1000 Gracias por sus reviews!
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.Los personajes le pertenecen a Rowling, las ideas...a mí.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Capitulo 16.
El baile.
Ron no despertó hasta una semana después. Harry y Hermione iban todos los días a verlo, de hecho; ella se pasaba todo el día ahí. Las palabras de la sra. Weasley la habían calmado un poco y ya no se sentía culpable por lo que había pasado. Aquel día, Harry les contaba la charla que tuvo con Snape.
-Y me dijo que estaba arrepentido por todo lo que había hecho.- Tanto Ron como Hermione estaban sorprendidos.
-Y tu le creíste?
-Sí. Si Dumbledore creyó en él, yo también.
-No lo sé, Harry. Yo todavía no creo que sea de fiar.- Ron siempre se mostraba muy renuente con respecto a Snape.
-Harry tiene sus motivos, Ron.- Parecía que Hermione quería iniciar otra pelea, pero se contuvo. Ron ya no dijo nada, se limitó a mirar ceñudo a Harry cuando Hermione no los veía.
No fue hasta finales de noviembre que Ron pudo dejar San Mungo. Harry había estado en contacto con McGonagall, para estar informado respecto al horcrux, pero esta le había dicho que todavía no tenían ningún informe detallado de cómo se podía destruir. Aquel día, cuando bajaron a desayunar, Harry vio algo en el tablón de avisos.
Baile de Navidad.
Con motivo de la celebración de Navidad, el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería dará un baile para alumnos de 4to. en adelante. Sin embargo, pueden invitar a personas de cursos inferiores. El baile dará inicio a las 8 de la noche. Si desean asistir deberán firmar en la lista del Jefe de la Casa respectiva antes de las vacaciones. Feliz Navidad.
Ron y Hermione también leían el anuncio con cierto interés, pero ninguno comento nada. Mientras Harry se servía un poco de cereal en su plato llegó Neville y se sentó a su lado.
-Irás al baile de Navidad, Neville?
-No puedo; Luna quería que me fuera, pero mi abuela desea que vaya por que mi tío abuelo regresa de un viaje.- Neville parecía un poco deprimido.- Ustedes irán?
Ron y Hermione intercambiaron miradas y se sonrojaron mientras ambos bajaban la cabeza a sus respectivos platos. Harry miró hacia otro lado y se dio cuenta que Lavander observaba la escena bastante disgustada.
-Yo si iré.- Harry aseguró mientras Ginny ocupaba un asiento cercano al de él. A Harry se le aceleró el pulso.
Al final de la clase de la profesora McGonagall, esta les pidió amablemente que cada uno firmará en la lista que tenía si se iban a quedar. Harry firmó entusiasmado, y Ron a continuación de él.
-Harry, puedo hablar contigo?- Ron parecía un poco misterioso mientras lo llevaba al fondo del salón.
-Claro...que pasa?
-Pues...yo...bueno...- Harry sonreía ante el apuro que pasaba Ron.- tu sabes...la verdad es que me gusta mucho Hermione.
-Hasta que lo admites.- Harry esbozo una sonrisa mucho mayor, pues su amigo nunca hablaba respecto a esos temas. Ron omitió el comentario y siguió.
-Y..me gustaría invitarla al baile...-tomó aliento- yo quería pedirte...si nos puedes dejar solos un rato en la sala común.- dijo esto muy rápido mientras pasaba por todos los tonos del rojo, a Harry casi le da un ataque de risa.
-Era solo eso? No hay problema.
Y como Harry había dado su palabra, cuando estaban los tres en la sala común menciono que había olvidado un trabajo de Herbología y salió sin rumbo definido. Entonces le vino el impulso a la mente...siempre podía volver a intentarlo, aunque solo fuera una vez.
Salió a buscarla, pero parecía que entre más la buscaba meno podía encontrarla. Busco en la biblioteca, los salones, el Gran Comedor, y el invernadero. Cuando se dirigía hacia la cabaña de Hagrid la encontró. Ginny estaba sentada debajo de un haya, leyendo un libro. Harry fue sigilosamente y se sentó junto a ella.
-Hola.- Ginny dio un pequeño respingo pues no lo había visto.
-Hola.- Dijo ella, sobreponiéndose y sonriéndole. Entonces Harry estuvo completamente seguro de su decisión.
-Sabes? Va a haber un baile en el castillo; un baile de Navidad. Y bueno, yo me preguntaba si a ti te gustaría ir conmigo?
Ginny lo miró y se acercó a el un poco. Harry podía ver de cerca sus ojos marrones, podía sentir su aliento en la cara. El también se acercó; sus labios ahora estaban muy cerca...ella cerró los ojos. El inclinó un poco la cabeza y sus labios se juntaron en un dulce beso. Nunca había sido así, era un beso tierno, como si tuvieran todo el tiempo delante...pero también estaba cargado de tristeza. Se separaron, y el la miró como nunca lo había hecho.
-Ginny..yo te quiero mucho.- Harry sabía que no debía pero no podía evitarlo, sin embargo ella estaba distante.- Que pasa?
-Yo también te quiero; pero lo siento, Harry.- Ginny parecía realmente lamentarlo.- Verás, vendrá la familia de Fleur a pasar las vacaciones con nosotros, y mi madre me ha pedido que le ayude con los preparativos.
-Oh, esta bien.- Harry no sabía que hacer.- No te preocupes.- Repentinamente se puso en pie.- Acabo de recordar que tengo un trabajo, nos vemos.
-Adios, Harry.
Cuando Harry llegó a la sala común, Hermione y Ron estaban ya haciendo los deberes. Ella se mostraba sumamente feliz; cuando no los vio, Ron alzó un pulgar en señal de triunfo y le sonrió a Harry. Ya tenía pareja para el baile.
Pasaron los días y Harry no había vuelto a hablar con Ginny. Tampoco había podido conseguir pareja, no había nadie que le interesará y estaba pensando seriamente en no asistir. Entonces recordó a Luna; siempre podría ir con ella, como amigos.
-Hola Luna. Quería preguntarte si vas a ir al baile.
-Neville no está.- contestó ella como si eso cerrara el tema.
-Pero podrías ir conmigo, como amigos.- Harry cruzó los dedos detrás de la espalda.
-Como el año pasado? Claro! Me encantaría ir contigo, como amigos.- Harry se marchó a clases un poco más feliz, al menos ya tenía con quien ir.
Navidad llegó, y con ella los regalos. Cuando Harry se despertó, Ron ya estaba desenvolviendo los suyos. Harry encontró el suéter tejido a mano de la sra. Weasley; un gran paquete de bromas de Sortilegios Weasley; un libro de "Guía esencial de hechizos y contrahechizos" y una caja con golosinas de Honeydukes, ambos eran de Ron y Hermione; y una tarjeta de Navidad (que a Harry le pareció muy bonita) de Ginny.
Durante el día, Harry y Ron fueron a jugar un poco al Quidditch en el estadio desierto. Harry lo disfrutó como nunca, pues hacía tiempo que tenía olvidada su Saeta de Fuego. Después jugaron al ajedrez y esta vez casi le gana a Ron. Hermione había estado leyendo y los observaba divertida. A las 5 se fue a arreglar para la cena, y poco tiempo después ellos la imitaron.
Harry se había puesto su túnica de gala color verde esmeralda. Era una nueva pues la otra le quedaba demasiado corta. Intentó peinarse para atrás, pero su cabello seguía igual de necio que siempre. Ron, por su parte, traía una túnica negra; cosa que resaltaba su rojo cabello; estaba mucho mejor que su antigua túnica.
A las 7:30 bajaron a la sala común a esperar a Hermione. Ella bajó 10 minutos después. Lucía una túnica azul marino muy bonita. Su cabello estaba recogido atrás y de su cuello pendía una hermosa cadena de plata con una piedra también azul. Ron se le quedó mirando.
-Estás muy..bonita.- dijo algo cohibido.
-Gracias. Me encantó tu regalo.- Dijo mientras se tocaba el cuello. Harry miró hacia otro lado, sintiéndose, por primera vez, excluido del trío.
Poco después, salieron y esperaron a Luna enfrente del retrato de la Señora Gorda. Ella también se veía bien. Su túnica era rosa claro y su pelo estaba mucho más limpio que de costumbre.
Harry la tomo del brazo y se dirigieron al gran Comedor. El banquete era delicioso; y el salón estaba decorado con grandes árboles navideños que flotaban a pocos centímetros por encima del suelo. Grandes velas iluminaban el ambiente y las brujas de McBeth armonizaban con su música. Ron y Hermione bailaban muy juntos una suave melodía.
Pero Harry sentía que no todo iba bien. Esa extraña sensación ya tenía tiempo que ocurría. Simplemente, algo malo iba a suceder. Harry se disculpó con Luna por la pésima noche que le había hecho pasar, pero ella estaba tan encantada con la música que ni lo notó. El se puso en pie y salió a caminar un rato por los jardines.
Harry halló un buen lugar justo debajo de un árbol y se sentó, respirando profundamente. A su lado, unos arbustos le impedían ver hacia el castillo; sin embargo, distinguió las voces en cuanto las oyó.
-Ven, sentémonos aquí.- La voz de un hombre le indicaba algo a su compañera.
-Pero...
-Necesitamos hablar.- Su voz sonaba decidida, como nunca.
-Ron...
-Hermione, te amo.- tomó aliento- Siempre lo he hecho. Desde que te conocí. No quería admitirlo, pero nunca he estado tan seguro de algo. Te amo.
Harry se acercó y miró por entre los arbustos. Ron le había puesto una mano en el hombro a Hermione y se había acercado lentamente a ella. Le tomó con la otra mano el cuello y tiró de ella hacia sí. Ella no opuso resistencia alguna, se dejo llevar. Sus bocas poco a poco se acercaron y se dieron un beso. Su primer beso. Era un beso apasionado, que había esperado tanto tiempo...parecía interminable. Harry no supo cuanto estuvo ahí, observando. Cuando sus bocas se separaron, se miraron largamente.
-Yo también te amo.- murmuró ella al fin.
-Quieres ser mi novia?
-Tengo que responder?.- preguntó a se vez, ella; el solo asintió con la cabeza, expectante.- Claro que sí.- Agregó, mientras le daba un breve beso en la mejilla. El le tomó la mano y apoyo la cabeza en su hombro.
-La luna se ve hermosa desde aquí.
