Titulo: Orión.
Autor: Tenshi-Hikaru
Disclaimer: La mayoria de los personajes pertenecen a Clamp y a J.R.R Tolkien. Marcus, Aram, Xander y algunos otros son mios jejeje.
Capitulo 19
Salieron muy de mañana de Rivendel, el sol apenas asomaba entre las lejanas montañas. Yue bostezaba medio dormido sobre el hermoso caballo gris.
Marcus lo observaba con un poco de pena, por haberlo levantado tan temprano y llevarlo lejos del lugar donde el ángel solía estar tan feliz. Si bien Yue no necesitaba cumplir con el castigo, Marcus aceptó esta vez que le acompañara en una de sus búsquedas.
Cabalgaron a paso ligero casi medio día, pero pronto se hizo necesario un descanso. Desmontaron cerca de un río, bajo la sombra de unos enormes cedros.
-"Este lugar es perfecto para descansar." -Marcus se estiró.
-"Tienes razón." -Yue sonrió.
El chico observó a Yue acercarse al río y tomar un poco de agua en sus manos para después beberla. Definitivamente los elfos influían mucho en él.
Yue volvió a tomar agua y se la ofreció a su compañero. Marcus sonrió y se acercó a beber de las manos del Guardián.
-"Esto me hace recordar cierta vez cuando tú rechazabas la idea de recibir alimentos de mis manos."
-"¿Qué?." Dijo el Guardián un poco confundido.
Flashback:
-" ...No..."
-"Come."
-"He dicho que No."
-"Vamos, no me hagas obligarte." Marcus sonrió con el tenedor en la mano.
-"Deja de molestarme." - Dijo el Guardián al borde de su paciencia.
-" Ah... estás de mal humor." -Sonrió el hechicero.
-"¡NO me molestes, déjame sólo¿ me escu...!."
Marcus metió el tenedor en la boca del necio Guardián.
-"Cómetelo." –Fue la simple petición.
Yue lo miró con desprecio, pero obedeció. Marcus le ofreció una de sus más pacíficas y tiernas sonrisas.
Fin de flashback.
Era verdad, durante esos últimos años, Marcus se había ganado el cariño de Yue de una forma muy especial.
-"Nunca imaginé que las cosas cambiarían tanto."
-"Y yo nunca hubiera imaginado que me encontraría así, abrazándote mientras recordamos viejos tiempos." -Dijo el joven mientras rodeaba con ternura la cintura del ángel.
-"Era lindo..."
-"¿Qué era lindo?."
-"Que te preocuparas por hacerme comer."
-"Mmmmm, tenemos diferentes ideas acerca de lo que es lindo. Cada vez que te miro digo: No sólo es lindo¡es hermoso.!."
-"No es verdad."
-"¿Me dices mentiroso?."
-"Mentiroso, arrogante, impulsivo, ...mal amante..." Dijo Yue con malicia.
Marcus se movió rápidamente, dejando al pobre Guardián de espaldas en el pasto, mientras sostenía sus muñecas por encima de su cabeza.
-"Acepto lo de arrogante, impulsivo, y quizás un poco lo de mentiroso. Pero lo de mal amante... es un insulto grave que te haré pagar..." -Cubrió los labios de Yue, saboreándolos, disfrutando de la respuesta de su cautivo.
Al quedarse ambos sin aliento, se separaron un poco. El chico despejó algunos cabellos del rostro de Yue y con suavidad rozó los labios, haciéndole cerrar los ojos al sentir la dulce caricia.
Marcus sonrió y dijo. –"Debemos comer algo para continuar la marcha, ansío llegar pronto a casa."
Yue lo miró a los ojos unos segundos y sonrió, sabiendo a qué se refería con su prisa. –"Oh, no¿tu vas a cocinar?."
-"Si. ¿algún problema con eso?."
-"Dioses¿y tendré que probarla?."
-"Por supuesto¿qué pensabas, que cocino por gusto?."
-"Sabes que no lo necesito."
-"Lo sé, pero me gusta verte mover los labios." –El chico le sonrió y se levantó para encender la fogata.
Después de una ligera comida, Marcus se recostó en el tronco del árbol, para tomar una pequeña siesta. Yue no sabía que hacer, si dormir también, o dar un paseo por ahí. Decidió refrescarse un poco en el río, se quitó los zapatos y entró en el agua fresca.
El joven hechicero lo espiaba sin que se diera cuenta. Adoraba contemplar a la hermosa figura plateada, con esa mirada tan llena de inocencia y curiosidad, una faceta de Yue que no muy a menudo se presentaba y sólo en la intimidad.
El Guardián trataba de llegar a una roca en el centro de un estanque. Por la mente del chico pasó una idea, pero la rechazó.
El ángel caminaba despacio, esquivando las piedras del fondo. Cuando estaba a dos pasos de la roca pisó en una piedra lisa y resbaló.
Marcus se levantó de un salto. –"Demonios, y yo que pensé en advertirle..."
Se acercó al estanque buscando a su ángel que se había sumergido al caer. Una mano apareció cerca de él, y al tomarla fue jalado hacia el agua.
-"¡YUEEE!." Antes de que pudiera pensarlo, se encontraba todo mojado, con un travieso Guardián abrazado a su cuello.
-"Sinvergüenza." -Dijo Marcus.
-"Gracias."
-"Salgamos o me resfriaré."
-"Mmmmm..." –Yue ronroneó en su cuello.
-"Yue, tengo frío y quiero secarme antes de seguir el viaje, ya tendremos tiempo para tus juegos al llegar a casa, pícaro ángel."
-"Mmm sólo era una broma."
-"Te hace daño estar con ese endemoniado elfo." -Marcus llevó en brazos al Guardián hasta la fogata y lo depositó con cuidado en el suelo.
-"¿Tu crees?."
-"Quítate la ropa."
-"¿Qué!'?." -el ángel creyó escuchar mal."
-"Está mojada Yue, no te pasarás todo el día así. Traes el equipaje en el caballo."
-"Lo dices porque quieres verme desnudo."
-"No hay mucho que puedas ocultarme con la ropa húmeda pegada al cuerpo." –El chico le miró con una amplia sonrisa en su rostro.
-"...Iré a cambiarme..."
-"Eres muy fácil de convencer, hermoso ángel."
-"Tramposo."
Elrond levantó la vista de su libro al escuchar que llamaban a la puerta.
Clow entró a la biblioteca del elfo, esperaba encontrarlo en compañía de Yue, puesto que Marcus había salido de Rivendel por órdenes de Elrond.
-"Elrond¿dónde está Yue?."
-"Va en camino a su casa. Él y Marcus pasarán ahí unos días antes de ir en su nueva búsqueda."
-"Pero ¿porqué se fue? Marcus fue el culpable de todo, Yue no tenía porqué marcharse."
-"El decidió acompañar a Marcus."
-"¡No lo creo! Debió llevárselo a la fuerza."
-"Clow, deberías abrir los ojos y darte cuenta de los sentimientos de Yue, ya es tiempo de que aceptes..."
-"¡No!." -Clow le interrumpió furioso, pero se arrepintió de su atrevimiento y agregó. –"Lo lamento. Es que... no puedo aceptarlo... me duele pensar..."
-"Comprendo, pero si en verdad lo amas, debes dejarlo ir."
Un nuevo llamado a la puerta sacó de sus pensamientos al mago. Un elfo de la guardia entró.
-"Lord Elrond, llegaron unos mensajeros trayendo noticias de un grupo de criaturas al norte de aquí."
-"¿Qué dirección llevan?."
"Se dirigen al valle de Ioreth. A la velocidad que marchaban, ya deben estar llegando."
El rostro del Señor de Rivendel se tornó serio. –"Ese valle es el camino que tomaron Yue y Marcus. Llama de inmediato a la guardia, tenemos que ir en su ayuda."
-"Si, mi señor." -El elfo se marchó a toda prisa a cumplir las órdenes.
-"Iré contigo." -Dijo Clow.
El elfo asintió y salió a preparar la partida.
TBC...
Notas de Autor: Lo sé, lo dejé en suspenso, pero fue imposible alargarlo mas, prometo compensarlo con el siguiente capitulo .
