Por cierto, como no me dijeron que dejara de subir la historia... continuaré con esto hasta el final
Teen Titans no me pertenece y la historia tampoco
----------------------------------------------------------------------------
Capitulo 2: El hombre o el monstruoDuro fue el tiempo que le tomó comprender la razón de que el libro de blancas cubiertas estuviera en sus manos. La noche produjo una suave manta de calor alrededor de su cuerpo, una confortable seguridad fue todo lo que usaba para abrigarse. Sin embargo, la oscuridad fue interrumpida por pequeñas manchas de fuego que coronaban un círculo de velas. Las diminutas luces rodearon al gran libro, posado sobre un hermoso pedestal de piedra grabado con las insignias de la antigua raza de Elven, hace mucho que ella no usaba aquel magnifico objeto...
El macizo libro fue colocado en su regazo por unos momentos. Los precisos movimientos de dejar el objeto en su lugar pareció durar una hora.
No podía creer que siguiera con esto. Efectivamente, se asombró por abrir las paginas por primera vez después de un mes. Pero después del episodio de ayer... había tantas emociones que estallaban queriendo escapar. Él la hizo sentir tan miserable, llegando a un punto donde incluso sus amigos se dieron cuenta. De Chico Bestia fastidiándola sobre que estaba "extremadamente oscura" y los "¿te sientes bien?" De Cyborg, Starfire y Robin, supo que ellos pudieron darse cuenta que algo estaba pasando.
No había ninguna otra manera. Esta era la verdad: el único modo de poder eliminarlo de su vida era continuar con estas dolorosas charlas hasta que ya no la hirieran más.
Con un suspiro, comenzó a caminar, como una diosa al dar un paseo nocturno a través de su reino. Su andar era suave, acercó nuevamente el libro a su pecho, poniendo como cárcel sus firmes brazos. Lo dejó para sólo apoyar las yemas de sus dedos en él, decidió que debía dejar de pensarlo y contemplarlo. No había tiempo para vacilar, necesitaba ser librada de él lo más pronto posible. Con unos suaves movimientos, sus manos encontraron la página de Malchior, con sus nunca cambiantes ojos negros.
"¿Has regresado?" su tono se llenó de sorpresa, infectado de miedo e incluso deleite.
"Todavía necesito respuestas" Su hablar era frío y cortante "para mí esas respuestas son más importantes que unos momentos de irritación. Y no importa que trames, recuerda que puedo quemarte"
"Ah, así que aún intentas erradicarme. Bien deberías pensar un poco tus acciones" hizo una pausa, deteniéndose en los ojos de Raven. "Ahora, creo que durante estos momentos de conversación ¿tienes algunas preguntas que hacerme?"
"Así es" asintió, sentándose en el borde de su cama y apoyándose con las palmas de las manos. Sus ojos miraron a aquellos de papel. "He leído muchas cosas de tu vida... desde el principio hasta..." se detuvo y mordió su labio inferior "y tu supuesto final"
"Bien, debo admitir que creo que la historia más exacta fue una escrita por un hombre que respondía al nombre de Partius Décimo, pero incluso su..."
"Sí, he leído ese" interrumpió. "Pero quiero que tú me cuentes tu historia"
"¿Podrías escuchar mi historia? o para ser más preciso ¿podrías creerme?" preguntó con un tono de tristeza en su voz.
"Leí que alguna vez fuiste un hombre" dijo sordamente.
"¿Y eso qué? ¿qué soy ahora?"
"No lo sé" sus ojos se pasearon por la habitación "porque me has convencido de que eres un monstruo"
Malchior estaba callado, normalmente ella hubiera recibido una respuesta. Él ignoró el comentario anterior, y de alguna forma Raven podía darse cuenta del pequeño manto de incomodidad que lo cubría. "Sí, alguna vez fui un hombre, un niño desde el principio. Nací en un invierno de 905 DC, mis padres eran el señor Matthais Du-Vera y su esposa Lavinia Jamie de Nol. Era el mayor, con un hermano, un año más joven que yo. Su nombre era Corven". Su voz casi parecía triste mientras contaba la historia de su pasado, un cuento de hadas perdido. "Era hijo de un caballero, así que ya sabes que era bastante rico. Mi padre quería que me convirtiera en un gran guerrero y seguir sus pasos. Sin embargo mi interés no se encontraba en la espada. Gastaba horas en la biblioteca de palacio, leyendo y estudiando, desarrollando un sueño en un mundo de fantasía, gobernado por la magia... por el poder. Al mismo tiempo, mi hermano entrenó para volverse el hijo preferido de mis queridos padres. Fue llenado de alabanzas, atención y afecto. Yo estaba perdido en mí"
Raven no entendía la magnitud de la rivalidad que había experimentado el hermano. Pero sabía que era envidia... sabía cómo se sentía ser pasada por alto por personas que ella protegía. Odiaba admitirlo, pero celos de algunas personas como Starfire, Terra e incluso Jinx la habían apenado enormemente. Quizás estaba comenzando a comprender a Malchior.
"Mis padres no pensaron demasiado en mí cuando comencé a probar hechizos simples de los libros de la biblioteca a la edad de ocho. Estaban demasiado preocupados por Corven" había mucho desprecio en su hablar "Tuve amigos y conocí el compañerismo en mi temprana juventud, pero uno por uno, los alejé con mi oscura personalidad. Poco a poco perdí la confianza en las personas"
"No muchos magos han podido enseñarse el arte de la magia" comentó Raven e inclinó su cabeza.
"No muchos magos eran tan poderosos como yo, mi querida" meditó presumidamente, su objetivo era causar que los labios de la joven se inclinaran hacia arriba. No, ella no sonreiría.
"Una gran guerra empezó cuando cumplí diez. Mi padre fue a luchar al oeste. Y no mucho después la batalla invadió a Nol, mi madre, hermano y yo tratábamos de escapar, pero mi madre fue muerta por una fecha de fuego mientras lo intentábamos. No podíamos regresar para ayudarla. Corven y yo apenas logramos escapar, pero me encontraba con una terrible fiebre que me incapacitaba para seguir con la carrera o para conjurar algún hechizo. Me derrumbé en medio del denso bosque de Macramania. Mi hermano continuo para traerme ayuda... pero nunca regresó"
"Muchos libros dicen que tu hermano no pudo encontrarte de nuevo"
"Me abandonó" dijo fríamente, declarando oscura y directamente. "Me encontraba allí, desvalido en el frío, en el suelo del bosque durante horas, esperando que alguien me encontrase. Comprendí que estuve esperando toda mi vida para que alguien me encontrara, pero sólo la oscuridad lo hizo" él dudó. "Esa noche, la oscuridad me escudada de las bestias que habitan esa tétrica arboleda. Por la mañana una duende de agua llamado Cloielle me encontró, ella y su familia me alimentaron, cuidaron y adoptaron. Me enseñaron magia de niveles más avanzados, mientras crecía con ellos. Pero reconocieron la oscuridad en mi espíritu y temieron al monstruo en que me convertiría. Me encontraba feliz en los momentos que compartía con los duendes... pero no me entendieron. A los trece salí a estudiar con magos descarriados y así aprender el arte de la magia oscura. Ciertamente sería entendido por aquellos de mi propio estilo" dijo estas palabras sarcásticamente.
"Pero los abandonaste poco después de un año"
"Aprendí rápido. Ellos me enseñaron todo lo que necesitaba saber. Me fui, para descubrir pronto que no estaba físicamente capacitado para manejar esa magia. La fiebre había afectado mi cuerpo más de lo que pensé. El poder que buscaba agotaría mi energía hasta convertirme en un cascarón vacío... lo aprendí del modo difícil" hizo unas muecas. "Estaba devastado, la magia lo era todo para mí, pero no podía continuar. Los antiguos magos no podían ayudarme, para ellos yo sólo era un pequeño niño débil" se rió débilmente, una clase de risa patética. Ella podría decir que Malchior encontraba su pasado muy lastimoso para una persona con su confianza y ambición.
"Vagué por el lado rural durante medio año. No perdería mi interés en la magia, encontraría una manera para superar mi fuerza y controlar mis poderes. No tenía otra opción, Raven, nada que no sea magia fluye a través de mis venas... estaba terriblemente solo" suspiró. "Y alguien que me amara por quien era... por lo que era... significaba todo para mí"
"Si eso que dijo fuera verdad, yo pude hacerlo" pensó Raven miserablemente. Esto ya no era verdad, concluyó. Si fuera así, él no la habría traicionado.
"Una tarde, encontré un libro en la biblioteca del puerto Kafnah. Apenas tenía dinero, estaba en las peores condiciones económicas a lo largo de todo mi vagar. Me encontraba hambriento y cansado, mis ropas estaban muy maltratadas y sucias a causa del largo viaje. Cuando vi el libro supe que debía ser mío. Pagué por él y acampé en el bosque cercano. En sus paginas encontré mi salvación. Contenía antiguos hechizos que no pudieron ser realizados por algunos de los más poderosos magos de mi tiempo, pero sabía que debía de intentarlo. Era la única vez que podría cumplir con el único sueño que tuve alguna vez"
"Te convertiste en el dragón" las palabras apenas eran murmullos que goteaban de sus labios.
"Sí, tomé la forma de un dragón. Al realizar el hechizo estuve a punto de morir, pero lo logré... me había vuelto más poderoso. En mi interior se encontraba un dragón y lo único que hice fue encender la llama que tenía oculta. Había logrado lo que ningún mago había hecho durante miles de años. Tuve más poder del que desee, era algo maravilloso, pero aun así quería ser entendido, respetado y amado por otras personas. Regresé a mostrarles a mis maestros lo que había logrado, esperaba que me admiraran"
Su corazón estaba latiendo ferozmente debido a la ansiedad del relato. Ella sabía lo que sucedió, lo leyó durante mucho tiempo ¿por qué aún estaba cautivada por su historia?
"Los aterroricé Raven, estaban mortificados. Me atacaron y expulsaron... estaba desconcertado ¿no entendían estas personas la oscuridad? ¿No me ayudaron estas personas? Fue entonces cuando comprendí que nadie podía amarme, que nunca podrían entenderme. Pero aún poseía el poder, dulce Raven, tenía mi magia"
Él era fascinante. Inteligente, malo, ambicioso y fascinante. No, su cabeza giró violentamente a los lados ¿cómo ella podría pensar tales cosas? Este hombre era malo, este hombre la traicionó. No podía sentir nada por él, excepto odio.
"Era una amenaza para todos, todos eran mi enemigo. Comencé mi conquista, las ciudades ardían una por una. Sí... me gustaba verlos arder..." su voz se escuchaba emocionada, mientras seguía con su relato. "Amaba las ráfagas de fuego, ver su continuo oscilar. El humo era tan dulce como un perfume de pétalos de rosa y las cenizas tan suaves como la seda. Miraba a las ciudades quemarse, a las personas quemarse y a mí inspirando miedo. Antes no tenía nada, ahora, este mundo sería mío"
Raven mordió su lengua para evitarse gritar. No, no podía permitir que lo que pasó ayer sucediera de nuevo. Necesitó que él siguiera hablando.
"Regresé de mi forma de dragón a mi forma humana. Nadie sospechaba que yo, un joven entre catorce o quince, era el espantoso dragón que atormentaba la tierra. Hice esto durante dos o tres años, el mundo entero casi era cenizas. Ellos se rendirían pronto ante mí y gobernaría todo. Aquí y allí, unos hombres probaron su suerte matándome, pero yo era muy poderoso. Los reduje a nada en segundos, todo el tiempo. Un día..." él se rió patéticamente de nuevo, "Corven vino a matarme. Por primera vez en años, no pude golpear a mi enemigo. Le permití atacarme una y otra vez... pero yo no podía luchar" Su risa se volvió seca y enfrió los nervios en la piel de Raven. "Me transforme para revelarle quien era, pero aunque me reconoció el no se detuvo. Yo, al borde de la muerte, hice lo que cualquier bestia hubiese hecho: volví a transformarme y lo maté"
Ella tembló y volteó sus ojos a la pared. Eso fue lo peor que él había hecho, ella lo sabía... fue lo peor que hizo en su vida.
"Rorek, uno de los magos restantes de su tiempo, vino a matarme. Y como sabes no pudo, pero me encarceló en este libro con su maldición"
"¿Rorek... Rorek está muerto, cierto?"
"Rorek está muerto. Él era humano, no inmortal. Han pasado más de mil años. Aunque tuviera rasgos de vida anormal, dudo que viva hasta este momento" se detuvo. "Y bien, he estado desde entonces aquí y he leído, esperando por ti para liberarme, ya sabes el resto. Así que Raven esa es la trágica historia de mi vida" declaró amargamente.
"¿Así que en verdad esperabas que te liberara?" cuestionó levantando una ceja.
"Sí, eras tú. Sabía que sería libre después de mucho tiempo"
Raven escogió sus palabras cuidadosamente antes de pronunciarlas. "Yo..." movió uno de sus mechones lavanda detrás de su oreja. "No creí que serías tan humano"
Él resopló. "Sí, todavía soy humano aún cuando tenga un dragón en mí"
"No, es sólo que... todo sobre ti..." frunció el ceño. "Es todo tan justificable" cambió su mentalidad de repente. "No, aún así hiciste cosas terribles y todavía creo que eres malo. Aún creo que pudiste haber superado todo eso y ser..."
"¿Bueno? Raven me sorprendería que hubiera algo de bueno dentro de mí. Quizás nunca lo tuve. Ahora..." empezó. "¿Puedo hacerte una pregunta?"
"Depende de lo que sea" ella lo miró sospechosamente. "A menudo no contesto la de mis amigos"
"Bien, te he contado la historia de mi pasado. ¿Qué hay del tuyo?"
"¿No te lo dije antes?"
"Ibas a hacerlo, pero fuiste llamada a una misión antes de empezar. Nunca volvimos a tocar el tema de nuevo"
"Bien" empezó e hizo una pausa entre las palabras. "Creo que recuerdo eso, de acuerdo" se detuvo de nuevo. no podía creer que iba a contarle todo a él a su enemigo. Entonces de nuevo, no importara lo que le dijera, él no estaría aquí mucho tiempo para recordarlo si todo resultaba como lo planeó. "Mi madre, Arella, se ofreció como la novia de Satanás en algún culto, fue violada por lo que ella pensó era un hombre, pero era en realidad, un demonio. Sólo cuando vio la apariencia demoníaca de Trigon..." ella contuvo estas palabras "mi padre, fue cuando se opuso completamente a su ideal. Al borde del suicidio, un pacifista oculto la salvó y la llevó a Azarath, otra dimensión"
"Recuerdo un poco de eso"
"Recuerdo habértelo dicho, soy hija de una humana y un demonio" ella frunció el ceño. "Una mujer llamada Azar, me ayudó a llegar a este mundo, ella con sus seguidores, enseñaban el pacifismo y me ayudaron a controlar mis emociones, para que el demonio dentro de mí no despertara. Además de eso debía controlarlas para poder controlar mi poder. Aprendí el arte de la curación y cómo meditar lo que correspondía a horas, en un momento" ella bostezó. La noche ciertamente se estaba apoderando de ella.
"Me habías contado de tus poderes antes... como te prohíben que tengas emociones por miedo que tus poderes se salgan de control. Todavía es un concepto que me intriga"
Ella asintió. "Ellos me dijeron que no dejara Azarath. Allí, tendría el completo control y nunca seria liberado el mal que hay en mí. Si permanecía fuera del contacto social, no tendría que preocuparme sobre... perderlo. Pudo ser verdad, pero siempre sentí que me faltaba algo, aunque sabía que podía ser peligroso obtenerlo, decidí que valía la pena. Dejé Azarath cuando tenía trece años y llegué a Jump City, el primer día de mi llegada pase por un banco, en donde dos hombres enmascarados corrían con bolsas de dinero. Entraron a un automóvil y huyeron a toda velocidad, vi a Robin y a Cyborg siguiéndolos hasta que detuve el auto con mis poderes. Los ladrones fueron capturados y Robin y Cyborg me invitaron a la Torre de Titanes. Entonces me hice amiga de esos muchachos y me acerque mas a Robin, lo admiraba por su carisma y confianza" ella bostezó de nuevo. "Fue cuando Starfire llegó, me sentía un poco intranquila, quizás un poco celosa. Sin embargo esto pasó bastante rápido. Nosotros encontramos a Chico Bestia luchando con el Asombroso Mumbo fue invitado al equipo"
"Así comenzaron los Jóvenes Titanes..." meditó Malchior.
"Sí, nos convertimos en los Jóvenes Titanes y protegemos a Jump City de los sujetos malos... de Slade, el Hermano Sangre, Trigon, de mis propios miedos, de Robin, Terra..."
"¿La chica de las piedras?"
"Sí, la ex-novia de Chico Bestia"
"No eras particularmente aficionada a ella, por lo que recuerdo"
"Recuerdas bien. La respeto por el último sacrificio que hizo, a pesar de su traición, pero nunca me agradó mucho" Raven sabía que había tenido celos de Terra, un factor mayor de su aversión para la chica rubia. Rápidamente comenzó a hablar para librarse de ciertos recuerdos de ella. "Bien, en verdad no tenemos que entrar en eso" dijo ella a través de un bostezo.
"Me parece que vas a caerte por el sueño en este momento" él observó, a través de su bostezo.
"Sí, bien pienso que tienes razón" sostuvo sus brazos en el aire, estirándolos por su cansancio. Se levantó de la cama y llevó hasta sus manos el pálido libro, Malchior no miraría su dormir. Cuando empezó a cerrarlo, lo oyó hablar por última vez.
"Buenas noches, Raven" él le dijo amablemente, ella inhaló profundamente cuando cerró de golpe el libro.
Malchior no la encantaría. No podría engañarla como lo había hecho antes, Raven no caería por su bondad y amabilidad. Malchior era malo, sí era malo, pensó cuando puso su cabeza en la almohada... Malchior era malo. Tiró sus mantas, envolviendo su delgada figura y anhelando el consuelo de aquel suave tejido. Malchior era malo, cerró sus ojos y se abandonó al sueño.
Malchior era malo
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
"¿Raven, has estado hablando con él?"
La pregunta obviamente la tomó desprevenida, mientras bebía a sorbos el té herbario. Casi se ahogó con el líquido caliente. Cuando se sentaba a la mesa de la cocina en el cuarto central de la Torre de los Titanes, sentía todos los ojos de sus amigos en ella, esperando pacientemente una respuesta. Supo que estaban intentando interrogarla de una manera amistosa sobre un problema que era serio y sumamente arriesgado. Deseó que sus acciones tuvieran buenas intenciones como las de ellos.
Su preocupación estaba bien justificada; ella no debía estar hablando con Malchior. No debía arriesgar las vidas de sus amigos y las personas de la tierra conversando con este mago del mal. Sí, estaba siendo muy temeraria, pero no caería de nuevo en sus trucos. Por supuesto, sus amigos nunca creerían esto. La única cosa que posiblemente podría hacer era mentir.
"¿Hablando con él?" Raven preguntó con fingida confusión. "¡Por cualquier motivo, no puedes querer decir posiblemente Malchior!" Allí; volviendo su frustración contra Robin, había podido parecer más creíble. El arte del engaño era uno que ella había dominado muy bien.
"Bien, todos te hemos oído hablar en medio de la noche" explicó Robin.
"¡Sí, no he podido conciliar el sueño contigo hablando toda la noche!" Chico Bestia jalaba de su pelo.
"No, Malchior está encerrado con llave firmemente en el baúl de mi cuarto" mintió. "Quizás... ¿he hablado dormida? Recuerdo que le estaba diciendo esto hace una semana a Chico Bestia. Ésa sería la única explicación que podría pensar"
Los otros todavía no estaban convencidos. "Rae, sé que ha pasado más de un mes desde todo el asunto de Malchior" empezó Cyborg, su voz era mansa y tranquilizante. Era como un hermano para ella y odiaba tener que mentirle sobre todo esto. Tragó saliva cuando él empezó a hablar de nuevo. "Entendemos si todavía está hiriéndote, el sujeto te hirió realmente mal. Por eso no pensamos que estés hablando de nuevo con él"
"Cyborg" dijo serenamente mirándolo a los ojos. "No he hablado con él, me pude haber tentado en la primera semana, debo admitir eso, pero ya no. Sí, él todavía frecuenta mis sueños, sobre todo en este último tiempo" pretendió estremecerse. "Pero no me atrevería a hablar de nuevo con él. No con todas las consecuencias"
"Amiga Raven, lloro por tu corazón roto" Starfire tiró sus brazos alrededor de ella, causando que la chica de cabellos lavanda retrocediera de su silla.
"Así que, ¿ya no hablas con Malchior?" Robin cuestionó de nuevo. Raven se preguntó qué pasaba en esos ojos suyos, siempre ocultos en su máscara negra.
"No" dijo Raven confiadamente. "No estoy hablando con Malchior. Ahora..." se levanto de la mesa y empujó la silla gris atrás unas pulgadas. "Debo dirigirme al tejado para mi sesión de meditación matutina"
"Bien, entonces te veremos después" dijo Cyborg mientras llenaba su boca con panqueques.
Ella se apresuró a las puertas dobles que llevaban fuera del cuarto principal y las abrió con una ola de su mano. Con eso, les permitió cerrarse, pero no pasó por ellas. En cambio, se quedó por el lado de una pared donde no era visible para sus amigos sentados a la mesa de la cocina. Sí, ella estaba espiándolos, pero no tenía ninguna opción. Necesitó saber lo que ellos pensaban.
"Chico Bestia, conviértete en una mosca y entra en el cuarto de Raven en medio de la noche" pidió Robin, sus palabras eran calladas y cautas. "Odio invadir su retiro y espiarla, pero tenemos que inspeccionar. No podemos permitirle herirse de nuevo"
Raven casi se reía por la ironía cuando sé teletransportó a la cima del tejado. ¿Así que tendría compañía extra en la oscuridad de la noche? Bien, estaría lista...
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
"¿Así que tu amigo verde te estará espiando esta noche?"
"Sí" Raven un movimiento de asentimiento cuando se acostaba en su cama. "Entrará como una mosca, así que deberás guardar silencio, para oír cuando entre. Tengo que convencerlos que he hablado dormida, en vez de hablar contigo durante una semana"
"Bien no es muy cómodo bajo tu almohada" su voz embozada protestó.
"Eso es una pena. No es a favor de tu bienestar"
"Raven, me sofoco" gimoteó.
"Los libros no respiran, estimado Malchior" desdeñó.
"Bien, si pudieran, yo ahora estaría muerto. Además, tu cabeza está rompiéndome"
Raven se rió entre dientes, pero oyó un zumbido de repente desde fuera de su puerta. Se quedó callada al instante y cerró sus ojos. Él estaba bajo la mano de la joven y tres almohadas, esperó que la mosca volara hacia ella. Malchior probablemente lo había notado también, había decidido callar por algunos minutos.
Ella empezó a moverse de un lado al otro, gimiendo silenciosamente mientras continuó mostrando incomodidad. "¿Cómo pudiste hacerme esto?" gimió suavemente. "¿Por qué me mentiste, Malchior? ¿Por qué estás haciéndome esto a mí?" lloró y daba de puntapiés a sus mantas cuando ella se volteó. Su cama parecía un tornado de hojas y mantas que caían. Estaba a punto de decir algo más, pero sintió sus sábanas volver a una posición normal.
Había alguien estando de pie junto a ella; no hay ninguna duda que era Chico Bestia, pero por qué había vuelto a taparla. Él se oyó suspirar y entonces para su sorpresa, sentía las yemas de sus dedos contra su cara. Sus manos eran calurosas, y suaves al tocar, y él movió un mechón de cabello de su mejilla.
"Raven" ella oyó que él susurraba. "Espero que tu corazón sane pronto de las heridas que él te halla hecho"
De repente, deseó realmente estar dormida.
Capítulo 3: Los grandes actores