TÍTULO: TORMENTA DE VERANO

CAPÍTULO NÚMERO SEIS: "Hechizo de amor"

Hola a todos! Siento mucho haber tardado tantísimo! Pero he estado de exámenes (y estoy, por desgracia) y entre semana no tengo tiempo de escribir, los findes no estoy en casa… bueno, de todo un poco!

Bueno, pues voy a contestaros a los reviews: - )

:Just-my-soul hola! Muxas gracias por tu review! Cómo te llamas? Pues nada, me alegro mogollón de que te guste mi historia! Espero que te guste este cap (donde se aclaran un poco las cositas) y me digas qué te ha parecido, ok? Besos!

Monik: neni! K tal? Kuanto time! Y en el msn tmpoko ablamos kasi… :-s wen, pues si, tu imagintae k es harry y proa, pork si no… y k es de tu vida? Komo van tus super fics? Pues nada wapi me alegro d k sigas leyendo mi historia y a ver si un dia hablamos un ratillo, ok? Bexitos!

Mayra Potter: hola! Pues gracias x tu rev! Aki se explica todo, no te preocupes! Jejeje yo tb, yo tb… esk imaginatelo… uuuuf, no, no.. k me entra calor! Weno, wapa besitos y hasta pronto!

Pájaro-de-fuego: wapisimaaa! Muxas gracias x el rev! Jejeje esk…. Mmmm! Jajajaja k tal van tus fics? Triunfando, no? Venga neni, muxas beistos y k te vaya dluxe!

Boni: musas gracias por el rev! Ya me pasrae por tu fic kuando tenga un ratito vale? Y espero k te guste este cap! Besis lokilla!

SraMalfoy: yaaaa! Weno, no te preocupes k ahora todo se aclarará un pokitooo jejejeje siento la tardanza pero… jeje besis!

Meiling.animorphs: lokiii! Estas como una kabra, eh? No te preocupes k ahora puedes aclararte las dosis wapi! Wenooooo espero k te guste y ya me cuentas k te ha parecido!

EROL HAKURA: graciaaaaaas! Muxisimas gracias por tu review, de verdad, me alegró muxo! Tuve k sonreir mientras lo leia ya ablaremos ok? Muxooos besos!

Sorry a los d+.. pero no tengo mas time para escribir! En el proximo os respondo a todo, ok? MUXAS GRACIAS DE TODAS FORMAS! ----OKM----

Durante los ínfimos ocho minutos que duró el trayecto, nadie pronunció palabra. Era extraño. ¿Por qué no nos habían encontrado antes si la isla ni tan siquiera se encontraba fuera del lago de los terrenos del Castillo? No podía entenderlo, era ilógico. Habíamos estado perdidos casi una semana en un islote del lago… ¿por qué nadie conocía la existencia de esa isla y por qué habíamos ido a parar a ella si el día que habíamos salido de excursión habíamos travesado, incluso, agua salada? Nada tenía explicación, pero en seguida íbamos a conocerla.

La lancha paró en la orilla del lago. Eran cerca de las once de la mañana, por lo tanto, todos los alumnos estaban en clase. Lo preferí así, sino todos hubiesen venido corriendo a preguntarnos dónde habíamos estado, qué nos había pasado… Era reconfortante volver a Hogwarts, el que era mi verdadero hogar. Por otra parte, me entristecía no seguir estando con Draco en la isla. Esa había sido una experiencia que nunca iba a olvidar.

Al pisar el suelo sentí ganas de hacer lo mismo que hacía el Papa Juan Pablo II, que en paz descanse, y besarlo. Pero me retuve; tampoco era para tanto.

Hagrid nos informó de que Dumbledore nos esperaba en su despacho a las doce del medio día, que mientras nos ducháramos y aseáramos. Tenía ganas de quitarme ya el bikini y lavarme con champú y gel, cepillarme el pelo y los dientes, echarme crema corporal… todas las faltas de higiene que había tenido durante la estancia en la "Isla Pasión". Hagrid se fue hacia su cabaña y Filch después de maldecidnos, a hacer sus tareas. De nuevo nos quedamos Draco y yo a solas. Pero esto era distinto, ya no estábamos solos en la isla, sino que en el Castillo.

Pues bien, Granger, ya se ha acabado todo. – me dijo el rubio, con el pelo enmarañado en la cara; yo debía estar igual.

Sí, menos mal. Ya no tendremos que compartir nada más en esta vida… - la verdad, no quería dejar de recibir los besos espontáneos de Draco, aunque no era amor lo que sentía por él, pero sí una fuerte atracción física.

Bueno… hemos compartido muchas cosas ¿no, Granger?

Más de las que me hubiese gustado… - le dije yo, todavía en penitencia por no recordar el maravilloso momento que debía de haber sido mi sexo con Draco.

Ya, ya… ves a ducharte, que buena falta te hace.

Lo mismo digo… ahora nos veremos de nuevo… - le dije yo, intentando poner una cara falsa de decepción provocada.

Pues sí… parece que no nos vayan a dejar estar el uno sin el otro en la vida… - continuó él.

Eso no lo digas ni en broma. – y me giré y me fui.

Abrí el portón de la entrada principal del Castillo. Olía a civilización, a muros de piedra, a limpio… De pronto, me choqué con Nick Casi Decapitado. Iba a toda prisa, persiguiendo al Poltergeist que le había hecho alguna trastada.

¡Señorita Granger¡Usted de nuevo aquí! – me saludó, enormemente sorprendido.

Sí, Sir Casi Decapitado. He regresado. – le dije yo, como si fuera una heroína de guerra que después de veinte años vuelve a su pueblo.

Pero vaya pintas trae usted… - ¿tan mal estaba? – pues creo que se ha montado una buena por todo esto del señorito Malfoy y usted… ahora no tengo tiempo, se lo explicaría, pero tengo que alcanzar al mal nacido de Peeves.

Salió volando y corrí hasta mi habitación. Las chicas tenían todo desordenado, como de costumbre. Unos tacones por aquí, un sujetador encima de la mesita de noche, unas sudaderas por el suelo… peor, incluso, que "Isla Pasión".

Entré en el cuarto de baño, pulcro e higiénico. Preparé mis cosas para darme una buena ducha, con triple acción de jabón. Toallas blancas y limpias, un váter… lujos de los cuales no había podido disfrutar durante una semana.

Al notar que el agua limpia mojaba mi cara, tuve que sonreír. Después de enjabonarme el pelo, echarme acondicionador y mascarilla y frotarme perfectamente la piel, salí y me enrollé con una toalla muy larga. Me sequé el pelo, lo cepillé, me lavé los dientes, me puse crema corporal y… ¡ropa también limpia! No tenía ganas de ponerme de punta en blanco, por lo que opté por unos bermudas color salmón y una camiseta de tirantes color beige. Unas sandalinas de hebilla y el pelo suelto; muy sencilla. Me rocié con mi colonia de Ralph Lauren Cool, mi preferida. (N/A: sorry por la chorrada… pero es que… me encanta!) Y me encaminé al despacho de Dumbledore. Todavía faltaban cinco minutos para las doce, pero Draco, el profesor Snape, la profesora McGonagall y el señor Dumbledore ya estaban allí.

Buenos días. – dije al entrar. Siempre me había dado mucho corte entrar en un lugar la última… pero así es la vida.

Buenos días, Hermione. ¡Me alegro mucho de verte! – me dijo el director, mientras me daba un apretón de manos.

Igualmente, profesor.

La misma acción se repitió con todos los integrantes de la sala, exceptuando a Draco, que ni hacía tanto tiempo que lo veía, ni me apetecía para nada saludarle.

Me senté al lado del rubio, eso sí, junto a la mesa. Los dos profesores estaban de pie y Dumbledore sobre su silla amplia de piel.

Bueno y¿qué tal en la isla? – preguntó finalmente el director.

¿Que qué tal? – dijo sorprendido el que estaba a mi lado. - ¡Pues cómo va a ir¡Fatal¡Estuvimos cinco días en una isla desierta y nadie vino a buscarnos¡Y ahora resulta que esa pequeña islita estaba en el lago de Hogwarts¡Es digno de una película…!

Tranquilízate, Malfoy. – Dijo Snape – Todo eso tiene una explicación…

Pues estamos deseando conocerla, señor. – le dije yo al del pelo graso.

Entiendo vuestro disgusto… sabemos cómo os habéis sentido durante estos días, pero quiero explicaros la razón por la cual habéis estado en "La Isla de los Enamorados".

¿"La Isla de los Enamorados"¡Lo que faltaba…! – comentó Draco, que no podía estarse quieto en su asiento.

¿Te vas a callar o no, Malfoy? – le espetó la profesora, a la que apenas había escuchado desde mi llegada. Draco calló.

Gracias, Minerva. Pues bien. Sí, se llama "La Isla de los Enamorados" y ahora entenderéis por qué. Hace cerca de 400 años, vivió una mujer llamada Elizabeth Merlin. Era una bruja tremendamente bella: piel delicada y color marfil, facciones perfectas, cabellos color caldera, una figura increíble… era envidiada por todas las brujas de Inglaterra. Vivía con su familia en una pequeña isla que sólo ellos habitaban, una islita muy cerca de aquí. Sí, era familia de Merlín, si es lo que os estáis preguntando. Elizabeth siempre fue muy feliz, pero cuando ella tenía alrededor de 30 años sus hijos y su marido fueron asesinados por unos magos del Lado Oscuro y a ella la raptaron. Fue maltratada durante mucho tiempo; los magos del Lado Oscuro se aprovecharon de su belleza. Y bien, fue en este Castillo donde fue mantenida en cautividad. En concreto, en un torreón de acceso prohibido. Desde allí intentó hacer magia con su mente, ya que le habían robado la varita, para liberarse. Pero no hubo manera y vivió aquí más de 30 años encerrada. Antes de morir, echó un maleficio sobre todas las personas que habitasen este Castillo. La maldición consistía en acabar con el amor y la felicidad del Mundo, pero si cada 25 años dos personas que se odiasen a muerte se enamoraban, el Mundo continuaría lleno de amor otros 25 años, hasta la siguiente Tormenta de Verano que permitiese a esa pareja encontrar el amor.

Bien… y¿qué pintamos nosotros en todo esto? – pregunté yo, que no acababa de entenderlo del todo.

Vosotros habéis sido los elegidos por el espíritu de amor de Elizabeth para continuar con la maldición.

¿Se supone que nos tenemos que enamorar? – preguntó Draco, que ya ponía el ceño fruncido.

Sí, y así impediréis que la leyenda se cumpla. – concluyó McGonagall.

Je, je, je… esto debe de ser una broma, Malfoy… - le dije aguantándome las lágrimas.

No es ninguna broma, señorita Granger. Han sido ustedes dos los elegidos para impedirlo. – continuó Snape, con su voz fría y lejana.

¡Pero cómo vamos a enamorarnos nosotros¡Si eso es imposible! – exclamó Draco, completamente desquiciado, como yo. Sí, vale, nos habíamos acostado juntos, pero de ahí a querernos… ¡ iug !

Malfoy lleva razón… es imposible que nos enamoremos, señores… somos Draco Malfoy y Hermione Granger… antónimo de "enamorados"… ¡es ilógico!

¿Qué es ilógico, señorita¿Por qué se creen ustedes que fueron los únicos en perderse durante la tormenta y todos los demás se salvaron¿Por qué se creen que vivieron solos en la isla durante cinco días¿Por qué se creen ustedes que no pudimos encontrarles, siendo como era que la isla estaba en nuestro propio lago¿Hay algo de ilógico aquí, teniendo en cuenta la leyenda? – el profesor Dumbledore formuló estas preguntas casi sin respirar, levantándose cada vez más de su asiento y poniendo cara de mosqueo.

Pues… ¿qué tal si nos responde usted a las preguntas? Es para que así tengamos las cosas más claras, porque si no… - sugirió Draco, cruzando los brazos.

De acuerdo. A ver… cómo hago esto para que no les resulte tan extraño… Bien… voy a tutearos ya, que me estoy cansando. Pues os perdisteis sólo vosotros dos porque estabais destinados a hacerlo; vivisteis solos en la isla porque la maldición dice que el amor de la pareja que salve a la humanidad de la crueldad y el odio, manteniendo vivo el amor, debe de notar las primeras llamas de la pasión en la misma isla donde vivió Elizabeth con su familia; no pudimos encontrarles porque esta isla sólo aparece seis días cada 25 años para que dicha pareja conviva allí y nadie pueda encontrarlos; por mucho que se busque, aunque se esté en esos momentos en la propia isla, sólo la pareja destinada puede verla…

Disculpe, y entonces ¿cómo nos encontraron Hagrid y el bedel? – pregunté yo, que comenzaba a entender esto de la historia, aunque no me agradaba.

Sólo cuando la pareja está dispuesta a pasar al siguiente nivel, es decir, este nivel, pueden ser encontrados por alguien… - explicó el director, que volvía a estar más sereno. - ¿Queréis hablar un minuto a solas? – nos miramos y asentimos con la cabeza. Nos dieron permiso y abandonamos el despacho.

Joder, Granger… ¡la que nos ha caído! La puta esta de la Elizabeth… ¡qué ganas de joder¡Mierda, mierda, mierda! – estaba completamente desquiciado y, si no se lo llego a impedir, se hubiese dado cabezazos contra la pared.

Ya lo sé, Malfoy, pero algo habrá que hacer. ¿Les preguntamos cuáles serían las consecuencias? Quizá, en el fondo, no sea tan importante como lo cuentan…

Volvimos a entrar al despacho.

Las consecuencias… pues, sencillamente, hasta que vosotros dos no os enamoréis, toda la gente del planeta estará sin amor alguno, ni compasión, ni cariño, ni felicidad… vamos, que acabaríais con el Mundo al completo. – explicó tranquilamente Dumbledore, mientras acariciaba a su Fénix nuevo. – Debéis conseguirlo, no importa cuánto tardéis en hacerlo… para las demás personas, el tiempo será como si no pasara… únicamente las cinco personas que estamos en estos precisos instantes aquí, sabremos lo que está pasando. Quizá nos tiremos aquí todo el verano, eso ya depende de vosotros…

Draco y yo nos miramos, mudos, sabiendo que teníamos sobre nuestros hombros el futuro de la humanidad muggle y mágica. En definitiva, tuvimos que aceptar. A mi me encantaba besar los carnosos labios de Malfoy, pero no entendía por qué debíamos enamorarnos.

Pues entonces¿cómo sabremos cuándo estamos enamorados? Porque yo ahora puedo decirle a Hermione que la quiero y punto, a ver si me entiende…

No será tan fácil, señor Malfoy… no. Ahora Hermione no se puede acordar de nada. Bueno, no ahora, si no mañana mismo por la mañana. Le tenemos que hacer un lavado de memoria y usted tendrá que enamorarla hasta tal punto que su amor sea tan fuerte como para mantener en vida todo el demás del Mundo… y sabrán que están enamorados cuando, una noche, por casualidades de la vida, aparezcan en el torreón prohibido y pasen cinco estrellas fugaces, una por cada día que pasaron en la isla.

Pero a ver… a mí no me hace ni pizca de gracia perder mi memoria… ¿qué voy a olvidar exactamente? – pregunté algo preocupada.

Pues sólo desde el día de la tormenta de verano hasta hoy cuando te duermas, pero luego, cuando os enamoréis, la recuperarás toda. – explicó Snape, que sería el encargado de preparar la poción que me hiciese olvidarlo todo.

Vale y… ¿los demás¿A los demás qué les decimos? – preguntó Draco, ya de pie, deseoso de abandonar el despacho.

Por los demás compañeros no os preocupéis… ellos no recuerdan nada desde lo del día anterior a la excursión. Para ellos ahora está transcurriendo el mismo día, no se puede haber dado cuenta de que faltabais ni nada por el estilo. – explicó McGonagall, que también iba a abandonar el despacho del director.

De todas maneras… no tenemos que estar toda la vida "enamorados"… vamos, que cuando todo vuelva a la normalidad y Hermione recupere la memoria todo volverá a ser como antes¿verdad? – preguntó el rubio, que tenía náuseas sólo de pensar en toda aquella historia.

Eso depende de ustedes, señorito Malfoy… - hubo una larga pausa en el despacho; yo ya no sabía qué pensar – entonces, todo claro… cuando, quiera, profesor…

Pues bien, señorita Granger – dijo la fría voz del más oscuro de los del cuarto – tómate esta porción – y me dio un frasquito transparente con una pócima rosada – antes de dormir…

Y bien, todos ustedes pueden irse… yo tengo que darle unos cuidaditos a mi pajarito de fuego. ¡Mucha suerte a todos!

Dejamos el despacho y cada uno fue por su lado, menos Draco y yo.

Bien, Granger¿me dices qué cosas te suelen enamorar a ti? Es para saber cómo te puedo enamorar más rápido…

Pues… no sé, supongo que un chico que me haga sufrir un poco… si lo tengo todo el día encima me agobia, vamos que me dé una de cal y otra de arena… ahora me hablas y haces que se me caiga la baba y al día siguiente pasas de todo… ¿sabes? – Él asintió – bastante romántico, que me acaricie sin que me lo espere, que me toque mucho la espalda y el pelo con suavidad…

Vale y ahora¿de aspecto? Vamos, forma de vestir, de peinarse…

Me parece muy gracioso estar hablando de esto contigo…

No te vayas por las ramas¿vale? Que no hay casi tiempo… - el chico se lo había tomado muy en serio.

Pues mira, el pelo así en plan los mechones larguitos, pero no melena, alocado, con barbita de unos días… ¡pero que no pinche! Que huela muy bien… las orejas y los dientes tienen que estar limpios porque si no… ¡iiiiug! – Y puse cara de asco – y no te crujas los dedos¿ok? Y forma de vestir… pues sencillo: vaqueros no muy pegados, sudaderas y camisetas chulas… como vistes vas muy bien… además, llevamos túnicas…

Y… ¿a la hora de besarte? Es que… es para que las cosas vayan más rápido…

Eso sí que no, Draco… todo tiene un límite… ¡algo tendrás que currarte!

¡Tú sólo quieres hacerme pasar asco, Granger¡No piensas en la maldición… sólo piensas en divertirte y en besarme y todo…! - sus palabras me llegaron al alma. ¿Qué se creía ese niño, que me gustaba tanto como para perder la cabeza por él¡Y una mierda!

¡Pero qué dices, niño¡Yo no pienso en besarte ni mucho menos… es más, si no olvidase todo esto mañana por la mañana, te juro que me impondría a enamorarme de ti¡Es imposible enamorarse de una persona sin escrúpulos y, y… y como tú¡Prefiero que se acabe el amor del mundo antes que besar de nuevo tus repugnantes labios de serpiente rastrera!

A ver si continuas pensando lo mismo cuando saque mis armas de Don Juan…

Juas, juas… pues nada Malfoy, "que la suerte te acompañe"… - me giré y me dirigí a mi habitación.

Ya tumbada en la cama, medité sobre todas las cosas que habían pasado: que precisamente hubiese una tormenta de verano el día de la excursión, que Draco y yo nos perdiésemos, todo lo demás… ¡lo malo es que no me acordaba! Aunque, quizá, que yo no recordase nada tenía que ver con la leyenda… ya aclararía las cosas con Malfoy en unos días; porque, no debía ser tan complicado encontrar el amor… Ya me estaba planteando demasiados dilemas. Necesitaba olvidar demasiadas cosas; cogí el frasquito con la pócima y la bebí de un sorbo: era dulce y afrutada, como el amor. (N/A: ais, q xuli) Y cerré los ojos y dormí; mañana sería otro día y, para ser sinceros, también una nueva vida.

Weno, weno... komo ha cambiado la vida de estos dos! qué os ha parecido? os lo esperabais? algun comentario... ya sabeis me dajeis un review cuando tengais un segundo k me alegra el dia! besoooosss!