Amanecía un nuevo día, soleado y de agradable temperatura. Sonó el despertador, y una especie de bufido salió de su garganta, abrió ligeramente los ojos y miró el reloj, era hora de irse a clase, ¡pero qué cansado estaba!. Se levantó todavía muy somnoliento y fue al baño a asearse, su rubio cabello estaba mucho más revuelto que de costumbre, se vistió y peinó. Cuando llegó al salón encontró una nota de su padre encima de la mesilla, "Lo siento hijo, pero parece que no voy a poder estar en casa en todo el día, ayer hice la compra, así que no tendrás problemas con la comida, lo más probable es que me tenga que quedar toda la noche, así que sé bueno, ¡y por Dios, prepárate algo decente de comer!".
- Ya estamos.......... – murmuró Matt con un deje de pesadez en su tono. Él ya no era un crío, a pesar de tener la casa como una pocilga.... estaba acostumbrado a hacer las labores de la casa, aunque sólo las hacía cuando ya no quedaba otro remedio, y en cuanto a las comidas.... ese era un tema que siempre discutía con su padre, quien le decía que si seguía alimentándose a base de comida basura moriría de una úlcera de estómago en cuestión de días, aunque a Matt le repateaban los comentarios de su padre y nunca le hacía caso, así que sacó unos bollos de chocolate del armario de la cocina y se los comió junto con un vaso de leche.
Rápidamente terminó de ponerse el uniforme del instituto y salió corriendo, había perdido demasiado tiempo desayunando y ahora no llegaría a tiempo a menos que hiciera una rápida carrera.
Cuando llegó justamente sonó el timbre y entró, por suerte justo antes de que lo hiciera el profesor, se sentó en su asiento, y vio que Tai, que estaba sentado justamente a su derecha, estaba apoyado con los codos encima de la mesa los cuales sujetaban su cabeza, a punto de quedarse profundamente dormido. "Esta es la mía............", pensó el mayor de los Ishida con una sonrisa maliciosa en el rostro, se acercó levemente hacia el asiento de su compañero y le dio un empujón a los brazos que tenía apoyados en la mesa, éstos se desplomaron rápidamente, al igual que su cabeza, la cual al chocar con la fría y dura madera hizo que el joven diera un grito con un tono de enfado a la vez.
- Señor Yagami, no estamos aquí para dejar caer nuestras cabezas de sueño, así que abra rápidamente los libros – el profesor parecía molesto ante la expectativa de que sus alumnos no iban a rendir mucho, siendo primera hora de clase y lunes.
Tai miró de reojo a Matt, que se estaba riendo en silencio para que no le escuchara el profesor.
- Tenías que haber visto caer tu propia cabeza............, parecía una piedra, jaja!!-
- Matt, eres un perro...... siempre me estás jodiendo, te digo que algún día seré yo quién se vengue por todas las veces que me las has hecho pasar putas.......
- No, si encima de idiota, todavía dices más tacos que 100 presos en una misma celda....- le respondió un Matt bastante tranquilo que ahora le miraba con un aire de superioridad- venga, piensa que has contribuido a una buena acción, has hecho que este casanova no se quede dormido en clase..... – terminó de decir aquello con un tono irónico, una de sus mayores diversiones eran fastidiar a Taichi, siempre que tenía una oportunidad la aprovechaba, y oportunidades a lo largo del día había muchas...
La primera hora de clase pasó muy lentamente para los muchachos, dar matemáticas a una hora tan temprana el lunes y con tal cansancio......... hacía que pensaran que el día iba a ser muy largo y muy aburrido, sin embargo se equivocaron, ya que al cabo de los cinco primeros minutos de la siguiente clase, llamaron a la puerta del aula.
- Adelante – respondió la profesora de lenguaje con un tono bastante severo.
De detrás de la puerta apareció la silueta de Sora, la cual venía inhalando el aire de su alrededor de una manera exagerada, se notaba que había hecho una larga carrera desde su casa hasta el instituto.
- Disculpe mi retraso, profesora Nishikado, ¿me permite entrar en el aula?.
- Vaya, vaya, parece que tenemos a una alumna la cual se ha olvidado que hoy tenía clase y se ha quedado rezagada en sus sábanas – la miró la profesora con una mirada de superioridad, lo cual hacía pensar a Sora que no le dejaría quedarse tan fácilmente.
- Verá......... todo tiene su explicación – dijo Sora un tanto alentada ya que no sabía si sería capaz de inventarse una excusa lo suficientemente convincente para una persona tan astuta.
La clase seguía mirando la escena muy curiosa, la profesora Nishikado tenía fama de ser una de las más estricta del instituto, sus exámenes eran muy extensos y difíciles, y jamás nadie en su sano juicio se había atrevido a montar bullicio, por muy pequeño que fuera, durante sus clases, ya que sus castigos también eran largos y duros. Yamato y Taichi, estaban todavía más intrigados aún, no por lo que hiciera la profesora, sino porque era la primera vez en mucho tiempo que Sora llegaba tarde a clase, y lo que es aún peor, que ni siquiera ellos se habían dado cuenta de que faltaba.
- ¡Silencio!, ahora comiencen a leer la lección 3, en la página 86, no quiero ni un murmullo, ni ver que nadie alza la cabeza – ordenó Nishikado mirando a toda la clase como si de un dictador se tratase.
La alta y delgada mujer se dirigió a Sora, se paró enfrente de ella y la miró con cara interrogativa, arqueando una de sus cejas, Matt y Tai mientras tanto pusieron la oreja, ya que sabían que podían escuchar la conversación disimuladamente.
- ¿Y bien? – preguntó la profesora a la vez que fruncía el ceño.
- Pues verá... la verdad es que esta mañana sí que me he levantado a la hora, pero al salir de casa, me he dado cuenta de que la cerradura de la casa no funcionaba y no cerraba la puerta, así que he tenido que llamar a un cerrajero, y no ha llegado hasta pasada una hora, y claro........ no podía dejar la casa a la suerte de los ladrones....
- ¿Acaso no sabe que si usted falta por cualquier motivo debe entregar un justificante firmado por su padre o madre?
- Lo sé...... pero mi madre no se encontraba en aquel momento en casa, ya se había marchado a trabajar.
La maestra se la quedó mirando no muy convencida, aunque la verdad, no tenía muchos argumentos en su contra ya que la joven no había faltado nunca a clase a menos que fuera estrictamente necesario, y nunca se había retrasado. Mientras tanto, Matt y Tai se reían por los bajos, esto era demasiado, Sora había superado cualquiera de las gracias que le había hecho Matt a Tai, primero llega tarde, entra en la clase de manera estrafalaria y jadeando, y luego le dice la mayor y única de las mentiras que ella habría dicho en toda su vida a la profesora más estricta del instituto, y ella se lo cree. Más que nada, su madre nunca trabajaba por las mañanas, por lo que si hubiera ocurrido aquello, la madre se hubiera encargado de todo.
Sora fue a su asiento, se sentó y suspiró aliviada, estaba sacando los libros cuando notó un leve golpe en la nuca, miró hacia el suelo, y vio que era una de esas pequeñas bolitas que suele hacer Tai para molestar a la gente cuando se aburre en clase, miró hacia donde estaba su compañero de mala gana, y vio que Matt y Tai levantaban el dedo pulgar y le guiñaban el ojo a la vez que emitían pequeños sonidos que podía distinguir claramente como carcajadas, ella les respondió sacándoles la lengua.
- Señorita Takenouchi, señor Ishida y señor Yagami, salgan inmediatamente del aula - los tres se la quedaron mirando con incredulidad -.
- No estoy dispuesta a que haya jaleo en mi clase, así que fuera, y ni una réplica.
Los tres se levantaron de su sitio y se marcharon en cuestión de segundos, antes de que a la profesora se le ocurriera una idea ingeniosa para su próximo castigo. Se dirigieron al patio y se sentaron en el césped.
- Genial, después de todo lo que tuve que pensar y decirle para que me dejara entrar en clase, me echa a los cinco minutos.......
- Bueno....... qué mas da, total es sólo una hora... – dijo Matt.
- Además, es que no nos podíamos creer que te hubieras quedado dormida, y encima toda esa farsa, no es propio de ti, Sora, estabas muy graciosa – añadió Tai medio riendo mientras recordaba a la joven dándole la explicación a la profesora.
- Ah........ gracias chicos, me ayudáis mucho moralmente.... – se recostó en el césped dando un largo suspiro.
Se quedaron durante el resto de la hora sentados, hablando de sus cosas y casi sin darse cuenta se pasó la hora y decidieron marchar con sus amigos ya que había empezado el recreo. Antes de poder llegar a la cafetería, una chica de esbelto cuerpo y delicadas facciones se acercó a ellos, su rubia y larga melena ondeaba al compás de la suave brisa de la mañana.
- ¡Ah..., Yamato, por fin te encuentro! – exclamó con una pícara sonrisa – te he ido a buscar a clase, pero no estabas, ¿dónde te habías metido?.
- Bueno... digamos que salí antes – respondió con tono airado.
- En fin, da lo mismo, el caso es que venía por algo importante. Este sábado es el aniversario del instituto y se va a dar una fiesta, ¿por qué no vamos juntos? – preguntó dulcemente mientras le cogía de la mano.
- ¿Fiesta?, eso me gusta, ok, quedamos aquí a las...
- 8.30, la fiesta no empieza hasta las 9.00, pero así podremos estar un rato a solas... – el tono con el que había dicho aquella última frase dio a entender a Sora que la fiesta para ellos empezaría antes, en aquel momento deseó con todas sus fuerzas marcharse de aquel lugar... aquella chica era muy guapa, y Matt era todo un ídolo de fans... y eso en cierto modo le daba muchas facilidades, aparte de que su aspecto físico tan varonil y elegante, hacía que las muchachas anduvieran detrás de él como locas. De hecho, Matt era "el chico imposible del instituto", tenía muchas novias, pero Sora dudaba que alguna vez hubiera estado realmente enamorado de alguna de ellas, simplemente "le gustaba divertirse" tal y como él decía.
- Bien, a las 8.30, no llegues tarde, que siempre haces lo mismo, empieza a maquillarte antes y ya está.
- Ay, Yama..... ¿no entiendes que tengo que ponerme guapa para ti? – le soltó la mano mientras terminaba de acariciarla y se alejó de ellos.
- Bueeeeeeeno, parece que este sábado también tendremos cosas que hacer... –dijo Tai de buena gana.
- Venga vamos, el resto se preguntará qué habréis hecho esta vez para que volvamos a llegar tarde... – suspiró Sora de mal humor.
Cuando llegaron con el resto, vieron a Mimi y Yolei entusiasmadas con el tema de la fiesta, los demás también parecían animados, pero Sora seguía de muy mal humor, cada vez que oía algo de la fiesta fruncía más el ceño, Mimi se dio cuenta, y se la llevó a la fuerza al baño, diciéndole al resto que tenía una "urgencia", Kari y Yolei sonrieron, pero los chicos parecieron no enterarse.
- Bueno Sora, ¿me vas a decir lo que te pasa? – preguntó Mimi mientras se lavaba las manos en el lavabo.
- Mmmmmmm.... nada....
- Vaya... o sea que quieres que te esté dando la chapa durante todo el día para sonsacártelo...
Sora la miró hecha una furia, pero la idea de tener a Mimi durante todo el día dándole el coñazo no le apetecía mucho, entonces, le contó lo que le rondaba por la mente.
- Ya veo... ya sabes que Matt es muy ligón, que se va con muchas chicas, ¡pero no te desanimes, vas a estar tan guapa ese día, que Matt sólo tendrá ojos para ti! – dijo Mimi entusiasmada.
- Mimi, no es eso... – Sora sabía que la respuesta de Mimi sería algo parecido, de hecho, ella lo arreglaba todo a base de maquillaje y ropa bonita.
- ¡Anda vamos!.
La semana fue bastante aburrida, Sora seguía de mal humor, no podía parar de pensar que esa chica y Matt..... En fin, no tenía ninguna gana de ir a aquella fiesta, pero si decía que no iba, comenzaría el interrogatorio por parte de sus amigos, y no sabría si a ellos les podría engañar como a Nishikado.
Casi sin darse cuenta, llegó el ansiado sábado de Mimi, ella decidió quedar con el resto de las chicas en su casa para arreglarse, pero lo que Sora no sabía es que habían quedado 4 horas antes de que comenzara la fiesta.
- Pero Mimi, ¿de veras es necesario quedar tan pronto sólo para arreglarse un poco? – preguntó una Sora desganada.
- De verdad, Sora, tienes que ser más femenina, hay que arreglarse para causar una buena impresión a los demás, además hoy, sacaré lo mejor de ti con mi set de maquillaje para chicas expertas.
- Ay... no sé yo si me va a gustar.
- Vamos Sora, se te ve desganada, ¿no te apetece ir a la fiesta o qué?, pasaremos un buen rato – agregó Kari, quien estaba sacando la ropa que se pondría para aquella noche.
- Si, eso, yo me lo voy a pasar en grande, seguro que hay un montón de chicos guapos, y me voy a ir a ligar en cuanto pueda, ¡hay que disfrutar la juventud!- continuó Yolei.
- Bueno, cuanto antes acabemos mejor, voy a ir a pasármelo bien y punto – finalizó Sora, con una mirada desafiante, lo cual le dio a Mimi un poco de miedo, ya que cuando Sora se empeñaba en algo, lo conseguía a gran escala, y eso algunas veces significaba peligro.
Acabaron un poco más tarde de lo que habían calculado, pero había merecido la pena, las 4 estaban realmente deslumbrantes, hasta ellas mismas lo reconocían, Mimi se había puesto un vestido rosa que le llegaba a mitad de muslo, con unas sandalias blancas y el pelo recogido, Yolei en cambio iba más informal, con una blusa blanca ajustada y unos vaqueros, Kari se decantó por una camiseta de tirantes color pastel que le quedaba también ajustada y unos pantalones de campana ancha, y Sora iba con un chaleco de cuero rojo ajustado y una minifalda negra también de cuero con unas botas altas, de tacón ancho y negras.
- Eh... esto, Mimi..., ¿no crees que voy un poco provocativa?, esta ropa no es de mi estilo – comentó Sora al mirarse al espejo y ver que la minifalda apenas le llegaba a mitad del muslo y el chaleco era muy escotado.
- Oye, ¿no eras tu la que decía que se lo iba a pasar en grande?, ¿qué más te da?, por un día no pasa nada.
- Ya, ya...
- Bueno chicas, vámonos que los señoritos deben estar cansados de esperar – dijo Kari cogiendo sus cosas.
- Si, es verdad, seguro que Tai está haciendo juramentos a cuenta nuestra – agregó Mimi, la cual todavía se quedaba pegada al espejo de la habitación dándose los últimos retoques.
- Se marcharon con media hora de retraso, y encima tuvieron que tirar a Mimi casi de los pelos porque todavía se quedaba en la habitación arreglándoselos. Mientras tanto, los chicos esperaban en la entrada del instituto.
- Me cago en... esas ya llegan 20 minutos tarde, la próxima vez que las espere su tía, que yo desde luego me largo – Tai estaba demasiado nervioso, odiaba tener que esperar a la gente, sobre todo sabiendo que las chicas habían quedado 4 horas antes, y que les podría haber dado tiempo.
- ¿Lo ves?, te lo dije, tu hermano es un libro abierto – Mimi apareció agarrada del brazo de Kari.
A Tai se le fueron aquellos pensamientos contradictorios al ver aparecer a Mimi, estaba tan guapa... no sabía cómo lo hacía, pero siempre conseguía sorprenderle, no podía desaprovechar la oportunidad de intentar algo con ella, esa noche no.
- Bueno que, ¿vamos? – preguntó Sora intentando simular que estaba de buen humor, al ver que Matt no se encontraba allí.
- Si, pero, ¿dónde está Matt? – comentó la inocente Yolei haciendo que Sora sintiera como si le hubieran clavado un cuchillo a traición.
- Quedó con una alumna de 2º curso, Kuwahara, ya sabes que él siempre tiene que estar rodeado de chicas, pero luego hemos quedado con él – respondió Tai.
Entraron al recinto del colegio, la zona externa estaba llena de luces de todos los colores y de grandes carteles, había una gran muchedumbre, unos que acababan de llegar, otros que ya estaban hace un rato, el ambiente desde luego era el idóneo, y los jóvenes abrieron los ojos de par en par cuando entraron al gimnasio, una gran cantidad de mesas llenas de comida y refrescos, grandes altavoces con la música más moderna sonando a todo volumen y una tremenda pista de baile habilitada la cual ya estaba siendo utilizada por varias parejas y grupos de amigos, incluyendo el ambiente oscuro y a la vez festivo, la combinación era explosiva, y los chicos se excitaron mucho, esa noche se lo iban a pasar de muerte.
Sora se dirigía con Kari a coger unos refrescos, cuando vio a Matt bailando con Kuwahara, cogiéndola de la cintura, a la vez que ella se agarraba de su cuello y se lo besaba, estaban demasiado acaramelados, y a Sora le dieron ganas de tirarle a aquella joven la recolección de bebidas que había hecho, sin haberse dado cuenta se fijó en que Kari la miraba de reojo con una expresión interrogativa, Sora alzó la cabeza y fue hacia donde estaban sus compañeros.
- ¡Ah, qué bien!, un buen refresco para no tener sed a la hora de bailar, ¡pienso pasármelo genial! – dijo Mimi alcanzando el vaso que le había tendido Sora.
- Mimi... – murmuró Sora aprovechando que el resto del grupo no las escuchaban.
- ¿Qué pasa?, tienes cara rara otra vez – dijo ésta ya medio molesta.
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡He decidido olvidar a Yamato Ishida, no es mi tipo!!!!!!!!! – dijo ésta en tono firme, como si de un cabo de ejército se tratara.
CONTINUARÁ
Notas de autora: Qué capítulo más corto!!
Hola a todos!!, siento haber tardado en actualizar, pero es que realmente me ha costado escribir este último capítulo, no había inspiración, así que si os aburrís, no os preocupéis que es normal --U. Tal vez os parezca corto este capítulo, pero es que mi mente no daba más de sí (dichosa inspiración). Bueno, parece que Sora está decidida a olvidar a Yama, aunque no sé, en este capítulo está más agria, ¿no os parece?, la verdad, no quería hacer a una Sora que llora porque el chico que la gusta no la hace caso, ella es fuerte y así lo demostrará, aunque tal vez cambie un poco, aunque el resto no se entere. Quería hacer un capítulo en el que se viera cual era la verdadera personalidad de Sora ante sus problemas, no sé si lo habré conseguido, ni si os habrá gustado, me falta mucha, mucha experiencia, espero que me digáis vuestras opiniones. Así que por favor REVIEWS PLEASE!!!, jeje, mira que soy pesada. Bueno, os espero en el próximo capítulo, todavía quedan muchas cosas por pasar, besos!!
P.D.: para los que leáis este fic por primera vez, no sé lo que ha pasado pero el primer capítulo esta mal puesto, ya que ese es el tercero (como comprobaréis después) así que perdonadme si no consigo ponerlo bien otra vez, porque ahora no lo encuentro en el ordenador, de veras que no sé lo que ha pasado, simplemente me lo encontré un día así... intentaré arreglarlo, besos a tods!!!
