Hola nuevamente, tanto tiempo... quería agradecer a aquellos que me han enviado reviews e hicieron que me motivara para continuar con este CAPÍTULO.

Me han preguntado si la historia es sobre Raven y Malchior o Raven y Chico Bestia, mi respuesta a eso es la siguiente: No se los diré, si quieren saberlo deben de continuar leyendo, porque que gracia tendría revelarlo antes de tiempo ¿no es así?

Suficiente palabrerío, es hora de que continúen leyendo esta historia que, aclarando nuevamente, sólo traduzco.

Capitulo 8: Tan humano

Cuándo la ciudad entera es tuya, ¿dónde escogerías vivir? ¿Los rascacielos más altos, penthouses, una modesta casa en las afueras del pueblo? Malchior y Sagira habían hecho de su base, un castillo, una clase de fuerte a los que existían en la época del joven mago. Ningún palacio de tal grandeza coexistía en Jump City, sin embargo, lo construyeron con lo que fuera que estaba allí. En la costa oeste de la ciudad se encontraba el barrio alto, con lujosas casas, con todas las comodidades que exige el mundo de hoy. Se establecieron en una de ellas y la usaron como escondite temporal, un lugar para recuperarse después de la batalla.

Sería fácil para los Titanes encontrarlos si lo deseaban. Muchos Gostulings hacían guardia fuera y dentro del edificio. Malchior también creó una gran barrera mental alrededor de la casa para que Raven o cualquier otro pudiera teletransportarse dentro. Sin embargo, dudaron que los Titanes estuvieran buscando otra lucha por la noche. No después de una mañana a una tarde de palizas.

Malchior permanecía en una de las elaboradas habitaciones, contra el final de una cama acortinada, un bosque de tela verde jade que fluía alrededor de él. Aunque Sagira había protestado, había escogido un cuarto separado de ella, para su propio retiro. Ligeramente molesta por su rechazo, él dijo que necesitaba tiempo a solas para concentrarse en su magia y enfocarse en la misión. Después de que se hicieran con el mundo...

La puerta de su alcoba se abrió de repente, una hechicera de cabellos dorados entró. Su belleza encendía el cuarto oscuramente iluminado, pero rápidamente su aura destruía cualquier luz que ella poseía. Llevaba su báculo en la mano, haciendo un ruido sordo suavemente en la tierra cuando se le acercó.

"Es hora" empezó "de que realice mi hechizo de juventud" Incluso en la oscuridad, ella parecía vacilante en sus ojos. "Debo ir al cementerio para recoger algunos ingredientes. Sin embargo..." su voz se suavizó.

"¿Sí?" Malchior levantó una ceja.

"Mi báculo atraería a muchos espíritus espías indeseados" explicó. "Aunque coloqué muchos hechizos para protegerlo... me sentiría mucho más cómoda si podrías cuidarlo por mí"

"Por supuesto, mi dama" se levantó de la cama con una inclinación. "Con tal de que no tenga nada para matarme mágicamente"

"Nunca, mi amigo dragón" sonrió cuando él tomó su báculo. Se dirigió a la puerta, su capucha azul oscuro florecía detrás de sí en una brisa que creó con su movimiento. Malchior, con el objeto en una mano y una pequeña esfera descolorida en la otra, subió en la enorme cama.

Sabingham: era de donde provenían los informes acerca de un terrible dragón, una hechicera y un ejército de fantasmas estaban atacando. Los Titanes y sus nuevos aliados recibieron el mensaje y se dirigieron allí, temprano por la mañana. Se dividieron en pequeños grupos para tomar Malchior y a Sagira por sorpresa cuando atacasen. Raven, con el libro escondido en su capucha, iba junto a Hot Spot y Mamut. Viajaron a las afueras de Sabingham a través del subsuelo, Raven con sus poderes, Hot Spot derritiendo la roca, y Mamut destruyendo lo que se encontrara a su paso, obviamente teniendo el cuidado para no causar ningún derrumbe.

Chico Bestia surcaba los mares, convertido en un tiburón, junto a Aqualad y Gizmo en su propio vehículo submarino parecido a una araña. En el aire, Starfire y Bumblebee volaron juntas. En la tierra, Wildebeast (el automóvil se ajustó a uno convertible a su tamaño), Jinx y Cyborg en el auto-T se acercaban por el norte, mientras Robin en su motocicleta, Speedy en una adicional, Más y Menos en, bien, en sus pies, llegaban por el sur. Esperanzadamente, Malchior no podría manejar a tantas personal desde diferentes ángulos. Los Titanes sin embargo estaban dudosos de esto, pero esperaban golpearlo un poco antes de que Raven pudiera lanzar su maldición.

Había también los Gostulings para repartirse. Concluyeron antes de salir que atacaría Aqualad con agua, Hot Spot con fuego, Robin, Más, Menos y el Chico Bestia con pintura darían alguna forma a las criaturas. Entretanto, Raven, Mamut, Starfire, Bumblebee, Wildebeast, Jinx, Cyborg, Speedy y Gizmo atacarían a los Gostulings con facilidad.

"Golpeen mucho a Malchior para que se debilite" animó Raven. "Voy a necesitar tanta ayuda como sea posible para dañarlo"

Wildebeast, Cyborg, y Jinx salieron del automóvil para enfrentar primero al negro dragón y a la encantadora hechicera. Conduciendo a través de escombros, automóviles aplastados, y personas escapando, estacionó en el centro de la calle donde sus antagonistas atacaban Sabingham. Los tres salieron y estaban de pie confiadamente delante de ellos, reprimiendo las ansiedades y segundos pensamientos que frecuentaban sus cabezas.

La mujer de dorados cabellos y la bestia estaban inspeccionando los bancos de la ciudad. Cuando Sagira se sorprendió al ver dos nuevas caras y la ausencia de cuatro, pero Malchior resopló en entretenimiento.

"Me empezaba a preguntar cuando me traerían nuevas personas para entretenerme" Malchior retumbaba en una terrible voz.

"Hemos dicho nuestros holas, pero ya es tiempo para decir adiós" Cyborg preparó su cañón. "No me extrañes demasiado, cariño" apuntó hacia el negro dragón. Dos discos se rosas formaron en la mano de la bruja y Wildebeast se preparó para embestir a su adversario.

Pero Starfire y Bumblebee lo golpearon por atrás con starbolts y rayos láser. Él rugió en asombro mientras las dos muchachas volaban alrededor de ellos. Sagira intentó destruir a Bumblebee con su báculo, pero la Titán se encogió al tamaño de una abeja y lo esquivó fácilmente. La hechicera frunció el ceño a esta imperfección y rápidamente se volvió a Malchior.

"El resto de los Titanes llegará pronto. ¿Terminemos con ellos antes de que eso pase?" le preguntó Sagira.

"No seas ridícula" Malchior la desdeñó. "Ellos no son nada para nosotros. Los mantenemos vivos para nuestro entretenimiento" hizo una pausa. "Pero insisto que confrontes a los líderes de esta ciudad inmediatamente"

"¿Y eso que? ¿No creerás que me iré de esto que tú llamas entretención?"

"Habrá otras ocasiones, amor" las palabras salían rudas de la boca del dragón. "Ahora apresúrate. Antes de que los otros Titanes lleguen"

Ella se marchó rápidamente, disolviéndose en el aire, poniendo mala cara como si fuera una niña a la cual se le había negado un dulce. El grupo de adolescentes no perdió tiempo: Wildebeast corrió a él, con sus cuernos preparados para agujerear la piel del dragón. Malchior le dio un golpecito, mandándolo lejos con la parte sin afilar de sus garras, pero fue bombardeado inmediatamente con el cañón de Cyborg.

Un terremoto perturbó la tierra en la que Malchior estaba de pie, pero antes de que comprendiera lo que estaba pasando, se produjo una explosión de piedras, asfalto y fuego. Desde abajo del dragón, Raven, Hot Spot y Mamut emergieron, atacándolo por el fondo. Él gruñó en frustración por el fuego que lo acechaba, mientras era bombardeado por afiladas piedras. Pero con una clase de expresión desafiante, sus ojos rojos se iluminaron cuando miró a Raven. "Es bueno verte de nuevo, mi querida"

"He estado esperando matarte durante mucho tiempo" apretó sus dientes y usó sus poderes para desprender la punta de un rascacielos y dirigirlo hacia él. Puso un escudo para protegerse de las ruinas, starbolts y rayos láser que se aproximaban, pero al voltear vio como el mar se dirigía hacia él. Tres figuras aparecieron de las aguas: Aqualad a la cabeza, un calamar verde gigante, y Gizmo dentro de su transporte tipo araña.

La ola chocó contra el dragón, pero la criatura se mantuvo firme y eventualmente voló sobre las aguas. Aqualad ordenó que la mayoría del líquido se retirase al puerto, pero usó un poco para elevarse a donde el dragón flotaba en el aire. Chico Bestia se convirtió en un terodáctilo llevando en su lomo a Cyborg, mientras Starfire recogió a Wildebeast y lo llevó. Jinx y Bumblebee dispararon a Malchior pero él devolvía todo lo que le arrojaban. Colocó otro escudo, esta vez, uno donde él se puso cómodamente en el centro de una esfera color violeta.

Pero cuando lo hizo, los corredores mexicanos atravesaron rápidamente su magia defensiva antes de que estuviera completamente rodeando al dragón. Empezaron a correr alrededor y alrededor de la esfera, irritando al monstruo con sus imágenes distorsionadas y extraño lenguaje. Se liberó del escudo mientras que Más y Menos eran cubiertos por los poderes de Raven, mientras que Speedy atacó con sus flechas a la bestia en el cielo. Robin saltó de la cima de un edificio, colocando una soga alrededor del cuerpo de Malchior. Aterrizó en la espalda del dragón obsidiana y sacó una espada. Fue arrojado con una maniobra de vuelo, pero el petirrojo aterrizó con seguridad, gracias a los poderes de Raven.

Cyborg y Hot Spot probaron una última vez para golpear al dragón, pero Malchior conjuró un escudo para absorber el impacto. "Titanes, debo admitir" dijo serenamente. "Hoy me han cansado. Creo que me tomaré un pequeño descanso y permitiré a los Gostulings divertirse ahora"

De la tierra se levantaron, por lo menos, cien de las criaturas que Raven les había descrito antes. Algunos tomaron el aire mientras otros se quedaron en la tierra donde algunos de los jóvenes héroes estaban de pie. En descripción, había sido bastante exacta, para los Titanes y sus aliados la apariencia de los Gostulings le era bastante familiar. Sin embargo, nada podría prepararlos para el sentimiento enfermo y espantoso que detuvo el palpitar en sus pechos. Nada podría darles la idea más ligera de lo que era ser rodeado por la muerte, sumergidos en su amarga desesperación y aplastante poder.

Estaban ante la presencia de criaturas como fantasmas, una pálida nebulosidad en color, parecidos a una figura humana: con una cabeza, dos brazos y dos piernas. Los adolescentes no podrían responder durante mucho tiempo a este ejército, pero Raven rápidamente recobró el control de su estabilidad. ¿Miedo? ¡Ja! Ella no teme.

"No debemos rebajar vida por estar parados al temor de la muerte, mi buen amigo David Sarnoff dijo una vez" dijo Raven incitando, aun de una manera casi jovial. "¡Controlen su miedo! No se rindan ante la muerte, como lo hicieron estas criaturas. Permanezcan en la vida"

Los otros regresaron a sus estados normales de mentalidad y se enfocaron en la tarea. Chico Bestia se transformó en una águila después de que agarró varias bolsas de su cinturón. Éstas contenían pintura verde y con sus garras, las reventó, dejándolas caer en varios Gostulings. Bumblebee corrigió las áreas pintadas con sus rayos láser, cuando observaron a las criaturas chillar y rasgarse en diferentes direcciones, hundiéndose en la tierra, dejando un charco de sangre.

Malchior se confundió por un momento, pero entonces se rió entre dientes, una risa ensordecedora que escapaba de la boca de un dragón. Por supuesto, Raven había deducido cómo luchar contra los Gostulings. Él mismo le había dado el conocimiento.

Los otros Titanes apaleaban a cada Gostuling que tenían enfrente. Estos espíritus guerreros, con sus mortales espadas en mano eran más fuertes de lo que aparentaban, luchando con una energía formidable. Hot Spot y Aqualad usaron sus elementos para cubrir a las criaturas, y así los demás le aplicaran el tiro de gracia. Más y Menos se movían a través de la muchedumbre con brochas para que Wildebeast pudiera apuñalar a los Gostulings con sus cuernos.

El pequeño genio estaba disfrutando mucho de la pelea. Había creado un robot para aplicar el dolor y un golpe mortal al mismo tiempo. Marchó a través de los Gostulings, destruyendo uno por uno con una risita y un, "¡tomen esto torpes esqueletos comedores de moco!" Robin usó un dispositivo que él se había hecho, una arma llena de un líquido pegajoso. Lo disparó hacia los guerreros, mientras Speedy y Starfire hacían las marcas.

Mamut batalló a las criaturas usando su fuerza bruta, después de que fueran dotadas de cuerpo físico y Raven con piedras y concreto bajo sus poderes aplastaba al ejército. Muchos iban detrás de ella, pero Jinx o Cyborg le echaban una mano cuando resistía contra tantos. Casi la mitad del ejército se había ido cuando Malchior el dragón ondeó su brazo y los Gostulings se hundieron en la tierra.

"Suficiente es suficiente" dijo severamente. "Luchemos"

Una respiración de fuego resbaló a través de sus blancos dientes hacia los Titanes y Aqualad formó una pared de agua para absorber la mayoría del impacto. Aunque no lo detuvo, fue suficiente para que los jóvenes se hicieran a un lado, justo a tiempo. Mamut probó lanzando ruinas al dragón, pero Malchior lo envió lejos como si fuera una mosca. Jinx atacó al edificio al lado del dragón con sus discos rosas para que se cayera sobre la bestia, pero usó levitación para estrellar a Robin y Speedy, quiénes se dirigían hacia él.

Las starbolts de Starfire y los rayos láser de Bumblebee fueron regresados hacia ellas. Gizmo estaba empezando su ataque, pero Malchior llevó al robot de ocho patas a su boca y lo escupió. El dragón se rió del despliegue de fuego de Hot Spot, porque podía apagarlo, así como tiraba el suyo con un resoplido. Cyborg disparó su cañón sónico, pero Malchior lo bloqueó con el pedazo de asfalto que Wildebeast había tirado al mismo tiempo.

Era tiempo, aceptaba Raven con una inclinación. Sacó el libro blanco con grabados negros de los pliegues de su capucha, simultáneamente cogiendo la atención de un horrible mago dragón.

"Por qué" dijo él silenciosamente "creo que es el libro que llamé hogar"

"Adiós, Malchior" dijo confiadamente y levantó el libro en el aire. "¡Aldruon Enlenthra Nalthos Sola Narisnor!"

Un rayo blanco se arremolinó alrededor de la gran bestia, proveniente de la tapa del libro, así como lo hizo antes. Pero en cambio, no desgarró a la oscura criatura como la última vez. Era como si la piel del dragón absorbiera la iluminación que se disolvió en la nada. Malchior todavía estaba allí, quieto, malvado y perfectamente fuera del libro. Raven lo miró fijamente en horror. ¿Qué pasó?

"¿Seguramente no pensaste que la maldición funcionaría de nuevo? Ciertamente no durante una tercera vez. Soy más fuerte y resistente a ese hechizo cada vez. Es imposible encarcelarme en ese libro durante una tercera ocasión" él se burló como lo haría un dragón.

Raven se dejó caer sobre sus rodillas, mirando fijamente el libro que contuvo con sus manos. Inútiles, sus esfuerzos habían sido inútiles. El trabajo y horas que se había tardado en desarrollar una estrategia, su batalla sólo ahora... estaba casi perdida. ¿Cómo podrían derrotar a un enemigo como Malchior?

"Quizás mañana, las cosas se muestren más favorables". Ella buscaba para ver a ese Malchior que había cambiado a su cuerpo humano, armadura color de plata y largo pelo blanco. "Probablemente no" él meditó, caminando lejos de los abatidos Titanes. "Probablemente no"

La borrosa imagen del humano Malchior se mezcló con la ciudad hasta que ya no pudieron verlo. Robin y Chico Bestia se apresuraron al lado de Raven, intentando confortarla con gentiles caricias y palabras reconfortantes. Sabían que era inútil no decir lo que ya todos estaban pensando, el camino fue silencioso. Una vez más, los Titanes quedaron en una ciudad desolada donde el silencio gobernó. La plaga que había invadido Jump City destruyó Sabingham. Una vez más, los Titanes salieron con la pregunta de cómo iban a detenerlo y a Sagira, cuando era Malchior quien disponía de sus vidas cada vez.

"Él es un tipo atractivo, en verdad" Jinx trató de hacer ligero el comentario cuando se lo susurró a Bumblebee.

Es difícil hacer ligero algo tan oscuro como esto.

"¿Qué haremos ahora?" preguntó Starfire, mientras los exhaustos Titanes se sentaban en el cuarto central, en silencio en el sofá o curándose las heridas. "¿Qué haremos ahora?"

Ni una palabra se pronunció, mientras los adolescentes se miraban a sí mismos en una disposición malhumorada. Para Raven, Robin, Cyborg, Starfire, y Chico Bestia, era otro fracaso. Para los otros, fue un primer encuentro con la fuerza más poderosa que se hayan encontrado. Pero ahora que el plan del libro no había funcionado, se cuestionaban: ¿qué hacemos ahora?

Raven agitó la escena lejos de su cabeza cuando dirigió su vista al cielo nocturno. Sí, ellos la habían mirado para obtener las respuestas. Ella había mirado sus libros y estudios para conseguirlas. La miraban esperando un nuevo plan, pero no podía pensar en nada. Nada más que él.

Malchior... odiaba el veneno que aquel nombre contenía en su cabeza. Cada vez que luchaban, incluso al tenerlo en su presencia alimentaba el hecho que él la había traicionado, le dijo que la amaba y entonces jugó con su vida y las vidas de sus amigos como simples juguetes. Había sufrido esto antes, este aborrecimiento puro, cuando el joven rompió su corazón. Durante una segunda ocacion, él había hecho lo mismo, pero esta vez, ella pudo recoger los pedazos. Este tiempo, reemplazó, quizás, un poco de la atracción hacia él, con su repulsión y lo usó como un cohesivo para volver a unir los pedazos. Sí, ahora era más fuerte. Su odio fue lo que la sanó y ahora estaba lista para hacer lo que debía ser echo.

Y atravesaría la garganta de Sagira. Mil veces, quizás. Cualquier cosa para sentirse satisfecha.

Voló sobre una ciudad arruinada, edificios oscurecidos que han sido vaciados sólo unos días antes por la civilización. Parecía como si fuera hace años que las personas habían vivido en aquel lugar. No había luces de ciudad: simplemente las millares de estrellas que brillaban débilmente por el caluroso manto negro. Estrellas nunca antes vistas por ojos humanos alumbraban su camino en medio de la extraña oscuridad, guiando a la joven de cabellos lavanda a través del cielo. Un viento de media noche surcó su cuerpo, enviándole un ligero escalofrío, pero no era nada a lo que no estuviera acostumbrada. Se estremecía debido a la tarea que ponía ante sí.

"¡Gizmo, por favor, Gizmo, no te vayas!" clamó Jinx, sosteniendo el brazo del pequeño genio.

Raven simplemente había salido de su cuarto para oír a Jinx suplicar desde el vestíbulo. No podía ver qué está pasando, pero se colocó en los techos como un cuervo en las sombras de la habitación. No quería que ellos la vieran allí.

"¡No voy a morir con el resto de ustedes apestosas bolas de baba!" dijo exclamando. "Y si tengo que verte poner caras tontas al trozo de metal durante un segundo más, yo..."

"Gizmo, eres como un hermano para mí. Te necesito conmigo"

Había una pausa extraña. "¿Un hermano, eh? Simplemente un hermano..." su voz se suavizó. "Más razón por la que tengo que salir de aquí. Vamos, Mamut"

"¿Tú también?" su voz se torció en agonía. "¡Mamut, no también tú!"

"No puedo permitir a Gizmo irse solo" dijo en una voz entristecida. "Adiós, Jinx" él y Gizmo se dirigieron abajo.

"¡Bien!" gritó Jinx al pasillo. "¡Adelante, salgan de aquí! ¡Si morimos, ustedes también morirán! ¡No necesitamos perdedores, de cualquier forma!"

El dolor en la voz de Jinx aun retumbaba en su cabeza, mientras se deslizaba a través de la atmósfera espesa. Ella tenía que hacer este trabajo, no sólo por Jinx, sino por todos los que fueron maldecidos para morir.

Sus ojos se pasearon por autos y escombros esparcidos por los caminos y parques. Veía señales de habitaciones, de personas, específicamente, de Malchior y Sagira, viviendo en uno de los edificios o casas. Cuando alcanzó las afueras de pueblo, donde los domicilios de lujo se encontraban, cogió la vista en un Gostuling rondando la propiedad en donde se apreciaban las únicas luces de la ciudad. Malchior y Sagira no se habían molestado para esconder donde se estaban quedando. Realmente no tenían por qué, ya que eran protegidos por Gostulings y los Titanes no buscarían otra lucha perdida en el día.

"Azarath Metrion Zinthos" recitó silenciosamente, realizando un hechizo de teletransporte. Su cuerpo fue envuelto por un gran pájaro negro y sentía el traqueteo a través del aire hasta que ser materializada de nuevo. Tenía que admitir, que estaba algo sorprendida. Esperaba alguna clase de escudo para evitar que entrara de esa manera. Por supuesto, un escudo conjurado por un mago podría romperse fácilmente si la mente no era muy fuerte o estaba distraída por algo más...

Se encontró dentro de la extravagante casa, estando de pie al lado de la puerta principal. Un candelabro de cristal relució su plata en la oscura iluminación de las estrellas pero aparte de eso no podía ver otro detalle en el cuarto. Sólo la magnífica escalera en el centro que llevaba al segundo piso, levitó sobre los escalones mirando a su alrededor. Una puerta fue delineada a través de luz, indicando la presencia de alguien despierta. No se aventuraría en ese cuarto, no esta noche...

Teletranportando a un piso con nueve cuartos, caminó hacia ellos, mirando su interior y siguiendo al próximo. Cada habitación tenía un mini vestíbulo con un estante y un jarrón decorativo o un ramillete de flores artificiales encima de estos. Cada vez, se dirigía hacia la cama del cuarto, buscando una figura en las sábanas y entonces intentaba en el próximo cuarto.

Ocho, y sólo quedaba uno más. Sostuvo su respiración cuando se transportó al pequeño vestíbulo de la última alcoba. Se agachó sólo un poco para coger un vislumbre de la cama.

De hecho, alguien estaba allí, sentado a un extremo de la cama, retrocedió. La figura no había notado su presencia. Intentó tratar de adivinar quien era: el cabello blanco delató su identidad. Él estaba agachándose, su cara enterrada en su mano izquierda y su codo sostenido contra su pierna. Los suaves gimoteos parecían venir de su lado del cuarto.

De repente se le ocurrió a Raven que él estaba llorando.

¿Llorando? ¿Qué sabría el bastardo acerca de lo que era llorar? ¿Estaba sintiendo de repente remordimiento por las ciudades que destruyó? Raven casi se rió del pensamiento, pero miró nuevamente al mago lloroso.

Su respiración tartamudeó en un ritmo torpe y gimoteaba cada quince segundos o algo así. Ella no podía ver su cara, pero no había ninguna duda sobre eso: Malchior en verdad estaba llorando. ¿Pero cómo podía llorar, después de todo lo que ha hecho? Cómo podía ese monstruo tener el valor para mostrar que aun era humano, después de todo lo que pasó. Su enojo aumentó, entonces arrancó una daga envenenada a un costado de su cinturón, preparándose para el ataque.

Lo mataría ahora, pensó. Matar cuando somos débiles, desvalidos e ignorantes. Destruir al hombre que antes la había destruido. Cortar su vida. Tocó el arma, sus brazos estaban listos para realizar el golpe final, aquel que acabaría con su existencia. Pero sus piernas no se movían. No podía levitar hacia él. Pero más importante, sus ojos no se movían de la imagen del joven mago sollozando y sus oídos no se apartaban de sus lamentos.

¿Llorando? ¿Cómo podría él estar llorando?

No, este bastardo no iba a obtener ningún acto de piedad por parte de ella, agitó su cabeza. Su destrucción había sido aplazada mucho tiempo y ahora se libraría de él de una vez por todas. Cualquier cosa por la que estaba llorando, se lo merecía, así como merecía la pena de muerte que ella estaba a punto de cumplir si no fuera por sus malditos y dudosos músculos...

Yo no podría matar a alguien cuando está llorando.

Sí, estaba apretando sus dientes. Debo. Y ciertamente podría matar a este mago si él estuviera gritando en la tierra por todos lo que ella cuidó.

Pero su corazón se salió cuando Malchior se sentaba en la cama. Sus ojos se ablandaron y el odio que alguna vez tuvo en su corazón fue lavado por las lágrimas que caían de las mejillas del mago. Por un momento, todo lo que quiso hacer era apresurarse a su lado, confortarlo, limpiar las lágrimas, al igual que él lo hizo con ella. Casi gritó por este pensamiento, cuando comprendió que había perdido el control...

Cuando comprendió que no podía matar a Malchior.

No puedo hacer esto, puso su mano en el pequeño estante, agitando su cabeza. Les he fallado. Les he fallado a todos. Podría matarlo ahora, pero no puedo. Los he traicionado una vez más.

Cuando estaba por marcharse, su pie chocó contra el estante. Con buenos reflejos intentó teletransportarse, pero Malchior era demasiado rápido. Él saltó y agarró su brazo antes de que ella pudiera dejar el mundo. Sus ojos se ensancharon cuando reconoció rápidamente, mientras la observaba, ella fijó su vista en los húmedos senderos que corrían bajo su cara. Limpiándolos rápidamente con un brazo, él no comprendió lo firme que la sujetaba. La arrastró lejos de la puerta, adentrándola en el cuarto, agarrando su otro brazo también.

"¿Raven?" su voz envuelta en misterio susurró el nombre en horror. "¿Cuánto tiempo has estado aquí?"

"Apenas llegué" mintió calmadamente, negándose a ver aquellos ojos negros.

"¿Qué estás haciendo aquí?" cuestionó severamente.

"Realmente estaba por irme"

"¿Qué estás haciendo aquí?" preguntó de nuevo. Ella no lo miraría o contestaría a su pregunta. "¿Qué estás haciendo aquí?" su voz aumentó en frenesí y en volumen cuando agarró sus hombros. Su voz se mantenía firme en su garganta y no saldría a su orden. "¿QUÉ ESTÁS HACIENDO AQUÍ?" gritó, agitándola vigorosamente, hasta que ella tirara sus brazos con sus manos para detenerlo.

"¡He venido a matarte!" le gritó. "¡Vine aquí para matarte!"

"¿Eso es entonces?" cabeceó en un movimiento fanático. "¡Entonces mátame!" extendió sus brazos al aire. "¡Adelante, mátame! No te detendré, Raven. ¡Hazlo!" él apuntó a su pecho, desprovisto de la armadura que normalmente llevaba. "¡Mátame, Raven! ¡Mátame!"

¿Por qué no podía matarlo? ¿Por qué no podía golpearlo? Las emociones que pensó que había desterrado inundaron sus ojos, causándole desviar su mirada.

"¡No!" dijo alejándose de él, intentando dirigirse a la ventana, pero él agarró su muñeca con su mano acercándola hacia él.

Él miró directamente hacia sus ojos y ella pudo pensar que la locura se había apoderado de esos ojos negro carbón. Él la miraba y se rió, mientras su otra mano se aventuró a acariciar su mejilla. "Después de todo este tiempo..." se rió. "Después de todo lo que he hecho... con todo tu odio, no puedes matarme todavía. Aunque tuviste la oportunidad. Estoy adulado, Raven"

"Te mataré, Malchior" dijo apenas en un susurro.

"Entonces mátame ahora, dulce Raven. Mátame ahora: ésta es la única oportunidad que alguna vez conseguirás"

Había un golpeteo fuerte en la puerta de la alcoba y ellos miraron en su dirección. "¿Malchior, qué está pasando?" la voz de Sagira gritó a través de la puerta.

Malchior la llevó al balcón de su alcoba y le dio un collar con un mármol descolorido. "Vete" dijo. "Si llevas esto, los Gostulings no podrán verte. Date prisa, antes de que Sagira te vea"

Ella se puso el collar y levitó hacia el negro cielo. Nunca apartó la vista del joven mago cuando la miró, volando a lo lejos. No se molestó ya en reprimirse, lloró silenciosamente, las lágrimas que se agregan a la luminosa arena en el cielo. Su corazón le pesaba, no sólo porque falló, sino porque había circunnavegado una terrible dificultad y regresaba donde empezó...

Nunca antes lo vio tan humano.

Nunca antes la vio tan débil.

Falta poco para llegar al final y esto cada vez se pone mejor, ahora que Malchior sigue libre y ha mostrado su humanidad frente a Raven ¿qué pasará?... Bien lo averiguarán en el próximo capítulo de The paper rose, no se lo pierdan a la misma hora y en el mismo canal (eso sonó a anuncio de televisión P)

Hasta que nos volvamos a "ver" se despide cordialmente Krystal of Nol, agradeciendo una vez más los reviews recibidos.