Capítulo 2: Save me...

O:o:o:O:o:o:O FLASHBACK O:o:o:O:o:o:O

Sentía crujir cada hueso de su cuerpo. Creía estarse rompiendo poco a poco. Gritaba, pero eso no le aliviaba el dolor que le producían...

Las risas a su alrededor no hacían mas que incrementar la sensación de impotencia.

Y sentía su vida pender de un hilo...

O aún peor, de la decisión de aquellos que se habían convertido en sus torturadores...

"¿Duele, no?"

El dolor se había detenido milagrosamente. Abrió sus ojos lentamente. La oscuridad se lo facilitó. Se encontró con un par de ojos envueltos en una túnica negra.

Su boca se abrió para decir algo, pero lo único que pudo escupir fue sangre. El mortífago sonrió complacido.

Ginny creyó que sus fuerzas la abandonaban. Estaba completamente dominada por un frío inmenso que le colapsaba la mente. Sus ropas estaban rasgadas y se hallaba en una mazmorra rodeada de mortífagos dispuestos a asesinarla...

Y torturarla hasta volverla loca...

"Nunca debiste escuchar eso..." Observó al hombre que tenía frente a ella. Estaba en cuclillas, para mirarla a los ojos.

"Mátame" Suplicó ella al tiempo que una lágrima se resbalaba por su mejilla. El hombre dejó de sonreír. Ella pudo notar una sombra en su rostro que se asemejaba a la piedad.

¿Podría estar sintiendo compasión por ella?

No.

"Pero si te matara no sería divertido..."

Los otros dos mortífagos rieron. Y ella supo que su tortura continuaría... nadie vendría a rescatarla...

Ni siquiera él...

O:o:o:O:o:o:O FIN FLASHBACK O:o:o:O:o:o:O

Ginny despertó agitada. No podía moverse ni gritar... pero aún podía soñar. Y los recuerdos de aquella terrible noche la asechaban como un cazador a su presa.

Tenía tantas preguntas en su cabeza... preguntas que nadie podría escuchar... ni contestar...

Sentía un fino hilo de sudor que le recorría el cuerpo. El miedo mezclado con el dolor físico la atormentaban cada instante de su penosa existencia.

Y sin embargo, su rostro se iluminó. Porque recordó aquella noche en la que él había venido a verla. Draco había ido a pedirle perdón... ¿Por qué? Eso no lo sabía. Ella quería saber...

Quería entender...

Había creído que él la había traicionado.. había pensado que la había vendido... pero él había estado la noche anterior con ella para explicarle que no había sido así.

¿Podría ser por amor?

Eso era lo que temía... el no poder abrir su mente y saber si realmente la quería...

O se sentía culpable...

Pero quería creer que si él había ido a verla... habría de ser por algo. Y lo había visto llorar... por ella... Sí, él tenía que sentir algo. ¿Por qué otra razón un Malfoy lloraría por una Weasley?

Se ilusionó al pensar en esa posibilidad.

Tal vez, después de todo, él sí la amaba...

O:o:o:O:o:o:O FLASHBACK O:o:o:O:o:o:O

"No lo hagas" Ginny apenas levantó la cabeza para mirar al recién llegado. Sus brazos se hallaban a los costados de su cuerpo maltratado que imploraba piedad, su rostro empapado en sudor, y las heridas que sangraban sin cesar.

Y sin embargo, al oír su voz, su cabeza dio un giro para encontrarse con aquellos ojos grises que tanto amaba... pero al hacerlo no vio a Draco...

Vio al mortífago...

"¿Qué dijiste?" Preguntó furioso el hombre que minutos antes había estado a punto de utilizar el hechizo mortal en ella.

A Ginny la atacó un súbito sentimiento de esperanza. Pensó que él la rescataría... se la llevaría de aquel horrible lugar, mataría a sus carceleros y se escaparían juntos para vivir su historia de amor.

Pero nada de eso sucedió...

Draco se adelantó unos pasos hacia adelante. Estaba desarmado. Y no parecía temerle a nada.

Ni a nadie...

"No la mates. Queremos dar el ejemplo ¿O no? Cuando la vean en este estado, sabrán que no deben jugar con fuego"

Ella sintió morir a su alma. ¿Había oído bien¿Acaso ella era un simple ejemplo?

Tuvo el impulso de dejar de respirar y no darle el gusto. Quiso morir. Pero no pudo.

Él no la dejó.

"No podemos dejarla viva. Si habla..."

"No lo hará. Mírala... no le queda mucho tiempo... el suficiente para que la vean agonizar y aprendan" Señaló a Ginny que difícilmente mantenía sus ojos abiertos.

Mirándolo.

Las lágrimas amenazaban con derramarse. Pero ella quería conservar aquel último rastro de dignidad que le quedaba.

"Muy bien. Vámonos. ¿Piensas venir, Malfoy?" Dijo el mortífago al ver a su compañero acercarse al cuerpo inerte de la chica.

"Sí... claro..." Y fijando su mirada en la de ella por unos instantes más, desapareció.

Y Ginny se quedó sola...

O:o:o:O:o:o:O FIN FLASHBACK O:o:o:O:o.o:O

Ella lo observó entrar. Parecía abatido. Tan fuerte que se hacía... y ahora daba la sensación de estar derrotado. Quiso preguntarle qué le pasaba... cuando se dio cuenta que él estaba así por ella.

Harry se acercó. Inclinó su mano para tocar la de ella, pero la alejó. Ginny se preguntó por que todos tocaban sus manos...pero su mente se fijó en él nuevamente.

"Tienes que ponerte bien, Gin... tienes que ser fuerte..."

Ella ya había escuchado esa frase un centenar de veces. Parecía un disco rayado... y lo peor era no poder decirles que ya había entendido el concepto.

Hizo fuerza. Se concentró. Puso su mente en blanco. Intentó dormir...

Pero no pudo moverse. Ni siquiera un dedo... o un mísero pestañear.

Nada.

Se sentía una planta. Pero la diferencia estaba en que ella tenía que vivir como si fuera una muerta, sintiendo, y escuchando a los demás lamentarse por ella...

"Nunca creí que esto pudiese pasar..." Harry se había sentado en la silla que estaba al lado de la cama. Escondió su rostro en sus manos. Ginny cerró los ojos. No quería verlo así... la imagen de Draco llorando por ella se le venía a la mente...

Y no quería pasar por eso otra vez.

"Todo esto es mi culpa... si hubiese escuchado a Ron hubiera sabido que aún eras muy joven..."

La furia se apoderó de ella. Y un sentimiento de culpa siguió a ese primer arrebato.

¿Y si tenía razón?

¿Y si todo aquello había pasado porque ella aún era una adolescente que soñaba con su príncipe azul?

Tal vez todo era su culpa.

Ni de Ron...

Ni de Harry...

Todo había sido su culpa...

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La noche había caído en el hospital. Ya hacía dos semanas que se encontraba en aquella cama y los médicos creían que ya no tenía posibilidades de recuperarse. El tiempo pasaba y ella lo sentía terriblemente lento.

Lo sentía en su cuerpo.

Draco no había vuelto a aparecer desde aquella primer noche... y le dolía pensar en él a cada momento.

Había intentado hablar... pero las palabras parecían haberse ido lejos de su mente. Sus ojos y sus oídos eran lo único que le daba una conexión con los demás.

Se sentía agotada por tener que seguir viviendo...

Fue cuando él regresó.

Con horror fijó su mirada en su cabeza despeinada y algo sucia. Le sangraba una herida que cruzaba una de sus cejas. Deseó con todas sus fuerzas levantarse para ayudarlo... para preguntarle qué le había ocurrido...

Pero su cuerpo se obstinaba en seguir en aquella cama...

Draco traspasó la ventana y depositó un ramo de rosas negras y rojas en una mesilla. Ginny quiso voltear su cabeza y olerlas... recordar el aroma de esas flores que tanto le gustaban regalar a él.

"Yo sé que me escuchas" Susurró arrodillándose y clavando sus ojos en los de ella. Ginny sintió a su corazón latir muy fuerte.

"Y sé que podrás levantarte de esa cama..."

Le sonrió. Se acercó a ella y la besó. Ginny supo entonces que nada era tan fuerte como lo que estaba sintiendo por él en ese momento. Estuvieron largo rato así, hasta que él emitió un leve quejido de dolor.

Poco a poco se apartó.

"No te preocupes por esto" Dijo, señalando la herida que poseía en la cabeza.

"Deberías ver como quedaron los que te hicieron esto..." Sonrió satisfecho.

Ginny se paralizó. Su mente comenzó a maquinar cualquier cantidad de escenas en las que Draco se vengaba de esos tres demonios que la habían dejado en aquella cama.

Su pecho se llenó de alegría. Esa era la prueba de que él verdaderamente la amaba. Quiso matarlo a preguntas... quiso saber si ahora estaba libre de ser un mortífago...

Y todo se oscureció...

Y el miedo adormecido momentáneamente por aquella repentina felicidad, volvió a surgir. Si ahora era un traidor a Voldemort... entonces corría peligro...

¿Qué había hecho?

No importaba lo que lo había motivado a hacerlo... no importaba cuanto ella lo necesitara...

No tenía que arriesgar hasta su propia vida por ella.

Un súbito dolor se instaló en su cuerpo. Sintió que sus pulmones se quejaban por la falta de aire. Su corazón disminuía su pulso. Creyó que la habitación comenzaba a dar vueltas al igual que su cabeza.

Su mente se blanqueó.

Sus ojos fijos en él, pronto se cerraron.

Lo último que escuchó fue un débil "Te amo"...

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