Ya pasada la conversación entre Sora y Mimi decidieron olvidar el pequeño (si es así como se le puede llamar) malentendido y disfrutar al máximo el fin de semana. Tras haberse instalado todos en sus respectivas habitaciones se pusieron a hacer la cena, de nuevo teníamos un dilema en el grupo, quién iba a ser el que la preparaba.
- Pero chicos, vosotros ya sabéis que yo no tengo ni idea de cocinar – comentaba Davis aliviado – si yo la hiciera, lo estropearía todo.
- Pues mira, así aprenderías, que seguro que no te viene nada mal – el comentario que hizo Kari dejó al muchacho helado.
- Kariiii, cómo me dices esas cosas con lo que yo te quiero...
- En fin, a otra cosa mariposa – se dijo Kari para sí misma.
- Yo tampoco tengo mucha idea sobre cómo cocinar – dijo Izzy un poco entrecortado.
- Psé, yo solo lo que me enseñó Matt cuando estuvimos en el digimundo – añadió Tai.
Ante todas las negativas y excusas de hacer la cena por parte de todos los del grupo, Sora se levantó de su asiento.
- Está bien, ya la haré yo... si seguimos discutiendo toda la noche nos iremos a la cama con el estómago vacío.
Todos se quedaron callados durante un segundo, luego se miraron entre ellos.
- Eh... Sora, no es por nada, pero nunca te hemos oído decir que supieras cocinar, ¿estas segura de que podrás organizar toda esta cena? – le preguntó Joe.
Sora dio media vuelta con cara de desagrado.
- Bueno, vosotros no sabéis cómo cocino, así que si no queréis probar mis platos... que sea otro quien haga la cena... – les miró Sora a todos con una mirada de ser superior, la verdad es que había ganado la partida a Joe.
- No se diga más – irrumpió Tai – Sora hace hoy la cena, salga como salga.
Todos se quedaron de acuerdo y fueron a coger los platos para poner la mesa.
- Ya que has sido la voluntaria te ayudo, ¿qué te parece? – Mimi apareció tras la puerta de la cocina.
- No hace falta, ya sabes que yo me las sé apañar sola.
- Venga, que aunque te las sepas apañar hacer una cena para doce personas es medio imposible – argumentó Mimi.
- Bueno, si quieres... ahí tienes las verduras para cortarlas.
- Muy bien, ¡marchando una de verduras!.
Tardaron un poco en hacer la cena, Kari y Yolei se ofrecieron para ayudarlas pero ya no hacía casi falta, la verdad es que Sora y Mimi forman un buen equipo, siempre han estado muy compenetradas.
Por fin terminaron de preparar todos los platos y llamaron a los demás para ir a la mesa, todos fueron corriendo como flechas, sobre todo Tai y Davis.
- Bueno Sora, ¿qué nos has preparado?, ¿nos tienes alguna sorpresa preparada? – dijo Tai con la baba medio caída del hambre que tenía.
- Pues la verdad es que no, he preparado platos muy sencillos, de primero hay un buen cocido japonés y de segundo tenéis un delicioso bistec para cada uno, he preparado también algo de ensalada china – en eso Sora les enseñó los platos - ¿qué os parece?.
A Tai y a Davis casi les da un desmayo de la alegría de ver unos platos con tan buena pinta como aquellos.
- Huele maravillosamente bien –dijo Davis.
- Y tiene una pinta todavía mejor – añadió Tai.
- Pues bueno, nos os cortéis y empezad a comer.
- ¡¡¡Al ataque!!!
Todos empezaron a comer los platos que Sora había preparado con la ayuda de Mimi.
- Sora, esto esta de muerte, ¿cómo es que cocinas tan bien y nosotros no lo sabíamos?.
- Tampoco me lo preguntasteis, fue mi madre quien me enseñó, no sé hacer ninguna maravilla, pero para casos especiales no esta mal, ¿no?.
- Ni que lo digas, esto está riquísimo, ya me dirás cuál es la receta, eh - dijo Kari.
- Al final me voy a poner colorada...
Al terminar la cena lo recogieron todo y se fueron a las habitaciones, T.K. y Ken se quedaron recogiendo lo último, pues entre todos habían decidido que harían una serie de turnos para las labores de la casa. Sora mientras se dirigía a su habitación, Mimi y Yolei se habían ido a dar una vuelta con algunos mas del grupo, así que estaba sola. Iba caminando por el pasillo bastante pensativa.
- ´´ Ahora no creo que ni siquiera se atreva a mirarme a la cara, creo que ni yo le puedo mirar a él... no sé cómo debo reaccionar, ¿por qué estas cosas me tienen que pasar a mí? - de repente se oyó un gran ruido, como si alguien se hubiera dado un golpe, Sora se dio la vuelta.
Era, cómo no, Davis que se había caído en las escaleras y tenía un gran chichón en la cabeza.
- ¡¡Maldita sea!!, Kari ha desaparecido, ¿dónde estará?.
- ¿No crees que puede haber desaparecido para huir de ti?, no la dejas en paz ni un solo minuto - comentó Ken.
- ¿¡Qué dices!?, eso no es verdad, ah, ya sé, a ti te gusta Kari eh...
- ¡Que va, que va!, a mi no me gusta Kari.
- Ah, ¿sí?, ¿pues entonces quién te gusta? - preguntó Davis maliciosamente.
- Bueno, eh... , yo...
Sora se quedó mirando a Davis con muy mal humor.
- Davis, deja de atosigar al pobre Ken, ¿quieres?.
- Venga Sora, no será para tanto, a que no Ken...
En ese preciso instante se abrió una puerta y de ella salió Matt, quien estaba bastante malhumorado, nada más abrir la puerta vio a Sora, puso cara de sorpresa, al igual que Sora.
- ¿Qué pasa? - preguntó.
- Nada, que Davis no deja en paz a Ken - contestó Sora con voz entrecortada.
- Por Kari, ¿verdad?, ya empezamos...
Matt se dirigió hacia Davis y le asestó un buen golpe en la cabeza.
- ¡Deja ya de molestar! Y vete con tus fantasías a otra parte.
- ¡Oye, que no hacía falta que me pegaras para decirme eso!.
Ken se acercó a Sora.
- Ya empezamos con las peleas de siempre... - murmuró el joven.
- Sí, pero es divertido - añadió Sora.
Tras la pequeña discusión en la que Davis se ganó otros dos chichones, cada uno se fue a la habitación, Matt también iba a entrar pero paró en seco.
- ¿Quieres pasar? - le preguntó a Sora.
Ésta enrojeció y no supo qué decir.
- Eh... bueno... si a ti no te importa...
- Como Tai se ha ido con Mimi y Yolei...
Los dos pasaron a la habitación, allí, en la cama de Matt estaban su guitarra y sus partituras, Sora se sentó en la cama, estaba bastante incómoda ante la situación.
- Vaya, te has traído la guitarra...
- Sí, la llevo a todas partes siempre que puedo, por si de repente me inspiro en algo, así puedo comprobar qué tal suena - dijo Matt.
- Pues ya que tienes la guitarra, ¿por qué no tocas algo?, me gustaría escucharlo.
- ¿Ahora?, eh... bueno, vale, tocaré lo último que he escrito.
- ¡Bien! - exclamó Sora.
Matt comenzó a tocar, una dulce melodía, muy melódica y algo lenta invadió la habitación, Sora se relajó y cerró los ojos, aquella música era realmente buena, le transmitía una sensación de alegría. Matt terminó de tocar, Sora abrió los ojos.
- Ha sido estupendo.
- ¿De veras lo crees? - preguntó Matt.
- Sí, es muy buena, compones muy bien, se nota que has tenido muchas experiencias en la vida - comentó Sora.
- Unas para bien, otras para mal y otras... no sé si para bien o para mal - Matt se quedó mirando su guitarra.
A Sora le recorrió un escalofrío, ¿a qué se refería Matt?, probablemente a lo que pasó por la tarde, lo cierto es que ella tampoco sabía qué pensar, levantó de nuevo la vista, a Sora se le aceleró el corazón, no se había fijado hasta ahora de que Matt llevaba una camisa blanca de tirantes que le quedaba muy bien junto con unos pantalones vaqueros anchos, Matt se había convertido en un chico realmente atractivo... y misterioso, ahora que eran más mayores ya no era igual que cuando eran niños, ya no entablaban tanta amistad. Al hacerse mayores las chicas y los chicos se alejaban, cada uno con sus cosas, Matt y ella se habían distanciado bastante, de ahí las situaciones tan embarazosas, ya no era lo mismo. A Sora le dio rabia, pero para que Matt no notara su estado de ánimo decidió entretenerse con algo.
- ¡Anda!, pero si también has traído cd´s de música, ¡ah!, este grupo me encanta, y este también, oye, me tienes que prestar este CD, ¿vale? - Sora parecía muy entretenida.
Matt se acercó a ella y se puso detrás.
- Mira, si te gusta este tipo de música seguro que te gusta este otro grupo.
Sora se olvidó completamente de la música, Matt estaba detrás de ella, prácticamente la estaba rodeando con sus brazos, Sora estaba demasiado nerviosa para articular palabra alguna.
- Sora, ¿te pasa algo? - Matt la miró interrogativamente.
- No, no, no me pasa nada - dijo mirando hacia otro lado.
Tras seguir mirando los cd´s, se sentaron en el suelo.
- Oye Matt, esa camisa que llevas es muy chula, me gusta mucho - comentó Sora.
- Gracias... - sonrió Matt.
- ¿Y qué pasa con Tai? - preguntó Sora.
- Nada, se ha ido con Mimi y Yolei, supongo que se querrá quedar a solas con Mimi - dijo Matt medio pensativo.
- Ay, a Tai no se le dan muy bien las cosas del amor, eh - dijo Sora.
- Pues no - terció Matt.
Los dos se quedaron callados como por arte de magia, estaban pensando lo mismo, el silencio se apoderó de la habitación.
- Oye Sora... - Matt miró a Sora a los ojos.
- ¡Matt! - irrumpió Sora - es que... es que...
Matt la siguió mirando.
- No, nada...
Después de aquello callaron otro poco, pero pronto volvieron a hablar tranquilamente, así se les pasó el tiempo rápidamente.
- ¡Ah!, que tarde es ya, me tengo que ir - exclamó Sora.
- ¡Espera un momento! - la paró Matt.
Se levantó y fue al baño, al poco rato volvió a salir, Sora le miró interrogativamente, luego observó que ahora Matt llevaba una camiseta de tirantes igual a la anterior pero de color negro.
- Toma - Matt le dio la camisa.
- Ah, pero es que... no la puedo aceptar, es tu camisa.
- Tranquila, yo tengo muchas de este estilo y si te gusta... - Matt sonrió y Sora enrojeció.
- Muchas gracias - Sora cogió la camiseta - la cuidaré muy bien.
Sora y Matt se despidieron y cada uno se quedó en su habitación.
Nada más llegar a la habitación le salió al paso Mimi.
- ¡Sora!, ¿dónde estabas?, como te has ido sin avisar me he quedado preocupada por ti.....
- Jejeje
- ¿Qué te pasa que estás tan contenta? - Mimi se fijo en lo que llevaba Sora en la mano - ¿y esa camiseta de quién es?
- Pues....... me la ha dado Matt, hemos estado juntos..... - contestó Sora con una amplia sonrisa.
- ¿Quééeéééééé´? ¿¡Matt te ha dado esa camiseta!?, parece una camiseta interior, ¿qué habéis estado haciendo? - ironizó Mimi.
- ¡Oye tu, deja de pensar tanto, que se te van las neuronas a dios sabe dónde!.
- Jajaja, mujer, no te lo tomes así, pero dime, entonces no está enfadado contigo como tú creías, qué alivio, eh Sora, te habrás quitado un gran peso de encima - Mimi la miró interrogativamente.
- Ufffff, pues sí, menos mal, sino me hubiera vuelto loca, me estaba comiendo demasiado la cabeza por un problemilla de nada.
- Jajajaja!!!!!!!
- ¿De qué te ríes?.
- De que me acabas de decir sin darte cuenta de que estas coladita por Matt.
- ¿EEEEEHHHHHHHH?, no, qué va, no es eso.........
- Venga reconócelo, es normal que te sientas atraída por un chico tan guapo.....
- ¡No es solo por el físico, Mimi! - la interrumpió Sora - es su carácter, su madurez, su forma de reaccionar ante los problemas... y además esos ojos..........
- Entonces estás enamorada de Matt, no??
- SI.........
- Pues yo creo que Matt es bastante frío con todas las chicas que le rodean, en cambio contigo es diferente, es más cariñoso, muestra más interés, yo creo que tiene un aprecio especial por ti, Sora.
Sora enrojeció, ¿podría estar Matt enamorado de ella?, ¿qué es lo que se oculta tras ese carácter frío y distante?.
- Puf, no lo creo.........
- ¿Por qué no? - insistió Mimi.
- ¡Porque no, ya dejemos el tema!.
- Vale, pero no te pongas así, en serio, estás muy rara desde que llegaste........
A la mañana siguiente se levantaron todos muy temprano, les esperaba un día muy divertido ya que, tras desayunar, se fueron de excursión, visitaron varios templos, entraron en unos grandes almacenes de los que no querían irse ni Mimi ni Yolei y finalmente, al atardecer, se fueron a la playa. Después de la excursión regresaron todos a la casa y fueron a cenar.
- Bueno, nosotros vamos a ver un poco el partido de fútbol, eh, apañáoslas vosotros, vale?? - dijeron Tai y Davis.
- ¡Qué morro tienen! - refunfuñó Joe.
- Déjales, llevaban deseando ver este partido desde hace bastante...... - le tranquilizó Sora.
- Ken, ¿vienes a hacer la cena? - le preguntó Yolei un tanto nerviosa.
- Claro - respondió éste tranquilamente.
Esa noche cenaron lo más sencillo que encontraron en el frigorífico, huevos fritos con salchichas, tras la cena se fueron todos a dormir, aquel día habían hecho muchas cosas y estaban muy cansados. Aún así, Mimi, Yolei, Tai y Davis también seguían en su salsa y decidieron salir aquella noche también.
Sora entró en la habitación bostezando, se quitó la ropa y se puso los pantalones del pijama y la camiseta que Matt le había regalado. Se puso a ver un poco la tele, echaban una película de terror, estaba cogiendo algunas chucherías para ver la peli cuando llamaron a la puerta, por supuesto, era Matt.
- Hola......
- ¡Ah, hola Matt! - contestó Sora terriblemente sorprendida, casi le da un infarto al verle de tan cerca.
- ¿Molesto?.
- ¡Para nada!, pasa, iba a ver una peli de terror, si quieres que la veamos juntos..... - Sora no se podía creer todavía que le hubiera dicho eso.
- Pues había venido para prestarte el cd que tanto te gustaba......
Sora bajó la cabeza, claro, era sólo por eso, qué tonta........
- ...... pero no me apetece quedarme solo en la habitación sin hacer nada, así que me apunto - dijo con una firme mirada.
A Sora se le iluminó la cara, ¡iba a ver una película a solas con el chico de sus sueños!.
- Qué bien, así yo tampoco me quedaré sola.
- que pasa, ¿te dan miedo las películas de terror? - dijo Matt en tono burlón.
- ¡Pues no, la verdad es que nooooo! - respondió Sora jugando.
Entonces éste se fijó en la camiseta que Sora llevaba puesta, era la que le había dado el otro día.
- Vaya, pero si llevas mi camiseta, te queda muy bien, aunque te está grande......
- ¡Ah, si!, jeje, es que es muy cómoda para dormir........... - respondió Sora sin saber muy bien lo que decía. Entonces Matt sonrió al estilo ´´Ishida lo que le provocó a Sora otro infarto.
- Bueeeeeeeno, gracias por traerme el cd, ponte cómodo en la cama de Mimi, que ya va a empezar la peli - le llevó Sora hasta la cama de su amiga.
CONTINUARÁ...............
