Hola otra vez!
Espero que el ultimo capitulo les haya gustado, se esta poniendo interesante...habrá un par de cambios sorprendentes...por el momento no digo más.
Gracias por sus reviews a todos!
Paola: Muchas gracias por tus palabras, me levantas el animo...eres genial!
...los personajes no me pertenecen, le pertenecen a Rowling...
Capitulo tres.
Boda en la madriguera.
Al abrir los ojos, Harry se encontró en la Madriguera; y se sintió como en casa. La señora Weasley ya los esperaba mientras preparaba el almuerzo en la pequeña cocina.
-Hola Harry cariño! Como has estado?-la señora Weasley se despegó un poco de Harry, pues le había dado un efusivo abrazo, para evaluar el estado de este- parece que necesitas comer bien...
-Harry esta muy bien, mamá- intervino Fred.
-Mamá?- Ron miraba a su madre un poco apenado, las orejas se le habían puesto rojas.
-Dime cielo...
-...Ya llegó Hermione?- Ron miraba al piso, mientras se iba tornando más rojo.
-No, me ha avisado que llegará un poco más tarde; estará aquí para la comida; pero mientras la esperan, por que no llevas a Harry a su habitación?- Preguntó la señora Weasley con delicadeza.
-Buena idea- dijo Ron- Harry, te quedarás conmigo, por qué el ático lo ocuparán Charlie y Percy.-Ron hizo una mueca, estaba claro que seguía molesto por el comportamiento de Percy.
-Percy viene?- Harry y Ron iban subiendo las escaleras hasta llegaran a la habitación de este último.
-Sí, mamá le envió una lechuza...ya sabes, para invitarlo a la boda, y él aceptó; yo pensó que no vendría...
Unas cuantas horas más tarde, Harry y Ron practicaban al Quidditch en el patio; cuando una voz familiar los hizó detenerse.
-Harry! Ron!.
Hermione estaba junto a la puerta rebozante de felicidad, cuando los muchachos desmontaron y fueron a saludarla.
-Hermione!- dijeron al unísono, y los 3 se pusieron al tanto de sus vacaciones.
Harry se sentía a gusto, y ahora que estaba con sus mejores amigos, hasta feliz. Ese fue su mejor cumpleaños; comieron en el patio (pues, como había dicho la sra. Weasley; la cocina era muy pequeña para todos); Percy había cambiado mucho su manera de ser y era más agradable, y sus regalos habían sido estupendos (entre ellos un gran paquete de articulos de broma de Fred y George; y unos enchufes por parte del sr. Weasley).
Un par de días después, la Madriguera estaba irreconocible, habían limpiado todo y en el patio había muchos arreglos florales, mesas pequeñas y con manteles blancos; y un gran arco formado por dos pinos que se enlazaban en el centro, adornado con rosas.
Mucha gente estaba llegando para la boda de Bill y Fleur, entre ellos Lupin y Tonks (tomados de la mano), Moody, Hagrid y Madame Maxime, muchos funcionarios del ministerio que Harry no conocía, Fudge, la familia de Fleur (Gabrielle no había querido separarse de Harry en varios días), la sra. Hooch, la profesora Trelawney (Hermione frunció el ceño cuando la vió llegar), y casi todos los miembros de la Orden.
El día de la boda, Fleur lucía un precioso vestido blanco (que era de su madre) y se veía hermosa (Ron no le quitaba la vista de encima); y Bill un esmoquin negro con una corbata roja, se estaba recuperando de maravilla y aún era muy apuesto (las cicatrices ya casi no se le notaban). La ceremonia había sido muy sencilla y había terminado con un gran beso que reflejaba el amor que se tenían.
Después empezó la música; y Ron y Hermione (que usaba un vestido azul muy bonito) bailaron juntos toda la noche, mientras Hermione tenía la cabeza apoyada en el pecho de él. Harry sabía que algun día algo pasaría entre ellos, sobretodo desde el curso anterior.
Harry intentó bailar con Ginny pero estuvo muy ocupada pues tenía muchos pretendientes que querían bailar con ella; así que tuvo que bailar con Gabrielle, aunque de vez en cuando volteaba a ver a Ginny; pero cuando notaba que ella volteaba a verlo, se giraba rápidamente.
Harry sabía que ese sería uno de los pocos días de paz que tendría a partir de ahora, y que el peligro estaba muy cerca; por eso no quería exponerla a ella, pero aún así había una parte de su corazón que no se resignaba a dejarla ir.
