ENCUENTRO INESPERADO
Hermione detallo al hombre que tenia frente a ella. Era muy atractivo, con un porte elegante y muy varonil, pero sin duda alguna aquellos cabellos platinados, esa pálida piel y ese rostro puntiagudo solo podían pertenecer a una sola persona: Draco Malfoy.
Draco por su parte había quedado inmóvil. Se fijo detenidamente en la hermosa y joven mujer que había surgido del departamento número 30, del tercer piso, del edificio "Long Winner", ubicado en la sexta calle, como lo especificaba la dirección que se repetía mentalmente en ese instante, la misma que Vicent había anotado. Sin embargo una enorme duda lo embargo, aquellos rizados cabellos castaños, esa piel morena, y esa expresión de suficiencia solo podían pertenecer a alguien: Hermione Granger.
Permanecieron el silencio varios minutos, analizando la situación, ya que no podían creerlo. Seguro se estaban confundiendo de persona y formándose un juicio apresurado.
Pero sus instintos le confirmaron que estaban realmente frente a quien sospechaban.
-¿Malfoy?... pregunto Hermione sin poder contenerse.
-¿Granger?... pregunto Draco asombrado al escuchar el timbre de su voz.
Ya no quedaba ninguna duda.
-Estas vivo... fue lo único que atino a decir Hermione mientras lo miraba de arriba abajo.
Draco se sintió muy incomodo, y con una mueca de disgusto dijo
-Me equivoque... no es a ti a quien busco
Se dio la vuelta para alejarse, mientras Ella mantenía su mirada sobre él por un instante, para luego cerrar la puerta.
Aun no salía de su asombro, porque al igual que todos los miembros de la comunidad mágica, creía que el heredero de los Malfoy estaba muerto, por no haber cumplido el encargo de Voldemort. Pero no, él estaba vivo y bien vivo. De pronto la curiosidad por saber a quien buscaba la domino, pero al recordar que el Gigoló ya debía haber llegado se olvido del rubio.
Draco regreso sobre sus pasos. Leyó de nuevo la dirección que Vicent le había anotado. Y si, efectivamente estaba en el lugar correcto. Se volvió a detener frente al departamento número 30. Entonces una idea surgió en su mente, muy improbable, pero tenia que corroborarla. Volvió a tocar el timbre.
Hermione dejo caer la tasa de café que se había servido para tratar de calmar sus nervios. Casi corrió hasta la puerta. Tomo aire y la abrió nuevamente.
-Otra vez tu...y ahora...¿qué quieres?... pregunto Hermione con fastidio.
-No creas que es para mi muy agradable volver a verte... dijo Draco ofensivo... pero busco a alguien... y me preguntaba si tu vives con alguna tía... o prima...
-¿Qué pretendes Malfoy?... yo vivo aquí sola... dijo Hermione molesta.
Un escalofrió recorrió la espalda de Draco. Analizando rápidamente las probabilidades de un mal entendido, tragó con fuerza y pregunto con cautela
-Granger... ¿Estas esperando alguna visita en especial...?
Hermione lo miro con furia. ¿qué se creía ese mago de pacotilla?. No solo aparecía de pronto, de la nada, sino que venia haciéndole estúpidas preguntas.
-No tengo tiempo para atenderte... así que por favor márchate... le ordeno mientras comenzaba a cerrar la puerta.
-Contrataste un Gigoló Muggle para que te acompañe por una semana... pregunto Draco con un dejo de preocupación en su voz., antes de que la puerta le impactara en el rostro.
Draco noto que la puerta había quedado a medio cerrar, coloco su mano sobre el picaporte y la empujo, encontrándose a una Hermione lívida, ya que un vació en el estomago le había provocado un leve mareo.
-"¿Cómo sabe Malfoy eso?", pensó ella asustada.
Draco por su parte ya no necesitaba mas información.
La idea de degollar a Vicent, que había surgido en su mente cuando éste lo había comprometido a una desconocida, estaba cobrando nuevamente forma en su mente
Pero luego reconoció que la culpa era solo suya por no haber preguntado el nombre de la cliente.
Hermione noto el cambio de expresión en el rostro del rubio, fue solo en ese momento que comenzó a atar cabos y la verdad cayo sobre ella. Se llevo una mano a la boca para reprimir un grito.
¿Draco Malfoy era el Gigoló Muggle que ella había contratado?
No. Por supuesto que no. Semejante idea era inaudita. Inverosímil. Estúpida. Impensable. Tan probable como que los elefantes pudieran volar.
-Veo que la idea no ha sido de tu agrado Granger... dijo Draco tratando de ordenar sus ideas... te aseguro que yo no estoy para nada emocionado... por el contrario me desagrada sobremanera.
Hermione dio un respingo.
-No se de que me hablas Malfoy... yo no he contratado a nadie... mintió desesperada en un intento por imaginar que aquello era una pesadilla... te has equivocado...
Draco la miro con recelo. Aquello ciertamente podía ser una equivocación, una esperanzadora equivocación.
-Además tu no puedes ser un Gigoló Muggle... continuo ella en su afán de negarse tal posibilidad... tu eres un mago... un Malfoy... un estúpido e increido Hurón... el mas detestable Slytherin que halla estudiado en Hogwart...
-Suficiente... no mas halagos... que me vas a hacer sonrojar... le interrumpió Draco con frialdad...
Hermione respiraba con dificultad, se sentía muy nerviosa por la forma en que Draco la miraba, al descubrir en sus ojos que ya no había duda alguna.
En efecto, él era el hombre que esperaba.
-Granger estoy perdiendo un tiempo valiosísimo por tu culpa... dime de una maldita vez si hiciste una llamada al "Paraíso de Adonis", el lunes en horas de la tarde, contratando por un cuarto de millón de Euros, la compañía de un Gigoló por una semana completa... le exigió Draco.
Hermione se sintió de nuevo mareada. Pero no estaba dispuesta a permitir que el rubio le gritara y menos en su casa. Sacando fuerzas le grito también
-Y qué si así fuera...
-Tienes que estar muy desesperada Granger... pagar un cuarto de millón de Euros, por los favores de un hombre... dijo Draco en un intento por ofenderla, mientras trataba de asimilar la idea de estar por una semana en compañía de aquella bruja...quien lo diría... la perfecta Gryffindor...
-Cállate Malfoy... no voy a permitir que me insultes... se defendió ella... además ¿como sabes tu todo eso?.
Hizo un ultimo esfuerzo por negar la realidad.
-¿Qué no es obvio Granger?... dijo Draco con despotismo... yo... seré tu compañía por una semana... solo y enteramente para ti.
Hermione se estremeció. Draco la miro con desprecio.
Ninguno de los dos estaba cómodo con la situación y mucho menos complacido.
-¿Estas loco?... escupió Hermione... yo no voy contigo a ninguna parte...
-Pues entonces me voy... dijo Draco tomando de nuevo la maleta que había dejado en el pórtico de la puerta... yo tampoco deseo semejante compañía.
-Espérate... ¡¡y mi dinero!... pregunto Hermione con rabia... ¡devuélveme mi dinero...!
-Con gusto...
Draco saco de su abrigo una portachequera muggle de gamuza, con bordes dorados. La abrió y de su interior estrago una pluma fuente de marca. Tomo un cheque en blanco y comenzó a garabatear sobre el papel.
Si bien era muy cierto que necesitaba el dinero, no se rebajaría a compartir la cama con Hermione Granger.
La morena observo anonadada las pertenencias del rubio. No podía creer que su "trabajo" le reportara tan buenas ganancias para tener semejante lujo.
Pero era un Malfoy, que mas podía esperar.
Draco miro el cheque una vez terminado.
-"Un cuarto de millón de Euros... se repitió en su mente... ¿voy a dejar escapar semejante suma?"
Levanto los ojos y detallo de nuevo a Hermione sin limitaciones.
Ciertamente era una hermosa mujer. Detuvo su mirada en los pechos femeninos y luego la fue bajando lentamente por aquellas bien moldeadas piernas.
-¿Qué estas mirando?... pregunto Hermione intimidada
-A ti Granger... y en lo bien que te ha tratado la vida... contesto lascivo ... los años no han hecho mella en ti...
-Devuélveme mi dinero y lárgate... exigió extendiendo su mano.
Draco suspiro y le entrego el cheque.
Hermione lo tomo en su mano y al mirar el papel durante un instante, la razón del por que él estaba allí, la hizo volver a su realidad.
-"¿Serias capaz de olvidar quien es por una semana?", se pregunto a si misma.
Levanto la mirada al escuchar un ruido. Draco había abierto la puerta y con maleta en mano parecía dispuesto a abandonar el departamento.
-¡No Malfoy!... ¡¡espera!... casi grito Hermione
Draco se detuvo y volvió su mirada hacia ella
-Ahora que quieres Granger... dijo Draco molesto.
Ya era suficiente perder una fortuna, como para tener que soportar también las tonterías de su antigua enemiga de colegio.
Hermione se mordió el labio inferior. No podía creer lo que estaba dispuesta a hacer. Aunque ya nada podía sorprenderla.
-Veras Malfoy... yo... en realidad... necesito de tus servicios... y por lo visto tu necesitas el dinero... así que bueno... olvidemos por un momento nuestras enemistades... y cumplamos con el contrato ya establecido...
Draco se sorprendió de escuchar tan lógica deducción. Pero que mas podía esperar de la "insufrible sabelotodo" Granger.
-Y bien... dijo Hermione conteniendo la respiración
-Ni modo Granger... que se le hace... los negocios son así... alguna veces indeseables y desagradables... dijo Draco con petulancia... sin embargo casi siempre reportan muy buenas ganancias.
-¿Ganancias?... ¿Cuáles ganancias?... si tu solo me reportas perdidas... dijo Hermione indignada por su actitud
-Te equivocas... has hecho la mejor inversión de tu vida... ¡YO!... dijo Draco haciendo una pequeña reverencia.
-Estas delirando Malfoy... bufo Hermione ... termina de entrar... que dentro de cuatro horas debemos estar en el aeropuerto.
Hermione volvió a su cuarto a toda prisa, dejando a Draco en medio de la sala.
Necesitaba estar a solas por un momento.
-¡¡Draco Malfoy!... ¿¡será que estamos en año bisiesto, en cuarto creciente, en la era de Acuario?... ¡¡no!... ¡definitivamente el universo confabula contra mi!... primero esa condenada reunión familiar y ahora esto... decía Hermione mientras caminaba de un lado para otro, tratando de calmarse... pero ¡¿como es posible esto!... de todos los hombres que existen en este planeta... ¡¡tuve que contratar nada mas y nada menos que a esa asquerosa serpiente...!
Se sentó a la orilla de la cama, hundió su rostro entre sus manos, esperando que su mente se aclarara para encontrar un forma de sobrellevar todo el asunto.
Nuevamente se pregunto ¿Podría realmente soportar por una semana la presencia del rubio?.
Tendría que hacerlo. Tenia que hacerlo.
Draco miraba a su alrededor. No se había atrevido a sentarse. No quería provocarla y ser victima de algún hechizo desagradable y doloroso. Si la Granger conservaba el mismo carácter de la escuela, y por lo que había visto no había duda de que así era, mejor seria mantenerla contenta.
-"Mantenerla contenta... quien lo diría... Yo... un Malfoy, complaciendo las fantasías de cama de una sangre sucia", pensó con cierto rencor.
-Pero y ¿qué?... has estado con muggles y eso no te ha importado... ella al menos es de tu mundo... se dijo a si mismo en un susurro mientras se recostaba de la chimenea... y no se puede negar que al menos esta vez será diferente... esta vez es una mujer joven.
-¿Desayunaste?...
Draco dio un respingo al escuchar la voz de Hermione detrás de él.
-Si... gracias... dijo con reserva.
El ambiente se torno de pronto algo pesado.
Se observaron por un momento, como esperando quien seria el primero en atacar.
Sin embargo la situación era bastante embarazosa, como para agregarle discusiones sin sentido, pero pese a la buena disposición de ambos, las chispas no tardarían en surgir ante semejante aleación.
-A donde iremos... se atrevió Draco a preguntar, por fin.
-Llegaremos primero a Paris, allí nos hospedaremos en el Rits... mañana en la tarde partiremos a la Rivera Francesa...
-Y puedo saber... ¿qué haremos allí?... aparte de... complacer tus fantasías...
Los labios de Draco esbozaron una sonrisa malévola, como respuesta a la expresión de indignación que se dibujó en el rostro de Hermione.
-Escúchame muy bien Malfoy... y que te quede claro, por que solo lo diré una vez... explico la morena tratando de calmar las ganas de golpearlo...este no es un viaje de placer... de ti no me interesa nada mas que...
-Si me imagino... solo deseas mi cuerpo... no te preocupes... cumpliré con mi trabajo... le interrumpió Draco con ínfulas...
-No Malfoy, estas muy equivocado... dijo Hermione con repulsión... tu cuerpo no me interesa... en realidad nada de ti podría causar en mi algún tipo de interés... ni loca permitiría que te metieras en mi cama.
Draco la miro con incredulidad. ¿A que jugaba esta despreciable Sangre Sucia?
-Pagaste un cuarto de millón de euros, por mi Granger... dijo el rubio tratando de mantener su actitud arrogante y educada... si no es placer lo que deseas... entonces ¿qué es lo que quieres de mi?
-Si... sin duda alguna esa suma es demasiado dinero para la calidad de la mercancía... de haber sabido desde un principio que se trataba de ti... hubiese preferido contratar a un trol, que de seguro tendría mejor figura y olor que tu.
Hermione sabia que lo estaba insultando sin provocación, ya que él se había portado hasta ese momento de forma caballerosa.
-No voy a permitir tus insultos sangre sucia... se defendió Draco olvidando sus modales refinados, había aprendido a tratar con sutileza a una Dama aunque no fuera de su agrado, pero su opinión en este momento Hermione Granger no era una Dama... acaso crees que para mi es muy agradable imaginarme teniendo sexo contigo... seria mejor comer estiércol de Dragón que tener que soportar tus besos.
A pesar de los insultos mantuvieron las distancias, pero sus miradas irradiaban deseo. Si deseo... deseo de asesinarse.
El timbre de la puerta sonó una vez mas.
-Buenos Días... Servicios de Taxi a la orden... dijo un amigable hombre vestido con un uniforme Gris, luego de que Hermione abriera la puerta.
El hombre quedo mudo al notar el ambiente caldeado que existía en el departamento. Parecía que una batalla campal se había desarrollado, aunque todo estaba en perfecto orden.
-Me parece que soy inoportuno... pregunto educado
No obtuvo respuesta alguna.
Hermione se había cruzado de brazos y respiraba entrecortadamente. Draco por su parte mantenía su mirada sobre ella.
-Aquí es donde solicitaron un servicio de Taxis para un traslado al aeropuerto... continuo insistiendo el tímido chofer...
-Si me temo que es aquí... respondió Draco con frialdad pero de forma educada... si nos permite... espérenos abajo en el carro...
Hermione le dirigió otra mirada asesina a Draco, quien no se inmuto.
El chofer se puso mas nervioso y sin mediar palabra alguna salió casi corriendo.
-¿Cómo te tomas atribuciones que no tienes?... pregunto Hermione molesta
-Aclaremos de una vez la situación Granger... no pienso soportar tu mal humor ni tus insultos por una semana aunque me pagues con lingotes de oro... sino moderas tu comportamiento me regreso por donde vine... le amenazo Draco.
Hermione abrió la boca para protestar, pero no dijo nada. No tenia mas opción que tragarse sus ganas de insultarlo, porque muy a su pesar, lo necesitaba.
Iban rumbo al aeropuerto. El chofer había colocado las maletas en el carro sin mirarlos siquiera, aunque había notado un leve cambio en la forma de mirarse de aquella extraña pareja, decidió durante todo el camino mantenerse callado y concentrado en el camino.
Draco miraba por la ventanilla distraído, pensando en sus "negocios". Aprovecharía aquel viaje para visitar su sucursal parisina, y ver que tan bien iban sus ganancias.
Hermione miraba por la otra ventanilla el paisaje que iba quedando atrás. Imaginaba lo bien que la pasaría durante esa semana con su familia, pero de pronto recordó a su acompañante y sintió como la felicidad se le esfumaba.
Suspiro resignada. Tendría que tratar de llevar el "acuerdo" en paz.
-Y ese suspiro... pregunto Draco sin pensar...
-Algún problema con eso... dijo Hermione agresiva... ¿te molesta que suspire?
El chofer apretó con fuerza el volante del auto. Y con disimulo comenzó a subir la ventanilla para incomunicarse, no quería presenciar escenas violentas a esa hora de la mañana.
Draco alzo una ceja. Logro controlar su primer impulso: insultarla como en los viejos tiempo de la escuela.
-Si mal no recuerdo Granger te pedí que controlaras tu carácter... susurro Draco con voz fría.
-Esta bien... de acuerdo... discúlpame... dijo Hermione a regañadientes.
Pero la tentación de molestar a su enemiga se apodero de su razón.
-Una vez escuche que las personas suspiran hasta 300 veces al día y que los suspiros ocurren por dos cosas... dijo Draco con tono burlón... por carencia de aire suficiente para expandir algún área del pulmón... o por carencias de besos... ¿cuál de esas dos será tu problema en este instante Granger?
Hermione lo miro con odio. Intento ignorarlo pero iba a resultarle algo difícil.
-Conociéndote dudo que sea lo primero, porque con esa gran bocota que tienes... pues por allí te debe entrar suficiente aire... continuo Draco burlándose... así que sin duda es la segunda causa... si... me imagino que a tu edad... debes de tener el doble o quizás hasta el triple de suspiros que la gente común...
La morena apretó la mano en sendos puños. No soporto mas, saco su varita del bolso de mano que llevaba y apuntando a la entrepierna de Draco, le dijo con voz suave en su oído.
-Te lo advierto Malfoy... no me provoques... porque no dudare en quitarte tu principal herramienta de trabajo...
La sonrisa de Draco se congelo en su rostro. Pero no iba a ser doblegado tan fácilmente.
-Serias capaz de dañar la mercancía por la que pagaste una fortuna... pregunto simulando serenidad
-Esa es solo una parte de la mercancía... y a decir verdad... la parte que menos me interesa... confeso Hermione mientras rozaba la cremallera del pantalón del rubio con la varita... así que no tientes a tu suerte.
Draco permaneció el resto del camino tan silencioso como el chofer. Solo volvió a hablar cuando le pregunto a Hermione si ella había confirmado la salida del vuelo.
-No... no lo hice... no pensé que fuese necesario... reconoció Hermione
-Pues es mejor ir sobre seguro... si me permites los boletos, puedo preguntar... se ofreció Draco.
Hermione lo vio alejarse a la taquilla mas cercana. Y con asombro observo como muchas mujeres volvían sus miradas hacia Draco sin ningún tipo de disimulo.
Y es que no podía negar que ante todo el estúpido hurón era realmente atractivo y todo un caballero. Su porte, su actitud lo delataban como un verdadero mago de sangre pura. A pesar del tiempo y de la distancia continuaba siendo todo un Malfoy. Y no pudo evitar sentir un leve aleteo en su estomago al imaginárselo sin ropa.
Se reprocho tal pensamiento, no podía creer que su mente le jugara bromas tan pesadas. Trato de mirar en otra dirección, pero nuevamente se vio forzada a mirarlo cuando se le acerco.
-Tengo buenas y malas noticias... ¿cuál quieres escuchar primero Granger?... pregunto Draco algo fastidiado.
-No estoy para adivinanzas... dime de una vez que pasa... respondió Hermione impaciente
-Tu simpatía es digna de admiración... veras... la buena es que ya esta confirmado el vuelo... la mala es que el vuelo se retrasara por aproximadamente doce horas... así que gustosamente nos ofrecieron alojamiento en un pequeño hotel cercano... explico Draco mientras le entregaba los boletos y le mostraba la llave de la habitación.
-¿Qué?...pero esto no es posible... ¿doce horas de retraso?... pero ¿por qué?... estallo la pista de aterrizaje o que... pregunto Hermione indignada.
Draco no pudo evitar sonreír ante tal ocurrencia.
Hermione tampoco pudo evitar sonreír.
-Me explico la linda señorita que me atendió... que se trata de algo relacionado con una amenaza de tormenta... deben esperar la confirmación del servicio de metereología para poder abrir el aeropuerto de nuevo... nos avisaran al hotel.
-Que contrariedad... tendré que llamar a mis padres... para avisarles del retraso... dijo Hermione mientras ubicaba con la mirada un centro de comunicaciones telefónicas
-¿Tus padres?... ¿vamos a ir a visitar a tus padres?... pregunto Draco con recelo.
Hermione se detuvo. Se mordió el labio inferior. Se había olvidado por completo de explicarle a Draco la situación.
-Creo que te debo una explicación... reconoció algo contrariada.
-Me parece que si... confirmo Draco algo confundido.
Se sentaron en una de las hileras de sillas de espera.
Hermione hablo rápido para no ser interrumpida.
Draco trato de captar los mas mínimos detalles del asunto, ya que a medida que proseguía el relato se sentía mas confundido.
-Sin duda alguna Granger... tantas horas de biblioteca te fundió el cerebro... concluyo Draco luego de que Hermione termino de hablar.
-No empieces... luego dices que soy yo la agresiva... dijo Hermione a la defensiva
-Es que solo a alguien poco cuerdo se le ocurre enredarse en semejante situación... repuso Draco... en que cabeza cabe solicitar los servicio de un Gigoló Muggle para que se haga pasar por tu prometido... y delante de toda tu familia...
-No me hagas sentir peor de lo que ya estoy... chillo la morena... además te pague para que finjas amarme con locura... y no para que me des sermones...
-Y se puede saber por qué quieres fingir tener algo que no tienes... pregunto Draco intrigado
Hermione se ruborizo. No encontraba el valor para explicárselo. Así que decidió no hacerlo. De todas formas él iba a conocer a su familia y ellos le darían suficientes razones para obtener la respuesta a su pregunta.
-¿Cuál es el nombre del hotel donde se supone debemos esperar?...
-No me cambies el tema... dijo Draco tomándola del brazo
-Aceptaste el dinero y debes cumplir con un contrato... así que no hagas mas preguntas... dijo Hermione mientras se levantaba del asiento que ocupaba.
-Se que no tengo derecho a inmiscuirme en los asuntos de mis clientas... reconoció Draco con amargura... pero si algo me ha enseñado la vida... es que las mentiras son ídolos con pies de barro... y quizás sea mejor que tu familia te acepte tal como eres... a tener que fingir lo que no eres.
Hermione no podía creer que aquellas palabras hubiesen salido de la boca de Draco Malfoy. Sin duda alguna aquel hombre de pie frente a ella, no era mas que vestigios de quien fue en un remoto pasado.
-Lo siento Malfoy... lamento mi actitud... se que tienes razón... pero pronto entenderás mi razones para hacer lo que hice... dijo Hermione tras suspirar de nuevo.
Se miraron por un instante. Un extraño aroma en el ambiente les hizo olvidarse por un instante en donde estaban. Pero rápidamente el aroma se esfumo y ellos volvieron a su realidad.
-Y ¿donde esta mi llave?... pregunto Hermione de nuevo un poco mas alegre cuando se detuvieron frente al ascensor del pequeño hotel del aeropuerto
-¿Tu llave?... dijo Draco pensando que ella estaba bromeando... pero Granger... solo dieron una llave... para una habitación... con un baño... y una sola cama...
