SENSACIÓN DE AMOR

Edades:

Tai- 16 Davis- 13

Matt- 16 Yolei- 13

Sora- 16 Cody- 10

Izzy- 15 T.K- 13

Mimi- 15 Kari- 13

Joe- 17 Ken- 13

Habían pasado ya dos años desde que los nuevos niños elegidos habían tenido la última batalla, todos habían crecido, los chicos eran más altos y apuestos que antes y las chicas se habían vuelto más esbeltas y femeninas. Todos habían decidido pasar el fin de semana en la playa, en la casa de verano de los padres de Mimi, que tenían bastante dinero. La casa era gigante, había muchas habitaciones, una gran cocina y dos baños, los cuales tenían de todo, la casa, como no, venía con piscina incluida, era muy grande y tenía un trampolín para tirarse. Cuando los chicos llegaron y vieron la pedazo mansión en la que iban a pasar el fin de semana se quedaron con la boca abierta.

Jeje, os ha gustado, eh... – decía Mimi con voz vanidosa – pues entrad y os quedaréis todavía más asombrados.

Los chicos entraron y fisgonearon en la casa, estaban asombrados de la casa que tenía Mimi para pasar el verano, entraron en las habitaciones, en los baños, en la cocina, en el salón, en el comedor..... y cuando llegaron al jardín y vieron la piscina, se quedaron todavía más fascinados.

Vaya, esto es increíble, menuda piscina – decía Davis – y además tiene trampolín, que suerte hemos tenido.

¡Oh, Mimi! ¡Tienes una casa preciosa, eres fantástica, además de guapa lo tienes todo! – exclamaba Yolei entusiasmada.

Pues, todavía no has visto el cuarto que te ha tocado... ven, te lo enseñaré – las dos se marcharon entusiasmadas.

Después de haber visto la casa, las chicas se instalaron en sus respectivas habitaciones, Mimi y Sora en una y Yolei y Kari en la otra, los chicos tenían un dilema con las habitaciones, Davis quería coger la habitación que estaba al lado de la de Kari.

Yo me conformo solo conque me toque esa habitación.

¡¿Pero que te ha dado por esa dichosa habitación?! – exclamaba Tai.

Es que está al lado de la de Kari... –se reía para sí mismo.

Bueno, para que no haya preferencia por nadie, lo echaremos a suertes, ya está – dijo Tai.

Si, será lo mejor – dijeron los demás a excepción de Davis que solo refunfuñaba.

Bueno, aquí está, coged un papel – Tai extendió la mano con cuatro papelitos con un número cada uno.

Izzy cogió un papel seguido de T.K que cogió otro, después Davis y finalmente Matt.

Bien, ya está ahora desarrugadlos – ordenó Tai.

Nos ha tocado en la habitación 2 – dijo Izzy.

A nosotros la 4 – dijo T.K.

Mierda, esa es la habitación que está al lado de la de Kari, ¿en cual nos ha tocado a nosotros?, ¿¡ en la 1!?, ¡¡porras!!, esa es la más lejana a la de Kari, ¡oh, no! – gritaba un Davis muy desilusionado.

A nosotros nos ha tocado en la 3 – dijo Matt ignorando a Davis.

Bueno, pues ya está, todos a las habitaciones – dijo Tai.

Se dirigieron hacia sus habitaciones, Davis iba caminando a la vez que le dirigía miradas furtivas a T.K, éste prefirió hacer que no se daba cuenta para evitar otro pelea más, la verdad es que ya le aburría la obsesión de Davis por Kari. Mientras Ken y Cody, miraban con cara de desagrado a Davis. De este modo Tai y Matt estaban en la habitación 3, T.K y Ken en la 4, Davis y Cody en la 1 y Joe e Izzy en la 2.

¡Toc, toc!. Habían llamado a la puerta de la habitación de Sora y Mimi.

Adelante – dijo Mimi.

¡Hola! – eran Kari y Yolei.

Hey chicas, ¿qué tal? ¿ya os habéis instalado? – preguntó Mimi.

Si, no hemos tardado mucho, es que hemos traído poco equipaje – dijo Yolei.

Pues Mimi se ha traído una maleta a punto de reventar – Sora apareció detrás de la puerta.

¿De verdad Mimi?, oye, me tienes que enseñar toda esa ropa que te has traído, ¿vale? – dijo Yolei entusiasmada.

Pues claro, mira ven, que yo te enseño – dijo Mimi.

Las dos se quedaron sentadas en la cama de Mimi viendo toda su ropa, que ocupaba las tres cuartas partes del armario, mientras que la de Sora solo ocupaba una cuarta parte.

Como son, eh – comentó Kari.

Y que lo digas, son como hermanas gemelas o algo parecido – dijo Sora.

Las dos jóvenes rieron.

Bueno, parece que nos vamos a aburrir viendo a estas dos con la ropa, ¿por qué no bajamos abajo a cocinar algo?, me apetecen unas galletas caseras, ¿qué me dices? –comentó Sora.

Sora, tu tan golosa como siempre – dijo Kari.

Sora sacó la lengua con una sonrisa.

Vale vamos, a mí también me apetece cocinar algo – dijo Kari.

Oye Mimi, nos vamos a la cocina a preparar una galletas, eh – dijo Sora.

Si, vale – Mimi no debió escucharla bien, porque ni siquiera la miró, estaba absorta con los trajes.

Me parece que no me ha escuchado ®

Es normal, ahora le está enseñando a Yolei su nueva colección de ropa – terció Kari.

Las dos bajaron a la cocina, en aquel momento no había nadie por allí, los chicos debían seguir en sus habitaciones, prepararon todos los ingredientes y, cuando la masa ya estuvo hecha, la metieron al horno. Tras esperar un bueno rato, en el que aprovecharon para hablar, sonó la campana del horno y cogieron las galletas recién hechas, las probaron.

Mmmm, deliciosas – dijo Kari.

Si, nos han quedado muy bien, somos unas grandes cocineras – prosiguió Sora.

Tienes razón, vamos a la habitación a ver si esas dos ya han acabado con los vestiditos – dijo Kari.

Sí.

Cuando llegaron, Mimi y Yolei seguían igual que antes, no se habían dado ni cuenta de que se habían ido, pero eso ya no tenía importancia porque cuando Sora y Kari les preguntaron si querían galletas, se volvieron rápidamente dejando atrás el montón de ropa. Estuvieron comiendo hasta que no pudieron más.

Estoy llena, no me puedo ni mover – dijo Sora.

Ni yo – prosiguió Mimi.

Pero estaban muy ricas – continuaba Yolei.

Puf, pero ahora qué hacemos con todas las galletas que nos han sobrado – comentó Kari.

Todas se quedaron pensativas.

No vamos a tirarlas, con lo que nos ha costado hacerlas – dijo Sora.

Bueno, ya está, se las daremos a los demás, ¿qué os parece? – dijo Kari.

Si, será lo mejor – dijo Yolei.

Pero yo no puedo llevarlas, estoy demasiado llena – agregó Mimi.

Jo, yo también – se quejó Yolei.

Vaaale, ya ayudo yo a Kari a llevarlas... – dijo Sora de muy mala gana.

Jeje, gracias Sora – dijo Kari – yo iré a las habitaciones de T.K y Davis y tú a las otras dos, ¿vale?.

De acuerdo.

Sora se dirigió primero a la habitación de Izzy y Joe, llamó a la puerta.

¿Se puede pasar?, soy yo, Sora.

Si claro, pasa Sora – exclamó Izzy.

Sora entró en la habitación, que por cierto estaba muy ordenada, seguro que eran las manías de Joe.

Es que os he traído esto – y les enseño el plato con unas cuantas galletas.

Tienen buena pinta – dijo Izzy.

Están muy ricas, las hemos hecho Kari y yo – añadió Sora.

Muchas gracias – dijeron Izzy y Joe.

De nada, es que hemos hecho demasiadas... y claro, no nos las hemos podido comer todas – argumentó Sora.

Ya... y para nosotros los restos, ¿no?, ni que fuéramos animales domésticos – dijo Joe.

Venga Joe, no seas tan cascarrabias, al menos nos han traído algo, ¿no? – le dijo Izzy.

Eso, eso, Izzy tiene toda la razón del mundo – añadió Sora – no seas tan quejica, bueno, yo me voy a la habitación de Matt y Tai a darles otras pocas.

Sora salió de la habitación y se dirigió a la de Matt y Tai, llamó a la puerta, no contestaron, oyó que tenían música puesta.

Baja el volumen, ¿quieres? – se le oyó decir a Matt.

Vale, vale... – dijo Tai.

Sora volvió a llamar.

Hey chicos, soy yo, Sora, ¿se puede pasar?.

¿Eh? ¿Izzy? – se confundió Tai - ¡pasa, pasa!.

¿Izzy? ¿Qué pase? – pensó Sora extrañada.

Hola chicos, os he traído unas...

¡¡Sora!! – gritó Tai.

Tai había confundido a Sora con Izzy, Sora entró en la habitación en el peor momento en el que una chica pueda entrar en la habitación de un chico, si, Matt estaba en ropa interior. Durante un segundo Sora pudo ver los músculos de Matt, su cuerpo bien formado y... su cara roja como un tomate al igual que la de ella, entonces reaccionó, era una situación muy comprometedora.

¡¡Perdón!! – dijo con la cara rojísima de vergüenza y los ojos cerrados, dio un tremendo portazo y se marchó corriendo, a una velocidad desenfrenada, incluso estuvo a punto de chocarse contra la pared.

Cuando por fin llegó a la habitación, a ella le había parecido una eternidad desde que salió de la habitación de sus compañeros hasta que llegó a la suya, cerró rápidamente la puerta y dio un gran suspiro apoyándose en ella. Mimi se la quedó mirando sorprendida después del susto que se había dado al verla entrar de esa manera en la habitación, pues casi se cae de la cama.

Sora, estás roja como un tomate, ¿qué te ha pasado? – preguntó Mimi todavía pálida del susto.

¡Ah! ¡Mimi!, no sabía que estuvieras todavía aquí, ¿y Yolei?.

Se acaba de marchar, dijo que tenía ganas de darse una ducha, pero dime qué te ocurre, estás muy nerviosa.

Es que... verás...

Sora se sentó en su cama y le contó a Mimi todo lo que había pasado al entrar en la habitación de Tai, que vio a Matt en ropa interior y que casi le da un desmayo allí mismo.

Y eso es todo – finalizó con otro suspiro y los ojos cerrados

¡¡Ostras!!, ¿y qué vas a hacer?.

¡¡¡¡Aaaaaahhhhh!!!!, ¡¡¡no lo sé!!!, no le podré mirar a la cara, dios mío, me va a dar algo, ¿por qué me tiene que ocurrir esto a mí? – gruñó la pobre Sora.

Pero dime... – Mimi miró Sora pícaramente - ¿te fijaste en si tenía músculo o si estaba en forma físicamente?, ya sabes... si estaba bueno.

¡¡¡¡¡¡¡PUES CLARO QUE NO!!!! – gritó Sora.

Si, ya, claro, y yo voy y me lo creo, venga, algo tuviste que ver... – insistió Mimi.

Bueno... algo algo si que vi.

¿De veras? ¿Y qué tal estaba?.

Mimi, ¿no será que te gusta Matt? ®

¡Que va! ¡Yo a quien quiero ver en ropa interior es a mi queridísimo Tai! – sonrió Mimi.

¿Tengo que responderte obligatoriamente?.

Sí.

Bueno... pues estaba bastante bien...

¿Cómo que bastante bien? – refunfuñó Mimi – por favor Sora, que es Yamato Ishida, el chico que vuelve locas a todas las chicas... un bastante no le es suficiente.

Vale, vale... pues... estaba muuuuuuy bien.

¿De verdad?.

De repente se hizo un silencio sepulcral, las dos se estaban mirando fijamente y hacían una mueca rara con la boca, se estaban conteniendo la risa, después, empezaron a reírse a pequeñas carcajadas y con una mirada de complicidad.

CONTINUARÁ...

Hola!!!! ¿Qué os ha parecido?, este es mi segundo fanfic, pero me está gustando mucho más escribir éste que el anterior porque Sora y Matt son más protagonistas que en el otro, la siguiente parte de este fic promete ser muy interesante, os lo aseguro. Espero que lo que hayáis leído os haya gustado, de momento, esto es todo. Para opiniones, quejas, críticas, observaciones, consejos y demás, ya sabéis,REVIEWS A TOPE!!, os espero en el siguiente capítulo. Adiós!!!!