombre? Pero como? Y porque estaban en su casa?. Ella nunca los había visto, pero no podia quedarse con los brazos cruzados, pero tampoco sabia como ayudar a ese hombre, tenia que hacer algo... los perros, si eso los soltaria y si se les ocurria hacerle algo ellos los atacarian y podrían alertar a la gente de los alrededores, además ella los había criado desde que nacieron asi que la conocían bien y no iban a hacer nada que ella no les dijera. Asi que solto a los perros y fue hasta donde se encontraban los tres hombres que estaban peleando afuera de la bodega.
-Naraku! MALDITO! Esto no se va a quedar asi... eso te lo juro- Dijo Inuyasha mientras trataba de safarse del hombre.
-Ya te lo dije una vez, no me importa si tengo que matar a todos los que se crucen en mi camino para conseguir lo que quiero, y tu no vas a ser la excepción.
¿Quién anda ahí- Dijo la joven gritando para que pudieran escuchar los tres individuos.
-Alejate de aquí- grito desesperado Inuyasha.
-Por supuesto que no me ire! Esta es mi casa y ustedes son unos completos desconocidos! Tengo derecho a saber quienes son- Dijo la joven bastante molesta por la respuesta que le dio Inuyasha cuando lo unico que ella queria era ayudarlo.
-Vaya, vaya, vaya... miren a quien tenemos aquí- Dijo Naraku con un aire bastante burlón- La niña de la casa, la señorita Higurashi-
-Acaso lo conozco- dijo la joven bastante asustada.
-Por supuesto que si, bueno a ti no personalmente... pero si a tu padre, a Himura Higurashi, un gran hombre de negocios, como no conocerlo-
-Me podría decir su nombre por favor- Dijo casi desesperándose.
-Claro, mi nombre es Naraku- dijo haciendo una reverencia- Y que no se te olvide porque de ahora en adelante lo escucharas muy seguido-
Al escuchar esas palabras sintio como que algo se le revolvía en el estomago.
-Señor, que vamos a ser con este muchachito- Dijo el que parecia que era un empleado de Naraku
-Bueno sueltalo ya nos ocuparemos de él, ahora vamonos!
-Si- acto seguido el hombre se fue tras Naraku dejando en el suelo a un herido Inuyasha.
La joven estaba preocupada, no sabia que hacer, nunca lo había visto pero no podia dejarlo ahí tirado.
-Como te sientes- Dijo mientras trataba de tocar una de las herida que tenia Inuyasha en la cara.
-No te preocupes, yo ya me voy- le dijo mientras daba vuelta su cara para evitar que la chica lo tocara.
La estaba desesperando ese hombre, ella no unico que trataba era ayudarlo y el le respondia de esa forma tan hostil. Pero ella no se iba a rendir, ella le iba a curar esas heridas aunque tuviera que morir en el intento.
-No! Tu te vas conmigo a mi casa, ahí te voy a curar las heridas y te vas a recostar hasta que estas sanen completamente.
-Quien te has creido niña tonta! Yo no soy un muñeco para que juegues al doctor-
-Yo no soy una niña tonta ESTUPIDO! Tengo nombre, mi nombre es Kagome, Kagome Higurashi...- dijo mientras le tendia la mano en señal de saludo.
El respondio de mala gana pero le llamo la atención que la niña que lo había salvado de Naraku era la hija mayor de Himura Higurashi. Había escuchado y leído tanto sobre él en sus investigaciones, sabia que tenia muchas casas tanto en la ciudad, como en el campo y en las playas mas exclusivas del país, también sabia que tenia 6 hijos; tres niñas y tres niños, pero solo uno de sus hijos era mayor de edad y heredero directo de las industrias Higurashi. Por lo tanto si algo le llegase a pasar a Himura, Kagome se convertiría en una pieza clave de su venganza...
