ANHELOS ROTOS.
Con un nudo en la garganta, Draco volvió a sentarse al presentir que sus piernas no soportarían mas su peso, a causa del temblor inusitado que estaba dominando su cuerpo.
El señor Granger lo observo con el entrecejo fruncido y sin poder evitarlo le pregunto:
-Ocurre algo Draco...
El rubio dio un respingo y volviendo la mirada hacia su "suegro" dijo, tratando de disimular al máximo su nerviosismo
-No... no...
Sin embargo el señor Granger podía intuir que su "yerno" estaba atravesando por algún dilema de suma gravedad, ya que su actitud de pronto y sin aparente explicación había cambiado. Se le notaba nervioso, pálido y sudoroso a pesar del frió del lugar.
Sin querer Draco había vuelto a fijar sus ojos en la recién llegada, mientras apretaba la varita mágica oculta en su chaqueta. Tuvo que vencer, haciendo acopio de todas sus fuerzas, el deseo de desaparecer a esa mujer.
-Es una mujer muy atractiva ¿verdad?.
El comentario del señor Granger llego a los oídos de Draco; aun así tardo un poco en analizarlo, pero cuando su cerebro capto la suspicacia que bañaban aquellas palabras, se puso aun mas nervioso.
-¿Quién?... pregunto fingiendo inocencia
-Por favor Draco... no disimules conmigo... se que Greta a captado tu atención, al igual que lo ha hecho con el resto de los hombres aquí presentes... reconoció el señor Granger con un dejo de molestia en su voz... y no puedo negar que es una mujer muy atractiva... pero eres el novio de mi hija... así que voy a pedirte que intentes medirte un poco.
Draco trago saliva y asintió rápidamente, mientras pensaba
-"Si usted supiera la verdadera razón... me echaría a patadas de aquí".
Se levanto lentamente y sin importarle nada, abandono la sala y casi corrió al jardín interior de la casona.
Llego hasta una pared abrigada con una hermosa enredadera de verde follaje. Allí se recostó, mientras trataba de ordenar sus ideas e intentar asumir su habitual actitud Malfoy.
Pero no podía. Sabia muy bien que la presencia de aquella mujer podría echar por tierra sus intenciones de cambiar de vida.
Hermione por su parte, mantenía una conversación animada con la amiga de su madre. No podía evitar sentirse algo intimidada ante su presencia.
Y como no sentirse así, al lado de una mujer casi veinte años mas que ella, que lucia tan lozana y joven.
Con una piel de tez bronceada, una hermosa cabellera azabache, unos impresionantes ojos violeta y un cuerpo bien moldeado que podía hacer arrancar fácilmente suspiros y comentarios halagadores de cualquier hombre que se enorgulleciera de serlo.
-Me siento molto feliche de verte... cara mía... dijo Greta mientras tomaba el rostro de Hermione entre una de sus manos... no te veo desde que eras una bambina...
Y para completar, aquel melodioso acento italiano, que en su boca sonaba muy seductor.
Hermione sonrió y le dijo servicial
-Es agradable volver a verla... ¿se quedara mucho tiempo?
-Niente, niente... ando solo de pasada... la mía casa de verano esta en el camino... solo viene a saludar.
-Pero Greta, ya cae la noche... quédate... y mañana en la mañana sigues tu ruta... la invito la señora Granger.
-Noe posible... no quiero ser la sua molestia... se intento disculpar.
-Por favor Greta que cosas dices... quédate, la tía abuela estará feliz de verte y así aprovechas y conoces al futuro esposo de Hermione
Greta sonrió sorprendida y sin poder evitar la curiosidad dijo emocionada.
-OH cara mía... que gran sorpresa... ¿y donde esta ese picolo sinvergoña?...
Hermione se sonrojo un poco y sonriendo apenada, busco con la mirada a Draco. Se extraño al no verlo y disculpándose fue a buscarlo. Recorrió buena parte del piso inferior de la casona hasta que lo encontró.
Estaba sentado en uno de los escalones que conducían a la parte trasera de la casona, desde donde se podía ver una formación montañosa aunque poco visibles, porque la noche ya había comenzado a caer.
Draco tenia la mirada perdida, fija en la lejanía. Sumido en sus pensamientos, no se percato de la llegada de Hermione, ni cuando ella se sentó a su lado, solo cuando sintió el calor de su mano rozarle el muslo, regreso a la realidad.
-¿Qué tienes Draco?... ¿te sientes mal?... pregunto Hermione preocupada
Él pensó por un momento, antes de contestar, que quizás aquella seria una excusa perfecta: fingir que estaba enfermo hasta que Greta desapareciera. Pero esa no era una solución.
-No... solo salí un rato a observar la noche... respondió volviendo su mirada al cielo nocturno.
-¿Seguro?... volvió a insistir ella, al no estar muy convencida de sus palabras.
-Si... no te preocupes...
Draco le sonrió, tomo su mano y la beso con ternura.
-Alguien quiere conocerte... insinuó Hermione acariciando su mejilla con las yemas de sus dedos.
-Si...¿quién?... pregunto Draco distraído.
-La amiga de mi mamá... Greta Varonecci... respondió Hermione alegre
Otra vez el nudo en la garganta. Quizás la idea de la enfermedad repentina no era una mala idea, después de todo.
-Aquí están... dijo una voz detrás de ellos.
La señora Granger los miro, como una madre que consigue a un hijo revoltoso después de horas de ardua búsqueda.
-Vamos al salón... les invito sonriente
Draco iba tras Hermione, sintiendo el calor de ella, mientras su mano descansaba entre aquellos suaves dedos femeninos.
Aun cuando de nuevo el miedo afloro en su corazón; con dolorosa pena, comprendió que no tenia mas remedio que aceptar los acontecimientos que con certeza se desarrollarían. Desde el mas hondo rincón de su alma, aquella actitud fría y soberbia que alguna vez lo caracterizó, y que había quedado en el pasado, estaba nuevamente haciéndose presente aun contra su lógica, porque su corazón sabia que era la única forma de hacer lo que ya tenia pensado.
Justo allí, en medio del salón, al lado de una monumental columna de mármol, Greta Varonecci hablaba pausadamente con el señor Granger y algunos otros.
Volvió su mirada hacia el trío de personas que se acercaban, y al contemplar aquellos ojos grises, sus recuerdos se removieron bruscamente.
-Greta... este es Draco Malfoy... el novio de Hermione... dijo la señora Granger satisfecha y orgullosa.
Ambos se miraron por un instante, mientras sentían que el tiempo se detenía, y sus corazones dejaban de latir.
Un rayo de conciencia llego a la mente de la deidad italiana y con un elegante ademán dijo:
-Multo Pleachere... señoreé Malfoy...
Draco inclino su cabeza y haciendo gala de sus refinados modales dijo
-El gusto es mío señora...
-Pronto van a casarse... continuo la señora Granger mientras abrazaba a la pareja con afecto... realmente estoy muy feliz... quizás pronto me hagan abuela.
Hermione se sonrojo y de reojo intento buscar los ojos de Draco, pero se desconcertó al notar que él y Greta estaban fundidos en la misma mirada.
La italiana rompió el contacto visual, volviendo su mirada a la morena y sonriendo educadamente dijo
-Te felicito, cara mía...
Una nueva conversación surgió entre los allí reunidos, haciendo que Greta debiera prestar atención. Draco por su parte se alejo de ellos. Hermione fue tras él.
-¿Sucede algo?... pregunto Hermione con una puntada de miedo y duda en su corazón.
-Me duele un poco la cabeza... creo que mejor me voy a dormir... se excuso Draco volviendo su mirada a ella.
-No me mientas... se que te pasa algo... por favor dime que esta pasando... le exigió molesta
-Estoy cansado Hermione... y tu eres la culpable... dijo tratando de sonar casual.
Hermione sonrió, pero con la duda aun presente.
-En serio... necesito descansar... nos vemos en la habitación.
Y mientras le daba un dulce beso en los labios, Draco alzo su mirada, encontrando unos destellantes puntos violetas fijos en él.
Sintiendo un escalofrió, se separo de Hermione y alejándose comenzó a subir las escaleras.
La morena volvió su mirada rápidamente tras ella y por unos segundos logro captar la mirada de Greta sobre Draco, antes de que ésta reaccionara y volviera a prestar atención a la conversación que seguía alrededor de ella.
La duda se hizo mas profunda, comenzando a tomar forma en la mente de Hermione. La forma de un doloroso presentimiento.
Tras deshacerse de sus primas, que nuevamente quería acaparar su atención, llego a la habitación dispuesta a encarar a Draco y poderse así quitarse aquella duda que le carcomía, pero lo encontró sumido en un profundo sueño.
Pensó por un momento que fingía, pero al sentir su ronca respiración, comprendió que en realidad dormía, y no encontrando el valor para despertarlo, no le quedo mas remedio que postergar sus ansias de saber.
Un trinar de pajarillos, obligo a Hermione a abrir los ojos, encontrándose sola en la cama. Recorrió la habitación con su mirada, y no pudo evitar suspirar aliviada al verlo frente al ventanal. Miraba al horizonte, como intentando divisar algo mas allá del alcance de su visión.
Ella se levanto y camino hasta él. Lo abrazo con fuerza por detrás, mientras susurraba un buenos días. El acaricio sus manos respondiendo a su saludo. Luego se volvió y la abrazo con fuerza y deseo, hundiendo sus labios en el cuello femenino para lograr así llenarlo de besos.
Se detuvo al sentir como Hermione correspondía a sus caricias, dispuesta a ir mas allá para dejar desbordar la pasión.
Pero un sentimiento de culpa lo domino y excusándose dijo
-Es tarde... ya todos deben estar esperándonos.
Algo frustrada, ella se obligo a reconocer que debían ir al encuentro de la familia. De seguro estaban todos listo para partir el puerto, donde abordarían el yate familiar, navegaian en el inmenso mar, y se detendrían en el puerto de Mónaco para ir a la ciudad de compras.
El rubio la contemplaba mientras se vestía, sintiendo que las fuerzas que había logrado acumular la noche anterior para poder cumplir con el propósito que se había impuesto, lo estaban abandonando, siendo remplazadas por la idea de que, quizás nada pasaría, y que solo estaba haciendo de todo aquello una tormenta. Pero recordó dos destellos violetas que como flechas hirieron sus esperanzas.
-Estoy lista... vamos...
Draco respiro aliviado al no distinguir la esbelta figura de la italiana en las afueras de la casona, por lo que se apresuro a abordar el auto junto con Hermione, la prima Michelle y el primo Thomas.
Durante el viaje intento mantenerse sereno y risueño, logrando así, sin proponérselo, que Hermione no recordara nada sobre sus dudas y presentimientos
Sin embargo la paz y la armonía no duraron mucho en el corazón de Draco.
Allí en la proa del yate, estaba Greta Varonecci luciendo realmente atractiva, con un hermoso sombrero de pajilla, un traje de baño de dos piezas y una florida tela trasparente atada alrededor de su cintura, que cubría sus piernas, pero que dejaban ver sus curvas sin problemas.
Algunas mujeres no pudieron evitar sentirse envidiosas y opacadas al notar la actitud de los hombres, que sin el mayor disimulo no dejaban de detallar a la italiana. Draco tampoco podía dejar de mirarla, sin embargo sus motivos no eran contemplar su espectacular cuerpo, el cual conocía casi a la perfección, sino un motivo mucho mas fuerte e importante.
Con cariño ayudó Hermione a subir al yate, y ambos caminaron hacia la popa, para sentarse mientras zarpaban.
Draco miro por encima del hombro de Hermione tratando de localizar a Greta, y con alivio vio que ella no pretendía abandonar el lugar que ocupaba.
Pocos minutos después partieron mar adentro. Olvidando un poco sus temores Draco abrazo a Hermione, mientras el aire marino les acariciaba el rostro a medida que dejaban atrás el puerto.
Ella apoyo su cabeza en el pecho de él, dejándose adormecer por los latidos de su corazón.
Él comenzó a juguetear con algunos rizos rebeldes de la cabellera femenina, mientras la apretaba mas contra su cuerpo.
-Lamento interrumpir... dijo Michelle algo tímida... pero ya llegamos...
Hermione abrió los ojos, y mirando a su prima y luego a su alrededor, comprendió que debía abandonar aquel cálido lugar que los brazos de Draco le proporcionaban.
-A donde vas... pregunto Draco algo sorprendido
-Voy a acompañarlas a comprar algunas cosas en la ciudad... se disculpo Hermione... puedes quedarte con mi papá... están en los camarotes... jugando póquer...
-Puedo ir contigo... sugirió Draco al comprender que no quería apartarse de su lado.
-Me encantaría Draco, pero te vas a aburrir... reconoció Hermione
El rubio permaneció de pie, observando a la morena marcharse junto a su familia, mientras pensaba en la posibilidad de despejar un poco su mente por medio del póquer, pero alguien tenia otros planes para él.
Su cuerpo se tenso al sentir un brazo que rodeo su cintura de forma posesiva, mientras una voz aterciopelada susurraba en su oído
-Al fin solos caro mío
Draco miro a su alrededor con desesperación, rogando que nadie fuera testigo de aquella escena. Y al parecer así era, la proa del yate estaba completamente solitaria.
-Tan desagradable te ha resultado volver a verme... ¿qué no te has molestado si quiera en dirigirme la palabra?... pregunto Greta dolida.
Draco intento asumir una actitud hostil, pero al verse enceguecido por el resplandor violeta de sus ojos sus defensas se derrumbaron.
-Siento que hallas pensado así... intento disculparse... aunque debo admitir... que... en realidad me he sentido incomodo al verte.
-Puedo entenderlo... dijo Greta mientras se apartaba de Draco y sentándose en una amplia silla, le invito a sentarse a su lado... Hermione es muy bonita.
Él no dijo nada. No sabia que decir. Pero en realidad: ¿Qué podía decir?.
Greta le sonrió con cariño, parecía no querer nada mas allá que simplemente hablar. Aun así no podía dejar de sentirse nervioso
-Ven Draco... hablemos... no pido nada mas... ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que nos vimos... ven... le invito Greta confirmando así los presentimientos del rubio.
Draco se sentó al lado de la italiana y sin poder dejar de mirarla fijamente, ella continuo hablando con tranquilidad
-Me alegra saber que has decidido cambiar de oficio... que has decidido formar un hogar... el hogar que no quisiste formar conmigo.
-No digas eso Greta... me haces sentir mal... se defendió Draco... en aquel tiempo eso no estaba en mis planes... además yo era muy joven
-Y yo muy vieja... reconoció Greta con algo de amargura
-Sabes bien que eso a mi nunca me importo... dijo molesto... si bien te conocí bajo unas circunstancias poco ortodoxas... el tiempo que pase a tu lado fue uno de los mejores de mi vida.
Greta sonrió agradecida. Luego volvió su mirada hacia la inmensidad del mar.
-Entonces ¿por que nunca mas me buscaste?... ¿por qué no contestaste mis cartas?... le reprocho ella... cualquiera diría que querías olvidarme por completo.
-Pues no... realmente fue muy difícil olvidarte... reconoció Draco... pero sabes bien que no quería ser un mantenido...
-Te ofrecí trabajo en mis empresas... le recordó mirándolo nuevamente... pudiste convertirte en un empresario de renombre
-Y estar por siempre bajo tu dominio... pregunto él con ironía... no fui hecho para eso... me gusta la libertad.
-¿Mi dominio?... cualquiera pensaría que soy una bruja dispuesta a hechizarte... dijo indignada.
Draco no pudo evitar sonreír ante el comentario.
-Yo solo era una mujer enamorada de un hombre... continuo ella
-Pues yo era un chiquillo intentando ser un hombre... reconoció Draco interrumpiéndola... por eso no me reproches el que me halla ido... así debía ser.
Greta afirmo las palabras de él con un movimiento de su cabeza, volvió de nuevo a mirar el mar
-¿Dónde la conociste?... pregunto Greta luego de unos minutos de silencio
-En el colegio...dijo él sin pensarlo.
-Entonces...ella es... aquella chica... de la que una vez me hablaste...
-¿De que hablas?...¿Cuál chica?... pregunto Draco confundido
-Esa chica... la que te hacia enervar la sangre...a la que siempre insultabas... la que una vez te abofeteo cuando insultaste a uno de sus amigos... a esa chica que por alguna extraña razón era una de las pocas cosas que añorabas de tu pasado... le recordó Greta.
El corazón de Draco dio un vuelco. Había olvidado aquella confesión, dicha en un momento de fragilidad emocional, cuando los recuerdos de su pasado luchaban por atormentarlo.
Era cierto. Y el tiempo se había encargado de que esa verdad quedara en el olvido.
¿Cuando había reconocido que Hermione era un recuerdo constante, no lo recordaba, solo sabia que en cierta forma mantenerla presente, era un asidero al pasado, para no perder del todo su verdadera identidad. Pero un día, al comprender que era hora de asumir su nueva condición, se hizo el propósito de olvidar y allí había incluido a Hermione.
Ahora podía entenderlo. Ahora todo quedaba mas claro.
Por eso no le fue difícil rendirse ante ella, porque desde siempre, muy en el fondo había significado algo para él.
-Es ella ¿verdad?... volvió a preguntar Greta insistente
-Si... es ella... confirmo Draco aun sumido en sus pensamientos.
-Y ella ¿sabe lo que eras?... a ¿que te dedicabas?... continuo ella interrogando
-Si... dijo Draco bajando la mirada.
-Y sus padres...¿lo saben?
-No...
-Pues ese si que es un problema... bufo Greta aparentando consternación... me imagino su reacción... la admirada Hermione unida a un hombre con un pasado nada decente
Ella siguió hablando, pero Draco ya no escuchaba, solo la contemplo por un momento y en su mente aparecieron uno a uno, miles de rostros femeninos, casi todos sin nombre. Y solo en ese momento entendió su condición y se sintió asqueado de su realidad.
-Y cuando piensan casarse... porque si mal no recuerdo una vez me dijiste que no creías en el matrimonio...
De nuevo la voz de Greta se hizo audible para Draco.
-No voy a casarme con Hermione... respondió con voz trémula
-¿Por qué?... pregunto ella sorprendida
-Por que no la merezco...
Draco se levantó dejando a Greta sumamente confundida. Bajó hasta los camarotes, pero no busco al señor Granger para jugar póquer, quería estar solo para pensar.
Ya de regreso a la casona, Hermione le mostraba sus compras a Draco quien permanecía recostado del copete de la cama, observándola en absoluto silencio.
Aun no sabia como hacerlo, pero tenia que hacerlo. Su decisión ya estaba tomada.
La morena comentaba algo sobre el baile de esa noche. Draco se coloco detrás de ella y la abrazo suavemente.
Quería sentirla.
Quería tenerla por ultima vez.
Ella sonrió ante el gesto y continuo hablando, pero él la interrumpió cuando busco sus labios para besarlos.
Fue un beso distinto, un beso profundo pero sutil.
Hermione correspondió de igual forma, acariciándolo tan dulcemente a Draco, como él la acariciaba a ella.
Se separaron lentamente.
Draco comenzó a quitarle la blusa, desabotonando cada botón sin prisa, retirando luego la tela con cautela. Coloco una mano en la cintura de ella y la otra la dejo descansar sobre su cuello, mientras la miraba tratando de perderse en lo profundo de su alma.
Con la yemas de sus dedos recorrió el camino de su piel hasta uno de sus pechos, donde se detuvo. Su otra mano ya había trepado por su espalda hasta el broche de su ropa interior.
Hermione continuaba acariciándolo, sin perder detalle de lo que él hacia, sintiendo un estremecimiento con cada uno de sus gestos.
Una vez que el torso de Hermione quedo desnudo, Draco aproximo su boca hasta uno de sus pezones. Deposito allí un beso, para luego palpar con la piel de sus mejillas la suavidad de ese lugar. Luego le toco el turno a su lengua, quien mas ávidamente recorrió cada centímetro recibiendo como recompensa ahogados gemidos.
Mientras él continuaba deleitándose, ella bajo sus manos por entre sus pantalones, hasta mas allá de su cintura, para regalar caricias sin limites.
Completamente al desnudo, se dejaron caer sobre la cama.
Hermione le dio paso a su intimidad, mientras lo abrazaba con sus piernas.
Con su miembro viril y fuertemente erguido Draco le acaricio los muslos, sus entrepiernas, y cada rincón del húmedo lugar que palpitaba ardientemente por abrigarlo.
Sin mas preámbulos se adentro en ella, haciéndola gemir deseosa de iniciar el encuentro.
Los besos continuaban bajo una lluvia de embestidas de él sobre ella, llenándola por completo, hasta lograr el máximo contacto.
Hechos uno solo, sintieron fundirse en una marea de ardiente y dulce pasión.
-Prométeme que siempre será así... le pidió suplicante, con voz entrecortada, aun temblando bajo el peso masculino.
Draco la miro y no encontró que decirle, simplemente volvió a besarla.
Pero ese beso no tuvo el mismo significado para ambos.
Para ella: el compromiso por parte de él de cumplir con su promesa. Para él: la despedida.
El salón principal de la casona estaba exquisitamente decorado y ampliamente iluminado. El ruido de la música, las charlas y las risas se mezclaban en un solo conjunto que hacia denotar la alegría que reinaba entre los presentes.
Sin embargo alguien, sentado en una de las mesas del mas alejado rincón, no disfrutaba para nada del momento. Mantenía sus ojos grises clavados en el vaso que tenia al frente, mientras encontraba el valor para hacer lo que tenia que hacer.
Hermione se acerco hasta él con un amplia sonrisa, pero al notar su semblante pregunto
-¿Qué pasó?
-Nada... dijo sin atreverse a mirarla
-Y entonces ¿por qué tan solito?... dijo mientras acariciaba sus manos, que descansaban sobre la mesa.
-Porque tu me has dejado solito... respondió intentando de olvidar sus pensamientos.
-OH... pero que mala he sido... dijo Hermione juguetona... vamos... bailemos... esa canción me gusta mucho.
Draco la acompaño hasta la pista de baile, reconociendo que aceptar aquello, en nada ayudaba a sus propósitos.
Se abrazaron y comenzaron a moverse despacio al ritmo de la música.
Él la sostenía por la cintura escondiendo su rostro entre sus cabellos, y ella le rodeaba el cuello con sus brazos.
Se sentía plena y completa. Nunca hubiese podido imaginar que aquel hombre, haría renacer en ella, de nuevo, las ansias de amar y ser amada.
Anhelo con toda su alma, poder quedarse allí por toda la eternidad, allí entre los brazos, entregarse por completo y ser solo de ella y para ella, sin tener que pensar en nada ni en nadie. Pero al levantar su gris mirada, sus ojos se toparon con la tía abuela y mas allá con Greta.
Y un profundo dolor quemo por completo sus anhelos.
La música dejo de sonar.
Hermione busco los ojos de Draco pero al contemplar su rostro se asusto.
-Draco te sientes bien...
-Si... contigo a mi lado me siento de maravilla... mintió sin dudar
-Pero estas pálido... insistió Hermione... se que algo te ocurre... no me lo ocultes... ¿no confías en mi?
-Tranquila... estoy bien... dijo dándole un beso en la frente...podrías, por favor, traerme algo de beber... tengo un poco de sed...
Hermione se alejo presurosa, lo que Draco aprovecho para huir de allí. Camino con paso decidido hasta el jardín principal. No coordinaba bien las ideas, pero quizás aquel era el momento.
-¿Qué pretendes hacer Draco?... pregunto una voz entre la penumbra.
El rubio se detuvo y sigilosamente busco el origen de la voz.
-Piensas huir de nuevo... piensas abandonar la posibilidad de ser feliz...
Greta Varonecci apareció entre los arbustos. Draco se sorprendió de verla, pero eso no le impidió intentar seguir su camino.
-Draco no lo hagas... dijo Greta suplicante al tiempo que lo tomaba por el brazo... no te hagas mas daño.
-Déjame... tu que sabes... le reprocho Draco
-Es que no te das cuenta que esta es tu oportunidad... dijo intentando convencerlo
-¿Cuál oportunidad?... yo no tengo nada... mas que seguir con esta miserable vida... tu me hiciste comprender... dijo Draco con voz llorosa
-¿Yo?... pregunto Greta temerosa...
-Si... tu... esta mañana me hiciste entrar en razón... ¿que le espera a Hermione a mi lado?... solo vergüenza... porque no puedo borrar mi pasado... ni lo que ahora soy... reconoció Draco con rabia.
-Lo siento Draco... siento mucho haber dicho esas cosas... dijo apenada... estaba celosa y dolida... pero lo que hallas sido, no importa si ustedes se aman...
-Ese es el problema... no creo que con solo amarme, Hermione encuentre razones para estar a mi lado... dijo Draco derrotado.
-Se lo has preguntado... dijo Greta mientras buscaba la mirada de Draco
-No directamente... una vez nos dijimos algo sobre intentar algo juntos... dijo él recordando.
-Entonces pregúntale... sugirió ella
-¿Preguntarle?... por favor Greta... dijo con burla... ¿qué voy a preguntarle: Hermione estas dispuesta a estar conmigo corriendo el riesgo de que, tengas que toparte en cualquier lugar o momento con algunas de las tantas mujeres con las que compartí cama...
-OH no exageres... eso es muy poco probable... dijo Greta indiferente
-Pues fíjate que no... es mas probable de lo que se cree... sonrió con tristeza... en solo cuatro días, me he reencontrado con dos de mis clientas...
-Eso ha sido coincidencia... le contradijo
-Coincidencia o no... lo cierto es que Hermione no se merece esto... no se lo merece...
-Draco... tu eres un ser muy especial... y no dudo que ella descubra al verdadero ser que habita en ti... y logren con su amor borrar el pasado... puntualizo mientras tomaba el rostro de Draco entre sus manos, y secándole una lagrima solitaria que brotaba de sus ojos grises continuo... dale una oportunidad Draco... date una oportunidad.
Greta le regalo un pequeño beso en los labios, que Draco correspondió agradecido. Luego abrazándola susurro
-No se como haré para vivir sin ella...
-Díselo Draco... dile lo que sientes... y no tendrás que hacerlo... le recomendó Greta mientras acariciaba sus cabellos.
Un grito ahogado se escucho detrás de ellos. Ambos se separaron asustados.
Al observar la expresión en el rostro de Greta, Draco comprendió que Hermione los había visto.
-No es lo que piensas pequeña... comenzó a decir Greta...
Draco se acerco a Hermione, pero ella con lagrimas en los ojos se alejo de allí.
N/A: Disculpen la tardanza pero es que entre los estudios y el trabajo pues me ha sido difícil actualizar mas rápido... Gracias por su paciencia y por continuar aquí...Besos...
