Capítulo 7: Despertar

La suave brisa mecía sus ropas. El viento ondeaba sus cabellos. Todas sus penas se evaporaron al verlo llegar. Ella sintió como él tomaba su mano y la conducía hacia algún lugar desconocido.

El dolor que alguna vez había sentido se había evaporado, haciendo de ella la persona mas felíz del mundo...

Sintiéndose libre por primera vez en mucho tiempo...

"Te amo..." Le susurró al hombre que, de espaldas a ella, continuaba internándola en un lugar lleno de árboles. Él no le respondió. Y eso la alertó.

Ella quiso soltarse, pero él simplemente la tomó con más fuerza. Aterrorizada contempló que la luna brillante en el cielo, era tapada por unas nubes negras.

Como si algo se estuviera intepusiéndose entre ella y su felicidad.

"No quiero seguir..." Volvió a decirle, pero ésta vez más asustada... Se daba cuenta de que el hombre que le daba la espalda, no era Draco.

Lentamente él se dio vuelta y ella observó con horror el rostro que ahora tenía frente a ella. .

Tom.

Su piel se erizó y todos los músculos de su cuerpo se tensaron. La sonrisa de aquel que aún la atormentaba en sueños le indicaba que estaba acorralada.

"Has visto demasiado, pequeña... y ahora debes pagar..."

Y despertó.

Ginny abrió los ojos sobresaltada y asustada. Hacía semanas que tenía el mismo sueño. Una y otra vez.

¿Por qué no podía olvidarlo todo?

¿Acaso el destino estaba ensañado con ella?

¿Por qué ella, justo ella, tenía que volver a enfrentarse con Él?

No lo sabía, y la desesperación que había sentido al volver a ver esos ojos sedientos de sangre, se instaló en su cuerpo.

Cerró los ojos y haciendo fuerza, asintió con la cabeza.

Estaba lista.

Para enfrentarse a la verdad.

O:o:o:O:o:o:O

Draco abrió los ojos con rapidez y tomó la varita que reposaba en la mesilla de luz. Los ruidos se oían cada vez mas cerca...

Tuvo el impulso de ponerse la túnica... pero no había tiempo. Alguien había entrado en la casa.

A tientas buscó la perilla de la puerta y la abrió. Aún era de noche, y no veía nada. Pero no le importó. El sonido de pasos venía del primer piso.

Tratando de acomodarse en la oscuridad de la casa se dirigió al dormitorio de Hermione. Ni siquiera pidió permiso para entrar... pero cuando lo hizo, no encontró a nadie.

La insultó por lo bajo.

¿Y si ella también había oído a los intrusos?

¿Y si había bajado a investigar y se hallaba en peligro?

Se dijo a sí mismo que tenía el deber de ayudarla. No podía irse dejándola en manos del enemigo... a pesar de que ella fuera una sangre sucia y un auror... le debía la vida.

Buscó la escalera que estaba a su derecha y bajó por ella.

Escuchó el ruido de los platos al romperse y luego un insulto. La voz era de un hombre... y supo que sus sospechas eran ciertas.

Se acercó a la cocina... y descubrió a Hermione siendo atacada por el individuo. Sin pensarlo dos veces lanzó un hechizo paralizador al sujeto que ni siquiera notó su presencia. Salió disparado y chocó contra una pared.

"¡Malfoy!" Escuchó gritar a la mujer, quién se acercó rápidamente al cuerpo inerte de...

Ron.

"¿Qué diablos...?" Murmuró el auror al levantarse. Draco los observó a ambos. Y en una milésima de segundo comprendió su error.

"Ron ¿Estás bien?" Le preguntó ella, mirando furiosa a Draco quién trataba de no reírse de la escena.

Pero el muchacho no le respondió. Su mirada se posaba en el mortífago parado en la puerta de la cocina de su novia.

"No... no puedes estar escondiendo a Malfoy... a cualquiera menos a Malfoy..." Susurró al tiempo que se llevaba las manos a la cintura en busca de su varita.

Draco vio la maniobra y lo detuvo.

"Mira Weasley, si te gusta... bien por tí... y si no... ya sabes donde está la salida..."

Un silencio incómodo se interpuso entre los tres. Hermione intentaba hallar una buena manera de que nadie saliera herido...

"Ron... déjame explicarte... o al menos intentarlo..." El muchacho se levantó como pudo del suelo y ella hizo lo mismo. Trató de ayudarlo, pero él la rechazó.

"No quiero explicaciones... ¿Qué vas a decirme? Malfoy es el responsable de que Ginny esté... en esa cama..." Hermione puso una mano en el hombro de su novio. Ella sabía perfectamente que él iba a decir la palabra 'muerta' en lugar de lo otro.

Draco suspiró resignado. A pesar de todas las promesas que le había hecho a Ginny de que nadie se enteraría nunca de lo suyo, sabía que la situación se le había ido de las manos. Observó a Hermione que luchaba por convencer a Ron de que la escuchara.

Tenía que actuar.

Dio un paso hacia delante y captó la atención de los dos. Tragando saliva y hablando rápidamente, le dijo a Ron lo que éste no pretendía escuchar.

"Nunca creí que llegaría el momento de decirte esto, Weasley... pero estoy enamorado de tu hermana..."

Hermione abrió la boca para decir algo, cuando se dio cuenta de lo que Draco había dicho. Dirigió su mirada hacia Ron quien tenía los ojos muy abiertos. Por un momento ella creyó que se desmayaría. Pero luego lo vio enderezarse y su rostro se ensombreció.

Parecía que estallaría.

"No te atrevas a hablar de mi hermana..."

Draco ni siquiera pestañeó.

"Tú no me dices lo que tengo que hacer... ni a ella..."

"¡Cállate! Tú no tienes derecho a decir nada... porque ella está en esa cama por tu culpa..."

Al oír esa última frase, Draco no pudo contenerse. Tomó a Ron por el cuello de la camisa y lo estampó contra la pared.

"No sabes lo que dices" Masculló entre dientes, evitando los sollozos de Hermione en su espalda.

"Sé que si algo le pasa serás el primero que pague por ello..."

Draco lo soltó bruscamente y Ron cayó al suelo por segunda vez. El ex mortífago comenzó a caminar hacia la puerta de entrada, y salió dando un portazo.

O:o:o:O:o:o:O

Ginny miraba la ventana del cuarto. Hacía bastante que no veía a Draco, y le preocupaba. A pesar de saber que Hermione estaba ayudándolo, sabía que Voldemort no se quedaría quieto... y menos si ella continuaba con vida.

Suspiró, aburrida de estar quieta. Hacía ya varios meses que no se levantaba para nada, y la vida se le había tornado demasiado monótona. Volvió a dirigir su mirada hacia la ventana y su rostro se iluminó.

Él estaba allí.

"¿Dormías?" Le preguntó Draco con voz melosa. Lentamente se acercó a la cama y ella pudo sentir la calidez de sus manos sobre las suyas. Sin siquiera darse cuenta comenzó a acariciarlo...

Y Draco la observaba.

Pronto, ella levantó su mano y la colocó en las mejillas del muchacho que, sorprendido, no podía hablar. Hacía semanas que no iba a verla por el terror de que la culpa regresara a su mente. Odiaba verla tendida en aquella cama... y creer que él había sido el responsable.

Pero allí estaba, con la boca abierta frente a ella, sintiendo cómo con su mano lo hacía estremecer.

Como antes...

"Ginny... ¿Puedes moverte...?" Balbuceó, dándose cuenta tardíamente que ella no iba a contestarle. Dirigió su mirada hacia los labios que tantas veces había saboreado... aquella boca que añoraba besar otra vez...

Y de pronto, su mundo se derrumbó.

"No fue tu culpa Draco... te necesito... no quiero verte así por mí..."

Él se apartó asustado. Ginny se había sentado en la cama y le estaba hablando como si nada pasara. Sus ojos le suplicaban que volviera a ser el de antes... y sin embargo, él no podía comprender lo que sucedía.

Su cabeza le daba vueltas. Aquellas palabras... habían dado de lleno en su pecho. No entendía cómo ni por qué, pero ella siempre lograba dar en el blanco... siempre sabía lo que le pasaba aún sin que él se lo contara.

No tuvo tiempo para pensar en ello, porque ella cerró los ojos y se desvaneció. Draco regresó corriendo a la cama y la tomó en brazos. Nuevamente la veía frágil... distante... tan pequeña...

Observó que sus mejillas se tornaban pálidas y cómo su cuerpo entero comenzaba a temblar. Al parecer, el esfuerzo que ella había hecho para poder decirle aquellas palabras la habían destrozado.

¿Por qué tenía que sacrificar sus fuerzas para darle ánimos? No la comprendía... o tal vez sí.

Porque él hubiese hecho lo mismo por ella.

"¡Ayuda!" Exclamó, esperando que alguien estuviera lo suficientemente cerca como para oírlo. Por suerte para él, un médico entró en la habitación. Sin decirle nada, sacó su varita y la hizo levitar hacia una camilla que había hecho aparecer.

"¿Estará bien?" Inquirió Draco al verla desaparecer tras una puerta.

"Eso espero..." Fue lo único que le oyó decir.

O:o:o:O:o:o:O FLASHBACK O:o:o:O:o:o:O

Ginny sentía las lágrimas mojar su rostro. El dolor en su pecho se incrementaba a medida que sus piernas se alejaban de la oficina de Draco. ¿Cómo había podido hacerle eso?

La respuesta a esa pregunta le aterraba.

El sonido de sus tacos al chocar contra el suelo era lo único que se oía en el largo pasillo. Estaba oscuro, y ella sabía que no había nadie en el edificio.

O al menos eso era lo que ella creía...

Lentamente se acercó a la puerta. Colocó sus manos en la manija, pero algo la detuvo.

Voces.

Varios hombres se acercaban volando hacia allí, y ella podía verlos desde el enorme ventanal que estaba a uno de sus costados. Tuvo el impulso de correr, pero recordó las palabras de Harry.

'Todo lo que puedas encontrar, nos ayudará a destruir a Voldemort...'

Así que se escondió.

Había notado las túnicas negras y los rostros cubiertos que distinguían a los mortífagos y había sentido una punzada de temor. No le dio importancia. Después de todo, ella sabía cuidarse sola... ¿O no?

Se ocultó detrás del escritorio de la sala en la recepción y se preparó para escuchar lo que vendría a continuación.

Pero lo que no sabía era que lo que descubriría, le traería su propia desgracia...

O:o:o:O:o:o:O FIN FLASHBACK O:o:o:O:o:o:O

Ginny abrió los ojos y se encontró con un hombre que no conocía. Jamás lo había visto antes, pero por su aspecto supo que era un doctor.

"Buenos días" Le sonrió el hombre al verla despertar. Ella se revolvió incómoda por el hecho de no saber quién era su acompañante.

Y luego se dio cuenta.

Se había movido.

Sonrió y pudo notar que sus labios hacían esa contracción que hacía tanto tiempo no experimentaba.

"Y..yo..." Balbuceó ella sin lograr terminar la frase. Lo vio asentir con la cabeza.

"No se esfuerce, Señorita Weasley... las palabras saldrán por sí solas cuando sea el momento. Esta semana ha logrado muchos avances, debería estar orgullosa de sí misma." Le dijo el hombre, sonriéndole nuevamente. Ginny se concentró y logró hacer que sus brazos se levantaran.

Una felicidad inmensa se apoderó de ella. Lo estaba logrando. Podía moverse. Podía sonreír.

Podría hablar.

"Su hermano está en el pasillo esperando para verla. Parece que tiene mucha gente que se preocupa por usted..."

Ella cerró los ojos. Sí, tenía mucha gente que la quería y que la ayudaba a seguir adelante.

No podía defraudarlos.

"Dr...Dra... Draco..." Susurró.

El hombre se le acercó y la miró a los ojos.

"Lo lamento, pero el hombre que estaba con usted esta mañana desapareció en cuanto regresé para decirle que usted no corría peligro..."

Ginny se desilusionó. Quería estar con él... volver a tocarlo... a sentirlo cerca de ella.

Hacía tanto tiempo que esperaba poder hacerlo que no pensaba en otra cosa más que en él.

Cuando se dio vuelta para mirar al médico, éste ya no estaba. En su lugar, encontró a su hermano que desde el umbral de la puerta la observaba en silencio.

Ella no pudo decir mucho. Levantó una de sus manos y con los dedos le indicó que se acercara. Él lo hizo.

"Te quiero mucho, hermana... y admiro el esfuerzo que estás haciendo..." Ron parecía muy calmado.

Demasiado.

"Para serte sincero, jamás creí que esto pasara. Yo creí... que te irías... que me dejarías solo..." Ginny lo sintió lejos, y muy apenado. Supo entonces que algo más estaba llenando de dolor su corazón.

Y no era ella.

Rodeó con su mano la de él y haciendo un esfuerzo considerable se sentó en la cama. Levantó la cabeza y clavó su mirada en los ojos vacíos de su hermano.

"No te... rindas Ron...no dejes que te ganen..." Le susurró. El muchacho la escuchó decir eso y no pudo más. La abrazó muy fuerte, haciéndole saber que estaba mal... y que la necesitaba más que nunca.

"No me dejes, Gin... no me abandones como lo hicieron papá y mamá..."

Ambos estuvieron largo rato abrazados. Sintiendo la ausencia de aquellos que se habían ido, impregnada en sus almas. Sabiendo que eran lo único que se tenían el uno al otro. Sintiendo que nada podría vencer el amor que se tenían.

Nunca.

O:o:o:O:o:o:O

Las nubes taparon la luna que ya había salido en aquella noche fría. Draco no lo notó. Él continuó caminando, pensando en los últimos acontecimientos.

Después de ver que Ginny estaba bien, se había ido del hospital sin que nadie lo viera. No quería correr riesgos. Había oído rumores de que Lord Voldemort estaba inactivo.

'¡Ja! Como si alguien creyera que el Dark Lord decidiera tomarse vacaciones...'

Eso sólo significaba que algo estaba tramando. Y de seguro no era nada bueno...

Y Draco sabía perfectamente que no podía quedarse tranquilo, ahora que era un traidor al Lord.

Continuó caminando, pensando en alguna manera para mantenerse alejado de la marca que poseía en su antebrazo. Sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

Allí, frente a él se cernía la casa de Hermione.

Y sobre ella se alzaba, inspirando el terror de quién la viera, la Marca Tenebrosa...

Y Draco supo que sus temores se estaban volviendo realidad...