DEUDA SALDADA
El día amaneció algo lluvioso, lo que no ayudaba en nada los preparativos que en el ministerio de magia se llevaban a cabo para la próxima fiesta de Halloween.
-Este vendaval va a hacer que se retrase la llegada de los vampiros de Transilvania... decía Padma Patil mientras caminaba nerviosa por la sala de reuniones, donde solían tomar café o té, los empleados a media mañana... tengo los nervios de punta... si eso pasa se me juntara todo... ¡que lió!...
-Oh que horrible... pobrecita de ti... se burlo Seamus mientras fingía pena por su compañera... que contrariedad.
-No te burles de mi... yo soy la encargada de la fiesta... si algo sale mal todos me reprocharan... se defendió Padma... además si no estoy mal informada tu eres el único que hasta ahora ha comprado un disfraz...
-¿QUÉ?... gritaron al unísono los magos presentes en el salón, mientras volvían sus ojos hacia el susodicho...
-¿Cómo hiciste semejante cosa?... si habíamos quedado en no seguirle el juego a esta loca... dijo enfadado Ernie mientras señalaba a Padma.
Seamus se ruborizó de forma alarmante y trato de asumir una postura indiferente
-No se puede dejar todo para ultimo momento...
-Te compraste un disfraz?... pregunto juguetona Angeline... caramba las cosas que uno puede llegar a hacer por ser la atracción de la fiesta
-Yo no quiero ser la atracción de ninguna fiesta... recalco Seamus aun mas ruborizado.
Las risas llenaron el salón y algunas burlas mas de dejaron oír por parte de los presentes, o al menos de casi todos.
Hermione permanecía en un rincón, ajena al barullo que se había formado. Miraba absorta la tasa de café que sostenía entre sus manos.
-Ese Seamus es un pícaro... dijo entre risas Angeline mientras se sentaba al lado de la morena... por eso será que cada día me gusta mas...
Angeline dejo de reír al comprender que su comentario no había hecho ningún efecto en su amiga. Volvió sus ojos hacia ella
-Hermione por amor al cielo ¿hasta cuando vas a continuar así?... pregunto preocupada y exasperada
La morena no le devolvió la mirada ni hizo comentario alguno, solo se levanto del asiento que ocupaba y se marcho del salón
Al llegar a su oficina, cerro la puerta tras de si, mientras miraba distraída por la ventana, que de forma mágica mostraba a los árboles azotados por un fuerte viento.
La puerta se abrió de nuevo, algo que la hizo sobresaltar, pero al ver que era Angeline se alejo hasta su escritorio
-¡¡Se acabo!... ahora mismo me vas a decir que demonios pasó en esa dichosa reunión familiar... exigió Angeline
-Nada... ya te he dicho hasta el cansancio que no paso nada... recalco Hermione con monotonía.
-Escúchame bien... durante un mes he esperado pacientemente a que de forma voluntaria accedieras a explicarme por que estas tan callada, tan triste... pero mi paciencia se termino... así que o me dices que paso... o te obligo a hacerlo...
Angeline saco su varita del interior de la túnica y amenazo con ella a su amiga, quien alzo una ceja algo sorprendida ante el arrebato.
-Pero si no me pasa nada... yo no se de donde sacaste esa idea... dijo Hermione intentando ignorar la varita que apuntaba su humanidad.
-Por favor... mírate... ya casi no comes... casi no hablas... ya no me acompañas a cenar...
De pronto una lechuza entro por la puerta semiabierta, revoloteó hasta posarse en el escritorio. Estiro su pata hacia Hermione, quien rápidamente tomó el pergamino que pendía del animal.
Al desenrollarlo, un papel rodó por la superficie de madera, y el corazón de la morena dio un vuelco al darse cuenta que era aquel cheque que Draco había girado, cuando pretendió devolverle el dinero que ella pagó por sus servicios.
Con manos temblorosas plegó el pergamino y leyó lo allí escrito con una exquisita caligrafía
"Te regreso el dinero. No me debes nada. La deuda fue saldada."
-Hermione ¿qué pasó?... ¿ocurrió algo?... pregunto angustiada Angeline al ver el repentino cambio en el rostro de la morena.
La morena alzo sus ojos hacia la rubia, y sin darse cuenta como, su alma se vació, dejando que las palabras explicaran la razón de su estado. Angeline la escuchó atentamente, sin poder disimular el asombro que le embargó toda aquella confesión.
-El Gigoló Muggle que contrataste resulto ser Draco Malfoy?... pregunto anonadada... pero él no está muerto?
-Pues ya ves que no... esta tan vivo como tu y yo... dijo Hermione con melancolía
-Pero como hizo para esconderse todo este tiempo... aun en el mundo muggle un mago da señales de vida... insistió Angeline
-Supo muy bien como hacer las cosas... razono Hermione... quizás por eso se dedico a ese trabajo... nadie en su sano juicio pensaría en Draco como un Gigoló Muggle... y de seguro se cuido de no usar magia...
-Si lo mas probable... dijo Angeline pensativa... las circunstancias lo convirtieron en un sobreviviente... he escuchado muchas historias sobre él... Harry y Ron cuentan cada cosa...
-Draco ha cambiado mucho... nada de lo que hallas podido escuchar se compara con la realidad... dijo Hermione en su defensa... es todo un caballero, inteligente y cariñoso
-Y muy atractivo, sensual y excelente amante... agrego Angeline
Hermione se ruborizó enormemente ante el comentario de su amiga, quien al ver su reacción no pudo evitar reír estruendosamente.
-Por favor Hermi, no te hagas la ingenua... te has enamorado perdidamente de ese hombre... así que debe tener todas esas cualidades o ser una especie en extinción para tenerte como te tiene...
-Yo no estoy "perdidamente enamorada"... reclamo Hermione recalcando las dos ultimas palabras
-Claro que si... te enamoraste de Draco Malfoy... repitió Angeline... ahora entiendo tu comportamiento... pero lo que no entiendo es que demonios haces aquí en vez de estar en los brazos de ese hombre.
-Ya te lo dije... le recordó Hermione haciendo el esfuerzo de no llorar... es mejor así... él tiene su mundo muy diferente del mío... además ya no pertenece aquí.
-Tonterías... que razonamiento mas absurdo... buzo Angeline... ese mundo es una farsa, una vía de escape... pero de seguro no quiere ser toda su vida un Gigoló Muggle... llegara el momento en que quiera formar una familia... y tu mi querida Hermione no puedes dejar de pasar esa oportunidad.
-¿Cuál oportunidad?... Angeline es que no entiendes... dijo Hermione exasperada... sobre Draco pesa una acusación de intento de asesinato... si él regresa aquí puede ser enviado a Azkaban...
-Y quien dijo que él tenia que regresar aquí... opino Angeline con complicidad... tranquilamente tu puedes irte con él... tu puedes convivir muy bien entre muggles...
-No todo es tan fácil... dijo Hermione bajando la mirada... yo también he pensado en eso... pero quizás él ya no quiera nada conmigo.
Leyó de nuevo el pergamino. No entendía aquellas palabras escritas por Draco: ¿De que forma había ella pagado la deuda?.
Las lagrimas comenzaron a mojar sus mejillas por lo que dejo el pergamino sobre el escritorio y se cubrió el rostro con sus manos. Angeline guardo silencio sintiendo una honda pena por su amiga. Observo el papel y el pergamino que segundos antes Hermione había leído. Vencida por la curiosidad los tomo en sus manos y los leyó. Sin poder evitarlo pregunto sorprendida
-Y ¿de que otra forma pagaste la deuda... si te devolvió el dinero?
-No se... no se... respondió llorosa la morena
-Y no piensas averiguarlo?... le reto Angeline.
Hermione levanto su mirada y observo a su amiga confundida.
-¿Qué quieres que haga?... ¿qué valla a su casa y le pregunte: Draco de que otra forma pague la deuda?
-¡¡Claro!... respondió Angeline con una sonrisa... ¿por qué crees que te envió esa nota?... porque te conoce y sabe que no resistirás quedarte con la duda.
-Pues estas equivocada... si pienso quedarme con la duda... porque no voy a seguir alimentando un imposible...
-Pero Hermi... no seas tan testaruda... casi suplico Angeline... esta quizás sea la última oportunidad para que recuperes lo perdido... para que vuelvas a ser feliz... o ¿vas a negarme que fuiste feliz al lado de Draco Malfoy en esos pocos días?... además y si él también piensa en ti?... y si él también te añora tanto como tu lo añoras?
Hermione iba a negar aquellas afirmaciones, negándose también, a si misma, que su amiga tenia toda la razón.
Pero...¿Ella enamorada de Draco?... ¿Draco enamorado de ella?... ¡Que gran idiotez!
No. Una gran idiotez era haber dejado que su corazón jugara, apostando a Ganador y perder de esa manera. Idiotez era desearlo tan desesperadamente. Pero quizás la mayor Idiotez era la sospecha de saberse correspondida y dejar que el orgullo la dominara.
Un golpe de nudillos sobre la puerta, les hizo guardar silencio a las dos brujas.
-Buenos días chicas...
-Buenos días Neville... respondieron ambas al saludo cordial de su jefe.
-Espero no haber interrumpido algo... pero necesito hablar contigo Hermi... puntualizo Neville con cordialidad, frunció el entrecejo al ver el rostro y los ojos algo rojos de la morena, pero al recibir una cordial sonrisa por parte de ella, decidió continuar... quiero que me expliques...¿qué paso con el informe estadístico que te pedí hace ya una semana?... y además ¿Por qué el informe financiero de Gringotts esta tan mal relacionado?... es la segunda vez que te pido que lo revises, pero al parecer no lo haces, porque aun tiene errores... realmente no se que te esta pasando Hermione... tu no eres así... nunca habías cometido semejante error, ni te habías atrasado... ¿te ocurre algo... acaso estas atravesando por algún problema...?
Hermione mantenía sus ojos miel sobre los de su jefe. Sabia que todas sus acusaciones eran ciertas y que no tenia excusa alguna para disculparse.
-Lamento todo esto Neville... dijo con vos suave... tratare de reparar mi error.
-Eso no es suficiente Hermi... algo pasa contigo... insistió Neville... quiero que sepas que puedes confiar en mi... mas que tu jefe soy tu amigo... por favor dime que te ocurre.
-Desde que llego de Paris esta tan cambiada... acoto Angeline con picardía... es como si no fuera la misma Hermione que se fue...
-Angeline tiene razón... ¿que paso en ese viaje Hermi?... pregunto Neville.
-Soy y siempre seré la misma... dijo Hermione adoptando una postura neutral, mientras le dirigía una mirada asesina a la rubia... he estado algo distraída, lo reconozco, pero nada que unas horas extras de trabajo no ayuden a compensar... tendrás esos informes corregidos, mañana a primera hora en tu escritorio y podremos discutirlos
-No mañana no podrá ser... dijo Neville como recordando algo de pronto... mañana hay una reunión urgente con el ministro y he recibido una notificación de asistencia... no puedo faltar.
-¿Reunión urgente?... pregunto Angeline curiosa... ¿sobre qué?
-Es que no lo saben... pregunto a su vez Neville... Harry y Ron descubrieron el escondite de un mortifago que por años se había mantenido oculto de la justicia mágica... y por fin podrá ser juzgado por el intento de asesinato de Albus Dumbledore...
El corazón de Hermione dio un vuelco y mirando a Angeline temerosa, se atrevió a preguntar en un hilo de voz
-Y sabes quien es?
-Draco Malfoy... ¿lo acuerdas?
La noche había caído sobre la ciudad. Algunos faroles aun permanecían encendidos, alumbrando débilmente la calle. Un fuerte viento otoñal soplaba, haciendo que las hojas de los árboles que cubrían el camino, se levantaran en pequeños remolinos, por lo que se le hacia algo dificultoso el caminar a una oscura figura que presurosa cambiaba de acera, mientras levantaba su rostro oculto tras el amplio cuello de una capa de viaje. La figura busco con su mirada el nombre de la calle, el cual colgaba de un poste plateado en la siguiente esquina.
Doblo por allí, y mantuvo el paso hasta llegar frente a unas enormes rejas de blanco marfil, desde donde se podía ver una enorme mansión de estilo gótico.
Sabia que existía una forma rápida y practica de atravesar aquellas rejas sin problemas y sin llamar la atención, pero no quería hacerlo; porque tal vez seria descubierta.
Miro hacia el interior y desde la lejanía vislumbró un movimiento de personas, parecía que una fiesta se llevaba a cabo en el interior de la mansión.
Un ruido de motor le produjo un sobresalto. Volvió su rostro y observo como una enorme limosina negra se acercaba hasta las rejas.
La figura se retiro rápidamente. Las rejas se abrieron lentamente para dejar pasar al auto. Cuando volvieron a cerrarse, la figura ya caminaba rauda y veloz por los jardines laterales de la mansión. Y sin problemas se coló hasta la entrada trasera. Se asomo por una de las pequeñas ventanas y vio muchas personas con uniformes blancos y negros que llevaban en su manos bandejas de comida.
Hermione se descubrió el rostro y soltando su melena al viento, miro a su alrededor. No tenia la mas remota idea de cómo entrar a la mansión, ni en que lugar exactamente estaría Draco, o si en verdad estaba en aquel lugar.
Por un momento dudo. No tenia ningun plan trazado.
Aquella noticia que Neville le había dado hacia escasas horas, la sumió en un estado de angustia indescriptible. La sola idea de imaginar a Draco en Azkaban, la condujo hasta ese lugar, sin importarle nada, salvo el bienestar del rubio. Había dejado atrás su orgullo, porque ante las circunstancias ya eso no valía la pena. Por qué aunque no estuvieran juntos, el saberlo libre y feliz era suficiente razón para ella seguir viviendo.
Suspiro profundamente y llena de determinación, decidió hacer lo que tenia que hacer.
Bordeo la mansión y llego hasta la puerta principal, donde varias personas ingresaban por la hermosa puerta doble de caoba.
-Buenos noches... la saludo amablemente un atractivo joven vestido de traje de gala azul rey... ¿tiene usted invitación...?
-No... pero necesito hablar con el señor Draco Malfoy... dijo ella tratando de parecer serena y altiva.
El joven la miro dudoso y la estudio por un segundo, luego sonrió suavemente y le dijo con voz amable
-Lo siento... pero igual necesita una invitación... el Lord no recibe a nadie sin una previa invitación.
-¡¡Pero esto es urgente!... dijo Hermione perdiendo la compostura... es muy importante que lo vea... dígale por favor que Hermione Granger necesita hablar con él...
-Ya le dije que sin una invitación nada puedo hacer... repitió el joven con voz mas energica pero sin perder su porte caballero.
-Entiendo lo que me dice... reconoció Hermione... pero dígale que yo estoy aquí... puedo esperar lo necesario... pero avísele... notifíquele que yo estoy aquí.
Algunas mujeres que habían hecho su arribó a la mansión y en ese momento pasaban a su lado, la miraron con desprecio. Sin embargo eso no iba a inmutar a Hermione, ni a disminuir su deseo de ver a Draco.
-Va a tener que retirarse... dijo el joven visiblemente molesto... o sino tendré que retirarla por la fuerza.
-¡Usted no comprende!... ¡¡esto es de vida o muerte!... necesito hablar con Draco... insistió Hermione desesperada... y sino me lo permite por las buenas, entonces será por las malas.
La morena intento ingresar, pero el joven se lo impidió y chasqueando los dedos, rápidamente aparecieron cinco jóvenes mas.
-La señorita necesita que le muestren la salida... explico el joven a sus otros compañeros, quienes comenzaron a acercase a la morena.
Hermione empuño la varita que llevaba en el bolsillo interior de la capa. Era lo ultimo que quería hacer, pero sino le quedaba mas remedio la usaría.
-¿Qué ocurre aquí?... pregunto un hombre detrás de la muralla de hombros.
Los seis chicos de apartaron. Y tras ellos apareció un hombre de mediana edad, vistiendo un esmoquin blanco, quien miro a la bruja de forma evaluadora, y le pregunto educadamente
-Que desea la Dama...?
-Ver al señor Draco Malfoy... dijo altiva
El hombre volvió a detallarla y con una media sonrisa dijo
-Muchas Damas desean ver al Lord, pero muy pocas tienen ese privilegio... ¿qué le hace suponer que usted obtendrá ese privilegio?
-Dígale que Hermione Granger quiere hablar con él... dijo Hermione con el miedo de que eso en nada ayudara.
Sin embargo el hombre palideció al escuchar el nombre.
-¿Cómo dijo que se llama usted?... pregunto sin disimular su incertidumbre
-Hermione Granger
Vincent se froto la frente con los dedos de su mano derecha, sopesando la posibilidad de que hubiesen dos mujeres con el mismo nombre y el mismo apellido. Su mirada recorrió una vez mas a la mujer frente a él, pero al fijarse en sus ojos color miel, vio ese brillo, esa calidez y ese enojo que por tantas noches su jefe le había descrito.
Si. Sin duda alguna ese Hermione Granger que había conquistado el corazón del Lord y esta Hermione Granger parada frente a él, eran la misma.
Sonriendo con algo de vergüenza dijo
-Siento mucho todo esto señorita Granger... pero la seguridad del Lord es importante... pase... en un momento él estará con usted.
El repentino cambio de aquel hombre hacia ella, le hizo sentir un leve estremecimiento. Porque eso solo podía deberse a dos cosas: que Draco le hubiese hablado de ella o era una excusa para retenerla mientras llamaban a la policía y la acusaban de acoso.
Entro en la mansión, tras el elegante y refinado hombre, confiando en que la primera posibilidad fuese la verdadera.
Paso por un lado del salón principal, donde observo un centenar de hombres y mujeres bailando, riendo, conversando, disfrutando al máximo que aquella fiesta. Pudo imaginar para que estaba toda esa gente reunida allí. Aparto su mirada de ellos, para liberar su mente de pensamientos que no venían al caso.
Llegaron hasta una amplia habitación, luego de subir las amplias escaleras.
-Le pido que espere aquí unos segundos por favor... voy a avisarle al Lord... dijo Vicent señalando una amplia butaca cerca de la lujosa chimenea, ubicada en uno de los extremos, donde ardía un fuego acogedor.
Vicent camino presuroso por el pasillo y al llegar ante una habitación, una sola vez llamo a la puerta.
Al no obtener respuesta, volvió a tocar y se apresuro a decir
-Lord, lamento molestarlo, pero es preciso que venga a su despacho, alguien lo espera.
No obtuvo ningún tipo de respuesta. Vicent se impaciento. Su jefe podía llegar a ser un hombre muy obstinado y desde hacia un mes su temperamento se había vuelto realmente insoportable.
Toco una tercera vez y agrego
-Lord, créame, no lo molestaría si no fuera realmente necesario...
Solo obtuvo por respuesta, el silencio.
-Como usted quiera... entonces le diré a la Señorita Hermione Granger que usted no desea verla.
La puerta se abrió antes de que él terminara de hablar.
-¿Qué has dicho?... dijo una voz en la penumbra...
-Hermione Granger, mi Lord... espera por usted .
Draco casi corrió hasta el lugar. Se paro frente a la puerta, temeroso de abrirla. No podía creer que lo escrito en aquella nota hubiese dado el resultado esperado. Pero allí estaba ella, esperándolo, quizás para reclamarle, quizás para devolverle el cheque, o simplemente movida por la curiosidad; pero eso ya no importaba. La tenia otra vez cerca de él, aunque solo fuese para verla por ultima vez.
Abrió la puerta y lo primero que su mirada gris vio, fue aquellos ojos miel que acompañaban todos su recuerdos.
Se miraron por unos segundos.
Hermione dio unos pequeños pasos hacia delante para acercarse. Draco hizo lo mismo mientras la puerta se cerraba tras él.
Y sin mas preámbulo, ella corrió hasta él y lo abrazo. Él cerro sus ojos al sentir su calor y su perfume inundando cada fibra de su cuerpo.
Sin decir palabra, porque en realidad no hacían falta, se besaron profundamente.
Se besaron y se acariciaron, con el amor intacto, como si solo hubiesen pasados unos minutos de separación, pero con el ansia y el deseo a millón, como si hubiesen sido siglos desde su ultimo encuentro.
-Oh lo siento tanto Draco... dijo ella entre sollozos mineras él le besaba apasionadamente la piel de su cuello.
-No digas nada... le pidió él... después habrá tiempo para hablar.
La alzo entre sus brazos y sin dejar de besarla la condujo hasta su habitación. Suavemente la recostó entre las suaves sabanas.
Con desesperación comenzaron a despojarse de la ropa. Draco se perdió entre sus pechos, deseoso de volver a saborearlos, mientras sus manos recorrían las caderas de ellas hasta detenerse en su intimidad y acariciarla al ritmo de sus besos. Ella suspiraba indefensa ante el suplicio de aquellas caricias. Lo extrañaba tanto que se dejo llevar por sus ansias de sentirlo dentro de ella, por lo que atrapo las caderas masculinas entre sus muslos y llevando sus manos hasta el miembro varonil lo prodigaron de roces y caricias hasta hacerlo fuerte y viril.
Draco no necesito nada mas, para comprender cuanto deseaba lo mismo que ella pedía con sus caricias, por lo que apoyándose en sus manos, se acomodo sobre ella y lentamente fue entrando mientras atrapaba entre sus labios un suspiro de gozo de los labios de Hermione.
La penetro mas profundamente para comenzar a mecerse. Ella movió sus caderas, haciendo que ambos cuerpos chocaran en un placentero vaivén, acompañado de roncos gemidos.
Los movimientos fueron haciéndose mas rítmicos y violentos, hasta que ambos se rindieron al máximo disfrute.
Ella intento devorarlo con sus besos al sentir como una increíble sensación recorría su espalda, haciendo que se arqueara, pidiendo un mayor contacto entre los dos. Lo abrazo y lo atrajo hacia ella. Draco se dejo llevar ayudando a que el roce fuese mayor y mas sublime.
Presa de otro inagotable orgasmo, Hermione gimió y apretó con fuerza su bajo vientre ayudándolo así alcanzar junto con ella el sublime deleite.
Se fueron recuperando del encuentro sin dejar de abrazarse
-Te extrañe tanto... reconoció Draco entre susurros... sin dejar de reprocharme, a cada momento, el haberme alejado de ti... pero lo hice porque mi vida, mi pasado, no eran lo que tu te merecías...
-Draco no sabes cuanto lamento... comenzó a decir ella
-No... soy yo el que quiere disculparse... le interrumpió él... quiero que me perdones por no haber tenido el valor necesario para luchar por esto... pero el tenerte otra vez aquí... me hace comprender que nada importa sin ti... renunciare a todo, a lo que soy y a lo que tengo... se que te ha costado venir hasta aquí... que quizás lo pensaste mucho... y reconozco que esa nota fue algo impersonal... pero no encontré otra forma de atraerte de nuevo aquí
-En realidad Draco no estoy aquí por la nota... dijo Hermione tratando de puntualizar la razón de su visita, la cual había pasado a un segundo plano al sentir sus besos y sus caricias.
El rubio la miro sorprendido. Y una duda comenzó a nacer en su corazón. La morena se mordió el labio inferior al no encontrar las palabras necesarias para explicarse.
Un estruendoso silencio lleno de pronto el lugar. Ya no se escuchaba la musica en la lejania, ni el barullo de los invitados. . Algo no andaba bien.
Ambos se miraron extrañados. Draco salió de la cama y por arte de magia se vistió rápidamente.
-Espérame aquí... por qué aun cosas que aclarar... dijo Draco antes de abandonar la habitación.
Sin embargo ella no pretendía obedecerlo, por lo que se vistió también y bajo rápidamente hasta el salón principal.
Se detuvo impactada al final de la escalera, al observar la escena que se desarrollaba antes sus ojos.
Todos los muggles estaban petrificados en diferentes posiciones. Y Draco estaba inmóvil frente a un Ron risueño que lo apuntaba con su varita mágica.
-Pensaste que siempre podrías esconderte ¿no?... que va Malfoy, la justicia tarda pero llega...
-¡¡RON!... ¿QUÉ HACES TU AQUÍ?... grito Hermione acercándose rápidamente hasta ellos
-Cumpliendo con mi deber de auror... se ufanó Ron... siguiéndole la pista a este miserable mortifago
Draco lo observaba fríamente, mientras observaba disimuladamente que sus empleados e invitados estuvieran bien.
-Draco no es ningún mortifago... negó Hermione con rabia... y tu estas obsesionado con fantasías.
En ese momento cuatro aurores hicieron su presencia en medio del salón, procedían de diferentes lugares de la mansión, parecía que habían estado revisando cada rincón.
-Gracias por su ayuda Señorita Granger... la felicito un auror de cabellos entrecanos... Ron nos dijo que nos ayudaria a dar con Malfoy.
Draco se volvió rápidamente hacia la susodicha, quien se sintió confundida
-Tu... tu les dijiste?... los ayudaste?... por eso viniste... solo por eso... tartamudeo Draco furioso ante el engaño.
-NO DRACO... NO... yo no tengo nada que ver en esto... casi grito ella desesperada... yo vine a decirte que el ministerio tenia la intención de apresarte... pero yo no pensé que me seguirían... evite usar magia... lo evite... te juro que...
Intento tomarlo por el brazo, pero el rubio se lo impidió apartándose de ella.
-De igual forma gracias Hermi... sin ti no hubiésemos dado nunca con este... dijo Ron con malicia... bueno Malfoy camina... te espera una fría celda en Azkaban... y para que veas lo considerado que soy, hice los tramites para que sea la misma que ocupo tu padre.
Un rayo azul salió de la varita mágica de Ron, chocando contra el cuerpo de Draco, quedando inmediatamente inmovilizado por unas gruesas cuerdas que le rodearon.
-Él no es ningún mortifago y mucho menos un asesino... reclamo Hermione furiosa... para que lo trates así...
-¡¡Cállate!... que sabes tu de procedimientos judiciales... le espeto Ron con fastidio.
Ella le tomo con fuerza el brazo de Ron, para intentar arrebatarle la varita. Forcejearon unos segundos, pero dado su fuerza superior, logro liberarse de ella sin problemas.
-Ron no seas injusto... suplico Hermione llorosa... tu sabes que Draco es inocente.
-Apártate... le dijo empujándola con violencia
Draco intento sajarse de las cuerdas que lo ataban, para tratar de ayudar a Hermione. Con rabia observo como la morena caía al suelo.
-Eres un cobarde Weasley... dijo Draco con furia... es muy fácil desquitar tus frustraciones en una mujer... ¿como no te enfrentas conmigo?... es a mi a quien quieres... desátame y arreglemos esto...
Los otros cuatro aurores veían la escena algo escandalizados, al ver que Ron se acercaba a Draco y lo golpeaba con el dorso de su mano en la mejilla.
Hermione ahogo un grito al ver como Ron le lanzaba un hechizo aturdidor.
El rubio callo de bruces contra el suelo. La morena se levanto rápidamente, pero un auror de rasgos asiáticos le impidió acercarse a Draco..
-Señor Weasley no estamos aquí para esto... dijo incrédulo un auror de mediana edad... sus diferencias personales con el señor Malfoy pueden ser discutidas en otros terminos... además atacar a un mago indefenso es desleal...
-Están bajo mis ordenes... así que me tienen sin cuidado sus opiniones... dijo Ron sin apartar su mirada furibunda del rubio.
-No... aquí quien da las ordenes soy yo... dijo una vos detrás de ellos.
Harry Potter había aparecido en medio de la muchedumbre petrificada, y lentamente se acerco.
-Y que yo recuerde... en ningún momento di la orden de aprensión hacia Draco Malfoy... dijo Harry molesto... y muchos menos agredirlo de esta forma...¿por qué te tomas atribuciones que no tienes Ron?
-Dijiste que siguiéramos a Hermione... le recodo Ron con rabia... que ella nos guiaría hasta Malfoy...
-Tu ordenaste que me siguieran?... reclamo Hermione dolida... esto es inaudito... yo nunca espere eso de ti Harry.
-Yo no dije eso... se defendió Harry... solo dije que tu podías conducirnos a Malfoy, y que si no colaborabas de mutuo acuerdo... pues seguirte era una opción.
-Entonces si usted no dio ninguna orden... este arresto es ilegal... razono el auror de rasgos asiáticos...
-Pero el señor Weasley nos dijo que usted lo había comisionado para esta misión... explico el auror de mediana edad... por eso estamos aquí.
-Pues no ha sido así... el señor Weasley mintió... reconoció Harry mirando a su amigo con molestia.
El rostro de Ron adquirió una tonalidad violáceo. Apretó con fuerza la varita que tenia en su mano.
-Entonces debes dejarlo libre... casi le ordeno Hermione sin disimular su enfado... y deben marcharse de aquí.
-Ciertamente así debe ser... caballeros por favor regresen al ministerio... dijo Harry serenamente...
Los cuatro aurores afirmaron con la cabeza y desaparecieron del lugar.
Harry hizo una floritura con su varita y en segundos Draco volvió en si, y quedo libre de sus ataduras.
El rubio se incorporo rápidamente. Hermione lo abrazo, para evitar que se abalanzara sobre Ron.
-En nombre del ministerio de Magia y en el mío propio te pido una disculpa por este atropello Malfoy... dijo Harry con seriedad
-Y crees que con eso se arregla todo Potter... pregunto Draco ofendido... ¿cómo se atreven a venir a mi casa en esta forma, y después venir con una falsa disculpa?
-No es una falsa disculpa Malfoy... respondió Harry... lamento que esto halla ocurrido... el hecho de saberte vivo a causado un revuelo en el ministerio...
-Eso no les da derecho a tus empleaduchos... dijo Draco mirando a Ron con desprecio... a agredir a mis invitados, a mis empleados, a mi mismo..
-Ron hizo lo que pensó conveniente... solo trataba de ayudar... dijo Harry tratando de soslayar el error de su amigo...
-No me defiendas Harry... intervino Ron con furia... lo hice porque considero que solo hay una lugar para este gusano: una celda en Azkaban ... y no me arrepiento... y si pudiera lo mataría en este mismo instante.
Ron alzo su varita y apunto con ella al rubio, esperaba el menor movimiento, para descargar contra él todo su rencor y frustración, por saberlo dueño de su Hermione.
-Ron déjate de tonterías... le pidió Harry algo asustado... regresemos al ministerio... no vale la pena.
-¿Qué esperas entonces Comadreja?... pregunto Draco de forma retadora, ya su paciencia se había colmado. Si Weasley quiera pelea, él se la daría... ¡Crees que te tengo miedo!
-No... Draco... ¿qué pretendes hacer?... pregunto Hermione angustiada al ver que Draco también empuñaba su varita.
Draco y Ron se miraban con profundo odio, separados por Hermione y Harry que intentaban mantenerlos separados.
-Por favor Ron... ya somos adultos... ¿qué tonterías son estas?... le dijo Harry mientras lo sostenía... por favor amigo se razonable... con esta actitud no ganas nada... acepta que perdiste... ella ya no es para ti... Hermione se enamoro de otro hombre y lamentablemente es Malfoy...
-Por favor Draco no lo hagas... le suplico Hermione con lagrimas en los ojos... sabes que no vale la pena... les darías una verdadera razón para encerrarte... y yo no podría vivir sabiéndote en Azkaban... porque no puedo concebir mi vida sin ti.
Draco fue el primero en ceder. Bajo la varita y perdiéndose en la inmensidad de aquellos ojos color miel que lo miraban suplicantes, desistió de sus propósitos.
Una lagrima rodó solitaria por la pecosa mejilla de Ron, al ver como el rubio abrazaba a Hermione y luego buscaba sus labios para besarla con pasión. Pero lo que mas dolió fue ver como ella le correspondía con la misma pasión. Bajo la mirada derrotado. Harry lo soltó lentamente, pero manteniéndose atento. Con tristeza vio como su amigo se aparto un poco y desapareció sin decir palabra.
-Ron se ha ido... les informo Harry.
Hermione y Draco dejaron de besarse y volvieron sus rostros hacia el moreno, quien suspirando resignado dijo
-Pronto se le pasara... es solo cuestión de tiempo...
-Oh Harry... gracias por todo... dijo Hermione abrazándolo.
-No me lo agradezcas... le pidió Harry... solo prométeme que seras feliz.
-Te lo prometo... dijo ella depositando un beso en su mejilla...
-Sin embargo debo recordarte Malfoy... dijo Harry dirigiendo su mirada hacia el rubio... que le debes una explicación al ministerio y sobretodo a la comunidad mágica... y aunque Severus Snape te ha librado de responsabilidades... aun hay algunas cosas que aclarar.
-Ya sabes donde encontrarme Potter... dijo Draco seriamente... estoy dispuesto a enfrentar el pasado.
-Pronto tendrás noticias mías... ahora debo irme... cuídate Hermione... nos vemos...
Harry le dio un beso a Hermione antes de desaparecer.
-Ven... dijo Draco tomando de la mano a la morena.
Subieron las escaleras uno al lado del otro, y desde el segundo piso, Draco conjuro un contra hechizo. La fiesta continuo desarrollándose sin contratiempos, como si nada hubiese ocurrido.
Hermione y Draco regresaron a la habitación de éste.
-Y ahora que va a pasar... pregunto Hermione algo preocupada.
-Con respecto a que... dijo Draco mientras le acariciaba el rostro.
-A nosotros...
La miro por un instante y besándole la mano dijo lentamente
-Pasara lo que tu quieres que pase...
FIN
Todo lo que comienza tiene un final. Gracias por su paciencia y por mantenerse allí. Se les quiere y se les respeta. Hasta otra oportunidad.
