Bienvenidos a la segunda entrega de "Clásicos infantiles, al estilo Naruto"

La historia de Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto y no mía. Y ya saben todo eso.

Hoy, la parodia de Risitos de Oro y los 3 Ositos: Risitos de Oro y los 3 ninjas del Sonido.

Había una vez, en una villa llamada la villa de la Hoja, un niño llamado Naruto al que nadie quería. Todos lo azotaban, escupían y todos los días por la noche, lo amarraban a una silla, poniéndole todos los conciertos de RBD en DVD xD (bueno, yo odio Rebeldes) y si andaban de mal humor le ponían la peli Los Increíbles de Disney/Pixar (derechos reservados, sin comentarios) El Naruto tenia el pelo de color dorado, y la gente le ponía moñitos y gritaban por la calle: -Miren, ahí va Risitos de Oro!-

Un día ya se canso de que lo jodieran tanto y decidió largarse de la villa. Metió todas sus cosas en un saco y se largo en su Mercedes que era herencia de su papá, el Cuarto Hokage, que se había cansado de ser ninja y se había ido de fumarolas. Claro que en la villa creían que había muerto matando un tal zorro. Si es que era astuto el tipo.

Luego de unos días, llegó a otra villa. Pero esta villa parecía muy solitaria.

Allí solo había unas cuantas casas.

Toco en la más grande, pero nadie contesto. La puerta se abrió, así que, con algo de vacilación, entro.

La casa tenia dos pisos. En la sala había una mesa triangular con tres platos: uno grande, uno mediano, y uno pequeño. Los tres platos tenían ramen.Genial,en su viaje no había vivido mas que de papas fritas y estaba muerto de hambre. Probó un poco del plato pequeño.

-Esta demasiado frío!- Dejo el plato pequeño aparte

Se acerco al plato más grande y probo del ramen que allí había.

-Demasiado caliente!- soplaba, pues se había quemado la lengua.

Entonces, observo el plato mediano, y se aventuro a probarlo.

-Este esta perfecto! Itadakimasu!-

Después de comer, Naruto sintió sueño, así que subió al segundo piso y se acostó en el suelo, como todo el suelo era igual en la casa, pues nada, se tapo con una cobija y se entrego a Morfeo.

Lo que Naruto no sabia es que en esa casa vivían tres ninjas del Sonido, los cuales estaban en una misión que les había dado Orochimaru, pero ya la habían terminado y volvían a su casa, cuando notaron la puerta abierta

-Alguien ha entrado en nuestra casa- dijo el primer ninja, que tenía el cuerpo cubierto de vendas, porque al muy baboso le habían dicho que horneara al cerdo, y se metió el mismo a la estufa.

Entraron a la casa.

-Alguien ha comido de nuestros platos- dijo el segundo ninja, que tenia unos huecos en las dos manos. A este le dio envidia del Miroku.

Subieron al segundo piso, y entraron en su habitación, donde encontraron al mandado del Naruto en el piso, durmiendo.

-Oye, tu que haces aquí?- dijo la tercer ninja, pateándole el costado para que se levantara. Esta aquí no pintaba nada, pero tenían que ser tres, no?

-Yo, nada, acá disfrutando de la amable hospitalidad- dijo el rubio, desperezándose y quitándose su ridículo sombrero de noche.

-Hospitalidad? Pero si tu entraste en nuestra casa!-

-Si, bueno, domo arigatou! Pero creo que me voy……- se dirigió hacia la puerta de la casa.

-Ah, no!- rápidamente el de las vendas le bloqueo la puerta. –Te comiste toda nuestra comida y nos vas a pagar todo- al ninja le brillaban los ojos.

Al otro día

-Sirviente, nuestro desayuno!-

-Ya voy, señor!- un muy refunfuñante Naruto le sirvió el desayuno a los tres ninjas.

-Jajajajaja Eres muy útil. Y vas a ser nuestro esta semana! Ahora limpia la casa!

-Si, señor.-

Nuestro protagonista se estaba cansando, así que reviso su mochila y descubrió buena cantidad de sellos explosivos. Aprovecho que en la casa andaban de misión. Coloco todos los sellos en cada lugar de la casa, la habitación, la cocina, la sala, etc. Justo cuando hubo terminado salio de la casa, que inmediatamente exploto en pedazos.

-Y ahora, ¿Qué hago?- se preguntaba mientras andaba por el bosque. Se recostó a dormir un rato contra un árbol.

-NARUTO!-

Desperto de un salto, y delante de el estaba……..su Mercedes! Lo había olvidado! Lo conducía el tal Zaku, con Dozu en el asiento del copiloto y Kin atrás.

-Ese es mi carro, dattebayo! Devuelvanmelo!- salto a la capota del carro, pero inmediatamente, aceleraron y el salio despedido.

-Por haber quemado nuestra casa, nos vamos a quedar con tu carrito. Jajajajajajaja!...

PUM!

El Mercedes salio despedido hacia delante, y cayo por un precipicio. Un Mustang negro apareció, conducido por….

-Disculpa, niño, este es el camino a la aldea de las apuestas?- pregunto un hombre. Su cabello era rubio, y tenía las mismas facciones de Naruto. Era como una versión crecida de este, el que, incrédulo, saco una foto de su bolsillo.

-Papá grito el chico, emocionado. –Eres tu de verdad?-

-Naruto? Vaya, no te veía desde que eras un niño. Pero que haces por aquí? Sube, vamos a la aldea de las apuestas-

Y Naruto se fue con su padre y nunca más volvió a comer ramen frío. Aunque de vez en cuando Yondaime se endeudaba y lo dejaba de crédito…………

FIN

Espero que les haya gustado. Nos vemos la próxima vez. Dejen reviews please.