Gracias por sus reviews!

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.Los personajes le pertenecen a Rowling, las ideas...a mí.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Capitulo 15.

El secreto de Snape.

Harry no supo como regreso al despacho de McGonagall, solo sabía que tenía el horcrux en sus manos y que uno de sus mejores amigos estaba gravemente herido. McGonagall lo miraba fijamente y a su lado estaba Snape.

-Potter, hay muchas cosas que debemos de hablar contigo.- La profesora hablaba despacio, como su temiera a Harry.

-Profesora...como esta Ron? Digo, él no está...?

-Muerto?.- McGonagall sonrió levemente.- Me temo que tendremos al señor Weasley mucho tiempo más, Potter. Ha sido trasladado a San Mungo, la señortia Granger también fue...no quiso separarse de él.

Harry asintió un poco más aliviado.

-Bellatrix Lestrange también esta ahí.- Agregó McGonagall como si nada.- Tenía varias contusiones algo serias.

-Se que no debí portarme así.- Harry se había sonrojado un poco, mientras miraba escrutadoramente las uñas de su mano derecha. -Pero...

-Lo entiendo, Harry...es algo que yo también hubiera hecho. Ahora tenemos que hablar de otras cosas, y después podrás ir a San Mungo.

Snape, que había estado callado, habló en ese momento.

-Debemos darnos prisa, ahora que el Señor Oscuro sabe mi traición estamos más expuestos que nunca.

-Usted!.- Hasta entonces Harry tomo conciencia de que estaba con Snape...con Snape.- Cómo se atreve, profesora, seguro hay un error...el no puede estar aquí.

-No hay ningún error. Yo lo invité, para aclarar las cosas.

-No fue mi culpa.- Snape miraba a Harry como nunca lo había hecho, abierta, sinceramente.- Dumbledore se entero del plan preparado para el señor Malfoy. No había otra manera, era algo que debía pasar.

-Cómo?

Snape se acercó a la ventana y recorrió las cortinas lentamente mientras miraba para afuera.

-Muchas veces le rogué que no lo hiciera, tuvimos discusiones; yo me negué rotundamente, le dije que buscara a otra persona dispuesta a hacerlo. Pero él estaba decidido; además todo encajaba: salvar a Malfoy, a ti y por si fuera poco recobraría la confianza que el Señor Oscuro tenía puesta en mí. Sólo debía de enterarme cuales eran las demás Horcruxes, sólo eso.

-Entonces..todo era un plan?

-Compréndelo Potter!.- Snape volteo y clavó su mirada en Harry.- Dumbledore sabía que no podría vencer al Señor Oscuro! Sabía que su vida estaba por terminar! Y necesita que tu conocieras todo lo posible a lo que te ibas a enfrentar...y que crecieras Potter. Sin él para guiarte, debías crecer.

Harry desvió la mirada, no sabía que decir. Y sin embargo, le creía. Confió en Snape.

-Yo te envíe la carta.-Snape continuo.- Necesitaba darte las instrucciones pero que tu las descubrieras por tu cuenta...después de todo fueron los deseos de Dumbledore. He estado infiltrando información a la Orden, de todos los ataques y los planes de los mortífagos. Pero ayer, me descubrieron...por eso escape.

McGonagall sirvió un poco de té y se lo dio a Harry mientras Snape vagaba por la habitación.

-Hacía tiempo que Bellatrix no confiaba en mí...ella sabía que yo había traicionado al Señor Oscuro desde antes y que mi verdadera lealtad estaba con Dumbledore. No le hicieron caso, me gane nuevamente la confianza de los demás, pero ella se limitó a vigilarme. Estuvo checando mis movimientos desde mucho tiempo atrás y descubrió que seguía sirviendo a la Orden aún después de haber matado a Dumbledore. Ya no tenía escapatoria, tenía que huir, y la oportunidad se presentó.

Harry bebió un sorbo de té, sorprendido. Jamás había pensado así en Snape. Se imagino el riesgo al que estaba sometido si lo descubrían antes de tiempo, se imagino lo que sintió al tener que matar a la única persona que había creído en él, que le había dado otra oportunidad, y sintió lástima.

-Debo irme, tengo asuntos pendientes.- McGonagall se puso en pie y le tendió una mano a Harry.- Podrías darme el libro, Potter? Quiero que lo analicen para descubrir como destruirlo.- Harry le entregó el libro un poco renuente.- Tu, sin embargo, tal vez quieras quedarte a platicar un rato con Severus.

Harry iba a decir que realmente eso no le apetecía, cuando Snape se le adelantó.

-Muchas gracias, tengo algo pendiente que hablar con Potter.

McGonagall asintió, se guardó el horcrux en la bolsa de viaje que traía y salió del despacho. Harry se volvió a mirar a Snape.

-Potter, hay algo más que debo decirte. Yo fui el que oyó la profecía.

-Ya lo sabía.- Harry no sabía por que Snape le decía aquello justo ahora.- La profesora Trelawney me lo contó.

-Sí, bien. Pero debes de saber que yo no sabía a quien se refería. Nunca hubiera querido que le pasará algo a tus padres...menos a Lily.- Harry abrió los ojos, Snape hablando así de su madre era algo que jamás hubiera esperado.- Tu madre era alguien muy especial para mí, siempre me defendía aunque yo la tratará mal. Me gustaba, Potter, no lo voy a negar. Pero era una mestiza y yo no podía acercármele.

-Pero usted también es mestizo.

-Yo estaba en Slytherin. Tenía que mentir y hacerle creer a todos que era sangre limpia. Si me veían con alguien como ella...era cobarde, Potter. Eso, y James. Ya te lo dije, yo lo aborrecía como tú a Malfoy. Era algo mutuo, pero eso me hacía sentir que alguien me tomaba en cuenta, que era importante para alguien, aunque fuera de esa manera.

Harry realmente sentía lástima por Snape, alguien que pasó toda su vida sin amigos, tratando simular ser algo que no era. Eso y el hecho de que por su culpa, Harry no tuviera padres...

-Nunca le había dicho eso a nadie; sólo a Dumbledore.- Snape se detuvo enfrente de Harry y le puso una mano en el hombro.- Realmente estoy arrepentido de todo lo que he hecho, Harry.

Harry lo miró a los ojos y lentamente hizo un gesto afirmativo con la cabeza.

-Lo sé, y le creo. Pero eso no cambiará las cosas entre nosotros.- Snape esbozó una pequeña sonrisa y Harry se sorprendió de qué alguien como el tuviera ese tipo de gestos.

-No esperaba menos de ti, Potter.- Snape sacó una bolsita verde que Harry ya había visto y se la puso en la mano.- Supongo que querrás ir a ver al señor Weasley.

Harry asintió, todavía confuso. Cuando llegó a San Mungo su cabeza aún daba vueltas, así que Snape no era un traidor, pero por que Dumbledore había tomado esa decisión? Es cierto que estaba entrado en años, pero parecía que tenía energía de sobra. Y por que ahora? Harry iba caminando por el corredor cuando vislumbró una cabellera pelirroja al fondo de este.

Ginny estaba sentada con los codos en las rodillas y la cabeza entre sus manos. Su cabello caía a los costado e impedía verle la cara. Harry se detuvo justo enfrente de ella, mientras ella levantaba la mirada.

-Harry!.- Ginny estaba extremadamente pálida.

-Ginny...-Harry la abrazó mientras ella se desahogaba en su hombro, él le empezó a acariciar el cabello.

-Tuve tanto miedo, Harry.- Ginny se separó un poco de él, sus ojos estaban llenos de lágrimas.- De que te hubiera pasado algo a ti...

-Pero ya estoy aquí.- Harry le dio un beso en la mejilla, mientras con una mano, recorría un mechón de cabello hacia atrás.- Cómo está Ron?

-No me han querido decir mucho; pero un sanador me aseguró que se pondrá bien.- Ginny seguía asustada, cuando; media hora después los dejaron entrar el dormitorio.

Dentro del cuarto, blanco en su totalidad, se encontraba ya Hermione. Estaba demacrada y tenía los ojos muy rojos de tanto llorar; su silla estaba cerca de la cama y sus manos aprisionaban una de Ron. El estaba muy blanco y respiraba quedamente; seguía inconsciente.

-Hermione.- Harry habló con voz queda.

-Hola, Harry, Ginny.- Hermione volteó su cara hacia donde estaban y trató de esbozar, sin resultado, una sonrisa.

Ginny acercó una silla y se sentó al otro lado de su hermano, mirándolo fijamente.

-Cómo esta?- Harry hizo un seño con la cabeza.

-No muy bien.- Parecía que Hermione se pondría a llorar en cualquier momento.- La maldición que le echo Bellatrix era muy fuerte..pudo ser mortal.- Ginny suspiró y se estremeció visiblemente.- Dicen que tendrá que pasar un buen tiempo aquí, pero estará bien.

-Ya lo saben mis padres?.- Ginny se volteó hacia Hermione.

-Sí, McGonagall les aviso, no tardarán en llegar.- Ginny asintió y los tres se quedaron en silencio. Diez minutos más tarde, llegaron los padres de Ron, con Fred y George.

-Cómo paso todo?- Preguntó Fred después de que hubieron hablado con el sanador encargado. Harry con ayuda de Hermione, relató todo lo que había pasado; incluyendo el hecho de que Ron le salvó la vida a esta. Hermione, sin embargo, se mostraba distante con toda la familia.

-Ron realmente tiene suerte.- La sra. Weasley se había acercado a Hermione y la miró, sonriendo.- Por haber encontrado a alguien como tú.- Hermione asintió sin mirarla a los ojos, mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas. El te ama, no hay por que sentirse culpable.