Gracias por sus reviews!

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.Los personajes le pertenecen a Rowling, las ideas..a mí.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Capitulo 13.

En el valle de Godric.

En la mañana, Harry intentó hablar con McGonagall, pero cada vez que quería hablar con ella estaba muy ocupada.

-Esperemos afuera de su despacho para poder hablar con ella.- Sugirió Hermione.

-No, hoy tiene todo el día ocupado, no volverá hasta en la noche.- Ron negó con rotunda seguridad.

-Y tu, como sabes?- Harry preguntó sorprendido, mientras; extrañamente, Hermione sonreía.

-Pues por que...por que da clases todo el día, no?

-Sí, lo mejor será decirle después de la clase.

-Eso es hasta después del almuerzo; y si le decimos a Viktor?- Ron se puso rojo inmediatamente- es decir, es de la Orden.

-No.- Harry no sabía por que pero no deseaba hablar de aquello con nadie más.- Hablaremos con McGonagall.

Harry estuvo pensando el resto de la mañana en el hecho de ir al Valle de Godric, y a la casa de sus padres. Estarían ahí sus tumbas? Como estaría la casa? Harry suponía que seguramente eran ya solo ruinas, y pensaba en la posibilidad de que el Horcrux hubiera desaparecido o se hubiera perdido...Ya hacían 17 años...

Otra opción se le ocurrió, de pronto. Y sí Voldemort ya sabía que andaban buscando el Horcrux? Y si la carta había sido enviada en realidad por un mortífago? Podría ser una trampa?

-Harry! .- Harry volvió a la realidad, mientras Slughorn miraba su caldero- les decía a tus compañeros que antes de Halloween me tienen que mostrar el último adelanto de su poción...

Harry también volteo hacia abajo, su poción no era ni remotamente como la de Hermione, que era color perla, de hecho era...roja. Ni siquiera quería pensar lo que opinaba Slughorn de él ahora mismo.

Después de la clase de Transformaciones (Crecimiento capilar instantáneo) se apresuro, con Ron y Hermione a hablar con la profesora. Harry estrujaba la carta en su mano derecha, mientras hablaba.

-Vaya, no puedo creer que tres jóvenes magos hallan logrado más progresos que toda la Orden junta.- Hermione se sintió muy satisfecha y Ron se sonrojó.- Solo tengo que felicitarlos.

Harry esperaba expectante, pero como la profesora no añadía nada más, el fue quien habló:

-Y, que vamos a hacer?

-Bien Potter, la Orden tomará cartas en el asunto inmediatamente, hoy mismo si es posible. Ustedes pueden irse a clase; los mantendré informados de alguna novedad.

-A clase?- Preguntó Harry, incrédulo- A clase? Usted nos dijo que podríamos ir a las misiones de la Orden.

-Esto es muy arriesgado, Potter.- La profesora mantenía su calma aparente.- Hay indicios de que El-que-no-debe-ser-nombrado se ha dado cuenta de nuestras actividades. No puedo permitir que les pase algo.

-USTED LO PROMETIO!.- Harry estaba de pie sin darse cuenta como había llegado a esa posición; y luego, se calmó.-... Es mi deber.

Mc Gonagall se limitó a esbozar una amarga sonrisa.

-Ya lo he dicho muchas veces, Harry...no puedo negar tu gran parecido con James. Esta bien, les avisaré después de hablar con la Orden. Podrán ir...pero cuídense.

Harry nunca había visto a Mc Gonagall así, siempre había sido tan rígida, tan dura. Pero tal vez; no la conocía bien.

Era poco después de haber bajado a comer, y Harry se hallaba enfrascado en una composición para Slughorn (describa las consecuencias de Veritaserum si se administra en sobredosis) cuando Ginny llegó corriendo, su cabello se había salido un poco de control y sus mejillas estaban sonrosadas por el esfuerzo. Harry se le quedo mirando hasta que oyó su voz distante.

-Harry...me oyes? Te estaba diciendo que McGonagall me dijo que les avisará que ya es hora.

-Ya?.- Hermione estaba nerviosa.- No es un poco apresurado?

-Hermione, en esto no podemos tomarnos tiempo.

-Qué pasa?- Ginny miraba a Harry intensamente.- a donde van?

-A una misión dela Orden.- Harry no podía decirle a Ginny, simplemente no podía.

-Entiendo...-Ginny asintió con la cabeza y se acerco a Harry, abrazando sorpresivamente, con lo que Harry se sobresalto.-entonces...- ella se acerco un poco más y lo beso tiernamente en la mejilla.- cuidate...

Poco a poco se separaron, ella tomándolo de la mano y él deseando que el tiempo se detuviera...

-Lo haré...- Harry soltó aquella mano tan cálida.

-Será mejor darnos prisa, a McGonagall no le gusta esperar.- Una vez más, Harry se molestó de que rompieran el momento.

-Bien, vamonos.- Harry estaba saliendo por el retrato de la dama Gorda cuando oyó a Ginny decir unas palabras más.

-Cuídate...Harry.

Harry corrió entre los pasillos hasta llegar al despacho que tantas veces lo había recibido. Tenía la rara sensación de que le faltaba el aire, pero no había corrido demasiado. No, era una sensación más allá...Simplemente sentía que algo no iba bien. Era temor...pero , por él? O por alguien más?

La puerta se abrió, mientras McGonagall salía poniéndose una capa de viaje, para su edad se veía con mucha vida y mucho más enérgica y decidida que nunca.

-Debemos de salir del castillo, los demás nos esperan en los jardines. Dense prisa.

Harry se apresuro para alcanzarle el paso.

-Cómo nos iremos?

-Somos demasiados para ir en escobas, además esta muy lejos. Nos iremos con un translador, Potter.

Harry asintió, y no volvió a decir nada hasta que llegaron al exterior del castillo. El aire estaba frió y había empezado a oscurecer. Unas figuras encapuchadas los esperaban en un extremo del jardín. Harry ya los había reconocido: Moody, Kingsley, Lupin (más delgado que nunca), y tres brujos que no conocía pero que estaba seguro eran aurores. Tonks no estaba allí y Harry se preguntó porque, aunque tal vez era un suerte.

-Harry! Tanto tiempo sin vernos.- Moody le estrecho la mano y Lupin lo abrazó. Harry lo notó nervioso y ya sabía por que: pronto estarían en la casa de sus padres.

-Tenemos 2 minutos.- McGonagall dijo comprobando su reloj.- Rápido.- Había sacado de alguna parte de su capa una copa malgastada y todos se apresuraron a tocar una parte de ella.

-3...2...1.

Harry sintió una fuerza debajo de su ombligo que lo jalaba, todo se había disuelto en colores sin forma. Y así, en medio de un remolino de luces, llegó al Valle de Godric.

Algunos se tambalearon, pero Harry logró mantenerse en pie. Se acomodó su túnica y miro alrededor. Todo parecía descuidado, muchos lugares estaban llenos de polvo, y no había nadie en las calles.

-La gente abandono este pueblo, después del ataque de Voldemort.- McGonagall se había puesto a su lado.- Nadie ha querido habitarlo desde entonces.

-Vamos.

Harry siguió a los demás por entre las calles y casa del lugar, hasta que se detuvieron delante de una especialmente gastada. Los vidrios estaba rotos y no tenía puerta. Se dividieron para registrar la casa. Harry entró lentamente, cada pisada suya quedaba marcada en el polvo que había en el piso. Los libros estaban esparcidos por todo el lugar, los muebles estaban intactos, e incluso, había dos pequeñas tazas de porcelana en una mesa.

Una foto de sus padres estaba colgando en la pared, justo arriba de la chimenea. Los dos muy felices, y tomados de las manos. Harry no pudo más y, por primera vez, lloró. Lloró mucho...y sintió el alivio de sacar todo aquello que le hacía daño. Sus lágrimas se convirtieron en sollozos y los sollozos sólo en suspiros. Alguien le puso la mano en el hombro.

-Esta bien llorar, a veces es necesario.

Y allí estaba Lupin, de pie junto a él. El también tenía los ojos rasgados en lágrimas. Harry se limpió los ojos, pero no estaba avergonzado; después de todo, Lupin seguía allí, brindándole su apoyo.

-Gracias.

-Qué conmovedor!.- Una voz llena de rencor resonó en la habitación. Harry se dio la vuelta y la vio perfectamente.

Bellatrix estaba en el Valle de Godric.