Mereth Echuir fiesta de primavera
Simbelmyne No me olvides
Im veren le gevedi Estoy feliz de reunirme contigo
Guren linna gen cened Mi corazon canta al verte
Nin henial? ¿me entiendes?
The sing of thistle (2)
1
La flama danzaba al ritmo que el viento le imponía amenazando con extinguir su luz, poco después una hermosa barrera de vidrio le protegió, las sombras danzantes al ritmo impuesto, se fijaron en la pared.
Acerco la vela del quinqué a la cara del rubio, observando detenidamente el rostro dormido, alzo el quinqué mirando los cuadros del salón de banquete. Las pinturas se veían un poco más tétricas de lo usual, la luz amarillenta y débil de la vela conseguía ese hermoso efecto. Envolvió al muchacho rubio cargándolo suavemente, con habilidad tomo el quinqué con un par de dedos, perdiéndose en los laberintos del castillo.
2
Hyoga al despertar vio unas estrellas pintadas en el techo de la habitación, brillaban blancas pese a la débil luz de vela a su lado, había una en el centro que parecía ser ligeramente más grande que las demás, conforme recorría al techo llego a las paredes, en lo mas alto encontró unas hermosas letras bellamente grabadas en madera, no podía leerlas, no porque no supiera leer sino porque era la primera ves que ese tipo de letras.
"Eso es elfico " dijo una voz seca aun lado suyo, volvió la mirada rápidamente, Hyoga encontró a un hombre sentado, las piernas cruzadas y ligeramente inclinado, sus ojos verdes clavados en la única ventana, su cabello entre rubio entre plateado caía suavemente en sus hombros, desaliñados. Su ropaje se parecía muchisimo a la de Frey, mas estas parecían mas gastadas y viejas "y solo los elfos enseñan a leer esa basura" añadió fastidiado volviéndose al rubio.
"No vuelvas a caminar sólo por este castillo" le reprochó suavemente.
Al instante la puerta se abrió, Frey entro pausadamente y en gran silencio, aquel hombre volvió su mirada al recién llegado, sonriendo muy disimuladamente, quien casi de inmediato, parecía devolverle el gesto con una sonrisa mas abierta y alegre.
"Gracias Loki" dijo suavemente acercándose al muchacho "Im veren le gevedi" habló el hombre con un acento muy raro, como si tuviera miedo de equivocarse con las palabras y su pronunciación, Frey aguantó las ganas de reír, se reclino sobre el rubio verificando con una mano en la frente su temperatura "Guren linna gen cened" Volvió a pronunciar un poco mas seguro, poniéndose de pie, suspirar y al parecer ocultar un cierto nerviosismo.
Hyoga le vio sudar, mas al parecer Frey estaba mas interesando en revisar la buena salud del rubio que prestar oído a las palabras de Loki.
" Nin henial?" Dijo una ultima ves, frunciendo el ceño al no ver respuesta, camino hasta la puerta de la habitación "¿que mas debo hacer¡Estoy hartó!" grito con cierto tono de hastió antes de salir y cerrar la puerta con un sonoró portazo.
3
"Undómiel" repitió Hyoga mas de una vez, mientras miraba el caer de la tarde, entonces tal y como le habían contado, apareció.
La estrella de la tarde, la primera estrella en aparecer, la estrella que según le había contado Frey, era la estrella mas amada de los elfos. Toda su infancia lo había escuchado de labios de su amigo y mayordomo de su tío, todos los días presenciaba el aparecer de esta estrella sin mucho cuidado, como si fuera otra estrella.
Pero hoy, la veía con otros ojos.
Quizá los elfos la veían ahora, quizá le cantaban desde alguna parte del bosque, y hasta quizá, algunos celebraran su aparición.
En las cercanías del bosque una silueta distinguió, agudizo lo mejor que pudo la vista, distinguió un abrigo de piel desgastado y unas botas del mismo material, el color de su cabello era inconfundible. Sin esperar corrió prontamente a la puerta del castillo y corrió y corrió tan rápido como pudo hasta los linderos del bosque esperando encontrar a ese ser, al elfo que había visto un día antes de llegar al castillo.
Pero no estaba, no se le veía en la cercanía. Su instinto de explorador inculcado por su tío le dijo que observara el terreno a su alrededor, con cuidado descubrió huellas de varios animalitos del bosque que pudo identificar fácilmente. Entre ellas, unas huellas frescas de botas hechas con piel y atadas cuidadosamente.
Las siguió por algunos minutos mientras la luz del ocaso se lo permitió, al darse cuenta se vio en el bosque, algo desorientado, no había sido lo suficientemente precavido como sus otros maestros le había dicho.
Conservo la calma, tratando de no entrar en pánico. Unas risas atrajeron su atención, había unas diminutas luces las cuales le sirvieron de guía en un bosque que obscurecía a cada instante rodeándolo de sonidos extraños y nuevos para él.
En un claro del bosque encontró varias lámparas colgadas, una fogata en el centro y una mesa con alimentos del bosque preparados cuidadosamente, también tenia varios tarros llenos con espumante cerveza. Le pareció extraño que estuviese desierto el lugar, un ciervo era asado en la fogata, el barril de cerveza aun goteaba, era como si todo lo hubiesen dejado apenas un instante antes de que Hyoga llegara.
"Buenas noches" habló esperando una respuesta. "Estoy perdido¿me pueden ayudar?" volvió a decir, el silencio del bosque le abrumó un poco, su estomago le recordó que ya era la hora de cenar.
Caminó curioso hacia la mesa, le parecieron apetecibles los alimentos, tomo un pan y devoro ansiosamente, tomo una cerveza y la debió gustosamente. Nunca antes en su vida había probado un pan tan sabroso o cerveza tan deliciosa como esa.
Escuchó cuchicheos detrás de unos arbustos, se volvió. Allí estaba de nuevo el chico de ayer en la tarde, usando el mismo abrigo de piel, el mismo blusón azul, las mismas botas. Aquel que parecía un joven elfo de cabellos verdes.
"Buenas noches" habló después de un rato de observar al hermoso chico "estoy perdido, tenia hambre y yo..." trato de explicarse, mas al ver al chico caminar hacia él las palabras se ahogaron en su garganta.
"¿Eres un elfo?" Preguntó al rubio tocando los cabellos de Hyoga, sin duda alguna este joven jamás en su vida había visto alguien parecido, de cabellos dorados y ojos azules.
"no" contesto Hyoga, sin apartar la vista del hermoso chico de ojos verdes, era tan bello su rostro "¿tu lo eres?" pregunto embobado.
"Si no eres un elfo" dijo una alegre voz saliendo detrás de los árboles "será mejor que te quedes a cenar con nosotros y pases la noche aquí, vamos Shun sírvele mas cerveza a nuestro no elfo".
Shun sonrío y tomo el tarro de Hyoga que aun inconscientemente traía en su mano.
4
Hyoga salió de la pequeña casa improvisada con pieles y varas, pequeña pero acogedora, aun podía oír en su cabeza las alegres canciones y la música, aun podía ver la cara de Shun atrayéndole al centro y presentándole a su familia, o mas bien las personas que cuidaban de él y su hermano mayor, recordaba la mirada fría e insensible del chico de cabellos azules que en ves de alegrarse como los demás, parecía odiarle infinitamente, desapareciendo en la oscuridad del bosque.
Sonrió cuando sus piernas se quejaron del dolor por el cansancio al aprender esas extrañas danzas, ningún entrenamiento le había preparado para algo así, mas había disfrutado en grande, no supo muy bien porque se dejaba llevar por él, por Shun, su elfo, sonreía cada que pensaba en ello. Si era tan hermoso como un elfo, un sueño bailando a su lado.
Toda la noche bailó, los escucho hablar en una hermosisima lengua, muy parecida quizá a la que Frey le solía mencionar en sus cuentos. Tendría que preguntarle en cuanto le viera.
Una ves terminada la danza Shun lo sentó en el mismo lugar donde se encontraba, Hyoga suspiro recordando como el chico le veía tiernamente, como se sonrojaba al verle, largos instantes antes de que uno se decidiera a hacer algo, a sorpresa del rubio el otro se adelanto.
Shun tomo la mano del rubio sonrojándose, Hyoga le miraba en silencio, expectante a las acciones del bello chico. Shun saco de su bolsillo un pequeño anillo tejido con los tallos del cardo, delicadamente limpiados de espinas y hojas, tomó la mano del rubio y le puso el anillo en el dedo que le pareció quedar perfectamente y le dio un tímido beso en los labios, dijo una frase muy rara que no podía quitarse de la cabeza "inyë tyë mela" y huyó, escondiéndose en una de esas pequeñas casas.
Que sorpresa esa noche sin duda, Hyoga suspiró y alzó la cara exactamente como esa noche, levantó para ver ese pequeño anillo, un trabajo muy delicado y gentil, volteo al ver de nuevo al hermano de Shun, aun tenia frescas las palabras del mayor
"no lo olvides"
Sonrió, no entendía exactamente a que se refería con esas palabras, aun que esperaba el amanecer, Hyoga trataba de entender, el sueño no le envolvió y su mente se arremolinaba con esas simples palabras.
"Buenos días" le despertó una voz conocida, entregándole una bella sonrisa al verle sentar a su lado
"Aún no sale Anar" dijo mirando el joven al cielo
"¿Anar?" pregunto Hyoga sin quitarle la vista a Shun
"La sol" dijo "Ella aun no asoma su rostro por el firmamento"
"El sol" corrigió el rubio
"Si fuera él, nunca nos regalaría hermosos cabellos, es ella, generosa como madre y hermosa... pero no tanto como tu" se sonrojo al decir estas palabras, recargando su cabeza en el hombro del rubio.
Hyoga sorprendido ante tal franqueza con la que hablaba el joven no pudo sonrojarse, no tenía palabras.
Apareció el hermano mayor saludado animado por el pequeño, abrazando al mayor con euforia como si hubiese regresado de un largo viaje, Ikki sonrío levemente ante tal gesto.
"Regresa pronto hermano" le dijo entregando un beso en la frente.
"Vamos Hyoga, te conduciré al castillo" le dijo ofreciéndole una mano, si por él fuera, se podría haber quedado el resto de sus días con ellos. "Se lo que piensas, pero... la gente del castillo se enfadará si no te encuentran".
Su tío, si él podría enfadarse y mandarle buscar por todo el bosque, asintió en silencio dejándose guiar por el pequeño. Shun parecía caminar sobre la nieve, su ligereza y habilidad engañaban al buen ojo, mientras que Hyoga le seguía pesadamente.
Unas horas después llegaron a los límites del bosque, Shun se entristeció un poco, le entrego un beso en la mejilla
"Vuelve por favor" le dijo antes de desaparecer en el bosque nuevamente.
Hyoga se quedo mirándole hasta perderlo de vista en el inmenso bosque. Suspiro y regreso al castillo desganado, en su mente iba pensado en miles de excusas que darle a su tío, que de seguro estaba más que furioso.
5
Dos personas vigilaban esa madrugada fría en los altos muros del castillo.
"¿Has visto?" pronunció uno.
"Si" susurró el otro secamente
"entrégamelo y te daré tu recompensa" ofreció envolviéndose en la capa negra.
"asi lo haré" hizo una pequeña caravana regresando a la comodidad del castillo.
"Ingenuo" musitó para si mismo "eso que quieres jamás serás tuyo..."
6
Al entrar a su habitación recibió la pronta visita de Frey, trayéndole ropas
"tu tío quiere verte" le dijo sin mas rodeos "no le digas que estuviste en el bosque con "ellos""
"¿qué?" se sorprendió¿Acaso Frey se refería al grupo con el que había estado con Shun? y así les llamaba "ellos"
"Solo dile la verdad" sirviendo agua para que se lavara la cara Hyoga "te perdiste en el bosque, y pasaste la noche a la intemperie"
"Frey ¿quiénes son ellos?" preguntó decididamente antes de cruzar la puerta de su habitación, Frey que le daba la espalda, se volvió a mirarle
"Ello son lo que tu quieras que sean" comenzó a explicarle, su tono de voz ya no era tan alegre como antes, mas bien parecía triste, y de algún modo hermoso y melodioso "viven en el bosque mudándose cada ves, algunos le llaman espíritus del bosques porque solo los ven una ves, otros les llaman elfos por su belleza, pero poco saben que solo son como tu y como yo..." suspiró y sonrió "vamos, tu tío debe estar hecho una furia".
Camus en verdad estaba hecho una furia esa mañana, gruñía cada vez que alzaba la cuchara, cada vez que masticaba, los sirvientes no se atrevían a decirle nada. Paró en seco todas sus actividades, estaba dispuesto a darle una buena regañada a Hyoga, pero algo al ver a Frey le hizo tranquilizase mucho, e incluso cuando pidió explicación al muchacho las acepto de buena gana.
Sweets to the sweet
7
Loki por fin vio la oportunidad, Frey salía de la cocina y lo acorraló contra la pared pegando sus manos al frío muro, bajo la mirada puesto que Frey era mas bajo que él, amaba que le viera, amaba tenerlo así, pero le gustaba mas que le sonriera, ese instante no había sonrisa en la cara de Frey, solo una cara vacía con tintes melancólicos."¿Qué mas tengo que hacer?" Comenzó Loki con voz susurrante "Aprendí esa tonta lengua tuya para decirte todo lo que siento, hice todos esos estúpidos rituales que me enseñaste, maldición Frey ¿qué mas debo hacer? dímelo no quiero..."
Frey se acerco y le abrazo dulcemente ocultando su rostro en el pecho, Loki no pudo evitar abrazarlo de vuelta, amaba cuando él le abrazaba así, pero sabía muy dentro de su corazón que ese abrazo no duraría mucho
"y aquí estoy Loki" murmuró dulcemente "sigo aquí"
Su corazón se estremeció al oírle sollozar, no de nuevo, le partía el alma oírle sollozar de ese modo
"Por favor... Frey..." trato de hacerle hablar, mas el otro se separó limpiando sus lagrimas y mirándole con ojos aguados de lagrimas.
"no esta en mi poder Loki" le dijo separándose del abrazo y después señalado el corazón del otro "solo tu tienes ese poder y es mas sencillo de lo que crees"
"Odio que me hables así" gritó con tono desesperado "¿qué debo hacer?
"se honesto..." susurró emprendiendo su camino por los pasillos
"Una pregunta mas… espera" pidió descorazonado "¿por qué el joven Hyoga¿Por qué lo escogiste?
"Yo no lo escogí, fue alguien mas" respondió sencillamente
"Loki ven de inmediato" llamó tozudamente una voz desde la cocina, lo suficiente para hacerle voltear un momento, suspiro al ver el pasillo vacío, contempló largo rato ese vacío en el pasillo hasta que una segunda llamada le recordó su deberes, con pesadez entro, tenia aun tantas preguntas y dudas.
