DISTANCIAS ROTAS.
Las puertas de ascensor se abrieron y Draco entro, pero Hermione se rehusó a seguirlo
-No de ninguna manera... dijo indignada... yo no voy a compartir la misma habitación contigo
Perdiendo la poca paciencia que le quedaba, Draco la tomo del brazo y la empujo hacia dentro del ascensor justo antes de que éste cerrara de nuevo sus puertas.
-En serio que no te entiendo Granger... no te entiendo... dijo Draco negando con la cabeza.
-¿Que no entiendes Malfoy?... es muy difícil para ti entender que no quiero estar ... comenzó a decir ella molesta
-Eso lo entiendo... por qué igual quisiera yo no tener que compartir algo contigo... interrumpió Draco... pero si quieres que me haga pasar por tu prometido, tu novio, tu amante, o lo que sea... creo que vas a tener que acostumbrarte a que tendremos que compartir mas que una habitación... ¿cómo vas a repudiarme y evitarme delante de tu familia?... ¿acaso no me contrataste para fingir que nos amamos?...
Se abrieron las puertas del ascensor dejando a la vista un largo pasillo. Draco salió pero Hermione permaneció adentro.
Estaba meditando las palabras que aun resonaban en su cabeza.
Tenia el presentimiento que el asunto se le iba a escapar de las manos.
-Vienes o piensas quedarte ahí por siempre... pregunto Draco aburrido
La habitación era pequeña y ni que decir del baño, sin embargo estaban muy bonita decorada y excesivamente limpia. Eso pareció agradar al rubio, quien sonrió al mirar a su alrededor.
Hermione también sonrió, pese a las preocupaciones que hacían cuna en su cabeza, al ver una pequeña nevera ubicada en un rincón. Dentro habían muchos bocadillos espléndidos y bebidas gaseosas de todos los sabores.
Sin molestarse por preguntarle a Draco si deseaba algo, extrajo un par de emparedados de jamón de pavo, destapo una coca-cola y se sentó al borde de la cama a comer con ansias.
La boca de Hermione quedo abierta frente al suculento emparedado, al reprimir el mordisco que estaba pronta a descargar sobre la comida, cuando escucho la voz del rubio
-¡¡Granger!... casi grito Draco asombrado... ¡la cama no es para comer!... para eso existen las mesas y las sillas
La morena lo miro molesta tratando de reprimir la vergüenza que sus palabras le hacían sentir. Tomo la comida y camino hasta una minúscula mesa con dos sillas que Draco señalaba como un padre severo.
Observándolo por el rabillo del ojo, mientras saboreaba su bocadillo, vio como él se acerco a la nevera y extrajo de ella comida, luego se sentó a su lado para comer también. Permanecieron en silencio.
-Veo que apetito no te falta... dijo iniciando la conversación, con profundos deseos de molestar
-No había desayunado... luego se me quito el hambre... explico Hermione sin mirarlo... pero al ver la nevera mi estomago me recordó que lo había dejado olvidado.
-Y yo que pensé que tu eras de esas mujeres obsesionadas con las dietas y la figura... continuo Draco tratando de ver por donde ensartar los colmillos.
-Para nada... no tengo tiempo para eso... dijo Hermione inocente de lo que el rubio pretendía... además es un pecado desperdiciar la comida cuando otros se mueren de hambre.
-Muy cierto... es increíble ver como unos tienen tanto y otros tan poco o en el peor caso nada de nada... dijo Draco reflexivo.
Un escalofrió recorrió su espalda al recordar sus días de hambruna en aquel pueblo muggle cuando solo tenia 17 años.
De pronto la idea de molestar a Hermione, perdió su encanto. Se levanto de la silla y se dirigió al baño.
-¿Qué ocurre?... pregunto Hermione sorprendida ante el cambio de actitud del rubio.
-Nada Granger... creo que será mejor descansar un rato... aun falta mucho para que reabran el aeropuerto... dijo consultando su reloj de pulsera.
Hermione reconoció que tenia razón, un buen sueño no caería mal. Le quito la colcha a la cama, pero entonces recordó que tendría que compartirla con él.
Sin embargo una idea surgió en su mente.
Se acerco a la puerta y toco con suavidad.
-¿Qué quieres?... estoy ocupado... le grito Draco desde el otro lado.
Hermione cerro los ojos tratando de no imaginar lo que estaría haciendo.
-Era solo para decirte que accedo a compartir la cama contigo... le grito Hermione molesta... podemos acostarnos al revés...
-Que generosa de tu parte Granger... no podía esperar menos de ti... le respondió irónicamente.
Estaba casi dejándose llevar por el sueño, cuando escucho la puerta del baño abrirse. Abrió los ojos con pereza, pero la lucidez llego a ella con rapidez, al ver que el rubio había comenzado a quitarse la camisa.
-¿Qué haces?... le pregunto asustada incorporándose rápidamente.
-No pretenderás que me acueste con la ropa puesta... dijo Draco como si la sola idea fuera inverosímil.
-Y ¿qué?... yo lo hice así... dijo Hermione señalándose a si misma.
-Si tu quieres andar por allí con la ropa como si acabaras de sacarla de una botella, es tu problema... dijo Draco indiferente mientras procedía a quitarse los pantalones.
-No hagas eso...le ordeno ella mas asustada aun.
-Deja el escándalo...
Y sin prestarle atención se metió a la cama y se acostó con los pies hacia la cabecera
Hermione se mostraba furiosa ante su atrevimiento.
-Tranquilízate Granger... no pienso tocarte... no eres mi tipo... dijo Draco dándole la espalda... así que duérmete.
-Con que no soy tu tipo... dijo ella ofendida mientras se tendía a su lado en posición contraria... y ¿cuál es tu tipo?... viejas de mas de sesenta, que tienen que pagar para que alguien les haga el favor... babosas amargadas, que no les queda mas que comprar una compañía
-Cuida tus comentarios... que si no mal recuerdo tu aun no tienes esa edad y ya te ves en la necesidad de comprar una compañía... le recordó Draco con dureza.
Hermione no respondió. Definitivamente cada vez que él hablaba, sus palabras calaban profundamente en su corazón y en su razón, pero ninguna hasta ese momento, había causado el efecto tan increíble que causaron estas ultimas. Fueron como dagas quemantes que rompieron en pedazos su orgullo y dignidad.
Se levanto con violencia y corrió hacia el baño para buscar refugio allí.
Draco tuvo tiempo de fijarse en ella, antes de que se encerrara, y podría jurar que estaba llorando.
Si algo lo descomponía sobre manera era ver a una mujer llorando. Y menos por su culpa. Después de todo a ellas le debía todo lo que tenia.
-Discúlpame Granger... me extralimite... se que no debí decir semejante cosa... dijo con voz suave intentando disculparse.
-DÉJAME...
Fue lo único que obtuvo como respuesta.
Hermione se había sentado en el suelo, recostada de la puerta. Las lagrimas ya habían cesado. En realidad no existía razón para seguir llorando. Porque simplemente Draco le recordó la verdad. Su verdad.
Solo en ese momento se arrepintió de lo que había hecho. Y mientras se lavaba el rostro y volvía a maquillarse tomó una decisión. No reclamaría el dinero de vuelta, porque al fin y al cabo Draco había cumplido con su parte del trato.
Al salir del baño se encontró al rubio sentado en una de las sillas. Se notaba preocupado, aunque sus ojos fingían frialdad e indiferencia.
-Discúlpame...
-No te preocupes Malfoy... le interrumpió... he pensado en lo todo lo que me has dicho y tienes razón... no puedo seguir aparentando tener lo que no tengo... por eso creo necesario que nuestro contrato...
En ese momento un sonido melodioso se dejo escuchar. Procedía del bolso de mano de Hermione.
Era su teléfono celular. Era su madre.
-Hija mía ¿cómo estas?... las noticias hablan de un retraso en los vuelos...
-Si mamá así es... están esperando que el servicio meteorológico de la orden de salida... le explico Hermione mientras le daba la espalda a Draco, en realidad le hubiese gustado que el rubio no fuese testigo de esa conversación.
-Es por una tormenta... tu tio Jonh y la prima Esmeralda también llegaran retrasados... pero lo importante es que lleguen con bien... y dime querida mía... tu novio esta allí contigo...
Hermione sintió como si un balde de agua fría era vaciado sobre ella. Lo había olvidado por completo: Hacia un par de días su madre sabia que su "novio" la acompañaría..
-Si mamá... él esta aquí conmigo
Draco alzo una ceja. Ahora si que confirmaba su teoría: Hermione Granger estaba loca.
Al ser interrumpidos por el teléfono, él casi podría jurar que ella le iba a proponer romper el contrato, algo que por una inexplicable razón ya no quería que ocurriera.
-"¿Qué te pasa Draco?... desde cuando tienes esos pensamientos que rallan en el masoquismo, con ese carácter"... pensó sorprendido.
Pero mientras observaba entusiasta las curvas femeninas que se dejaban ver tras el vestido de Hermione, otro pensamiento opaco al anterior
-"Sin embargo... si ella me permitiera perderme en esas voluptuosidades, yo bien podría hacer el sacrificio"
-MALFOY...
Draco casi se cae de la silla.
-¿Por qué me gritas?... dijo Draco encarándola.
-Porque tengo mas de cinco minutos hablándote y no me estas prestando atención... le reclamo molesta
-Tenia la mente ocupada en otra cosa mas importante que tratar de entender tus palabras... dijo despectivo
-Ah si... y se puede saber en que... pregunto ella imaginando de que se trataba
-En detallar tu cuerpo... a pesar de tus años, tu cuerpo es aun muy provocativo... sonrió Draco de lado volviendo a posar sus ojos en las caderas de ella.
Hermione no sabia si molestarse o sentirse halagada ante tal comentario.
Ese hombre frente a ella sabia muy bien como confundir a una mujer. Podía ser insoportable, detestable, maduro, reflexivo, galán y despertar sensaciones olvidadas en solo un instante.
En que momento Draco se acerco a ella y comenzó a besarla no le importo mucho, simplemente se dejo llevar y le correspondió con todas sus ganas de mujer.
Se coloco sobre ella con sutileza, manteniendo los labios femeninos atrapados en su boca, mordiéndolos suavemente, mientras sus manos de deslizaban por entre los pliegues de su ropa.
Hermione rodeo la espalda de él con sus brazos, atrayéndolo mas hacia ella. Acaricio su piel mientras su razón le gritaba que aquello no estaba bien, pero no quería pensar, solo quería seguir sintiendo.
Magistralmente Draco la despojo del vestido y abriéndose paso entre sus piernas, comenzó a besar su entrepierna, subiendo lentamente hasta su intimidad, donde hundió su lengua para recorrer y acariciar cada centímetro de esa cálida concavidad que palpitaba anhelante, dejando sin control a Hermione, quien se estremecía y gemía bajo esas caricias que embriagaban sus sentidos.
Draco sabia lo que hacia, era un experto en hacer brotar placeres nunca imaginados. Pero contrario a muchas otras veces, esta vez se dejo guiar por sus ansias, por sus deseos de sentir y hacer sentir. En ese momento, mientras sus caricias lograban estremecer a quien en un pasado fuera su enemiga, no tenia que ser objetivo, no tenia que ser estratégico, no tenia que fingir, ahora podía ser simplemente un hombre disfrutando la intimidad con una mujer.
Ella tomo las manos de él para colocarlas sobre sus pechos. Entendiendo sus deseos comenzó a acariciarlos sin medida, mientras su lengua se volvía mas ágil entre los labios vaginales, profundizando así el contacto.
Él se sintió sumamente complacido al escuchar como ella gemía su nombre entrecortadamente y un sutil escalofrió recorrió su espalda mientras las manos femeninas se enredaban entre sus cabellos platinados.
Luego de varios increíbles e indescriptibles minutos, Draco se detuvo. Hermione aprovecho esa tregua para tratar de organizar sus ideas, pero al volver a sentir los labios masculinos sobre los suyos, todo pensamiento fue nublado por la necesidad de sentirlo dentro de ella, por lo que entrelazo sus piernas en la cintura de él.
El repicar de un teléfono los hizo sobresaltarse.
Draco gruño molesto mientras separaba sus labios del cuello de Hermione.
Ambos miraron al teléfono con rabia. Pero éste seguía sonando imperturbable.
-Debe ser del aeropuerto... susurro Hermione en un hilo de voz.
Draco se coloco a su lado. Parecía no tener intención alguna de atenderlo. Tenia los ojos cerrados, su rostro estaba algo rubicundo y humedeció sus labios como extrañando el sabor de ella.
-No piensas atender... pregunto Hermione con timidez al contemplar sus reacciones.
-No... dijo Draco molesto
-Pero tu estas mas cerca... dijo Hermione sonriendo levemente.
-Pero no quiero hacerlo... dijo con sinceridad.
El teléfono seguía sonando.
-OH... eres insufrible... dijo Hermione sin poder molestarse.
Tuvo que inclinarse sobre él para tomar el auricular...
Draco vio a Hermione pasando por encima de él y sonrió complacido al sentir como sus pechos rozaban la piel de su rostro.
Sin pensarlo y sin analizarlo se apodero de ellos y comenzó a lamerlos sin control.
Hermione gimió ante tan inesperado ataque. El empleado del aeropuerto se asusto y le pregunto si se encontraba bien. Ella hizo acopio de todo su aplomo e intento olvidar las sensaciones que los labios y la lengua de Draco producían en ella.
-Si... gracias... solo atino a decir.
Era imposible ignorar las caricias del rubio. Pero en menos de media hora partía el avión.
-Draco... el avión... en... media... hora... dijo entrecortadamente
-¿Cuál avión?... pregunto Draco profundamente concentrado en lo que hacia.
-Debemos ir a Paris en un avión... dijo Hermione sin poner atención a lo que decía... y se va en media hora.
Contra su voluntad Draco tuvo que interrumpir sus caricias. Miro a Hermione quien tenia los ojos entrecerrados, el rostro rubicundo y una pequeña sonrisa en sus labios.
Él también sonrió, y tenia razones para hacerlo.
-Muy bien señorita, hora de vestirse... luego tendremos tiempo de continuar divirtiéndonos... dijo Draco mientras le alcanzaba el vestido que yacía en el suelo.
Hermione se sonrojo mucho mas. Se encerró en el baño. No sabia como irían las cosas entre ellos desde ese momento.
¡Que fácil había sucumbido ante el rubio!. Pero como su amiga Angeline decía: ella no era de hierro. Y estar a su lado era definitivamente demasiada tentación como para poder hacerse la indiferente.
Draco se vistió despacio. Volvió a sonreír. Nunca se había sentido así. Era una sensación tan extraña la que corría por sus venas.
Ya a bordo del avión, rumbo a Paris, la azafata se acerco a ellos y les pregunto con amabilidad
-Desean tomar algo en este momento...
-Un whisky en las rocas por favor... dijo Hermione sonriendo
-A mi un vaso con agua... dijo Draco mientras inclinaba el respaldar de su asiento.
Ambos permanecieron en silencio durante unos minutos
-Retiro lo dicho... tus besos son mucho mejor que probar estiércol de Dragon... dijo Draco de pronto mientras se relamía los labios
-Y tu hueles mejor que un trol... reconoció Hermione sonriendo.
-Veo que te gusta la bebida... dijo Draco al ver que ya Hermione se había terminado su trajo.
-Si... me relaja... dijo ella mientras miraba por la ventanilla
-Cuidado te relaja mas de lo debido... mira que el baño esta algo lejos y no creo que a la línea área le guste mucho que les ensucies su alfombra... dijo Draco bromeando.
-¿Qué insinúas Malfoy?... solo me he tomado uno... soy una borracha... le reclamo Hermione ofendida.
Parecía que el encanto se estaba esfumando.
-No he dicho que seas una borracha Granger... solo que me da la impresión que te gusta mucho la bebida... ¿quien puede tomarse de un solo trajo un Whisky en la rocas sin siquiera pestañar?... le refuto Draco
-Para tu información no me lo tome de un solo trajo... claro como estabas ocupado viendo las piernas de la azafata... dejo escapar Hermione
-¿Estas celosa?... pregunto Draco divertido
-¿De ti?... por favor... no seas tan iluso Malfoy... se defendió Hermione... esa mujer me haría un favor al librarme de tu indeseable presencia.
-Pues no me lo parece... hace menos de un par de horas... suspirabas mi nombre y mi presencia entre tus piernas no te parecía tan indeseable... dijo Draco mordaz.
-Eso fue un momento asqueroso que tuve que soportar... y no pienso dejar que se repita... dijo Hermione molesta.
-Pues me parece bien... me harías un gran favor si no te acercas mas a mi Sangre Sucia...
Draco se levanto del asiento. Ya no había rastros de sonrisa en su rostro. Camino por el pasillo hasta perderse por una cortina roja que dividía los pasajeros de primera clase de los de segunda clase.
Hermione estaba furiosa. No con él, sino consigo misma.
¿Por qué tenia que ser tan idiota?. ¿Por qué tenia que estropearlo todo de esa manera? ¿Por qué tenia que mostrarse tan agresiva?
Aunque la había llamado "Sangre Sucia", el matiz de su voz no era ni remotamente parecido al que él usaba en el colegio. Lo había dicho para intentar herirla, pero no lo había conseguido. Sin embargo el rencor que aun había en su corazón por los hechos del pasado serian muy difícil de borrar con tan solo unos besos y caricias por muy intensos que ellos fueran.
Draco había conseguido un asiento vació en la parte final del avión cerca de los baños.
Se refugio allí por el resto del viaje, volviendo al lado de Hermione cuando ya las luces de la Torre Eifhel se podían distinguir en la distancia.
Se había hecho el propósito de no intimidar mas con su "clienta". Se esforzaría de ahora en adelante en recordar que ella era solo eso, y que le había pagado por sus servicios.
No la culpaba por su actitud defensiva, porque aunque el tiempo había pasado, él bien sabia que habían heridas que duraban mucho en cicatrizar y a veces ni siquiera la pasión y el deseo podían hacerlas sanar.
Sin embargo se sentía furioso y frustrado. En mucho tiempo por fin deseaba a un mujer de verdad y no podía tenerla.
-Lamento mi actitud... susurro Hermione cuando Draco volvió a sentarse a su lado.
-Tratare de mantener las distancias Granger... y espero que esta semana pase rápido... dijo molesto mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.
