Capitulo 10
Harry estaba apoyado en un árbol, acariciando el cabello de Hermione mientras ella leía recostada en el pasto
- ¿Qué vas a hacer por vacaciones? – pregunto de repente
- aun no lo se, supongo que iré donde mis padres… ¿y tu? - respondió ella sin quitar la mirada de su libro
- yo también creo que solo iré a casa, todos los años hacen lo mismo, se la pasan de fiesta en fiesta y a veces eso cansa… - dijo el recostándose junto a ella y consiguiendo que ella lo mire
- lo se, mis padres también cuidan mucho su vida social… ¿que hora es? – pregunto al sentir que su estomago se retorcía un poco
- la hoga del almuegzo – dijo una voz junto a ellos, haciendo que los dos volteen
- hola Fleur – dijo Harry mientras se levantaba y ayudaba a Hermione a hacer lo mismo – no te sentimos –
- lo note – dijo ella – solo iba camino al almuegzo y los vi –
- bueno pues será mejor que vayamos a comer – dijo Harry sonriéndole a Fleur y tomando la mano de Hermione
- fue muy buena la pgesentacion que hiciegon en el baile – dijo Fleur mientras caminaban de regreso al castillo
- gracias, espero que los demás alumnos opinen lo mismo que tu – dijo sonrojándose un poco – bueno, nos vemos después – dijo cuando llegaron a la entrada del gran comedor, Fleur solo le sonrió y fue en dirección a la mesa de Ravenclaw y Harry se volvió a ver a Hermione – ¿nos vemos mas tarde? Después del almuerzo tengo que ir a la biblioteca y también tengo que pedirle sus apuntes a Blaise para ponerme al día – se excuso al ver que Hermione iba a protestar, en realidad le gustaba Hermione pero ella acababa de salir de una mala relación y no quería presionarla mucho
- bueno… entonces te veré mas tarde – Harry le sonrió y le dio un beso rápido en los labios antes de entrar al gran comedor, Hermione lo miro entrar, le gustaba mucho, y en realidad siempre le había gustado pero no quería apresurar nada, ella acababa de salir de una mala relación y por otro lado, el tenia que acostumbrarse a la idea de que ahora tenia novia "la paciencia lleva muy lejos…" pensó antes de entrar ella también al gran comedor.
Harry estaba en la biblioteca con sus amigos que ya habían preparado sus cosas para irse a la mañana siguiente cuando sintió un mareo y todo se volvió oscuro…
Estaba en un lugar en que le parecía haber estado antes pero no sabia cuando y entonces se dio cuanta, estaba en Hogwarts, en la biblioteca y a su lado había alguien en el suelo, una mujer de cabello castaño, húmedo al parecer de la sangre que había formado un charco alrededor de ella y estaba con un uniforme de Hogwarts medio desgarrado
- aléjate de mi si no quieres que sea así como termine – Harry oyó mientras ella levantaba lentamente el rostro y a el se le nublaba la vista
Harry despertó repentinamente en la mesa de la biblioteca haciendo sobresaltar a sus amigos que aun seguían hablando de lo mismo
- ah ya despertaste – dijo Hanna – pensé que Paúl iba a tener que cargarte hasta tu habitación – a lo que Paúl hizo una mueca, Harry opto por no decirle nada a nadie porque ni siquiera sabia quien era la chica de su sueño alucinación o lo que haya sido
- creo que ya es hora de que vayamos a la sala común, a Snape no le gusta que estemos fuera de ella mientras este el torneo, dice que los otros alumnos me pueden perturbar – dijo Harry haciendo una mueca
Así fueron pasando las semanas hasta que llego el día de la primera prueba, Harry ya tenia claro que era lo que iba a hacer, había estado practicando el encantamiento convocatorio para su saeta de fuego si iba a burlar un dragón, lo haría con estilo.
Harry despertó el martes 24 de noviembre sin muchos ánimos de nada fue a sus primeras clases sin prestar mucha atención y sin que se diera cuenta llego la hora del almuerzo casi ni toco su comida y estaba tan distraído que siquiera se dio cuenta de que el profesor Snape se estaba acercando.
- Potter, los campeones tienen que bajar ya a los terrenos del colegio… tienes que prepararte para la primera prueba -
- bien – dijo parándose y caminando a toda velocidad hacia la salida llamando la atención de todos
- buena suerte – escucho que alguien atrás de el le decía cuando llego a la puerta, al voltear vio que era Hermione y noto que no le había prestado nada de atención en los últimos días
- gracias… - dijo mientras se acercaba y luego la jalaba de la mano hacia fuera – lo siento – dijo una vez estuvieron fuera
- porque te disculpas? – pregunto ella con una expresión que decía que sabia el porque pero quería escucharlo
- se que no te he estado dando la atención que mereces estos últimos días… - dijo el pero no pudo terminar porque Hermione le dio un beso
- no importa – dijo al separarse – se que haz estado preocupado con otras cosas… buena suerte – dijo caminando de regreso al gran comedor, dejándolo algo confundido pero decidió no darle mucha atención en ese momento ya tendrían tiempo para hablar luego, ahora mas importante era salir vivo de la primera prueba.
- Bueno, ahora ya estamos todos… ¡es hora de ponerse al corriente! – Declaro Bagman con alergia – cuando hayan llegado los espectadores, les ofreceré esta bolsa a cada uno para que saquen la miniatura de aquello con lo que les va a tocar enfrentarse – les enseño una bolsa roja de seda – hay diferentes… variedades, ya lo verán. Y tengo que decirles algo más… ah, si… ¡su objetivo es coger el huevo de oro! –
Harry miro a su alrededor. Cedric hizo un gesto de asentimiento para indicar que había comprendido las palabras de Bagman y volvió a pasear por la tienda. Tenía la cara ligeramente verde. Fleur y Krum no reaccionaron en absoluto. Tal vez pensaban que se pondrían a vomitar si abrían la boca; en todo caso así era como se sentía Harry. Aunque ellos, al menos, estaban allí voluntariamente…
Y enseguida se oyeron alrededor de la tienda los pasos de cientos y cientos de personas que hablaban emocionadas, reían, bromeaban… Harry se sintió separado de aquella multitud como si perteneciera a una especie diferente. Y, a continuación (a Harry le pareció que no había pasado más que un segundo), Bagman abrió la bolsa roja de seda.
- las damas primero – dijo tendiendo la bolsa a Fleur
Ella metió la mano temblorosa en la bolsa y saco una miniatura perfecta de un dragón: un gales verde. Alrededor del cuello tenia el numero dos . Y Harry estuvo seguro, por el hecho de que Fleur no mostró alguna sino completa resignación, de que no se había equivocado: Madame Maxime le había dicho lo que le esperaba.
Lo mismo que en el caso de Krum, que saco el bola de fuego chino. Alrededor del cuello tenia el numero tres . Krum ni siquiera parpadeo; se limito a mirar al suelo.
Cedric metió la mano en la bolsa y saco el hocicorto sueco de color azul plateado con el numero uno atado al cuello. Sabiendo lo que le quedaba, Harry metió la mano en la bolsa de seda y saco el colacuerno húngaro con el numero cuatro . Cuando Harry lo miro, la miniatura desplegó las alas y enseño los minúsculos colmillos.
- ¡bueno, ahí lo tienen! – Dijo Bagman – han sacado cada uno el dragón con el que les tocara enfrentarse, y el número es el del orden en que saldrán, ¿comprenden? Yo tendré que dejarlos dentro de un momento, porque soy el comentador. Diggory, eres el primero. Tendrás que salir al cercado cuando oigas un silbato, ¿de acuerdo? Bien. Harry… ¿podría hablar un momento contigo, ahí afuera? –
- eh… si – respondió Harry sin comprender. Se levanto y salio con Bagman de la tienda, que lo llevo aparte, entre los árboles, y luego se volvió havia el con expresión paternal.
- ¿Qué tal te encuentras, Harry? ¿Te puedo ayudar en algo? –
- ¿Qué? – Dijo Harry – no, en nada –
- ¿Tienes algún plan? – le pregunto Bagman, bajando la voz hasta el tono conspiratorio – No me importa darte alguna pista, si quieres. Porque – continuó Bagman bajando la voz más aun – eres el más débil de todos, Harry. Así que si te puedo ser de alguna ayuda… -
- no – contesto Harry tan rápido que comprendió que había parecido descortés – no. Ya… ya he decidido lo que voy a hacer, gracias
- Nadie tendría que saber que te he ayudado, Harry – le dijo Bagman guiñándole un ojo.
- No, no necesito nada, y me encuentro bien – afirmo Harry, preguntándose porque se empeñaba en decirle a todo el mundo que se encontraba bien, cuando probablemente jamás se había sentido peor en su vida – Ya tengo un plan. Voy… - Se escucho, procedente de no se sabia donde, el sonido de un silbato,
- ¡Santo Dios, tengo que darme prisa! – dijo Bagman alarmado y salio corriendo.
Harry volvió a la tienda y vio Cedric que salía, con la cara más verde aun que antes. Harry intento darle suerte, pero todo lo que salio de su boca fue una especie de gruñido áspero.
Volvió a entrar, con Fleur y Krum. Unos segundos después oyeron el bramido de la multitud, señal de que Cedric acababa de entrar al cercado y se hallaba ya frente a la versión real a la de su miniatura.
Sentarse allí a escuchar era peor de lo que Harry hubiera podido imaginar. La multitud chillaba, gritaba, ahogaba gemidos como si fueran uno solo, cuando Cedric hacia lo que fuera para burlar al hocicorto sueco. Krum seguía mirando al suelo. Fleur ahora había tomado el lugar de Cedric, caminando de un lado a otro de la tienda. Y los comentarios de Bagman lo empeoraban to mucho… En la mente de Harry se formaban horribles imágenes al oír ¡Ah, que poco le ha faltado, que poco…! ¡Se esta arriesgando, ya lo creo…! ¡Eso ha sido muy astuto, si señor, lastima que no haya servido de nada!
Y luego, tras unos quince minutos, Harry oyó un bramido ensordecedor que solo podía significar una cosa: que Cedric había conseguido burlar al dragón, y coger el huevo de oro.
- ¡Muy pero que muy bien! – Gritaba Bagman - ¡Y ahora la puntuación de los jueces! –
Pero no dijo la puntuación. Harry supuso que los jueces las levantaban en el aire para mostrarlas a la multitud.
- ¡Uno que ya esta, y quedan tres! – Grito Bagman cuando volvió a sonar el silbato – ¡Señorita Delacour, si tiene usted la bondad! –
Fleur temblaba de arriba abajo. Cuando salio de la tienda con la cabeza erguida y agarrando la varita con firmeza, Harry sintió por ella una especie de afecto. Se quedaron solos el y Krum, en lados opuestos de la tienda, evitando mirarse.
Se repitió el mismo proceso.
- ¡Ah, no estoy seguro de que eso fuera una buena idea! – Oyeron gritar a Bagman, siempre con entusiasmo - ¡Ah… casi! Cuidado ahora… ¡Dios mío, creí que lo iba a coger! –
Diez minutos después Harry oyó que la multitud volvía a aplaudir con fuerza. Se hizo una pausa mientras se mostraban las puntuaciones de Fleur. Hubo más aplausos y luego, por tercera vez sonó el silbato.
- ¡Y aquí aparece el señor Krum! – anuncio Bagman cuando salía Krum con su aire desgarbado, dejando a Harry completamente solo.
Se sentía mucho más conciente de su cuerpo de lo que era habitual: notando con claridad con claridad la rapidez a la que bombeaba su corazón, el hormigueo que el miedo le producía en los dedos… Y al mismo tiempo le parecía hallarse fuera de al: veía las paredes de la tienda y oía a la multitud como si estuviera sumamente lejos…
- ¡Muy osado! – Gritaba Bagman, y Harry oyó al bola de fuego chino proferir un bramido espantoso, mientras la multitud contenía la respiración, como si fueran uno solo - ¡La verdad es que esta mostrando valor y, si señores, acaba de coger el huevo! –
El aplauso resquebrajo el aire invernal como si fuera una copa de cristal fino. Krum había acabado, y aquel seria el turno de Harry.
Se levanto, notando apenas que las piernas parecían de merengue. Aguardo. Y luego oyó el silbato. Salio de la tienda, sintiendo como el pánico se apoderaba rápidamente de todo su cuerpo. Paso los árboles y penetro el cercado a través de un hueco.
